Burgos Las Glosas Silenses oct 2020

José Manuel Ruiz Asencio Mauricio Herrero Jiménez, Irene Ruiz Albi

C

B

35 Las Glosas Silenses. Estudio crítico y edición facsímil. Versión castellana del Penitencial

Tradicionalmente fechadas las Glosas en el siglo XI, datación en la que coincidieron desde Priebsch o Férotin hasta García Villada, Menéndez Pidal las consideró de finales del siglo X, al parecer influenciado por Gómez Moreno, aunque ya Díaz y Díaz y otros especialistas volverían a la cronología inicial, también ratificada por Sir Edward Maunde-Thompson (1882) y atrasada al XII por Dom Germain Morin. En esta edición, que aporta novedades de importancia, Ruiz Asencio, Ruiz Albi y Herrero Jiménez las sitúan definitivamente h. 1110.

Las Glosas Silenses Estudio crítico y edición facsímil Versión castellana del Penitencial

Prólogo de Santiago Muñoz Machado Gonzalo Santonja Gómez-Agero, José A. Pascual Rodríguez, Ramón Santiago Lacuesta, Miguel C. Vivancos Gómez, Carlos Pérez González, José R. Morala Rodríguez, José Antonio Bartol Hernández, Rosa María Espinosa Elorza, Mª Nieves Sánchez González de Herrero

Colección Beltenebros

Cubierta Penitencial Glosas v15 - Ancho de 24 mm -.indd Todas las páginas

06/10/2020 16:14:45

Texto Glosas v133.indd 2

05/10/2020 10:37:54

Las Glosas Silenses Estudio crítico y edición facsímil Versión castellana del Penitencial

Texto Glosas v133.indd 3

05/10/2020 10:37:54

Texto Glosas v133.indd 4

05/10/2020 10:37:54

José Manuel Ruiz Asencio Mauricio Herrero Jiménez Irene Ruiz Albi

Las Glosas Silenses Estudio crítico y edición facsímil Versión castellana del Penitencial Prólogo de Santiago Muñoz Machado Gonzalo Santonja Gómez-Agero, José A. Pascual Rodríguez, Ramón Santiago Lacuesta, Miguel C. Vivancos Gómez, Carlos Pérez González, José R. Morala Rodríguez, José Antonio Bartol Hernández, Rosa María Espinosa Elorza, Mª Nieves Sánchez González de Herrero

Colección Beltenebros 35

Texto Glosas v133.indd 5

05/10/2020 10:37:54

PATRONATO DE LA FUNDACIÓN INSTITUTO CASTELLANO Y LEONÉS DE LA LENGUA Junta de Castilla y León, Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León, Cámara de Comercio e Industria de Burgos, Universidad de Burgos, Universidad de León, Universidad de Salamanca, Universidad de Valladolid, Diputación Provincial de Ávila, Diputación Provincial de Burgos, Diputación Provincial de León, Diputación Provincial de Palencia, Diputación Provincial de Salamanca, Diputación Provincial de Segovia, Diputación Provincial de Soria, Diputación Provincial de Valladolid, Diputación Provincial de Zamora, Ayuntamiento de Ávila, Ayuntamiento de Burgos, Ayuntamiento de Aranda de Duero, Ayuntamiento de Miranda de Ebro, Ayuntamiento de Palencia, Ayuntamiento de Salamanca, Ayuntamiento de Segovia, Ayuntamiento de Soria, Ayuntamiento de Valladolid, y Ayuntamiento de Zamora.

DIRECTOR GENERAL

GONZALO SANTONJA GÓMEZ-AGERO GERENTE

LUIS GONZÁLEZ FERNÁNDEZ

Colección: BELTENEBROS N.º 35 © De la edición: FUNDACIÓN INSTITUTO CASTELLANO Y LEONÉS DE LA LENGUA. © De los textos: SUS AUTORES. ISBN: 978-84-92909-99-5 Depósito Legal: BU 66-2020 1ª Edición, 2020 Maquetación: David Rubio Galindo Impresión y Encuadernación: Editorial Mic Reservados todos los derechos. No se permite reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la información ni transmitir alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado –electrónico, mecánico, fotocopia, grabación, etc.– sin el permiso previo de los titulares de los derechos de la propiedad intelectual.

Texto Glosas v133.indd 6

05/10/2020 10:37:55

ÍNDICE GENERAL PRÓLOGO, Santiago Muñoz Machado ............................................................................. 11 SIEMPRE EN SILOS, Gonzalo Santonja Gómez-Agero .................................................... 17 I. PRELIMINARES ........................................................................................................... 29 I.1 Sobre el Penitencial de Silos, los documentos de Cardeña y Fr. Francisco de Berganza, José A. Pascual Rodríguez y Ramón Santiago Lacuesta .................................................. 31 I.2 Las llamadas Glosas Silenses: un estado de la cuestión, Miguel C. Vivancos, O.S.B. ..... 53 II. ESTUDIO Y EDICIÓN CRÍTICA DEL MANUSCRITO DE LAS GLOSAS SILENSES (ADD. 30853 DE LA BRITISH LIBRARY), José Manuel Ruiz Asencio Irene Ruiz Albi, Mauricio Herrero Jiménez ................................................................... 79 II.1 Introducción ................................................................................................................ 81 II.2 Composición material del manuscrito ......................................................................... 82 II.3 La escritura del Penitencial y las Glosas ........................................................................ 92 II.4 El influjo Carolino. Presencia de la abreviatura (uel) .................................................. 114 II.5 La epístola Sancti Saluatoris o del precepto dominical ................................................ 124 II.6 Aproximación a Pedro Ermengaud, obispo de Nîmes ................................................. 126 II.7 Estructura político-social y monetario ........................................................................ 130 II.8 La datación del Ms. British Library Add. 30853 ......................................................... 137 II.9 ¿Dónde se copió el Add. 30853? ................................................................................ 141 II.10 La edición de las Glosas Silenses .............................................................................. 146 III. TRANSCRIPCIÓN, José Manuel Ruiz Asencio, Irene Ruiz Albi, Mauricio Herrero Jiménez ..................... 151 IV. PENITENCIAL SILENSE, PRIMERA VERSIÓN EN CASTELLANO, Carlos Pérez González ................................................................................................ 185 V. LA LENGUA DE LAS GLOSAS ................................................................................. 207 V.1 Aspectos gráfico-fonéticos en las Glosas Silenses, José R. Morala ................................ 209 V.2 Artículo, demostrativos, pronombres y conjunciones en las Glosas Silenses, José Antonio Bartol Hernández ................................................................................. 227 V.3 Morfología y sintaxis en las Glosas Silenses: indefinidos, relativos, verbos, adverbios y preposiciones, Rosa María Espinosa Elorza .............................................. 237 V.4 El léxico de las Glosas Silenses. Elementos nominales, Mª Nieves Sánchez González de Herrero ................................................................... 257 VI. ÍNDICES, José Manuel Ruiz Asencio, Irene Ruiz Albi, Mauricio Herrero Jiménez .... 269 VI.1 Index verborum del Penitencial ................................................................................ 271 VI.2 Index verborum de Glosas ........................................................................................ 289 VI.3 Índice numérico de Glosas ....................................................................................... 295 VI.4 Índice alfabético de Glosas ....................................................................................... 305 VII. GLOSAS SILENSES, FACSÍMIL ............................................................................. 309

Texto Glosas v133.indd 7

05/10/2020 10:37:55

Texto Glosas v133.indd 8

05/10/2020 10:37:55

Las Glosas Silenses Prólogo

Texto Glosas v133.indd 9

05/10/2020 10:37:55

Texto Glosas v133.indd 10

05/10/2020 10:37:55

PRÓLOGO

Me llega este libro sobre las Glosas silenses, maquetado ya. Su editor me invita amablemente a que lo prologue; lo que acepto, agradecido porque se cuente con la Academia para presentar una obra fundamental para entender algunos aspectos importantes referidos al pasado de nuestra lengua.

Cambiar la búsqueda de las piedras sillares de las murallas de Troya por la interpretación de las letras de un pergamino antiguo, que a finales del siglo XI estaba en la biblioteca del monasterio de Silos, forma parte del tipo de arqueología que practican los filólogos para desvelar una parte de nuestro pasado, en este caso del de nuestra lengua. La publicación de este libro es algo por lo que podemos felicitarnos, pues se trata de un hito difícil de superar, en ese camino que se ha recorrido en el campo de la filología desde que en las Antigüedades del Padre Berganza se dio cuenta de la existencia de las glosas silenses, y que se ha de seguir obligatoriamente recorriendo.

En este breve texto de finales del siglo XI, escrito, como no podía ser de otra manera, en latín, se iban precisando las penas, pecuniarias también, a las que el confesor debía acudir para imponer la penitencia a quienes habían caído en alguno de los múltiples pecados que se van detallando a lo largo del penitencial. Bastantes palabras que aparecen en él, como ocurre con otros textos de la época, remiten a unas glosas en las que ya asoma el romance. Se entenderá el interés que tienen estas como testimonio de la lengua del pasado, siendo de época tan antigua y, por lo tanto, la importancia de haberlas estudiado con el esmero con que se ha hecho aquí.

En cuanto llegó el libro a mis manos, me puse a ojearlo. Empecé dirigiéndome directamente a la reproducción facsímil del breve texto del penitencial. Elegí una línea al azar (en la pág. 323, f. 315r) y llegué a leerla. Claro que con alguna dificultad, aunque tenía el apoyo de la transcripción que se hace del texto (realmente cuidadosa, una de las más pulcras que conozco) pasando varias veces de la reproducción del códice a su edición y de esa a aquella. Tuve, claro está, algunos tropiezos como los que al principio suponía caer en que lo que parecía una a era en realidad una t, que lo que tenía el aspecto de ser una r se trataba de una s, que la i, cuando seguía a una t se colgaba a ella por la parte de arriba y luego se dejaba caer un poco hacia abajo... Me encontraba en un pasaje del capítulo VI, en el que se señala la necesidad de que un testigo acompañase a un clérigo si este había de dar el sacramento de la penitencia a un enfermo. Este era el pasaje (pág. 163 de la edición): «Si quis sacerdos ad egrotum dederit penitentjam sine suo consensu uel testibus, I annum peniteat», que remite por medio de uno de los neumas más empleados en el texto, el podatus, colocado encima de testibus, a la glosa § 107, copiada en el margen derecho del manuscrito: «o sen tiestes testimonio».

Habiendo comprendido el aspecto material de la letra de la glosa, me aventuré, moviéndome por sus entresijos, a buscar en ella algunos indicios del pasado de la lengua en que esta pretendía estar escrita. Esto resultó más complicado, aunque, como adelanté, contaba ahora con el apoyo de los propios trabajos publicados en el presente libro, disponía del recurso a los corpus de la Academia y tenía también la posibilidad de acceder en mi propia biblioteca al diccionario de Corominas. Tales materiales me permitieron adentrarme con una cierta comodidad por el contenido de una minúscula parte del códice. Es lo que voy a intentar mostrar aquí, tratando de extraer de ese microcosmos inserto en una simple glosa del Penitencial, alguna información sobre los orígenes del español.

11

Texto Glosas v133.indd 11

05/10/2020 10:37:55

Empezaré por una voz cuyo aspecto exterior, así como el significado que se sustenta en él, son no solo propios del romance altomedieval, sino que han llegado ambos hasta nuestros días: la conjunción o (evolución del aut latino), que se pronuncia igual hoy que ayer y sigue manteniendo el mismo significado.

Pero el resto de las palabras, aunque podamos identificarlas en ese momento en que se descuelgan del latín y dan los primeros pasos por nuestra lengua, muestran algunas diferencias con su situación en la actualidad. Empecemos por sen ‘sin’, que se asemeja a lo que los filólogos designan con el nombre de cognados (es decir palabras del mismo origen en distintas lenguas) con las respectivas voces del francés y occitano, así como --entrando en territorio ibérico-- del portugués y catalán, e incluso de los dialectos hispánicos que caminaban codo con codo con el castellano en los orígenes de nuestra lengua, el asturleonés y navarroaragonés. Corominas lo dice sibilinamente: «la forma sen no es rara en la lengua medieval», pero añade, «especialmente, en textos leoneses y aragoneses», como es el caso, aparte del Libro de Alexandre (que se nos conserva en dos manuscritos, uno con rasgos leoneses y otro con rasgos aragoneses), entre los primeros, del Fuero de Avilés, de algunos manuscritos escurialenses del Fuero Juzgo o de un documento de Sahagún de finales del siglo XIII; y, entre los segundos, de uno aragonés de mediados del siglo XIV, que ahora, con el recurso del Corpus del diccionario histórico de la Real Academia Española, podemos ampliar cómodamente (ocurre lo mismo con los leoneses), con documentos del siglo XIII, de Irache, de Fueros como los de Aragón, el de Viguera y Val de Funes, el General de Navarra, etc.

El hecho es que sen lo registramos en la Alta Edad Media en este viejo códice castellano, como una de esas peculiaridades lingüísticas que miran hacia el oriente peninsular. Lo cual no es detectable a primera vista, sino, moviéndonos a través de un complejo entramado de hechos que se estudian en este libro, que exige que miremos hacia el Oriente, por donde entra la reforma monástica de Cluny, porque «Todo apunta a que no es San Millán [donde se escribió ese texto], aunque sí procede del monasterio riojano el libro que sirvió de modelo para ser copiado» (pág. 81, cf. pág. 61). Esta es una de las conclusiones de este libro que me parece importante tener en cuenta, en tiempos en que se han disparado ––y disparatado–– las pretensiones de hacer recaer en distintos lugares de España el nacimiento del español, cuando ––aparte de que el paso del latín al romance se da en todos los lugares en que se hablaba aquel–– lo que se demuestra es la importancia de los monasterios como centros de estudio, en los que era previsible que pudiéramos encontrar los testimonios escritos más antiguos de nuestra lengua.

Si el modelo último de este texto se ha de buscar en el monasterio de San Millán, posiblemente este terminara siendo copiado en Burgos (pág. 145), hecho que me parece razonable, pero sobre lo que se entenderá que me cueste tener una opinión. Sí la tengo, en cambio, sobre otros aspectos controvertidos, como el que se refiere a la fecha del manuscrito (pág. 115), para lo que se disiente, con razón, de la idea pidalina de añadir un siglo más de antigüedad al texto. Pero he de añadir que, incluso en las discrepancias, la filología hispánica ha demostrado un rigor admirable. Quienes nos acercamos al pasado de la lengua con otros presupuestos no podemos dejar de admirar cómo hay conclusiones que suponen un gran esfuerzo, que el lector interesado percibirá, por ejemplo, en las páginas dedicadas a la manera de escribir uel en un serie de códices altomedievales (págs. 114 y ss.). Resulta difícil ir más lejos en refinamiento en un tipo de trabajo a cuyas conclusiones se ha de llegar con más dudas que seguridades (pág. 142).

Si la palabra sen ‘sin’ servía para explicar esos orígenes en una forma que Menéndez Pidal ––refiriéndose a un siglo anterior, el de Fernán González–– explicaba así, despojando a la lengua de los tintes épicos con que se la suele contemplar: «que la Castilla de Fernán González no era en su idioma una región influyente, sino influida», otras palabras de la glosa permiten que nos asomemos a varios aspectos más de esa historia en el marco de la filología: en latín existía la palabra testis para ‘testigo’, que aparece arromanzado en la forma tiestes en la glosa §107.

Es una palabra que se presenta unas veces, en algunos documentos antiguos, como latina y en otros como romance, situación que hoy distinguiríamos en el diccionario con el recurso a la letra cursiva o redonda, según supusiéramos que se trata de un préstamo crudo o ya asimilado.

12

Texto Glosas v133.indd 12

05/10/2020 10:37:55

Quien se sirvió de tiestes tenía la conciencia de estar colocándole un habito no latino a la palabra (vid. pág. 210). Como latín y como romance puede aparecer en los textos medievales: baste comparar «Estos son testes que uieron e oyeron», cuyos nombres se detallan a continuación en una sucesión de palabras romances de un documento de 1228 del monasterio de Carrizo, con «Isti sunt testes qui uiderunt et audierunt», en una secuencia de voces latinas, en un documento del monasterio de San Salvador de Oña de 1229 (datos tomados del Corpus del diccionario histórico).

Es forma empleada como latín o como un préstamo latino al romance, que no se adapta a la que hubiera sido una evolución popular tieste, en muchos de los fueros medievales y también en los textos literarios, como es el caso de Berceo, que en los Loores de Nuestra Señora califica como testes confusos a aquellos guardianes del sepulcro en que fue enterrado el cuerpo de Cristo, pues muy confundidos debían estar cuando decían que mientras dormían habían visto como se hurtaba el cuerpo del Señor; y en la Vida de San Millán, al contar el milagro de las dos campanillas que tañen por sí solas cuando hay una muerte de un gran hombre, asegura que muchos testes podría pora esto aver. Igual que en el Libro de Alexandre el emperador pudo darle a Filotas la prueba de que sabía que había tramado asesinarle, gracias al testimonio de unos testes (datos para los que remito también al Corpus del diccionario histórico).

En estos instrumentos antiguos de nuestra lengua, el uso formulario de testes en el latín jurídico explica que pudiera aparecer esporádicamente en romance como forma culta. Con todo, no fue la única que se empleara para el significado ‘testigo’: en esta misma glosa tenemos testimonio, que está como sinónimo de testes; aunque fue una opción que tuvo muy poco recorrido en español, a diferencia de lo que ocurrió en francés. Se trata del lat. testimonium, que significaba ‘testimonio’, pero que en el bajo latín adoptó el significado de ‘testigo’, que vemos en la Peregrinatio Egeriae (fin. S. IV): si quis autem peregrinus est, nisi testimonia habuerit qui eum noverint, non tam facile accedet ad baptismum (traducido al español: mas si alguno es extranjero, a no ser que tenga testigos que lo avalen, no accederá tan fácilmente al bautismo). De ese sentido de testimonium procede el fr. temoin ‘testigo’, que es el mismo que tiene el testimonio de esta glosa § 107, pues el monje acudió a él como un sinónimo de tiestes, en singular. ¿Participa de esta forma nuestra lengua de la adquisición de un significado de testimonium como al que llegaron el francés (temoin), catalán y occitano (testimoni), y port. (testemunho), que incidentalmente es el camino que se ha seguido en otras lenguas, como es el caso del inglés witness, que empezó siendo ‘testimonio’ y paso a ser también ‘testigo’? Me parece más probable que ese romance altomedieval que reflejan las glosas se escorara otra vez hacia el Oriente, que es de donde le vendría el significado con que aparece testimonio en la glosa. Sea lo que fuere, aquí tenemos indicios importantes sobre los primeros pasos que puede dar una lengua, muchos de los cuales están condenados a desaparecer. Con el significado de ‘testigo’ no han pervivido en castellano tieste ni tampoco testimonio y, es más, la forma como se ha salido de la incomodidad que supone disponer de una sola palabra para ambos significados, se separa de lo que ha ocurrido en las lenguas cercanas a la nuestra, que acabo de citar. Disponen el catalán y el francés de testimoni ~ temoin para ‘testigo’ y de testimoniança (y testimoniatge) ~ temoignage. Por el contrario, el castellano ha mantenido el significado latino de testimonium para ‘testimonio’, que es, me parece, el que se le da en la glosa § 30: «falso testimonio»1 y para ‘testigo’ ha creado un derivado, testigo, a partir del verbo atestiguar, procedente del lat. testificare, por un complicado camino que no voy a explicar aquí, pues la razona cumplidamente Corominas es su diccionario.

Si partimos de las glosas del Penitencial de Silos para mostrar algunos pasos dados en la alta Edad Media, referentes a la creación léxica del romance, estos han ido unas veces, en paralelo a los de otras lenguas; pero han caminado también de espaldas a ellas. De una u otra forma han servido

El que aparezca en el sintagma falso testimonio me lleva a esta interpretación, glosando al lat. falsario, que es la que se da en la

1.

pág. 190, en la traducción del penitencial; aunque no quiero descartar que, como en el caso anterior, se trate de un testigo, es decir, de un testigo falso.

13

Texto Glosas v133.indd 13

05/10/2020 17:26:30

para transmitir en todas una serie de significados, de ideas y de principios comunes. De ahí que desde aquellos años de finales del siglo XI a los actuales se mantenga muy a menudo el hilo conductor en que se sustenta nuestra tradición, compartida por un número importante de países que pertenecen a lo que se pretende expresar por medio del adjetivo panhispánico. Y ello no se reduce al derecho que, por simplificar, vamos a llamar laico, sino que se mantiene incluso en el eclesiástico. Así en el Diccionario panhispánico del español jurídico, testigo aparece en la Comunidad Andina con una definición que tiene algo que ver con la referencia al testigo de nuestra glosa: «persona que da o puede dar testimonio [...] de la administración de un sacramento». A nadie puede ocultársele la conexión en la relación jurídica entre las personas, a tanta distancia en el tiempo y en el espacio, y hasta en el ámbito de aplicación del derecho, que es uno de los fundamentos de nuestra convivencia.

Lo he ejemplificado con una sola glosa, pero el lector que sienta la curiosidad de moverse por el camino que ahora estoy recorriendo puede acercarse a varias glosas más que le permitirán comprobar cómo el lenguaje jurídico se ha movido ––impulsando unas veces los cambios históricos y moviéndose otras a contracorriente de ellos––, atento siempre a las palabras, que son los carriles por los que discurre la lengua del derecho, es decir la encargada de facilitar la convivencia pacífica entre las personas. Ahí tenemos, por ejemplo (y con ello voy a terminar) ese falso testimonio (§ 30) a que me he referido antes, con que se glosa un lat. falsario, que funciona en este caso como sinónimo de periurius, es decir con el significado de ‘persona que miente’; no, con el de ‘quien falsifica un documento o una moneda’. Ese testigo que miente en su testimonio vuelve a conectar en el Diccionario panhispanico del español jurídico, ahora con falso testimonio, definido (acepc. 2), en el ámbito del derecho penal, como: «Falsa manifestación dolosa, incumpliendo el derecho de veracidad, vertida por testigos...». Son más, muchas más, las voces de las que podríamos tirar del hilo que conduce desde el venerable texto de las glosas de este penitencial hasta el diccionario jurídico de la Academia...

Pero hemos de dejar aquí esta presentación en que he querido fijarme en el camino que ha recorrido nuestra lengua en esos casi mil años de su historia, también, como no podía ser menos, en el ámbito del derecho. En ese largo espacio de tiempo en el que, junto a creaciones de palabras, ha habido, alteraciones, abandonos, fenómenos que van a la par de los cambios que se han dado también en esas relaciones entre los hablantes que ampara la aplicación de las leyes.

De ahí que me parezca muy oportuno que se haya buceado en este libro en los que se han dado en llamar siglos oscuros de nuestra historia, donde todo ha empezado. Si es posible hacerlo es porque se mantuvieron en los monasterios los restos del naufragio de lo que había sido la cultura clásica. Por eso, sea en San Millán, sea en Santo Domingo, sea en Cardeña, sea en Sahagún, es razonable que ahí encontremos los primeros testimonios escritos de un romance entreverado por los usos de varios dialectos, siempre vivo y siempre apto para la comunicación.

Un romance que, mestizo desde sus primeros testimonios, es el punto de partida del español que hoy hablamos en este mundo extenso y cordial del hispanismo en que están asentadas nuestras Academias. He querido desde la Española dar cuenta del interés de esta obra que ha de contribuir a que podamos entender mejor algunos de aquellos testimonios más antiguos de nuestra lengua y, con ello, también a entendernos nosotros mejor.

Santiago Muñoz Machado Director de la Real Academia Española

14

Texto Glosas v133.indd 14

05/10/2020 10:37:55

Las Glosas Silenses Siempre en Silos

Texto Glosas v133.indd 15

05/10/2020 10:37:55

Texto Glosas v133.indd 16

05/10/2020 10:37:55

SIEMPRE EN SILOS Gonzalo Santonja Gómez-Agero ILCYL, Universidad Complutense de Madrid

Aunque he viajado por todo el mundo, no sé si de hecho he salido de aquellos primeros libros que leí.

J.L. Borges, Diálogos1

Los orígenes del español, los becerros gótico y galicano de Valpuesta, el cartulario de Cardeña y, antes o después, Silos y las Glosas Silenses, a las que es un placer debido volver desde que fray Francisco de Berganza y Arce (Santibáñez-Zarzaguda, Burgos, 1663 – Madrid, 1738), abad de Cardeña, reparase en su importancia, hace de ello trescientos años, en concreto desde 1721, cuando publicó sus Antigüedades de España propugnadas en las noticias de sus reyes, en la corónica del Real Monasterio de San Pedro de Cardeña, en historias, cronicones y otros instrumentos manuscritos que hasta ahora no han visto la luz pública (Madrid, Francisco del Hierro, 1719-1721, 2 vols.), como páginas adelante explican el académico José Antonio Pascual y Ramón Santiago Lacuesta.

Ahora bien, si las Glosas son conocidas y vienen siendo analizadas desde hace tres siglos, con hitos en ese proceso tan memorables como los de Orígenes del español de don Ramón Menéndez Pidal, la edición de J.M. Ruiz Asencio en 1993 (Ayuntamiento de Burgos) y estudios como los de M. Díaz y Díaz, R. Wright, C. y F.J. García Turza o J. A. Pascual y Manuel Campos (2014), ¿por qué y para qué una edición nueva y una edición además exenta, por primera vez separada de las Glosas Emilianenses? Esa pregunta, absolutamente lógica, tiene, para empezar, una respuesta rotunda: sí.

Y es que todavía queda mucho por decir, así sobre los orígenes del español como de las glosas. Y de esas muchas preguntas y respuestas pendientes, en las páginas que siguen se entra en algunas, aparte de que también se pone para el común de los lectores en claro el texto glosado, o sea, el Penitencial. Que del latín ha sido vertido al español actual por Carlos Pérez, latinista de la Universidad de Burgos cuyo raro y feliz sentido del idioma nos ha regalado una versión a la vez rigurosa y diáfana2 ¿Qué sentido tenía la lectura y consideración las anotaciones mientras el texto anotado quedaba a su aire? Como si unas palabras no llevaran a las otras y viceversa.

Las Glosas Silenses están presentes en el quehacer del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua prácticamente desde el comienzo de nuestra trayectoria, y a las Glosas hemos dedicado varias reuniones de trabajo, aplicando a su estudio la misma metodología que a los Becerros gótico y galicano de Valpuesta, el Cartulario de Cardeña o el Fuero de Béjar, esto es, partiendo del establecimiento de una transcripción paleográfica sumamente exigente, rigurosa y depurada,

1.

BORGES, Jorge Luis–FERRARI, Oswaldo, Diálogos, Barcelona, Seix Barral, 1992, p. 51

2.

Carlos Pérez ya trasladó del latín –en este caso del latín renacentista– al castellano actual por encargo del ILCYL el Concilio de Aranda de 1473, convocado por Alfonso Carrillo de Acuña, arzobispo de Toledo (Segovia, 2007).

17

Texto Glosas v133.indd 17

05/10/2020 10:37:55

sometida a un proceso de revisión que solo se da por cerrado al cabo de años, y a partir de la cual intervienen lexicógrafos, latinistas e historiadores y, en definitiva, los especialistas que sean menester, en suma de perspectivas mutuamente complementarias. De ahí que esta edición presente novedades, lo cual, tratándose de un texto tanto y tan bien trabajado, supone un paso adelante notable en el estudio del período de los orígenes del español.

Pero antes de recalar en las Glosas a mi juicio procede reparar en la historia decimonónica del Monasterio de Santo Domingo de Silos. Porque a la luz de su esplendor presente hay quien pudiera caer en la equivocación de creer que esto siempre hubiera sido así.

I Las Glosas Silenses, como de sobra se sabe, forman parte de la inmensidad del patrimonio histórico-artístico y documental malbaratado en el gran desastre de la Desamortización, que en el caso concreto del Monasterio de Santo Domingo tuvo la continuación fatal de cuarenta y cinco largos años de abandono y guerra civil, entre 1835 y 1880, proceso que solo cambió de signo cuando el fraile bretón Alphonse Guépin, monje benedictino del monasterio de San Pedro de Solesmes (Francia), se instaló en Silos junto a un puñado de monjes de San Martín de Ligugé (Francia), y lo hicieron para quedarse (él en concreto hasta el final de sus días, el 30 de abril de 1917), iniciando la restauración de la vida religiosa comunitaria, etapa de sacrificios, esfuerzos, abnegación y entrega que ahora conocemos en detalle gracias a las Cartas de sus viajes por España, recientemente editadas por fray Lorenzo Maté, abad actual del Monasterio que él y sus compañeros salvaron de la ruina, recuperándolo para todos3.

Paradojas de la política o las vueltas de la fortuna: los decretos anticlericales promulgados por el gobierno de la Tercera República de Francia el 29 de marzo de 1880, que obligaron a sus comunidades religiosas a buscar refugio y asentarse fuera de sus fronteras, implicaron el renacimiento de unos monasterios españoles llevados a la desolación por las leyes desamortizadoras dictadas por Juan Álvarez Mendizábal, que el 9 de octubre de 1835 suprimió por las bravas órdenes y monasterios, así religiosos como militares.

Aquella célebre frase de León Gambetta, “le cléricalisme, voilà l´ennemi”, convertida en consigna y aun en programa político, creó una situación que a la postre condujo al padre Guépin a recorrer las tierras de España en busca de monasterios deshabitados, aconsejado por el padre Román Démerais, de la Congregación de los Sagrados Corazones, que ya había adquirido un convento en Miranda de Ebro. Tras pasar por Oña y Cardeña, que le parecíó un lugar adecuado para instalarse (“le he dicho -al arzobispo de Burgos- que Cardeña me parecía a propósito para nosotros”4), la tercera etapa de su periplo le condujo a Silos, encaminado al que sería su destino definitivo con estas breves indicaciones: “[…] El buen prelado me dijo entonces que tenía aún otra abadía a su disposición, Santo Domingo de Silos, y que estaba en mejor estado que Cardeña. Tuvo la bondad de traer el mapa de su diócesis para enseñarme el emplazamiento de Silos, y el camino que hay que seguir para llegar allá: está a 10 o 15 leguas de Burgos, lejos del tren; hay que hacer cinco o seis horas de coche en un servicio regular y alrededor de dos horas a caballo para llegar hasta allí. El clima es más o menos parecido al de Burgos. Hay mucha leña en aquella región. La

3.

GUÉPIN, Fr. Alphonse, Cartas de sus viajes por España (1880), introducción, traducción y notas de MATÉ, Fr. Lorenzo (OSB), Burgos, Diputación Provincial, 2017.

4.

GUÉPIN, Cartas de sus viajes por España, 4 de junio de 1880, p. 25.

18

Texto Glosas v133.indd 18

05/10/2020 10:37:55

dificultad de los transportes es considerable, si no fuera por esto nos instalaríamos allí más fácilmente que en Cardeña”5. “¿Convendría ir a verlo?”, se preguntaba a continuación. Pues sí, le convino, aunque a la vuelta de sendas expediciones indagatorias por Asturias, Madrid, Valladolid, León y, en general, por todo el norte de España, salvo Cataluña. Y fue en uno de esos viajes en tren cuando inopinadamente le alcanzó la noticia de que Cardeña se le escapaba de las manos, noticia recibida con disgusto: “Para mi es evidente que en ninguna parte hallaremos algo mejor que Cardeña”, escribió el 18 de junio, “y quedaría desolado si se nos escapa este santo lugar”6. Con ese estado de ánimo se desplazó a Silos “por la ruta más larga”, que era “la única practicable en coche” en medio de un temporal de lluvia torrencial y viento huracanado. Sus malos presagios empezaron a desvanecerse desde el primer instante: “A medida que uno se acerca a Silos el país se convierte en menos árido y más hermoso […] La viña y todos los árboles frutales se dan aquí de maravilla […].

El clima es menos extremoso, menos caluroso y menos frío que el de Burgos. La nieve no permanece más de dos o tres días en el suelo. Es pues un lugar habitable, situado aun en zona templada […]”7.

