Personajes parrenses

Anecdotario Picaresco de Personajes Parrenses

Nació el 17 de septiembre de 1955, es músico, narrador y poeta. Viene desarrollando un importante trabajo en la recreación de hechos cotidianos del pasado en el pueblo de Sabana de Parra.

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Alberto Ramírez

Sobre este libro dice Alberto Ramírez: Sólo me mueve un fin y no es otro que lograr que estos personajes populares se conserven en la memoria de las nuevas generaciones y que no los olviden, pues de una u otra manera ellos son y fueron los creadores de la idiosincrasia de Sabana de Parra.

Sistema Nacional de Imprentas Capítulo Yaracuy

Alberto Ramírez

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Anecdotario Picaresco de Personajes Parrenses

Alberto Ramírez

Serie contares Colección El Libro Hecho en Casa

Anecdotario Picaresco de Personajes Parrenses

Alberto RamĂ­rez

Anecdotario Picaresco de Personajes Parrenses Alberto Ramírez Colección El libro hecho en casa. Serie Contares © Para esta edición: Fundación Editorial El perro y la rana Sistema Nacional de Imprentas Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela Depósito Legal:lf 4022019004623 ISBN: 978-980-14-2501-4 Plataforma del Libro y la Lectura Jairo Brijaldo Diagramación: Jesús Castillo Impresión Linduar Prada

Correo electrónico: sistemadeimprentasyaracuy@gmail.com

El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela. Tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro.

Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores, principalmente inéditos.

Alberto RamĂ­rez

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Como un humilde aporte a la preservación de la historia y los hechos relevantes de la vida de nuestro pueblo y en este caso a las anécdotas y vivencias de algunos personajes populares, que marcaron un hito en la época en que vivieron entre nosotros, presento este anecdotario que recoge momentos picarescos y jocosos que aún hoy en día, por su contenido humorístico complementan y alegran las veladas y reuniones donde converge el conglomerado parrense.

Sólo me mueve un fin y no es otro que lograr que estos personajes populares se conserven en la memoria de las nuevas generaciones y que no los olviden, pues de una u otra manera ellos son y fueron los creadores de la idiosincrasia de Sabana de Parra.

ALBERTO RAMÍREZ Anecdotario Picaresco de Personajes Parrenses.

Abril 2006

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En

cierta ocasión, hace muchos años el Sr. Vicente Ramírez (mi padre) venía a pie desde la población de Urachiche por la carretera que antes llegaba al M.O.P. hoy INVITY. Después de pasar la acequia lo alcanzó el Sr. Segundo Rivero, que venía en su bicicleta con parrilla detrás y le dio la cola. Al llegar a la carretera Panamericana hoy en día autopista, los paró una patrulla de tránsito y el fiscal le dijo en un tono un tanto altanero: Oiga amigo...! ¿Usted no sabe que ese tipo de vehículo es para un solo pasajero?

Y el Señor Rivero le contestó: pues un solo pasajero llevo, el que viene manejando soy yo...!!!

Y se los trajeron a los dos presos para Sabana de Parra, por mamadores de gallo a la autoridad.

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Hace muchos años, estando Toribio Torres en la esquina de la carrera 4 con calle 9 en casa de Silverio Suarez, casualidad que traían un entierro de un difunto. Una persona que venía de La Blanquera llegó a la esquina y le preguntó: ¡Caramba Toribio! ¿Quién es el muerto? Y este muy serio le contestó: si no me equivoco, es el que viene adentro de la urna, lo que hizo estallar en carcajadas a los demás personajes que estaban allí.

Así de espontáneo era este personaje popular de la Sabana de Parra de aquellos tiempos.

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Cierta vez llegó Toribio Torres con una tremenda “rasca” a su casa, su mujer al verlo en ese estado le dijo: muy bonito, muerto é la péa y sin una locha.! Toma este bolívar y compra un “Alka Zelser” para que botes esa pea, y el le dijo: ná guará gaste doscientos bolos pá ponérmela y la voy a botar por un bolívar.!!!

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Una vez estando el Sr. Vicente Ramírez el Albañil, trabajando con el Sr. Marcos Rea, gran amigo de Urachiche, Rea estaba haciendo una lista o presupuesto para el dueño del trabajo y cuando iba a escribir la palabra bloques, le preguntó: Vicente ¿con cual “b” se escribe bloques? Y este le contestó con “b” tuya.

