50 Peregrinación a Pie de la Diócesis de Querétaro a San Juan de los Lagos

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María va con nosotros

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l día de Pentecostés nace la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y en ella nosotros, sus miembros, tenemos como Madre a María.

El significado profundo de esta maternidad espiritual de la Virgen hace que Ella esté también presente en nuestra vida cuando queremos llevar la luz de Cristo a las realidades que nos rodean, a los hermanos y hermanas que esperan nuestra ayuda. Si abrís bien los ojos y miráis a vuestro alrededor veréis mucha tiniebla, mucho dolor y sufrimiento entre vuestros hermanos mexicanos. [...] Ante este panorama de dolor y sufrimiento ¿podéis vosotros permanecer indiferentes, jóvenes mexicanos?

En esta hora decisiva de la historia, vosotros, queridos amigos y amigas, estáis llamados a ser protagonistas de la nueva evangelización, para construir en Cristo una sociedad justa, libre y reconciliada. [...]

Cristo en el momento más sagrado y solemne de su vida nos hizo el más precioso regalo. Era su última voluntad, su tesoro más querido: María, su Madre. Es el «testamento de la cruz»: «Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”» (Jn 19, 26-27).

Con este encargo Jesús entrega a María por Madre a toda la humanidad en la persona de Juan, el joven discípulo amado. Jesucristo convierte así a todos los redimidos en hijos de María. A partir de este momento nadie en el mundo estará realmente solo y abandonado, en la travesía de la vida. ¡Jóvenes, María camina con vosotros! Ella también nos repite junto a su Hijo: «No temáis, yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos». Cristo nos ha hecho el mejor de los regalos: seguir presente entre nosotros por medio de la solicitud y la protección materna de María de Nazaret.

En los momentos en que os asalte la duda, la dificultad, el desconsuelo, sabed que la Virgen María es para vosotros consolación y paz.

María os pide vuestro sí. Os pide la entrega radical a Cristo. Os pide que os atreváis a seguirle poniendo vuestras vidas en las manos de Dios, para que os convierta en instrumentos de un mundo mejor que éste en que vivimos. [...]

Fragmentos de la homilía del Santo Padre Juan Pablo II, en San Juan de los Lagos el 8 de mayo de 1990.

Enero 2020

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La «Sanjuanita», siglos de devoción y fe María, en su advocación de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, y su misión evangelizadora han perdurado por los siglos dando fe y testimonio de que ella es la verdadera Madre de Dios

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a ciudad de San Juan de los Lagos fue fundada a finales del siglo XVI. Los frailes que predicaban en la zona, acostumbraban dejar en cada lugar que evangelizaban una imagen de la Virgen Inmaculada. Así fue como los habitantes de San Juan de los Lagos, tuvieron una imagen por la cual venerar a la Madre de Dios.

Con el transcurso del tiempo la imagen vino a quedar muy deteriorada, los indigenas la desecharon y la olvidaron en la sacristía, sólo la humilde Ana, quien se ocupaba de barrer el templo le tenía una gran estima; la Virgen a través de esta imagen mantenía una agradable comunicación con ella.

Por el año 1623, una familia de trapecistas se dirigía de San Luis Potosí a Guadalajara, pasando por San Juan. Con el fin de entrenarse para la función, se pusieron a saltar sobre afilados cuchillos y sucedió que la hija menor vino a dar vueltas antes del tiempo previsto y el cuchillo atravesó su cuerpo causándole la muerte.

Sus padres y su hermana se afligieron mucho y así mismo la gente que lo supo. el primer milagro

Amortajada la muchacha, la colocaron en la capilla para enterrarla. Ana que entonces tendría unos ochenta años, les dijo, que se consolaran, que la «gran señora» le daría vida a la niña. Entraron en la sacristía y de entre las imágenes tomaron a la Virgen de San Juan y la colocaron sobre el cuerpo sin vida de la niña. Después de un tiempo los presentes vieron moverse la niña. Cortaron las ligaduras de la mortaja, y la que estaba difunta se levantó buena y sana, todos los que veían se llenaron asombro, glorificando a Dios y a la Virgen María.

La catedral basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, es el segundo santuario más visitado en México, después de la basílica de Guadalupe, recibe al año un promedio de cinco millones de peregrinos.