Eso sí, el estado de la abadía asustaba: “Viéndole he sentido la misma impresión que me sobrecoge siempre ante estos restos de la vieja España”. Cuánta desolación, qué caos. Aunque también, sin embargo, alguna sorpresa positiva: “La platería de la iglesia está tal cual la dejaron nuestros padres”, con una custodia de plata maciza del siglo XVI y un cáliz del XI como piezas sobresalientes. Acabarían de convencerle el estado de la huerta, “en plena producción” y arrendada a un hortelano ya entrado en años con el que sería “muy fácil entenderse”, y quizás el convite con que le agasajó el señor cura párroco, de calidad refrendada por los trapenses, cura párroco sin duda con la despensa bien abastecida, porque la entidad del invitado, que pesaba más de cien kilos, llamaba a banquetes, no a liviandades: “He comido en casa del cura miel y leche de Silos; los trapenses, que son más entendidos, me han dicho que jamás las habían comido mejores”8.

Sin embargo, del dicho al hecho siempre hay, cuando no mucho, por lo menos algún trecho, que a veces hasta resulta enojoso, en especial cuando se trata de trechos político-administrativos. Fue el caso de este, con las prisas de Guépin al pairo de los trámites burocráticos y las zancadillas del sectarismo. La firma del Ministro de Gracia y Justicia se resistía a pesar de las presiones del Nuncio, del segundo marqués de Pidal, Luis Pidal y Mon, y de José Canalejas, cuya brillante carrera política cobraría consistencia a partir de las elecciones de 1881, elegido en ellas diputado en Cortes por Soria.

Al padre Guépin le costó Dios y ayuda sacar adelante la resurrección de Santo Domingo, pero finalmente lo consiguió. El ministro de Gracia y Justicia, Saturnino Álvarez Bugallal (Santa María de Areas, 1834 – Lisboa, Portugal, 1885), sempiterno diputado por las circunscripciones de Orense y Pontevedra, se negaba: “nunca firmaré esto”, proclamó a los cuatro vientos. Pero ya sabe que en política la duración de los nunca y de los jamás de los jamases a veces resulta efímera, sobre todo cuando su resistencia se quiebra con argumentos líricos, en cuyo manejo eran tan duchos José Canalejas y Antonio Cánovas del Castillo, que igualmente se puso de su lado, a la sazón presidente del gobierno, cargo que ocupaba por tercera vez y que en total desempeñó en seis ocasiones. Fray Alphonse Guépin demostró que, profesando la causa celestial, también sabía manejarse con los asuntos terrenales.

“Fui a ver al señor Canalejas que me dijo: “Cánovas ha dado la orden de firmar, veré a Bugallal y firmará”. Creo que el señor Canalejas domina a estos

5.

GUÉPIN, Cartas de sus viajes por España, 4 de junio de 1880, p. 26.

6.

Ibidem, 18 de junio de 1880, pp. 46-7.

7.

Ibidem, 20 de junio de 1880, p. 49.

8.

Ibidem, 20 de junio de 1880, pp. 50-3.

19

Texto Glosas v133.indd 19

05/10/2020 10:37:55

señores por el dinero, y que hace para ellos y con ellos negocios en la Bolsa y en los ferrocarriles […]”9.

Eliminados aquellos escollos, empezaba lo más difícil. De la antigua y espléndida biblioteca apenas quedaban restos. Libros, libros como primera necesidad: “He comenzado las gestiones para obtener libros del Gobierno”10. Y luego todo lo demás: “El aspecto negativo de nuestra situación es el estado de nuestro monasterio que está muy arruinado en la parte de las habitaciones”, hasta el extremo de que “se necesitarán de veinte a veinticinco mil francos para poder alojar a un número considerable de monjes”. Inmersos en la incertidumbre, eso acentúa el mérito inmenso de fray Alphonse Guépin y sus compañeros, quienes superando toda suerte de pruebas cargaron sobre sus espaldas la tarea providencial de levantar al Monasterio de Santo Domingo. Desde la decrepitud al esplendor actual. Seis abades han gobernado su segunda vida, los seis memorables; a saber: Alfhonse Guépin y Le Coniac (Saint-Quentin, 1836- Monasterio de Santo Domingo de Silos, 1917), restaurador de la vida monástica, abad de 1880 a 1917.

Luciano Serrano y Pineda (Castroceniza, Burgos, 1879- Burgos, 1944), defensor del canto gregoriano, autor único de los siete primeros volúmenes de Fuentes para la historia de Castilla, obra magna, organizador de la biblioteca de Heredia-Spínola (Madrid) y académico de la Real Academia de la Historia, abad de 1917 a 1944.

Isaac María Toribios Ramos (Santoyo, Palencia, 1897-Burgos, 1961), que con el padre Román Sáiz diseño el proyecto de restauración de la Puerta de las Vírgenes, excavó el subsuelo del templo barroco, restauró la sala capitular del Monasterio, dirigió la revista Liturgia (Toledo, 1944-1971) y bajo cuyo mandato se grabaron en los primeros discos silenses de canto gregoriano, abad de 1944 a 1961.

Pedro Alonso Alonso (Burgos, 1918-1988), impulsor de la restauración salvadora del claustro del Monasterio, abad de 1961 a 1988.

Clemente Serna González, (Montorio, Burgos, 1946), hizo de la abadía un centro de referencia de debate, reflexión y exposiciones (merced al convenio firmado con el Centro Nacional de Arte Reina Sofía y la Cámara de Comercio e Industria de Burgos) y proyectó al mundo el canto gregoriano de los monjes, abad de 1988 a 2012.

Y el actual, fray Lorenzo Maté Sadornil (Citores del Páramo, Burgos, 1955), bibliotecario y archivero del priorato benedictino de Monserrat (Madrid) y del propio Monasterio, historiador de los monasterios benedictinos y en particular de Silos, traductor y editor de las Cartas de Guépin, abad desde 2012.

Por el lado contrario, y hasta llegar al tercer gobierno de Antonio Cánovas del Castillo (1879-1881), se sucedió un sinvivir de gobiernos, mejor dicho, de desgobiernos, culpable Álvarez Mendizábal y sus ministros de la calamidad de una desamortización que hizo tabula rasa de un ingente y valiosísimo patrimonio histórico-artístico, bibliográfico y documental y culpables de desinterés quienes los continuaron, devorados todos ellos por el caos y la incompetencia, con varios gabinetes que apenas duraron meses y otros que retuvieron el mando más tiempo, quizás porque dedicaron sus energías a mantenerse a costa de lo que fuera.

Para ilustrar el desastre de aquella dinámica bastará con la mera relación de los gobiernos que los españoles padecieron los dichos cuarenta y cinco años de abandono y saqueo de los mo-

9.

GUÉPIN, Cartas de sus viajes por España, 8 de diciembre de 1880, p 115.

10.

Ibidem, 8 de diciembre de 1880, p 119.

20

Texto Glosas v133.indd 20

05/10/2020 10:37:55

nasterios desamortizados, nada menos que setenta y uno, con tres reyes (Isabel II, Amadeo I y Alfonso XII), otros tantos regentes (María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, Joaquín Baldomero Fernández-Espartero y Francisco Serrano Domínguez), la I República, dos guerras y tres alzamientos carlistas (I Guerra carlista, 1846-49; II, 1872-1876; alzamientos en 1855, 1860 y 1869), nueve pronunciamientos militares (1846, sublevación de Solís en Lugo; 1848, diversos levantamientos progresistas contenidos por Narváez; 1852, tentativa de Prim en Valencia; 1854, insurrección de Vicálvaro; 1865; Prim en Villarejo; 1866, Prim en Valencia y los sargentos en San Gil; 1868, la Gloriosa: destronamiento y exilio de Isabel II; y 1874, por partida doble, protagonizados por el general Pavia y por Martínez Campos) e infinidad de intentonas frustradas. Como indiqué más arriba, varios de aquellos (des)gobiernos durarían semanas y en menos de un año la I República conoció cuatro. En fin, terciaron mandatos tan efímeros como el de los nueve días de Salustiano Olózaga con Isabel II, los siete de Pi y Margall en la I República o los cuatro de Pascual Madoz bajo la regencia de Francisco Serrano.

Isabel II (1833-1868) Regencia de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (1833-1840) – II Gobierno de Francisco Martínez de la Rosa (15-I-1834 / 7-VI-1835) – Gobierno de José María Queipo de Llano y Ruiz de Sarabia, conde de Toreno – – – – – – – – – – – – – –

(7-VI-1835 / 14-IX-1835) Gobierno de Miguel Ricardo de Álava y Esquível (14-IX-1835 / 25-IX-1835) Gobierno de Juan de Dios Álvarez Mendizábal (25-IX-1835 / 15-V-1836) I Gobierno de Francisco Javier de Istúriz Montero (15-V-1836 / 14-VIII-1836) Gobierno de José María Calatrava Peinado (14-VIII-1836 / 18-VIII-1837) I Gobierno de Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro, duque de la Victoria (18-VIII-1837 / 18-X-1837) III Gobierno de Eusebio Bardají Azara (18-X-1837 / 16-XII-1837) II Gobierno de Narciso Heredia y Begines de los Ríos, conde consorte de Ofalia (16-XII-1837 / 6-IX-1838) Gobierno de Bernardino Fernández de Velasco Enríquez de Guzmán y López Pacheco (6-IX-1838 / 8-XII-1838) II Gobierno de Evaristo Pérez de Castro y Colomera (9-XII-1838 / 20-VII-1840) I Gobierno de Antonio González y González (20-VII-1840 / 12-VIII-1840) Gobierno de Valentín Ferraz y Barrau (12-VIII-1840 / 28-VIII-1840) Gobierno de Modesto Cortázar Leal (28-VIII-1840 / 11-IX-1840) Gobierno de Vicente Sancho y Cobertores (11-IX-1840 / 16-IX-1840) II Gobierno de Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro, duque de la Victoria (16-IX-1840 10-V-1841); al mismo tiempo regente desde el 17-X-1840.

Regencia de Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro, duque de la Victoria (1840-1843) – – – – –

Gobierno de Joaquín María de Ferrer y Cafranga (10-V-1841 / 20-V-1841) II Gobierno de Antonio González y González (20-V-1841 / 17-VI-1842) Gobierno de José Ramón Rodil y Campillo (17-VI-1842 / 9-V-1843) Gobierno de Joaquín María López de Oliver y López de Platas (9-V-1843 / 19-V-1843) Gobierno de Álvaro Gómez Becerra (19-V-1843 / 20-XI-1843)

Reinado efectivo de Isabel II (1843-1868) – Gobierno de Salustiano de Olózaga Almandoz (20-XI-1843 / 29-XI-1843) – I Gobierno de Luis González Bravo y López de Arjona (5-XII-1843 / 3-V-1844)

21

Texto Glosas v133.indd 21

05/10/2020 10:37:55

Década moderada (1844-1854) – – – – – – – – – – – – – – – –

I Gobierno de Ramón María Narváez y Campos (3-V-1844 / 12-II-1846) I Gobierno de Manuel Pando Fernández de Pinedo, marqués de Miraflores (12-II-1846 / 16-III-1846) II Gobierno de Ramón María Narváez y Campos (16-III-1846 / 5-IV-1846) II Gobierno de Francisco Javier de Istúriz Montero (5-IV-1846 / 28-I-1847) Gobierno de Carlos Martínez de Irujo y McKean Tacón y Armitage, II marqués de Casa Irujo (28-I-1847 / 28-III-1847) Gobierno de Joaquín Francisco Pacheco y Gutiérrez Calderón (28-III-1847 / 31-VIII-1847) Gobierno de Florencio García Goyena (12-IX-1847 / 4-X-1847) III Gobierno de Ramón María Narváez y Campos (4-X-1847 / 19-X-1849) Gobierno de Serafín María de Sotto y Abach Langton Casaviella (19-X-1849 / 20-X-1849) IV Gobierno de Ramón María Narváez y Campos (20-X-1849 / 14-I-1851) Gobierno de Juan Bravo Murillo (14-I-1851 / 14-XII-1852) Gobierno de Federico Roncali Ceruti (14-XII-1852 / 14-IV-1853) Gobierno de Francisco Lersundi Hormaechea (14-IV-1853 / 19-IX-1853) Gobierno de Luis José Sartorius y Tapia, conde de San Luis (19-IX-1853 / 17-VII-1854) Gobierno de Fernando Fernández de Córdova (17-VII-1854 / 18-VII-1854) Gobierno de Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, duque de Rivas (18-VII-1854 / 19-VII-1854)

Bienio progresista (1854-1856) –

III Gobierno de Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro, duque de la Victoria (19-VII-1854 / 14-VII-1856)

Gobiernos de la Unión Liberal (1856-1863) – – – – –

I Gobierno de Leopoldo O’Donnell y Joris, duque de Tetuán (14-VII-1856 / 12-X-1856) V Gobierno de Ramón María Narváez y Campos (12-X-1856 / 15-X-1857) Gobierno de Francisco Armero y Fernández de Peñaranda (15-X-1857 / 14-I-1858) III Gobierno de Francisco Javier de Istúriz Montero (14-I-1858 / 30-VI-1858) II Gobierno de Leopoldo O’Donnell y Joris, duque de Tetuán (30-VI-1858 / 2-III-1863)

Crisis final del reinado de Isabel II (1863-1868) – – – – – –

II Gobierno de Manuel Pando Fernández de Pinedo, marqués de Miraflores (2-III-1863 / 17-I-1864) Gobierno de Lorenzo Arrazola García (17-I-1864 / 1-III-1864) Gobierno de Alejandro Mon y Menéndez (1-III-1864 / 16-IX-1864) VI Gobierno de Ramón María Narváez y Campos (16-IX-1864 / 21-VI-1865) III Gobierno de Leopoldo O’Donnell y Joris, duque de Tetuan (21-VI-1865 / 10-VI-1868) VII Gobierno de Ramón María Narváez y Campos (10-VI-1866 / 23-IV-1868)

22

Texto Glosas v133.indd 22

05/10/2020 10:37:55

– –

II Gobierno de Luis González Bravo y López de Arjona (23-IV-1868 / 19-IX-1868) Gobierno de José Gutiérrez de la Concha (19-IX-1868 / 30-IX-1868)

Regencia de Francisco Serrano Domínguez (1868-1871) Gobierno de Pascual Madoz Ibáñez (30-IX-1868 / 3-X-1868) Gobierno de Joaquín Aguirre de la Peña (3-X-1868 / 19-X-1868) I Gobierno de Francisco Serrano Domínguez, duque de la Torre (19-X-1868 / 18-VI-1869) – Gobierno de Juan Prim y Prats, marqués de los Castillejos (18-VI-1869 / † 27-XII-1870) – Gobierno (interino) de Juan Bautista Topete y Carballo (27-XII-1870 / 4-I-1871) – – –

Amadeo I (1871-1873) – – – – – –

II Gobierno de Francisco Serrano Domínguez, duque de la Torre (4-I-1871 / 24-VII-1871) I Gobierno de Manuel Ruiz Zorrilla (24-VII-1871 / 5-X-1871) Gobierno de José Malcampo y Monge, marqués de San Rafael (5-X-1871 / 21-XII-1871) I Gobierno de Práxedes Mariano Mateo Sagasta Escolar (21-XII-1871 / 26-V-1872) III Gobierno de Francisco Serrano Domínguez, duque de la Torre (26-V-1872 / 13-VI-1872) II Gobierno de Manuel Ruiz Zorrilla (13-VI-1872 / 11-II-1873)

Primera República Española (1873-1874) República Federal (11-II-1873 / 3-I-1874) Unidos los cargos de presidente de la República (jefatura del estado) y presidente del Consejo de Ministros (jefatura del gobierno) – – – –

Presidencia y gobierno de Estanislao Figueras y Moragas (11-II-1873 / 11-VI-1873) Presidencia y gobierno de Francisco Pi y Margall (11-VI-1873 / 18-VII-1873) Presidencia y gobierno de Nicolás Salmeron Alonso (18-VII-1873 / 7-IX-1873) Presidencia y gobierno de Emilio Castelar y Ripoll (7-IX-1873 / 3-I-1874)

República Unitaria. Dictadura de Francisco Serrano Domínguez, duque de la Torre (3-I-1874 / 31-XII-1874) –

IV Gobierno de Francisco Serrano Domínguez, duque de la Torre (3-I-1874 / 26-II-1874)

A partir del 26-II-1874 se recupera la diferenciación entre Jefatura del Estado y del Gobierno.

– –

Gobierno de Juan de Zavala y de la Puente (26-II-1874 / 3-IX-1874) II Gobierno de Práxedes Mariano Mateo Sagasta Escolar (3-IX-1874 / 31-XII-1874)

23

Texto Glosas v133.indd 23

05/10/2020 10:37:55

Alfonso XII (1875-1885) – I Gobierno de Antonio Cánovas del Castillo (9-I-1875 / 12-IX-1875) – Gobierno de Joaquín Jovellar Soler (12-IX-1875 / 2-XII-1875) – II Gobierno de Antonio Cánovas del Castillo (2-XII-1875 / 7-III-1879) – Gobierno de Arsenio Martínez Campos (7-III-1879 / 9-XII-1879) – III Gobierno de Antonio Cánovas del Castillo (9-XII-1879 / 8-II-1881) [es.wikipedia.org › wiki › Anexo: Presidentes_del_Gobierno_de_España]

Así de revuelta la política, quizás lo extraño no sea lo muchísimo que se perdió sino la magnitud de lo salvado y el tesón de quienes devolvieron la vida a los monasterios desamortizados: en Silos –no se olvide- un puñado de monjes, en concreto “seis monjes de coro”, como fray Alfhonse Guépin detalló a su hermana en carta de 29 de diciembre de 1880, la última de su segundo viaje a España: “el Abad de Ligugé y cinco monjes” más “un postulante converso y otro, que aún no es chicha ni limonada”11.

Lejos de quejarse o de amilanarse ante el reto de restañar los estragos del saqueo y las heridas del abandono, Guépin celebraba cuanto tenían (“una hermosa iglesia, un claustro admirable, una sacristía perfectamente guarnecida, y además el cuerpo de uno de los santos más grandes de nuestra Orden”) y los parabienes con que el pueblo los recibió (“hemos sido acogidos aquí con un entusiasmo indescriptible; es un pueblo excelente y conserva aún una impronta monástica de lo más profunda”).

Eso sí, Guépin no se engañaba. Con motivos sobrados para sentirse alarmado, en estas cartas fraternas expresaba con franqueza absoluta las dudas fundadas que le asaltaban: “¿Qué será de esta casa? ¿Será sólo un refugio temporal para nuestros Padres de Ligugé, o la cuna de la restauración de nuestra Orden en España”.

Ciento cuarenta años después, en 2020, la respuesta no ofrece dudas: el Monasterio de Santo Domingo de Silos ha vuelto a ser lo que fue en los tiempos de esplendor: un centro religioso y cultural de primera magnitud y, en consecuencia, de influencia honda y proyección universal por obra y gracia de los monjes benedictinos.

II El cronicón de las desventuras silenses, sección de obras únicas, registra con gruesos caracteres de luto el año de desgracia de 1878, cuando el librero parisino Bachelin-Deflorenne juntó en asamblea a los busca-ocasiones de medio mundo con motivo de una de las tres o cuatro subastas de manuscritos de mayor entidad del XIX, oficiada a costa de lo que fue su grandioso scriptorium, la parte del león de cuyo bagaje llegó a su poder merced a la avaricia ruin de una extraña pareja: la que formaron un sedicente Marqués de Cubas, personaje estrambótico, y su estrafalaria aliada, una tal tía Jesusa con fama de analfabeta y alma de buitre.

Ese supuesto Marqués de Cubas y la tal tía Jesusa engañaron previamente al infeliz párroco de San Martín (Madrid), exclaustrado de Silos, a quien sus compañeros monjes hicieron depositario de aquel tesoro para ponerlo a salvo del frenesí desamortizador, cuya apostólica ingenuidad o angelical idiotez pagaron con poco más de tres mil duros: diecisiete mil pesetas,

11.

GUÉPIN, Cartas de sus viajes por España, 29 de diciembre de 1880, p 125.

24

Texto Glosas v133.indd 24

05/10/2020 10:37:55

que dicho religioso, inculto pero honrado, remitió íntegras al arzobispado de Burgos, donde al menos sabrían emplearlas irreprochablemente (no siempre sucedió así) en el apuntalamiento del claustro románico de Santo Domingo.

A Londres emigró entonces, pieza mayor de un alijo atestado de joyas, el valiosísimo códice de las Glosas Silenses, inapreciable tesoro de nuestra lengua. Desde entonces hasta hoy, ora en concepto de seguro para exposiciones, ora en viajes de investigadores a Londres para consultarlo, ora en derechos de reproducción, lo cierto es que ya hemos pagado, multiplicado hasta la saciedad, los quinientos francos invertidos por el British Museum (hoy British Library, Add. 30853) en su adquisición. “Aventuras y desventuras”, escribió Cervantes, “nunca comienzan por poco”.

III El manuscrito de las Glosas Silenses, sin ser de lujo, resulta de calidad, escrito con buena letra, delicados entrelazados, adornos bellísimos e iniciales con dibujos, unas veces de figuras humanas y otras de animales que llamaron la atención del propio Archer M. Hutington, el magnate fundador de la Hispanic Society de Nueva York. El códice, con 324 folios de 280 x 190 mm., presenta dos partes; a saber: en la primera, desde el fol. 1 al 308v, contiene homilías, sermones y cuatro epístolas, intercaladas estas entre los folios 219v-232v.; y en la segunda, desde. el fol. 309v al 324v, ofrece un Penitencial, que según Díaz y Díaz contendría rasgos de la liturgia mozárabe, que es el texto glosado, editado primero por el padre Berganza (1721), después por J. Priebsch (1895), enseguida por don Ramón Menéndez Pidal (Orígenes del español) y más adelante por J.M. Ruiz Asencio, concretamente en 1993 (Ayuntamiento de Burgos), director del equipo de paleógrafos que firma esta nueva edición, la única hasta el presente que incluye una versión en castellano actual del referido texto glosado, a cargo de Carlos Pérez, como señalé más arriba.

La verdad sea dicha: cuesta trabajo entender que dicho Penitencial no haya sido vertido antes al roman paladino de Gonzalo de Berceo, en qual suele el pueblo fablar con so vecino. ¿Por qué y para qué publicar y seguir publicando, analizando e interpretando las glosas en el castellano de todos mientras se dejaba el texto glosado en su latín medieval? De sobra se sabe que el significado de palabras, frases y construcciones en buena medida depende del contexto lingüístico en el que surgen y al que explican, por el que se entienden y al que pertenecen. Solo esta novedad ya constituye una aportación que de por sí validaría este nueva edición, definitivamente completa y, además, independiente, consideradas las Glosas Silenses per se y no como una especie de apéndice o hermana menor de las Glosas Emilianenses.

Pero es que hay más novedades, bastantes más y de cierto fuste, empezando por los preliminares, porque al revisar detenidamente el trabajo pionero de Fr. Francisco de Berganza, revisión que hacía mucha falta, José Antonio Pascual y Ramón Santiago acentúan la importancia “del manantial de Cardeña” y de varios diccionarios antiguos perdidos (silenses y emilianenses), mientras Miguel C. Vivancos traza “un estado de la cuestión” modélico por completo y objetivo.

Tradicionalmente fechadas las Glosas en el siglo XI, datación en la que coincidieron desde Priebsch o Férotin hasta García Villada, Menéndez Pidal las asignó a la segunda mitad del X, al parecer influenciado por Gómez Moreno, aunque ya Díaz y Díaz y otros especialistas volverían a la cronología inicial, fijada en el XI por Sir Edward Maunde-Thompson (1882) y atrasada al XII por Dom Germain Morin. Ruiz Asencio, Ruiz Albi y Herrero Jiménez ahondan aquí en argumentos, concordancias e indicios que razonadamente lo sitúan en los años finales del siglo XI o aun a comienzos del XII, obra de una misma mano, autoría esta con unanimidad suscrita por los estudiosos, con una segunda mano introduciendo más tarde algunas correcciones de escaso relieve y otra tercera, carolina, dejando mínimas huellas de un quehacer posterior.

25

Texto Glosas v133.indd 25

05/10/2020 10:37:55

Otra cuestión largamente debatida es la procedencia del manuscrito silense, ora del propio monasterio de Santo Domingo, ora de San Millán. Argumentos hay a favor y en contra de este lugar y del otro. Aquí, sin embargo, se descartan ambos, definitivamente que fuera copiado de San Millán e improbablemente en Silos. ¿Entonces?

Ruiz Asencio, Ruiz Albi y Herrero Jiménez sostienen, cargados de datos, el protagonismo de Burgos, apuntando la hipótesis de que el manuscrito, que contiene en el Homiliario la Epistola Sancti Saluatoris sobre el descanso dominical, hallada en el altar de San Baudilio de Nîmes por Pedro Ermengaud, obispo de Nîmes († 1090), llegara a la ciudad del Arlanza a través de la relación que los prioratos mantenían con la casa madre de La Chaise-Dieu (Auvernia), quizás en tiempos de San Lesmes, fundador en ella del monasterio benedictino de San Juan Evangelista, centro de atención a los peregrinos del Camino de Santiago, donde murió (1097) y recibió sepultura, tumba luego trasladada a la iglesia de su nombre. Hipótesis fundamentada en el análisis minucioso del manuscrito, lo que ha sido posible gracias a la excelente calidad de las fotografías que British Library nos facilitó, la base argumental, el cotejo y las comparaciones que la sustentan descartan que el manuscrito fuera confeccionado en el scriptorium del gran cenobio riojano, unidas ambas casas de San Sebastián (después Santo Domingo de Silos) y San Millán por una relación fraternal, minuciosamente estudiada por el recordado Gonzalo Martínez Díez (Quintanar de la Sierra, Burgos, 1924 – Villagarcía de Campos, Valladolid, 2015) en “El condado de Castilla y los monasterios de Santo Domingo de Silos y San Millán de la Cogolla”, santo cuya hagiografía cantaron en latín San Braulio de Zaragoza y Gonzalo de Berceo en castellano y cuya devoción se extendió muy pronto por Castilla, donde contó con numerosos monasterios agregados, los cuales se incorporaban con la totalidad de sus bienes y heredades12.

Con variantes, nuevas lecturas tanto en las Glosas como en el Penitencial, que obviamente no son —no pueden serlo— numerosas, pero que suponen un avance de entidad, porque esa categoría ostenta cualquier aportación en un texto tan fundamental como estudiado, y aun con la localización de glosas hasta ahora inadvertidas, esta edición crítica, completada por su facsímil fotográfico, incluye y se enriquece con unos estudios filológicos que amplían cualitativamente lo que se venía sabiendo.

Examinando sus “aspectos gráfico-fonéticos”, José R. Morala (Universidad de León”) concluye, confirmando la datación tardía establecida por Ruiz Asencio, que “las glosas silenses presentan un sistema vocálico de aspecto claramente romance, con el añadido de que faltan los habituales casos de vacilación formal que suelen presentar los diptongos —crecientes o decrecientes— en la época de Orígenes, lo que implica un grado de fijación propio de fechas algo más tardías de las inicialmente asignadas”.

En consonancia con Morala, José Antonio Bartol (Universidad de Salamanca) afirma que “las Glosas Silenses, junto a las Emilianenses, constituyen la principal fuente para el conocimiento de la morfología y la sintaxis del romance del siglo XI”, subrayando que “las primeras son imprescindibles para conocer el sistema de conjunciones de subordinación romance y los cambios producidos en su evolución”. Con conjunciones plenamente romances como que y ca (completivas), que (consecutiva), ante que, ata que, pos que, mentre (temporales), porque (causal), macare que (concesiva) y si (condicional), a la vista está que “ningún texto anterior al Cantar del Mío Cid nos da tanta información”.

12.

Martínez Díez establece, con seguridad, nueve posesiones, que naturalmente no serían todas: San Cebrían en Castrillo (posiblemente Castrillo del Val), Santa María de Guinicio y Santa María de Quijera, Santa María del Valle de San Vicente, San Félix de Oca, San Miguel de Pedroso y la villa de Paduleja, Santa María de Monasterio y San Millán de Hiniestras o de Siete Fenestras, estas dos últimos en las riberas del río Tirón: Las Glosas Emilianenses y Silenses, Burgos, Ayuntamiento de Burgos, 1993, pp. 36 (17-39).

26

Texto Glosas v133.indd 26

05/10/2020 10:37:55

A su vez, Rosa María Espinosa (Universidad de Valladolid), centrada en la consideración de cinco categorías gramaticales (indefinidos, relativos, verbos, adverbios y preposiciones), resuelve algunas dudas de Menéndez Pidal, en tanto Nieves Sánchez González de Herrero (Universidad de Salamanca) afronta con acierto la tarea, delicada, de “añadir alguna explicación u observación novedosa a los muchos estudios con que contamos sobre el léxico”.

Pasan los años, se suceden las edades y, generación a generación, las Glosas siguen reclamando la dedicación de los especialistas y la atención de todos, documento de primer orden para el estudio de los albores de nuestra lengua sin fronteras. “Enhiesto surtidor de sombra y sueño”, que cantó Gerardo Diego. Alas para el misterio de palabras que vuelan y “saeta de esperanza” de su universalidad, la realidad es que siempre se vuelve, por los orígenes, al fervor Silos.

27

Texto Glosas v133.indd 27

05/10/2020 10:37:55

Texto Glosas v133.indd 28

05/10/2020 10:37:55

Las Glosas Silenses I. Preliminares

29

Texto Glosas v133.indd 29

05/10/2020 10:37:55

Texto Glosas v133.indd 30

05/10/2020 10:37:55

SOBRE EL PENITENCIAL DE SILOS, LOS DOCUMENTOS DE CARDEÑA Y FR. FRANCISCO DE BERGANZA

José A. Pascual Rodríguez Real Academia Española

Ramón Santiago Lacuesta Universidad Complutense de Madrid

I.1. Introducción: Berganza, primer editor del Penitencial de Silos Situamos este trabajo en un tiempo, el siglo XVIII, en el que la diligencia de unos cuantos eruditos contribuyó a que se conservaran algunas obras capitales de nuestra cultura. Se trata de autores como Mayans, Martí, Burriel, los Padres Sarmiento, Berganza, Flórez, Sobreira, Micolaeta, Ibarreta. Dedicados a los libros, casi todos dentro de los claustros, dieron los primeros pasos en distintas parcelas del trabajo filológico por las que seguimos moviéndonos hoy en día los medievalistas (Menéndez Pelayo 1944, p. 5; Garcia 1998-1999).

Uno de estos eruditos, Fr. Francisco de Berganza da cuenta por primera vez de la existencia del Penitencial de Silos. Lo hace en el Libro sexto de la “Parte segunda” de las Antigüedades de España (1721), concretamente en el cap.º V (que trata de «Los abades don Esteban Quinto y don Juan Primero y algunos sucesos de su tiempo»), a propósito del tratamiento que, a su juicio, daban a la lengua los notarios en las “escrituras públicas”. Estos -dice Berganza- conocían bien el latín (eran “inteligentes de las frasses latinas”), pero “vsaban del modo comun de hablar”; y lo ejemplifica sirviéndose del manuscrito de Silos que contenía el texto del Penitencial y sus glosas: En un libro Gotico del Monasterio de Silos, en donde estàn los Canones Penitenciales, que se ponen en el Apendice, encontrè, que vn curioso, con deseo de que qualquiera los pudiesse entender, traduxo à la margen algunos vocablos, propiamente latinos, à los terminos del latin vulgar, que aora vsamos, reducidos à la cadencia, y dialecto Castellano (p. 106).

A continuación muestra cómo habría procedido el tal “curioso”: Assi se lee: que por amplecteretur, traduxo Bracaret, que es abrazar: por periuraret, trasladò mentera facieret, que es jurar con mentira: por sit vsus & lex, explicò ayat vsuale lege, que es, aya vso legal: por occideret, puso mataret, que es matar; y otras vozes trasladò en esta conformidad (ibid).

