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ERRORES y ACIERTOS a la hora de educar

un buen comportamiento

Un buen comportamiento canino y felino Perros y gatos tienen un comportamiento marcado por las experiencias que viven desde temprana edad. Los clientes deben saber cómo educarlos y cómo evitar que se desarrollen problemas comportamentales. Tener claro desde el principio cuáles son los errores y aciertos a la hora de educarlos o la importancia del entrenamiento y juego se tratan en este número.

Errores y aciertos a la hora de educar

Para educar se debe tener en cuenta la especie con la que se está tratando, sus necesidades, su idiosincrasia, su fisiología y su comportamiento. Y dentro de la especie, se deberán considerar siempre las características particulares de cada individuo. Se trate de la especie que se trate, el bienestar debe primar por encima de todo en cualquier acción realizada. Te facilitamos un decálogo básico que puede servir de guía para esta tarea.

Rosana Álvarez Veterinaria especialista en Medicina del comportamiento

Acredit. AVEPA Directora de Etolia. Etología veterinaria.

La educación es una de las tareas que abordamos muchas familias en las que convivimos personas con animales y adultos con niños. Pero hemos de reconocer que para educar se debe estar muy preparado y es una materia muy densa y complicada para la que no todo el mundo está capacitado.

Requiere mucho tiempo, esfuerzo y estudio si se quiere hacer lo mejor posible. Entendemos que se debe educar desde el respeto por la especie, por la ciencia y por el bienestar del individuo. Hay que empezar a educar al animal, sea perro o gato, desde el momento en el que llega al hogar.

Errores

1. Tenencia no responsable

El error numero 1 es adquirir o adoptar un animal cuando no se tiene capacidad, espacio, tiempo y dinero. Una decisión responsable debe guiar los primeros pasos en la introducción de un nuevo miembro en la familia. Las protectoras están llenas de animales que son dejados por este motivo que parece tan simple pero es frecuentemente olvidado. Recomienda a tus clientes que lo piensen bien antes de acompañar su vida con un animal, que no es para un rato, es para siempre.

2. No tener en cuenta el bienestar y las emociones

Los animales son seres vivos y muy a menudo esto se olvida. Sienten y padecen igual que nosotros. A la hora de educar se debe tener esto en cuenta por encima de todo y no causarles daño, ni física ni emocionalmente. No hay que olvidar que la ausencia de emociones positivas también es negativo.

3. Falta de formación

Para enfrentarse a la educación de un animal hay que estar mínimamente formado, sobre todo en la teoría del aprendizaje y en la interpretación del lenguaje de la especie. De otra manera no podrá existir una comunicación bidireccional para poder entendernos.

4. Ponerlo difícil desde el principio

El aprendizaje debe comenzar desde lo más sencillo e irse complicando poco a poco y basarse en el éxito para emprender las siguientes tareas con motivación. Si lo ponemos muy difícil solo generaremos frustración y desgana. 5. Pedir demasiado

Tareas para las que el animal no está preparado, ya sea por edad, por especie o por el estado en que se encuentra el proceso de aprendizaje.

6. Utilizar métodos negativos y teorías obsoletas

Si queremos que el animal aprenda con motivación, sin estrés y que disfrute evitaremos cualquier método negativo o coercitivo. Estas técnicas no solo causan estrés y frustración, sino que merman la calidad del vínculo con el tutor y el bienestar del animal, además de no producir aprendizaje. Los gritos, la tensión, la falta de paciencia y de comprensión, así como de formación son enemigas del aprendizaje y la educación. Disponemos de muchas evidencias científicas que lo avalan. Educar basándose en el miedo no es educar, sino maltratar.

7. Educar a todos igual

Cada animal tiene sus características particulares, su personalidad y su sensibilidad física y emocional, y estas deben ser tenidas en cuenta a la hora de la educación. Educar a todos igual nos llevará a errores muy graves, no solo de método, sino de resultados.