Al preguntarle a Ana sobre aquella tan prodigiosa imagen, dijo que siendo su marido sacristán, ella madrugaba a barrer todos los días, y que cuando ella iba, ya estaba la imagen en el estrado del altar, que allí la ponían los ángeles, y que ella la tomaba y la regresaba a la sacristía.

Los padres de la chica, en gratitud a la Virgen, mandaron reparar la imagen con un joven que apareció misteriosamente y del que nunca más se supo nada.

La Virgen María, tiene singular predilección por lo sencillo y humilde, es por esto que por medio de una imagen deteriorada y excluida, establece íntimas comunicaciones con la humilde Ana, después suceden las innumerables gracias y bendiciones.

La piedad popular le construyó una capilla de adobe y techo de paja; a través del tiempo vino a convertirse en la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.

La imagen

Coronación

A su espalda se encuentra un semicírculo que es sostenido por dos ángeles, que sostienen una cinta que se desenvuelve alrededor de su cabeza y tiene grabada la siguiente inscripción: «Mater inmaculada Ora Pro Nobis», Madre inmaculada, ruega por nosotros.

En el año de 1904, se recibió en la ciudad de Guadalajara el 29 de enero la respuesta afirmativa del Papa Pio X para la coronación litúrgica de la imagen de Nuestra Señora de San Juan, coronándola solamente el día 15 de agosto del año 1904 .

La imagen milagrosa de la Virgen de San Juan está hecha de caña de maíz trabajada por manos artesanas de indios Tarascos de Michoacán realizada en el siglo XVI. Esta pequeña imagen mide 38 cm de altura y representa a la Santísima Virgen de pie con sus manitas juntas ante el pecho, ya que su título es el de la Inmaculada Concepción, vestida con el manto azul estrellado y tiene una media luna a sus pies.

Tiene su rostro ovalado e inclinado un poco, los ojos son pintados en color negro rasgados, su nariz es afilada y perfecta, su boquita tiene los labios cerrados y delicadamente dibuja su color, se ha tornado blanquecino con el paso de los años.

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Peregrinación diocesana a pie de querétaro a San Juan de los lagos

Hacia la Virgen, con fe y fervor La peregrinación diocesana a pie de la diócesis de Querétaro a San Juan de los Lagos, Jalisco, está de fiesta. Este 2020 cumple 50 años de caminar con fe y fervor hacia el santuario de la Inmaculada Concepción. Es una peregrinación movida por el amor a María, que año con año se esfuerza por mejorar en su organización, para que en cada día de camino el peregrino se sienta acompañado y seguro, para a su llegada al Santuario Mariano encontrar la gracia y paz que tanto busca.

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n el año de 1968 un grupo de peregrinos de la parroquia la Divina Pastora (Ciudad de Querétaro), se preocupan por la desorganización que reina en los pequeños grupos que realizaban la peregrinación a San Juan de los Lagos y deciden, de común acuerdo, organizar una pequeña peregrinación con carácter diocesano, la cual contará con estatutos y una mesa directiva, de tal manera que, caminará independientemente a la caravana nacional de la fe.

Después de buscar orientación y redactar los estatutos, los cuales fueron hechos bajo la asesoría del Pbro. Filiberto Carrillo, se presentan ante el entonces obispo monseñor Alfonso Toriz Cobián el 2 de diciembre de 1968; el cual comisiona al Padre Francisco Paulín, para emitir su dictamen.

Fue entonces cuando con fecha de 18 de enero de 1969 se emite un decreto en el cual aprueban dicha unión, erigiéndola como Pía unión, la cual funcionaría en la parroquia de la Divina Pastora, y sería regida por los cánones y estatutos sinodales diocesanos, pero fue hasta el año de 1971 cuando el Pbro. Antonio Zúñiga Díaz fue nombrado por monseñor Alfonso Toriz como primer director espiritual de dicha peregrinación, y fue hasta entonces cuando se le dio un sentido diocesano.

Manuel Piña Moreno, es el actual presidente de la peregrinación diocesana, es testigo de buena parte de la historia. Tiene 35 años peregrinando y 25 al frente de la misma.