Marcos le dice: Tuya no lleva ninguna “b” y Vicente le dijo: pero Burro si.!!!

Era la forma jocosa de alegrar el trabajo de estas personas que hoy recordamos con nostalgia y cariño por su humor picaresco.

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Ante la gravedad de su hermano, Ño Borges, alguien le fue a avisar a Toribio y le dijo en esta forma: Toribio a tu hermano lo sacaron para el hospital, allá lo tienen y no conoce a nadie y el respondió: !na guará! Primera vez que va a un hospital y ya se puso pretencioso.

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En mi época de estudiante de primaria en una ocasión nos tocó salir con unos boy Scout que vinieron de San Felipe, ya en el Bosque de Caramacate estos iniciaron su charla con una pregunta: ¿Qué es el medio ambiente? Y nuestro gran amigo, ya fallecido Arnoldo Castillo contestó: La mitad del ambiente entero.!!! a lo cual todos rompieron a reír a carcajadas.

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En

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una ocasión en la medicatura de Sabana de Parra, el Dr. Ronald Smith, médico del pueblo para aquel entonces, estaba examinando al Sr. Vicente Ramírez con el estetoscopio y le lanza esta pregunta: amigo Vicente ¿usted por casualidad es hipertenso? Y él le contestó: No, Yo soy de Urachiche.!!!

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Una vez Toribio Torres fue al médico a recetarse de un dolor en su pierna izquierda, el médico le dijo que ese dolor era por la edad y este mostrándole la pierna derecha le contesto: Vacié.!!! Pero si esta otra tiene los mismos cincuenta y no me duele un guaro.

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Decía Toribio Torres analizando el tema de la muerte: Yo no siento tanto morirme, si no el tiempo que voy a durar enterrado…

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Otra de Vicente Ramírez el Albañil

En cierta ocasión en que se celebraba un nuevo aniversario de Acción Democrática con un gran despliegue de cohetes, el Sr. Vicente Ramírez estaba al frente del negocio de Piménides Torrealba y una señora se le acercó ignorando a que se debían esa cantidad de cohetes y le pregunta: Sr. Vicente ¿y de qué serán esos cohetes? Y él muy tranquilo le contestó: de pólvora y verara. La señora no lo trató más nunca.

Una vez llevaban dos entierros simultáneos por la calle real de Sabana de Parra, y alguien ante tal detalle le pregunta a Toribio Torres ¿chico, se muere mucho la gente aquí? Y él le respondió: No, con una sola vez es suficiente.

Así de sencillo y picaresco era este personaje de nuestro pueblo.

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Nuestro

gran amigo Darío Vázquez, serenatero y bohemio, no perdía la oportunidad de salir de noche a serenatear algunas muchachas para ver que conseguía, era hombre de “armas tomar” en eso del amor. Una vez estando compartiendo con este servidor Alberto Ramírez y con Antonio Espinoza, se le ocurrió salir con Matías López y Manuel Rojas a cantar por la carrera 3 algunas serenatas, pero en este tiempo las calles estaban siendo excavadas para arreglar el sistema de cloacas, ocasionando enormes zanjas en la vía.

Darío se acercó a cantar subiendo por la calle diez a unas damas que habitaban el sector, pero al comenzar la típica canción que dice: “Mujer abre tu ventana...” se le abalanzó encima una jauría de perros bravos lo que lo hizo arrancar corriendo como “alma que lleva el diablo” con tan mala suerte que cayó en la zanja rompiendo el cuatro, raspándose los codos y las rodillas pero no quebró la botella de estelar que llevaba consigo, a lo que exclamó: si fuera un frasco de remedio a lo mejor se quiebra. Nos marchamos pensando en que embuste iba a meter en su casa para justificar los raspones.

Gajes del Oficio diría yo…

Hallándose Toribio Torres parado en la parte baja de la pasarela de Sabana de Parra, esperando carro para ir a Chivacoa, se detuvo un vehículo y su conductor se dirigió a él con estas palabras: ¡Buenos días amigo! una pregunta ¿Cuánto gastaré yo de aquí a Valencia?

