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Razones Jorge Fernández Menéndez El Güero seguirá en prisión
“No estén tranquilos, señores, que el cuento aquí no se ha acabado, las órdenes son las mismas, sigan al pie de la raya, hagan ya su testamento, puede explotarles la almohada”, así concluye la letra del corrido que le hicieron Los Tucanes de Tijuana a Héctor Luis El Güero Palma, el primer socio de Joaquín El Chapo Guzmán, en aquellos años en que se declararon la guerra con el Cártel de los Arellano Félix, en un enfrentamiento que tiene repercusiones hasta hoy. Que no salga de la cárcel El Güero Palma, como lo había ordenado un juez luego de 28 años en prisión, incluida una condena cumplida en Estados Unidos, tiene relación directa con su historia. Como en su momento Rafael Caro Quintero, El Güero es un personaje icónico en el mundo del narcotráfico que, además, ha estado marcado por una historia personal que cambió el mundo del crimen organizado.
El Güero Palma y El Chapo Guzmán, a principios de los 90, se unieron y comenzaron a disputarle, no sólo Sinaloa, sino también Tijuana, al Cártel de los Arellano Félix. Todos los hechos violentos de inicios de los 90 se relacionan con ese enfrentamiento. En medio de esa disputa, la esposa del Güero, Guadalupe Leija Serrano, y sus dos hijos, Nataly y Héctor, de cuatro y cinco años, fueron asesinados. Uno de los sicarios y guardaespaldas del Güero Palma, de origen venezolano, Rafael Clavel Moreno, que se había ganado la confianza del capo hasta hacerlo responsable de la seguridad de su familia, lo traicionó, algunos dicen que por órdenes de Miguel Ángel Félix Gallardo, otros, que fue directamente de los Arellano Félix.
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Clavel Moreno sedujo a la joven esposa de Palma y la convenció de huir, junto con sus dos hijos, a California. Allí, Guadalupe retiró de una cuenta que tenía con El Güero Palma dos millones de dólares. Clavel Moreno asesinó a Guadalupe y le envío su cabeza por mensajería a Palma. Inmediatamente después se llevó a los niños Nataly y Héctor a Venezuela y los arrojó desde el puente de La Concordia, en San Cristóbal, Táchira, desde una altura de 150 metros. El asesinato fue grabado y el video enviado a Palma.
La violencia que se originó entonces para vengar esas muertes fue inaudita. Ese año hubo 17 mil asesinatos y se dieron enfrentamientos brutales entre los Arellano y el naciente grupo de
Sinaloa, que poco a poco se deshizo también de los aliados de Félix Gallardo que seguían operando desde la detención de éste en 1989. La muerte en Colima de un reconocido narcotraficante apodado El Cochiloco, Manuel Salcido, consolidó el poder de El Güero y de El Chapo. Pero, como consecuencia de esa disputa, se dio el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en el Aeropuerto de Guadalajara en 1993. El objetivo del atentado, El Chapo Guzmán (se supone que el cardenal fue confundido con El Chapo y éste huyó entre los aviones por la pista del aeropuerto), fue detenido en Guatemala y entregado a México y los Arellano terminaron reunidos con el nuncio apostólico Girolamo Prigione para explicarle que ellos no habían querido matar al cardenal.
Lo cierto es que, en ese contexto, El Güero Palma se fortaleció, redobló la guerra contra los Arellano y, tanto su organización criminal como las autoridades federales, sobre todo la Subprocuraduría que encabezaba entonces José Luis Santiago Vasconcelos, dieron golpes durísimos contra el Cártel de Tijuana.
Pero el que terminó cayendo fue el propio Güero Palma, en 1995, durante el gobierno de
Ernesto Zedillo. El Lear Jet en el que viajaba se desplomó en Nayarit, luego de que no pudo aterrizar en Guadalajara, a donde se dirigía a una boda. Junto con él viajaba uno de los principales mandos de la Policía Judicial. Se dice que fue Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, el que delató a Palma, molesto por su violencia y protagonismo. Cuenta el corrido de Los Tucanes de Tijuana que “hay muchos involucrados con la detención del Güero, el hombre más poderoso que nunca conoció el miedo, el país casi era suyo, lo recorría por el cielo”.
Desde el penal de Puente Grande, en Jalisco, El Güero Palma y El Chapo Guzmán continuaron dirigiendo su organización criminal y controlaban la cárcel de máxima seguridad. Cuando en enero del 2001 El Chapo decidió escapar con la ayuda de Dámaso López, El Licenciado, que entonces era el jefe de Seguridad del penal, El Güero decidió quedarse porque estaba seguro de que sería dejado en libertad en unos pocos meses.
Desde entonces han pasado más de dos décadas. En 2007 fue extraditado a Estados Unidos, donde cumplió su sentencia y fue liberado en junio de 2016. Cuando fue regresado a México termi- nó en el penal del Altiplano. El martes, un juez ordenó su libertad, horas después, la FGR le presentó otra orden de aprehensión, por lo que se quedará en la cárcel.
El premio a la ministra
El presidente López Obrador se burló del reconocimiento que recibió la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, a la que se le concedió el premio Derechos Humanos 2023 y aseguró que esos premios “se pueden comprar en Santo Domingo”, la plaza cercana al Zócalo capitalino donde se dice que se falsifican documentos en el centro de la ciudad. El premio Derechos Humanos 2023 que recibió la ministra Norma Piña fue entregado por la Asociación Internacional de Mujeres Juezas, que está celebrando su reunión anual, en esta ocasión en Marruecos. Esa asociación, fundada en 1991, la integran 10 mil mujeres juezas de 143 países y es mundialmente reconocida. Debería ser un premio celebrado, no descalificado y menos desde Palacio Nacional.