«La peregrinación comienza cada año el 15 de enero en Tolimán y el día 18 nos unimos los de Querétaro capital, para después culminar el 28 de enero. Estamos cumpliendo 50 años de peregrinar. Esta peregrinación tiene más de 100 años, pero los grupos salían de forma aislada y desorganizada, para unirse a la Caravana Nacional de la Fe. Hace 50 años, en 1969, monseñor Alfonso Toriz, en paz descanse, se propone organizar la peregrinación y da el primer decreto para que salga una peregrinación con carácter diocesano. En 1971 sale la primera peregrinación

El dato: » A lo largo de los años han pasado cinco diferentes mesas directivas, avaladas por sacerdotes y obispos, para mantener el orden y la organización, siempre en favor de los peregrinos. » En el año de 1978 se adquiere la primera Capilla Móvil. » El primer grupo en unirse fue el grupo de Santa María Magdalena, que hasta la fecha es una de los más numerosos. » Para 1995 se alcanzan los 800 peregrinos y las necesidades también crecieron, por lo que para ese entonces ya se contaba con ambulancia de Cruz roja. ya con estatutos y con director espiritual nombrado por el señor obispo. Entonces se empezó a caminar de una manera ordenada y con grupos organizados. En aquel entonces empezaron de 50 a 70 peregrinos, pero ahora ya somos mil 500, divididos en 17 grupos de toda la diócesis de Querétaro. Cuando llega monseñor Faustino Armendáriz, hacemos revisión de estatutos, nos da un nuevo decreto y hace una coronación de la imagen de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos en el camino», relató Manuel Piña.

Por los 50 años de la peregrinación, la mesa directiva, en conjunto con peregrinos y sacerdotes alistaron una serie de actos conmemorativos antes y durante el trayecto.

«Estamos de manteles largos y hemos preparado una seria de actos conmemorativos. El señor obispo don Faustino nos pidió que tuviéramos una capilla móvil, nosotros teníamos una viejita, ahora ya logramos tener una nueva y para nosotros es un gusto enorme. Nuestra peregrinación está compuesta principalmente de gente humilde. Te puedo decir que el 95% de la gente que va es gente muy humilde».

«La mayoría es de la Sierra o de Tolimán y hemos logrado cosas muy importantes, como la capilla que vamos a estrenar. También mandamos hacer una cauda nueva a la Santísima Virgen, un vestido nuevo y la celebración será en Silao el 23 de enero durante el trayecto. Está confirmada la asistencia del arzobispo Faustino

Armendáriz Jiménez; además están invitados varios obispos de San Juan de los Lagos y de las diócesis por donde pasamos, obviamente todos los sacerdotes que siempre nos han acompañado».

Durante el recorrido los peregrinos participan en la santa misa, en la hora santa, se acercan al sacramento de la confesión, de tal forma que al final, viven un verdadero retiro espiritual. «La exigencia que tenemos con nuestra gente es mucha y hemos tenido varios reconocimientos por el orden en la peregrinación. Los directores espirituales que hemos tenido han hecho que la peregrinación sea muy ordenada y con muchas bendiciones espirituales. Queremos que todos los sacerdotes de las diócesis, que todos los grupos se unan para tener una sola peregrinación diocesana».

Don Manuel se siente agradecido por la confianza, y feliz de ser parte de este proyecto espiritual y personal que le heredó su padre: «estoy muy agradecido con Dios y con la confianza que me han brindado durante tantos años, ha sido duro, pero los frutos han sido muchos.

La gente humilde se entrega con un corazón inmenso, estamos en la misma sintonía y Dios está al frente de todo. Tengo muchos años aquí y no porque yo quiera quedarme en el poder, sino que la gente quiere que siga. Yo nací peregrino, mi papá me enseñó a peregrinar, yo peregrino desde que tengo 4 años. Me encanta peregrinar, no como directivo, sino como cualquier fiel cristiano».

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«Peregrinar es caminar a la vida eterna»

El padre Arturo Thomas Jiménez tiene seis años trabajando como asesor espiritual en la peregrinación diocesana a pie de Querétaro a San Juan de los Lagos. En entrevista explica el sentido del peregrinaje y su aportación a nuestra vida espiritual. En los años ha sido testigo del fervor y el amor que le procesan los peregrinos a la Virgen, los sacrificios que se hace y los cambios personales que se generan.

Padre, ¿Qué significa peregrinar y qué sentido tiene?

▶ R Peregrinar es un caminar. El hombre siempre ha estado en camino y para nosotros en la Iglesia es recordarnos ese caminar, ese peregrinar del hombre que va de paso en la tierra y va camino al cielo, a la vida eterna. Eso es el peregrinar, es un hacernos conciencia de que vamos de paso en esta tierra.

