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INM, Implacable Corrupción
El Quinto Poder de México
Por Ernesto L. Quinteros INM, Implacable Corrupción
Mientras la ola de migrantes de diferentes partes del mundo sigue llegando a territorio nacional a través de esta región de la frontera sur de México, el Instituto Nacional de Migración es consumido por presuntos actos de corrupción que no cesan y son implacables contra los migrantes, a quienes visualizan como presas, y los vuelven un lucrativo negocio. La situación migratoria en Tapachula se ha convertido en un verdadero caos y, cada vez empeora. Y las denuncias no paran contra la dependencia federal. Migrantes siguen señalando que personal del área de Regulación, en donde, presuntamente personal a cargo de un General, habilitado como Delegado de la dependencia migratoria, Aristeo Taboada Rivera, les ha llegado a pedir “mil 500 Dólares” para poder obtener visas por razones humanitarias. Esto pone en evidencia que, lamentablemente, la complejidad del tema migratorio en este momento está siendo aprovechado por unos cuantos funcionarios corruptos y despiadados del Instituto. Methelus es uno de los cientos de migrantes haitianos que llevan varios meses varados en esta región fronteriza, reveló que no lo atienden, no lo deportan y tampoco le permiten continuar su viaje a los Estados Unidos con sus compañeros “se sienten prisioneros en la ciudad de Tapachula”. Los denunciantes aseguran que ese es el objetivo, cansar, hostigar y obligar a que los migrantes terminen por aceptar “pagar jugosos sobornos a personal migratorio”, ya que no les queda de otra. Pero la inconformidad no solo es de los migrantes, también es de parte del personal del INM, que también ha filtrado información, asegurando que el General Delegado en mención, se ha venido fortaleciendo con un ejército de incondicionales, que presuntamente ha incrustado en las filas de dicha dependencia, incluso, señalaron que entre ellos hay exfuncionarios del Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto. En pocas palabras, se ha tejido toda una “red de corrupción” en dicho organismo. Sobre este caso, también el activista defensor de los derechos humanos, Luis García Villagrán, a través de sus redes sociales ha denunciado que, entre estos personajes, figuran el exdelegado del INM en Chiapas, el Maestro Francisco Echeverría Rodríguez, quien supuestamente fue recontratado por el General Aristeo, como sub-representante zona norte en Palenque. Desde esta zona, presuntamente Echeverría, maneja todos los temas migratorios bajo la mesa, por lo que el activista hizo un llamado enérgico al presidente López Obrador para que con lupa vigile el actuar de su gente en esta frontera sur, y que no se confíe del General habilitado como delegado. Ante este escenario, urge la intervención de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y del propio Ejecutivo Federal, para que se haga una limpia de malos funcionarios del sexenio pasado que siguen incrustados como sanguijuelas en esta dependencia. Al final del día, quienes vienen sufriendo las consecuencias de toda esta compleja situación del tema migratorio, en donde la corrupción es la constante, son los habitantes de la Ciudad de Tapachula, y la región del Soconusco. Los tapachultecos casi a diario se quejan que los migrantes de diversas nacionalidades, se han apoderado de espacios públicos, como parques, canchas deportivas y hasta de calles en donde han pasado a engrosar las filas del comercio informal y otros problemas sociales. Rotativo EL ORBE ha dado seguimiento puntual al problema migratorio, desde Octubre del 2018, cuando empezaron a aparecer las primeras caravanas de migrantes procedentes de Centroamérica, y cruzaron la línea divisoria entre México y Guatemala. Desde esa fecha, a la actualidad, el principal señalamiento de la sociedad en general, así como de sectores productivos, es que el INM tiene demasiados problemas de corrupción y no está cumpliendo con su función. Pero como siempre, la mejor opinión es la de usted estimado lector. Por hoy ahí la dejamos, nos leemos en la próxima. ¡Ánimo! Comentarios y denuncias: loque46@hotmail.com Visita: www.elorbe.com, elquintopoderdemexico.com y en Facebook: elquintopoderdemexico #AplanaLaCurva #QuedateEnCasa El contenido de esta columna es responsabilidad exclusiva DE SU AUTOR y no del periódico que la publica.
La Gran Mentira
Carlos Heredia Zubieta (Profesor asociado en el CIDE)
Seis meses después de la elección presidencial del 3 de Noviembre de 2020 en que fue derrotado, Donald Trump continúa difundiendo una gran mentira: que Joe Biden se robó la elección, y que el conteo de votos fue deliberadamente distorsionado en favor de su rival, en estados altamente disputados. Trump contendió por la presidencia en 2016 y 2020. En ambos comicios perdió el voto popular. Llegó a la Casa Blanca porque en su primera oportunidad ganó el Colegio Electoral, pero rechaza su derrota de 2020 -con las mismas reglas y prácticamente las mismas autoridades electorales- porque en 2024 quiere contender de nuevo como “víctima de un despojo que le arrebató la presidencia”. Ni una sola prueba de las ofrecidas por Trump se ha sostenido. Los legisladores republicanos rechazan reconocer la verdad: están instalados en la negación. Saben que si denuncian la gran mentira, Trump respaldará a alguien más para que los desafíe en las elecciones primarias para las intermedias de 2022. La congresista republicana Liz Cheney, de Wyoming, se atrevió a votar por la remoción de Trump tras el asalto al Capitolio por sus seguidores el 6 de Enero de 2021. El 13 de Mayo fue reemplazada como la tercera al mando por Elise Stefanik, una acérrima partidaria de Trump. ¿Su pecado? No creer en la gran mentira. La fórmula seguida por Trump consiste en: 1. Desacreditar a las autoridades electorales. 2. Acusar a los adversarios de formar parte de una conspiración contra él.
3. Usar al aparato de justicia para perseguir políticamente a sus críticos y rivales. 4. Acotar o suprimir el derecho
al voto. 5. Repetir la gran mentira ad infinitum hasta que muchos la crean. Por supuesto que el sistema electoral estadounidense tiene fallas, tanto de origen como de funcionamiento. Los padres fundadores no dieron el voto a los afroamericanos, porque aun si eran nacidos en Estados Unidos, no eran considerados ciudadanos. Prefirieron que un grupo de “hombres sabios” instalados en Colegio Electoral eligieran al Presidente. El voto femenino sólo se reconoció en 1919. Paradójicamente, hoy el Partido Republicano, en varias legislaturas estatales que controlan, ha aprobado disposiciones que deliberadamente dificultan y limitan el voto de afroamericanos o latinos. En Georgia, hoy es ilegal que alguien dé un vaso de agua a un votante que espera en la fila. Trump acusa a diestra y siniestra, pide y obtiene transparencia en los resultados electorales, pero se niega a transparentar sus impuestos y sus finanzas. La Fiscalía General del Estado de Nueva York lo ha estado investigando desde 2016, y recién anunció que indaga a la Organización Trump “en calidad de criminal”. La gran mentira es el instrumento de Trump para controlar a los republicanos. Ese partido edifica su estrategia política y su candidatura a la presidencia en 2024 con base en la sumisión a la realidad alterna construida por el mentiroso. El partido Republicano está entregado a salvaguardar el ego de una persona, no la democracia en su país. Al descalificar sin prueba alguna la integridad del sistema electoral, Trump es la principal fuente de incertidumbre hacia los comicios de 2024.
El presidente Biden le ha bajado deliberadamente la temperatura emocional al tema, pero el riesgo para el orden democrático sigue allí. Todo esto pasa hoy en EU. Sun