Premios y obesidad, ¿están relacionados por un mal uso?

En general, a todos los propietarios nos gusta premiar a nuestros perros y gatos. Pero debemos informar a los clientes de lo que ofrece el mercado y de cuáles son las formas más saludables de hacerlo. Educarles en este sentido repercutirá positivamente en sus mascotas.

A pesar de que hay una clara tendencia de los consumidores por los alimentos saludables, todavía hay un 39 % de obesidad en USA, y se estima que en España se supera el 25 %. Muchos ya somos conscientes e intentamos premiarnos con un dulce saludable que incluya flavonoides (p.e. plátano y arándanos secos) o con un snack cargado de antioxidantes. Muchos propietarios sienten la necesidad de hacer lo mismo con sus compañeros peludos, puesto que son parte de la familia. Pero no todos recurren a estos snacks saludables, sino que acaban proporcionándoles chocolatinas y dulces de consumo humano, embutidos, pan, restos del plato, etc. ¿Quién puede resistirse a un perro que nos pone “ojitos” cuando estamos comiendo un aperitivo o un dulce?

Afortunadamente dentro del sector de alimentación para perros los premios o snacks saludables están en constante evolución y cada vez son más populares. Se suelen utilizar tanto para entrenarles como para mimarles y forjar un vínculo más estrecho con ellos.

Obesidad por falta de conocimiento

Sin embargo, hasta el 60 % de los gatos y el 56 % de los perros en 2017 presentaban problemas de obesidad en los Estados Unidos, según datos de la Association for Pet Obesity Prevention (APOP). Tal solo el 17 % de sus propietarios son conscientes de que tienen un problema. Se estiman valores similares en Brasil, China, Rusia y Reino Unido. Parece ser que el dicho de que los perros se parecen a sus dueños se cumple también en este aspecto. La cifra en el mundo ronda el 50 %. Es difícil encontrar datos con respecto a España, pero en un estudio realizado en la Universidad de Zaragoza sobre 100 perros, el 31 % presentaba sobrepeso y el 14 % obesidad. Se estima que la cifra es similar a la de la obesidad humana.

Los nutricionistas consideran que el principal problema deriva de la falta de conocimiento por parte de los propietarios del total de calorías que les aportan a sus mascotas. Lo cierto es que los animales de compañía juegan con las emociones de sus propietarios y muchos reconocen que dan estos premios para verlos “felices” o para compensar la falta de dedicación durante el día (por un sentimiento de culpabilidad cuando los dejan solos).

¿Podemos intervenir desde la tienda?

Sea como sea tenemos la posibilidad de educar a estos propietarios para hacerles saber que pueden premiar a sus mascotas a través del juego y con muestras de cariño. Debemos indicarles los problemas que vienen asociados a la obesidad (contribuye al desarrollo de enfermedades graves como artritis, pancreatitis, diabetes, etc.) e informarles de que un peso por encima del 10 % del peso ideal indica sobrepeso y superar el 20 % ya se considera obesidad.