Y Toribio respondió: si no te paras a comer en ninguna parte, no gastas un guaro, y el conductor muy molesto se marcho.

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Cierta vez en el restaurant Bella Vista el Sr. Teodoro Gutiérrez se estaba comiendo un pollo y los huesitos los estaba guardando en una bolsa, frente a él estaba un perrito esperando que le lanzara algo pero él no lo tomaba en cuenta, ante esta situación alguien se le acercó y le dijo: cónchale Teodoro tírale un huesito a ese pobre perro que ya te va a hablar, a lo cual Teodoro contesta: por mi me puede hablar yo como no estoy bravo con él, y siguió comiendo tranquilo.

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Una señora le dijo a Toribio: Toribio te vendo una puerca.!!! Pero lo malo es que tiene huevitos. Entonces no es una Puerca, es un puerco lo que me vas a vender, contesto Toribio muy serio.

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Una de las tantas noches de serenata con Tello Lobo, Teodoro Lobo, El Maestro Daza y Toribio Torres ocurrió lo siguiente: Algunos vecinos molestos y que no les agradaba la música, pues interrumpían sus plácido sueños, mandaron a los policías que hacían la ronda nocturna donde estaban los serenateros. Estos Gendarmes al llegar al sitio se acercaron a los muchachos y les dijeron: van a tener que acompañarnos. Y Toribio exclamo: A muesca.! Y los policías cantan también. Esa noche por poco amanecen presos.

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Existió

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un autobús denominado U.P.A.C.O. que hacía la ruta Barquisimeto, San Felipe, Puerto Cabello, allí viajaba de todo, gente, animales, etc. Una vez viajando mi abuela materna se subió un vendedor de menthol y le ofreció su mercancía diciéndole: señora aproveche la oferta el menthol indio a 2,50 lo llevo aquí, cómprelo que en la farmacia lo venden más caro a 5 reales. Y mi abuela lo compró sin percatarse que 2,50 y 5 reales eran lo mismo. Ya en la casa no paro de echarle “bendiciones” al pícaro vendedor.

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La gente inventa cada cosa para llamar la atención, mientras más fantástica la cosa, mejor todavía. Resulta que a alguien se le ocurrió ante la súbita aparición de un grillo enorme llamado machaca agregarle la embuste de que a quien le picara un bicho de estos tenía que buscar una mujer y hacer el amor lo antes posible pues si dejaba pasar el tiempo moriría.

Todo era una gran mentira pues este servidor tuvo la oportunidad de atrapar una machaca en una mata de mango en el sitio donde hoy está el club Los Manzanos y de allí comprendimos que eran unos pobres e indefensos animalitos, pero fueron muchos los “vivos” que se aprovecharon del cuento para dejar algunas barrigas por allí gracias a la machaca que se hizo tan popular que hasta una canción le hicieron y duró mucho tiempo sonando en las radios del país entero.

Jesús María Camacho fue en esa época uno de los grandes animadores de ese mito popular.

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Una vez en un baile de gala de esos que celebraban en el club Los Manzanos, ocurrió el siguiente hecho jocoso: la fiesta estaba muy buena y tocaba el Sonero clásico del Caribe y por los altos precios, 40 bolívares para la época, todos no tenían capacidad de hacer tal gasto.

Resulta que entre esos estaban los muchachos de la familia Valderrama y ellos se las ingeniaron para colearse por la casa donde hoy habita el Sr. Enrique Ramírez, que antes pertenecía al difunto Don Fernando Oliveira.

Allí llegaron, unos algo tomados y otros rascados, cada uno saltó la pared por sitios diferentes pero Andrés Valderrama no tuvo la suerte de los otros ya que, rascado como estaba, no tomó previsiones y saltó, con tan mala suerte que por ese lado estaba un policía y éste le cayó encima al gendarme y de una vez lo sacaron y lo montaron en la perola formándose el consabido escándalo, típico de la gente en aquellos años.

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La señora Nicomedes Gutiérrez fue durante muchos años la rezandera oficial de los difuntos de Sabana de Parra y tenía por costumbre, para no ponerse ronca de tanto rezar, morder un cabo de vela, ya que según ella, eso le aclaraba la garganta y por tradición un tanto supersticiosa, lanzaba el cabo de vela con fuerza hacia atrás.

