La pulga y el piojo se quieren casar, pero no se casan por falta de pan.
Se asomó el gorgojo desde su trigal: –Hágase la boda que yo pongo el pan. Ya no es por el pan que ya lo tenemos, ahora es el vino ¿dónde lo hallaremos?
Descendió la araña desde su alto pino: –Hágase la boda que yo doy el vino. Ya no es por el vino que ya lo tenemos, ahora es quien coma ¿dónde lo hallaremos?
Contestó el zamuro desde su alto copo: –Hágase la boda que yo como poco. Ya no es por quien coma que ya lo tenemos, ahora es quien cante ¿dónde lo hallaremos?
Respondió la rana desde el platanal: –Hágase la boda que yo iré a cantar. Ya no es por el canto que ya lo tenemos, ahora es quien toque ¿dónde lo hallaremos?