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otro ataque

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La estrategia funcionó. Al menos para enviar señales de “fortaleza y unidad”. El punto es que Roberto Rodríguez Saldaña —hermano del secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña y primo del ex rector de la UAGro, Javier Saldaña—, exaspirante a rector, terminó sumándose al proyecto reeleccionista de este último. Es algo que literalmente, ya estaba cantado. Y lo que ahora sigue también lo está: que exista un solo aspirante a la rectoría. Así como ocurrió en las elecciones de 2013 y 2017. Hay que ir directo al asunto.

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Marquelia Gro. Col. ISSTE

FEUDO INTOCADO DE PODER. – Como proyecto de poder, la UAGro ha estado sujeta a la influencia de las corrientes internas. Y la prioridad es que el exrector repita por tercera vez en ese cargo. Por toda la serie de intereses de poder inconfesables. Hay lecturas elocuentes al respecto: 1.- El pacto político del senador Toro con el exgobernador priista Héctor Astudillo, atraviesa necesariamente por varios filtros. Uno es que Astudillo vaya como aspirante a senador por el PRI, pues de esa forma y al entrar en funciones el Plan B de la reforma electoral de AMLO —que pondera entre otras cosas, no retirar candidaturas ante faltas graves— el senador Toro se queda sin competencia electoral real para la elección de gobernador de 2027, en virtud de que Astudillo no estaría en posibilidades de disputársela. Es el aspirante priista cómodo para ese proyecto.

En cambio, Mario Moreno como senador tendría posibilidades de dar la pelea. Pero al enviarlo a repetir por tercera ocasión como candidato a la alcaldía de Chilpancingo, su fuerza electoral se desvanecerá inevitablemente. Y el actual senador tricolor Manuel Añorve no es competencia para el senador Toro. A menos que se enquiste como dirigente nacional del PRI y pueda desde ahí, pactar con las altas esferas de poder del Morena,el regreso de ese partido al gobierno estatal. 2.- Es justo aquí donde radica la utilidad política del exrector Javier Saldaña. En una doble vertiente: si advierte que el Morena tiene cuerda política para aguantar otro sexenio en el gobierno estatal, no dudará en sumarse al proyecto del senador Toro. Pero si percibe que al PRI se le abren las condiciones políticas para su retorno, regresará al redil priista. Ya sea con Manuel Añorve si es postulado como candidato a gobernador. O jugando con la misma estrategia de siempre: ofertarse como aspirante sin partido para disputar él mismo, la candidatura por el gobierno estatal. El punto es que fuera de la UAGro, el exrector nunca ha competido en una elección abierta. Por eso la conveniencia de que vaya en solitario a su tercera postulación a la rectoría. En su fortaleza. Y su punto vulnerable. Así, sean Manuel Añorve o Javier Saldaña las cartas del PRI para la elección de gobernador de 2027, ninguno de los dos estaría en posibilidades reales de ganarle la disputa electoral al senador Toro. Pero es claro que este los necesita a ambos para su reelección como senador en la próxima elección del 2024. Y para mantener sin convulsiones políticas partidistas a la actual administración estatal. 3.- El punto de riesgo político para el senador Toro, es que esos acuerdos se rompan antes de tiempo. Y comience a operarse una guerra política de baja intensidad conforme se aproxime la elección de gobernador. Porque es claro que el senador Toro puede mantener para esa fecha, el blindaje de los votos guerrerenses. Y la bendición política presidencial. Pero estos también se diluyen progresivamente ante campañas soterradas implementadas en la llamada “guerra sucia”. Una situación que lo pondría eventualmente, contra las cuerdas. Porque si Javier Saldaña se mudó muy pronto y de manera oportunista de los dominios del PRI astudillista y añorvista al Morena, ¿acaso está asegurada su fidelidad política hacia este último partido? ¿O cómo ahora, se moverá conforme a los aires políticos de la conveniencia? Porque en política, las traiciones representan uno de los recursos más socorridos en campañas electorales. Y surgen de manera inesperada. Como se ve, la apuesta política de las alianzas priistas coyunturales del senador Toro es de alto riesgo. Y si no, al

Para refrendar su liderazgo en el Morena, el senador Toro destrabó el conflicto laboral en el Congreso local que la presidenta de la Jucopo, Yoloczin Domínguez Serna no quiso ni pudo operar. A pesar de no ser integrante de la actual legislatura local, Félix Salgado hizo frente a cuando menos tres situaciones concretas: conjuró un conflicto que amenazaba convertirse en literal bola de nieve. Exhibió la apatía y ausencia de solidaridad de la fracción legislativa del Morena para encontrar una salida. Y enfrentó la indiferencia priista y perredista que, silenciosamente, festejaban el desgaste morenista.

Javier Saldaña no tiene rival, pero busca la unidad para candidato a rector de la UAGro

La 1candidatura de Javier Saldaña Almazán a la rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) no sólo es justa, sino necesaria. Primero, porque es de hecho el mejor rector que ha tenido esa institución. Los seis años que estuvo al frente se recuerdan como una época de bonanza en la que hubo progreso material –edificios para aulas, laboratorios, centros de cómputo, canchas deportivas-, y de calidad académica–reconocimiento en el estado y a nivel nacional, becas, tecnología educativa-, que los universitarios quieren seguir teniendo y ver multiplicarse.

Con Saldaña la UAGro dejó de ser un mero coto de grilla política y de simulación académica, para vivir una evolución positiva hacia el cumplimiento de sus funciones sustantivas –academia, investigación y extensión/difusión de la cultura-, con un crecimiento espectacular en número y diversificación de licenciaturas, en presupuesto, y sobre todo en prestigio, toda vez que subió de ser uno de los últimos lugares del país como institución, a estar entre las diez universidades públicas mejor evaluadas a nivel nacional.

Todas esas realizaciones le dieron un gran poder de gestoría a Saldaña, que así logró apoyos históricos para la máxima casa de estudios, especialmente durante el gobier- no de Héctor Astudillo Flores, que fue de hecho el principal mecenas que dotó de obras y recursos públicos a la UAGro.

Sin embargo, a pesar del ansiado regreso de Saldaña Almazán, han surgido algunas figuras dentro de la institución que buscan competir por la rectoría –y están en su derecho-, convirtiendo el proceso electoral interno en una competencia que seguramente sería ganada de calle por el exrector. Pero para evitar confrontaciones y mantener la armonía en la UAGro, don Javier le apuesta a construir una candidatura de unidad que permita llevar a cabo el proceso de forma institucional y pacífica, como lo hizo hace 8 años, al ganar la rectoría por primera vez, y en su reelección de hace cuatro años.

El método se ve como el más viable para evitar que se suelten las fuerzas políticas que por años causaron conflictos internos. Y hoy esa es la oferta, es la propuesta de Saldaña para conservar la paz y mantener la ruta del éxito académico y de gestoría. Una oportunidad de oro para los universitarios que de verdad desean estudiar y trabajar. Y según lo dicho por el ya candidato Saldaña, las negociaciones avanzan y puede lograrse una candidatura de unidad. Ojalá lo logren, por el bien de miles de alumnos y maestros que le apuestan a la superación y el éxito profesional…

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