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Zurda Ruth Zavaleta Salgado
¿Inconstitucional, la 3 de 3?
La reforma constitucional denominada 3 de 3 alcanzó la aprobación de 17 Congresos locales, con ello, aparentemente, nada obstaculiza para que la Comisión Permanente haga la declaratoria correspondiente y ordene su publicación en el Diario Oficial de la Federación, sin embargo, la votación de la minuta, que tuvo el respaldo de todos los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados, no fue aprobada con la asistencia requerida de Senadores, porque fue parte de la agenda de la llamada “noche negra”, cuando no se le permitió participar al PAN, PRD, MC y PRI y sin cuya presencia no se cumplió con el quórum para sesionar.
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Fue aprobada por 63 votos a favor y dos abstenciones de las bancadas de Morena y sus aliados y, al parecer, la oposición legislativa que está presentando los recursos de inconstitucionalidad del paquete de reformas aprobados ese 28 de abril, se encuentra en un dilema, porque, si bien es cierto, están de acuerdo con la minuta, el procedimiento se vició. Sin embargo, no debería haber duda, el procedimiento debería reponerse, incluso, desde mi punto de vista, son las legisladoras las que deberían exigir que así se haga, para evitar el fracaso del objetivo de las reformas: suspender los derechos para ocupar cargo, empleo del servicio público a las personas condenadas por resolución judicial en los delitos:
1. Contra la vida y la integridad corporal, 2. Contra la libertad y seguridad sexuales y normal desarrollo psicosexual, 3. Por violencia familiar o doméstica, 4. Violación a la intimidad sexual, 5 .Violencia política contra las mujeres en razón de género, y 6. Por ser declarada como persona deudora alimentaria morosa.
Se entiende que la oposición no quiera presentar el recurso de inconstitucionalidad porque estaba de acuerdo con el contenido de la reforma y no se les permitió votar, pero ¿cómo explicar que otras reformas sí serán controvertidas y ésta no si están en las mismas circunstancias? Morena y sus aliados lo tienen claro y operaron con rapidez para que los Congresos locales aprobaran la minuta y, con ello, poner contra la pared a la oposición mediante la manipulación del discurso público. Porque si la reforma a los artículos 38 y 102 de la Constitución fueran cuestionadas ante la SCJN, quizás, hasta el propio Presidente podrá decir que él y sus legisladores, a diferencia de la oposición, fueron los que impulsaron la 3 de 3, pero, por otra parte, si la oposición no la incluye en el paquete del recurso de inconstitucionalidad, podría cuestionarse por qué unas reformas sí se incluyen y otras no. Sin embargo, es muy fácil demostrar que ni el presidente López Obrador ni su mayoría legislativa tienen como prioridad defender los derechos de las mujeres; por ejemplo, desde el año pasado se votó la paridad total constitucional, pero, hasta este momento, no se han votado las reformas de las leyes secundarias para hacerla realidad; también, se votaron las reformas a la Ley
General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en materia de pensiones alimenticias y el Presidente no la ha publicado. Incluso, estas reformas se relacionan íntimamente con la 3 de 3, porque implica que el Sistema Nacional DIF pueda realizar el Registro Nacional de Obligaciones Alimentarias, cuyo objeto es concentrar la información de deudores y acreedores de obligaciones alimentarias y expedir una constancia a las personas que aspiren a un cargo de elección popular o del Poder Judicial.
En tercer lugar, para poder hacer efectiva la reforma constitucional 3 de 3, tendrían que aprobarse las reformas de las leyes secundarias relacionadas, antes de este 31 de mayo, y eso ya no sucederá. El riesgo de “hacerse de la vista gorda” ante la aprobación de reformas constitucionales viciadas es que el derecho pierda su eficacia. En este caso, quizás, no se pueda hacer efectiva la sanción, y sigamos teniendo representantes populares que no tendrían por qué serlo.
Despejar Misael Tamayo N Ez
Que MC va por su primer senador por Guerrero, dijo el nuevo dirigente estatal del partido, Julián López, quien trae el encargo de parte del líder nacional, Dante Delgado Rannauro, de reposicionar al partido naranja, pero al margen de los dinosaurios priístas y perredistas. ¿Será?
Mientras eso dice frente a reporteros, Julian López se reúne con el ex candidato priísta a gobernador, Mario Moreno Arcos, y acepta que ya también lo hizo con el ex gobernador Héctor Astudillo Flores, cuyo vocero, Héctor Apreza Patrón, salió a desmentir que estos personajes vayan a dejar el PRI para pasarse a Movimiento Ciudadano.
Pero en política nada está escrito. Es un terreno pantanoso donde todo puede suceder, donde un día se está y al otro no, y donde solamente los que resisten tentaciones pueden subsistir.
