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Opinión Álvaro Delgado Gómez Los suspiros por Ebrard
Morena, el partido que gobierna México y 21 estados de la República, enfrenta una guerra soterrada entre los equipos de Claudia Sheimbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, cuya virulencia amenaza con la ruptura que ansía la oposición para, de esta manera, encontrar a su candidato presidencial que no sea tan irrelevante como Lilly Téllez, Santiago Creel, Enrique de la Madrid y Luis Donaldo Colosio. Y si: El combate en Morena escalará en la medida en que se aproximen los levantamientos de las encuestas para definir su candidatura presidencial, en septiembre u octubre, y efectivamente es alta la posibilidad de que se abra un boquete en la coalición oficialista, sobre todo si. se impone la lógica facciosa y de exclusión del grupo ganador, como ya ha ocurrido en elecciones estatales y las que están en curso, sobre todo Coahuila.
Una ruptura en Morena, derivada de un resultado incierto interpretado como imposición y también de la exclusión, pondría en riesgo la continuidad en la Presidencia de la República y del proyecto denominado Cuarta Transformación en las dos cámaras del Congreso y aun en gobiernos estatales de la dimensión de la Ciudad de México, corazón del lopezobradorismo donde está latente la derrota.
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En 2024, estará todavía Andrés Manuel López Obrador en el Gobierno, pero ya no en la boleta y ninguno de los cuatro aspirantes tienen su dimensión, lo que hace más imperativa aún la unidad de los contendientes y que el ganador o ganadora incluya a los tres que no tuvieron éxito.
La narrativa de la derecha es que si gana Sheimbaum es porque fue beneficiada por el “dedazo” a su favor del presidente López Obrador, lo que exige al partido que dirige Mario Delgado un escrúpulo mayor en el procesamiento de las encuestas, aun si el ganador es Ebrard, como podría perfectamente ocurrir.
En realidad, la disputa por la candidatura presidencial de Morena es sólo entre Sheimbaum y Ebrard. Por más que sea conocido en Morena, Hernández trae muy pegado a la piel el prismo tabasqueño y ha cometido torpezas como secretario de Gobernación, pero a Monreal sólo lo ven presidenciable sus cortesanos. Es cada vez más frecuente escuchar de los antagonistas a López Obrador que éste impondrá a Sheimbaum y ponen como ejemplo su discurso del 18 de marzo, en el Zócalo, al evocar la disyuntiva del general Lázaro Cár- denas entre Francisco J. Mújica, que habría sido la continuidad de su proyecto, y Manuel Ávila Camacho, que derechizó el rumbo del país.
Y en esa lógica de continuidad con Sheumbaum, Ebrard podría ser el factor que modifique las condiciones políticas y electorales de la elección de 2024: Su ruptura con el proyecto lopezobradorista le abriría un boquete y, en consecuencia, potenciaría las posibilidades de éxito de la oposición si es su candidato presidencial.
“Sería un candidatazo nuestro”, me dijo de Ebrard hace unos días un político prianista, en una expresión que se suma a otras que, en fechas recientes, lo ven como un “político sensato, dialoguista, de izquierda moderna”.
Y sí: Es público que Ebrard encuentra en la élite económica una enorme simpatía-se reúne con frecuencia con magnates de la talla de Carlos Slim lo ve como propio la clase alta y además no tiene una biografia de izquierda, al menos la izquierda de López Obrador: Fundó el Partido de Centro Democrático, nunca quiso afiliarse a Morena, porque buscaba ser presidente del PRD y, cuando no pudo, pretendió ser diputado federal del partido Movimiento Ciudadano.
Aún así, no veo a Ebrard desistir de su proyecto presidencial con Morena, porque tiene amplias posibilidades de ganar y ser el próximo presidente de México, para lo que se ha preparado toda su vida. No sólo con su actuación como Canciller acredita que va en serio por la candidatura, sino que ha articulado una amplia red de políticos en todo el país que están haciendo una campaña que obviamente pretende ser ganadora. Político profesional, Ebrard sabe de los suspiros de la oposición por él, de los coqueteos cada vez más frecuentes y las abiertas ofertas para que rompa con López Obrador, pero también piensa en cómo pasar a la historia.
En su libro El camino de México, escribe sobre su fidelidad a López Obrador tras sucederlo en la jefatura de gobierno y luego cómo “en la dura persecución de la que fui objeto por los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Miguel Angel Mancera, Andrés siempre demostró estar atento y cercano”.
¿De dónde sacan los promotores de la candidatura opositora de Ebrard que se iría con quienes quisieron meterlo a la cárcel? Adorador de verdugos no es. En ese mismo libro, Ebrard se define: “La traición me repugna aun y cuando sea tan elocuente en los textos políticos”.
Opinión Julio Zenón Flores Salgado
La guerra psicológica que busca debilitar a la gobernadora de Guerrero
El video grabado por un supuesto policía estatal haciendo “revelaciones” contra el gobierno del estado de Guerrero y la parte del Ejército mexicano acantonado en la Costa Grande, demuestra que los operadores del narcotráfico no son tan silvestres como se pudiera creer, ni andan tan perdidos en cuestiones de comunicación política y guerra psicológica contra el Estado, algo que bien pudieron haber aprendido de los resabios de la guerrilla guerrerense que, arrinconada y envejecida en la miseria y bajo un fuerte cerco de olvido, es posible que haya cedido a la tentación de colaborar con los traficantes de drogas.
