
7 minute read
La quinta corcholata Lectura Política Noé Mondragón Norato
Las cuatro “corcholatas presidenciales” destapadas desde hace meses, estarían en realidad, escondiendo la verdadera decisión presidencial: que AMLO saque en el último momento, un as de la manga. El caballo negro inesperado. Un personaje que no ha sido expuesto demasiado a la lumbrera mediática. Y que podría condensar sus verdaderas intenciones traducidas en el pago de favores políticos con el pasado de lucha al que fue inducido hasta arribar a la presidencia del país. Hay lecturas perturbadoras al respecto.
SIMBOLISMOS Y COMPROMISOS POLÍTICOS. – En el último tramo de su gobierno, AMLO estaría tentado a cambiar a sus “corcholatas”. Y sustituirlas por alguien a quien no se percibe en el panorama. Es cuestión de atar cabos:
Advertisement
1.- El actual presidente es un personaje cuyo estilo de hacer política se asocia con el pago de compromisos políticos. Lo hizo así con el senador Toro, a quien, pese a los vendavales mediáticos y políticos surgidos al calor de la competencia por el gobierno estatal en la elección de 2021, mantuvo siempre dentro de la competencia electoral. Y cuando la actual gobernadora arribó al cargo, AMLO simplemente pagó sus compromisos de poder con su pasado opositor. La adhesión a su proyecto político que siempre se mantuvo viva por parte del senador Toro.
2.- Con el llamado “líder moral” del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, su relación política ha dado bandazos entre los alejamientos y los reencuentros. El punto más álgido entre ambos fue cuando Cuauhtémoc amagó con irse al proyecto “Colectivo por México” que el pasado 30 de enero presentó el documento titulado “Un punto de partida”, el cual cuestionaba “el México de una sola voz”, refiriéndose por supuesto, al actual presidente del país. Al final, Cárdenas no se sumó a dicho proyecto, pese a la ácida crítica de AMLO en su Mañanera en la que lo evaluó como uno más de sus adversarios.
“No me fui, porque no había llegado”, dijo Cárdenas en una entrevista concedida al diario español El País. En esa misma conversación asumió que “no soy adversario de AMLO”. Desde luego, se leyó como un reencuentro con el presidente. Y quizá, esa postura esconda algo más.
3.- Para justificar su ausencia del Colectivo por México, Cárdenas lo simplificó con una simple frase: “por consideraciones de carácter po- lítico no seguiré participando más”. ¿Qué encerraban esas consideraciones? Hay por lo menos tres pistas. Una se relaciona con el hecho de que, tras la arenga de AMLO por la fallida integración de Cuauhtémoc al Colectivo por México, el hijo de este último, Lázaro Cárdenas Batel, presentó su renuncia como coordinador de asesores de AMLO. Dos, tras la entrevista de Cuauhtémoc con el diario El País, el presidente admitió la renuncia de Lázaro el viernes 17 de marzo. Fue ubicado como integrante de la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (CELAC) de la que el propio López Obrador fue presidente pro tempore de 2020 a 2022. La CELAC se encarga de tender puentes de entendimiento con aquellos países latinoamericanos afines ideológicamente con la 4T. Y tres, el presidente admitió que “Cárdenas Batel seguirá apoyando al gobierno de México, porque él lleva la relación con países que apoyan a México para contar con médicos especialistas, como es el caso de Cuba. Incluso la esposa de Lázaro es cubana. No hay que descartarlo para el 2024, es parte de los que van a sustituirnos, del relevo generacional”.
4.- Así y de un solo golpe, AMLO metió en la sucesión presidencial al hijo de Cuauhtémoc Cárdenas y nieto del general Lázaro Cárdenas, uno de los pocos presidentes estadistas del país. ¿Es acaso este hipotético y presumible acuerdo soterrado lo que hizo que Cuauhtémoc Cárdenas no se integrara al Colectivo por México?
En la escala de compromisos políticos por cobrar, ¿a quién debe AMLO más? ¿A sus cuatro corcholatas que sembró y sumó a lo largo de su trayecto como opositor? ¿O al personaje clave —Cuauhtémoc Cárdenas—que lo persuadió de convertirse como tal en 1988, renunciar al PRI, luego competir por el gobierno de Tabasco y de ahí crecer como dirigente de izquierda? Sin la sombra política y los impulsos iniciales de Cárdenas, AMLO no hubiese llegado jamás como presidente de México. Por eso, podría estar instalado ya, en el camino de pagar esos favores y compromisos de poder. Lázaro Cárdenas es la quinta corcholata. HOJEADAS
DE PÁGINAS…
Con diputados locales enmudecidos y sin cuestionar absolutamente nada, los integrantes de la 63 legislatura le tomaron protesta como alcaldesa sustituta de Cutzamala, a la hija de quien lo era. Es decir, de la priista Rosa Jaimes López. “Para atender asuntos personales” fue la justificación de Rosa para separarse del cargo. El Congreso local y sus diputados tampoco quisieron indagar ni revelar las razones de ese enroque. Lo cual confirma que es un Congreso local de ornato en el cual se opta por llevar la fiesta en paz. Sin que se comprometan en absoluto con temas “espinosos” los llamados “representantes populares”.
