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EU Sanciona a Personas y Empresas Mexicanas por Fraudes del CJNG

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a tres individuos y a 13 compañías de México ligados, directa o indirectamente, a los fraudes de tiempo compartido encabezados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), principalmente en Puerto Vallarta.

El CJNG, utiliza violencia e intimidación extremas para controlar la red de tiempo compartido, a menudo aprovechándose de ciudadanos estadounidenses de la tercera edad, y pueden defraudar a las víctimas de los ahorros de toda su vida, indicó en un comunicado.

“El cártel CJNG, uno de los principales traficantes de narcóticos como el fentanilo ilícito a los Estados Unidos, genera importantes ingresos para su multifacética organización criminal mediante su red de fraudes de tiempo compartido”, dijo la Secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen.

Indicó que mantiene su compromiso con el esfuerzo integral de todas las dependencias, en coordinación con sus socios en México, para socavar las diversas fuentes de ingresos del CJNG y su habilidad de traficar mortíferas drogas como el fentanilo.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro coordinó la acción con el Gobierno de México, incluyendo su Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), y socios gubernamentales en EU, incluyendo el Buró Federal de Investigación (FBI) y la Agencia Antidrogas (DEA).

En un comunicado el Departamento del Tesoro refirió que el 2 de marzo del 2023, la OFAC sancionó a ocho compañías mexicanas ligadas, directa o indirectamente, con

Herles Velasco actividades para realizar fraudes de tiempo compartido por parte del CJNG.

Y el 27 de abril, también de este año, sancionó a siete individuos mexicanos, incluyendo al narcotraficante fugitivo Eduardo Pardo Espino, y a 19 compañías mexicanas. Estos individuos y compañías están también ligadas con fraudes de tiempo compartido del citado cártel.

Aunque hay diferentes tipos del fraude de tiempo compartido, los esquemas a menudo recurren a lo siguiente, de acuerdo con el Departamento del Tesoro:

1.- Un tercero que es parte de la estafa, que dice tener compradores listos, hace ofertas no solicitadas a los dueños de tiempos compartidos;

2.- Si las ofertas son aceptadas, el estafador solicita a los dueños de los tiempos compartidos el pago por adelantado de comisiones e impuestos, supuestamente para facilitar y/o agilizar la venta con la garantía de que serán rembolsados al termino; y

3.- Una vez que se han realizado múltiples pagos, con el tiempo los dueños de los tiempos compartidos llegan a darse cuenta que la oferta fue ficticia, no hay compradores y su dinero se ha ido.

Aunado a las dos acciones tomadas a principios de este año, la OFAC sancionó adicionalmente a individuos y compañías mexicanos de conformidad con la orden 14059 por estar ligados a fraudes con tiempos compartidos del CJNG. Muchos de estos individuos y entidades se localizan en Puerto Vallarta, Jalisco, que el CJNG utiliza como fortaleza estratégica para el tráfico de drogas y otras varias actividades ilícitas.

La OFAC sancionó hoy a los mexicanos Teresa de Jesús Alvarado Rubio (Alvarado), Manuel Alejandro Foubert Cadena (Foubert) y Gabriela Del Villar Contreras (Del Villar) de conformidad con la orden 14059 por ser propiedad de, o controladas o dirigidas por, o haber actuado o pretendido actuar en representación directa o indirecta del CJNG, una organización sancionada de conformidad con la orden 14059.

Alvarado ha estado ligada a los fraudes de tiempo compartido en el área de Puerto Vallarta por aproximadamente 15 años. Foubert ha sido ligado con los fraudes de tiempo compartido en Puerto Vallarta y en otras partes desde finales de 2016.

Del Villar es una abogada en Puerto Vallarta quien se dedica al cobro de deudas y fraudes de bienes raíces en representación del CJNG.

La OFAC también sancionó un total de 13 compañías mexicanas, entre ellas Grupo Empresarial Epta, S.A. de C.V., el cual está supuestamente dedicado a actividades de bienes raíces, por ser propiedad de, o controlado o dirigido por, o haber actuado o pretendido actuar en representación directa o indirecta del CJNG.