Es meramente una ilustración para la que no acude a citas literales, pues ni amplecteretur, ni periuraret, ni sit usus et lex, ni occideret se encuentran en el texto del Penitencial. No son palabras o frases glosadas en el manuscrito, sino una interpretación libre por parte de Berganza: unas formas latinas a cuyo significado podían corresponder las equivalencias (latinas o romances) que cita. Y por otra parte, tales equivalencias tampoco son, en todas las ocasiones, una reproducción literal de lo que se halla en el manuscrito. En el primer caso, bracaret (es decir, brazaret)1 forma parte, efectivamente, de una glosa (n.º 137: constrinitu brazaret, f. 316r),

1.

La <c> corresponde a la <z> visigótica “con copete”. Parece lógico suponer que Berganza hubiera escrito ahí una <ç>, mal interpretada, tal vez, en la imprenta.

31

Texto Glosas v133.indd 31

05/10/2020 10:37:55

pero la palabra glosada en el Penitencial es complexu. Tampoco está en el manuscrito periuraret, aunque sí correspondería esta forma verbal al significado de la glosa n.º 31 (f. 312r), que no dice, por cierto, mentera facieret, sino ficieret mentira. En todo caso, la palabra glosada, según la llamada que aparece en el texto, es periurium.2 De modo semejante, en el tercer caso, la glosa es ke aiat usuale lege (n.º 166, f. 317r), pero la frase glosada no es sit usus et lex, sino (Nullatenus) sit uti. Y, en el cuarto, la glosa incluye los dos verbos que cita Berganza, aunque en distinto tiempo y persona: occidunt mata [¿matan?]; pero la palabra glosada es negant (es decir, necant), en la frase “mulieres ... que partus suos negant” (n.º 81, f. 314r).

Parece claro, pues, que Berganza no trataba sino de ejemplificar libremente el modo de proceder del glosador, aunque sí aparenta estar interesado en informar de las glosas propiamente tales más que de los términos realmente glosados. Pero conviene que veamos las cosas por partes, empezando por el tratamiento que hizo el benedictino del texto del Penitencial y siguiendo por el de sus glosas.

I.2. El texto del Penitencial Parece evidente que Berganza, paleógrafo experto, no tuvo, en general, mayor problema en la lectura e interpretación de la elegante y bien formada letra visigótica del Penitencial. Por ello, y por su competencia como latinista, no es de extrañar que se preocupara por enmendar las muchas deficiencias de latinidad que encontraba en la redacción y en la escritura del texto.

I.2.1. Entre las correcciones más frecuentes que hace dentro del nivel gráfico o graficofónico cabe citar, en primer lugar (sin hacer relación exhaustiva de ellas), la de la habitual <e> por el diptongo <ae>, caso, por ejemplo, de religiose (f. 311r, p. 667a), sancte Pasche (f. 311r, p. 667a), sodomite (f. 315v, p. 669a), uespere (f. 323v, p. 672a) y demás formas de declinación similares; preter (f. 311v, p.

667a), egrotum (f. 315v, p. 669a), presentibus (f.321r, p. 670b), prefacta ([por praefata] f.

324r, p. 672a),3 etc.

Asimismo corrige otros errores en la escritura de las vocales, como en simbulo (f. 315r) -> -bol- (p. 669a), Catecumina (f. 318v) -> -mena (p. 670a), pecodis (f.

322r) -> -cu- (p. 671a), stranguilantur (f. 322r) -> -gu- (p. 671a), femus (f. 322v) -> fi- (p.

671b).

La <i> por <y> en martirum (ff. 316v y 323v, pp. 669b y 672a) y martiria (f. 312v, p. 667b), Kirieleison (324r, p. 672a); o al contrario, la <y> por la <i> de Iudaycis (f. 322r, p. 671a), Laycus (f. 321r, p. 670b), ayt (f. 322r, p. 671a).

2.

Encima, en la línea anterior, figura en el manuscrito periuraberit [sic] y parece adecuado que la glosa remitiera a esta forma verbal, más que al sustantivo. Bien es verdad también que la glosa parece dar la impresión de pretender completar la frase del texto: “Qui ducit alium In periurium” —> “et ficieret mentira”.

3. También repone Berganza en algunos casos el diptongo <oe>, conforme a la antigua costumbre (en lugar de la primera <e>),

en peniteat (f. 312r, p. 667b), femine (f. 318r, p. 670a), penitentium (f. 319v, p. 670a), etc.; pero, inconsecuentemente, no en prelio, por ejemplo (f. 313r, p. 668a). En cambio mantiene la grafía <ę> utilizada con frecuencia en el manuscrito.

32

Texto Glosas v133.indd 32

05/10/2020 10:37:55

Igualmente procede en las grafías consonánticas. Las innumerables <b> en lugar de <u> (consonántica): inebriaberit (f. 310r, p. 666b) y muchas otras formas de perfecto en -uerit; inbenta (f.

310v, p. 667a), cabendum (f. 311v, p. 667b), abarus (f. 315r, p. 669a), abium (f. 322v, p. 671b), octabum (f. 323v, p. 671b), sibe (f. 323v, p. 672a), botiba (f. 324r, p. 672a) y uotiba (f. 324v, p. 672a), captibum (f. 324v, p. 672a), etc.

O viceversa, <u> en lugar de <b>: deuere (f. 321v, p. 671a), etc.

La ausencia de <h> inicial o interior de abitum (f. 320r, p. 670b), ebdomadarium (f. 324v, p. 672a), proibeatur (f. 321v, p. 671b), proibeantur (f. 322v, p. 671b) y proibuit (f. 322r, p. 671a); o cuando debería figurar formando los dígrafos <ch>, <th>: eucaristia (f. 310r, p. 666b; 311r, p. 667a), ęucaristię (f. 310v, p. 667a) o la extraña forma eumcaristia (f. 311r, p. 667a), Pasca (f. 311v, p. 667b), Pascę (f. 317v, p. 669b),4 nicilum (f. 310v, p. 667a),5 monacus (f. 323r, p. 671a), anatema (f. 319v, p. 670a) y anatematizentur (f. 320r, p. 670b).6 La <b> por <p> en final de sílaba: scribturarum (f. 315r, p. 668b), cabtibitate (f. 317r, p. 669b), babtisterium (f. 321r, p.

671a), babtizatus (f. 321v, p. 671a), Babtiste (f. 323v, 671b), nubserit (f. 316v, p. 669a).

La <d> en lugar de <t>: illut (f. 310v, p. 667a), reliquid [forma verbal] (f. 317v, p. 669b), semedipsum (f. 315v, p. 669a).

O <n> por <m>: conburatur (f. 310v, p. 667a), Demunque (f. 311r, p. 667a), inpugnatjone (315v, p. 669a), inportabilia (f. 316v, p. 669b) y <m> por <n>: uolumtarie (f. 313r, p. 668a); <nm> o <m> simple por <mm>: conmunicat, conmunicet (f. 311r, p. 667a) y comunicet (f. 311r, p. 667a), comunionem (ff.

311r y 317v, pp. 667a y 669a), excomunicetur (f. 321v, p. 671a), imolatio (f. 321v, p. 671a).

No deja pasar tampoco Berganza los abundantes lapsus en la escritura de formas diversas de la declinación; principalmente muchas de ablativo en lugar de acusativo: sacrificio (f. 311r) -> -um (p. 667a), iussione (f. 313r) -> -em (p. 668a), qualibet (f.

313v) -> quam- (p. 668a), abbate (f. 313r) -> -em (p. 668a), separatione (f. 316r -> -em

4.

Igualmente corrige Berganza el pascualium del f. 323v, escribiendo Paschalium (p. 672a).

5.

Naturalmente, Berganza no restituye nichilum, sino nihilum.

6.

Pero en el manuscrito también se encuentra anathema: por ejemplo en el f. 320v (p. 670b) cinco veces. Por otra parte, Berganza suprime alguna <h> superflua, como la de Ihesu (f. 320v, p. 670b) o las metatizadas -pero no superfluas- de Ihoannis (f. 323v) -> Ioannis (p. 671b ) o cahos (f. 320v) -> caos (p. 670b).

33

Texto Glosas v133.indd 33

05/10/2020 10:37:55

(p. 669a), desinteria (f. 322v) -> -am (p. 671b), IeIuniu (f. 323v) -> -um (p. 672a), carne (f. 323r) -> em (p. 671b); o de acusativo por ablativo: boluntatem (f. 313r) -> -e (p. 668a), comunionem (f. 317v y 321v) -> -e (p. 669b y 671b); o por nominativo: dandam ... communionem (f. 318r) -> -a ... communio (p. 670a).

Y también otros casos: Hii (f. 314r) -> His (p. 668b), Mulier (f. 317r) -> -eri (p. 669b), Deo (f. 321r) -> Dei (p. 670b).

De la misma forma, diversas confusiones en la representación de formas verbales, sea en la conjugación o en la construcción de la frase: neglegerit (f. 310r) -> -xerit (p. 667a), dimitteret (f. 317r) -> -re (p. 669b), excludi (f. 317r) -> -dere (p. 669b), abstinendos (f. 317v) -> -di (p. 669b), fuisset (f. 320v) -> -sse (p. 670b), coegentis (323r) -> cog- (p. 671b), sumserit (f. 322v) -> -mps- (p. 671b), comenda (322v) -> -medenda (p. 671a); o la equivocación del verbo augere (augeat f. 320v) con audere (audeat p. 670b).7

I.2.2. En contraste con correcciones como las señaladas, guiadas por una evidente intención de liberar el texto latino de sus abundantes imperfecciones de forma (proceder que hoy no nos parecería el más adecuado), descubrimos, en la transcripción de Berganza un cierto número de lapsus que no dejan de llamar la atención tratándose de una persona avezada, como era él sin duda, en la interpretación y manipulación de documentos.

Es hasta cierto punto comprensible -puesto que ha ocurrido siempre y ocurre hoy- la confusión entre <a> y <u> visigóticas. Podría tratarse de meras erratas, aunque ciertamente, sorprende la reiteración. Porque es curioso que él mismo, tratando en otro lugar de “las equivocaciones que padecieron los Copistas”, advirtió de que “aun en la letra gotica, mas bien formada, algunas letras se equivocan con otras, como la a con la v, la i con la l, la r con la s, y assi otras”.8 El hecho es que Berganza comete el mismo error al transcribir. percipiunt (p. 667a) en lugar de -ant (f. 311v), alterum (p. 668b) por -am (f. 314v), excluduntur (p. 669b) por -antur (f. 317v); y al contrario: lanam (p. 669a) por lu- (f. 315r) o poscant (p. 670a) por -cunt (f. 318r).

También hay descuidos de alguna importancia causados posiblemente por una lectura apresurada, aunque no sea descartable la colaboración de la imprenta. Por ejemplo, leemos:

7.

Se podría pensar que, si la confusión (por parte del copista) no se originó en el parecido formal (los significados de uno y otro no tienen nada que ver), pudo venir motivada por la coincidencia fonética de los resultados de ambas formas conjugadas a partir de las secuencias palatalizadas [gj / dj]: una misma pronunciación podría haber facilitado su intercambio en la escritura.

8.

La cita es del último capítulo del libro escrito contra Juan de Ferreras (Berganza 1729: 444-445) que contiene el “Chronicon de Isidoro pacense”. Ferreras había renunciado a editar este texto -según Berganza- porque “su correccion, ò saneamiento necessita de un Cirujano mui docto” para enmendar los “dos achaques” padecidos por las copias: “el primero proviene del latin extravagante del mismo Autor, y el segundo de los Copistas”. Berganza ya había mostrado su experiencia como tal “cirujano” en sus ediciones de Antigüedades.

34

Texto Glosas v133.indd 34

05/10/2020 17:32:13

Similiter (p. 667a) en lugar de Si mulier (f. 311r),9 Signa (p. 667b) por Ligna (f. 312v) -no fácilmente confundibles estas dos letras tratándose de mayúsculas-, o lacrimaverit (p. 668b) en lugar de lacrimabiliter (f. 314r).

Pero además encontramos, con relativa abundancia cambios gráficos erróneos en la edición: neglegens (f. 314v) -> negligens (p. 668b), prostratus (f. 315v) -> postratus (p. 669a), substantia (f. 320v) -> substancia (p. 670b), editione (f. 321v) -> edictione (p. 671a) o Colationum (f. 322r) -> collactionum (p. 671a),10 metanias (f. 324v) -> mitanias (p. 672a),11 liquor (f. 322v) -> licor (p. 671b),12 sollicite (f. 310v y 323r) -> solicite (pp. 667a y 671b) y sollemnibus (f. 321r) -> solemnibus (p. 670b), percusserit (f. 313r) -> percuserit (p. 668a), dissidentium (f. 321v) -> desidentium (p. 671a), Quattuor (f. 321v) -> Quatuor (p. 671a).

Igualmente ofrece el texto pequeños cambios de orden de palabras en algunas frases, aunque no supongan modificación de significado: “Si mulier autem pauperrima” (f. 313v) pasa a ser en la edición “Si autem mulier...” (p. 668a); “qui fidem fregerint sponsaliorum” (f. 317r) -> “qui fregerint sponsaliorum fidem” (p. 669b); “non esse debent” (f. 321r) -> “non debent esse” (p. 671a); “Si quislibet clerus (f. 321r) -> “Si Clerus quislibet” (p. 671a).

A ello se une algún cambio o adición de una palabra gramatical sin trascendencia. Cambio: “qui autem fecerit” (f. 320v) -> “qui cum fecerit” (p. 670b).

Adición: “Qui ępiscopum” (f. 313r) -> “Qui autem Episcopum” (p. 668a) y “Si quis hominem” (f. 314r) -> “Si quis autem hominem” (p. 668a); “usque resurrectionem” (f. 323r) -> “vsque ad resurrectionem” (p. 671b), “usque natalem” (f. 323v) -> “vsque ad natale (p. 671b).13 Por último, hay en el texto de Berganza algunas omisiones de diversa importancia, aunque no sean atribuibles necesariamente al autor. Por ejemplo: “Si intrat in ecclesiam” (f. 311r) -> “Si intra Ecclesiam” (p. 667a); “cabendum ne fiat” (f. 311v) -> “cavendum” (p. 667b); “Qui aborsum fecerit uolumtarię IIII annis peniteat; sine uolumtate II annis peniteat” (313r) -> “Qui abortum14 fecerit voluntarie IV. annis peniteat” [omite el resto] (p. 668a); “tantorum homicidiorum ream” (ff. 313v-314r) -> “tantorum homicidiorum” (p. 668a); “Si quis episcopus cum canibus” (f. 320r)-> “Si Episcopus cum canibus” (p. 670b); “carnem ... nequaquam deuere penitus comedi” (ff. 321v-322r) -> “carnem ... nequaquam debere penitus” (p. 671a); “Ipse letanias triduano obseruentur” (f. 323v) -> “Ipsae letanias observentur” (p. 671b); “centies metanias certatim referendo” (f. 324r) -> “certatim referendo” (p. 672a).

9. En el manuscrito no se escriben separadamente las dos palabras y ello pudo facilitar la confusión en una lectura no detenida.

10.

Esta palabra tenía <ll>, como está en la edición de Berganza.

11.

Ha de tratarse meramente de una errata, puesto que metania, con <e>, está escrita dos veces inmediatamente antes en la misma página, una de ellas al margen, por tratarse de una palabra glosada (glosa 353), como se tendrá en cuenta luego.

12.

Berganza debió dar a esta sustitución la misma validez que apoyaba el intercambio entre las grafías <qu+u> del ms. y <cu> en su edición; es decir, como en quantoscumque (p. 668a) en lugar de quantosquumque (f. 313v) o en qualiumcumque (p. 672a) por qualiumquumque (f. 324r). En cambio, es una corrección acertada su derelinquunt (p. 669a) en lugar del derelinqunt (f. 317v) del ms.

13.

De todas formas, Berganza también utiliza solo usque, sin ad, como en el ms.: “vsque resurrectionis” (p. 671b), “vsque Quadragesimam” (p. 672a). Tampoco es trascendente para el significado la adición de la palabra maritum en el caso de “que adulterum maritum reliquerit ne ducat alterum in uita adulteri” (f. 317v) -> “quae adulterum maritum reliquerit, ne ducat alterum maritum in vita adulteri” (p. 669b). La adición de Berganza es solo innecesaria.

14.

Berganza sustituye la forma aborsum del manuscrito por la más común y conocida.

35

Texto Glosas v133.indd 35

05/10/2020 10:37:55

La omisión menos explicable es la falta del cap.º X entero: “De incestis coniunctionibus” (ff. 319r-319v), que incluye las glosas n.ºs 220-233, entre ellas la 222 cusina, que glosa a consobrina; y, sin embargo, figura como entrada (“Cusina, sobrina”) en el Glosario que cierra el volumen, como se tendrá en cuenta luego. Esta circunstancia invitaría a pensar que la omisión del citado capítulo no habría sido responsabilidad suya. En cualquier caso, en la edición no hay señales de que se omitiera inadvertidamente el capítulo, porque no se da un salto de número correlativo entre el anterior (106 “De diversis fornicationibus”, p. 669a, cap.º UIIII del ms., f. 315v) y el siguiente (107 «De diversis causis poenitentium», p. 670a, cap.º XI, f.

319v) y el texto discurre como si no faltara nada. Naturalmente, también cabe la posibilidad de que se arreglara la numeración (¿en la imprenta?) después de haberse advertido la omisión.

I.3. Las glosas I.3.1. En su edición del Penitencial, colocó Berganza cuatro de las glosas en los márgenes del texto al modo como figuran en el manuscrito, precedidas de las propias palabras glosadas y de ‘id est’ para indicar que constituían la explicación -latina o romance- de estas. Son: p. 667b: “Martyria idest reliquias” (palabra glosada en el ms.: martiria, f. 312v; glosa al margen: reliquias, n.º 40). p. 668a: “Vel qui denati sunt / dize à la margen: E / los qui / naiseren / so” (palabras glosadas en el ms.: qui denati sunt, f. 313v; glosa al margen: elos qui naiserenso, n.º 69). p. 668b: “Partus idest filios” (palabra glosada en el ms.: partus f. 314r; glosa al margen: filios, n.º 80). p. 670b: “Ballare, idest cantare” (palabra glosada en el ms.: ballare, f. 320r; glosa al margen: cantare, n.º 250).

Esta última es la única de las cuatro que se colocó en el Glosario del final.

I.3.2. En cambio, en otras cinco anotaciones que puso también en los márgenes del Penitencial, no copió las glosas, sino únicamente dio su propia interpretación (latina) de las formas glosadas del manuscrito (de la manera como había hecho en la p. 106 citada y comentada antes, en el §1) actuando él mismo a modo de glosador: p. 669b: “Sit vti, idest, vtatur”. Se refiere a las siguientes palabras del texto de Silos: [Nullatenus] sit uti (f. 317r); las dos últimas se glosan debajo, en el manuscrito, fuera de la caja, como ke aiat usuale lege (n.º 166).

Cabe recordar (se ha hecho notar al principio, §1) que en la p. 106 había dado a esta glosa otra correspondencia en el texto del Penitencial: “sit vsus et lex” dice allí, no “sit uti”. p. 671b: “Macerentur idest mundentur”. Palabras del texto a las que se refiere en el manuscrito: usque dum macerentur (f. 322v). Estas dos últimas palabras son las glosadas al margen como ata ke se monden (n.º 328). p. 671b: “Fimus idest fimus”. En el manuscrito se refiere a la palabra femus (f. 322v), glosada al margen como stiercore (n.º 332). En la edición de Berganza no aparece femus, sino fimus, por lo que la anotación del margen es pura tautología; si bien se puede suponer que habría querido escribir: “Femus idest fimus”. p. 672a: “Metanias preces pro venia”. Palabras del manuscrito a las que se refieren: [Qui...] metanias [agere consenserit] (f. 324r); metanias es la palabra glosada y la glosa al margen es uenia petituras (n.º 353). Berganza incluye ambas -la palabra glosada y la glosa- en su anotación marginal.

36

Texto Glosas v133.indd 36

05/10/2020 10:37:55

p. 672a: “Lator, id / est, qui debet sustinere”. En el manuscrito la palabra glosada es Lator (f. 324v) y la glosa leuator (n.º 366).

En el Glosario figura únicamente la primera de estas glosas: “Ayat vsuale lege”, como indicamos a continuación.

I.3.3. Las glosas y el Glosario El Glosario ya aludido anteriormente lleva este encabezamiento: “Vocablos del idioma vulgar, que se hallan en las Historias, y Escrituras antiguas, explicados segun la combinacion, que he hecho, del Fuero juzgo y vulgar con el Latino, y expuestos atento à los Diccionarios antiguos de los Monasterios de Cardeña, y Silos, y del Arabigo, que escriviò el Padre Alcalà”.

Ocupa las siete últimas páginas (687-693) del volumen y consta de 576 entradas. Entre esos vocablos “que se hallan en Escrituras antiguas” (no todos, por cierto, “del idioma vulgar”) están las glosas del Penitencial, de las que incluyó, además de las ya mencionadas, otras veintidós. Esta es la relación completa tal como figura en el Glosario: “Ayat vsuale lege [glosa n.º 166; en el texto del Penitencial: sit uti f. 317r, no sit vsus et lex, como puso Berganza en la p. 106], guarde el vso, y costumbre”.

“Altros [en la glosa n.º 323: altras; en el texto: cetera, f. 322r], otros”.

“Ata [parte de la glosa n.º 240 -ata ke pacifiket-; en el texto: quousque (reconciliet), f.

319v], hasta, adverbio”.

“Ballar, cantar” [glosa n.º 250, f. 320r].

“Bebetura [n.º 55 -por la bebetura-, glosa de (per) poculum, f. 313r],15 bebida”.

“Botas [n.º 248 -a las uotas-; en el texto: (ad) nubtias, f. 320r], bodas”.

“Brazar [n.º 137, referida a complexu, f. 316r, no a amplecteretur, según la explicación de Berganza en la p. 106], abrazar”.

“Cadutu fuit [n.º 94 -exactamente c. fueret-, glosa de lapsi sunt, f. 314v],16 cayó”.

“Campo [n.º 139 -exactamente campas-; en el texto: femora, f. 316r], muslo”.

“Colitura [parte de la glosa n.º 237 -exactamente collitura de dio-; en el texto: cultus, f.

319v), culto”.

“Cusina [n.º 222, palabra referida a consobrina, f. 319r en el texto], sobrina”. Como ya se ha advertido, esa glosa figura en en el cap.º X («De incestis...»), que falta en la edición de Berganza.

“Eleiso [parte final de la glosa n.º 129 -per sibi eleiso-; en el texto: per semed ipsum, f.

315v], el mismo”.

“Governar [parte de la glosa n.º 235 -pasceret gobernaret-; en el texto: alat, f. 319v], sustentar”.

“Ibizon [n.º 199 -exactamente ibizone-, palabra referida a iumento, f. 318r], jumento”.

15.

Esta misma palabra (poculum) aparece en otra ocasión (f. 313v), aunque allí la glosa (n.º 68) está escrita con <u>: ueuetura, y, además, con la precisión de ierba (se trata de una ‘bebida’ abortiva).

16.

En la glosa n.º 275: ke kadiot, glosando a emersise (f. 320v).

37

Texto Glosas v133.indd 37

05/10/2020 10:37:55

“Laiscar [n.º 181 -laiscaret-; en el texto: reliquerit, f. 317v], dexar”.17 “Levare [n.º 78 -leuaret-; en el texto: intulerit, f. 314r; n.º 351 -leuare-, forma referida a ferre, f. 324r], llevar, hurtar”.18 “Limnar [n.º 169 -limnares-; en el texto la forma glosada es liminibus, f. 317v], vmbral de la puerta”.19 “Lueñe [primera parte de la glosa n.º 83 -luenge stando-; en el texto: absente, f. 314r], lexos”.

“Magacia [n.º 263 -magatias-, referida a malas, f. 320r], magia”.

“Muzlemos [última palabra de la glosa n.º 51 -a los gentiles, paganos, mozlemos-; en el texto: barbaris, f. 313r], barbaro, rustico”.

“Punga20 [n.º 48; en el texto: prelio, f. 313r], pelea”.

“Sortero [n.º 115; la palabra a la que se refiere en el texto es laneficia, f. 315r], encantador, hechicero”.

“Tornar [n.º 299; la forma del texto es relabuntur, f. 321v], bolver, y indignar”.21 “Tradecar [n.º 326 -tradecando-, forma referida a lacerantes, f. 322v], despedazar”.

“Vergoina22 [n.º 171 -de la uergoina-; en el texto: pudoris, f. 317v], verguença”.

I.3.4. No se pueden eludir algunas preguntas que suscita la presencia de estas formas en el Glosario.

En primer lugar, acerca de la selección en sí. Ya es un enigma la razón por la que en los márgenes del Penitencial había transcrito únicamente cuatro glosas (cf. § 3.1) y por qué aquellas precisamente; como lo es también, sin duda, el motivo por el que en otras cinco ocasiones había colocado en los márgenes, y a modo de glosa, sus propias interpretaciones, no las que trae el manuscrito de Silos (cf. § 3. 2).

En lo que respecta al Glosario, no parece que hubiera de exigirse a Berganza la justificación del número de entradas (¿por qué solo veinticinco glosas?) dado que la composición y la extensión de un vocabulario ha dependido siempre del arbitrio y criterio del autor; aunque, de todas formas, llama la atención el hecho de que decidiera no tener en cuenta, no ya todas las glosas del manuscrito de Silos, sino ni siquiera todas las que él mismo había transcrito o comentado, a menos que quien las introdujera en el Glosario no fuera él.

Pero sobre todo no puede dejar de cuestionarse el objetivo perseguido por Berganza al incluir en su vocabulario el resto de las glosas: las que no había transcrito en su edición del texto o no había mencionado fuera de él. Porque a nadie que leyera su Penitencial podía ocurrírsele buscar en el Glosario el significado de unas palabras que no había tenido la posibilidad de encontrar previamente en el texto de la edición o en sus márgenes (ayat vsuale lege,23 altros, ata, bebetura, botas, brazar,24 cadutu fuit, campo, colitura, cusina, eleiso, governar, ibizon, laiscar, levare, limnar,

17.

Hay a continuación otra glosa similar (n.º 184: usque quale laiscaret) que glosa a nisi quem reliquid (f. 317v).

18.

Solo el primer significado corresponde a las palabras glosadas.

19.

Berganza no recoge la forma romance añadida en la misma glosa a continuación: entratas.

20.

Berganza conserva esta grafía <ng> aun cuando en el caso de lueñe (luenge) la sustituye por <ñ>.

21.

El significado que corresponde del texto parece ser solo el primero.

22.

Como en punga (y a diferencia de lueñe), conserva la grafía del manuscrito.

23.

A no ser que previamente hubiera leído la p. 106, pero en ese caso tampoco recurriría al Glosario para dar con su significado, pues ya lo habría visto en aquel comentario.

24.

Es el mismo caso que ayat vsuale lege: citada en la p. 106.

38

Texto Glosas v133.indd 38

05/10/2020 10:37:56

lueñe, magacia, muzlemos, punga, sortero, tornar, tradecar o vergoina). Salvo que pudieran aparecer en otros de los documentos editados en Antigüedades, era una información útil únicamente para quienes tuvieran la ocasión de leer el Penitencial en el propio manuscrito de Silos.

Parece evidente que el interés de Berganza estaba centrado prioritariamente en dar a conocer el Penitencial, texto que estaba en concordancia y en línea, en cuanto a contenido y forma, con el resto de los documentos latinos que había transcrito en las Antigüedades. Ese es su mérito y esa es, también, para nosotros su limitación, por no reproducir en su integridad el manuscrito, incluidos los ensayos aclaratorios semilatinos o romances del “curioso” anotador.

Debió de pensar que era suficiente dejar constancia de su existencia.

I.4. Vayamos a los “Vocablos del idioma vulgar” Este glosario ahilado, de apenas 7 páginas, no permite dar con el significado de todas aquellas palabras antiguas que aparecen en el estudio histórico o en el apéndice documental de las Antigüedades. Es un complemento normal, como el que encontramos en otros libros en los que se hace alguna referencia a unas cuantas voces antiguas, para dejar constancia por medio de ellas, de las diferencias entre el léxico del presente y del pasado; por más que indirectamente pudiera servir para la comprensión de alguna de las palabras de este, difíciles de entender. Es lo que pretendían las tres páginas que Bernardo Aldrete (1606, pp. 178-181) colocó como ‘Muestra’ de los vocablos antiguos en su libro: “Para muestra desto en nuestra lengua Castellana pondre algunos pocos [vocablos antiguos] de muchos, que pudiera, sacados del Fuero juzgo, de las Partidas, Historia del Rei Don Alonso, i del Infante Don Manuel”.25 Se trata de una tradición que se mantuvo hasta la llegada de la revolución pidaliana, como podemos comprobar en A. Merino (1780, pp. 433-443), que coloca en su paleografía un glosario del que señala: “Este Indice de vocablos antiguos es el mismo, que trae el Rmo. P. Mro. Berganza, aumentado de las voces, que ván señaladas con asteriscos, ó estrellas”. A través de este vocabulario de Merino llega a la paleografía de V. Colomera y Rodriguez (1862, pp. 173187), quien especifica: “Este Índice de vocablos antiguos es el mismo que trae el Rmo. P. Mro. Berganza, aumentado de las voces que van señaladas con asteriscos ó estrellas, por el P. Merino, en su obra «Escuela de leer letras antiguas»”. En un apartado de “Vocablos del idioma vulgar” de la paleografía de A. Alverá (1857, p. 29) se publica el Glosario de Berganza, también a través del de Merino. Y González, en su Diccionario del notariado (1853, s. v. anticuadas, p. 326) mantuvo, dentro esta tradición, casi de una forma literal parte del encabezamiento que había puesto Berganza a su Glosario: “voy á recopilar á continuación por órden alfabético todas cuantas palabras anticuadas del idioma vulgar he podido reunir, halladas en las escrituras y escritos antiguos, y explicadas según la combinación hecha del Fuero Juzgo vulgar con el latino, con vista también de los diccionarios antiguos, de los monetarios de Cardeña y Silos y del arábigo que escribió el P Alcalá”.

Sorprende por ello la ruptura que supone que no se utilice el Glosario de Berganza en la primera edición del Dicc. Aut.; posiblemente algo tuviera esto que ver con el P. Ferreras, con el que Berganza polemizó acremente (como puede comprobarse en las Antigüedades y en Berganza 1729, según se ha advertido antes). Se trataba de alguien que se movía por el campo de la historia con una orientación totalmente opuesta a la del monje benedictino; pertenecía al grupo de los académicos fundacionales de la corporación y participó en la redacción del Dicc.

25.

Ese glosario de Aldrete lo edita también Gregorio Mayans, “Vocablos”, pp. 265-271.

39

Texto Glosas v133.indd 39

05/10/2020 10:37:56

Aut. Son hechos que explicarían la exclusión del Glosario de Berganza en la primera edición del Dicc. Aut. y servirían para entender que, años después, en 1770, en la segunda edición del primer volumen (y único, por el momento) de este diccionario, se utilizara varias veces, dando entrada incluso a sus errores.

Vayamos ya, situado el Glosario en el eje del tiempo, a tratar de encontrar una explicación a cómo se ensamblaron las piezas a las que se refiere el monje benedictino en el largo título que da a esta pequeña obra lexicográfica.

I.4.1. Empecemos por “la combinación del Fuero juzgo vulgar con el Latino” El P. Berganza sigue un camino muy parecido al de Aldrete26 recurriendo a textos histórico-jurídicos pertenecientes al ámbito alfonsí y prealfonsí —de un modo particular el F. Juzgo (1600) editado por Villadiego27—; pero aportando, en cambio (lo veremos más adelante), documentos latinos y romances, particularmente castellanos y altomedievales, aparte de la cosecha de voces que extrajo de sus Antigüedades.

