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AÑO NO. 33 • EDICIÓN 10408
Águilas no se rinden; Licey y Gigantes parejos en segundo lugar (P/21)
VIERNES 17
DE ENERO DE 2014 / SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA
Escogen los 28 miembros para ampliar CP del PLD DM y LF sugirieron dos cada uno; los demás uno por uno
PREVENCIÓN Y SEGURIDAD CIUDADANA.-
(P/4)
El Gobierno entregó ayer 300 unidades patrulleras (camionetas) a
la Policía Nacional, para uso del nuevo Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, que entrará en vigencia próximamente. La entrega la hizo el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, al jefe de la PN, Manuel Castro Castillo, en presencia del ministro de Interior, José Ramón Fadul; el procurador Francisco Domínguez Brito y el presidente de la DNCD, Julio César Souffront. PÁGINA 14.
NACIONALES
(P/6)
Gobierno aumenta 10% a sueldos de maestros; aplicará este mismo mes
ECONOMICAS (P/8)
RD reanudará exportación pollo y huevo hacia el vecino Haití
TOGA
(P/11)
Jefe PN: Urge modificar Código Penal para atacar más la delincuencia
DE ENTRADA (P/3)
Colectiva Mujer y Salud fustiga obispos omitieran casos pederastia
editorial Industria del dolor Un informe de la Procuraduría General de la República nos indica que durante el pasado año 2013, la estadística de muertes de mujeres por razones pasionales ha sido la más baja en los últimos ocho años. Sin embargo, aún estamos hablando de que tuvimos que enterrar 74 mujeres en ese año. Es una cifra dolorosamente desgarradora. Pero como siempre, las estadísticas son geniales en ocultar realidades. Si observamos ese período que cubre los últimos nueve años, 2005-2013, la conclusión es que en el mismo han muerto 911 mujeres. Es decir, que cada año de ese período murió un promedio de más de 101 mujeres en manos de sus parejas. Es obvio que no es nada para celebrar, aunque hayamos bajado la media de asesinatos por violencia intrafamiliar. Eso es demasiada tragedia como para sacudirnos profundamente. Esos números son los que van a los cementerios. Las otras víctimas de esos crímenes pasionales quedan eternamente adoloridas, refugiadas en sus propias calamidades espirituales. Madres y padres adoloridos, hijos huérfanos heridos en el alma, posiblemente sin cura en el transcurrir de la vida. Hermanos, amigos y familias separadas por la sangre. Abuelos avergonzados con sus nietos víctimas de las acciones de sus hijos. Una verdadera tragedia, una industria del dolor. Las circunstancias en que esos crímenes suben y bajan en las estadísticas pueden ser tan frágiles, que resulta casi imposible cantar victoria en la lucha contra esa realidad en que tantas mujeres pierden la vida en nombre del amor. Muchos son los factores que pueden incidir en esta tragedia. Se habla de la educación y del control preventivo y judicial. Y ciertamente, muchas pueden ser las causas, pero esto es algo que tenemos que parar.