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Un SURICATO en casa?
from Especies 193
by Grupo Asís
Desde hace algún tiempo los suricatos (Suricata suricatta) se han empezado a popularizar como mascotas. Una moda importada en la que los comercios especializados juegan un papel clave para evitar que la compra compulsiva de esta especie acabe acarreando consecuencias negativas.
Los suricatos (Suricata suricatta) pertenecen a la familia de las mangostas y habitan en zonas áridas de Sudáfrica, Namibia, Angola o Botsuana. En sus territorios cavan complejas galerías subterráneas donde guarecerse, o modifican las de otras especies para adaptarlas a sus necesidades. Conviven en grupos de varias decenas de individuos, a veces más de 50, con una estructura claramente jerarquizada. Estos clanes establecen diferentes roles dentro del grupo. Algunos de esos roles son estables, como la posición de las parejas reproductoras del grupo, a las que el resto de congéneres ofrece su ayuda a la hora de cuidar a los pequeños; otras funciones tienen carácter rotativo, como la de vigía, pendiente de los peligros que puedan acechar al clan.
Se mantienen activos durante el día y toman el sol para regular la temperatura de su cuerpo. Pasan la noche durmiendo en grupos, y durante las frías noches su temperatura desciende algunos grados. Con una longevidad que ronda los 10 años, alcanzan la madurez sexual al año de edad. Y tras una gestación que ronda las 11 semanas, dan a luz entre uno y cinco pequeños, que abandonarán la madriguera sobre su tercera semana de vida, aunque siempre bajo la atenta mirada y protección de todo el clan, especialmente la de las hembras designadas como niñeras.
No para todos los públicos
Los ejemplares que se comercializan son en su inmensa mayoría procedentes de la cría en cautividad desde varias generaciones. De todos modos, esto no los convierte en un animal de compañía.
Se trata de una especie que requiere de cuidados complejos y costosos en cautividad que difícilmente podrá proporcionar un particular. Por ello, básicamente serán colecciones zoológicas, públicas o privadas, las que podrán responsabilizarse de su mantenimiento.
Algunas peculiaridades de su comportamiento marcan los principales aspectos a tener en cuenta para su mantenimiento en cautividad.
Convivencia y territorialidad
Pertenecen a una especie gregaria y necesitan constantemente del vínculo con su grupo, por lo que no se les debe mantener aislados. Por otro lado, su carácter territorial comporta que incorporar nuevos animales en un grupo establecido sea dificultoso. Incluso la reincorporación de ejemplares que han estado separados temporalmente debe realizarse con cautela, y preferiblemente se realizará en subgrupos de al menos tres animales.
Los suricatos, incluso los salvajes, se habitúan rápidamente a la presencia humana, y si se crían con humanos desde pequeños rara vez muerden. Ahora bien, su aspecto simpático y tierno no debe llevar a confusión. Sus afilados dientes pueden propiciar mordeduras importantes al asustarse, por sentirse incómodos, durante el juego o incluso sin motivo aparente.
Hábitat naturalizado
El mercado no ofrece ningún tipo de habitáculo específico para suricatos, y mantenerlos libres en una casa supone exponerlos a multitud de peligros, ya que tienden a inspeccionar e ingerir todo aquello que tienen a su alcance, además de obligarnos a convivir con el intenso olor de sus glándulas anales con el que marcan constantemente sus dominios.
Así pues, para albergarlos se debería construir una instalación lo más grande posible. Dado su carácter activo, el enriquecimiento ambiental será un aspecto clave.
Se les deberá proporcionar una gruesa capa de arena que les permita cavar, una de sus actividades favoritas, teniendo en cuenta que los laterales y el suelo de la instalación tendrán que asegurarse para evitar fugas. También se puede construir un entramado con algunos túneles, utilizando por ejemplo tubos de PVC que simulen las galerías.
Un termitero artificial en la instalación de los animales les ofrecerá un lugar desde donde otear su territorio, además de ser un punto estratégico sobre el que plantear diversas opciones de enriquecimiento ambiental, refugio o barrera visual para ayudar a calmar los ánimos en caso de conflicto en el grupo. Un punto elevado en la instalación siempre es necesario, por lo que en caso de no proporcionarles un termitero, al menos se introducirá una roca o tronco de gran tamaño.
La humedad elevada y sobre todo el frío afectan negativamente a la salud de los suricatos. En el clima español se pueden mantener al exterior a lo largo de todo el año, y de hecho la aportación de luz solar es necesaria. Con el sol aumentan su temperatura corporal, refrescándose al tumbarse sobre su vientre contra un suelo sombrío. En cualquier caso, requerirán de una zona de abrigo calefactada en la instalación, utilizando por ejemplo lámparas de infrarrojos.
Alimentación
Pese a su pequeño tamaño, con un peso que ronda los 700 g, son muy activos, y pasan gran parte del día alimentándose. En estado salvaje su dieta es extremadamente variable y está formada en más de un 80 % por insectos.
En cautividad se les puede ofrecer comida para gatitos de alta calidad, alimento compuesto para animales insectívoros, carne, insectos, huevos o fruta. Existen diferentes formatos de dietas que han demostrado ser equilibradas, y todas ellas tratan de imitar el gran espectro de alimentos que consumen los suricatos en estado salvaje. Cuidados veterinarios
Resultan especialmente sensibles a la toxoplasmosis, aunque la mayoría de problemas veterinarios en ejemplares nacidos en cautividad son debidos a la ingestión de cuerpos extraños.
Requieren una higiene estricta en la instalación y una dieta adecuada. De manera preventiva se deberá visitar regularmente a un veterinario especializado en animales exóticos para establecer una pauta de vacunación en caso de que lo considere necesario (contra el moquillo, la panleucopenia felina o la rabia), así como para realizar un chequeo de heces, boca y análisis de sangre.

sergi cOnde lÁzarO imágEnEs cEdidas por EL autor
Ejemplo de dieta para suricatos utilizada en el Chicago Zoological Park
1 uva 1 pedazo de naranja 1-2 pedacitos de manzana 1-2 pedacitos de zanahoria (cruda o cocida) 1-2 pedacitos de batata (cruda o cocida) 1 rodaja de banana 1 pedazo de huevo cocido 1/8-1/4 de vaso de Nebraska Feline Diet
1 vez por semana
1 pescado pequeño (Eperlano) añadido a la ración de Nebraska Feline Diet
2 veces por semana
1/6-1/8 de vaso de corazón de buey con calcio sustituyendo la ración de Nebraska Feline Diet
4 veces por semana
1-2 pedacitos de costilla de caballo sustituyendo la ración de Nebraska Feline Diet
1 vez cada dos semanas
1 ratón
Ocasionalmente
Apio, guisantes, uvas pasas, pera, papaya, verduras, etc.