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EL QUINTO PODER DE MÉXICO Responsabilizan a Sonia Eloina de Posible Atentado Contra una Persona

Ernesto L. Quinteros

En el municipio de Suchiate la situación de inseguridad pública ha llegado a niveles insostenibles, lo cual debe de encender las alertas de las autoridades federales y estatales.

Lo comentamos porque mediante un video publicado en las redes sociales, una persona de nombre Ubaldo Rodas Villatoro, quien en la actualidad es muy cercano al 2º regidor de Morena, Elmer de Jesús Vázquez Gallardo, hizo fuertes declaraciones públicas.

Ubaldo manifestó en las redes sociales que un miércoles cinco de Octubre del 2022, a las 9:20 de la noche sufrió un atentado, en donde falleció su esposo. Y por lo cual vive con ese trauma, además de que debido a esa misma agresión estuvo a punto de perder un brazo, por lo que tuvo que estar 9 meses en recuperación.

“Es preocupante lo que estoy pasando, porque he empezado de nueva cuenta a tener amenazas, me siento perseguido, hay comentarios por ahí, que hay una lista nueva, en donde yo la encabezo y que quieren ejecutarme, por órdenes de ustedes ya saben de quien. De quien en su momento yo no acepté y no seguí sus ideales, porque no puedo estar sometido en donde no quiero estar”, explica en su video.

En ese sentido, la presunta víctima de esta situación también advierte que teme por la seguridad de su familia y de la gente que lo rodea, sobre todo, asegura, por la integridad física de su amigo Elmer Vázquez, regidor del Ayuntamiento de Suchiate, quien presuntamente también ha sido amenazado y atacado.

El presunto exempleado municipal pide la intervención de las autoridades competentes en este penoso caso, por lo que también manifiesta que hará una carta abierta, que si le llega a suceder algo, a él o su familia o al Licenciado Elmer Vázquez, o a cualquier persona cercana él, “la única responsable será la Señora Sonia Eloina Hernández Aguilar, Presidenta Municipal de Suchiate”, afirma. Sin duda, estas declaraciones, de parte de la persona en mención son muy delicadas, y las autoridades competentes no las deben tomar a la ligera.

Para nadie es un secreto que la inseguridad galopa a lo largo y ancho de este municipio fronterizo. Sin embargo, la situación se vuelve más delicada cuando se le señala y se le sindica a una autoridad, en este caso, al edil Sonia Eloína, quien desafortunadamente, goza de mala fama en su pueblo. Obviamente, este tipo de presuntas amenazas de parte una funcionaria pública también traen diversos intereses, sobre todo de carácter político. Y si esto está sucediendo antes de que inicie el proceso electoral local, para elegir a los nuevos Presidentes Municipales, imagine usted estimado lector, cómo se pondrá de tensa esta situación cuando ya empiecen formalmente las campañas electorales. Por eso desde este momento, las autoridades tanto estatales como federales, deben estar más atentas y evitar que el ambiente se torne violento en este pequeño municipio de la frontera sur de México, que desde este momento ya amenaza con convertirse en un pequeño “infierno”. Las advertencias son a tiempo. Quieren Imponer a Sergio Peralta Otro tema que también ha causado revuelo entre la población de Suchiate, es que la todavía Presidenta Municipal, Sonia Eloina Hernández Aguilar presuntamente quiere heredar la Presidencia Municipal a su hijo Sergio Peralta, por lo que ha caído en presuntos actos anticipados de campaña.

Así como existe la sospecha pública de que para intentar impulsar al junior se han utilizado recursos públicos. Es algo que también tendrán que investigar las autoridades competentes. ¿Alguien dijo que quería un cambio?

Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!

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CDMX: La Nueva Frontera

A raíz de la implementación en Estados Unidos de la aplicación CBP One para que las personas que buscan asilo en aquel país soliciten, vía esta App, una cita para presentarse en un puerto de entrada en la frontera, en 2023 la Ciudad de México se consolidó como una nueva divisoria para las personas migrantes que llegan a nuestro país. Esto porque es un requisito para solicitar dicha cita estar físicamente arriba del Paralelo 19 norte, aquel que pasa justo por debajo de la Ciudad de México.

Pero que la capital mexicana se consolide como frontera no se debe únicamente a las políticas implementadas por Estados Unidos. Este año, hemos visto al gobierno de la Ciudad de México colaborar con el Gobierno Federal, a través del Instituto Nacional de Migración (INM), para detener y trasladar fuera de la Ciudad a personas migrantes y con necesidades de protección internacional, en particular hacia Estados del sur del país.

Además, hemos visto a las autoridades capitalinas ser omisas y negligentes con las personas migrantes al no generar una política adecuada de acogida y hospitalidad, lo que tiene a los siete albergues de la sociedad civil y de la Iglesia que reciben personas migrantes en la Capital, totalmente desbordados y permanentemente sobresaturados; y a miles de personas migrantes en situación de calle. Estas acciones, omisiones y negligencias representan un retroceso en una Ciudad considerada a sí misma como “santuario” y en la que las personas migrantes, según la legislación local, son “huéspedes”.

A pesar de que la capital de nuestro país se anuncia como una “ciudad de derechos” y cuenta con una legislación garante de los derechos de personas migrantes, que establece obligaciones claras para las autoridades capitalinas frente a esta población, lo que vemos día a día en las calles de la Ciudad son violaciones sistemáticas a sus derechos. Tanto, que las personas afirman que transitar por México es peor que atravesar la selva del Darién entre Colombia y Panamá.

En las últimas semanas hemos visto diversos operativos del INM en los que han detenido y obligado a familias, hombres, mujeres, niñas y niños migrantes, incluso con bebés, a subir a autobuses para ser trasladados a la Estación Migratoria de Iztapalapa, desde donde serán trasladados a estados del sur del país.

En los operativos vimos a los agentes del INM destruir documentos y pertenencias de las personas, incluso utilizaron navajas para destruir lo único que las resguardaba de la intemperie: plásticos y casas de campaña. Las autoridades, orgullosas, dijeron haber “rescatado” a las personas y haber recogido varias toneladas de “basura.” En la realidad, esto implica obstaculizar el tránsito de las personas hacia Estados Unidos, destruir sus únicas pertenencias y exponerles a mayores riesgos y situaciones de violencia. Esto, es lo que significa habernos convertido en Ciudad frontera. Ante el incumplimiento de las obligaciones de las autoridades capitalinas, también hemos visto en las últimas semanas manifestaciones de vecinas y vecinos de colonias aledañas a los albergues de la sociedad civil y de la Iglesia, para exigir el traslado de las personas migrantes a lugares adecuados. Las y los vecinos de los albergues han abierto las puertas de sus casas para recibirles, para permitirles acceso a baños, a electricidad, mostrando una vez más, como sucede en situaciones de crisis y emergencia en este país, que la sociedad mexicana está a la altura de las circunstancias, incluso a pesar de sus autoridades. Las migraciones que se viven en México y el mundo, no van a parar. Por el contrario, éstas continuarán incrementando, acelerándose y ampliándose en los próximos años. Frente a esto tenemos dos caminos: el de seguir proliferando y fortaleciendo las fronteras con crecientes costos humanos, o el de promover una hospitalidad que alumbre nuevos horizontes para todas las personas que habitamos este país, sin importar de dónde provengamos. Sun

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