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Sin tiempo que perder en materia energética

Uno de los principales efectos de la emergencia sanitaria que vivimos es la paralización productiva de China, donde apareció el primer brote del

Covid-19. Esta consecuencia ha interrumpido los canales de suministro de la economía mundial y reducido en un 20% el consumo mundial de petróleo.

No Time to Waste on Energy L a disminución de la demanda internacional y la guerra de precios protagonizada por Arabia Saudita y Rusia, han repercutido en una baja en los precios de la mezcla mexicana de petróleo crudo de exportación. Al inicio del año, ésta oscilaba en 56 dólares y, para el 9 de marzo, descendió hasta los 24.43 dólares. Luego sufrió otro desplome el 18 de marzo, al cotizarse en 14.54 dólares, su nivel más bajo en 18 años. Finalmente, se situó en 15.33 dólares el 24 de marzo.

Ante los efectos para la economía y finanzas nacionales, agravados por el alza del dólar, es necesario un plan económico de contingencia que, en su vertiente energética, nos permita retomar el rumbo de inmediato, una vez superada la crisis sanitaria. Mientras tanto, no hay tiempo que perder. Se tienen que tomar decisiones urgentes para darle un respiro al sector energético y a las finanzas nacionales.

Entre las medidas, se pueden concluir los acuerdos de unificación entre Pemex y Talos Energy por el megayacimiento Zama, que ambas petroleras comparten. Su potencial se estima en 800 millones de barriles de petróleo recuperable. Para tal efecto, el criterio que debe prevalecer es quién de las partes está en la mejor posición de iniciar las labores de producción, con base en las leyes mexicanas, las capacidades técnicas y financieras. Igualmente, deben tomarse en cuenta las evidencias de los trabajos de exploración realizados por la petrolera privada, que ha invertido 12 mil millones de pesos.

En las actuales circunstancias, no se puede seguir atrasando la producción de un campo que aportaría el 20% de la producción nacional, por las divisas que representa para el erario público. Lo anterior, derivado de las regalías del 80% de las ganancias de la empresa privada, que se estima en 30 billones de dólares para el Estado Mexicano en 30 años. One of the main effects of the health emergency we are facing is the paralysis of production in China, where the first outbreak of Covid19 occurred. This consequence has interrupted the supply channels of the world economy and reduced global oil consumption by 20%. D eclining international demand and the price war between Saudi Arabia and Russia have led to a drop in the price of Mexico’s crude oil export mix. At the beginning of the year, it was around 56 dollars and, by March 9, it fell to 24.43 dollars. Then it suffered another collapse on March 18, when it was quoted at 14.54 dollars, its lowest level in 18 years. Finally, it stood at 15.33 dollars on March 24.

Because of the effects on the national economy and finances, aggravated by the rise in the dollar, an economic contingency plan is needed, which, in its energy aspect, will allow us to resume our course immediately, once the health crisis has been overcome. In the meantime, there is no time to lose. Crucial decisions must be taken to give the energy sector and national finances some breathing space.

Among the measures, the unification agreements between Pemex and Talos Energy for the Zama mega reservoir, which both oil companies share, can be concluded. Its potential is estimated at 800 million barrels of recoverable oil. For this purpose, the criterion that should prevail is which of the parties is in the best position to begin production work, based on Mexican laws, technical and financial capacities. Likewise, the evidence of the exploration work carried out by the private oil company, which has invested 12 billion pesos, must be taken into account.

In the present circumstances, it is not possible to keep delaying the production of a field that would contribute 20% of the national output, because of the foreign exchange it represents for the public treasury. This comes from the royalties of 80% of the profits of the private company, which are estimated at 30 billion dollars for Mexico in 30 years.

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Rodríguez aquí /

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