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Saluda del alcalde de Toledo
Me dirijo a todos vosotros con el honor inmenso y, también, con la alegría de celebrar, un año más, la Feria y Fiestas en honor a la Virgen del Sagrario.
Para cualquier toledano, la llegada del 15 de agosto supone un motivo de orgullo, de entusiasmo e, incluso, si me permitís, de emoción. Así lo siento yo, como alcalde, pero también como un ciudadano más, que vive y disfruta de las fiestas durante estos días.
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Me siento agradecido por la confianza depositada en mi persona para ostentar la representación de todos los toledanos. Es mi deseo servir a la ciudad con diligencia, con trabajo y tratando de buscar en las actuaciones los aciertos que permitan el progreso y el avance de Toledo.
Una de mis primeras acciones como alcalde fue depositar a los pies de la Virgen del Sagrario el Bastón de Mando de la ciudad. Con este hecho, y de manera simbólica, busqué la protección y el amparo para dar solución y respuesta a los problemas y preocupaciones durante el tiempo que se extienda este mandato.
Quiero gobernar para todos, independientemente de sus creencias, pensamientos u opiniones. Y, sobre todo, quiero que Toledo avance, que sea referente cultural, deportivo y turístico en Europa, pero también un modelo de inclusión.
Son muchos los proyectos en los que este equipo de Gobierno ya está trabajando y que, más adelante, nos invitarán a hacer balance de gestión, pero ahora es el momento de olvidarse de problemas y preocupaciones.
Os invito a disfrutar con alegría de la Feria y Fiestas que hemos preparado para todos vosotros. Por ello quiero agradecer a todo el personal que integra la Concejalía de Festejos el esfuerzo, la dedicación y el entusiasmo con el que han preparado estos festejos para disfrute de todos los públicos.
También agradezco a los encargados de proporcionar la seguridad y a los trabajadores que velarán estos días por el correcto desarrollo de las actividades, sin su trabajo nada de esto sería posible.
Toledo se mantiene vinculada a la Virgen del Sagrario desde hace muchos siglos y, por ello, es nuestra responsabilidad mantener vivas las tradiciones y hacer de ellas un ejemplo de unidad. Es el legado que nos dejaron los que nos precedieron y el que nosotros debemos mantener y cuidar para depositarlo en manos de los que nos sucederán después.
Os reitero mi agradecimiento y os traslado mi mejor deseo para que las fiestas inunden Toledo de emoción, de color, de magia, de música, de gigantes y cabezudos; en definitiva de miles de sonrisas que harán de nuestra ciudad un lugar mejor, y un referente de convivencia y de respeto. Con los mejores deseos, os envía un fuerte abrazo vuestro alcalde y amigo.