En el recurso al F. Juzgo coinciden Aldrete y Berganza, incluso en el hecho de seguir los dos muy de cerca la “Tabla de los vocablos más obscuros” (f. 525r) de la edición que Villadiego había hecho de esa obra, sin, incidentalmente, dejar de lado una serie de formas erróneas. Vamos a comprobarlo acudiendo meramente a las voces que comienzan por a-:

Villadiego

Aldrete28

Berganza

Abesa. Mala.

Acoytar. Procurar.

Abesa. Mala.

Acoytar. Procurar.

Abeso, malo, de donde provino Avieso.

Acoytar, cuidar, procurar.

Acreyo. Acreedor.

Acreyo, acreedor.29

Afolar. Enflaquecer.

Afolar, enflaquezer.

Afrontar. Requerir.

Agegado. Ayuntado.

Agionamientos. Aprietos.

Agruador. Agorero.

Aluga. Alquila.

Afrontar. Requerir.

Agegado. Allegado, como Agregado.

Agiontamientos [sic]. Aprietos.

Agruador. Agorero. Augurator.

Alogar. Alquilar. Locare.

Afrontar, requerir para que se presente Agegado, allegado, agregado.

Agionamiento, aprieto, afliccion.

Agruador, agorero.30 Alogar, alquilar y arrendar.

26.

Berganza, buen conocedor de Aldrete, al que cita al final del Glosario (p. 693), a propósito de “como se vsurparon vnas letras por otras, y como se alteraron muchas palabras”, después de ejemplificar los cambios (“Au latino se mudò en O, como Aurum en Oro, Maurus en Moro” etc.: son 17 en total los que cita y ejemplifica), termina: “Otros muchos exemplos se pueden vèr en el Doctor Alderete: para mi assumpto, y para la advertencia de muchos vocablos antiguos, los propuestos son suficientes”.

27.

“La [traducción] que sacò a luz impressa el Doctor Alonso de Villadiego, bien digno de todo agradecimiento, i estima pues comunicò a toda España el libro, que pocos alcançauan, i muchos tratauan del [—> de él] solo por oidas” (Libro II, cap.

II, p. 161: “Quando se traduxeron en Romance las leies del Fuero Juzgo”). Sin embargo, con respecto a esa edición, Burriel era consciente de que “es muy mala y con infinitos yerros” (Valladares, 1787, pp. 271-272).

28.

En el cap. VI, “Del Romance antiguo de España, i como las lenguas se mudan con el tiempo” (Aldrete 1606: 176- 185).

29.

Acreyo ‘acreedor’ es un imposible morfológico, del que se prescindió en el glosario a la edición del F. Juzgo de 1815; entró en el Suplemento a la 1.º edición del DRAE, de 1780, donde se introdujeron materiales de los que se había prescindido en la 1.ª edición del Dicc. Aut. Se mantuvo en el diccionario académico hasta la edición de 1817. Sorprendentemente se acoge en el cuidadosísimo DHLE, a la vez que se cita un caso de acreyó, s. v. creer; se trata de un acreer cuyo pasado acreyó alterna en un mismo pasaje en distintos manuscritos del F. Juzgo con acreó, acrió y acrovo (y no la lectura acrovó, que vemos en el aparato crítico de la edición académica de esta obra, p. 93). Villadiego (p. 233) editó “el que lo acreyó”, sintagma que había entendido bien, como ‘el acreedor’, aunque desde el punto de vista lexicográfico lo planteó mal, pues no es ese el significado de la voz, sino del sintagma en que se encuentra.

30.

Para el DHLE ( s. v. agruador), “se trata de una mala lectura en la ed. 1600 del FJuzgo, de la var. gruador, que se lee en algunos mss., la cual a su vez parece error de copia por agurador o agorado”.

40

Texto Glosas v133.indd 40

05/10/2020 10:37:56

Andido. Passado

Andido, passado de flaqueza

Apostia. Engaño.

Apostia, impostura, engaño.

Asmar. Pensar.

Asmar, pensar, juzgar

Arrayz, En lugar cercano.

Arrayaz, rayano, que vive en la ra ya de otro reyno.

Atanes aqui, Hasta aqui.

Atanes, hasta aqui.

Axente. Plata.

Axente, plata. Argentum

Axente. plata.

Las 15 voces que empiezan por a- de la Tabla de Villadiego pasan todas al Glosario de Berganza, si bien, en algunos casos, con pequeñas diferencias; Aldrete, en cambio, da entrada en su Muestra solo a 8 de ellas, poco más de la mitad. Lo cual implica que Berganza hubo de tomar estas palaras directamente de Villadiego; aunque tuvo que consultar también en algún caso a Aldrete, como en agegado.

La relación de Berganza con Aldrete se refuerza si tomamos en cuenta las voces de otra procedencia que extrae de su Muestra. Así, siguiendo con la letra a-, intercala entre las palabras del cuadro anterior tomadas del F. Juzgo, las siguientes de Del origen31: Aldrete Acuciar. Dar priessa.

Aluergueros. Mesoneros i venteros.

Alçada. Apelacion.

Alfaxemes. Barueros.

Algara. Correduria.

Almocaden. Capitan de infantería, Arauigo.

Amesnadores. Los de la guarda del Rei. Amesnar. Guardar. l.10.tit. 23. p. 4.33 Astragar. Destruir.

Algo. Bien.

Auoleza. Vileza.

Axar. Hallar.

Berganza Acuciar, dar priesa.

Alverguero, Mesonero, Ventero.

Alzada, apelacion.

Alfagen, Cirujano.32 Algara, partida de soldados de acaballo, que sale a hazer correrias.

Almoacen, Almocaden, Capitan de infantería.

Amesnador, guardia del rei.

Amesnar, guardar.

Astragar, estragar, y descubrir.34 Algo, bien.

Avoleza, vileza.

Axar, hallar.

Lo que hemos ejemplificado con las palabras que empiezan por a- es extensible al resto de las voces. Baste con señalar que de las 184 de Aldrete (42 de las cuales están en Villadiego), 125 palabras (un poco más de la quinta parte del glosario), figuran entre las 576 de Berganza (con adaptaciones curiosas como la de “Sobejanas palabras. Demasiadas” [Aldrete] ~ “Sobejanas, palabras con demasía” [Berganza]). Pero el conocimiento que Berganza tiene de Aldrete es mucho más profundo de lo que permitiría pensar el recurso a su Muestra: el primero toma del segundo algo cuyo significado ‘bien’, parecería a primera vista incomprensible, si no da con las

31.

Prescinde solo de tres palabras: “Abra. Vendra”, “Almofar. Parte de la loriga” y “Aluergadores. Lo mismo [que Aluergueros, de la entrada anterior]”.

32.

Es posible que en este caso alfagen y su definición en el Glosario, tomadas en principio de Aldrete, se hayan modificado atendiendo al siguiente pasaje de las Antigüedades (Berganza, II, p. 199, n.º 114: “el Cirujano, à quien llamaban Alfagen, nombre Arabigo, que significa, el que con conocimiento de algunas yervas, y pepitas curaba las enfermedades: y aun he llegado a sospechar, que el Monge Enfermero era el Alfagen”.

33.

Según el DHLE (s. v.) se hace referencia a las Partidas.

34.

Descubrir es evidente error por destruir.

41

Texto Glosas v133.indd 41

05/10/2020 10:37:56

siguientes palabras de Berganza II, p. 166), a propósito de una de las explicaciones de hijodalgo: “como notaron Alderete en el origen dela lengua Castellana, y Covarrubias en el Tesoro de la misma lengua, significa bien, y bien que comprehende fidelidad àzia el Principe, fortaleza, y constancia, para defender la Patria; y la prudencia, y justicia, que deben resplandecer en sus operaciones sobre la gente comun, y popular”. Ahora bien, quien coloca algo en el Glosario de las Antigüedades tomándolo directamente de la Muestra de Aldrete no debió de ser Berganza, pues hubiera visto que aislado no se podía entender, sin adscribirlo a la definición de hijodalgo.

El hecho es que la Muestra de Aldrete funciona como una especie de planta elemental sobre la que se construyó el glosario del benedictino. Una planta que no busca solo incluir las palabras de difícil comprensión aparecidas en las Antigüedades, sino que admite otras de diferentes procedencias.

Unas de ellas las extrajo de sus lecturas (a menos que lo que estamos atribuyendo a Berganza hubiéramos de referirlo a un colaborador), entre las que estaba el F. Juzgo, cuya utilización no se redujo al caudal que le aportaban los vocabularios de Villadiego y Aldrete, pues aparecen huellas de que se aprovechó este texto bien conocido por Berganza, como lo demuestran las referencias que se hacen a él en la parte del estudio histórico de las Antigüedades. Para no repasar una vez más la edición de Villadiego buscando las voces que han podido pasar de esta edición al Glosario de Berganza, acudiremos a la lista de palabras que Rivas Zancarrón (2017, p. 308) cita del Fuero y, en algunos casos, al glosario de las pp. 213 y ss. de la edición académica, de 1815, del F. Juzgo, donde se mantienen formas que proceden de la base manuscrita que le sirvió a Villadiego para realizar su edición. Algunas de estas voces tienen rasgos gráficos claramente leoneses, como “Ayeno, ajeno”, “ayodoro, ayuda, ò socorro”, “Axanar, allanar”, “Axegar, allegar” y “Achar, hallar”.35 Otras, que no están dialectalmente marcadas por su grafía, muestran simplemente una variante de escritura existente en el pasado, como “Amos, ambos”;36 otras combinan lo gráfico y lo semántico, como “Almezer [por Amecer37] mezclar”. Y muchas dan cuenta de un significado que puede no entenderse a simple vista, como “Aducho, testigo presentado”38, “Afalagamiento, persuasión falsa”,39 “Afrontar, requerir para que se presente “, “Ascuso, secreto” [vid. DECH, s. v. esconder]”. Tenemos también la forma latina “Aripennis, medida de 120 pies en quadro”, que correspondería a un a forma española arpende o arpiende (DECH, s. v. alpende, nota 7) tomada del Fuero 40 . El infinitivo “Aluengar, alargar”, que el DHLE explica, como “una mala interpretación de las formas diptongadas de alongar” en Berganza, se mantiene en el Glosario de la edición de la Academia de 1815, p. 215, aunque en la forma “Alunguar [errata por aluengar], Alargar, diferir”.

Algunas de estas palabras aparecen en los Concilios de León y de Coyanza, que conocía bien Berganza y utilizó —ciertamente con buen aprovechamiento para sus intereses—, pero, que, como era de esperar, debió de leerlos en latín (cf. II, al comienzo de la “Ajustada respuesta...” y las referencias a estos Concilios en I, pp. 68, 312; 401-403).

35.

Está en el glosario del F. Juzgo de 1815.

36.

Está en el glosario del F. Juzgo de 1815.

37.

Es posible que almecer aparezca en algún manuscrito del F. Juzgo. Esta variante aparece en la segunda edición del Dicc. Aut. (1770), s. v. amecer, tomada de Berganza.

38.

En el Glosario del F. Juzgo de 1815, p. 214, aparece aducho definido como “conducido, llevado, presentado, a”.

39.

Está en el glosario del F. Juzgo de 1815.

40.

Se dice de la forma latina aripennis, en el “Glosarium vocum barbarum et exoticarum quae in Libro Iudicum continentur” (F. Juzgo, 1815, p. 205): “Se trata de una forma tomada de la edicion de Villadiego Aripennis. Mensura, qua finitores et agrimensores agros metiuntur. Non una fuit semper et ubivis aripennis mensura” Y en la introducción, p. xxxviii: “Tampoco hay mala traduccion en la ley 14, tít. 1, lib. 10, que trata de la medida de las tierras, y es notada igualmente por Masdeu (2 [tom. II, p. 61]) diciendo: el autor del Fuero Juzgo con mucha confusion en lugar de cincuenta aripenes de tierra traduce: cincuenta años de arriendo. Pero esto solo se lee en la edicion de Villadiego, y todos los codices constantemente dicen: cincuenta arpendes ó arpiendes, asi que este es uno de los muchos descuidos ó errores de que tanto abunda la edicion de Villadiego, y no ignorancia del traductor”.

42

Texto Glosas v133.indd 42

05/10/2020 10:37:56

I.4.2. Sigamos con “las Historias, y Escrituras antiguas” Hay otros casos que proceden de las Antigüedades, tanto del estudio histórico que se hace en ellas, como de los documentos editados en apéndice o citados acá y allá. Así se explica la problemática inserción en el Glosario de lo que, para entendernos, vamos a llamar glosas y paraglosas, pues la mayor parte de las 25 glosas del Penitencial no aparecen en la edición y en otras cinco entradas más, en lugar de ellas, aparece una interpretación de Berganza, como si el propio lexicógrafo actuara como glosador (a lo que nos hemos referido en el apartado § 3).

Pero además de las glosas hay otras voces procedentes de Antigüedades, a algunas de las cuales nos vamos a referir a continuación, guiados en varios casos por el “Indice de las cosas mas notables que se contienen en este [I] Tomo” (pp. 585 y ss.).

Citaremos la definición del Glosario, contrastada a continuación, con lo que aparece en el texto de donde pudo haberse tomado.

Tenemos algunos ejemplos significativos del trasvase de voces del estudio histórico de Berganza al Glosario. El primero lo tenemos en la explicación impresa que se da en los márgenes del texto a unas cuantas palabras del Privilegio que el conde Garci Fernández concedió al monasterio de San Cosme y San Damián de Covarrubias (de 979), (Antigüedades, I, pp. 285286, n.º 79); cf. el documento latino de 978 (§ 7, p. 22) y traducción romance de finales del XIII o principios del XIV § 9, p. 31, en la edición de L. Serrano 1907:41

I.4.2.1. “Alfanigue, mantillina” ~ “Alfanigue era lo que ahora se dize mantillina”; se trata, según el DHLE (s. v. alfanigue1) de una confusión de “alfanigues ‹alfaneques›, de un doc. de Covarrubias [de] 979 (cf. alfaneque1) con albanegas, influido probablemente por la lectura alfanegas que aparece en la traducción del mismo doc. por el P. Venero en el s. XVI (Berganza Antigüedades 1719 I 285b); de ahí su definición de alfanigue como “mantillina”, que fue dada por buena por la Ac.”; sin embargo esta palabra castellana, obviamente deturpada, traduce una voz latina alfaneges, que no es una variante de alfaneque ‘tienda de campaña’, sino que ha de estar ahí por alfanegas, que es lo que se trasluce en el alfaneges del texto latino editado por L. Serrano, variante del alfanegas que aparece en la traducción castellana de este documento. Esta última es la variante que adopta el P. Venero (1559, p. 159v), al que se refiere el DHLE, que encubre a la forma albanega ‘cofia o red para recoger el pelo’ (DECH, s. v. albanega).

“Almozala, cobertor de cama” ~ “Almozala se dezia el cobertor de cama”.

“Fatel, saya con plieges” ~ “Fatel se dezia la saya con pliegues”.

Sorprende, en cambio, que citara (con acentuación llana, que no tiene nada que ver con la cítara42), que explicada así en esa nota marginal: “No he llegado a entender, què alhaja de la Iglesia sea la Citara”, se defina, en cambio, en el Glosario como “cogin almohada” (que pasa a los diccionarios académicos hasta la edición del de 1936, vid.

DECH, s. v. citara); se trata de ‘tela suntuosa empleada como cortina, velo de altar o paño de ornamento’ (NDHE, s. v. citara; cf. Montaner 2011, pp. 35-36, n. 153).

41. Se trata de un pasaje que se ha utilizado a menudo para dar cuenta de objetos pertenecientes a la vida cotidiana de gente de

alcurnia, como es el caso de “la lujos ropa del lecho de un grande”, que describe C. Sánchez Albornoz (1982, p. 128, nota 84, en el capítulo “Una casa y una corte”).

42. De lo cual se extraña Serrano (1907, p. 22), más desorientado aún que Berganza, cuya definición la comenta así: “no piensa

que sean instrumentos músicos sino almohadas”.

43

Texto Glosas v133.indd 43

05/10/2020 10:37:56

¿Se habrá aventurado un posible colaborador del monje benedictino —si es que lo hubo— a dar una definición a la que no se atrevió él?

Del mismo modo, tenemos en otro documento (Antigüedades, I, p. 242, n.º 149) la explicación de algunos “nombres antiguos, de que vsa ese documento (se trata del doc. §117 (de 966), del Cart. Cardeña): “Ganape significa manta, y Plumazo cabezal fundido de pluma, de que vsaban los Antiguos en lugar de colchon. Por tunica, y sayal se entiende el habito, y vestido largo exterior, è interior: y por almutelio, ò almudelio, y arençata, la medida, y tassa de comida, y bebida”. Alguna de estas voces se han trasvasado al glosario: Las definiciones que se dan en el Glosario de dos de estas palabras, ganape (genape en el Cart.

Cardeña) y plumazo, muestran que se han tomado con cierta precipitación del pasaje que acabamos de citar. Tales palabras, suelen ir juntas en la documentación medieval, designando dos piezas distintas de cama: ganape, genape o genabe la ‘manta’43 y plumazo el ‘colchón o almohada’44. En el Glosario se adopta para ganape el significado que tenía plumazo, como si el ir seguida una voz de la otra se debiera a que se trataba de sinónimos: “Ganape, plumazo, cabezal de cama”; luego, más adelante, plumazo se definía igual, aunque con otras palabras: “Plumazo, cabezal fundido de pluma”. Sorprendería que Berganza, que había definido estas piezas dándole el significado que tienen en los documentos medievales, hubiera sido el responsable de esta equivocación en el Glosario.

La tercera palabra de esta enumeración que pasa al Glosario es “Amutelio, medida de comida”, tomada de la explicación que se da en el texto: “almutelio, ò almudelio, [...] la medida, y tassa de comida, y bebida”. Se trata de una latinización de almudejo (DECH, s. v. almud), que está en el Cart. Cardeña, docs. §§ 27, 117. Cf. Santiago (2016, pp.

216-219).

Se introduce finalmente en el Glosario: “Sayal, saya, en latin sagun, vestidura larga”. En el Cart. Cardeña: saIale (doc.§ 117) y saIales (doc. § 69).

Berganza (II, pp. 56, 57, n.º 98) es consciente de que “para claridad de [algunas] escrituras, es forçoso explicar los nombres antiguos, y desusados, que se contienen en ella[s]”: Para ello explica qué son el Fuero bueno y el Fuero malo (sintagmas que no traslada al Glosario), junto a otros tributos que sí introduce en él: caloñas; fonsadera, fossadera, fossatera y fossataria; facendera. No hemos transcrito aquí las explicaciones que se dan de estas voces en el texto de las Antigüedades.45 Damos, en cambio, la cita completa —ya se verá por qué— de otra palabra: “Anubda, que también se nombra annuteba, annutuba, y annudeba es voz compuesta, segun dize un Vocabulario de Cardeña, de las dicciones latinas annuo, que significa hazer señal; y tuba, que significa la trompeta. En vna escritura, traducida de latin en romance en tiempo del Rey Don Alonso el Sabio, el Traductor en lugar de anubda trasladò posta: por lo qual venimos en conocimiento, que anubda significa el tributo, que se daba al Volante,

43. Vid. M. Ariza, (2010, p. 267): genabe con las variantes uenabe, ganebam, ganape “manta, cobertor”; M. Pérez (2010, p. 344,

nota b): genabe, con multitud de variantes, que define como “cobertor o sobrecama” (basándose en un cuidadoso trabajo de Varela Sieiro 2003).

44. Vid. M. Pérez (2010 p. 596, s. v. plumazo, nota b, a propósito de la definición que da a esta voz Varela Sieiro 2003) ‘colchón,

almohada’.

45.

A este pasaje recurre Merino (1780, pp. 160-168) para explicar el significado de unos cuantos impuestos que se citan en un Privilegio del Rey D. Alonso el noveno (y de algunos más que no se citan ahí), segun un Vocabulario del Monasterio de S. Pedro de Cardeña, a que se hace referencia a través de las páginas 55 y 56 del tomo II de las Antigüedades, consciente de las dificultades para entender el léxico del pasado, ya que “es indecible el trabajo, que cuesta averiguar el valor de estos nombres antiguos”.

44

Texto Glosas v133.indd 44

05/10/2020 10:37:56

que iba à los Lugares a dàr aviso para que los militares, acudiessen a la guerra; y que la señal se hazia con bucina, ò trompeta”; esta voz está acompañada de varios ejemplos más en los documentos publicados en este segundo tomo y la encontramos en el Glosario: “Annuteba, annutuba, annubda, el que da aviso para acudir a la guerra, y por el tributo, que se le daba” (cf. para el significado, DHLE, s. v. anúteba). Está bien representada, con distintas grafías, en el Cart. Cardeña: docs. § 14 (annuteba), § 229 (annubteba), § 370 (anutuba), §§ 91, 220 (annubda) y § 86 (annubdas).

Terminaremos este apartado con las siguientes palabras que aparecen comentadas aisladamente en distintas partes del texto de las Antigüedades: “Alboroc, robra, que confirma la compra” ~ “Alboroc es nombre Arabigo, que corresponde á lo que aora se dize Robra, que es combite con que se concluye el contrato de las ventas, y compras” (I, p. 305, n.º 123). Está en el Cart. de Cardeña. (-ba-), docs. §§ 76, 173, 206 y 272.

“Alcaet, alcayde” ~ “prisò el Alcaet (es Alcayde)” (I, p. 58, n.º 104): se trata de explicar que alcaet es una representación gráfica de alcayde, que no se relaciona con el pasaje de I, p. 188, n.º 41, en que se explica que “Alcayde es nombre Arabigo, compuesto del articulo Al, y de la voz caid, que entre otros significados tiene el de Juez”, ni con este otro de I, 460 en que se hace referencia a que: “Otras Historias le dan el titulo de primer Alcayde de Toledo. Creo, que lo mismo viene à ser, porque el titulo de alcayde en arabigo corresponde en nuestro Idioma al de primer Capitan, y Señor”.

“Alfayat, Sastre” ~ “Domingo Martin Alfayat (esto es, Sastre ) de Burgos” (II, p. 171).

“Alfoz, campo raso, territorio fuera de la Villa” ~ “Alfoz es nombre Arabigo, que se compone del articulo Al, y de la palabra Fo- hoz, que significa Vega, y Campo raso: oy se dize Hoz”; lo que sigue después justifica el “fuera de la villa” del Glosario: “Estos lugares [...] distan catorze leguas de la Ciudad de Burgos” I, (p. 216, n.º 96). Aparece en el Cart.

Cardeña en los docs. §§ 169, 357, 358, 393 y con la grafía alfoze en los docs. §§ 15, 50, 71, 74 y 177.

“Aljama, junta de consistorio” ~ “... su Aljama (esto es, junta de los principales)” (I, p.

490, n.º 282).

“Amo, ayo, Ama, aya, y tia” ~ “... tía, que llama Amita. De aqui creo, que quedo llamar Amas á las mugeres, que sirven a los eclesiasticos” (I, p. 409).

“Apellido, llamamiento de gente para la defensa, y tambien se toma por los vecinos de un Concejo” ~ “... concedio que los vezinos de Hornillos, y Orbaneja no saliessen a apellido (esto es, que los eximia de salir à la guerra, y à la defensa de los Lugares circunvecinos, que essa significacion tiene el nombre apellido, como consta en las partidas del Rey don Alonso”, II, 109, n.º 193), parece que en el Glosario se ha dado una interpretación apresurada de circunvecinos. Aparecen apellito y appellito en el Cart. Cardeña, doc. § 14.

Casos como los anteriores no han entrado en el Glosario a través de un cuidadoso y exhaustivo proceso de recolección. Fuera quedan otras palabras, como hemos señalado ya en algunos casos, a los que ahora añadimos las siguientes, a pesar de tener también una definición en el texto: Abadengo (I, p. 473, n.º 251), A fuer de terra ‘según el uso de la tierra’ (II, p. 472, de 1200: “Garci Garciez Fiador de redra à fuer de terra»), Alfaqui Alhaji (I, p. 493, n.º 289), Alferez (I, p. 200, n.º 67), Asciterio (I, p. 222, n.º 111), Azeipha (I, p. 139, n.º 98, y vid. también p. 232, n.º 130), Almorabides (I, p. 475, n.º 254), Almoxarife (I, p. 499, n.º 300; aparece además varias veces en el texto), Almozarabes (I, p. 495, n.º 293).

45

Texto Glosas v133.indd 45

05/10/2020 10:37:56

I.4.3. Continuemos con “Diccionarios antiguos de los Monasterios de Cardeña y Silos” Varias de las palabras que desembocan en el Glosario las hemos hecho partir del texto de las Antigüedades, pero el manantial en que nacen es el Cartulario de Cardeña. Es lo que ocurre con voces que hemos ciado ya, como alboroc (en el Cartulario con -ba-), alfoz, almutelio, annuteba (con distintas variantes) o apellido. Si estando en el Cartulario, las hemos hecho proceder de las Antigüedades es porque aparecen definidas en distintos lugares del texto, de una manera semejante a como se hace en el Glosario, a lo que se añade que algunas contradicciones entre esas definiciones se justifican partiendo de una equivocación en esta forma de transmisión (genabe ~ ganape y apellido).

El título que da Berganza a su Glosario -de una parte del cual nos hemos servido para titular este apartado varios apartados-, junto a lo que hemos advertido más arriba a propósito de Anubda, es decir, la referencia a “un Vocabulario de Cardeña”, todo ello hace pensar que si muchas de estas palabras del Glosario proceden de los documentos editados por Berganza, es muy probable también que la definición que se les ha dado en el propio texto de las Antigüedades, antes de desembocar en el Glosario, se haya hecho acudiendo a ese posible vocabulario de Cardeña. Otras palabras se han extraído directamente del cartulario, ya que no estan definidas en el texto, e incluso no aparecen en él.

Empecemos por algunas formas latinas: Abiacencia: El DHLE, s. v. adyacencia: “De abiacencia, abyacencia no hay más testimonio que el de Berganza en Vocabulario 1721, 687a, (abiacencia) [...]. Es probable errata”.

No se trata de una errata, sino de una forma latina que leemos en II, p. 447: “Castello Obirna cum omnia sua abiacentia” y se encuentra abundantemente en el Cart. Cardeña: abIacentia, (§§ 85 y 141), aIacentjis (§§ 39, 73, 141, 170, 174 etc.), abiacentiis (§ 39), abiacentjis (§§ 73, 168, 170, 174, 202 etc.).

“Ac[c]linis y adclinis, humilde, inclinado”. Tenemos en Berganza, II, p. 380: “Ego ad clines”. El mismo documento en el Cart. Cardeña, § 214, al que hay que añadir los docs. §§ 322 y 344.

“Aderar, tasar el dinero”, que aparece en el Cart. Cardeña: “aderato igitur et definito precio”, § 87. Vid, la documentación que proporcionan el DHLE (s. v. aderar) y el LHP (s. v. aderado, aderato, adrado).

Es el caso de “Admedias, amedias” no hemos localizado ningún ejemplo en Berganza, pero sí uno en el Cart. Cardeña: “ad medias cum meo ger[m]ano”, doc.§ 40. En Menéndez Pidal (1919) abundan las formas romances: amedias, § 191, a medias, §§ 2, 152, 201,153, 191.

En otros casos se transparenta más el romance: “Acolcetra, colcha”. Cart. Cardeña, doc. § 19 (con -z-). En el DECH (s. v. cocedra) se atribuye al Dicc. Aut. la definición de cócedra como ‘colcha’ (para el significado de ‘colchón’, vid. I. Vicente 2008, p. 514), por una mala interpretación de un pasaje de Covarrubias (s. v. colcha); de hecho parecería que, aunque en la primera edición del Dicc. Aut. no se cita a Berganza, esa definición estuviera tomada de él.

“Adalid, Oficio de Milicia que guia al exercito”. En el DHLE (s. v. adalid) se registra en el Cartulario de Arlanza (doc. de hacia 1071) y en otros documentos castellanos.

“Adta, adverbio, hasta” (II, p. 389, doc. de 945 [que corresponde al doc. § 270 del Cart.

Cardeña]): “adta lacuna de Vitagan”, variante que es la primera documentación de hasta 46

Texto Glosas v133.indd 46

05/10/2020 10:37:56

en el DECH (s. v.); ya nos hemos referido a que en otro lugar del Glosario aparece ata, tomado de las glosas del Penitencial.

“Alataneo, à surco y al lado”. El DHLE (s. v. aledaño) cita un ejemplo en un documento de 963 del Cart. Cardeña (es el doc. § 6 del Cartulario; añádase el doc. § 152). Aparece en los documentos de Berganza en 1062, (II, p. 432), 1173 (II, p. 461) y 1200 (II, p.

472).

“Albala y Albara, carta de pago”. Está en el Cart. Cardeña [doc. § 370] y en el Cartulario de Arlanza (vid. DHLE, s. v. albarán).

“Albore, arbol” lo hemos encontrado, en la forma arbore, en fueros leoneses. Rivas Zancarrón (2017, p. 308) no cita albore ni arbore en el F. Juzgo. Está, en cambio, en un documento latino del Cart. Cardeña (§ 363).

“Annafaka, Nafaka, es cosa por gasto: arabigo”. (II, p. 413, que se trata del doc. § 331 del Cart. Cardeña): “Sicuti modo veniunt cum sua annafaka”.

“Arrogio, arroyo”. En el Cart. Cardeña aparece en estas formas: arrogio (docs. §§ 1, 15 y 334), arroio (doc. § 358), arroIo (docs. §§ 208 y 239) y arroyo (docs. §§ 250 y 373).

“Articulo, arte y astucia”, en el Cart. de Cardeña figura en 63 docs., pero siempre en la fórmula (con variantes) del tipo: “nullius cogentis imperio nec suadentis articulo” (doc. § 15).

“Asto, embidia y astucia”. Está en el Cart. Cardeña, doc, § 185, pero como adjetivo.: “asto animo».

“Avolo, abuelo”. No lo encontramos en el Cart. Cardeña., pero sí la forma femenina: “abola domna Belasquita», doc. § 191.

