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RAÍCES DEL VALLE 1679, el año en que la peste hizo estragos en el Valle de Lecrín
from Agosto 2023
La peste es una enfermedad infecciosa que tuvo graves repercusiones en épocas anteriores en todo el mundo, afectando también a España, Granada y por supuesto al Valle de Lecrín. En este pequeño artículo veremos la epidemia que apareció en nuestra comarca en el año 1679, que no era sino la continuación de la peste que llegaba desde otros lugares de la geografía española y de la costa norteafricana.
En nuestra comarca esta epidemia no afectó de la misma forma, ya que hubo pueblos con un amplio número de contagios y muertes, y otros pueblos apenas tuvieron la presencia de la misma. Hay que decir que principalmente afectó a las parroquias mayores, tales como El Padul o Las Albuñuelas, y las menores tuvieron un índice de contagio más bajo. Por otra parte Dúrcal es un pueblo que no conserva la documentación de ese año por lo que no es posible establecer el patrón contagioso que supuso esta epidemia, pero que de todas luces no salió indemne de ella. Este mismo hecho se manifiesta en Restábal y Saleres, ya que no tenemos documentación de las defunciones hasta cuatro años después, imposibilitando el estudio de este fenómeno. Al mismo tiempo Nigu elas también notó la presencia de este mal puesto que multiplicó por siete los fallecimientos en ese año de 1679 con respecto al año anterior. Pinos del Valle también sucumbió ante la peste con un total de 64 personas fallecidas, más del doble de los que tuvo los años anterior y posterior con 23 y 26 defunciones respectivamente. Otros pueblos como por ejemplo Tablate no tuvieron ningún problema con la epidemia, teniendo tan sólo dos fallecidos, igual cifra que años anteriores. Lanjarón por su parte también tuvo un aumento de fallecimientos en 1679 y 1680, descendiendo bruscamente en el año 1681.
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Uno de los casos más impactantes fue el de Las Albuñuelas, donde fallecieron un total de 112 personas, cuatro veces más que el año anterior y cinco veces más que el año posterior. Perdió un total de población 75 personas haciendo la diferencia entre nacidos y fallecidos. El 20 de mayo de 1679 falleció Francisco de Medina, primera persona que lo hizo por este llamado mal contagio en Las Albuñuelas. Tal fue el contagio que se produjo en este pueblo que llegaron a hacer un cordón sanitario entre el barrio bajo y el barrio alto. Los comercios cerraron y se pusieron guardas para contener el contagio del barrio bajo al resto del pueblo. Así pues, no encontraban personas que se hicieran cargo de los entierros a pesar de haber puesto un sueldo de doscientos ducados, sueldo importante en esos momentos. Se debía actuar con premura puesto que la putrefacción de los cuerpos estaba ocasionando que se infectase el agua y por otra parte para evitar que los perros se comiesen los cadáveres. Uno de los casos descritos fue el de un padre, llamado Francisco de Chica Ocaña, que abandonó a su hija de ocho meses encima de la tumba de su madre, Cecilia de Raya, recién enterrada por la peste. A pesar de que los vecinos le brindaron ayuda para criarla, él la dejó en ese lugar dejando que los perros se la comiesen viva tal y como se relata en el documento consultado, siendo el miedo el principal motivo por lo que lo hizo. Aunque los veci- nos dijeron que le brindaban ayuda y le increparon por abandonarla, éstos tampoco se hicieron cargo de ella, siendo por tanto igual de culpables que el propio padre.
En El Padul también supuso una merma en la población ya que llegaron a fallecer en ese año 121 personas, casi 100 más que el año anterior. Aunque no hay una gran referencia a la peste si se dispone de un pequeño párrafo que dice que las personas que aparecen fallecieron en el hospital que se hizo en 1679 por la peste. Los primeros casos de este mal aparecieron en el mes de mayo con la defunción de José del Hoyo, para ir multiplicándose considerablemente durante todo el verano. Desde el 15 de julio hasta el 15 de agosto de 1679 se produjeron un total de 70 fallecimientos, siendo este momento el más mortífero en El Padul.
Esta epidemia no fue la única que afectó al valle en esos años. Hay que recordar que poco más de treinta años atrás, entre 1646 y 1649, se sufrió otra epidemia de peste que estuvo más extendida en el tiempo, afectando principalmente en los meses estivales, por lo que gente que sufrió esta epidemia y sobrevivió, también sufrió la segunda. Un año antes de que se propagase la peste de 1679 en la comarca, se produjeron una serie de malas cosechas que afectaron sobre todo a los cereales, y al trigo concretamente, estableciéndose restricciones por parte de la diócesis de Granada. A su vez en el año 1683 también hubo otro pico de mortalidad importante pero que respondía sobre todo a una época de malas cosechas, sequías y lluvias torrenciales. Este hecho también se manifestó en Granada capital y por tanto tuvo también cierta relevancia. A pesar de que la peste hizo estragos en la población, tenemos que ver que ésta no dejó de crecer en los siguientes años, sobre todo a favor de los pueblos mayores. Otros como Tablate fueron perdiendo paulatinamente población hasta deshabitarse a finales del siglo XX.
