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Los INTANGIBLES

Sumidos en un mercado competitivo, el simple comercio de mercancías ya no es suficiente: hay que buscar más allá para asegurarnos el éxito empresarial.

enrique daries MOnzó contable y lic. admin. empresas

dublino y asociados sl

Si hablamos de activos, quizá lo primero que recordemos es que son recursos que forman parte de una empresa de los cuales se obtiene un rendimiento, como lo pueden ser un local o una máquina de producción. Normalmente cuando aludimos a ellos solemos hacer referencia a los activos tangibles, los que son materiales y podemos ver y tocar fácilmente.

Sin embargo, si de lo que tenías ganas era de saber más acerca de los activos tangibles… lo siento, pero esto va de intangibles.

Ya sabemos que los activos intangibles son aquellos de origen inmaterial, que no se pueden palpar y de los que quizá sólo una pequeña parte se tienen en cuenta en el balance. Para ejemplificarlos, podemos ver a empresas con patentes cuya adquisición ha tenido un coste para obtenerlas como derechos de autor, franquicias, etc. o demás activos que se incluyen en la contabilidad y que pueden ser amortizados periódicamente, aplicándoles una medida de depreciación sobre su valor.

Sin embargo, existen otros activos intangibles de los que no se habla habitualmente hasta ahora y a los cuales cabe prestar algo más de atención: nos referimos a aquellos activos que se generan dentro de un negocio o empresa y que no se valoran contablemente, por lo que tendemos a no valorarlos ni a tenerlos presentes pero que cada vez están cobrando mayor protagonismo en la actividad de las empresas puesto que son los mismos los que diferencian a un negocio de otro, creando un valor añadido en la empresa y haciéndolos más inimitables. con tanta guerra de precios, por lo que el simple comercio de mercancías ya no es suficiente. Por ello adquiere tanta relevancia el concepto del valor añadido en las empresas y recurrimos a él para ser más competitivos.

Para saber sobre qué elementos estamos haciendo referencia, hagamos mención sobre ellos: estamos hablando de elementos como la experiencia en tu sector, la reputación dentro del mercado, poseer un gran capital humano dentro de tu plantilla, el “know-how” o saber hacer niendo éxito. Por eso mismo, es lo más difícil de copiar y hace que el negocio tenga un buen elemento diferenciador.

Hacer visibles los intangibles ocultos

Muchos negocios me preguntan sobre cómo generar ventajas competitivas sobre otros o cómo desarrollar un valor añadido, pero muchas veces son buenos en lo que son buenos y por ello la solución es potenciar y hacer más visibles sus intangibles ocultos.

Probablemente tu negocio también tenga activos intangibles ocultos y quizás no seas conocedor de ellos. Por ello, búscalos, conócelos y poténcialos, porque a veces ellos son el factor diferencial con respecto al mercado y a tus competidores:

Existen activos intangibles que no se valoran contablemente pero que están cobrando mayor protagonismo en la actividad de las empresas.

Valor añadido

El valor añadido es un término de marketing que hace referencia a un servicio extra que es percibido por el cliente como un aumento de calidad del servicio o producto. De este modo, genera cierta diferenciación frente al resto de productos o servicios del mismo sector, y hace que el cliente repita la experiencia y fomente la difusión de publicidad de este mediante el boca-oído.

Actualmente actuamos en un mercado donde acceder a un tipo determinado de artículo ya no es un misterio, pues existe Internet y además estamos abrumados sobre un producto o servicio, etc. Se trata de elementos que, aunque carezcan de un valor real y por ello no los tengamos en cuenta a la hora de enumerar nuestro verdadero activo, aportan un gran valor a nuestro negocio e influyen en la actividad de la misma y en sus resultados.

Podemos generalizarlos dividiéndolos en capital humano, capital estructural, reputación de la marca... En definitiva, se trata de elementos que son muy difíciles de valorar y de medir, por lo que muchas veces, si un negocio va bien es difícil saber por cuál de todas las acciones que ese negocio desarrolla está te-

1. Identifica tus intangibles ocultos

Tómate un tiempo para descubrirlos, pregunta a tu equipo, haz una encuesta a tus clientes, etc. Una vez los conozcas podrás valorar y desarrollar tus estrategias empresariales sabiendo en qué eres bueno y con qué elementos puedes verdaderamente diferenciarte y destacar.

2. Mímalos y protégelos de terceros

Si tu intangible oculto es por ejemplo tu equipo, cuídalo, y si es tu tipo de servicio cuida sus detalles. Es un activo que requerirá de una atención e inversión no siempre económica, como es el caso de un activo tangible o intangible contabilizable, pero que te puede dar muy buenos resultados. mentos protagonistas de la misma. Sácales partido y utilízalos como parte de la identidad de la empresa.

En definitiva, ve más allá de los balances y empieza a contar también con aquellos elementos que quedan fuera de la contabilidad y que puedan aportar mayor valor a tu empresa, que puedan ser parte de tus fortalezas y que te ayuden a desarrollar estrategias más competitivas. Gracias a estos elementos tu empresa puede valer más de lo que las propias cifras cuentan.

Probablemente tu negocio también tenga activos intangibles ocultos y quizás no seas conocedor de ellos.

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