Las otras empresas sancionadas son Foubert: Assis Realty And Vacation Club, S.A. de C.V. (bienes raíces), Axis Sale & Maintenance Buildings, S.A. de C.V. (bienes raíces), Comercializadora de Servicios Turísticos de Vallarta,

S.A. de C.V. (bienes raíces), Condos & Vacations Buildings Sale & Maintenance, S.A. de C.V. (bienes raíces), Grupo Minera Barro Pacífico, S.A.P.I. de C.V. (minería), International Realty & Maintenance, S.A. de C.V. (bienes raíces), Mega Comercial Ferreléctrica, S.A. de C.V. (comercio mayorista), Real Estates & Holiday Cities, S.A. de C.V. (bienes raíces) y Terra Minas e Inversiones del Pacífico, S.A.P.I. de C.V. (minería).

Así como Banlu Comercializadora, S.A. de C.V. (alias Cear Gym) (comercio mayorista; club deportivo), Crowlands, S.A. de C.V. (bienes raíces) y Skairu, S.A. de C.V. (bienes raíces), por ser propiedad de, o controladas o dirigidas por, o haber actuado o pretendido actuar en representación directa o indirecta de, Del Villar.

En otras acciones, la OFAC ha designado a numerosas empresas vinculadas al CJNG que estuvieron comprometidas en diferentes actividades comerciales, y a múltiples individuos que desempeñaban roles críticos en el narcotráfico, lavado de dinero y corrupción del CJNG.

Varias acciones recientes se han enfocado en Puerto Vallarta, bastión estratégico del CJNG. La OFAC ha designado a los siguientes altos miembros del CJNG con sede en Puerto Vallarta: Carlos Andrés Rivera Varela (alias “La Firma”), Francisco Javier Gudiño Haro (alias “La Gallina”), y Julio Cesar Montero Pinzón (alias “El Tarjetas”). Estos tres individuos son parte del grupo armado del CJNG con sede en Puerto Vallarta que orquesta asesinatos de rivales y políticos usando armamento de alto poder. Sun

Booktubers

La literatura, y la cultura en general, están tan inmersas en los mundos de las nuevas tecnologías que parece que estamos ya en lo que podemos llamar un punto sin retorno.

No es un asunto de cantidad (mucho menos de calidad), sino que por la necesidad de hacer más accesibles los contenidos existe una tendencia en las nuevas generaciones que están colocando a, en este caso, la literatura en sitios, por lo menos, más amables, sin pretensiones y en modelos más atractivos para ellos. En esta revolución, la tecnología ha sido fundamental.

Por un lado, la capacidad de adquirir un sinnúmero de libros a buenos precios y almacenarlos en casi cualquier dispositivo electrónico son ya hábitos cada vez más comunes entre los jóvenes; hacer obra en estos mismos formatos hace que la oferta y la demanda encuentren un equilibrio inusitado; crean y consumen con la misma facilidad. Incluso, las nuevas generaciones no sólo se han desecho, figurativamente, de las imponentes bibliotecas y las impenetrables editoriales en este camino de bajar del pedestal y desmitificar las dificultades de la literatura y sus mundos; también han hecho a un lado a los críticos literarios, hoy otros lectores, como ellos, son quienes les dan el norte sobre qué vale la pena leer, y qué no, desde los canales de youtube; estos “booktubers” adolescentes tienen audiencias que ya las quisiera Harold Bloom. Por todo lo anterior no extraña que la literatura juvenil es la que menos sufre en momentos de crisis, y tampoco extraña que sus autores estén proliferando por encima de todos los demás. Hay un nicho bien definido que ha creado sus propias reglas y parecen estar, todos los involucrados, satisfechos con los resultados. Claro, que estas nuevas formas de entrar al mundo de la literatura no garantizan nada, al menos en lo cualitativo, lo interesante es que tampoco lo están buscando. Los actores están, en general, consientes que su posición es otra a los habitantes del canon; muchos de ellos hablan incluso de limitaciones, de falta de conocimientos, trayectoria, etc. Esta idea de lo desechable es atractiva también, y todos ellos están dispuestos a entrar en el juego. Pero estas tendencias no son sólo exclusivas del mundo de la literatura juvenil; las grandes universidades nacionales o instituciones como el CIDE y el COLMEX se están acercando a la creación, edición y distribución digitales; los concursos literarios se hacen globales y las promesas de publicar ganadores en formato electrónico son cada vez más frecuentes. Es cada vez más común escuchar a defensores férreos de la tinta y el papel que la coexistencia entre formatos es inevitable; y a los más audaces, que la transición definitiva a lo electrónico llegará antes que después. ¿Pasará lo mismo con las otras partes del mundillo literario? ¿Acabarán bajando del pedestal críticos, editoriales y librerías convencionales? Los nuevos lectores, escritores, críticos y distribuidores que se están gestando en los nichos tecnológicos parecen quererlo así. Sun

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