8. Pensar en "humano"

No tener en cuenta las características y necesidades de la especie con la que estamos trabajando es un error de base y se suele deber a la falta de formación. Si no nos ponemos en el lugar del individuo que tenemos enfrente no estaremos eligiendo el camino adecuado en nuestra tarea de educarlo.

9. No tener en cuenta los avances

Cada animal aprende y avanza a su ritmo y nuestras expectativas frecuentemente son demasiado altas. Es necesario respetar esto y pararse a observar y analizar los pequeños avances alcanzados.

10. Ver la televisión y escuchar a otras personas como base formativa

A día de hoy no hay ningún programa en la televisión que muestre la manera real y científica de educar a un animal. Recomienda que dejen de ver la tele, de aplicar lo que dice la gente y que lean libros o contraten un profesional formado y actualizado.

Aciertos

1. Educar desde la responsabilidad y el respeto

Responsabilidad por saber lo que se hace y con quién se hace y por asumir los retos que nos hemos planteado; respeto a la especie, al animal y al individuo, a su forma de ser y de comportarse y a sus necesidades, a la ciencia como base de estudio y de formación y a las sensibilidades y capacidades de cada miembro del binomio.

2. Utilizar el refuerzo positivo

Dejar de perder el tiempo castigando lo que no se quiere para emplearlo en enseñar lo que se quiere mediante el refuerzo positivo. Los esfuerzos verán su fruto mucho más rápido y todos estarán mucho más contentos.

3. Tener en cuenta el bienestar y las emociones

No se puede educar sin saber qué es el bienestar y qué acciones o técnicas le afectan. Asimismo, conocer el mundo emocional y cómo se manifiesta en el comportamiento es necesario para saber cómo se encuentra el individuo y adaptar el método y el ritmo de aprendizaje.

4. Disponer de una formación sólida y actualizada

La formación es nuestra mejor aliada. La teoría del aprendizaje y el lenguaje de la especie nos ayudarán a enseñarle a aprender y a interpretar lo que nos quiere decir en cada momento. Pero buscar las fuentes adecuadas es complicado, debemos dejarnos asesorar por profesionales formados y actualizados científicamente. Y esto no lo encontrarán en la tele, sino en la clínica veterinaria.

5. Crear un entorno “cero fallos”

Si queremos que el animal aprenda y esté motivado por y para ello, hay que ponérselo fácil, y una de las maneras de hacerlo es el control del entorno. Hay que adecuarlo para que el animal no falle y encuentre la solución a la primera. Esto le hará obtener su refuerzo positivo y le imprimirá el impulso necesario para continuar.

Nadya Buyanowa/shutterstock .com 6. Marcarse metas pequeñas y tener paciencia

Los objetivos cercanos y los criterios sencillos producen más cantidad y velocidad de aprendizaje, ya que se obtiene el refuerzo positivo más fácilmente. Esto le imprime fluidez al entrenamiento y produce emociones positivas.

7. Darse cuenta de los avances y aprender de los errores

Motivarse por los avances, aunque sean pequeños y no atascarse en los errores. Saber empezar de nuevo si se ha fallado y siempre en positivo.

8. Tener en cuenta al individuo que se tiene delante

Cada animal tiene sus particularidades y necesidades y aprende a un ritmo diferente. El respeto a la individualidad nos hará ser mejores maestros.

9. Ser constante, paciente y consistente

Los éxitos no se consiguen en dos días, sino que son el resultado de un proceso largo. Lo barato y rápido nunca es lo mejor.

10. Educar al animal en su entorno, en su familia

Es donde el animal tiene su base de seguridad y de convivencia y donde debe recibir su educación. Dejarlo interno en un centro puede parecer más fácil, pero no es una buena idea.

Como recomendación final simplemente recalcar que un perro o un gato es un miembro de la familia, y como tal merece respeto y atención, así como educación. Esta es simplemente una guía. Recomienda siempre acudir a un veterinario especialista en medicina del comportamiento para un asesoramiento personal e individualizado.

A k i n t e v s / s hu tters tock. com Bibliografía disponible en www.grupoasis.com/ especies/bibliografias/ errores248.docx

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