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Región En crisis, clínicas y hospitales del Altiplano

Francisco Acosta-Martínez

Ni el IMSS, ni el ISSSTE ni los Servicios de Salud del Gobierno del Estado se encuentran en condiciones de garantizar la atención médica para los habitantes del Altiplano Potosino pues, de acuerdo con distintos reportes y denuncias de la población, la falta de personal especializado, de medicamentos y de insumos han hecho que todos los nosocomios y espacios de atención médica vivan una crisis severa que afecta, principalmente, a las personas que menos tienen y que no pueden trasladarse hasta la capital potosina o a estados vecinos para atenderse.

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Entre las quejas de la ciudadanía, se señala que los medicamentos que más escasean son los que necesitan los pacientes con complicaciones renales. Refieren que, desde hace cinco

Con

meses, no cuentan con la medicina necesaria para atender sus complicaciones y, aunque han buscado el apoyo de las instancias de salud, sólo les dan evasivas y les dicen que en cuestión de días lo estarán recibiendo, pero pasan los meses y, por la falta de medicinas, la salud de los pacientes se deteriora cada vez más.

En Villa de Ramos, Matehuala, Charcas, Catorce, Vanegas y Cedral la situación es la misma; los centros de salud que se encuentran en algunas comunidades no cuentan con medicinas y, en algunos casos, ni siquiera con el personal para que puedan operar por lo que, desde hace varios meses, permanecen cerrados a pesar de que, a diario, decenas de personas buscan tratarse sus malestares o recibir algo de atención al sufrir algún accidente.

Hace apenas unos días, se dio a conocer las pésimas condiciones, prácticamente insalubres, en que opera el Hospital Rural Número 14 del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicado en el municipio de Matehuala, donde los pacientes temen salir peor, con alguna enfermedad contraída en el nosocomio o con algún hecho de negligencia médica, pero este no es el único espacio que tiene graves deficiencias; el Hospital de Los Hernández, en Villa de Ramos, y el de Charcas tienen señalamientos similares.

En contraparte, a decir del escaso personal que labora en estos espacios, no es culpa de los médicos ni de las enfermeras, ya que ellos hacen lo que está a su alcance. Aseguran que el problema viene desde las instancias responsables de administrar y atender estos nosocomios pues no se han sabido implementar las acciones adecuadas para abastecer el medicamento y los insumos suficientes para que se pueda dar un servicio de calidad, además de que, a varios de ellos, incluso, se les adeudan honorarios desde hace varios meses.

Al final, lamentan, quienes terminan sufriendo los estragos de esta crisis son los ciudadanos de a pie y los que no tienen para pagar servicios privados ya que, en reiteradas ocasiones, quedan a completa merced de un milagro o deben deshacerse de sus bienes para cubrir los costosos viajes a otros municipios a fin de recibir la atención médica que necesitan.

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