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Norato
poder. Pero al parecer, ya se le acabó. Dentro de la fauna política como en la realidad exterior concreta, es una especie que ya está en peligro de extinción.
HOJEADAS DE PÁGINAS… Lejos de guardar el riguroso duelo por el deceso reciente y en condiciones inexplicables y poco claras de su hijo Héctor Javier —porque trasciende, blindó la información con la complicidad y apoyo del gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo—, el exgobernador priista Héctor Astudillo acudió festivo el pasado domingo 29 de mayo, al cierre de campaña de la aspirante de la alianza PRI-PAN-PRD por el Estado de México, Alejandra del Moral Vela. Desde luego, está en juego la Notaría Pública 193 que dejó vacante su primogénito en Atizapán de Zaragoza. Y que el propio exmandatario tricolor negoció con el actual gobernador de la vecina entidad, Alfredo del Mazo Maza. Las Notarías Públicas son herencias políticas a perpetuidad. Astudillo está tratando de resguardar ese espacio. El luto ya no cuenta.
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