Si algo le deben reconocer los priístas al senador Manuel Añorve Baños ha sido su capacidad para resistir tentaciones, mostrando su lealtad a prueba de fuego al partido de sus orígenes, a diferencia de su “primor”, Ángel Aguirre Rivero, quien a la primera de cambios dejó el PRI, partido que lo formó, para irse a navegar por la izquierda, aunque ahora la traiga de regreso al vientre de donde salió, como un trofeo abollado.
Luego entonces, Julián López viene con la encomienda de cosechar, digámoslo así, a las “caiditas” de otros partidos. No vemos de qué otra manera el MC pueda tener su primer senador, que no será el primero cabe aclarar, porque Luis Walton Aburto ya lo fue, aunque por la vía plurinominal, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, y de ahí pasó a convertirse en el primer presidente muncipipal emecista de Acapulco.
Claro, la franquicia de MC estaba en su poder, él la sostenía y por lo tanto la regenteaba. A diferencia de ahora, en que por primera vez se puede alegar que le partido naranja tiene la consigna de crear una estructura propia, al margen de mecenas que terminan por transfugarse.
Tras la renuncia de Walton a Movimiento Ciudadano, el partido quedó a la deriva. Ni los triunfos en estados como Jalisco y Nuevo León lo pudieron catapultar aquí y podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la tarea de Julián López es quasi una “misión imposible”.
Por ejemplo, actualmente MC no tienen ningún diputado en la LXIII Legislatura local. Les fue mal en la elección de 2021, merced a que Walton se fue con su gente a Morena, donde quisieron entrar como externos.
En cuanto al nivel municipal, MC perdió mucho en la elección de 2021, si comparamos con los logros que obtuvo en 2018, cuando llegó a ganar 3 municipios por sí solo y 20 más en alianza con el PRD y el PAN.
Para 2021, la decisión de jugar solos -política que se mantiene para 2024- puede ser una arma de doble filo: o les ayuda a restaurarse, o de plano se aniquilan.
No se puede obviar que las alianzas diluyen a los partidos, algo que le está sucediendo al PRD con el PRI, al margen de que el descrédito de uno lo arrastra el otro y viceversa, y sin contar que cada vez es más difícil lograr que la gente los distinga y los vea sólo como “aliados”, algo así como “juntos pero no revueltos”.
Ese desgaste le pasó al PRI cuando era aliado del Partido Verde y fueron obligados a que cada partido se ganara sus espacios. Entonces los tricolores cedieron candidaturas a los verdes y terminaron desfondados en muchos municipios.
En la elección de 2018, por ejemplo, aunque Guerrero era gobernado por el priista Héctor
Astudillo Flores, el PRI sólo logró encabezar 13 de los 81 municipios de la entidad y en nueve más se coló un alcalde que llegó al cargo impulsado por la coalición PRI-PVEM.
En 23 de los municipios guerrerenses gobernaba el PAN, ya fuera solo o en alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano (MC), porque recordemos que en esa elección de 2018 la alianza fue entre el PAN, PRD y MC, mientras que para 2021 se trabó la alianza Va por México, que incluye a los blanquiazules, tricolores y amarillos, pero de la cual se zafó el naranja.
El Morena por su parte, logró encabezar seis ayuntamientos por sí solo, los más grandes del estado por cierto. Pero en coalición con el PES consiguió otros diez.
El PRD solo se posicionó al frente de seis municipios, mientras que el PT consiguió cinco.
Podemos ver con estas estadísticas el nivel de movilidad político-electoral que han registrado los partidos, y cómo mientras PRI y PRD persisten en su alianza que a nivel nacional incluye al PAN, los naranjas siguen en su política de ir “mejor solos que mal acompañados”.
Los emecistas señalan que eso favorece a Morena, mientras que los aliados dicen lo contra- rio: Que al salirse MC de Va por México, está apoyando indirectamente la permanencia del partido guinda y su proyecto de la Cuarta Transformación.
En su nuevo modelo, el MC dará la mitad de sus candidaturas a personajes externos, lo cual no significa que se trate de gente de la sociedad civil. Al contrario, eso significa que le abrirán las puertas a gente de otros partidos, y mientras más encumbrada, mejor. Así matan 2 pájaros de una pedrada: por un lado debilitan al adversario quitándole una pieza gorda, y por otro lado se engordan ellos mismos.
Bueno, veremos cuántos caen en esta dinámica y cuántos se mantienen fieles a su partido. Por lo pronto, puedo decirle al ex gobernador Héctor Astudillo no le conviene para nada quedar en el ocaso de su carrera política como un tránsfuga. Si no salió del PRI en 2005, cuando realmente los tricolores le dieron la espalda; y si tampoco sucumbió al hechizo de Ángel Aguirre en 2010, logrando por ello ser gobernador en 2015, mal haría en quemar sus naves en su vejez, sólo por un capricho llamado Alito Moreno. De verdad, exgobernador, no vale la pena. El canto de las sirenas será siempre algo peligroso.