Y dejando de lado las palabras que comienzan por a-, en las que nos hemos basando para el estudio del Glosario, el hecho es que hay también un nutrido grupo de voces que empiezan por otra letra, que se registran también en el Cart. Cardeña; lo cual avala la idea que nos hemos ido haciendo del recurso a este cartulario (o a un vocabulario procedente de él) para la confección del Glosario. Seleccionamos las siguientes voces, sin prescindir de las que ya han sido ya citadas por distintos motivos: Benefactria (en el Cartul.: -fec-) doc. § 248; Caloña doc. § 227 (calonia), § 370 (calonias) y Apéndice: textos de las guardas (calonnas); Cannatella docs. §§ 76 y 364 (kannatilla), § 204 (kannatillas); Carrera docs. §§ 154 y 229, (ka-) 1, 15, 134, 145 etc; Carmece (en el Cartul.: carmez y karmezes) docs. §§ 133 y 69; Cassato doc. § 306 (kasatos); Cautum docs. §§ 17, 46, 69, etc.; (-o) 3, 4, 5, 7, 8 etc., etc. (-is) 1, 103, etc. y Coto doc. § 373 y Apéndice: textos de las guardas; Defessa doc. §§ 356 y (-as) 203; pero docs §§ 2, 3, 5, 6 etc. (defesa), 1, 5, 15, 36 etc. (defesas); Divisa docs. §§ 72, 84, 85 y 50, 72, 73, 84, 85 etc. (-as); Emina doc. § 331 (-as); Escosos (en el Cartul.: ex- y lectura “no segura”, cf. nota 671) doc. § 359; Faça docs. §§ 262 (-as), 239 (-za) y 262 (-zas); Facendera (en el Cartul.: -eira) § 268; Ferraine y Ferragine docs. §§ 337 (-ayne) y 27, 65, 151,163 etc., etc. (-agine); Fito docs. §§ 264 (quadru[m] fictu[m] y fictos), 303 (petra fitta); Folle [pero en el Glosario: “moneda de bajo precio”] docs. §§ 140 (f. zumaque) y 259 (f. quatameçi); Fossatera docs. §§ 220, 229 y (-as) 86; y fosatera 91; Fornacino doc. § 228 (“molino f.” [?]); Ganape (en el Cartul.: ge-) docs. §§ 19 y 283; (-s) 73 y 117; Ganato docs. §§ 1, 15, 75, 90, 108 etc.; Grecisco docs. §§ 47 y 316 (kasullas greciscas); Libra docs. §§ 1, 2, 3, 12, 15 etc., etc. (siempre -s); Lombo docs. §§ 328 y 363; Manifestum docs. §§ 87, 98, 210 y 275; Manneria doc. §§ 227 y 229; Matera doc. § 363; Mayorino doc. § 228; Mazanar doc. § 262 (-res); Merced docs. §§ 17, 28, 63, 92 y 370 (-edis), 35, 41, 214, 246, 297 47

Texto Glosas v133.indd 47

05/10/2020 10:37:56

(-edem); Moyo docs. §§ 224 (moIo) y 127, 339 (moIos); Montatico doc. § 370 (-us); Omezillo (omeziellos: Apéndice: textos de las guardas); Orreo doc. § 101; 297 (-os), 31 (orrio); Orto docs. §§ 51 y 184 (ortus); 88 y 156 (-um); 20, 41, 51, 60 etc. (-o); 23, 34, 39, 42, 46 etc., (-os); 15, 30, 36 etc. (-ys); Ovelia docs. §§ 175 y 224 (ouelias); 162 y 283 (obelia); 361 (ob-...as); Parias doc. § 229 (-a); Pectar doc. § 323 (-re); Pennora doc. § 5; Placitum docs. §§ 184, 210, 228 y 369; Plumazo docs. §§ 19 y (-os) 117; Populatura docs. §§ 86 y 91; Portillo doc. § 363; Possatero doc. § 86 (con una sola -s-); Raupa docs. §§ 131, 141, 172, 175 etc.; Repollo docs. §§ 5 y (-os) 4; Rescula docs. §§ 30 y 334; Rigo docs. §§ 26, 92, 246, 247, 329 etc.; Rodano doc. § 102; Scedula docs. §§ 10, 15, 16, 29, 34 etc.; Serna docs. §§ 1, 6, 16, 17, 18 etc., etc.; Solare docs. §§183, 184, 190, 192, 193 etc. y (-es) 31, 32, 51, 84, 169 etc.; Solias doc. § 303; Solido docs. §§ 265; (-os) 4, 6, 7, 34, 36 etc., etc.; (-us) 4, 5, 8, 9, 10 etc., etc.; (-orum) 69, 168, 283; Spolas docs. §§ 70, 217, 328, 341; Taggar (-re) doc. § 363 y Taliar docs. §§ 1 y 363 (-re); Talento docs. §§131 (-um); 36, 39, 44, 47, 75 etc., etc. (-a); 369 (-ibus); Testamento docs. §§ 1, 2, 23, 36, 39 etc., etc. (-um); 2, 6, 14, 15, 17 etc., etc. (-ti); 54 (-ibus); Tiufado doc. § 370 (-us); Trutinar docs. §§ 241, 247, 270 (-are); 7 (-aui); 332 (-auerim) / 57 (-aberim); 366 (-auerimus); 85, 90, 174, 176, 260 etc. (-arem); 49, 75, 84, 225, 263 etc. (-aremus); 59, 171, 175, 261, 361 etc. (-ando); Vallejo docs. §§ 270 (ua-...-gg-) y 262 (ba-...-gg-): con minúscula, como nombres comunes; con mayúscula hay otros más.

Las palabras del Glosario que se documentan en el Cartulario suman 138. Si se hubiera podido disponer en el monasterio de un glosario hecho con los documentos de Cardeña, ello le hubiera facilitado a Berganza -o a otra persona que lo hubiera ayudado- la confección del Glosario de las Antigüedades. Se podría haber dispuesto también en el monasterio de otro glosario de Silos46 e incluso de un glosario de glosarios, que hubiera agrupado glosas de distinta procedencia. Lo cual explicaría la inserción de aquellas glosas que no estando en la edición de Penitencial, se acogen en el Glosario, así como aquellas otras que, para entendernos, hemos llamado paraglosas. A primera vista, y sin posibilidad de buscar de momento una explicación mejor, da la impresión de que pudo echarse mano de uno de estos glosarios: De él habría podido tomarse “Agugala, adulador”, que está registrada, aparte de varios glosarios medievales, en el Glossarium de Du Cange: “AGAGULA: Agagula, Agula. Glossae Isidori: Agagola, lenocinator, pantomimus. Infra: Agagula, lenocinator [...] Scribitur Aggula in Excerptis Pithoeanis [Agugula apud Graevium]. Jo. de Janua: Agula, Leno quasi agens gula sed videtur legendum Agagula vel Aggagula, etc.

Recurrir a otros glosarios confeccionados en la Edad Media explicaría que en ocasiones el significado atribuido a una determinada palabra en el Glosario de Berganza pudiera no ser el que le corresponde en un documento: tal sería el caso, por ejemplo, entre otros, de folle: “moneda de bajo precio” en el Glosario; pero en el Cartulario: folle (quatameçi) doc. § 259 y folle (zumaque), doc. § 140, que ha de ser ‘bolsa’ o ‘saco cuero’ (cf. DECH s.v. fuelle). O el de fornacino: en el Glosario “fabrica de arco”; en el Cartulario, doc. § 228 molino fornacino, el primero como sustantivo y el segundo, adjetivo y que comparten poco más que su ascendiente latino fornix (cf. ‘hornacina’ en DECH s.v. horno). O el de intrata, que es “refresco por entrar en possession” en el Glosario; en el Cartulario, doc. § 197: “Et infra ipsas uillas, intrata usque in flumen Aslanzon”, señalando los límites de una donación de Alfonso IV; etc., etc.

46. De hecho el propio Berganza da cuenta de ese glosario de Silos: “En el Monasterio de Silos se conserva vn Vocabulario todo

latino, esto es, que la voz latina, menos vsada, se explica con otra tambien latina mas vfual, y entre hoja, y hoja de vitela, tiene otra de papel, aunque algo gruesso, muy bien batido: la letra es Gótica; y assi estoy en juizio, que por lo menos se escrivio en tiempo del Rey D. Alonso el Sexto” (II, p. 204, n.º 124.

48

Texto Glosas v133.indd 48

05/10/2020 10:37:56

I.4.4. ¿Y “el arábigo que escribio el Padre Alcalà”?

Aunque Berganza dice que ha seguido “el Arabigo, que escriviò el Padre Alcalà”47, el hecho es que hemos encontrado muy pocas voces en el Vocabulista de fray Pedro y en su Arte para ligeramente saber la lengua arabiga... Ambos de 1505. De las 59 palabras del Glosario de Berganza que están en la A-, entre el gran número de voces que proporciona Alcalá (sin darles, por lo general, significado) solo hemos encontrado 9 a las que hubiera podido acceder quien confeccionó el Glosario (aunque, como hemos visto, pudo hallarlas a la vez en otros lugares): abondar, aluala, alfayate, alfaneque, aljama, ama y amo, apellido, articulo.

I.4.5. Sin ánimo de exhaustividad No ha sido falta de ánimo lo que ha hecho que en el acercamiento a las palabras que comienzan por a- (que ha sido nuestro campo principal de observación) hayamos dejado algunas en el tintero. Fue la necesidad de terminar a tiempo (!), con no poca dificultad, lo que nos obligó a dejar sin examinar menos de una docena de palabras, entre las que empiezan por a-, pero muchas de las otras letras (se entenderá nuestra insatisfacción al toparnos entre ellas con un caso como sabieza y no poder tirar del hilo de la documentación aragonesa que pudo utilizarse). No nos paree, de todos modos, una grave carencia, pues, aunque hayamos tenido que servirnos del microscopio de la filología para llevar a cabo esta tarea, no pretendíamos hacer un estudio crítico del Glosario.

De lo que se trataba era de intentar ver como Berganza procedió a construirlo.

Hemos creído ver algunas pistas, unas más seguras que otras, pero que todas juntas proporcionan una cierta orientación. En un caso nos mostrábamos sorprendidos porque el monje benedictino hubiera cometido la equivocación de definir en el Glosario ganape como si se tratara de un sinónimo de plumazo, malinterpretando y enlazando las definiciones que se daban en el texto a estas dos voces; nos atrevíamos a sugerir entonces que quizá no hubiese sido él quien realizara la tarea de escribir el vocabulario. Es la misma pista a que nos conducen ejemplos como folle a que acabamos de referirnos y algunos más relacionados con la inserción de algunas glosas silenses en el Glosario, que no vamos a repetir. Incidentalmente los índices de materias, de nombres propios y de voces comunes, de que se dotó a la obra tuvieron que llevarse a cabo una vez impreso el texto, para poder citar por páginas y números de esta edición. ¿Sería mucho suponer que Berganza contara con el apoyo de un monje (o varios) que hubiera padecido la difícil corrección de pruebas a que tuvo que someterse el libro y que fuera organizando en los índices referencias las que se encontraban en el tomo I de las palabras alfanigue, alfoz, aljama, almozala, almudelio, etc.? En este caso, ¿no podría haber ocurrido que fuera él quien seleccionara para un glosario que merecía llevar el libro aquellos datos del texto que le parecieran importantes? Si esto hubiera ocurrido así, sería razonable pensar también en la posibilidad de que fuera esa persona la que hubiera introducido unas cuantas palabras que aparecían en el texto (definidas o no), junto a otras ajenas a las Antigüedades, como es el caso del F. Juzgo o de esos diccionarios antiguos de Cardeña o Silos, etc., de los que sí estamos seguros que fueron consultados por la construcción del Glosario.

I.5. Conclusión No queremos que el recorrido filológico que hemos hecho por las Antigüedades del P. Berganza nos deje varados entre lo que alguien podría tomar como meras minucias, sin ser capaces de levantar la mirada de los datos y dirigirla a lo que importa: ponderar una obra, en

47. De cuyo conocimiento hay pruebas palpables en las Antigüedades, como es el caso de la siguiente referencia: “Mutarra, nombre

deducido de la voz arábiga Mudarra, que significa ‘cavallero armado de Corazas’, según interpretó el Padre Alcalá (I, 218).

49

Texto Glosas v133.indd 49

05/10/2020 10:37:56

que se mantenía el interés que algunos eruditos del Siglo de Oro habían sentido por el pasado de nuestra lengua. Desde el ámbito de lo meramente lingüístico -pues no hemos tocado la vertientes histórica y literaria de la obra-, el simple hecho de proporcionar una edición correcta de los documentos -particularmente de los de Cardeña- y el intento de explicar algunas de sus palabras y de otras ajenas a ellos, era un paso que permite vislumbrar cómo en el futuro, con mejores mimbres, se iba a asentar sobre seguro el edificio de la historia del español.

No es de menos interés el hecho de que se diera cuenta en las Antigüedades de la existencia del Penitencial silense, a cuyas glosas se ha acudido siempre que se ha tratado de establecer o mejorar las bases para levantar ese edificio que es la historia del español.

50

Texto Glosas v133.indd 50

05/10/2020 10:37:56

BIBLIOGRAFÍA ALCALÁ, Pedro, Vocabulista arauigo en letra castellana, Granada, 1505.

ALDRETE, Bernardo, Del origen y principio de la lengua castellana o romance que oi se usa en España, Roma, Carlo Vuillet, 1606.

ALVERÁ DEGRÁS, Antonio, Compendio de paleografía española ó Escuela de leer todas las letras que se han usado en España desde los tiempos mas remotos hasta fines del siglo XVIII, Madrid, Imprenta de las Dos Hermanas, 1875.

ARIZA, Manuel, La lengua del siglo XII (Dialectos centrales), Madrid, Arco/Libros, 2010.

BERGANZA, Fray Francisco de, Antiguedades de España, propugnadas en las noticias de sus reyes y condes de Castilla la Vieja, en la historia apologetica de Rodrigo Diaz de Bivar, dicho el Cid Campeador y en la Coronica del Real Monasterio de San Pedro de Cardeña, Madrid, Por Francisco del Hierro, tomos I y II, 1719-21.

BERGANZA, Fray Francisco de, Ferreras convencido con crítico desengaño, en el tribunal de los doctos con los Chronicones que escribieron el rey don Alonso III. dicho el Magno. Sampiro de Astorga. Pelagio obispo de Oviedo. Isidoro obispo pacense. El Anonimo iriense, Madrid, en la Imprenta de Francisco del Hierro, 1729 COLOMERA Y RODRÍGUEZ, venancio, Paleografía castellana ó sea Colección de documentos auténticos para comprender con perfeccion todas las formas de letras manuscritas que se usaban en los siglos XII. XIII. XIV. XV. y XVI, alfabetos, mayúsculas y minúsculas, cifras, signos, abreviaturas, tabla numérica y un vocabulario del castellano antiguo, con traduccion correspondiente en las páginas inmediatas, Valladolid, Imp. de P. de las Llanas, 1862.

DECH: COROMINAS, Joan, con la colaboración de JOSÉ A. PASCUAL, Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico, Madrid, Gredos, 1980-1991 (6 vols.).

DHLE: REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario Histórico de la Lengua Española, Madrid, Imprenta Aguirre, 1960-96.

Dicc. Aut.: REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua castellana... 6 tomos, Madrid, Imprenta de Francisco del Hierro, 1726-1739.

Dicc. Aut (2ª. ed.): REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua castellana... tomo I, A-B, Madrid, Imprenta de Francisco del Hierro, 1770.

DRAE: REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua castellana, 1.º ed., Madrid,1780.

DU CANGE, Glossarium mediae et infimae latinitatis, Niort, L. Favre [en línea] <ducange.enc. sorbonne.fr>, 1883-87(consulta enero 2020).

FERNÁNDEZ FLÓREZ, José Antonio–SERNA SERNA, Sonia, El becerro gótico de Cardeña.

El primer gran cartulario hispánico (1086), vol. 2, Documentos e índices, Burgos, Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, 2017.

FUERO JUZGO: ALFONSO DE VILLADIEGO, Forus antiquus Gothorum Regum Hispaniae, olim Liber Iudicum: hodie Fuero Iuzgo nuncupatus, XII libros continens. Autore Alfonso à Villadiego Asturicensi, iuris utriusq. Doctore, ac Mantuano ciue, & aducato, Madriti. Ex officina Pedri Madrigal, 1600.

51

Texto Glosas v133.indd 51

05/10/2020 10:37:56

FUERO JUZGO: Real Academia Española: Fuero Juzgo en latín y castellano, cotejado con los más antiguos y preciosos códices, Madrid, Ibarra, Impresor de Cámara de S.M, Real Academia Española, 1815.

GARCÍA, Michel, “Le Livre de Bon Amour avant Tomás Antonio Sánchez”, CLHM, 22, 199899, pp. 53- 81.

GONZALO DE LAS CASAS, José, Diccionario general del notariado en España y ultramar, Madrid, Imprenta de J. Antonio Garcia, 1835, t. I. LHP: REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: SECO, Manuel, Léxico hispánico primitivo (siglos viii al xii). Versión primera del Glosario del primitivo léxico iberorrománico, Madrid, Real Academia Española–Fundación Ramón Menéndez Pidal, 2003.

MAYÁNS I SISCÁR, Gregorio, “Vocablos que el Doctor B. Aldrete sacò del Fuero Juzgo, de las Partidas, Historia del Rei don Alonso i de Infante Manuel”, en Orígenes de la lengua española compuestos por varios autores, Madrid, por Juan de Zúñiga, 1737, t. II, pp. 265-271.

MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino, Estudios de crítica histórica y literaria, IV, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1944, p. 5.

MERINO, Andrés, Escuela paleographica ó de leer letras antiguas, desde la entrada de los godos en España hasta nuestros tiempos, Madrid, Juan Antonio Lozano, Impresor de S. M., 1780.

MONTANER, Alberto, “La historia Roderici y el archivo cidiano: Cuestiones filológicas, diplomáticas, jurídicas e historiográficas”: e-Legal History Review, 12, 2011, pp. 1-62.

NDHE: REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Nuevo diccionario histórico del español [en línea] http://web.frl.es/DH, 2013 (consulta diciembre de 2019).

PÉREZ, Maurilio, dir., Lexicon Latinitatis Medii Aevi Regni Legionis (S. VIII-1230) Imperfectum-Léxico latinorromance del Reino de León (siglo VIII-1230), Tournhout, Brepols, 2010.

RIVAS ZANCARRÓN, Manuel, “La autoridad del Fuero Juzgo en el Diccionario de Autoridades”. En F. del Barrio de la Rosa (coord.), Palabras Vocabulario Léxico: La lexicología aplicada a la didáctica y a la diacronía, Venezia, Edizioni Ca’ Foscari, 2017, pp. 299-322.

SÁNCHEZ ALBORNOZ, Claudio, Una ciudad de la España cristiana hace mil años. Estampas de la vida en León (9ª edic), Madrid, Rialp, 1982 (1947).

SANTIAGO, RAMÓN, “De almutelios (o almudelios), arenzatas y aranzadas”, en QUIRÓS GARCÍA, Mariano–CARRIAZO RUIZ, José R. –FALQUE REY, Emma– SÁNCHEZ ORENSE, Marta (eds.), Etimología e historia en el léxico español. Estudios ofrecidos a José Antonio Pascual (Magister bonus et sapiens), Madrid-Frankfurt, Iberoamericana-Vervuert, 2016, pp. 216-228.

SERRANO, Luciano, Fuentes para la historia de Castilla, t. II. Cartulario del infantado de Covarrubias, Silos-Madrid-Valladolid, 1907.

VARELA SIEIRO, Xavier, Lexico cotián na Alta Idade Media de Calicia: o enxoval, A Coruña, 2003.

VALLADARES, Antonio, Cartas eruditas y críticas del P. Andrés Marcos Burriel, de la extinguida Compañía de Jesús, Madrid, Imprenta de don Blas Román, 1787.

VENERO, Fray Alonso, Enchiridion de los tiempos, Toledo, A Costa de Miguel Rodríguez, mercader de libros, 1559.

VICENTE MIGUEL, Irene, “Aproximación al léxico de los tejidos y la indumentaria en documentos notariales medievales”, en ROMERO AGUILERA, Laura–JULIÀ LUNA, Carolina (coords.), Tendencias actuales en la investigación diacronica de la lengua: actas del VIII Congreso Nacional de la Asociación de Jóvenes Investigadores de Historiografía e Historia de la Lengua Española, Barcelona, Universitat de Barcelona, 2003, pp. 505-513.

52

Texto Glosas v133.indd 52

05/10/2020 10:37:56

LAS LLAMADAS GLOSAS SILENSES: UN ESTADO DE LA CUESTIÓN Miguel C. Vivancos, O.S.B. Madrid

“Glossa Græca interpretatione linguæ sortitur nomen. Hanc philosophi adverbium dicunt, quia vocem illam, de cuius requiritur, uno et singulari verbo designat. Quid enim illud sit in uno verbo positum declarat, ut: “conticescere est tacere”. Item: “Latus haurit apertum”; “haurit, percutit”. Item cum “terminum” dicimus “finem” aut “populatas” interpretamur esse “vastatas” et omnino cum unius verbi rem uno verbo manifestamus”1.

Hemos querido comenzar este estudio trayendo a colación una definición de glosa que se ajusta uno de los usos que la Edad Media hará de este recurso literario2. Las llamadas glosas silenses responden muy bien a esta acepción de Isidoro (ca. 556-636), pero no lo es menos que se sitúan en un contexto mucho más amplio, que será necesario comprender. Pues, como ya dijera el gran maestro de filólogos que fue Don Manuel Alvar López (1923-2001): “Poner glosas no era ninguna novedad en el siglo XI. Bastaría pensar en la tradición latina que hoy nos abruma desde los siete compactos volúmenes que es el Corpus glossarium (sic) latinorum, de G. Goetz, para que comprendiéramos cómo la necesidad de aclarar los textos se había asentado muchísimos siglos antes de que se hiciera en los manuscritos de San Millán o de Silos. Sin embargo, los anotadores de aquellos textos tuvieron un significado que nadie podrá disputarles: habían escrito en una lengua formada ya y que sería el castellano de todos los siglos”3.

De esta forma enraizaba las glosas emilianenses y silenses en el panorama mucho más amplio de la latinidad medieval. Para demostrar que poner glosas no era ninguna novedad en el ámbito hispano de los siglos X y XI basta hojear los códices glosados de los propios monasterios de San Millán de la Cogolla y Santo Domingo de Silos y de otros cenobios de su entorno4. Pero

1.

ISID., Etym. I, 30 (OROZ 1993, I, 322). He aquí una traducción castellana de este texto, en un códice del siglo XV que quizás tenga como base una traducción de época alfonsí: “Glosa ha este nombre por griego interpetramiento de lengua. E los philósofos llámanla adverbio porque demuestra aquella boz de que demandan por un solo verbo, ca poniéndolo en un verbo demuestra qué cosa es aquella, así commo conticescere est tacere, e todo es por callar; e esto: latus aurit apertum, que quiere dezir fiere el costado abierto, ca aurit pone en logar de percucit, que quiere dezir fiere e todo es una cosa e es por ferir; o quando dezimos por término fin, o non poblado por yermo. E de todo en todo quando manifestamos la cosa de un verbo o por un verbo solo” (GONZÁLEZ CUENCA 1983, I, 137).

2. Hay otras definiciones más amplias, que se adecúan a otros usos medievales de la glosa, como la que ofrece el Diccionario de

la Real Academia en su tercera edición: “Glosa. La explicación, interpretación o comento de alguna proposición o sentencia obscura o de dificultosa inteligencia” (DICCIONARIO 1791, 455). No será este el caso de las glosas silenses.

3.

ALVAR 2009, 85. La primera edición de esta obra es de 1996, pero en ella, por lo que hace a esta cita, repite literalmente lo que ya escribiera en ALVAR 1993, 9.

4. Permítasenos citar nuestras ediciones de las glosas marginales de los manuscritos silenses y emilianenses (VIVANCOS 1996;

VIVANCOS 2010a), de unas glosas de un manuscrito de San Pedro de Cardeña (VIVANCOS 1995), o de las glosas de otro códice del monasterio de Sahagún (VIVANCOS 2010b).

53

Texto Glosas v133.indd 53

05/10/2020 10:37:56

esta práctica sobrepasa los límites de la Edad Media para enraizarse en la Antigüedad clásica.

Charles Dufresne (1610-1688), universalmente conocido como señor Du Cange, antepuso a su reputadísimo Glossarium una Praefatio de causis corruptae latinitatis, donde recoge abundantes testimonios del uso de glosas. Sin embargo, se reconoce incapaz de descubrir quiénes fueron los primeros autores que usaron de ellas: “Cum iis, a quibus exaratæ sunt glossæ (de primis earum auctoribus loquor) non ea mens fuerit, ut horum vocabulorum promiscuus esset usus”5.

El señor Du Cange ofrece una definición de glosa que toma de Galeno (ca. 130-200) y que difiere de la isidoriana, aunque siempre moviéndonos en el campo de la interpretación de unos términos por otros: “Propterea Glossas appellarunt græci linguam secretiorem, ut γλοσσήμετα voces minus usitatas; quæ scilicet a veteribus scriptoribus inductæ, a communi usu recesserant, quemadmodum γλώσσαν definit Galenus: [...] “Ή γλώσσα παλαιόν έστιν όνομα τής συνηθείασ έκπεπτοκός”6.

En definitiva, Galeno sigue al gran maestro de retórica que fue Marco Fabio Quintiliano (ca. 39-95), quien decía que las glosas son explicaciones de palabras difíciles o de voces anticuadas. A este propósito se citan siempre dos textos clásicos de sus Institutiones: “Protinus enim potest interpretationem linguæ secretioris, id est quas Græci glossas uocant, dum aliud agitur ediscere”; “Circa glossemata etiam, id est uoces minus usitatas, non ultima eius professionis diligentia est”7.

Más acorde con Isidoro se mostrará Alcuino (ca. 735-804), al definir: “Glossam esse unius verbi vel nominis interpretationem”8. Aunque todo este esfuerzo esclarecedor puede darse al traste por algunos que utilizan las glosas buscando un efecto contrario, esto es, oscureciendo el texto, como hacía Hincmaro de Laon, argüido por Hincmaro de Reims (806-882): “Verba quoque, inquit, abstrusa, et undecumque per Glossulas collecta et sine ratione posita, quæ in hoc scripto tuo posuisti, sicut et in aliis Domino Regi et mihi olim directis congessisti, redarguunt te typo jactantiæ”9.

Con matices, todos los autores citados, sean de la época que sean, coinciden en que la glosa es una aclaración de una palabra por otra. Puestas en los márgenes de los manuscritos o agrupadas en glosarios, como colecciones de glosas dispuestas alfabéticamente, siquiera de forma rudimentaria, formaban parte de la cultura medieval mucho antes de que se escribieran las llamadas glosas silenses. Por lo que hace a España, son abundantes las menciones a glosarios en la documentación medieval y no pocos de ellos han llegado hasta nuestros días10. De la misma forma, son muchos los manuscritos visigóticos cuyos márgenes están

5.

DU CANGE 1840, 24. Aunque, a la zaga de Heráclito y Sócrates, descubre la razón de su uso en el deterioro de la lengua, sujeta a decadencia, como todas las cosas: “Ea quippe est rerum, quæ sub cœlo sunt, natura et conditio, ut quemadmodum ortum habent suum, ita et interitum consequantur. Nihil in iis firmum constansque est, et quod semel in lucem prodiit, abdat se se in decursu temporis, ac tandem extinguatur necesse est” (ibidem, 1).

6.

“Vetusta et consueta olim, nunc autem obsoleta” (ibidem, 1840, 24).

7.

Inst. I, 1, 35; 8, 15. Vid. GERHARD 2006, 18-19; 84, con texto latino y traducción castellana.

8.

DU CANGE 1840, 25.

9.

Ibidem, 26. Un caso extremo de esta utilización aberrante lo ofrece, según el profesor Díaz y Díaz, la Anthologia Latina llamada Salmasiana, formada en el Norte de África entre los años 532-534 (DÍAZ 1978, 10).

10.

Un listado de menciones y un estudio de los glosarios hispanos en GARCÍA TURZA 1997, 21-22; 95; 51-95. Para el ámbito catalán, vid. ALTURO 1996. Sobre la importancia de estos glosarios suscribimos el siguiente texto: “Durante la Edad media los glosarios se convirtieron en un recurso importante, tanto en las elementales clases escolares como en las actividades científicas [...]. Tanto en la redacción de las glosas como en la posterior compilación de glosarios se puede observar, desde la Alta Edad Media, la transición del monolingüismo en latín al biligüismo en latín y lengua vulgar” (FREIFRAU 2003, 155).

54

Texto Glosas v133.indd 54

05/10/2020 10:37:56

llenos de glosas aunque, en honor a la verdad, hemos de decir que el fenómeno no se percibe antes del siglo X, en los pocos manuscritos conservados anteriores a esta fecha11. Sin embargo, sí que se han conservado códices de la décima centuria cuyas glosas se han copiado a la par que su modelo, lo que retrotrae el fenómeno a épocas anteriores, por desgracia imposibles de determinar12.

También en España nos quedan huellas del uso de los glosarios para enriquecer o modificar un texto. Lo hacen algunos autores mozárabes, como Álbaro o Sansón13, y también se percibe su uso en poesía14. Hemos advertido que, muy posiblemente, Beato, a finales del siglo VIII, usa de ellos con frecuencia en su Expositio in Apocalypsin, como puede comprobarse colacionando las citas que hace de Apringio e Isidoro con los textos originales de ambos autores15.

Valga este rápido recorrido para tener en cuenta que, tanto en España como fuera de ella, poner glosas a los manuscritos era habitual en las librerías monásticas. Su importancia es capital a la hora de entender la cultura de aquellos monjes y la aparición escrita de formas de la lengua romance, pero con conocidas limitaciones: “Mientras, las lenguas romances empiezan su lenta expresión escrita a través de breves glosas, que apenas pueden ser consideradas en el panorama de la traducción, pues carecen de autonomía sintáctica; pero se encuentran también las primeras frases con su propia sintaxis, lejos del latín, con expresión titubeante, como la que se contiene en el Codex aemilianensis 60 de la Real Academia de la Historia, y que es bien conocida por los estudiosos de los orígenes del español, pues se considera uno de los más antiguos testimonios de nuestra lengua”16.

El fenómeno, empero, no es exclusivo de España, pues glosas en lenguas vernáculas, que no solo romances, se encuentran también en otros países de cultura escrita latina. Son muy comunes y tempranas en el mundo anglosajón17, pero también se dan en los ámbitos francófono o germanófono, como las famosas glosas de Reichenau para las Galias o las glosas germánicas insertas entre las Glossae super canones de dos manuscritos hispanos18.

De todas las glosas romances, las que primero atrajeron el interés de los estudiosos fueron muy probablemente las que hoy conocemos como glosas silenses y que conforman el objeto del presente congreso. Fue el Padre Francisco de Berganza quien se fijó en ellas a principios del siglo XVIII; gozó este monje caradignense de la estima de sus contemporáneos, aunque hoy sonríamos ante la pretenciosidad de sus elogios, pues cuando se trataba de censurar las obras de sus colegas lo hacían con una elocuencia tal que difícilmente escapan de la tacha de parcialidad. Sin embargo, no dejamos de descubrir verdad en párrafos tan bien compuestos como los que el “Reverendísimo Padre Maestro, Fray Pablo Yáñez de Avilés, Lector de Theología, Predicador Jubilado y Maestro por la Religión de Nuestro Padre San

11.

Compruébese lo dicho repasando los manuscritos silenses y emilianenses glosados, estudiados por nosotros mismos (VIVANCOS 1996; VIVANCOS 2010 A), o el repaso hecho por DÍAZ 1978, 17-26.

12. Pongamos unos ejemplos del fondo de San Millán de la Cogolla; llevan glosas escritas por la mano del propio copista y, por

tanto, tomadas presumiblemente del modelo, los códices 5 (VIVANCOS 2010 A, 37), 8 (ibidem, 41), 13 (ibidem, 43), 25 (ibidem, 81), 38 (ibidem, 127), etc.

13.

GIL 1973, I, XLIII-XLV.

14.

Cfr. DÍAZ 1978, 11.

15.

Desarrollamos este punto en nuestro Apéndice I.

16.

ALVAR 2010, 22-23. Sobre la escasez de testimonios conservados de estas expresiones escritas de las lenguas romances este mismo autor anota que “no siempre hay testimonios, pues estas traducciones de carácter práctico perdían su vigencia en el momento mismo de su utilización; solo en raras ocasiones han pervivido” (ibidem, 23). Acerca de la finalidad de las glosas emilianenses y silenses y su vinculación con la predicación, vid. SÁNCHEZ SÁNCHEZ 2000, 163-220.

17.

Vid. LUCAS 1997, y LENDINARA 1999.

18.

Vid. BISCHOFF 1981. Vid. también DÍAZ 1985, 108-111; y VIVANCOS 1995, 174.

55

Texto Glosas v133.indd 55

05/10/2020 10:37:56

Bernardo, Examinador synodal del arçobispado de Toledo”, dedica al Padre Berganza en su censura a su obra Antigüedades de España: “Es historia antiqua-novíssima, eclesiástica y secular, monástica y regia, militar y civil, sincera y crítica, y quando el autor en ella produce las venerabilíssimas glorias del monasterio de San Pedro de Cardeña con las preciosíssimas memorias primitivas de nuestra España, que oscureció el tiempo, olvidó la ignorancia o quiso borrar la embidia, me parece a Esdras, de quien dixo San Ireneo: “Inspiró Dios a Esdras sacerdote recopilar todos los sermones de los pasados profetas y restituir al pueblo la Ley que le dio por Moysés”: Inspiravit Deus Æsdrae sacerdoti praeteritorum prophetarum omnes rememorare sermones et restituere populo eam legem quae data est per Moysem”19.

