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Interconectados e interdependentes
POR MUCHOS AÑOS HEMOS CREÍDO EQUIVOCADAMENTE QUE ESTAMOS SEPARADOS DE LA NATURALEZA.
Todas las especies que habitamos el planeta somos el resultado de millones de años de co-evolución, es decir, formamos parte de un engranaje infinito. Somos una pieza más en esa inmensa red de vida, si rompemos ese equilibrio que nos hace posibles, peligramos a nuestra especie y a otras.
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Como lo diría el biólogo mexicano de la UNAM Víctor Toledo: “El medio ambiente es un sistema multidimensional de interrelaciones complejas en estado continuo de cambio. La historia de los seres humanos es la de los ecosistemas. Es decir, la historia de la especie humana es la historia de ésta y de las relaciones que establece con el medio ambiente, “su abrigo y sustento ineludible”.
La hipótesis Gaia (diosa griega de la Tierra), es una teoría propuesta por el químico británico James Lovelock en los años sesenta, y reforzada por Lynn Margulis con sus estudios sobre microbiología, ambos argumentaron que al igual que hace el cuerpo humano, “la Tierra regula su propia vida a través de los organismos más pequeños”.
Diversos científicos han establecido que si el contendido del oxígeno de la atmósfera fuera demasiado bajo, algunas especies no podrían respirar. Mientras, que si fuera demasiado alto, la atmósfera de la tierra sería tan inflamable que una sola chispa podría desatar incendios incontrolables. Si su contenido de dióxido de carbono fuera demasiado bajo, la Tierra sería demasiado fría, y si fuera demasiado alto el CO2, su temperatura excedería a la que cualquier forma de vida puede soportar. Es decir, que cada elemento químico está en su justa dosis y proporción para generar la vida de todos los organismos vivos.
Es un hecho científico que existe una multitud de ciclos interconectados en la Tierra y que acontecen constantemente en nosotros y en nuestro alrededor. El astrofísico de la UNAM, Enrico Ramírez Ruíz (al igual que lo han evidenciado diversos astrónomos desde hace varios años), señala que todos estamos conectados atómicamente ya que el hierro en nuestra sangre fue creado en la explosión de las estrellas.
El origen de nuestros átomos puede rastrearse hasta las estrellas que lo fabricaron en su interior, explotaron y esparcieron por la vía láctea hace millones de años.
La publicidad nos hace creer que son las grandes corporaciones las que alimentan a los seres humanos. Quienes verdaderamente hacen posible nuestra alimentación son: el agua, el sol, la fotosíntesis, las abejas polinizadoras, y todas las interrelaciones que son posibles gracias a nuestra madre común: La Tierra.
Mar A Aguilar
tidos en ese refugio.
HAY QUE RECONOCER QUE LA FALTA DE JUSTICIA EN ESE CRIMEN CREA UN CUESTIONAMIENTO NACIONAL SOBRE EL TIPO DE SOCIEDAD QUE GUATEMALA ES.
Los funcionarios responsables debieron enfrentar cargos, ser juzgados, condenados y cumplir sentencias, por el contrario, hoy Jimmy Morales, expresidente que dio la orden de no abrirles, se burla de la memoria de las víctimas y con impunidad, busca ser electo diputado.
El 8 de marzo, día internacional dedicado a la vida, aporte y lucha de las mujeres, se cumplieron seis años del incendio en el hogar Seguro Virgen de la Asunción en donde murieron quemadas 41 niñas que se encontraban bajo la tutela del Estado guatemalteco. Hasta el día de hoy nadie ha sido condenado por ese aterrador crimen. Es más, los responsables intelectuales son protegidos con el manto de la impunidad, como el expresidente Jimmy Morales, quien dio la orden de enviar más policías a ese centro o su esposa, quien dirigía la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente, institución que tenía a su cargo el hogar Virgen de la Asunción y que obvió las denuncias de abuso físico y sexual al que las y los menores eran some-
Las 56 niñas encerradas en esa habitación incendiada estaban bajo protección del Estado. En un país con una democracia y estado de derecho funcional, todos los funcionarios, incluidos el presidente, deberían no solo estar enfrentando cargos, sino que ya habrían sido condenados y estarían cumpliendo sentencias. Por el contrario, en la actualidad el juicio contra algunos de los funcionarios y policías presentes ese día sigue estancado por tácticas maliciosas de la defensa. Por su parte Morales busca ahora un nuevo puesto político como candidato a diputado.
Más allá de la ineptitud, malicia y falta de humanidad que llevó a funcionarios como Morales y al resto de los involucrados a decidir que la vida de las niñas no valía, hay que reconocer que la falta de justicia en ese crimen crea un cuestionamiento nacional sobre el tipo de sociedad que Guatemala es, pero también sobre el accionar sanguinario, cruel y despótico de los funcionarios que ese día ejecutaron la orden. Además, agregar que, aunque se tuvieran autoridades ineptas y criminales, le correspondería a la sociedad civil ser el contrapeso frente a la corrupción e impunidad, manteniendo la presión y demandando justicia por la masacre de las niñas. Sin embargo, en Guatemala ocurre lo contrario, el crimen ha venido silenciándose con indiferencia por la criminalización que enfrentan las familias de las sobrevivientes, la destrucción de las organizaciones y la persecución a la prensa critica.