Viernes 16 de Mayo • 20:00 horas • Teatro Principal • Guanajuato
Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato
Juan Carlos LOMÓNACO, director artístico
primera Temporada 2025
ENSAMBLE MOOTI
Héctor Hernández violín - Urpi Holguín violín - Lydia Bunn violaMichael Severens violoncello - Cintia Presa violoncello
Ethel Smyth (1858 - 1944)
Quinteto para cuerdas en mi mayor, Op. 1 (1883) *
I. Allegro con brio
II. Andantino poco allegretto (attacca)
III. Scherzo: Allegro vivace
IV. Adagio con moto
V. Allegro molto
INTERMEDIO
Franz Schubert (1797 - 1828)
Quinteto para cuerdas en do mayor, Op. Post. 163, D. 956 (1828)
I. Allegro ma non troppo
II. Adagio
III. Scherzo: Presto
IV. Allegretto
Dur. aprox. 28’
Dur. aprox. 55’
*Estreno en Guanajuato
La sección más breve del quinteto es el segundo movimiento Andantino, que ofrece una transición austera con un cambio de tonalidad y un suave contrapunto entre las líneas melódicas, mostrando con el uso particularmente elocuente del pizzicato una madura delicadeza en la escritura para quinteto.
A continuación, un Scherzo lleno de humor y con una lírica sección de trío que evoca a Mendelssohn y en donde Smyth equilibra el tratamiento del material temático para cada instrumento y mantiene la cohesión general del conjunto.
El cuarto movimiento, Adagio con moto, es el punto culminante de la obra. Posee una serena e introspectiva melodía y una sonoridad profunda que otorgan al movimiento una atmósfera sombría y reverente.
El movimiento final, Allegro molto, que contrasta marcadamente con el Adagio y comienza con una fuga, culmina la pieza con un emotivo cierre con cambiantes niveles dinámicos.
FRANZ
SCHUBERT
(1797 – 1828)
Quinteto para cuerdas en do mayor, D. 956 (1828)
I. Allegro ma non troppo
II. Adagio
III. Scherzo. Presto – Trio. Andante sostenuto
IV. Allegretto
Franz Schubert nació en Lichtenthal, Austria, y a los diez años ya cantaba en un coro infantil y tocaba el violín en la orquesta de su escuela.
Siendo aún un niño, impresionó a sus maestros con sus primeras composiciones, entre ellas canciones (Lieder) para voz y piano, obras para piano solo y piezas para orquesta.
En 1814 estrenó en Viena su primera misa, y también compuso Margarita en la rueca, una de sus canciones más famosas y emotivas. Al año siguiente compuso otra canción muy impactante, El rey de los elfos, en la que se cuenta cómo un jinete huye de la muerte por el bosque, con su hijo en el regazo. Ambas composiciones se basaron en poemas del escritor alemán Goethe. Además de estas canciones, durante estos años también compuso varias sinfonías, óperas y música de cámara. Escribió más de 600 canciones, algunas de las cuales agrupaba en ciclos, a los que les daba nombre propio. Sus ciclos de canciones más importantes son La bella molinera (1823), Viaje de invierno (1827) y El canto del cisne (1828).
Schubert continuó componiendo sin descanso hasta su temprana muerte, el 19 de noviembre de 1828, en Viena, a causa de fiebre tifoidea.
Además de los Lieder, Schubert compuso también nueve sinfonías, entre las que se destacan la octava (“Inacabada”) y la novena (“La grande”); veinticuatro cuartetos, de los cuales los más célebres son La muerte y la doncella y el Cuarteto en sol mayor; un octeto en fa mayor; el famoso quinteto con piano La trucha y el quinteto de cuerda en do mayor, D. 956; óperas, entre las que se cuenta Rosamunda, de 1820; misas y motetes; numerosas obras para piano: sonatas, momentos musicales e impromptus. Toda su música se caracteriza por un rico colorido instrumental, riqueza armónica y melódica y exaltación romántica.
El Quinteto en do mayor, D.956 de Schubert condensa la expresividad del compositor con su capacidad constructiva y posee el rol de “despedida de la vida” que le otorga una categoría mítica, junto con su Sonata para piano en Si bemol mayor, D. 960, y al lado de como el Réquiem de Mozart, el Concierto a la memoria de un ángel de Berg o la Mazurca en fa menor de Chopin.
No se sabe de qué murió Schubert. Quizá de una intoxicación por mercurio, el tratamiento de la sífilis corriente en aquellos días, la cual lo tormentaba desde el año 1822. Sólo tenía 31 años, y pidió que lo enterraran al lado de Beethoven.
