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La mala memoria del magisterio de Quintana Roo. Tercera y última parte

Por: Eduardo Lara Peniche

En las anteriores entregas reseñamos en forma breve los dos movimientos magisteriales en Quintana Roo, en ambos casos, los trabajadores de la educación del estado demostraron valor, entrega y decisión por defender sus derechos arrebatados por el modelo económico impuesto por la OCDE, en esta tercera y última parte haremos un análisis breve de los logros obtenidos gracias a la participación decidida de un magisterio indignado en defensa de una educación de alto nivel académico.

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En 2008, ante el embate de la OCDE contra la educación mexicana, los docentes de Quintana Roo despertaron de un profundo letargo, sin embargo, la astucia de Elba Esther Gordillo y la habilidad política de Félix González Canto desviaron la lucha para defender los derechos laborales de los trabajadores de la educación así como la transformación del modelo educativo hacia la orden de la OCDE, la Educación de Calidad que no es más que el modelo empresarial para formar mano de obra barata para consumo de las grandes economías.

Félix González creo un nuevo sindicato que hasta la fecha no se ha podido consolidar, Elba Esther impuso la Alianza por la Educación y Felipe Calderón modificó la Ley del

ISSSTE en perjuicio de los trabajadores al servicio del estado, los trabajadores de la educación, a pesar de haber sido engañados por González Canto, demostraron la capacidad para organizarse y poder armar un frente de defensa a sus derechos, que en esa ocasión no lograron ganar.

En 2013, después de la experiencia de cinco años antes y por la mal llamada Reforma Educativa promovida por Enrique Peña Nieto, los trabajadores de la educación demostraron que aprendieron mucho en la primera lucha en Quintana Roo. El estado fue uno de los primeros en organizar las protestas contra la pérdida de sus derechos laborales, la Sección XXV del SNTE, fiel a su costumbre, entregó los derechos laborales de los trabajadores, traicionándolos como es costumbre, sin embargo, la lucha por la dignidad laboral fue mucho más allá de simples protestas.

El movimiento magisterial de 2013 incluyó marchas, plantones, cierre de carreteras y acciones legales contra la represión del gobierno estatal así como los despidos masivos que pretendió realizar el sistema educativo nacional, acciones coordinadas y operadas por los trabajadores de la educación, sin ayuda de sus representaciones sindicales en Quintana Roo, es decir, los trabajadores de la educación pudieron gestionar su lucha por sí mismos, los maestros de Quintana Roo, fueron referente nacional en la lucha de sus derechos.

En las dos ocasiones en que el magisterio