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Miguel Ángel Gómez Castellano, Párroco del Salvador

PARRÒQUIES I VIDA CONSAGRADA

SAGUNTO SE PREPARA PARA LA FIESTA

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Miguel Ángel Gómez Castellano

Párroco del Salvador

Un año más Sagunto se prepara para celebrar las fiestas de la Pascua, (La Festa), más conocidas como la Semana Santa. Es la fiesta más importante de los cristianos, donde revivimos los misterios centrales de nuestra fe, la pasión, la muerte y la Resurrección del Señor.

La ciudad de Sagunto tiene la gran suerte de contar con una cofradía medieval, la Confraria de la Purísima Sang de Nostre Senyor Jesucrist, que a lo largo de sus siglos de historia se ha encargado de preparar con delicadeza y mucha devoción las distintas celebraciones de la Semana Santa Saguntina.

La procesión de las palmas del Domingo de Ramos, el encuentro del Lunes Santo del Nazareno con la Soledad, la procesión del silencio del Miércoles Santo, la visita a los monumentos del Jueves Santo, el viacrucis del Viernes Santo en el calvario, la procesión del entierro. Todo esto que vamos a celebrar externamente con gran cantidad de actos, nos tiene que llevar a un recogimiento interior. No podemos quedarnos solo con lo externo, sino algo estamos haciendo mal.

La liturgia de la Iglesia es muy rica en estos días tan especiales. El Domingo de Ramos después de la celebración de la procesión de las palmas, que nos recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, en la misa de este día, la palabra de Dios nos mete de lleno en lo que viviremos en esta semana a través de la lectura de la pasión, pasamos de la alegría, al recogimiento, de la fiesta a la seriedad.

“Todo nos evoca a la Salvación que viene de parte de Dios a través de su Hijo.”

El Jueves Santo, día del amor fraterno, el lavatorio de pies, (amaos los unos a los otros como yo os he amado) Institución de la eucaristía, (tomad y comed esto es mi cuerpo, tomad y bebed esta es mi sangre), este día nos reunimos entorno al altar para conmemorar la eucaristía, para celebrar lo que nos mando el Señor, (haced esto en memoria mía).

Institución del sacerdocio, desde ese primer Jueves Santo, los Apóstoles y los ministros por ellos ordenados celebran la eucaristía y hacen presente al mismo Jesús en medio de la comunidad a través de la consagración del pan y del vino.

El Viernes Santo, la liturgia de este día nos lleva a celebrar la muerte del Señor. Las lecturas de este día y la pasión según San Juan, nos adentran en este gran misterio. La adoración de la cruz, donde veneramos el lugar en el cual el Salvador dio la vida por todos los hombres, (mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo). Y como no, la comunión, la tarde anterior se reservó en un lugar especial y se guardo para su adoración y para comulgar al día siguiente. El Viernes Santo es el único día del año en que no se celebra la eucaristía. Todo acaba en silencio, en oscuridad, pero al mismo tiempo con la esperanza y a la espera de lo que celebraremos al día siguiente.

El Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección, es el día más grande, cuando celebramos que Cristo, el Mesías, el Redentor, Resucita de entre los muertos. La liturgia en este día es Riquísima. Bendición del fuego, encendemos el cirio pascual que se renueva todos los años y representa a Cristo Resucitado, el pregón pascual, la palabra de Dios que hace un recorrido por toda la historia de la Salvación hasta llegar a Jesucristo, el canto solemne del Gloria, la bendición del agua y la celebración de la eucaristía. Todo nos evoca a la Salvación que viene de parte de Dios a través de su Hijo. Este año es la primera pascua que voy a vivir con los fieles de la ciudad de Sagunto, espero y os invito a todos a que vivamos de verdad todos los actos de la Semana Santa, tanto los externos como los que se celebran dentro de los templos. Que vivamos y celebremos el gran misterio de nuestra Fe.

Recibid un abrazo en Cristo.