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Javier Saldaña, el tercer rectorado
Este lunes ha quedado formalmente integrada la Comisión Electoral que organizará y calificará la elección del próximo rector de la UAGro.
Un proceso cuyo resultado ya parece cantado: Javier Saldaña Almazán se encamina para su tercer rectorado en la máxima casa de estudios, y de ahí quien sabe qué más le depare su destino político.
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Todos los mensajes así se interpretan y aunque existe un grupo de universitarios que pretenden competirle en la ruta electoral, no parece que consigan los apoyos necesarios para eso.
Durante la elección anterior hubo una aspirante que no consiguió registrar su candidatura.
El mérito de Saldaña Almazán fue evitar que los grupos internos siguieran convirtiendo la universidad en un campo de batalla en cada elección, con sus conflictos poselectorales que enrarecían la vida académica interna, siendo afectados los alumnos de la misma.
Hoy Javier Saldaña recorre la universidad donde dicta conferencias a grupos de estudiantes de distintas carreras profesionales.
Otra de las características que definen el perfil político de Saldaña Almazán es su capacidad de negociación y su habilidad para conseguir la unidad entre diversos factores de poder interuniversitario para construir un solo equipo en pos de la academia, el llamado Grupo Universidad por Guerrero, donde está inscrito el Fredeuag, corriente a la que per-
Contexto Político
Lleva dos décadas al frente de la Dirección de la Escuela Secundaria Federal “Antonio I. Delgado” (ESFAID), una institución educativa que durante varios años destacó en el terreno académico y cultural. Y, al igual que el general Porfirio Díaz y otros personajes de la historia, pretende perpetuarse en el poder.
No está solo. Cuenta con la protección de quién sabe quién o quiénes en la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y en la sección XIV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Por eso ha hecho lo que se le ha dado la gana en el ESFAID, sin importarle ser denunciado por incurrir en irregularidades financieras y exigir cuotas o cooperaciones “voluntarias” a los mil 800 alumnos que están matriculados en los turnos matutino y vespertino.
Se trata de Joaquín Lugo Millán, quien ha sido denun- tenece el exrector.
De este grupo es que ha salido la propuesta de apoyar una vez más a Javier Saldaña.
Para este colectivo, él es quien reúne las cualidades que se necesitan para seguir dando el impulso necesario a la UAGro en la academia y la certificación y evaluación de las competencias, como lo marcan los cánones internacionales.
Para la universidad es vital seguir la vía de las acreditaciones por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de competencias laborales, y evitar que algún aspirante llegue sobrecargado de ideologías del pasado como para llevar a un retroceso mayúsculo a la máxima casa de estudios.