The Mood

Cuando dos se convierten en uno ocurre lo inesperado y se transforma en amor.

Estudio Crisantemo @estudiocrisantemo — fotos

¿Que los cuentos de hadas no existen? Por supuesto que sí. La fantasía se encuentra cara a cara con su más hermosa realidad cuando hay que contrastar, sumar, experimentar, jugar. Con el color, con los materiales, con la esencia de la naturaleza, con esos espacios que se dejan enamorar por los atardeceres, con esos escenarios eternos, infinitos, perfectos, naturales… La materialización esperada de la eternidad.

textos— Melissa Lara

Para María y Phillip, no hacía falta una lista interminable de invitados ni un espectáculo de luces, si no la oportunidad de celebrar con los indicados.

Crear desde la libertad, ése parece ser el secreto para tener una boda auténtica, diferente, sorpresiva. Una celebración que no sea de todos, sino que refleje la esencia de dos. La promesa de amor que encuentre su materialización en espacios únicos, paletas de color vibrantes y, por qué no, un toque de neón. El poder de hacer una boda honesta, sin complicaciones y sin pretensiones. El poder de ser creadores, directores y guionistas de un sólo día que puede revivirse cuantas veces se quiera… eso es.

Paulina y Batiz eligieron Hotel San Bernardo en Jalisco, donde la naturaleza sería su alidada para un paisaje de encanto.

La sutileza traza un camino ideal cuando redescubre texturas, materiales y contrastes. La suma de las partes se hace más interesante en la mezcla de flores y follajes, hierbas de pampa y frutas. La decoración de boda convertida en un bodegón perfecto, un encuentro cercano con una estética sublime, atemporal. El enfoque de todo aquello que se manifiesta en los pequeños detalles y se potencia en un proyecto creativo que rebasa el tiempo y el espacio. Una jornada que sucede en un instante y permanece en la memoria para siempre.

cortesía — foto