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Estoy verde, no me dejan salir
from Escala de grises
En una tarde funesta de este prolongado y privilegiado confinamiento me enfrenté, por primera vez, al hartazgo producto del encierro. Pasaron muchas cosas por mi cabeza. Entre ellas, el recuerdo de una canción del célebre Charly García: “Estoy verde / No me dejan salir / No puedo largar / No puedo salir / No puedo sentir…”.
“No me dejan salir” resulta una obra con interpretaciones variopintas, pero que, a final de cuentas, refiere a una necesidad por abandonar un encierro, ya sea real o simbólico, para poder expresarnos con libertad. Hoy, más que nunca, muchos nos podemos identificar con su intérprete.
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El flaco García es uno de los talentos más brillantes e influyentes en la historia de la música latinoamericana. Cada vez se habla menos de su legado, poco a poco su obra se condena al recuerdo itinerante y no, a la presencia permanente. Por ello quisiera dedicar unas líneas para hablar de su legado, específicamente de su álbum Clics modernos y del contexto en que emergió. Carlos Guillermo Rossainzz Antropólogo social
Carlos Alberto “Charly” García es un artista argentino nacido un 23 de octubre de 1951. Su legado musical se ubica dentro de la escena rock de su país natal. Con más de cuarenta años de carrera, además de forjar una trayectoria como solista, también colaboró en tres agrupaciones: Sui Generis, Serú Giran y La Máquina de Hacer Pájaros. Actualmente su discografía contempla más de 40 obras.
El fin de Sui Generis, primera banda de García, coincide con la instauración del Proceso de Reorganización Nacional en 1976, una dictadura militar que emanó en uno de los momentos más oscuros y sangrientos en la historia de la República Argentina. Este proceso histórico estuvo caracterizado por terrorismo de Estado, violación de los derechos humanos, desaparición y muertes de miles de personas. Dicho régimen culminó hasta el 10 de diciembre de 1983 con la elección democrática de Raúl Alfonsín.
Un mes antes del arribo de Alfonsín, salía a la venta el disco Clics modernos, segundo disco solista de Charly García. Este álbum es un recorrido musical de 33 minutos y nueve
pistas, entre las que destacan “Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)”, “No me dejan salir”, “Plateado sobre plateado”, “Los dinosaurios” y “Ojos de video tape”, hoy piezas consideradas clásicos.
Para la grabación de Clics modernos, Charly colaboró con músicos como Pedro Aznar, Larry Carlton, Casey Scheuerell y Doug Norwine; sin embargo, fueron Pablo Guyot (guitarra), Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería), Gonzalo Palacios (saxo), Daniel Melingo (saxo), Fabiana Cantilo (coros) y Fito Páez (teclados) quienes lo acompañaron en la presentación del disco los días 15, 16, 17 y 18 de diciembre de 1983.

Este disco resulta una experiencia única. A través de una profunda mezcla de ritmos y sonidos, que van desde la música disco, el tango, el electro-pop, el rock y la balada, García aborda distintas temáticas, como las desapariciones de la dictadura, la represión ejercida por el Estado, la necesidad por consumir drogas, el miedo como forma de vida, la fiesta o simplemente el artista autoreflexiona de cara a la “nueva Argentina”.
La revista Rolling Stone Argentina (2006) ubicó a Clics modernos en el puesto número dos dentro de la lista de los 100 mejores discos del rock argentino. Mientras que la revista estadounidense Al borde lo colocó en el puesto tres de los 250 mejores discos del rock iberoamericano.
Para crear este disco, Charly García se nutrió de las inquietudes, ritmos y pretensiones de sus contemporáneos. Fue capaz de sintetizar sonidos y letras para crear un álbum único, un viaje musical que te hace reflexionar, llorar y bailar en sólo media hora. No está de más mencionar que este disco puede ser considerado como el más grande legado de Charly García.
Clics modernos apareció en un contexto prometedor dentro del rock, pues no sólo se experimentaron cambios en la política argentina, también este género comenzaba a expandirse a otros estilos, otras maneras de hacerlo y disfrutarlo. Si bien íconos de los setenta como León Gieco y Luis Alberto Spinetta continuaron en activo, manteniendo canciones que equilibraban letras profundas con complejidad musical, otras agrupaciones como Virus y Soda Stereo empezaron a tomar fuerza, ellos sostenían que el rock no sólo era protesta, también era una manera de divertirse. Así llevaron a la radio canciones para bailar, cortejar o en los que se abordan temas tabú -para aquel momento-, como el amor promiscuo, la homosexualidad o el consumo de drogas.
En esos mismos años, el rock barrial, encabezado por Patricio Rey y su Redonditos de Ricota, Los Violadores y Sumo, comenzó a sonar fuertemente en estaciones de radio y bares, cautivando a otro tipo de público. Lo atractivo del rock de barrio era que emitía críticas al clasismo argentino o reflexionaba sobre la desigualdad social vivida en ese entonces.
Hoy, a casi 40 años de su lanzamiento, Clics modernos es estimado como un clásico del rock latinoamericano, una obra maestra que representa el fin de una época de terror, abriendo las puertas a una nueva época en Argentina: la democracia. Se percibe como un respiro tras una pesadilla. Como una catarsis que expresa un sentimiento de liberación de la mente y el cuerpo. En fin, Clics modernos es libertad; Charly es el genio atrapado en la botella y “No me dejan salir” es un himno a la necesidad por expresarse, bailar y gritar ante algo que nos oprime.
