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CONSIDERANDO LA VIRTUD DE LA MANTIS
A la distancia celofán arrugado o un remanente de hoja cenicienta en la piedra fría de la mañana. Más cerca el caparazón postrado de la mantis: tiempo excedido. Silencioso como rezo, ciego con propósito batallones de diminutas hormigas rojas en fila hacia y desde el cuerpo, clamor de diseccionar el cadáver, llevarse trozos de exoesqueleto, apéndices de alambre doblado, mandíbulas, pequeñas antenas, devastan esta arruinada maquinaria de supervivencia: engranaje que no será, en un mundo de hambre insaciable perdido: el universo no desperdicia, no quiere. Yo no creo que haya alma, pienso, viendo hacia abajo los restos de esta criatura-caparazón hueca (aunque, siendo honesto, lo creo más probable para la mantis que para mí) ningún espíritu flota liberado de su atadura para dar un último vistazo, sólo este frágil y fallido fragmento, cuerpo inclinado, patas delanteras dobladas en genuflexión: todo lo que llamamos mundo
Traducción: Iván Soto Camba
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The Forge Field
With aerosol and lighter poised we sat And wildly sprayed the twilight with blue fire. A red-hot whirling universe of gnats
Erupted glamorized us and expired.
We gazed as flakes of evanescing day
Came tumbling down the evening sky of true Cerulean cathode ray tube blue and lay
There, minds ablaze as they went spinning through The void inscribing light across our minds. While darkness snowed and slapped our cheeks with ash, The firmament dissolved in bright designs Of shattered atoms surging up to crash
The dying evening into spermy night, With only us to witness our delight.
Inch Strand
The kettle strews soft sprays of tendrilled buds Across the window’s misted April grey. Grey ghost of water rising from the hob. The alchemy pursued in brewing tea!
In ashy suit he beckons through the glass
For me to plumb the leaden glacial waves. Back blue-veined to the car and tartan flask
Infused with liquid heat a man now grave, Yet still with room to grow, so I remain
To watch the drab procession through the pane, Lulled by low prayers bubbling from the range, Roof slates, windscreens, wreaths, wakers flecked with rain. The soft rain steeping the cabbage grey hills, The flowers that sprout on the glistening sills.
El campo de la forja
Con un aerosol y un encendedor listo nos sentamos
Y rociamos violentamente el crepúsculo con fuego azul.
Un torbellino de mosquitos al rojo vivo
Nos estalló engalanándonos para luego fenecer.
Contemplamos cómo los copos del efímero día
Caían por el cielo vespertino de un cielo azul
Cerúleo de tubo de rayos catódicos y yacíamos
Allí, nuestras cabezas en llamas mientras giraban a través
Del vacío y grababan la luz en nuestras mentes.
Mientras la oscuridad nevaba y nos cacheteaba con ceniza, El firmamento se disolvía en brillantes bocetos
De átomos esparcidos que se alzaban para estrellarse
Contra el atardecer agonizante de una noche esperpéntica, Y nosotros como únicos testigos de nuestro deleite.
La playa de Inch
La tetera esparce rocíos suaves de capullos de zarcillos
Sobre el grisáceo abril empañado en la ventana.
Un fantasma gris sale del agua puesta en el fogón.
¡Es la alquimia que se busca al preparar el té!
Con su traje ceniciento me hace señas a través del vidrio para que sondee las plomizas olas glaciales.
Retorna al auto, con las venas azules y la petaca
De tartán impregnada de calor líquido, un hombre ahora
Tumba, pero aún con espacio para crecer, por eso
Me quedo observando la monótona procesión a través del cristal, Arrullado por las plegarias que burbujean desde la cocina, tejas, parabrisas, guirnaldas, despertadores salpicados con lluvia.
La suave lluvia empapa las colinas violetas como la col, Las flores que brotan en los relucientes alféizares.
Bunaneer Road
Unshod sunk in the dark deliquescent
Soft black road from the mountain to the bay, To the steady scrape of the workman's spade
We sprout from the clinging tar its essence
Anchored to the axis by our small toes
To hoards of dinosaurs and extinct trees.
He works on in the rain hail snow sleet heat
At tarmacking a past he barely knows.
In Gortnahulla a battle was fought
We turned up pikes, swords, helmets, but no bones.
A trove of rust beneath the turf and stones.
Mementos of a terror someone wrought. The tarmacadam melting underfoot, Plunged in the earth that memory forsook.
Coumdubh Lake
Against the slaty silver afternoon
The sky sketching kite gives shape to the air, Defines the rockface, the bottomless lake
They say that plunges all the way to doom. The rivulets from high rock tumbling down, Streaming into the dark, fathomless pool
Spray up in the wind a damp, misty cool.
Don’t let my kite swoop in the deeps to drown, For the rocks will immediately cry out.
I hear their words in the peppery gust: A fragile thing of wood and paper. Lost. My prince of the clouds to the air devout
That soars as if the wind could understand
The granite that it blindly grinds to sand.
John O’Shea
El camino a Bunaneer
Descalzos hundidos en la sombría decadencia
Del suave camino negro que va de la montaña a la bahía, Al continuo chirrido de la pala del obrero
Brotamos del alquitrán aferrado su esencia
Anclada al eje por nuestros dedos del pie
A hordas de dinosaurios y árboles extintos.
Trabaja bajo lluvia, granizo, nieve, aguanieve y calor, asfaltando un pasado que apenas conoce.
En Gortnahulla hubo una batalla en la cual encontramos picos, espadas, cascos, pero no huesos.
Un tesoro escondido oxidado bajo el pasto y las piedras. Recordatorios del terror sembrado por alguien. El asfalto se derrite debajo los pies, se hunde en la tierra que la memoria abandonó.
El lago Coumdubh
Contra la tarde gris como las tejas
La cometa bosqueja el cielo dándole forma al aire, Define la superficie rocosa, y el lago sin fondo
Que según dicen se hunde hasta la perdición. Los arroyuelos que caen desde el alto peñasco Fluyen hacia el oscuro e insondable estanque, Rocían al viento con un frescor húmedo y brumoso. No dejes que mi cometa se ahogue en las profundidades
Porque, de inmediato, oirás el clamor de las rocas.
Escucho sus palabras en la picante ráfaga: Un objeto frágil de madera y papel. Perdido.
Mi príncipe de las nubes devoto del aire
Se eleva como si el viento entendiera
Ciegamente que el granito molido se convierte en arena.
Traducción: Juan Romero Vinueza