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Opinión

Despejar

Misael Tamayo Núñez

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Aunque la propuesta del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, para representar a este partido al seno de la Alianza Va por México, es el senador Miguel Ángel Mancera, este fin de semana el ex gober- nador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, se inclinó porque el abanderado sea el ex mandatario de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, quien acudió a una reunión con los miembros del Foro Plural de Gobernadores, foro que fue convocado y creado por el mismo Aguirre.

Esto indica que el ex gobernador de Guerrero no está en sintonía con los dirigentes del PRD a nivel nacional, concretamente con Jesús Zambrano Grijalva, el presidente del partido y quien forma parte de la alianza opositora, en cuyo seno se habrá de determinar quién los representará como aliados en la elección presidencial de 2024.

En este contexto, es cierto que los perredistas no tienen muchas ventajas de ser nominados candidatos, sobre todo si nos atenemos a los recientes desencuentros entre Chucho Zambrano y sus homólogos del PRI y del PAN, Alejandro Moreno Cárdenas y Marko Cortés. Pero es obligación de los perredistas empujar para que sea uno de ellos el que encabece la alianza, y para eso deben ponerse de acuerdo. No será remando en sentido contrario como harán un papel por lo menos decoroso en un espacio donde no son ni siquiera bien vistos, como ellos mismos se han quejado.

México correcto, no corrupto

algo que ya se hizo en 2021, por cierto.

Aunque también les parece atractiva la idea de que el PRD retome su rumbo y su identidad propia, señalaron fuentes de este espacio que eso ya es tarde. Esa decisión debió tomarse antes de 2018, elección en la que los perredistas se aliaron al PAN y al MC, y trabajaron por la candidatura de Marko Cortés, mientras que el PRI peleaba su permanencia en el poder con José Antonio Meade.

De todos modos perdieron ante el imbatible avance de Morena y su candidato, Andrés Manuel López Obrador, pero al menos no hubieran hecho el ridículo de levantarle la mano a un candidato de la derecha.

Para 2021, ya la alianza Va por México estaba formada, impulsada y aceitada por empresarios, de modo que por primera vez a lo largo de su historia, los perredistas se sumaron al PRI, en lo que se decía era una alianza contra-natura.

Quien estuvo picando piedra en este sendero fue precisamente Ángel Aguirre. Y aunque en Guerrero eso parecía lejano, terminó siendo una cruda realidad para muchos.

Por eso resulta sumamente extraño que Aguirre ahora quiera sacar al PRD de la alianza y en cambio hacer su propio equipo con panistas y emecistas, y así lo ha anunciado, y ya se ha reunido con los líderes de ambos partidos.

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