En cierta ocasión hizo esto y cuando lanzo el cabo de vela hacia atrás, este fue a impactar directo a los lentes de Aidé Torres, tumbándoselos lo cual causo risas silenciosas entre las señoras presentes en el rezo.

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Una mujer que tuvo Toribio le dijo en cierta ocasión: ¿chico, porque tú a mí, no me compras ni un vestidito? Y él le contesto: “porque yo no sabía que tu vendías ropa”… Ese Toribio no perdía ni una.

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Me contó en una oportunidad mi padre Vicente Ramírez que por no se sabe qué circunstancias, se agarraron a pelear dos ciegos y eso era trompadas y trompadas, y no los podían apartar, y una señora le dijo a él: ¡Sr. Vicente, por favor haga algo!

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Toribio en una fiesta en Payare se dirige a una dama y le dice: ¿bailamos? Y la dama responde: no puedo señor es que estoy de luto…

No importa bailamos llorando! dijo Toribio.

Y él les gritó a los ciegos que peleaban: Voy Mil Bolos al que tiene el cuchillo! Y los dos ciegos salieron corriendo como alma que lleva el diablo, cada uno en dirección distinta.

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A Toribio una vez lo robaron rascado y al contárselo al maestro Daza, este le recomendó: Toribio ya le debes dar parte a la policía y Toribio responde: ¡Qué le voy a dar si no me dejaron un Guaro!

Daza se refería a poner la denuncia.

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A Toribio le dijo un amigo cierta vez lo siguiente: Toribio deja la bebedera que el aguardiente te va a matar poco a poco y él le contestó sin inmutarse: Yo no estoy apurado, chico tranquilizáte…

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La familia Franco tuvo en José Gabriel, mejor coEn una gallera peleaban dos gallos y un apostador le preguntó a Toribio: ¡Compa! ¿Cuál es el gallo bueno ahí?

Y él le dijo: ¡el blanco con negro!, y el apostador le metió cien pesos que era un platero en aquel tiempo.

Al final de la pelea, mataron al gallo que recomendó Toribio y el apostador furioso le reclamó: ¿usted no me dijo que el bueno era el blanco con negro?

Y él le respondió: claro que era el bueno, el maluco era el otro, no ve que lo mató!!! Y casi se caen a trompadas.

nocido como “Che” Grabiel, así como suena “grabiel” a un humorístico personaje jocoso, bromista y mamador de gallo que no perdía la oportunidad de salir con una de sus tantas bromas.

Una vez conto que estando en la parcela de repente se resbaló y cayó al suelo, rodando y rodando se dio cuenta que cruzó la parcela completa, cual al fin se detuvo se puso a escarbar con una escardilla y se percató que se había resbalado en un ñame de casi una cuadra de largo, claro que la gente no creía tales fantasías.

También decía que pescaba con chimó y la operación consistía en echar dos bojotes de chimó al agua y cuando los peces salían a escupir afuera, les daba un palo en la cabeza.

Eso decía él…

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El Señor Ely Araujo, popular animador de la orquesta Scala 78 del Sr. Humberto Peña le ocurrió la siguiente anécdota: Viniendo desde Barquisimeto en un viejo autobús de la ruta Santa Lucía por la carretera vieja de Yaritagua, en una parada que hizo el bus, Ely se compró un refresco de lata y siguió coqueteando a una chica que traía al lado, pero no se dio cuenta que por la ventanilla entró una abeja cachicamera y se posó en el pico de la lata y cuando él fue a beber se le guindó en el labio y enseguida se le puso la boca abombada por la hinchazón lo cual causó las carcajadas de Humberto Peña, pero lo grande vino después de que Ely tuvo que cubrirse la cara, de la nariz para abajo con un pañuelo como los bandidos del viejo oeste y al llegar a Yaritagua al dirigirse al banco a cambiar el cheque, el policía lo encañonó con el revólver pensando que era un ladrón.

Caso verídico y jocoso, desde esa vez no tomó más refresco de lata el Sr. Ely Araujo.

Se termió de imprimir en junio de 2013 en el Sistema Nacional de Imprentas San Felipe estado Yaracuy República Bolivariana de Venezuela La edición consta de 500 ejemplares