L. Quinteros

Mientras en México se vive una violencia e inseguridad sin precedentes, que convulsiona diversas ciudades en distintas entidades del país. El primero de Enero del año próximo el mando de la Guardia Nacional tendrá que regresar a las autoridades civiles, por un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Hay que recordar que hace ya varios meses, el fallo de la SCJN anuló la iniciativa del Ejecutivo para trasladar la Guardia Nacional a la Sedena. Por lo que en teoría las fuerzas castrenses ya deberían de estar realizando los movimientos para acatar esta disposición legal, sin embargo hasta el momento no han dicho cuál será la estrategia.

Seguramente este tema empezará a tener cobertura mediática, en el mes de diciembre, debido a que falta poco para que se cumpla el plazo, para que la GN regrese al mando civil. Y todo esto, en medio de un proceso electoral adelantado, de cara a la sucesión presidencial.

Sin dunda es un pequeño gran problema para las autoridades federales, que han ido fracaso tras fracaso con la mal denominada “estrategia nacional de seguridad”.

Y es que la GN, es una corporación que se creó en el presente sexenio, y debería estar bajo el mando de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Todo esto tras el desmantelamiento de la Policía Federal, por instrucciones del Presidente, López Obrador.

En pocas palabras, esta corporación prácticamente nació muerta, debido a su poco sustento jurídico desde su creación, ya que también actualmente opera con miles de elementos de SEDENA y de la Marina “prestados”.

Y como todo perdona en esta vida, menos el tiempo, los meses ya se fueron, y en unas cinco semanas los mandos de la Guardia Nacional tendrán que acatar el fallo de la SCJN. Así que soldados y marinos que están “comisionados” en la GN tendrán que regresar a sus cuarteles el próximo 1º de Enero del 2024.

Honestamente de nada sirvió la creación de dicha corporación, en donde sus elementos se encuentran dispersos por diferentes regiones del país. Y los resultados son muy escasos por no decir nulos. Es incongruente crear una corporación con elementos prestados. Es triste decirlo, pero pareciera que la actual guerra que existe entre carteles de la droga y grupos criminales que se disputan rutas y territorio en amplias regiones del país, la ganan los delincuentes.

La violencia e inseguridad que se vive en diversos estados de la república mexicana no se pueden esconder. Ahí está, es un problema que día a día crece. Las ejecuciones, los enfrentamientos armados, las balaceras, los desaparecidos y los constantes actos de violencia es el pan nuestro de cada día.

La creación de la Guardia Nacional no solo es un fracaso para combatir la inseguridad en nuestro país. También representa un gasto millonario que le sigue costando al pueblo de México. La seguridad pública es un tema muy sensible, en donde el pueblo de México exige resultados, porque está más que claro que todos queremos vivir en santa paz. Además de que hay que recordar que la inseguridad, aleja las inversiones, espanta al turismo y golpea a todas las cadenas productivas.

Podríamos poner muchos ejemplos de zonas en donde ni las propias autoridades o corporaciones policiacas entran, debido a que grupos delictivos han sentado sus reales, y no hay poder humano que los mueva. Es por eso que vale la pena reflexionar, y rediseñar una verdadera estrategia de seguridad pública en nuestro país. Aunque ya se ve tarde para el actual gobierno federal. No hay más.

Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Animooo!

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