Despejar Misael Tamayo Núñez
Tremenda tragedia la de los migrantes que murieron calcinados en el centro de retención del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, en la que perecieron 39 personas y 30 más resultaron heridas de gravedad. Si algo le faltaba al régimen lópezobradorista para echarse de lleno a la oposicón encima, era una tragedia de este calibre, tan sólo superada por el incendio de la Guardería ABC, en la que murieron 49 niños.
El día 5 de junio de 2009, aproximadamente a las 14:45 horas, ocurrió el doloroso incendio en la Guardería ABC, en Hermosillo, Sonora. El plantel estaba subrogado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Como resultado fallecieron 49 menores, y hubo varios lesionados de edad y un número indeterminado de niños y adultos lesionados.
Era la mitad del gobierno calderonista y obviamente se le endosó esa tragedia, como se le endosará esta otra al gobierno de López Obrador.
No importa si chairos y fifís se estén confrontando en las redes sociales. Hay hechos que son ineludibles y deben afrontarse como tal, como errores de gobierno.
No importa si los que encendieron fuego a las instalaciones fueron los mismos migrantes, sino la falta de protocolos para casos de este tipo en la red de centros de retención del Instituto Nacional de Migración, a donde son internadas personas de distintas nacionalidades y donde todo puede suceder. De hecho, ya se habían tenido enfrentamientos graves en la zona del Sureste y eso habría sido suficiente para que el gobierno federal extremara precauciones y mejorara las medidas de seguridad.
Una vez que son detenidos los migrantes, quedan automáticamente bajo custodia del gobierno federal, tanto su integridad física como sus pertenencias.
No hay manera de que el gobierno federal se deslinde de esta crisis, y su deber es actuar para corregir los problemas en esos centros donde, por lo demás, no hay delincuentes sino sólo personas que van de paso por el país porque su meta es internarse en Estados Unidos.
Incluso la versión que se tiene es que en las instalaciones del INM de Ciudad Juárez estaban detenidos hombres y mujeres recién deportados de Estados Unidos, y a quienes de este lado de la frontera se les detuvo por su condición ilegal, en espera de decidir su situación que no es otra que la deportación a su lugar de origen.
El presidente dijo que, en efecto, molestos porque supieron que los iban a movilizar hacia Chiapas, los migrantes acercaron colchonetas de plástico a las puertas del centro de detención y le prendieron fuego. Esto con la intención de que les abrieran la puerta, pero estaban encerrados con candados, cuando lo correcto es que se tuvieran en el área sistemas de entrada y salida automáticos. O, como mínimo, que los custodios hubiesen estado al tanto para abrir la puerta en cuanto vieron el problema.
La versión de los familiares de los migrantes apunta, sin embargo, a que los habían tenido todo el día sin agua y sin comida, y que por ello se amotinaron.
Cualquiera que haya sido el motivo, no se trató de un acto de autoinmolación, sino de protesta, que terminó en una terrible desgracia y amerita cárcel para quien es el encargado del centro, para los custodios y la deposición inmediata del director general del INM.
Es el mismo caso de la Guar- dería ABC, en el que la negligencia estribó en que el lugar estaba construido a un costado de una bodega, la cual se incendió y el siniestro se propagó hasta el lugar donde estaban los niños; es decir, que una revisión mínima de parte del IMSS hubiese detectado ese error y hubiesen movido la guardería a un espacio más seguro.
Se trata, pues de errores, actos de negligencia, de ineficiencia, de mediocridad oficial, que no se puede justificar con un simple “usted disculpe”. A estas alturas se comprueba que la falta de capacidades de los servidores públicos también es corrupción.
Esperemos que el presidente de la República actúe como actuó en el caso de los 5 muchachos que fueron asesinados en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a manos de militares, quienes intentaron hacer pasar el hecho como resultado de un enfrentamiento, pero una investigación somera determinó que se trató de una ejecución extrajudicial.
Recientemente leí una opinión de Jorge Zepeda Patterson en la que decía que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, impulsó su Cuarta Transformación con personal improvisado, careciendo
Morena de personal capacitado en la administración pública. En las áreas donde de plano no había opción, ha estado echando mano de los militares, todo con tal de no recurrir a personas que tienen experiencia en muchas áreas, pero que sirvieron o se formaron en lo que él llama el periodo neoliberal, bajo el liderazgo de priístas o panistas.
En parte tiene razón. La gente del viejo régimen está harto cebada en prácticas de corrupción que se ensayaron por decenios y que se practicaban sin rubor, como parte más bien de los usos y costumbres de la política vieja.
Obviamente eso no ha cambiado mucho; se siguen intercambiando favores, con el agregado de que ahora se padece de una seria ineficiencia, por decir lo menos, en la mayoría de las áreas de la administración pública tanto federal como estatal y hasta en lo municipal.
Luego entonces, la obligación de los morenistas es acelerar su curva de aprendizaje, pues de lo contrario veremos a un presidente con grandes ideas, mientras que escalones abajo en la ruta del poder, vemos a grandes ideotas actuando.