En parecidos términos se expresa el “Reverendísimo Padre, el Maestro Fray Joachín de Ania, Doctor Theólogo y opositor a las cáthedras de la Universidad de Alcalá, Abad que ha sido del colegio de Velmonte y del monasterio de Santa Ana de esta Corte, Difinidor general dos veces y General del Orden de nuestro Padre San Bernardo, etcétera”, en su censura a la obra Ferreras convencido, cuando ya habían visto la luz los dos volúmenes de la más famosa obra del Padre Berganza: “Bastaban otras obras que el autor dio al público con aprobación universal, especialmente aquellos dos celebrados tomo de Antigüedades de España, que son dos columnas con que eterniza su nombre y sobre cuya firmeza debe estrivar siempre la verdadera historia de esta monarquía”20.

Lo cierto es que la obra Antigüedades de España, del Padre Berganza, fue justamente alabada y aún lo es hoy por el acopio que hace de interesantisimos materiales para la historia del monasterio caradignense y de Castilla entera. El burgalés y monje de San Pedro de Cardeña no se limitó a consultar los por entonces riquísimos archivo y biblioteca de su monasterio, sino que acudió también a otros, como el del cercano monasterio de Santo Domingo de Silos. Al efecto que nos ocupa, fue en la librería de Silos donde vio y estudió el códice objeto de nuestra atención (actualmente en Londres, British Library, Add. 30,853), al que dedica el siguiente párrafo: “En un libro gótico del monasterio de Silos, en donde están los cánones penitenciales que se ponen en el Apéndice, encontré que un curioso, con deseo de que qualquiera los pudiesse entender, traduxo a la margen algunos vocablos propiamente latinos a los términos del latín vulgar que aora usamos, reducidos a la cadencia y dialecto castellano.

Assí se lee que por amplecteretur tradujo bracaret, que es abrazar; por periuraret trasladó mentera facieret, que es jurar con mentira; por sit usus et lex explicó ayat usuale lege, que es aya uso legal; por occideret puso mataret, que es matar; y otras vozes trasladó en esta conformidad. De aquí se viene en claro conocimiento que los españoles, después que fueron dominados de los romanos, latinizaron los vocablos de su propio idioma y que después, desdiziendo poco a poco de los dialectos y concordancias latinas, ha llegado la lengua castellana al estado en que oy se ve, el qual de aquí a cien años será muy distinto, y dirán de nosotros lo mismo que los que se precian de elegantes dizen aora del modo de hablar que estilaron nuestros antiguos. Dirán: “Si hombre se deduce del ablativo homine, ajustándonos a su origen mejor se dirá home, como dezían nuestros abuelos, que hombre, como se pronuncia aora”. Si porque la voz conde sale de la voz latina comes disuena a los oídos críticos que los antiguos pronunciassen cuende, dirán los venideros: “Pues pronúnciense corpo por cuerpo, corda por cuerda, corvo por cuervo, pues tuvieron su principio de

19.

En BERGANZA 1719, I, in cap. libri, s. p.

20.

En BERGANZA 1729, in cap. libri, s. p.

56

Texto Glosas v133.indd 56

05/10/2020 10:37:56

corpus, de corda y de corvus”. El uso es el que haze parecer cortesano o rústico el modo de hablar, y por eso al lenguaje se llama también estilo”21.

Es verdad que hoy el estado de la lengua castellana es muy distinto al que tenía en época de Berganza, pero no tanto como para que no sigamos diciendo hombre, cuerpo o cuerda. Pero es interesante anotar cómo Berganza manifiesta ya un interés estrictamente lingüístico al dar a conocer por ver primera las glosas que luego habrían de recibir el nombre de silenses y las califica de latín vulgar reducido a la cadencia y dialecto castellano. Mas aún debían de transcurrir más de cien años para tener la primera edición de estas glosas; fue al alemán Josef Priebsch (1867-1919) al que cupo este honor22. Su trabajo hay que situarlo en el contexto más amplio de los estudios alemanes dedicados a la lingüística hispánica, como ha puesto de relieve Günther Haensch23. Priebsch conocía la obra de Berganza, pero la noticia del manuscrito (que fecha en el siglo XI), le fue comunicada por su primo, Robert Priebsch, que era profesor en el Institute of Germanic Studies, de la Universidad londinense. Recuérdese que por aquel entonces ya paraba el códice en el British Museum de Londres. Su trabajo está hecho con rigor y no se limita solo a la edición de las glosas, sino que estudia las más significadas24.

Ahora bien, será Don Ramón Menéndez Pidal quien en 1926 lleve a cabo la edición de las glosas tenida por mucho tiempo como definitiva25. Lo hizo además reproduciendo el texto glosado del penitencial, lo que ayudaba a situarlas en su contexto. Menéndez Pidal conocía la edición de Priebsch y sabía de sus defectos, especialmente el haber omitido, sin razón justificada, más de sesenta glosas26. Contó Don Ramón con la colaboración de Américo Castro y Manuel Gómez Moreno para la transcripción, y también recabó la opinión de este último y del Padre Zacarías García Villada sobre la data del códice, que colocó en la segunda mitad del siglo X. El penitencial y sus glosas tuvieron otras ediciones, aunque fuera la de Don Ramón la más utilizada por los filólogos. En 1928 Francisco Romero Otazo dio a conocer, junto con las glosas, el texto íntegro del penitencial, ya que Menéndez Pidal suprimió los párrafos que no llevaban glosas27. Pero esta edición (plagada, por otra parte, de errores de imprenta) devino pronto rarísima y de difícil consulta. Sin las glosas, pero siguiendo a Romero Otazo, editó de nuevo el penitencial el jesuita Severino González Rivas, en un meritorio estudio sobre la penitencia en la Iglesia española primitiva28.

En 1993 apareció un excelente trabajo sobre las glosas emilianenses y silenses, que incluía una nueva edición del penitencial y sus glosas, debida a José Manuel Ruiz Asencio29.

Este libro supone un hito fundamental en el estudio del manuscrito, y sobre él hemos de volver. Ese año estábamos nosotros en Londres, estudiando el códice en cuestión y el resto de los manuscritos silenses para ofrecer la edición de todas sus glosas. Fue nuestra tesis doctoral, defendida en 1994 e impresa dos años después. En ella se ofrecía una nueva edición de las

21.

BERGANZA 1719, II, 106. En las págs. 666-672, al publicar el texto del penitencial, transcribe al margen algunas pocas glosas más.

22.

PRIEBSCH 1895.

23.

HAENSCH 1996, 13.

24.

Después de describir el manuscrito, divide su trabajo en los siguientes apartados: 1. Der Text (pp. 4-14); 2. Anmerkungen zu den Glossen (pp. 14-37); 3. Lautzustand (pp. 37-39); 4. Alphabetisches verzeichnis (pp. 39-40).

25.

MENÉNDEZ PIDAL 1926, 10-27, con foto del fol. 320r entre las págs. 22-23.

26.

Ibidem, 12; 403, n. 1.

27.

ROMERO 1928, 91-109. Este autor, siguiendo a Dom Morin, parece inclinarse por la fecha tardía, entre los siglos XI y XII (ibidem, 46).

28.

GONZÁLEZ RIVAS 1949, 173-183 (apénd. I).

29.

HERNÁNDEZ ALONSO 1993. La edición del penitencial y sus glosas en 223-254.

57

Texto Glosas v133.indd 57

05/10/2020 10:37:56

glosas (sin el texto del penitencial), y por primera vez se publicaba el pequeño conjunto de glosas que adornan los márgenes del homiliario30. Pero no había de terminar la vigésima centuria sin que de nuevo fueran publicados el penitencial y sus glosas en una cuidada edición a cargo de Francis Bezler31.

Hasta aquí nos hemos referido tan solo a las ediciones del penitencial y de las glosas que lo acompañan, pero este texto solo ocupa dieciséis folios de un voluminoso códice de 324 folios. A decir verdad, los restantes han llamado menos la atención, a pesar de su gran importancia, pues transmiten el mejor y más completo homiliario de la liturgia hispana que haya llegado a nuestros días. Nunca ha sido publicado en su totalidad, y hemos de conformarnos con el detallado índice que ofreció de él Dom Morin, quien también descubrió en el manuscrito un sermón inédito de San Agustín32, y con los más completos que ofreciera Réginald Grégoire33.

Tomada de este manuscrito, también fue publicada en 1935 la Epistola Sancti Salvatoris, sobre la que luego hemos de volver34. Mucho más tarde Don Manuel Cecilio Díaz y Díaz publicaría otros dos textos inéditos hasta entonces35.

Terminamos este breve recorrido por los aspectos de transmisión textual y nos fijamos ahora en uno de los temas que más divisiones suscita actualmente entre los investigadores.

Nos referimos a la cuestión de la fecha. ¿Cuándo fue escrito el códice British Library, Add. 30,853? Es importante señalar que de momento nos atenemos a la cuestión de la fecha de este códice, no del modelo de que se sirvió el copista y que, como ya ha quedado demostrado tiempo ha, llevaba puestas las glosas. En primer lugar, Berganza no habló en rigor de la fecha de nuestro manuscrito, pero copió el penitencial como capítulo XIII de la sección tercera de sus apéndices, sección que dedica por lo demás a copiar partes de un manuscrito también silense de 1052, el famoso Liber Ordinum de San Prudencio de Monte Laturce36.

Esta imprecisión indujo a error a algún autor, que otorgó al penitencial la fecha de 1052, sin que Berganza diga expresamente tal37.

Tras Berganza, nuestro códice no vuelve a ser citado hasta el momento de su venta en París, en 1878. El catálogo publicado en tal ocasión le otorga una fecha temprana: “Manuscrit du IXe au Xe siècle”38, pero hay que decir que su autor no se muestra muy acertado a la hora de fechar los códices que describe39. Mayor precisión alcanza Sir Edward Maunde-Thompson, quien en 1882 parece tener en cuenta la Epistola Sancti Salvatoris y su autenticación por Pedro de Nîmes para fechar el códice en el siglo XI40. Ya hemos hablado de la edición de las glosas de Josef Priebchs, quien sigue a Sir Edward en su datación. Dom Germain Morin no dudó, a la vista de la famosa Epistola, en datar el manuscrito a principios del siglo XII: “Duodecimo igitur sæculo ineunte codicem exaratum fuisse existimo”41. El gran conocedor de la historia y códices

30.

VIVANCOS 1996, 163-183. Sin apenas modificaciones, volvimos a publicar de nuevo años después lo relativo a las llamadas glosas silenses (VIVANCOS 2001).

31.

BEZLER 1998. Ya antes había publicado un estudio sobre los penitenciales hispanos (BEZLER 1994).

32.

MORIN 1893, 406-425. El sermón agustiniano en honor de Santa Eulalia, en MORIN 1891.

33.

Primero en GRÉGOIRE 1966, 161-185, y luego en GRÉGOIRE 1980, 293-319.

34.

Por Dom LECLERCQ 1935.

35.

Se trata de un sermón en honor de San Félix de Gerona y un sermo in vigilia Pasche (DÍAZ 1958, 63-65; 67-70).

36.

BERGANZA 1719, II, 624; 666.

37. Vid. BEZLER 1991 A, 348. El autor en cuestión fue el insigne numismático Pío Beltrán Villagrasa, en un artículo de 1952

(BELTRÁN 1972, 600-602).

38.

BACHELIN-DEFLORENNE 1878, 19.

39.

Baste decir que fecha también entre los siglos IX y X uno en cuyo colofón figura claramente el año 1072, que no supo leer, confundiendo además al rey Sancho II de Castilla con Sancho I Garcés de Navarra (ibidem, 15).

40.

MAUNDE-THOMPSON 1882, 121.

41.

MORIN 1893, 406.

58

Texto Glosas v133.indd 58

05/10/2020 10:37:56

de Silos que fue Dom Marius Férotin (1855-1914), dedicado luego a la liturgia hispana, apenas reparó en las glosas de nuestro manuscrito, aunque sabía de su existencia. En 1897 se limita a decir que el códice es del siglo XI, sin más42. Volvió sobre el manuscrito en 1912, en su monumental obra sobre la liturgia hispana, manteniendo la misma fecha, pero precisando más (sin aducir argumentos) y colocándolo al final de la centuria43.

Ya hemos visto cómo en 1926 Menéndez Pidal envejecía el códice en contra de la opinión de sus ilustres predecesores. El gran maestro de los paleógrafos españoles, Don Agustín Millares, también mantuvo esta fecha temprana44, aunque en sus notas distinguía entre la fecha del manuscrito, atribuido a la segunda mitad del siglo X, y la de las glosas, de fines del siglo XI45.

Durante decenios casi nadie discutió estas conclusiones. Fue otro gran maestro, Don Manuel Cecilio Díaz y Díaz, quien en 1978 puso de manifiesto la endeblez de los argumentos paleográficos de Menéndez Pidal y propuso nueva datación. En primer lugar, separó el homiliario del penitencial, al que calificó de apéndice, y fechó el primero hacia mediados del siglo XI, data en la que ya habían convenido la mayoría de los autores anteriores, mientras que del segundo solo dijo que fue transcrito por una mano del siglo XI46. Como texto base y glosas son de la misma mano (aspecto este en el que convienen casi todos los estudiosos), las glosas llevan la misma data. Pero en las breves notas que dedica a este mismo manuscrito en otra obra suya, cinco años después, no parece tener en cuenta estas observaciones y fecha el homiliario a finales del siglo X o en los primeros decenios del XI, mientras que sitúa netamente al penitencial en la segunda mitad del siglo XI47.

Vacilaciones aparte, el tema quedaba planteado, y fue nuevamente puesto de relieve por Francis Bezler, de la Universidad Marc Bloch de Strasbourg, al estudiar y editar los penitenciales hispanos. Su primer artículo data de 198448, y en él propone retrasar la fecha propuesta por Menéndez Pidal y volver a la ofrecida por Dom Férotin y Dom Morin. El argumento básico es el de la inclusión en el manuscrito de la Epistola Sancti Salvatoris que directa est a Domino et inventa est super altare Sancti Baudelii in ciuitate Nimaso, y recogida por el obispo Pedro de Nîmes, que Bezler identifica con el obispo Pedro Armengaud, activo entre los años 1080-1090.

No fueron estas opiniones del agrado de un colega suyo en la misma Universidad, Georges Straka, quien intentó rebatirlas con cierta acritud poco después, negándose a identificar al obispo de la epístola con Pedro Armengaud49. Bezler volvió a la carga en 1991, esta vez con nuevos argumentos numismáticos de cierto peso, que retrasaban la fecha de composición del penitencial50.

El trabajo ya citado del profesor Ruiz Asencio prosigue por el camino abierto por Díaz y Díaz y también coloca el manuscrito a finales del siglo XI con nuevos argumentos paleográficos, que afectan también a las glosas emilianenses51. También nosotros, en nuestra tesis doctoral citada y en otros trabajos posteriores, hemos abogado por esta cronología tardía52.

42.

FÉROTIN 1897, 273.

43.

FÉROTIN 1912, 882-885.

44.

MILLARES 1961, 372.

45.

MILLARES 1999, I, 88-89.

46.

DÍAZ 1978, 32-36.

47.

DÍAZ 1983, 317; 405. Manifestó ya esta opinión en 1982, en un coloquio cuyas actas no fueron publicadas hasta 1988 (DÍAZ 1988, 257, n. 32). Se expresa de la misma forma en DÍAZ 1993, 659.

48.

BEZLER 1984.

49.

STRAKA 1988.

50.

Vid. el artículo ya citado, BEZLER 1991a, y también BEZLER 1991b.

51.

RUIZ ASENCIO 1993.

52.

VIVANCOS 1996, 163-166; VIVANCOS 1999; VIVANCOS 2000; VIVANCOS 2007; VIVANCOS 2008a.

59

Texto Glosas v133.indd 59

05/10/2020 10:37:56

Hasta aquí un sucinto status quaestionis. Pero estamos en un nuevo congreso sobre los glosas silenses y no cabe dar nada por supuesto o definitivo. A mi parecer, varias cuestiones siguen abiertas y será conveniente enumerarlas.

En primer lugar, sería de desear un edición crítica del homiliario de la liturgia hispana, en línea con las muy meritorias de Dom Marius Férotin, José Janini, Jordi Pinell, Dom Juan Javier Flores (por solo citar a algunos), de otros libros de la misma liturgia53. En la forma actual que presenta el códice British Library, Add. 30,853, parece ser fruto de sucesivas reelaboraciones, que sería bueno estudiar más a fondo. Tenemos en primer lugar el homiliario de la liturgia hispana propiamente dicho, que abarcaría desde el fol. 2 hasta el fol. 231, donde figura un breve colofón: “Finit. Deo gratias. Amen”. Tal recopilación parece remontar a la segunda mitad del siglo VII54, y va seguida de un apéndice cuya fecha exacta de composición ignoramos55. En él, además de la famosa Epistola Sancti Salvatoris, se incluyen otros sermones del temporal y santoral, entre los cuales dos para el natalicio de San Luciano, cuya fiesta se celebra el 7 de enero. Sin duda este apéndice fue elaborado en un centro donde tal santo gozaba de un culto especial, pero de momento ignoramos de cuál pueda tratarse56.

Finalmente, en un tercer momento se añadió desde el fol. 309 hasta el fol. 324v el penitencial con el que presumiblemente se cerraría el manuscrito.

La Epistola Sancti Salvatoris merece una consideración especial, sobre todo en lo que atañe a su vinculación con Pedro Armengaud. Si se nos permite avanzar nuestras propias opiniones, nos inclinamos a pensar que no es posible tal identificación, porque nos llevaría a unas fechas excesivamente tardías, cuando ya el monasterio de Silos estaba inmerso en el proceso de cambio de liturgia57, sin olvidar que hay toda una recensión de la epistola en la que el garante es siempre un obispo Pedro58. Por supuesto ha de revestir especial interés fijar la fecha de composición del penitencial, texto que soporta las glosas, no anterior a los años 1060-1065, según F. Bezler59. A este respecto será obligado considerar de nuevo las posibles relaciones entre nuestro penitencial y el concilio de Coyanza, la cita de los diezmos y las cuestiones monetarias de las conmutaciones, temas apuntados por este autor60. La relación entre nuestro penitencial y los cánones del concilio de Coyanza no parece superar el ámbito de un común deseo de reforma.

Más importante es la cita que los diezmos hace el penitencial, que parecen situar la fecha de su composición a fines del siglo XI61. El tema de las monedas citadas en las conmutaciones fue estudiado tiempo ha por Pío Beltrán y más modernamente por Francis Bezler62, buscando solución al problema que supone las citas de algunas monedas desconocidas por la documentación.

El texto en cuestión es el siguiente: “Si imperator est, solidum unum exsolbat. Princeps, V argenteos. Comes, IIIIor. Amirates, III. Equestres, II. Operator rurium qualiumquumque, I argentum. Mercenarius, semis argentos. Pauper, obolum quod uulgo quarta dicitur. Pauperrimus, unam seliquam, id est harobam”63.

53.

Aunque ya contemos con los estimables índices de Dom Morin o Dom Grégoire, ya citados.

54.

GRÉGOIRE 1980, 293.

55.

Desde el fol. 231 hasta el fol. 307v, donde hay un nuevo colofón: “Qui hoc peregit opus regnis potiatur infinitis. Amen”.

56.

Aunque el 7 de enero se celebra a San Luciano de Antioquía y el encabezamiento del sermón se refiere al día siguiente a la Epifanía (GRÉGOIRE 1980, 315), no habría que olvidar que el 8 de enero se recuerda a San Luciano de Beauvais, porque las confusiones entre santos homónimos y celebrados en fechas tan cercanas son frecuentísimas.

57. Vid. sobre el particular VIVANCOS 2008b. Este artículo no es sino un esbozo de otro más desarrollado, que será publicado

pronto: M. C. VIVANCOS, “La introducción de la liturgia romana en los monasterios de Silos y San Millán a través de sus manuscritos”, T. DESWARTE (coord.), Une liturgie en crise? Le rit hispanique au XIe siècle, Poitiers, en prensa.

58.

RENOIR 1913; HAINES 2010, 36; 47; 212.

59.

BEZLER 1998, XIX.

60.

BEZLER 1991 A; cfr. VIVANCOS 2000, 315.

61.

Dedicamos a este punto una breve reflexión en el Apéndice II.

62.

BELTRÁN 1972, 600-602; BEZLER 1991 A; BEZLER 1995.

63.

BEZLER 1998, 42.

60

Texto Glosas v133.indd 60

05/10/2020 10:37:57

Es verdad que solidus, argenteus, siliqua no hacen a nuestro propósito de fijar una cronología, por ser términos conocidos desde antiguo64. Pero ni la quarta ni el obolus, ni la haroba aparecen entre las unidades monetarias del momento65. Sin embargo, Bezler propone una solución que hace depender estas conmutaciones directamente del sistema monetario musulmán, lo que nos llevaría, según él, a los años ya dichos de 1060-1065. Por otra parte, el mismo hecho de establecer conmutaciones pecuniarias parece más propio de la segunda mitad del siglo XI que del siglo X, cuando la circulación monetaria en la España cristiana era casi inexistente66.

Sin olvidar que el arabismo amirate no aparece en la documentación hasta la década de 1060 y, curiosamente, en diplomas del área aragonesa67, no teniendo tampoco testimonios de equestres en la documentación de Sahagún ni de la catedral de León.

Convendrá también realizar un detallado estudio codicológico que determine si el manuscrito forma, en su estado actual, un todo, o por el contrario, como sostuvo Díaz y Díaz, el penitencial es un añadido. Personalmente hemos sostenido, desde 1996, que estamos ante un manuscrito unitario en el que, ciertamente, colaboran varias manos, pero que ha sido pensado así desde el principio68. A nadie, habituado a manejar códices medievales, ha de extrañar que a un texto de gran amplitud, cual en este caso el homiliario, se le antepongan o le sigan otros textos menores aunque no tengan ninguna aparente conexión entre ellos.

Parece fuera de toda duda que las glosas figuraban ya en el modelo del que se sirvió el copista para reproducir el penitencial69. Si esto es así, y si también lo es que el penitencial se escribió entre los años 1060-1065, entonces el códice modelo y las glosas no pueden ser anteriores a esa fecha. Unido a este punto está el de la localización geográfica de ambos manuscritos, el modelo (hoy perdido), y el actual British Library, Add. 30,853. Parece también inconcuso que el modelo tuvo que proceder de San Millán de la Cogolla, pero no está claro si el actualmente conservado fue copiado en el propio San Millán con destino a Silos, o en el mismo Silos sobre un modelo procedente de San Millán70. En cualquier caso, nos parece fuera de toda duda que el modelo procedía con sus glosas de San Millán, lo que nos permite afirmar que no hay que hablar stricto sensu de glosas emilianenses y silenses, sino de emilianenses solamente71.

Ni que decir tiene que el estudio paleográfico sigue siendo clave en el tema que nos ocupa.

Las conclusiones a las que llegó el profesor Ruiz Asencio están lejos de ser aceptadas por todos los estudiosos. A modo de ejemplo fijémonos en un punto central y discutido, la abreviatura de la conjunción disyuntiva uel. Parece ser que en documentos y códices escritos en minúscula visigótica es constante abreviar uel con ul, y solo la influencia carolina propicia la aparición de l partida con

64.

Vid. ex. gr. Etym. XVI, 25 (OROZ 1993, II, 313-315).

65. Hemos encontrado una tardía mención de un obolum auri en un documento de Fernando II, del año 1174 (FERNÁNDEZ

CATÓN 1990, 446 (doc. 1582). En Silos también aparece una mención a unum auri obolum algo posterior (de 1177; VIVANCOS 1988, 103 (doc. 72). Mucho más temprana, del año 804, es la cita de un obolum auri puri auriculari digito ponderatum, pero en un texto de Valpuesta unánimemente tenido por falso (RUIZ ASENCIO 2010, I, 186 (doc.1E). Para búsquedas de este tipo, por lo que hace a la documentación del monasterio de Sahagún y de la catedral de León, resulta muy útil el Indez verborum del malogrado José María Fernández Catón (FERNÁNDEZ CATÓN 1999). El testimonio más antiguo del arabismo harroba parece ser el del penitencial (SECO 2008, 289, s. v. harroba). Poco añade a esto PELLICER 1999, 105-106; 159; 195.

66.

A este respecto puede verse dos artículos de Jean Gautier-Dalché: L’Histoire monétaire de l’Espagne septentrionale et centrale du IXe au XIIe siècles, para una visión más general, y otro más particular: La monnaie dans le domaine de San Pedro de Montes (fin IXe–fin XIIIe siècle). El primero de estos artículos es de 1969, y el segundo de 1979, pero ambos han sido reproducidos en GAUTIER-DALCHÉ 1982, 44-95; 25-35.

67.

SECO 2008, 47, s. v. amirate.

68.

VIVANCOS 1996, 164.

69.

Ibidem, 169-170.

70.

Ibidem, 165.

71.

VIVANCOS 2007, 142.

61

Texto Glosas v133.indd 61

05/10/2020 10:37:57

el mismo valor72. Ahora bien, ¿es esto así? Sin salir de la península ibérica tenemos algunos casos excepcionales que convendrá estudiar con detalle. En 1989 Isabel Velázquez aceptaba con ciertas dudas un caso de l partida para abreviar uel en una pizarra que se podía fechar entre los años 64264973. En el año 2000 mantenía idéntica postura74. En 2004 recogía algunas objecciones puestas a esta lectura, pero optaba por mantenerla75. Si en la escritura nueva cursiva romana, que es la de las pizarras, era conocida este abreviatura, entonces su presencia en documentos hispanos podría no deberse a influjo carolino76. Pero en 2008 José Antonio Fernández Flórez ha vuelto sobre el tema, descartando que la abreviatura de la pizarra signifique uel77. Es verdad que la cuestión sigue abierta y sometida a discusión, porque la pizarra está fragmentada precisamente por ese lugar y la lectura, en ningún supuesto, puede darse por absolutamente segura.

Pero no se trata de un caso único; en 1995 los profesores Claudio y Javier García Turza se acogían también al testimonio de un códice del año 964 para demostrar que la abreviatura de uel con l partida era conocida en la península mucho antes de que se produjera la influencia carolina ultrapirenaica78. En este caso se puede objetar que el cód. 46 de la Real Academia de la Historia, procedente de San Millán de la Cogolla79, que es del que tratamos, fue copiado sin lugar a dudas sobre un modelo carolino, por lo que nada tiene de extraño que en dos ocasiones el copista haya abreviado uel con l partida, tal como figuraba en su modelo, donde también figuraba u = uel y algunas abreviaturas por letras sobrepuestas, que también reproduce80.

Y aun hay más; en 2003, Claudio encontró otro testimonio en las glosas del famoso códice albeldense de concilios, del año 97681. Pero creemos que esta glosa no es del siglo X, sino muy posterior. La tinta con que está escrita parece diferente de la del texto base y, además, no está reproducida en el no menos famoso códice emilianense de concilios, que es copia exacta del albeldense, incluso con la mayoría de sus glosas. Pero tampoco aquí el asunto puede darse por zanjado; a nuestro parecer la glosa del códice albeldense no se copió en el emilianense con otras muchas por la sencilla razón de que aún no habían sido puestos el año 992, fecha de la copia. Pero no se nos escapa que no podemos dar esta interpretación como irrefutable.

Sin embargo, basándonos en la aparición de esta forma abreviativa para uel, tanto Ruiz Asencio en 1993, como nosotros tres años después82, fechábamos a finales del siglo XI las glosas silenses y emilianenses. Personalmente creemos que se puede mantener esta postura; los tres casos citados o son muy dudosos (el de la pizarra), o están en manuscritos que tienen un modelo ultrapirenaico (el códice del año 964, sin ninguna duda), o pueden ser datados en pleno siglo XI (la glosa del albeldense)83. La tónica general de nuestros manuscritos visigóticos es abreviar siempre uel con ul, fuera de los casos citados, y su rara aparición habrá que calificarla de tardía y ajena a los usos tradicionales hispanos.

72.

RUIZ ASENCIO 1993, 99.

73.

VELÁZQUEZ 1989, 92; 291 (pizarra 92).

74.

VELÁZQUEZ 2000, II, 50.

75.

VELÁZQUEZ 2004, 338; 341.

76.

Sin embargo, Lindsay afirmaba en 1915 que la l partida con valor de uel “is not current until after our period”, o sea, hasta después del año 850 (LINDSAY 1915, 358).

77.

FERNÁNDEZ FLÓREZ 2008, 106-107.

78.

GARCÍA TURZA 1995, 59.

79.

Editado íntegramente por GARCÍA TURZA 1997.

80.

Sobre el origen del modelo, vid. VIVANCOS 1996, 77.

81.

GARCÍA TURZA 2003, 27-28; 134.

82.

RUIZ ASENCIO 1993, 99; 114-115; VIVANCOS 1996, 170. La presencia de la misma abreviatura nos hacía fechar también a finales de la undécima centuria los conjuntos de glosas de otros dos manuscritos silenses (ibidem, 124-125; 312) y unas glosas a un manuscrito de Cardeña (VIVANCOS 1995, 158).

83.

VIVANCOS 2000, 314.

62

Texto Glosas v133.indd 62

05/10/2020 10:37:57

De cualquier forma, un detalle tan nimio puede dar mucho de sí y sigue necesitando mayor estudio. Habrá que probar, en primer lugar, que la abreviatura l para uel es de origen carolino. Una somera inspección de los Codices latini antiquiores nos certifica que no es así, ya que es conocida en escrituras precarolinas, como la uncial84, la insular85 o la anglosajona86. Pero también se da en códices escritos en carolina temprana, a finales del siglo VIII87.

En la península ibérica la abreviatura se encuentra en códices carolinos del área catalana, como no podía ser menos. Así, por ejemplo, el códice Ripoll 74 (Archivo de la Corona de Aragón) abrevia sistemáticamente uel con l partida88. El manuscrito es especialmente interesante por su contenido gramatical, y en particular por sus diversos glosarios, habiendo sido escrito en el siglo X. De la misma época es el códice Ripoll 46 (Archivo de la Corona de Aragón89), una colección de opúsculos gramaticales, entre ellos el Liber in partibus Donati, que utiliza indistintamente l y ul. A caballo entre los siglos X y XI fue escrito otro códice procedente del mismo monasterio y de similar contenido a los anteriores (Ripoll 59; Archivo de la Corona de Aragón90), que conoce la abreviatura ul, pero que usa mayoritariamente l 91. De origen catalán son también dos manuscritos hoy custodiados en la Real Academia de la Historia de Madrid.

Nos referimos al cód. 17, que transmite la colección homilética de Luculentius, y fue escrito en 956-957 en el monasterio de San Cugat del Vallès92. Todas las manos que en su confección intervienen, y son muchas, abrevian sistemáticamente ul. El segundo es el cód. 21, que contiene la misma obra que el anterior y es de la misma fecha y procedencia93. Presenta en igual medida uel sin abreviar que abreviado, pero cuando lo hace abrevia ul.

A fin de ofrecer más ejemplos, hemos consultado también otros dos códices de la Real Academia de la Historia, escritos en minúscula carolina. El cód. 35 es un sacramentario del siglo XI, oriundo de la región de Limoges94. Como es propio de los manuscritos litúrgicos las abreviaturas son escasas, y el único caso de uel que hemos visto no va abreviado. Más interés ofrece el cód. 58, también de San Millán de la Cogolla, pero escrito en minúscula carolina del siglo X y realizado allende los Pirineos95. Contiene los cuatro evangelios, pero en muchos de sus folios lleva comentarios marginales96. Casi siempre abrevia ul, pero también hay casos de l.

En cuanto a los documentos, no hemos visto nunca la l partida con valor de uel en textos hispanos escritos en minúscula visigótica, ni siquiera a finales del siglo XI y en adelante, cuando

84.

Así CLA 158, un códice escrito en uncial inglesa del siglo VIII.

85.