La recuperación de su música se debe a Robert Schumann, uno de los pocos que la supieron apreciar al encontrar manuscritos de Schubert en una visita a Viena, y a Felix Mendelssohn, quien estrenó la Sinfonía grande en do mayor en Leipzig. Otro gran compositor que contribuyó a la recuperación de la obra de Schubert fue Franz Liszt, quien interpretava transcripciones de sus lieders al piano, y a quien denominó “el músico más poético de todos”.
El 2 de octubre de 1828, mes y medio antes de morir, Schubert escribía a su editor de Leipzig, Heinrich Albert Probst, que había puesto música a algunas canciones de Heine “… y finalmente he terminado un quinteto para dos violines, una viola y dos violonchelos”. También indica el compositor en esta carta que la obra no había sido probada todavía.
La publicación, en partes separadas, se produjo en 1853 (o 1854), por el editor vienés Carl Anton Spina y su inusual formación instrumental (dos violines, una viola y dos violonchelos) es probable que se deba a la robustez de la arquitectura de la obra como apunta Marcel Schneider en su monografía sobre Schubert de 1957:
Se ve sin problemas por qué Schubert optó por un segundo violonchelo para formar su quinteto…, hay un papel completamente independiente del primer violonchelo; unas veces los trata al unísono, obteniendo una sonoridad vibrante, llena de una oscura grandeza, otras enfrenta al primer violonchelo con los otros instrumentos. En fin, acentúa la atmósfera romántica turbadora de la obra. Mozart, en los siete quintetos que escribió con dos violas, mostró a Schubert lo que se obtiene de un instrumento que puede doblar, sostener o acompañar la melodía del primero, y qué efecto orquestal se llega a dar así a la música de cámara”.
Es importante señalar la textura sinfónica de la escritura que Schubert adopta en el Quinteto, al doblar las dos voces extremas (dos violines y dos violonchelos), y así conferir amplitud orquestal a una formación de cámara. El musicólogo alemán Alfred Einstein ve en el tercer movimiento “la indicación más clara del carácter orquestal de la obra, con sus quintas de ‘trompa’ y su gran exuberancia”. Además, desde el punto de vista formal, la obra adeuda mucho a la Sinfonía no. 9 “La Grande”, también en do mayor. Y tanto en la Sinfonía cómo en el Quinteto de Schubert, están presentes los modelos mozartianos, sobre todo de la Sinfonía “Júpiter” K. 551, del Quinteto de cuerda K. 515 y del Cuarteto de cuerda “de las disonancias” K. 465, al que según Einstein debería el Quinteto D956 su plan conjunto. Obras todas ellas en la tonalidad de do mayor.
La obra, que da muestras de un refinadísimo contrapunto, se divide en los cuaro movimientos propios del género, indicados aquí de la siguiente manera: Allegro ma non troppo; Adagio; Scherzo. Presto – Trio. Andante sostenuto; Allegretto.
El primer movimiento, con su gran acorde inicial y la imponente introducción, ya advierte sobre la magnitud espiritual de esta obra magna, única en su tiempo por su intensa expresividad.
El segundo movimiento, Adagio, en la tonalidad de mi bemol mayor, es conmovedor en su simplicidad. Dentro de una estructura tripartita, la parte central, que marca una ruptura tonal, se erige como una especie de intermedio inestable y de hondo dramatismo. La coda, como un lamento, vuelve al comienzo y al “silencio melodioso” de la eternidad.
El fogoso Scherzo (Presto), con sus abundantes disonancias y con la exuberancia de sus sonoridades, crea una indefinible impresión de incertidumbre que encontrará su pleno sentido en el Trio central (Andante sostenuto), en el que parece presentarse un Schubert enfermo, sin ánimo para vivir, despidiéndose del mundo.
Para el Finale (Allegretto), con un cierto aire popular, Schubert usa una de las formas más típicas para cerrar una sonata clásica, la combinación de un rondó con la forma sonata, donde se presentan tres temas que confieren contraste al movimiento. Marcel Schneider comentó al respecto:
Esperábamos otro final, pero ya sea porque Schubert quería procurar una alegría ingenua que no poseía desde 1823, ya sea porque confiaba en conciliar las fuerzas que no hace falta nombrar para comportarse como un músico al que no atormentaban las preocupaciones, o bien porque, por modestia, decidió terminar de manera ordinaria esta obra extraordinaria, el caso es que nos ofrece una conclusión de aspecto popular, sin pretensiones, que evoca reuniones amistosas en las tabernas vienesas, como si, después de haber buceado en la tinieblas de su alma y de habernos revelado sus misterios, Schubert quisiera volver a la superficie y dejarnos el recuerdo de su apariencia habitual, como si las angustias, las nostalgias y las visiones celestiales del Schubert de las horas solitarias cedieran el paso a la imagen externa del hombre.
