EVITAR EL DESASTRE

Se podría ayudar a que el severo problema que se ve en EU no se replique aquí. En México no habría capacidad para atender a los adictos l DESPLOME. La línea aérea cerró operaciones el 11 de diciembre de 2020.

La agencia antidrogas de Estados Unidos no tiene las mejores referencias para el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero en el reclamo que esta semana hizo Anne Milgram, la administradora de la DEA, por la falta de cooperación del gobierno mexicano en la lucha contra el tráfico de fentanilo, se podría ayudar a que el severo problema que se ve en las calles estadounidenses no se replique aquí.

Milgram se quejó ante el Senado de la Unión Americana de que su gobierno no recibe suficiente cooperación por parte de México en el intercambio de información sobre decomisos de fentanilo y precursores químicos; tampoco en permitir la destrucción conjunta de laboratorios clandestinos y en el arresto y extradición de narcotraficantes. Aunque las cosas fueron suavizadas por el embajador Ken Salazar, quien felicitó al gobierno mexicano por el aseguramiento de un centro de manufactura de pastillas de fentanilo en Culiacán, las cosas no se detuvieron allí.

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