Así CLA *133, *144, 157, *276, todos escritos en los siglos VIII-IX.

86.

Así CLA 122, 123, 189, *241, también de los siglos VIII-IX.

87.

Así CLA 1743, 1769, 1771, del noreste de Francia el primero y de la abadía de Lorsch los otros dos. Vid. también sobre el particular LINDSAY 1915, 310-316; 358, quien trae ejemplos de ul y l en códices de los siglos VIII-IX.

88.

Estudiado por GARCÍA TURZA 1997, 88-90.

89.

Vid. bibliografía en MILLARES 1999, I, 34-35, donde es citado por sus fragmentos visigóticos.

90.

Ibidem, 90.

91.

Da la impresión de que la conjunción uel, utilizada tanto en los glosarios, se abrevia casi siempre en estos con l partida, quizás para ganar mayor espacio. Un glosario affatim conservado fragmentariamente en la Biblioteca Nacional de París (Lat. 2326, fols. 79v-86), escrito a principios del siglo IX y procedente de Saint-Agnan de Orléans (LAUER 1940, 406), abrevia también sistemáticamente uel con l.

92.

RUIZ GARCÍA 1997, 145-147. Hemos tratado sobre él en un artículo que se publicará pronto (M. C. VIVANCOS, “La introducción de la liturgia romana en los monasterios de Silos y San Millán a través de sus manuscritos”, T. DESWARTE (coord.), Une liturgie en crise? Le rit hispanique au XIe siècle, Poitiers, en prensa).

93.

RUIZ GARCÍA 1997, 169-173. Y también el artículo citado en la nota anterior.

94.

Aunque procede de San Millán de la Cogolla. Vid. RUIZ GARCÍA 1997, 243-244.

95.

RUIZ GARCÍA 1997, 321-322.

96.

Concretamente en los fols. fol. 1-46v; 77v; 90v-91; 96r-v más una pestaña sin foliar; 102r-v; 121v-151v. En su mayor parte estos comentarios están tomados de las cuarenta homilias in Evangelia de Gregorio Magno, algunas de las cuales se reproducen en su integridad, aunque también hemos identificado algún texto de la Expositio in Marci evangelium, de Beda.

63

Texto Glosas v133.indd 63

05/10/2020 10:37:57

la influencia de la minúscula carolina se hace evidente97. Podríase afirmar que ul y l coexisten en la escritura carolina y en otras anteriores, mientras que, salvo rarísimas excepciones, en el ámbito de la escritura visigótica es constante el uso de ul para abreviar uel. Pero valga esta digresión para comprobar que, en temas como el que nos ocupa, nada debe de darse por supuesto sino después de un exhaustivo análisis, única forma de arrojar luz sobre tantos puntos oscuros que afectan a nuestras glosas.

A modo de resumen, he aquí algunas preguntas cuyas respuestas nos parecen fundamentales para el esclarecimiento del tema a niveles textual, codicológico y paleográfico: ¿Puede vincularse la Epistola Sancti Salvatoris al obispo Pedro Armengaud? ¿En qué fecha fue compuesto el penitencial de Silos? ¿De dónde procedía el modelo del manuscrito British Library, Add. 30,853? ¿Es unitario el manuscrito British Library, Add. 30,853? ¿Dónde fue copiado el manuscrito British Library, Add. 30,853? ¿Cuándo fue copiado el manuscrito British Library, Add. 30,853? Solo después de haber respondido a ellas, con mayor o menor acierto, estaremos en disposición de situar las llamadas glosas silenses en un contexto mucho más amplio y facilitar el trabajo de filólogos e historiadores sobre ellas. Estamos seguros de que no serán escasos los frutos que en todos los órdenes recojamos del presente congreso.

APÉNDICE I Como ya hemos dicho más arriba, creemos que Beato de Liébana, autor al que se atribuye la redacción de un extenso Commentarius in Apocalypsin, debió de hacer uso de algún tipo de glosario al componer su escrito. En realidad el trabajo de Beato merece mejor el calificativo de compilación que el de comentario, ya que en su obra apenas hay nada que pueda calificarse de propio98. Entre otros muchos, cita casi íntegramente a un autor del siglo VI, el obispo Apringio, cuyo Tractus in Apocalypsin se nos ha transmitido también de forma independiente. Precisamente al cotejar el texto original de Apringio con las citas de Beato advirtió Alberto del Campo cierto número de variantes, donde vio un interés de Beato por vulgarizar expresiones de Apringio99. Al verlas pensamos de inmediato en los glosarios y, de hecho, en el libro I de Apringio hallamos veintisiete de estas variantes, de las cuales catorce están en distintos glosarios, y de ellas once con significado idéntico o similar. Quisimos colacionar otro texto de alguno de los autores copiados por Beato; elegimos el prólogo De Ecclesia, del libro II, tomado casi enteramente de las Etimologías de Isidoro. En este caso, de un total de doce variantes, diez están en los glosarios, y de ellas seis con significado idéntico o similar. La proporción no permite sacar conclusiones definitivas y además nuestra búsqueda se ha limitado a solos dos glosarios transmitidos por manuscritos hispanos, pero creemos que no es descabellado afirmar que Beato pudo conocer algún tipo de glosario y utilizarlo en su búsqueda de sinónimos. Hay que tener en cuenta que las variantes 1, 12, 14 y 20 pertenecen a textos bíblicos, por lo que pueden deberse al diferente texto sagrado que utilizan Apringio y Beato. Especialmente interesante es la variante 35, porque introducir una equivalencia léxica con la expresión id est es técnica muy usada en los glosarios100.

97.

Especialmente hemos estudiado el fondo documental del monasterio de San Salvador de Oña, en un reciente Congreso habido en septiembre de 2010, con una ponencia que lleva por título: “Documentación en visigótica del monasterio de San Salvador de Oña: originales y copias”, y que esperamos vea la luz en breve.

98.

“Le mot commentaire appliqué au travail de Beatus est peut-être un peu prétentieux. Celui de compilation conviendrait beaucoup meiux à ce gros et lourd volume” (FÉROTIN 1900, XXIII).

99.

Cfr. CAMPO 1991, 55-56, donde enumera once de estas variantes. Todas ellas van recogidas en su edición en las notas al texto, en su lugar correspondiente.

100.

GARCÍA TURZA 1997, 29.

64

Texto Glosas v133.indd 64

05/10/2020 10:37:57

Las citas de Apringio, en la primera columna, las hacemos según la edición ya citada de Alberto del Campo; las de Beato, que van en la segunda columna, de la edición de Joaquín González Echegaray101. En la tercera columna hemos puesto las equivalencias halladas en distintos glosarios, según el siguiente esquema: A = GARCÍA TURZA 1997 B = GARCÍA DE DIEGO 1933 C = GARCÍA TURZA 2004 Cada cita va seguida del número de página de la edición de estos tres glosarios, los dos primeros de los siglos X y XI respectivamente, pero que ambos se remiten a un arquetipo común, y el tercero del siglo X102.

Apringio

Beato

Glosarios

1

apud quem non est commutatio 65,21

apud quem non est transmutatio I.2.98

non rep.

2

unde non immerito 66,30

unde non sine causa I.3.37

inmerito indigno A 387

3

Quam ob causam 67,33

Propter quam causam I.3.74

ob propter B 285

4

sed et oculi reserantur 68,24

sed et aures aperiuntur I.4.29

reserare aperire, pandere A 499

5

retinere memoria 68,33

sentire memoria I.4.37

retinet detinet, coercet A 500

6

potestatum insolentias 69,15

potestatum importunitates I.4.54

insolens inportunus A 391

7

lustrata lumine veritatis 69,21

illustrata lumine veritatis I.4.61

lustrans circuiens siue inluminans A 414

8

ut sacramentum intelligerem vocis 70,4

ut mysterium intelligerem vocis I.4.80

sacramenta misteria A 508

9

Ubera Domini 70,30

Mamillæ Domini I.4.160

ubera mamillę A 558

10

Sucinctio ista 70,31

Præcinctio ista I.4.199

non rep.

11

Candor non immerito 71,5

Candor non sine causa I.4.213 inmerito indigno A 387

12

et pertingens usque ad divisionem 72,5

attingens usque ad divisionem non rep.

I.4.307

101. En

Apringio señalamos, siempre del libro I, página y línea, según las divisiones establecidas por su editor. En Beato indicamos libro, capítulo y línea. Somos conscientes de que hubiera sido mejor citar el texto de Beato por la edición crítica de E. ROMERO POSE, Sancti Beati a Liebana Commentarius in Apocalypsin, 2 vols., Roma, Academia dei Lincei, 1985, pero no la teníamos a nuestro alcance. Los Commentaria in Apocalypsin, en GONZÁLEZ ECHEGARAY 2004, I, 31-641, pero nos hemos limitado al libro I de Apringio, reproducido asimismo en el primero de Beato.

102. En

la introducción de cada una de estas ediciones hay suficientes datos sobre los manuscritos de estos glosarios y a ellas remitimos. Además vid. GARCÍA TURZA 1997, 62-67; 71-82; 114-121.

65

Texto Glosas v133.indd 65

05/10/2020 10:37:57

13

De cuius ecclesiæ labore disseritur 74,7

De cuius labore Ecclesiæ dicitur II.1.28

disserit exponit A 312

14

Memor esto itaque unde excideris 74,24

Memento unde cecideris II.1.103

excidet ęuertit A 333

15

quæ Sanctus fatur Spiritus 75,24

quæ Sanctus loquitur Spiritus fatur loquitur A 345 II.1.197

16

ab hæreticis et ethnicis 76,20

ab hæreticis et gentibus II.2.280

ethnicus gentilis A 330

17

Et ipsi profecto 76,31

Et ipsi sine dubio II.2.300

profecto sine duuio A 476

18

Admonet solito 76,33

Admonet frequenter II.2.300

solitus consuetus A 524

19

aut illibatam fidem 77,2

aut indubitatam fidem II.2.304

inlibatus intemeratus, inuiolatvs A 386

20

et confirma reliqua 79,5

et confirma cetera II.5.15

reliqua residua A 497

21

Corripit desides 79,5

Corripit pigros II.5.17

desidia pigritia A 305

22

et idcirco increpantur 79,8

et propterea increpantur II.5.20

idcirco propter ea A 375

23

in quibus corruere poterant 79,8

in quibus peccare poterant II.5.21

corruit cecidit; corruit cadit A 291

24

apostolicam revocari doctrinam 79,11

apostolicam reducere doctrinam II.5.23

reuocat reducet C 579

25

inimicus humani generis dæmon 80,8

Antichristus humani generis inimicus II.6.253

daemon genitor, grece C 284

26

spirituales procul dubio divitias 81,20

spirituales sine dubio divitias II.7.71

procul duuio sine duuio A 474

27

et convescetur cum eo 81,33

et manducabit cum eo II.7.112

conuescitur pariter comedere A 290

Las citas de Isidoro están tomadas de la edición de OROZ 1993, y remitimos al libro, capítulo y párrafo, según las divisisiones de los editores.

Isidoro

Beato

Glosarios

28

non ambigitur VIII.1.3

non dubitatur II.1.15

ambigit duuitat A 240

29

qui vero summa VII.5.6

qui vero maiora II.1.65

summas maximas, excelsas A 533

30

potestates superiores inferiores disponerent VII.5.8

potestates maiores minores mitterent II.1.73

superius sumus A 535

31

potestates superiores inferiores disponerent VII.5.8

potestates maiores minores mitterent II.1.73

inferiora minora A 383

66

Texto Glosas v133.indd 66

05/10/2020 10:37:57

32

potestates superiores inferiores disponerent VII.5.8

potestates maiores minores mitterent II.1.73

non rep.

33

scientiæ multitudo VII.5.22

scientiæ magnitudo II.1.108

multitudo turba, caterua, falanx, agmen A 432

34

qui permanserunt VII.5.31

qui remanserunt II.1.135

non rep.

35

quia porro fantur VII.8.1

quia præfantur, id est, loquuntur II.2.58

pręfatur ante loquitvr A 469 fatur loquitur A 345

36

hebræo sermone in latino exprimitur VII.9.15

hebræo sermone dicitur II.2.40

exprimendos manifestandos B 156 exprimit exiccat C 339

37

vaticinio quodam futuri VII.11.3

prophetia quoddam futuri II.4.7

uaticinium prophetia A 557

38

quod procul VII.13.3

quod longe II.4.96

procul longe A 474

39

frustra laborat VIII.2.7

sine causa laborat II.5.63

frustra sinę causa A 354

APÉNDICE II La mención de diezmos y primicias en el penitencial silense resulta de especial relevancia a la hora de intentar fijar la fecha de redacción de este texto103: “Si quis christianus de fructu suo primitias uel decimas non obtulerit domui Dei fideliter, excomunicetur”104.

Es evidente, a tenor del texto, que aquí se está hablando de los diezmos eclesiásticos en sentido propio, no de otro tipo de tributos105. Es cierto que la obligatoriedad del diezmo eclesiástico aparece netamente a finales del siglo IV, pero como deber moral, no jurídico. Será el concilio de Mâcon, del año 585, el primero en castigar con la excomunión a los que no paguen el diezmo106.

Pero se trata de un concilio local de restringida influencia, no recogido por la colección canónica hispana. Solo desde el año 779, por obra de Carlomagno, el diezmo se convertirá en un impuesto civilmente obligatorio en sus reinos107. Nada de esto afecta a León y Castilla; ya en el siglo XIX afirmaba Tejada y Ramiro que “la primera noticia canónica que existe de los diezmos eclesiásticos en España es del Concilio de Palencia, convocado por Don Alonso VIII, a que asistieron todos

103.

VIVANCOS 2000, 315.

104.

BEZLER 1998, 37. Este editor no encuentra paralelos para este canon. Hay un penitencial italiano, compuesto a caballo entre los siglos XI y XII, que sí recoge la obligatoriedad del pago de diezmos y primicias bajo la misma pena de excomunión, atribuyéndola al papa Gregorio Magno: “Statuta uel decreta patrum regula que constituit: Si quis primitias et decimas non dederit, communionem non potest accipere” (Paenitentiale lucense, 25 (GAASTRA 2007, 289). Pero no hay relación de dependencia entre ambos textos.

105.

Como un censo por tierras dadas en precario, ya conocido en época visigótica (MARTÍNEZ 1972, 757), o el diezmo regio, cedido, por ejemplo, a Arlanza por Fernando I en 1062 y 1063 (SERRANO 1925, 126-128 (doc. LXII); 136-137 (doc. LXVI).

106.

MANSI 1763, 951-952.

107.

LECLERCQ 1920, 995-1003.

67

Texto Glosas v133.indd 67

05/10/2020 10:37:57

los obispos, abades y próceres del reino, y en el que se manda que no se reciban las oblaciones ni diezmos de los escomulgados”108. Pero tal afirmación no es cierta, porque hay menciones fidedignas anteriores al año 1129, que es la fecha del concilio palentino.

Al respecto son muy importantes las decisiones conciliares ya que el precepto del penitencial adopta la forma de un canon sinodal. Pero hay que descartar la mención del supuesto concilio de Pamplona, del año 1023, por estar inserta en un documento manifiestamente falso de restauración de la sede iruñesa, a la que se le conceden el tercio de todos los diezmos109. Significativa es la del concilio de Gerona, del año 1068, aunque pertenezca a un área geográfica, política y eclesialmente distinta de la castellano leonesa. En este sínodo se reconoce que los diezmos (cuya percepción se impone so pena de excomunión) aún no se recogen en todas las iglesias110. No debemos olvidar otra asamblea, esta vez celebrada en la Urbe, el concilio romano V del año 1078, que dedicó dos capítulos al tema de los diezmos: “VI. Decimas, quas in usum pietatis concessas esse canonica auctoritas demonstrat, a laicis possideri apostolica auctoritate prohibemus, sive enim ab episcopis vel regibus vel quibuslibet personis eas acceperint, nisi ecclesiæ reddiderint, sciant se sacrilegii crimen committere et æternæ damnationis periculum incurrere [...]. VIII. Ut nullus abbas decimas et primitias et reliqua quæ secundum statuta canonum ad episcopos pertinent, sine auctoritate romani pontificis seu episcopi consensu in cuius diœcesi habitat, detineat, apostolica sanctione firmamus”111. lección diplomática astoricense vuelve a mencionar los diezmos en un documento de 1150112.

Entre los documentos de San Salvador de Oña hay una bula de Urbano II, del año 1095, dirigida al rey Pedro I de Aragón, donde se mencionan los diezmos y primicias de las iglesias que hayan de ser levantadas en las tierras conquistadas a los moros113. Aunque la bula vaya dirigida al rey de Aragón, es de suponer que no variarían las condiciones si el destinatario hubiera sido el monarca de León114. Se refiere también al reino aragonés un documento de la reina Urraca quien, en calidad de protectora del monasterio de Montearagón, ordena en 1110 a todos los hombres de su reino: “ut secundum forum et consuetudinem quam posuit rex Sancius, qui edificauit illam ecclesiam Ihesu Nazareni, teneant illam ecclesiam Ihesu Nazareni et totum suum honorem, et reddant sibi omnes suas decimas et primicias in omni loco et omnes suos directaticos”115.

108. TEJADA

1853, 467. Es evidente que hay menciones anteriores, de época visigoda, recogidas por SAN MARTÍN 1940, pero ninguna de ellas, según G. Martínez, prueba la obligatoriedad del pago de diezmos y primicias, que “no pasaron de ser una práctica piadosa raramente practicada y sin significación económica alguna” (MARTÍNEZ 1972, 757).

109.

“Dantes tertiam partem cunctarum frugum decimarum” (JIMENO 2003, 146 (doc. 30).

110. “Deinde

constituerunt ut ecclesia, quæ plus non habet de decimis, quarta pars ei redatur ad opus presbyterorum et clericorum, et ut ex omnibus rebus quæ possidentur tam de operibus manuum quam ex agricultura, sed de molendinis sive de hortis et arboribus, et ex omnibus animalibus primitiæ et decimæ reddantur” (MERINO 1819, 477).

111.

MANSI 1775, 510.

112.

Ibidem, 107-108 (doc. 734).

113.

ÁLAMO 1950, I, 133-135 (doc. 105).

114.

Además de la copia conservada entre los documentos de Oña, esta bula también se halla entre los de Santo Toribio de Liébana (SÁNCHEZ BELDA 1948, 124-126 (doc. 103) y los de Sahagún (HERRERO 1988, 282-284 (doc. 951).

El cartulario de Santo Toribio, redactado a principios del siglo XIV, le otorga validez general en la siguiente rúbrica: “Priuillegio del papa Urbano que fizo gracia a los reys et a los ricos ommes et a sus caualleros en que les dio et les otorgo todas las yglesias et monasterios que ganassen de moros o hedificassen por sus propias espensas et diogelos et otorgogelos con diezmos et con primicias et oblaciones” (SÁNCHEZ BELDA 1948, 124).

115. RUIZ ALBI 2003, 366 (doc. 6). El rey Sancho Ramírez fundó Montearagón hacia 1085-1086, por lo que quizás haya que

llevar esta mención decimal hasta esa época.

68

Texto Glosas v133.indd 68

05/10/2020 10:37:57

Pero hay menciones más antiguas en el reino de Aragón, como la del año 1014 en un documento de Sancho el Mayor al monasterio de San Juan de la Peña, reputado falso116. O la del año 1020 en un documento privado del fondo del monasterio de Santa María de Obarra, conservado en tres versiones, dos de ellas sin lugar a dudas interpoladas, que son las que mencionan “decimis, primiciis, oblationibus”117. Igualmente falsa o cuando menos interpolada es una donación de Sancho el Mayor al monasterio catalán de Sant Sadurní de Tavèrnoles, fechada en 1022, pero de bienes situados en Aragón118. De 1024 es también otro documento dirigido al monasterio de San Juan de la Peña, evidentemente manipulado119.

En Navarra, además de la mención ya citada del falso concilio de Pamplona de 1023, hallamos otra igualmente falsa en un documento supuestamente otorgado a la abadía de Leyre por Sancho el Mayor en 1014120. Menciones anteriores se refieren sin duda a tributaciones de las que el obispo es beneficiario en cuanto propietario de unas tierras121.

Hasta aquí cuanto se refiere a los reinos de Castilla y León, Aragón y Navarra, pero merece la pena fijarse algo más en la Rioja, región donde se enclava el monasterio de San Millán de la Cogolla, en cuyo seno se escribió el penitencial llamado silense. Hallamos una mención muy temprana relativa a los diezmos en un documento del año 972, el llamado fuero de Cirueña: “Item statuimus de laicis ut unusquisque deferat decimas suas ad monasterium Sancti Andree”.

Podría tratarse de una alusión a los diezmos eclesiásticos, pero las copias antiguas conservadas no escapan a la sospecha de falsedad o interpolación122. De los diezmos de Desojo, disputados entre el monasterio de San Martín de Albelda y el obispo Benedicto de Nájera, habla un texto del 17 de septiembre del año 983, por el que llegaron a un acuerdo, en presencia del rey Sancho Abarca, el abad Vigila y el obispo Benito sobre la percepción de los mismos: “Nos quidem religiosi Benedictus episcopus, pariter abba Vigila, cum fratrum Albaildensium collegio, pactum inconvulsum pepigimus inter nos pro decimarum frugibus omnium Desolii, ut simul ita frugens aridus vel liquidas quas percepturi sumus ab illis hominibus Desolii, tam parvas quam magnas, fideliter inter nosmetipsos per medium sine aliqua fraudulosa nequitia sortiamus perseverantes”123.

Da la impresión de que no se trata aquí del diezmo eclesiástico, sino de una tributación por la explotación de unas tierras, ya que en ningún momento se cita a la iglesia del lugar como beneficiaria. Del mismo tipo parecen ser los diezmos citados en una donación de 1044 al monasterio de San Julián de Sojuela124, pero que además es falsa125. En cambio, en la dotación de la iglesia catedral de Calahorra, realizada al año siguiente, a los pocos días de la conquista de

116.

“Cum suis hereditatibus et decimis et primiciis (JIMENO 2003, 82-83 (doc. 11).

117.

El primer documento no habla para nada de los diezmos (ibidem, 115-116 (doc. 22). Los otros dos sí lo hacen (ibidem, 119 (doc. 23); 121 (doc. 24).

118.

“Cum ecclesiis, decimis uel adictionibus” (ibidem, 126 (doc. 26).

119.

“Cum decimis et primiciis et oblationibus” (ibidem, 162 (doc. 35). La cita pertenece a un párrafo que no parece pudo pertenecer al documento original, añadido tras las confirmaciones, por el cual Sancho, obispo de Pamplona, que no lo fue en la fecha que se indica, ratifica la donación regia y añade la iglesia del mismo lugar.

120.

“Censibus et pascuis, decimis, primitiis et oblationibus” (ibidem, 71 (doc. 8).

121.

“Et ego Basilius episcopus tribuo Sancto Saluatori et sanctis martiribus omnem meam partem decimarum cunctorum fructuum quos colligo in Ualle Osellę et Pintani et Artedę” (documento del año 918; MARTÍN DUQUE 1983, 19 (doc.

6). En parecidos términos se expresa otro documento del año 938 del mismo fondo legerense (ibidem, 20 (doc. 7).

122.

RODRÍGUEZ 1992, 30 (doc. 2 b).

123.

(UBIETO 1960, (doc. 28). Cit. por SAN MARTÍN 1940, 83-85; LÁZARO 1997, 373-374; MARTÍN VISO 1999, 181-182.

124. “Et cum decimis omnium hereditatum tam agrorum quam uinearum que sunt de camino iudeorum a suso” (RODRÍGUEZ

1992, 36 (doc. 4).

125.

OLCOZ 2009, 234-236.

69

Texto Glosas v133.indd 69

05/10/2020 10:37:57

la ciudad, se citan los diezmos regios, pero también otros de carácter netamente eclesiástico126.

Desgraciadamente, el documento también es tenido modernamente por falso127.

Vayamos, por fin, a un documento cuya autenticidad no ha sido puesta en duda hasta ahora. Nos referimos a la donación que la reina Estefanía, viuda del rey García de Navarra, hace a ciertos fugitivos en el lugar de Sojuela el 14 de mayo de 1060128. Entre otras condiciones, se estipula que se paguen al monasterio de San Julián de Sojuela los diezmos y primicias: “Decimas, primicias, uota, oblationes, domui Soiole reddatis”129. Las palabras no dejan lugar a dudas y tenemos aquí la primera mención genuina a los diezmos eclesiásticos para los reinos de España. Del contexto se deduce que su pago es algo ya conocido e implantado en la región.

En la documentación de San Millán de la Cogolla la primera mención a los diezmos es la de un documento falso del año 1030130, seguida por otro diploma igualmente espurio del año 1053131. Mayor importancia tiene el relato de las reuniones conciliares de Nájera y Llantada, donde se reconoció la exención de que gozaban las iglesias de San Millán en lo que al pago de censos y tercias episcopales se refería132. El texto habla solo de “tertias et indebitos census”; “census et tertias”, por lo que podría referirse a las tercias episcopales conocidas desde antiguo, y no a la tercera parte de los diezmos y primicias. Tradicionalmente estas asambleas conciliares se situaban en el año 1067, pero actualmente se piensa más bien en una fecha indeterminada entre 1065-1071133.

Tales fechas no extrañarían si la referencia es a los diezmos eclesiásticos stricto sensu.

Conviene no olvidar que la liturgia hispana, en un caso único que no halla paralelo en otras liturgias134, contiene unos oficios y misas de decimis y también de primitiis. Pero de sus formularios se desprende que se trata de una ofrenda voluntaria, por mucho que se desea se haga extensiva a todo el pueblo. Así, en el ordo de decimis ad Missam, se dice: “Deus, qui per legis tue preceptum decimas tibi offerri precipis frugum, ut ex omnibus in tuis sacrariis inferantur: famulos tuos Illos uotiua ad te concurrentes deuotione et decimas tibi offerentes suarum frugum adtende. Ecce uenerunt ad te decimam tibi offerentes substantie [...]”135.

Y también: “Presta his famulis tuis offerentibus tibi suorum decimas frugum temporalium, in rebus augmentum: et multiplex rerum, quas tibi nunc tibi deferunt, ex uoto per multa curricula animo offerant uoluntario et corde perfecto”136.

126.

“Mandamus insuper ac confirmamus ut omnis homo cuiuscumque ordinis, conditionis uel dignitatis seu potestatis sit, qui in eadem urbe uel in toto eius conterminio (sic) aliquid habuerit aut possederit, de omni prorsus re mobile uel fixa, decimam frugum ac fructuum seu etiam omnium animalium aut negotiorum eiusdem ecclesie, integre et fideliter conferant” (RODRÍGUEZ 1992, 39 (doc. 6).

127.

OLCOZ 2009, 240-241.

128.

RODRÍGUEZ 1992, 70 (doc. 18). La fecha de la copia está equivocada y la que mejor se ajusta es la de 1060. Sobre este diploma vid. GARCÍA DE CORTÁZAR 1980, 125.

129.

RODRÍGUEZ 1992, 70 (doc. 18).

130.

UBIETO 1976, 194 (doc. 193); JIMENO 2003, 212 (doc. 53).

131. UBIETO 1976, 279 (doc. 288). Por lo que hace a nuestro efecto, el texto es idéntico en ambos documentos. Sobre ambos

diplomas en su contexto puede verse BANGO 2007, 43-45.

132.

UBIETO 1976, 342 (doc. 361).

133. GAMBRA 1997, I, 627. Es prácticamente imposible que alguna de estas reuniones tuviera lugar en 1065, porque se cita a

Sancho como rey presente, y su padre muere en los últimos días de ese año. Habrá que pensar, pues, a partir de la primavera de 1066 como terminus a quo.

134.

FÉROTIN 1912, 650-666.

135.

Ibidem, 650-651.

136.

Ibidem, 651.

70

Texto Glosas v133.indd 70

05/10/2020 10:37:57

De todas formas, los himnos que acompañan estos oficios, y posiblemente todos sus formularios, no parecen ser anteriores al siglo X137.

Después de este rápido repaso a la documentación y a las fuentes litúrgicas se confirma la opinión de Gonzalo Martínez, según la cual no hay para España menciones auténticas del diezmo eclesiástico hasta finales del siglo XI138. Por lo que hemos visto, todas ellas se mueven en el ámbito de la reforma gregoriana y no son anteriores al año 1060, lo que quizás obligaría a situar nuestro penitencial por esas mismas fechas.

137.

CASTRO 2010, 699-707 (himnos 197-199); 854.

138.

MARTÍNEZ 1972, 757.

71

Texto Glosas v133.indd 71

05/10/2020 10:37:57

BIBLIOGRAFÍA ÁLAMO, Juan del, Colección diplomática de San Salvador de Oña (822-1284), 2 vols., Madrid, CSIC, 1950.

ALTURO, Jesús, JE“I glossari latini altomedievali della Catalogna con alcune notizie sui Settimani”, Les manuscrits de lexique et glossaire de l’Antiquité tardive à la fin du Moyen Âge, Louvain-la-Neuve, 1996, 101-120.

ALVAR, Carlos, Traducciones y traductores. Materiales para una historia de la traducción en Castilla durante la Edad Media, Alcalá de Henares, Centro de Estudios Cervantinos, 2010.

ALVAR, Manuel, “Preámbulo”, C. HERNÁNDEZ ALONSO et al., Las glosas emilianenses y silenses. Edición crítica y facsímil, Burgos, Excmo. Ayuntamiento, 1993, 9-16.

M. ALVAR, Manuel, “Riojano”, M. ALVAR (dir.), Manual de dialectología hispánica. El español de España, Barcelona, Ariel, 2009, 81-96.

BACHELIN-DEFLORENNE, Catalogue de livres rares parmi lesquels on remarque la Bible Mazarine, premier livre imprimé par Gutenberg, et de manuscrits du IXe au XVIIIe siècle, París, Ane Librairie Bachelin-Deflorenne, 1878.

BANGO TORVISO, Isidoro, G. Emiliano, un santo de la España visigoda, y el arca románica de sus reliquias, Logroño, Fundación San Millán de la Cogolla, 2007.

BELTRÁN VILLAGRASA, Pío, “Dinero de vellón de Fernando I el Magno en la colección Los Arcos”, P. BELTRÁN VILLAGRASA, Obra completa. II. Numismática de la Edad Media y de los Reyes Católicos, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 1972, 585-605.

BERGANZA, Fray Francisco de, Antigüedades de España, 2 vols., Madrid, F. del Hierro, 1719-1721.

BERGANZA, Fray Francisco de, Ferreras convencido con crítico desengaño en el tribunal de los doctos, Madrid, F. del Hierro, 1729.

BEZLER, Francis, “Pour une révision de la date des gloses de Silos”, Recherches ibériques, 2 (1984), 1-10.

BEZLER, Francis, “De la date des gloses de Silos”, Revista de Filología Española, LXXI (1991), 347-354.

BEZLER, Francis, “Chronologie relative des Pénitentiels d’Albelda et de Silos”, Sacris Erudiri, 32 (1991), 163-169.

BEZLER, Francis, Les Pénitentiels espagnols. Contribution à l’étude de la civilisation de l’Espagne chrétienne du Haut Moyen Age, Munich, Aschendorff, 1994.

BEZLER, Francis, “Pénitence chrétienne et or musulman dans l’Espagne du Cid”, Annales. Histoire, Sciences Sociales, L (1995), 93-108.

BEZLER, Francis, (ed.)., Paenitentialia Hispaniae, Turnhout, Brepols, 1998 (CCSL CLVIA).

BISCHOFF, Bernhard, “À propos des gloses de Reichenau entre latin et français”, La lexicographie du latin médiéval et ses rapports avec les recherches actuelles sur la civilisation du Moyen-Age, Paris, 1981, 47-56.

CAMPO HERNÁNDEZ, Alberto, Comentario al Apocalipsis de Apringio de Beja. Introducción, texto latino y traducción, Estella, Verbo Divino, 1991.

CASTRO SÁNCHEZ, José, Hymnodia hispanica, Turnhout, Brepols, 2010 (CCSL CLXVII).