El hombre tiene que dejar huella, una huella espiritual, y a partir de ahí tener conciencia de que tenemos una meta, que esa meta es la vida eterna y para alcanzarla necesitamos ponernos en camino, peregrinar.

Alcanzar esta meta requiere de esfuerzo. Un peregrino hace un esfuerzo, económico, deja sus comodidades sean bastas o sean pocas, y se pone en camino. En esta peregrinación a veces tienes que acampar, no llegamos a una casita o a un hotelito, sino que uno está en el campo en ese encuentro con Dios, y eso implica sacrificio.

Esta peregrinación es muy demandante físicamente en el sentido del extremo de los cambios climáticos: salimos con 2 o 3 grados de temperatura y luego sube la temperatura 25 o 26 grados, eso pesa. Con esa demanda del clima llega uno agotado.

A veces implica el tener hambre, el tener sed, pero gracias a Dios hay mucha gente que va y nos comparte los alimentos; la gente de Guanajuato es muy dadivosa. Y a veces no hay nada y es ahí donde viene el esfuerzo. Esa es la vida del cristiano en la vida ordinaria, de esfuerzo espiritual, de esa lucha, de caminar constantemente en la cercanía de Dios para poder llegar a alcanzar la vida eterna.

A veces pensamos que peregrinar es exclusivo de algunas personas, pero, ¿por qué un cristiano debe vivir esta experiencia?

▶ R A lo mejor pareciera que es para gente que no tienen nada que hacer, y decimos: ¿Cómo voy a ir caminando seis días, diez días?

Hay algunas personas que tienen esa mentalidad. Yo creo que todos tenemos cosas que hacer, pero de alguna manera en la cuestión de fe es algo que te mueve a dar algo más, ya sea en agradecimiento de un favor recibido por intersección de la Santísima Virgen María, o ya sea porque tienes el gusto de dedicar un tiempo a tu vida espiritual, porque la final de cuentas dentro de la misma peregrinación se vive un retiro espiritual.

Ese espacio de encuentro con Dios que a lo mejor el ritmo ordinario de la vida no te permite en ocasiones tenerlo. Yo creo que al menos una vez en la vida del cristiano sería bueno tener ese sentido de una peregrinación. Hay muchas maneras de peregrinar. Eso te hace sentirte más

cerca de Nuestro Señor Jesucristo.

Peregrinar te permite interiorizar y reflexionar en uno mismo, preguntarte: ¿qué estás haciendo?, ¿para dónde estás caminando?, ¿qué necesitas cambiar en tu vida? Y complementar con la eucaristía.

¿Qué balance hace de su experiencia personal y qué frutos recuerda?

▶ R La primera vez que yo fui, fue en la Caravana Nacional y fue una experiencia dura y fuerte; posteriormente el señor obispo me movió a la diocesana y fue una experiencia muy enriquecedora.

Ver a toda esta gente con esta sencillez, que va con tanto amor y con tanto fervor, y cómo los mueve el día, el caminar, para mí ha sido

algo que me mueve a seguir adelante espiritualmente. Vale la pena darte como sacerdote cuando vez la fe y la devoción de la gente y como responden para en las eucaristías, en las horas santas; eso a mí me mueve en mi misa, en traer mi rosario; si ellos como laicos lo hacen con tanto amor, ¿por qué no yo como sacerdote? Si para ellos es una devoción, para nosotros es una obligación, por el estado que nosotros mismo hemos asumido.

Ves el cambio de la gente: señores que llegan rejegos, duros, y con el paso de la peregrinación ves como Dios los va tocando, y cuando menos acuerdas ya están de rodillas delante de ti diciendo que quieren confesarse; ves el cambio profundo y espiritual de las personas.

De los detalles más bonitos que me han tocado de vivir, fue el de una pareja que fui confesando todo el tiempo y antes de llegar a San Juan de los Lagos se acercan y me dicen: “Como usted recordará nosotros nos acercamos pidiendo la confesión, estamos en unión libre y nos dedicó un tiempo y nos escuchó y nos sentimos amados por Dios y queremos pedirle que nos case; queremos acercarnos a Dios”. Los casé tiempo después y eso fue muy bonito; ahora cada año van como esposos. Les movió lo que les dije y ellos sintieron la voz de Dios a través de eso.