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Opinión
Misael Tamayo N Ez Despejar
Si los políticos a los que atacó el diputado federal Gerardo Fernández Noroña fueran mujeres, ya lo estuvieran denunciando por violencia política de género. Fuertes declaraciones las de Noroña en contra de un ex presidente municipal priísta del PRI, quien durante su mandato en 2012-2015 construyó un hotel y una plaza comercial en los alrededores del ayuntamiento de San Luis Acatlán, propiedades que ciertamente no tenía al inicio de su mandato.
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Públicamente, durante su “asamblea informativa” en la explanada del ayuntamiento, Noroña trajó a colación esas propiedades que surgieron de la noche a la mañana, pues el ex alcalde, del que no dijo su nombre pero se llama Alejandro Contreras Velasco, era hijo del dueño de una mueblería y una gasolinera, antes de incursionar en la política y tener patrimonio propio.
“Entran pobres y salen millonarios”, dijo, al tiempo que invitó a la gente a ver esas propiedades a la hora de emitir su voto en 2024.
En Tlapa, en cambio, criticó que el presidente municipal Gilberto Solano Arreaga, también priísta, esté presumiendo con sombrero ajeno, al colgarse la gestión de la obra del hospital general y de especializades que acaba de anunciar el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Obviamente, le respondieron. No lo pueden demandar por violencia política de género pero mínimo lo acusaron de bocón. Y Solano Arreaba hasta dijo algo que suena a mentada de madre en lengua nahuatl.
Arreaga le pidió respeto a Fernández Noroña y enfatizó que no iba a “hacerle caso a un cabrón loco que anda diciendo cosas que no debe de decir”.
Y remató: “Lo único que puedo decir es, como dijeran aquí en mi pueblo náhuatl: mejor que vaya a hacer su trabajo, porque de trompa no se vive para conquistar al país, que tenga respeto a los marranos, porque sólo los marranos hacen política con la trompa y aquí en Tlapa le digo a ese señor que tenga respeto y que cuide su boca, porque aquí tendrá respeto…” Y rubricó: “… mejor hijo de su tlakatili monantzi…”.
A ese nivel escaló el asunto, por lo que pasados dos días de su visita a Guerrero, Noroña sigue dando de qué hablar.
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«El alcalde pedorro de Tlapa se anda queriendo poner el sombrero. Anda haciendo caravana con sombrero ajeno, pinche inútil, corrupto, se van, el PRI se va de Tlapa, ya llegó ya está aquí quien va a chingar al PRI», dijo Fernández Noroña en el mitin.
Lo cierto es que la gestión del Hospital de Tlapa es añeja, pues tiene 50 años y está en pésimas condiciones. En sus visitas a la Montaña, el presidente no sólo ha recibido esa solicitud, sino también la del encauzamiento del río Jale, que en cada temporada de lluvias pone en jaque a la población de Tlapa, y para lo cual se requieren 500 millones de pesos.
Solano Arreaga, en efecto, presentó al presidente ambas solicitudes. Y el hecho de que el mandatario ya haya anunciado la construcción de un nuevo hospital en Tlapa, con los recursos que obtuvo por la venta del avión presidencial, solamente indica que López Obrador hizo eco de esa vieja demanda. Es decir, tanto exagera Solano Arreaga adjudicándose la gestión absoluta de esa obra, como también se pasó de la raya el diputado Fernández Noroña, para quien habría sido suficiente aclarar que se trata de una obra federal, y un vieja demanda del pueblo tlapaneco.
El presidente estatal del PRI, Alejandro Bravo Abarca, también intervino y desaprobó la denostación de Noroña contra Arreaga. “Nadie puede venir a denostar el trabajo de nuestros compañeros y compañeras que representan a la mayoría de las y los guerrerenses” (en municipios), expresó el líder del priismo en Guerrero a través de sus cuentas de Facebook y Twitter.
