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1.3 Características del grupo
Classroom, una clase por grupo. La modalidad es asincrónica debido a la clase económica en la que se encuentra. Las actividades se suben una por semana y se da un lapso de siete días para su entrega. Con esta forma de trabajo se observó que el 30% de los alumnos de Educación Física (EF) entregan evidencias solicitadas por Classroom y otro 10% por WhatsApp.
La maestra planea sus clases con base en Aprendizajes Sustantivos. Con la intención de focalizar la práctica en solo algunos Aprendizajes clave del programa oficial.
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Después de algunos meses, la escuela decide cambiar de estrategia y comienzan a impartirse clases por Facebook Life. La maestra de EF decidió entonces, dirigir las clases a todos los grupos en una misma sesión y ofrecerles tres diferentes horarios para que la familia se conectara el día y la hora que le resultara más conveniente.
Respecto a los padres de familia, no suele haber mucha participación y colaboración por parte de ellos. Prefieren entregar las actividades de las otras materias, restándole importancia a la materia de Educación Física.
1.3 CARACTERÍSTICAS DEL GRUPO
Para efectos de esta investigación, se caracteriza a los alumnos de manera genérica, sin especificaciones particulares, ya que no fue posible llevar una gestión de progresión de las competencias del alumnado, añadiendo, la ausencia de una evaluación diagnóstica.
Como se mencionó antes, cada clase se comprende por alumnos de diferentes grados (1°,2°,3°,4°,5° y 6°) y grupos (“A” y “B”) (multigrado) de nivel Primaria. Teniendo en cuenta que, se les da la libertad de elegir entre tres horarios diferentes de clase, existe una baja posibilidad de consistencia y repetición en su participación bajo mi intervención.
Buscando comprender las características y necesidades particulares de los alumnos que abarcan edades de los 6 a los 12 años, primeramente, se hace alusión
al pensamiento de Gesell (citado por Soutullo & Mardomingo, 2009), que plantea la idea de que cada alumno tiene un desarrollo singular:
El crecimiento se convierte en un concepto clave en la interpretación de las diferencias individuales. Existen leyes de secuencia y maduración que explicarían las semejanzas y las líneas generales del desarrollo del niño. No obstante, no existen dos niños (exceptuando los gemelos homocigóticos) que tengan un desarrollo absolutamente igual. Cada niño posee un ritmo y un estilo de crecimiento tan característicos de su individualidad como los rasgos faciales (p.38).
No obstante, la teoría de Gesell desplaza la importancia de la influencia del contexto, es por eso que se rescata la idea de Gesell y se complementa con la teoría de Erikson.
Erikson menciona que la sociedad influye en el desarrollo de los individuos. Como menciona Bordignon (2005):
Erikson dice que la existencia de un ser humano depende, en todos los momentos, de tres procesos de organización complementarios: a) el proceso biológico: que envuelve la organización jerárquica de los sistemas biológicos, orgánicos y el desarrollo fisiológico – el soma; b) el proceso psíquico: que envuelve las experiencias individuales en síntesis del ‘yo’, los procesos psíquicos y la experiencia personal y relacional – la psique; c) el proceso éticosocial: que envuelve la organización cultural, ética y espiritual de las personas y de la sociedad, expresadas en principios y valores de orden social – el ethos (p.51-52).
Con referencia a lo anterior, se puede deducir que el desarrollo de los alumnos se establece mediante una vinculación entre lo biológico, mental y social. Como menciona Bordignon (2005), Erikson divide dicho desarrollo en “estadíos”, los cuales cumplen con características pertinentes siguientes:
La perspectiva de Erikson fue organizar una visión del desarrollo del ciclo completo de la vida de la persona humana, -extendiéndolo en el tiempo, de la infancia a la vejez, y en los contenidos, el psicosexual y el psicosocial, organizados en ocho estadíos. Cada estadío integra el nivel somático, psíquico y ético-social y el principio epigenético; comprende un conjunto integrado de estructuras operacionales que constituyen los procesos psicosexuales y psicosociales de una persona en un momento dado. Los estadíos son jerárquicos, esto es, integran las cualidades y las limitaciones de los estadíos anteriores; el modelo epigenético de Erikson es también un modelo ontogenético (p.52).
Haciendo énfasis en el estadío 4 “industria versus inferioridad – competencia” que plantea Erikson, el cual engloba las edades de 6 a 12 años, se detallan las características siguientes según Bordignon (2005):
En el período de la latencia disminuyen los intereses por la sexualidad personal y social, acentuándose los intereses por el grupo del mismo sexo. La niñez desarrolla el sentido de la industria, para el aprendizaje cognitivo, para la iniciación científica y tecnológica; para la formación del futuro profesional, la productividad y la creatividad. Ella es capaz de acoger instrucciones sistemáticas de los adultos en la familia, en la escuela y en la sociedad; tiene condiciones para observar los ritos, normas, leyes, sistematizaciones y organizaciones para realizar y dividir tareas, responsabilidades y compromisos. Es el inicio de la edad escolar y del aprendizaje sistemático. Es función de los padres y de los profesores ayudar a que los niños se desarrollen sus competencias con perfección y fidelidad, con autonomía, libertad y creatividad. La fuerza dialéctica es el sentimiento de inadecuación o de inferioridad existencial, sentimiento de incapacidad en el aprendizaje cognitivo, comportamental y productividad (p.56).
Además, Erikson narra una fase crucial por la que pasa esta etapa: “crisis”. La cuál si es enfrentada con éxito mediante la motivación intrínseca por parte de los
docentes, padres y madres de familia, es posible crear en el alumno un aumento de autoestima.
De la resolución de esta crisis nace la competencia personal y profesional para la iniciación científica-tecnológica y la futura identidad profesional, expresada en la frase: “Yo soy el que puedo aprender para realizar un trabajo”. El aprendizaje y el ejercicio de estas habilidades y el ejercicio del ethos tecnológico de la cultura desarrollan en el niño el sentimiento de capacitación, competencia y de participación en el proceso productivo de la sociedad, anticipando el perfil de futuro profesional. Cuando el niño ejecuta estas habilidades exclusivamente por el valor de la formalidad técnica, sacrificando el sentido lúdico y la fuerza de la imaginación, puede desarrollar una actitud formalista en relación a las actividades profesionales, volviéndose esclavo de los procesos tecnológicos y burocráticos. Aquello que debería ser un momento de placer y de alegría, unido al sentimiento de realización personal e integración social, acaba siendo un proceso desintegrante y formalista (citado en Bordignon, 2005).
Los alumnos en esta etapa necesitan ser motivados, apoyados y guiados por los docentes, madres y padres de familia. Se debe trabajar conjuntamente para lograr crear en ellos el interés por aprender y ser mejores.