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La Argentina de Milei: ¿la Desesperación que lo Llevó al Poder?...
Talya Iscan
La reciente elección de Javier Milei como Presidente de Argentina es más que un cambio en la política interna; su victoria representa un fenómeno que va más allá de las fronteras nacionales, generando debate no solo en la región sino también en el ámbito global. En un mundo ya fragmentado por diferencias ideológicas y alianzas políticas, la elección de Milei marca un aumento en el fanatismo y profundiza la polarización ideológica.
La elección de Milei por parte de Argentina es un fenómeno intrigante y revelador. Refleja una desesperación palpable, especialmente entre los jóvenes, y responde al cansancio ante la ineficacia gubernamental tanto en política como en economía. Durante su campaña, Milei prometió erradicar el Banco Central y dolarizar la economía para combatir una crisis financiera que ha sumido al 40% de los 45 millones de argentinos en la pobreza y disparado la inflación a más del 140%. “Sé cómo exterminar el cáncer de la inflación,” afirmó Milei en el último debate presidencial, captando el apoyo popular a pesar de las predicciones que favorecían a Massa.
La dificultad de Massa para destacar se debe a su rol actual como ministro de Economía, lo que ha creado una percepción de continuidad económica bajo su liderazgo, aumentando el sentimiento de desesperanza. Sin embargo, es crucial recordar que los problemas económicos y de inflación en Argentina no son nuevos y se remontan al gobierno de Macri, otro gobierno de derecha. La verdadera solución no reside en el vaivén entre extremos ideológicos, sino en una respuesta equilibrada y considerada.
La propuesta de Milei de virar hacia la ultraderecha, con políticas polémicas, evoca regímenes pasados en América del Sur que desembocaron en dictaduras, como los de Pinochet y Videla. Estos líderes llegaron al poder prometiendo cambios radicales en momentos de desesperanza. Considerando además la existencia de una fuerte base de nacionalismo extremo en el país, estas corrientes siguen siendo una herramienta política para manipular a las masas.
Las políticas de Milei, como la decisión de no adherirse a los BRICS, podrían distanciar a Argentina de sus principales socios comerciales, Brasil y China, además de impulsar la dolarización de la economía. A pesar de que, al momento del cambio, las bolsas muestren una subida del 20%, la más alta en los últimos 32 años en el primer incidente, el análisis de riesgos debe ser estudiado a largo plazo. Las posibles desestabilidades que Milei genere a nivel regional pueden correr el riesgo de no ser sostenibles.
Por otro lado, la reducción del aparato gubernamental presenta riesgos y desafía a nivel interno. La falta de control en el país enfrenta crisis cuando se eliminan profesionales que trabajan en este ámbito; abolir a estos tecnócratas supone un riesgo, y el populismo no puede hacer frente a esta situación. ¿Quién se encargaría de la actual crisis financiera por inflación que ha sido un fenómeno continuo?
Además, su posición contra el aborto en un país donde los movimientos sociales han luchado intensamente por el derecho al aborto legal desde 2020 puede generar gran insatisfacción y aumentar la polarización. Antes incluso de asumir el cargo, Milei ya enfrenta resistencia en el Congreso.
Su respaldo incondicional a Israel y a Estados Unidos en el conflicto entre Israel y Palestina, donde Israel ha sido acusado de cometer crímenes de guerra, genera controversia en el escenario internacional. Como nación con una economía inestable, Argentina debería buscar ampliar sus alianzas en lugar de limitarse a relaciones con Estados Unidos.
La victoria de Milei no solo indica un cambio político en Argentina, sino también un signo de polarización y malestar global crecientes. Su gobierno podría enfrentar desafíos significativos tanto a nivel nacional como internacional. En Argentina, solo queda esperar que los desafíos actuales se superen de manera que promuevan la unidad y el progreso, tal como se prometió durante la campaña. Sun