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Lectura Política Noé Mondragón Norato PRI y PRD: sobrevivencia, no competencia
En el escenario político real, PRI y PRD van a disputar en Guerrero, su propia sobrevivencia en la próxima elección de 2024. Sobre todo, si deciden no ir aliados. Porque los intereses de cada organización partidista son diferentes en el plano nacional que en el local. Una sola circunstancia los uniría: que el canciller Marcelo Ebrard no quede como candidato presidencial del Morena y decida competir bajo las siglas de una alianza partidista fuera de este último partido. Pero si Marcelo no queda y es disciplinado para que permanezca en el equipo político del actual presidente AMLO, entonces PRI y PRD van a apostar todo su resto a esa inédita coyuntura. De ahí se abre lo demás.
DISPUTAR LA EXTINCIÓN. –Las apuestas están divididas. Por un lado, el PRI tiene su alianza política amarrada entre dos personajes: el exgobernador Rubén Figueroa Alcocer y el senador Manuel Añorve Baños. Y el por el otro se agrupan el exgobernador perredista Ángel Aguirre Rivero con el nuevo propie- tario del partido Movimiento Ciudadano (MC), el exgobernador Héctor Astudillo Flores. La coyuntura abre los escenarios: 1.- El exgobernador priista no ha renunciado al PRI. Pero si el dirigente nacional de ese partido Alejandro Moreno Cárdenas Alito, no cede en la negociación interna tricolor las posiciones de poder que reclama, entonces se podría ir a fortalecer la alianza PRD-MC. Si se mira bien, esta hipotética unión es más conveniente para la dupla Astudillo-Aguirre. Porque si Marcelo Ebrard queda como el candidato a la presidencia por el Morena, es obvio que en Guerrero los partidos “de izquierda” que se le podrían sumar —aparte del PT y que el propio canciller aceptaría sin empacho alguno— serían justamente el PRD y el MC. Nunca el PRI. Al menos no abiertamente. Si Marcelo no queda como candidato y se va a encabezar la alianza opositora, entonces PRI-PRD-PAN y MC tendrían que ir unidos. En esa negociación política local se volverían a enfrentar como en la elección de gobernador de 2011 y de nueva cuenta los dos primos: Ángel Aguirre por parte del PRD. Y Manuel Añorve por el PRI. El exgobernador Astudillo se limitaría a meterse a una negociación de menor rango como dueño del MC en Guerrero. Pero no del PRI, vetado como está por Alito. 2.- Lo que está en juego al final de cuentas, es la curul senatorial.Manuel Añorve quiere repetir como senador asegurando su pase en la tercera posición o como primera minoría. Es decir, ganar perdiendo. Eso le garantiza meterse a la pelea por el gobierno del estado en la elección de 2027. El peor escenario para él sería colarse en la lista nacional tricolor como diputado federal plurinominal. Pero también quedaría perfilado para esa fecha electoral. Sin embargo, ahí se la acabaría la fuerza. Y por eso busca fortalecer su alianza política soterrada con el senador Toro. Una señal es ineludible: la cuerda política que le está dando al exrector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán para que realice proselitismo electoral anticipado a favor de Claudia Sheinbaum, la aspirante presidencial apoyada por AMLO. Y también para que se encumbre por tercera vez como rector. Al final y aunque el PRI vaya solo a la próxima elección, Añorve apelaría a los favores políticos del senador Toro, para que se opere un eventual voto cruzado que lo beneficie. Así como desde la UAGro Saldaña ya está operando para intentar cargar las fichas a favor de Claudia. 3.- Astudillo también busca la senaduría. Pero si se formaliza la alianza PRI-MC, el que va a ganar en la negociación, es el exgoberna- dor Ángel Aguirre. Y eso es altamente conveniente para el senador Toro. Porque se quitaría de enfrente la competencia electoral opositora para el 2027. Sobre todo, si Manuel Añorve no logra pasar como diputado federal plurinominal. Y el grupo Figueroa impulsaría hipotéticamente al senado al exdirigente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero, a través de la negociación subterránea con el secretario de gobernación y presidenciable también, Adán Augusto López Hernández. Como candidato al senado, es más probable que pierda la elección frente a la también probable candidatura a esa misma posición, de Ángel Aguirre. También lo haría Manuel Añorve si quedara como el candidato del PRI. Porque muy en el fondo, PRI y PRD disputan sobrevivencia, más que competencia electoral. Ese es el punto.HOJEADAS
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De
PÁGINAS…Resulta asombroso y hasta risible que el titular de la Auditoria Superior del Estado (ASE), Marco César Paris Peralta Hidalgo, asegurara que lleva a cabo “procedimientos legales” contra exfuncionarios de ese organismo fiscalizador, “por autoliquidaciones elevadas”. Pero no encontrara absolutamente nada sobre las cuentas públicas del exgobernador Héctor Astudillo. Tampoco de los manejos oscuros de su antecesor, Alfonso Damián Peralta. Y se advierte que esos procedimientos legales llevan dedicatoria para el extitular de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, el morenista Alfredo Sánchez Esquivel, enfrascado en una visible reyerta política con la diputada local del Morena, Yoloczin Domínguez Serna. Los embates políticos apenas empiezan.