Ese video, junto a otros que de un tiempo para acá han proliferado y son hechos públicos fuera de Guerrero, sobre todo en el Estado de México y Michoacán (casualmente), demuestra, sin embargo, la falta de cuidado con que están trabajando, al dejar huellas visibles del operativo que se traen entre manos: arrinconar ante la opinión pública al gobierno de Guerrero y debilitarlo psicológicamente para obligarlo a pactar con ellos.
El impulso de esa campaña, porque cuando no es uno ni dos, sino una serie de videos y publicaciones pagadas a través de diversos medios se puede hablar de toda una campaña, denota, no obstante, su debilidad y su temor ante el golpeteo que están sufriendo bajo el ataque por dos frentes de parte de las autoridades gubernamentales: por un lado la gobernadora Evelyn Salgado, apoyada en la filosofía lopezobradorista de “abrazos no balazos” sin ceder espacios territoriales, empujando la entrega de recursos, tanto federales como estatales, en el terreno del desarrollo social, como lo evidenció su visita personal a El Durazno y la atención personalizada del secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso a las familias desplazadas de San Antonio de las tejas.
En ese mismo terreno se entienden las reuniones de otros funcionarios del gabinete que dejaron sus escritorios y empezaron a hacer reuniones en los pueblos y comunidades de la Montaña y las Costas; y, por el otro lado, haciendo pinza, el trabajo de la propia Fiscal General del Estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, que si bien se niega a actuar coordinadamente con la mandataria, no ha dejado de empujar en la Sierra y la Tierra Caliente.
Ambas acciones, fortalecidas por el respaldo de las fuerzas federales, que están instalando bases de opera- ciones mixtas en lugares estratégicos de la zona, deben de tener muy preocupados a los capos que encabezan a los operadores del narcotráfico en Guerrero, cuyos intereses han crecido al grado de fortalecer la siembra de coca, en la zona alta, la cual antes era traída de Colombia, por lo cual decidieron dejar de estar a la defensiva y pasaron a la ofensiva.
Como parte de la ofensiva del narcotráfico, para disminuir la presión que le está ejerciendo el gobierno estatal apoyado con la federación, una medida básica ha sido la colocación de lonas denunciando a supuestos cómplices, entre falsedades y medias verdades, para darle verosimilitud, y en seguida, comprendiendo que la publicidad exterior ya es obsoleta, pasaron a los videos y las redes sociales.
El objetivo: hacer que la opinión pública voltee a ver a la parte del estado que históricamente ha estado coludida con ellos, pero buscando ir más allá: manchar la imagen de la gobernadora Evelyn Salgado, una mujer que con tan poco tiempo en el poder no pudo, aunque hubiera querido, montar alianzas y sociedades secretas que llevan años y mucho dinero operar; una mujer que ni siquiera ha tenido el roce política que la pudiera malear, que hace apenas algunos meses era una ciudadana común y corriente que trabajaba en una oficina pública y almorzaba de sus topers como cualquier “godín”, y que por simple lógica, no está en posibilidades de pactar con ellos.
Y es ahí, donde ellos quieren doblegarla: acusarla públicamente, difamarla, para que la oposición lo retome, y lo abandere, y con ello demeritar su figura ante la opinión pública, obligándola a negociar.
El problema es que la gobernadora es una mujer de carácter, como lo ha demostrado en ocasiones hasta ante los amigos de su padre que pensaban que él seria quien gobernara el estado, y que no ha cedido a las presiones de las fuerzas del narcotráfico.
La situación para la gobernadora no parece fácil, pues combatir a fuerzas irregulares nunca ha sido fácil y, hacerlo, le puede llevar a perder el rumbo de las prioridades sociales que tiene la entidad, es por eso que es vital que funcione la mesa de coordinación para la construcción de la armonía y la paz y que la Fiscal asuma su trabajo con toda entereza en coordinación con la propia mandataria, pero sin perder la iniciativa en la investigación ni la coordinación con el Ejército y Guardia Nacional.
Toca a la mesa de coordinación, retomar el ejemplo de lo que ocurre en la película El día del atentado (Atentado en Bostón) en donde algunos de los jefes policiacos apelan a la gente, a la población, para dar con los responsables del bombazo durante el Maratón.
En esa ruta parecen enfilarse los funcionarios del gabinete de Evelyn Salgado, que están llevando a cabo reuniones con organizaciones sociales, como la CRAC-PC y la UPOEG, así como la capacitación de los cuerpos policiacos comunitarios y municipales de las zonas alejadas.
No es suficiente, sin embargo, también se requiere de una gobernadora fuerte mediáticamente, y no dejarse poner a la defensiva en ese terreno, por los videos que sus oponentes filtran y refuerzan; lo anterior la debe de llevar a consolidar una estrategia de comunicación que se apoye en los expertos del cuerpo militar, pero también en personas o empresas que conozcan de comunicación política, digamos que más de lo que normalmente se hace en un gobierno, pues las condiciones lo ameritan