Por supuesto, a la gente le gustan este tipo de enfrentamientos, y si nos vamos a redes sociales Noroña se llevó las palmas.
Es obvio también que vino a quitarle al diputado federal petista, Victoriano Wences Real, un poco de sus agravios, pues en la pasada elección intentó colocar a su mujer como alcaldesa de Tlapa, cosa que no logró porque Morena jugó con candidato propio, sin alianza con los petistas.
Muy seguramente Gerardo Fernández Noroña, la “quinta corcholata” presidencial, hablará de este asuntillo, y quizás dé pelos y señales, como suele hacerlo.
Moción de orden, podría pedirse en este caso. Pero lo cierto es que los escenarios electorales dan para eso y mas. ¿Quién podría olvidar el “Cállate Chacalaca” de López Obrador contra Vicente Fox en 2006? Esa frase le costó que lo tacharan de intolerante e irrespetuoso con la institución presidencial, aunque ahora la oposición lo mismo lo esté vapuleando a él.
Como dicen los viejos: “Los pedos de sueño, no tienen dueño”. Y en el calor de las guerras electorales, como en el amor, todo se vale.
Los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, especialistas en el chantaje, la extorsión y actos vandálicos, ahora exigen al gobierno estatal un oneroso paquete de graduación para la generación próxima a egresar que consiste en anillos de oro, diplomas y trajes, además de un viaje de placer a Guadalajara, Jalisco, con un costo superior a los dos millones de pesos… Obviamente, el gobierno de Guerrero les ha respondido que no cuenta con las condiciones presupuestales para atender esas absurdas demandas, advirtiendo a los violentos estudiantes de Ayotzinapa que tampoco permitirá que caprichosa e ilegalmente sigan bloqueando la parte sur de la autopista Chilpancingo-Acapulco, como es su mala costumbre, en perjuicio de terceros…Es preciso señalar que éste y los anteriores gobiernos del Estado han dado un trato de privilegio a los estudiantes de las normales públicas de Guerrero, en especial a los de Ayotzinapa, a quienes en la presente Administración gubernamental les han duplicado la dotación alimenticia, aunado a las obras de infraestructura que se han realizado en el plantel, específicamente la rehabilitación de la alberca y el desazolve de los cárcamos, mejoramiento del servicio de la internet, uniformes escolares y deportivos, completando los inmerecidos apoyos con el suministro generoso de material escolar, por lo que –con justa razón- la fastidiada sociedad suriana expresa que no hay ninguna justificación de estos muchachitos para perpetrar de manera recurrente condenables actos fuera de la ley tal como robo de mercancía a empresas comerciales, secuestro de autobuses, bloqueo de carreteras, toma de casetas de cuota, hasta enfrentarse con la policía, como ocurrió el pasado miércoles 19 de abril cuando policías antimotines les impidieron bloquear la llamada Autopista del Sol, generándose entre ambos bandos intercambio de pedradas, uso de petardos y gas lacrimógeno, con un saldo de tres elementos policiacos lesionados…Referente a los constantes actos de rapiña cometidos por temibles normalistas encapuchados, es obvio que generan millonarias pérdidas a las empresas mercantiles cuyos transportes de carga son saqueados impunemente en diversos tramos carreteros de la entidad, obteniendo estos delincuentes con credencial de estudiante cuantiosos ingresos ilícitos, sumados a lo obtenido también cuando toman por varias horas las casetas de cuota, pitorreándose de la flamante Ley de Vías Generales de Comunicación, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 22 de febrero de 2022, misma que sanciona de tres meses hasta 7 años de cárcel y multas de 9 mil a 48 mil pesos, a quienes tomen casetas y cobren ilegalmente los servicios de peaje… Otra de las acciones nefastas de los llamados ayotzinapos es el secuestro de autobuses para trasladarse de la seca a la meca durante todo el ciclo escolar, con la finalidad de realizar protestas y manifestaciones callejeras, bajando a los pasajeros con todo y sus maletas en la carretera.