Schubert no pudo escuchar su Quinteto en vida, tuvieron que pasar 22 años hasta que el Hellmesberger-Quartett y Josef Stransky lo estrenaran póstumemente en el Musikverein de Viena en 1850.
Josep Jofré i Fradera
Miami, asistente de concertino interino en la Sinfónica de Xalapa, y actualmente es asistente de concertino de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Además de su labor como miembro de la OSUG, Héctor mantiene una intensa actividad con diferentes ensambles y grupos de música de cámara establecidos en la ciudad de Guanajuato.
Urpi Dainzú Holguín González
Procedente de La Paz B.C.S es en la actualidad miembro de la Orquesta sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Realizó sus estudios de violín en la Orquesta escuela Carlos Chávez bajo la tutela de la Maestra Vera Koulkova y más adelante egresó de la Maestría en Artes en la Universidad de Guanajuato. A lo largo de su carrera ha sido miembro y participado en diversas orquestas del país tales como la Sinfónica infantil de México, Sinfónica juvenil Carlos Chávez, Filarmónica juvenil Eduardo Mata y la Orquesta de Cámara de Bellas Artes. También ha participado en orquestas extranjeras e internacionales en países como Argentina, Chile, Estados Unidos, Francia y Alemania. Actualmente forma parte diversos ensambles de cámara: Cuarteto Carrington, Cuarteto Grever, Cuarteto Minas y Ensamble Alma a cargo de la Maestra Claire Hellweg.
Lydia Bunn, Viola
Inició sus estudios musicales a los 7 años en su tierra natal, Inglaterra. Entró a la prestigiosa escuela especialista Chethams School of Music, y luego al Royal College of Music en Londres, donde concluyó su licenciatura con honores. Completó sus estudios de maestría con honores en Peabody Conservatory en Baltimore, Estados Unidos. Fue recipiente del Fellowship Scholarship para participar 2 años en el Aspen Summer Music Festival, Colorado. Como concertista, se ha presentado en Europa, Asia, Estados Unidos y México. Desde su llegada a México en 2009, ha tocado con las Orquestas de Cámara y del Teatro de Bellas Artes de la ciudad de México. Fue integrante de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y Viola Principal de la Orquesta Filarmónica de Sonora, tocando como solista con ellos en 2014 en el Teatro Bicentenario en León, Guanajuato. En abril 2017 llegó a Guanajuato y desde septiembre de 2017 es Violista Co-Principal en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Cómo solista con la OSUG tocó Haroldo en Italia de Berlioz en marzo 2018 y el concierto en Re Mayor de Stamitz en agosto 2021 con siete meses de embarazo. Ha participado en el FIC y en tres ediciones del Festival Bach Guanajuato cómo solista.
Michael Severens
El desarrollo musical de Michael Severens se formó a partir de una diversidad de antecedentes. Uno de los primeros aspectos más destacados fueron sus estudios de música de cámara en el Conservatorio de Nueva Inglaterra en Boston, Massachusetts. Posteriormente, su experiencia más formativa fue en la Escuela de Música Greenwood, donde pasó ocho veranos consecutivos, institución que le permitió sumergirse en el gran repertorio para cuarteto de cuerdas.
Asistió a la universidad Bennington en Vermont, donde terminó la licenciatura en Bellas Artes bajo la tutela del violonchelista Maxine Neuman. Más tarde concluyó una maestría también en Bellas Artes en el California Institute of Arts en Valencia, California.
ORQUESTA SINFÓNICA
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C.P. Patricia Guillen Cabrera Enlace y Apoyo Administrativo
Cuauhtémoc Vega
Gustavo Emilio Espinosa Rodríguez Manuel Gutiérrez Auxiliar Técnico
Notas al programa: Juan Arturo Brennan
DIRECCIÓN DE EXTENSIÓN CULTURAL
DR. JOSÉ OSVALDO
CHÁVEZ RODRÍGUEZ
Director de Extensión Cultural
Lic. Pablo Alfredo Damián Medina, Secretario Particular | Mtra. Indra
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Director de Comunicación y Enlace
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Dirección