CAVERO DOMÍNGUEZ, Gregoria–MARTÍN LÓPEZ, Encarnación, Colección documental de la catedral de Astorga. II (1126-1299), León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 2000.

72

Texto Glosas v133.indd 72

05/10/2020 10:37:57

LOWE, Elias A., Codices latini antiquiores. A palaeographical guide to Latin ms. prior to the 9th century, 12 vols., Oxford, Clarendon Press, 1934-1971. Hemos utilizado los vols. II y XII, pero citamos, como es lo usual con esta obra, por el número otorgado a cada códice, sin más indicación.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C., Anecdota wisigothica I. Estudios y ediciones de textos literarios menores de época visigótica, Salamanca, Universidad, 1958.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C., Las primeras glosas hispánicas, Barcelona, Universidad Autónoma, 1978.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C., Códices visigóticos en la monarquía leonesa, León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1983.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C., Antología del latín vulgar, Madrid, Gredos, 1985.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C., “Textos altomedievales extrahispanos en la Península”, Coloquio sobre circulación de códices y escritos entre Europa y la península en los siglos VIII-XIII, Santiago de Compostela, Universidad, 1988, 239-265.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C., “Las glosas protohispánicas”, A. ALONSO et al. (eds.), Actas del III Congreso internacional de historia de la lengua española, vol. I, Salamanca, Arco Libros, 1995, 653-666.

DICCIONARIO 1791: Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española, reducido a un tomo para su más fácil uso, Madrid, Viuda de Joaquín Ibarra, 1791.

DU CANGE, Glossarium mediae et infimae latinitatis conditum a Carolo Dufresne domino du Cange, auctum a monachis Ordinis S. Benedicti, cum suplementis integris D. P. Carpenterii et additamentis Adelungii et aliorum, digessit G. A. L. Henschel, vol. I, París, F. Didot, 1840.

FERNÁNDEZ CATÓN, José María, Colección documental del archivo de la catedral de León. V (1109-1187), León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1990.

FERNÁNDEZ CATÓN, José María, Index verborum de la documentación medieval leonesa, 4 vols., León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1999-2002.

FERNÁNDEZ FLÓREZ, José A., Colección diplomática del monasterio de Sahagún. IV (11101199), León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1991.

FERNÁNDEZ FLÓREZ, José A., “Las pizarras visigodas y otros textos coetáneos: algunas cuestiones paleográfico-diplomáticas”, en B. DÍEZ CALLEJA (ed.), El primitivo romance hispánico, Burgos, Instituto de la lengua castellano y leonés, 2008, 93-107.

FÉROTIN, Marius, Histoire de l’Abbaye de Silos, París, E. Leroux, 1897.

FÉROTIN, Marius, Apringius de Beja. Son Commentaire de l’Apocalypse, écrit sous Theudis, Roi des Wisigoths (531-548), París, A. Picard, 1900.

FÉROTIN, Marius, Le Liber Mozarabicus Sacramentorum et les manuscrits mozarabes, París, Firmin-Didot, 1912.

FLORIANO, Antonio C., Diplomática española del período astur (718-910), 2 vols., Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1949-1951.

FREIFRAU VON GEMMINGEN, Bárbara, “Los inicios de la lexicografía española”, A. M. MEDINA GUERRA (coord.), Lexicografía española, Barcelona, Ariel, 2003, 151-174.

GAASTRA, A. H., Between liturgy and canon law: A study of books of confession and penance in eleventh- and twelfth-century Italy, Utrecht, 2007 (tesis para la obtención del título de Doctor; publicación digital accesible en http://igitur-archive.library.uu.nl/dissertations/2007-1005-200818/ UUindex.html).

GAMBRA, Andrés, Alfonso VI: cancillería, curia e imperio, 2 vols., León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1997-1998.

73

Texto Glosas v133.indd 73

05/10/2020 10:37:57

GARCÍA DE CORTÁZAR, J. Ángel, “La serna, una etapa del proceso de ocupación y explotación del espacio”, En la España medieval, I (1980), 115-128.

GARCÍA DE DIEGO, Eduardo, Glosarios latinos del monasterio de Silos, Murcia, Universidad de Murcia, 1933.

GARCÍA TURZA, Claudio–GARCÍA TURZA, Javier, “La datación y procedencia de las glosas emilianenses y silenses: anotaciones críticas a los nuevos planteamientos”, Brocar, 19 (1995), 49-64.

GARCÍA TURZA, Claudio–GARCÍA TURZA, Javier, El códice emilianense 46 de la Real Academia de la Historia, primer diccionario enciclopédico de la Península Ibérica. Edición y estudio, Logroño, Fundación Caja Rioja–Real Academia de la Historia, 1997.

GARCÍA TURZA, Claudio, Las glosas del Códice Albeldense (Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, Ms. D.1.2). Edición y estudio, Logroño, Fundación San Millán de la Cogolla, 2003.

GARCÍA TURZA, Claudio–GARCÍA TURZA, Javier, El códice emilianense 31 de la Real Academia de la Historia. Edición y estudio, Logroño, Fundación Caja Rioja, 2004.

GARCÍA Y GARCÍA, Antonio, “Concilios y sínodos en el ordenamiento jurídico del reino de León”, El reino de León en la Alta Edad Media. I. Cortes, concilios y fueros, León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1988, 353-494.

GARRIDO GARRIDO, J. Manuel, Documentación de la catedral de Burgos (804-1183), Burgos, Ediciones J. M. Garrido Garrido, 1983 (Fuentes medievales castellano-leonesas 13).

GAUTIER–DALCHÉ, Jean, Economie et societé dans les pays de la Couronne de Castille, Londres, Variorum Reprints, 1982.

GERHARD HORTET, Carlos, (ed.), Marco Fabio Quintiliano. Sobre la enseñanza de la oratoria I-III, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2006.

GIL, Juan, Corpvs Scriptorvm Mvzarabicorvm, 2 vols., Madrid, CSIC, 1973.

GONZÁLEZ CUENCA, Joaquín, Las Etimologías de San Isidoro romanceadas, 2 vols., Salamanca, Universidad de Salamanca, 1983.

GONZÁLEZ ECHEGARAY, Joaquín–CAMPO, A. del–FREEMAN, L. G., Beato de Liébana.

Obras completas y complementarias, 2 vols., Madrid, BAC, 2004.

GONZÁLEZ RIVAS, Severino, La penitencia en la primitiva Iglesia española, Salamanca, CSIC, 1949.

GRÉGOIRE, Réginald, Les homéliaires du Moyen Âge. Inventaire et analyse des manuscrits, Roma, Herder, 1966.

GRÉGOIRE, Réginald, Homéliaires liturgiques médievaux: analyse des manuscrits, Spoleto, Centro Italiano Di Studi Sull’alto Medioevo, 1980.

HAENSCH, Günther, “La aportación de los países de habla alemana a la lingüística hispánica (1800-1945)”, Las aportaciones del hispanismo alemán y su recepción en España, Madrid, Instituto Cervantes, 1996, 9-20.

HAINES, Dorothy, Sunday Observance and the Sunday Letter in Anglo-Saxon England, Cambridge, D. S. Brewer, 2010.

HERNÁNDEZ ALONSO, César, et al., Las glosas emilianenses y silenses. Edición crítica y facsímil, Burgos, Excmo. Ayuntamiento, 1993.

HERRERO DE LA FUENTE, Marta, Colección diplomática del monasterio de Sahagún (8571230). III (1073-1109), León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1988.

JIMENO, Roldán–PESCADOR, Aitor, Colección documental de Sancho Garcés III, el Mayor, rey de Pamplona (1004-1035), Pamplona, Nabarralde, 2003.

74

Texto Glosas v133.indd 74

05/10/2020 10:37:57

LAUER, Ph. (dir.), Bibliothèque Nationale. Catalogue général des manuscrits latins, vol. II, París, Bibliothèque Nationale, 1940.

LÁZARO RUIZ, Mercedes, “El monasterio de San Martín de Albelda: estrategias en la ocupación del territorio y valoración socioeconómica (925-1094)”, J. I. DE LA IGLESIA DUARTE (coord.), VII Semana de Estudios Medievales de Nájera, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1997, 353-384.

LECLERCQ, Henri, “Dîme”, F. CABROL–H. LECLERCQ (dirs.), Dictionnaire d’archéologie chrétienne et de liturgie, vol. IV/1, París, Letouzey et Ané, 1920, 995-1003.

LECLERCQ, Henri, “Nîmes. XII. Lettre tombée du ciel”, F. CABROL–H. LECLERCQ (dirs.), Dictionnaire d’archéologie chrétienne et de liturgie, vol. XII/1, París, Letouzey et Ané, 1935, 1352-1354.

LENDINARA, Patrizia, Anglo-Saxon Glosses and Glossaries, Aldershot, Ashgate Pub., 1999.

LINDSAY, W. M., Notae Latinae. An account of abbreviation in Latin MSS. of the Early Minuscule period (c. 700-850), Cambridge, University Press, 1915.

LUCAS, PETER J.–DOANE, A. N.– CUNNINGHAM, I., Latin Manuscripts with Anglo-Saxon Glosses, Tempe (Arizona), ACMRS, 1997.

MANSI, Giovanni D., Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio, vol. IX, Florencia, A. Zatta, 1763.

MANSI, Giovanni D., Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio, vol. XIX, Venecia, A. Zatta, 1774.

MANSI, Giovanni D., Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio, vol. XX, Venecia, A. Zatta, 1775.

MARTÍN LÓPEZ, M.ª Encarnación, Patrimonio cultural de San Isidoro de León. Documentos de los siglos X-XIII, León, Universidad–Cátedra de San Isidoro, 1995.

MARTÍN DUQUE, Ángel J., Documentación medieval de Leire (siglos IX al XIII), Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1983.

MARTÍN VISO, Iñaki, “Organización episcopal y poder entre la Antigüedad tardía y el Medievo (siglos V-XI): las sedes de Calahorra, Oca y Osma”, Iberia, 2 (1999), 151-190.

MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo, “Diezmo”, Q. ALDEA VÁZQUEZ–T. MARÍN MARTÍNEZ–J. VIVES GATELL (dirs.) Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, CSIC, 1972, 757-758.

MAUNDE-THOMPSON, Edward, Catalogue of additions to the Manuscripts in the British Museum in the years 1876-1881, Londres, British Museum, 1882.

MENÉNDEZ PIDAL, Ramón, Orígenes del español. Estado lingüístico de la península ibérica hasta el siglo XI, Madrid, Junta para Ampliación de Estudios, 1926.

MERINO, Antolín–CANAL, José de la, España Sagrada. Tomo XLIII. Tratado LXXXI de la Santa Iglesia de Gerona en su estado antiguo, Madrid, Imprenta de Collado, 1819.

MILLARES CARLO, Agustín, “Manuscritos visigóticos. Notas bibliográficas”, Hispania sacra, XIV (1961), 337-443.

MILLARES CARLO, Agustín, Corpus de códices visigóticos, 2 vols., Las Palmas de Gran Canaria, Gobierno de Canarias, 1999.

MÍNGUEZ FERNÁNDEZ, José M.ª, Colección diplomática del monasterio de Sahagún (siglos IX y X), León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1976.

MORIN, Germain, “Une page inédite de Saint Augustin”, Revue Bénédictine, VIII (1891), 417-419.

75

Texto Glosas v133.indd 75

05/10/2020 10:37:57

MORIN, Germain, Liber Comicvs sive lectionarivs Missæ quo Toletana Ecclesia ante annos mille et ducentos utebatur, Maredsous 1893 (Anecdota Maredsolana I).

OLCOZ YANGUAS, Serafín, “Notas sobre la reconquista de Calahorra (1045)”, Kalakorikos, XIV (2009), 227-250.

OROZ RETA, José–MARCOS CASQUEIRO, Manuel A. (eds.), San Isidoro de Sevilla. Etimologías, 2 vols., Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1993-1994.

PELLICER I BRU, Josep, Repertorio paramétrico metrológico medieval de los reinos hispánicos, Barcelona–Madrid, Asociación Numismática Española–Museo Casa de la Moneda, 1999.

PRIEBSCH, Josef, “Altspanische Glossen”, Zeitschrift für romanische Philologie, XIX (1895), 1-40.

RENOIR, E., “Christ (lettre du) tombée du ciel”, F. CABROL–H. LECLERCQ (dirs.), Dictionnaire d’archéologie chrétienne et de liturgie, vol. III/1, París, Letouzey et Ané, 1913, 1534-1546.

RODRÍGUEZ DE LAMA, Ildefonso, Colección diplomática medieval de la Rioja. Tomo II: Documentos (923-1168), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1992.

ROMERO OTAZO, Francisco, El penitencial silense, Madrid, Impr. de A. Sáenz, 1928.

RUIZ ALBI, Irene, La reina Doña Urraca (1109-1126). Cancillería y colección diplomática, León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 2003.

RUIZ ASENCIO, José M., Colección documental del archivo de la catedral de León (775-1230).

IV (1032-1109), León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1990.

RUIZ ASENCIO, José M., “Hacia una nueva visión de las glosas emilianenses y silenses”, C. HERNÁNDEZ ALONSO et al., Las glosas emilianenses y silenses. Edición crítica y facsímil, Burgos, Excmo. Ayuntamiento, 1993, 83-118.

RUIZ ASENCIO, José M.–RUIZ ALBI, Irene–HERRERO JIMÉNEZ, Mauricio, Los becerros gótico y galicano de Valpuesta, 2 vols., [Burgos], Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, 2010.

RUIZ GARCÍA, Elisa, Catálogo de la sección de códices de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 1997.

SAN MARTÍN, Jesús, El diezmo eclesiástico en España hasta el siglo XII, Roma, Pontificia Universitas Gregoriana, 1940 (aunque impreso en Palencia, El Diario Palentino).

SÁNCHEZ BELDA, Luis, Cartulario de Santo Toribio de Liébana, Madrid, Archivo Histórico Nacional, 1948.

SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Manuel A., La primitiva predicación hispánica medieval. Salamanca, Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas, 2000.

SECO, Manuel, (coord.), Léxico hispánico primitivo (siglos VIII al XII). Versión primera del Glosario del primitivo léxico iberrománico, Madrid, Espasa Calpe, 2008.

SERRANO, Luciano, Cartulario de San Pedro de Arlanza, Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1925.

SERRANO, Luciano, El obispado de Burgos y Castilla primitiva desde el siglo V al XIII, 3 vols., Madrid, Instituto Valencia de Don Juan, 1935-1936.

STRAKA, Georges, “Pour une révision de la date des gloses de Silos?”, Annexes des Cahier d’Études Hispaniques Médiévales, 7/2 (1988; Hommage à Bernard Pottier), 749-761.

TEJADA Y RAMIRO, Juan de, Colección de cánones y de todos los concilios de la Iglesia española, Madrid, vol. V/2, P. Montero, 1853.

UBIETO ARTETA, Antonio, Cartulario de Albelda, Valencia, Anúbar Ediciones, 1960.

76

Texto Glosas v133.indd 76

05/10/2020 10:37:57

UBIETO ARTETA, Antonio, Cartulario de San Millán de la Cogolla (759-1076), Valencia, Anúbar Ediciones, 1976.

VELÁZQUEZ SORIANO, Isabel, Las pizarras visigodas. Edición crítica y estudio, Murcia, Universidad de Murcia, 1989.

VELÁZQUEZ SORIANO, Isabel, Documentos de época visigoda escritos en pizarra (siglos VI-VIII), 2 vols., Turnhout, Brepols, 2000.

VELÁZQUEZ SORIANO, Isabel, Las pizarras visigodas (Entre el latín y su disgregación. La lengua hablada en Hispania, siglos VI-VIII), s. l., Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, 2004.

VIVANCOS, Miguel C., Documentación del monasterio de Santo Domingo de Silos (954-1254), Burgos, Ediciones J. M. Garrido Garrido, 1988 (Fuentes medievales castellano-leonesas 50).

VIVANCOS, Miguel C., “Glosas de algunos manuscritos visigóticos españoles”, Archivum Latinitatis Medii Aevi, LIII (1995), 153-186.

VIVANCOS, Miguel C., Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del monasterio de Santo Domingo de Silos, Silos 1996 (Stvdia Silensia XIX).

VIVANCOS, Miguel C., “Las glosas en su contexto cultural”, Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, Logroño 1999, 961-964.

VIVANCOS, Miguel C., “De nuevo sobre la cronología de las glosas silenses”, Actas del Congreso Internacional El Cid, poema e historia, Burgos 2000, 313-316.

VIVANCOS, Miguel C., Las glosas silenses, Burgos, 2001.

VIVANCOS, Miguel C., “La lengua de los monjes: del latín al castellano”, R. SÁNCHEZ DOMINGO (coord.), Las merindades de Castilla Vieja en la historia, Medina de Pomar, Excmo. Ayuntamiento, 2007, 139-143.

VIVANCOS, Miguel C., “Las glosas y la cultura de los monjes”, B. DÍEZ CALLEJA (ed.), El primitivo romance hispánico, Burgos, Instituto de la lengua castellano y leonés, 2008, 307-312.

VIVANCOS, Miguel C., “Liturgia hispana y liturgia romana: el cambio de rito en el monasterio de Silos”, El medievo en el Duero oriental: Historia y Arte románico, Aranda de Duero, Ayuntamiento de Aranda de Duero, 2008, 237-245.

VIVANCOS, Miguel C., Glosas marginales de los manuscritos visigóticos de San Millán de la Cogolla, Logroño, Cilengua–Fundación San Millán de la Cogolla, 2010 (1 disco (CD-ROM) + 1 folleto; colección digital).

VIVANCOS, Miguel C., “Glosas latinas de dos manuscritos visigóticos conciliares (Madrid, BN 1872 y 10041)”, Archivvm Latinitatis Medii Ævi, 68 (2010), 21-48.

77

Texto Glosas v133.indd 77

05/10/2020 10:37:57

Texto Glosas v133.indd 78

05/10/2020 10:37:57

Las Glosas Silenses II. Estudio y edición crítica del manuscrito de las Glosas Silenses (ADD. 30853 de la British Library)

Texto Glosas v133.indd 79

05/10/2020 10:37:57

Texto Glosas v133.indd 80

05/10/2020 10:37:57

II. ESTUDIO Y EDICIÓN CRÍTICA DEL MANUSCRITO DE LAS GLOSAS SILENSES (ADD. 30853 DE LA BRITISH LIBRARY) José Manuel Ruiz Asencio Irene Ruiz Albi Mauricio Herrero Jiménez Universidad de Valladolid II.1. Introducción

La edición de las Glosas Silenses que contiene este libro difiere de la que en 1993 publicó uno de nosotros con el patrocinio del Ayuntamiento de Burgos, aunque se inspira en ella y en el sistema que con ella se inauguró. En aquel entonces se ofreció por primera vez el texto del Penitencial y sus glosas representado tipográficamente tal y como aparecía en cada folio manuscrito, se propuso que Emilianenses y Silenses eran hermanas, productos de una misma mente y mano, y se estableció una nueva cronología para las famosas glosas, llevándolas a la segunda mitad del siglo XI (fines de siglo para las silenses). En sus líneas generales y añadiendo a veces matices, los grandes cultivadores de los manuscritos de Silos, como M. C. Díaz y Díaz y M. C. Vivancos Gómez, aceptaron las propuestas.

Ahora el profesor Ruiz Asencio ha contado con sus discípulos y colaboradores Irene Ruiz Albi y Mauricio Herrero Jiménez, sobre los que ha caído el mayor peso del trabajo y han dedicado a las glosas burgalesas un tiempo del que no se dispuso en la edición de 1993. En particular se ha profundizado en la vida de Pedro Ermengaud, obispo de Nîmes, muerto en 1090, a quien se atribuye el descubrimiento de la Epistola Sancti Saluatoris sobre el descanso dominical en el altar de la iglesia de San Baudilio de Nîmes. Esta epístola se contiene en el Homiliario-Penitencial (British Library, Add. 30853) y es clave para datar la confección del manuscrito a fines del siglo XI. Se propone una atrayente y simpática hipótesis: la epístola, que es una evidente superchería, fue hecha en el monasterio benedictino de San Baudilio de Nîmes y llegó a Castilla a través de la comunicación de la Orden de Chaise-Dieu con sus prioratos.

En concreto el lugar de recepción fue el monasterio de San Juan de Burgos, primer priorato de la Orden en Castilla y León; incluso pudo llegar estando todavía vivo su fundador san Lesmes.

Pensamos que la edición de las Silenses ha conocido un avance que puede calificarse de notorio con relación a todas las que la han precedido. En parte se debe a las buenas fotografías digitales que nos ha servido la British Library, y a las cuales hemos podido ver y a veces leer glosas nuevas nunca vistas. No se trata evidentemente de un avance radical de lo ya conocido, sino de pequeñas novedades descubiertas o lecturas mejoradas, lo que sin duda constituye ya por sí un logro en un tema tan trabajado por tanto estudioso de la buena escuela de filólogos españoles. Y detrás de los avances técnicos hemos estado los tres autores de este trabajo mirando el ordenador o una gran pantalla en la que proyectábamos la imagen corrigiendo, atisbando nuevas lecturas o dándonos por vencidos tras múltiples intentos infructuosos. Un tiempo muy grande –por poner un ejemplo– nos detuvimos en la glosa 348 que iba seguida de unas letras, cuyo significado no lográbamos resolver, hasta que uno de nosotros advirtió que era tinta procedente de la glosa 360, que estaba en el recto del folio siguiente, producida cuando se cerró el libro antes de que la tinta se secase.

A pesar del esfuerzo que hemos dedicado, no hemos podido llegar a una conclusión segura sobre el centro religioso donde se copió el libro. Todo apunta a que no es San Millán, aunque sí procede del monasterio riojano el libro que sirvió de modelo para ser copiado. Pero es que tal vez tampoco podamos atribuirlo a Santo Domingo de Silos. ¿Cardeña?

81

Texto Glosas v133.indd 81

05/10/2020 10:37:57

II.2. Composición material del manuscrito

Huelga decir que las famosas Glosas Silenses se encuentran copiadas en el manuscrito Add. 30853 de la British Library, aclarando mediante una glosa en sus márgenes el texto de un penitencial. El Penitencial ocupa únicamente los últimos folios del códice, en concreto los dieciséis de dos cuaterniones regulares (ff. 309-324); los 308 folios anteriores son parte de un homiliario, un libro con sermones u homilías propias de la liturgia toledana o visigótica1.

Aunque la presente edición es únicamente del Penitencial con sus glosas, entendemos que tiene más sentido que el estudio codicológico se haga del códice completo, ya que solo un análisis del manuscrito en su conjunto será el que permita determinar si hay nexos de unión entre ambos libros, es decir, si nos encontramos ante un códice unitario o no. La opinión generalizada de todos los que lo han estudiado es que forman unidad, que desde un principio se concibió como un libro formado por ambos textos2, aunque hay alguna voz discrepante, como la de M. C. Díaz y Díaz, que se refiere al Penitencial como un “apéndice”3.

Análisis del soporte El códice está compuesto por 323 folios de pergamino, a los que hay que añadir los empleados como hojas de guarda, a saber, 4 de papel y 2 de pergamino, tanto al comienzo como al final. En la guarda anterior en papel lleva la nota de compra por parte del British Museum al librero de Londres Bernard Quaritch4: “Purchased of B. Quaritch, 15 June 1878” y en la posterior la revisión de la foliación: “324 folios Aug. 1878. E. J. H. Ex[amined] G. C. T.”. El folio de guarda en pergamino de la parte anterior va foliado con el número 1 –de ahí que el Homiliario comience en el 2– y en él se recoge un Índice de los capítulos del manuscrito, que concuerda completamente con lo hoy conservado. En el título, que dice así: “Índice del códice Penitentię Criminum H. P. Fr. G. H. M. P. Ð S. D. Ð S. Día 25 de julio de 1772”, no solo se señala la fecha de su elaboración, sino quien lo elaboró.

Se trata del padre Gregorio Hernández, quien frecuentemente recurría a esta secuencia de iniciales para indicar su autoría: “Hecho por fray Gregorio Hernández, monje profeso de Santo Domingo de Silos”5. En el f. 2r se escribió la ubicación que tenía el códice en la librería del monasterio de Silos: “Caj. 7”. La encuadernación que actualmente ostenta, de cartón símil piel, es la que recibió

1. Véase G. MORÍN, Liber comicus sive Lectionarius missae quo Toletana Ecclesia ante annos mille et ducentos utebatur, Maredsous:

Abadía de San Benito, 1883. Como se colige del propio título, esta obra recoge la edición de un Liber commicus o Lectionarius, procedente también del monasterio de Silos (Bibl. Nat. Paris, Nouv. acq. lat. 2171), pero entre sus apéndices dedica unas páginas (pp. 406-425) a nuestro Homiliario, recogiendo de cada uno de los sermones únicamente su “íncipit” y “désinit”. Se puede consultar en Internet Archives https://archive.org/details/libercomicussive00moriuoft/page/n10/mode/2up

2. Tajante

es, en este sentido, M. Vivancos, que afirma: “Así pues, el manuscrito forma una unidad y no se pueden considerar los fols. 309-324 como fragmento independiente” (M. C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del monasterio de Santo Domingo de Silos, Abadía de Silos, 1996, p. 164).

3. M.

C. DÍAZ Y DÍAZ, Las primeras glosas hispánicas, Barcelona: Universitat Autònoma de Barcelona, 1978, pp. 32-33. Más adelante precisará este autor que los cuadernos del Penitencial se debieron unir al Homiliario “ya en época antigua, porque no se descubren trazas de que el fol. 309 haya sido nunca inicial” (M. C. DÍAZ Y DÍAZ, Códices visigóticos de la monarquía leonesa, León: Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro”, 1983, p. 405).

4 .

El recorrido del códice hasta llegar al British Museum es conocido, vid. M. SÁNCHEZ MARIANA, “Los códices del monasterio de Silos”. Boletín de la Institución Fernán González, 203 (1983), pp. 219-236, en concreto pp. 229-230. En 1877, 55 manuscritos –entre los que figuraba el que ahora estudiamos– y 14 impresos fueron vendidos por 16 000 pesetas por los propios monjes de Silos con el propósito de recaudar dinero para la reconstrucción de la Abadía. La colección pasó al poco a manos del librero parisino Antoine Bachelin-Deflorenne, que publica un hermoso catálogo y anuncia su subasta en París para el 1 de junio de 1878. El lote más importante lo compró la Biblioteca Nacional de Francia, gracias al interés mostrado por el responsable de la sección de manuscritos, Léopold Délisle. 14 manuscritos los compró el librero londinense Bernard Quaritch (por nuestro códice pagó 500 francos), quien se los vendió el 15 de junio de ese mismo año al entonces British Museum.

5. VIVANCOS,

Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del monasterio de Santo Domingo de Silos, p. 166.

82

Texto Glosas v133.indd 82

05/10/2020 10:37:57

en 1967 en la British Library; por el catálogo publicado por A. Bachelin-Deflorenne sabemos que estaba encuadernado en tablas de madera recubiertas con piel de ternero6.

Por lo que se refiere a sus dimensiones –que varían ligeramente de unos folios a otros–, giran en torno a los 282 × 192 mm. Algún folio parece haber sido guillotinado, como, por ejemplo, el 193, en cuyo vuelto, la R inicial se ve claramente mutilada por la izquierda; pero, en principio, no hay que pensar que haya perdido materia de forma sistemática, ya que los márgenes y la caja de escritura guardan una proporción adecuada y los pinchazos que podemos apreciar en muchos de sus folios no están excesivamente al borde.

En cuanto al soporte, podemos decir que es un pergamino de buena calidad, sin que llegue a ser el de un códice de lujo, en el que se haya prescindido de aquellas pieles con alguna imperfección. Por ello con frecuencia nos topamos con cosidos (ff. 3, 4, 9, 63, 95, 129, 152, 193, 208, 216), cicatrices y orificios naturales (ff. 10, 12, 28, 93, 182, 209, 216, 219, 228, 251, 253, 265, 300, 314), o bordes irregulares ocasionados por un aprovechamiento excesivo de la piel (ff. 8, 13, 36, 52, 59, 62, 70, 123, 130, 151, 176, 179, 182, 185, 187, 217, 234, 262, 269, 275, 276).

El estado de conservación es, en líneas generales, bastante bueno, salvo en los primeros folios (ff. 2 y 3, en especial el 2r) y en los últimos (ff. 323 y 324, en especial 324v). Esta circunstancia y el hecho de hallarse incompleto –al comienzo y al final (volveremos sobre ello)–, permiten pensar que el manuscrito –Homiliario y Penitencial– pudo carecer de una encuadernación que lo protegiera durante mucho tiempo. Además, las manchas simétricas del pergamino del último folio del Homiliario (f. 308v) y del primero del Penitencial (f. 309r) ratifican la idea de que llevaran encuadernados juntos mucho tiempo.

Organización material del manuscrito: los cuadernos Actualmente se compone de 41 cuadernos (39 del Homiliario y 2 del Penitencial), y todos ellos son cuaterniones a excepción de los que que señalamos a continuación: El 1er cuaderno (ff. 2-7) es en la actualidad un ternión, pero fue un cuaternión que incluiría el folio 1 (perdido) y el folio 8, que ahora forma parte del siguiente cuaderno. Este folio 8 lleva en su vuelto un reclamo (“ser[uos]”), cuya presencia es siempre indicio de ser el último de un cuaderno. El 2º cuaderno (ff. 8-16) es un cuaternión al que se le ha añadido, como acabamos de ver, un folio (f. 8) al principio; se aprecia la pestaña al final del mismo. Los cuadernos 27º7 (ff. 209-215) y 33º (ff. 256-262) son cuaterniones que carecen del 6º folio. Y finalmente, el cuaderno 36º (ff. 279-284) es de nuevo un cuaternión, aunque en este caso no solo le falta el 6º folio, sino que también le han arrancado el 4º.

Los bifolios, como es de esperar, cumplen la llamada Ley o Regla de Gregory, que establece que las páginas enfrentadas han de presentar la misma cara del pergamino. La preparación del pergamino es buena, aunque no es óbice para que se observe cierta diferencia cromática entre las caras, siendo, como es normal, más blanquecina la pars munda (la de la carne) que la pars pili (la de la piel), algo más amarillenta. En el periodo altomedieval la costumbre era que la cara externa de los cuadernos fuera la del pelo8, y en este códice, como se puede observar, se cumple la norma.

6. Catalogue

de livres rares parmi lesquels on remarque la Bible Mazarine premier livre imprimé par Gutenberg et de manuscrits du IXe au XVIIIe siècle rédigé par M. Bachelin–Deflorenne, París, 1878, p. 19, n.º cat. 25. Se puede consultar en Gallica, la biblioteca digital de la BnF http://catalogue.bnf.fr/ark:/12148/cb36589810d

7. M. Vivancos se refiere a este cuaderno como el 28º y a los siguientes también los numeró con un número más del que les co-

rresponde en la actualidad; creemos que la razón es que computa un primer cuaderno perdido del Homiliario, del que tenemos certeza de su existencia ya que los primeros cuadernos del códice llevan, como veremos, signatura. Véase VIVANCOS, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del monasterio de Santo Domingo de Silos, p. 163.

E. RODRÍGUEZ DÍAZ, “Indicios codicológicos para la datación de los manuscritos góticos castellanos”: Historia.

Instituciones. Documentos, 31 (2004), pp. 543-558, en concreto p. 546.

8. E.

83

Texto Glosas v133.indd 83

05/10/2020 10:37:57

1er cuaderno

2º cuaderno

reclamo

reclamo

Esquema de los cuadernos 1º y 2º (ff. 8-16)

Como ya hemos apuntado, aunque el manuscrito actualmente está compuesto por 41 cuadernos, tuvieron que ser más. Es incuestionable la falta de un cuaderno al principio, ya que los cuadernos 3º al 16º se cierran con signaturas, y su numeración no coincide con la que ahora les corresponde, sino que portan un número más. De ahí que la signatura del cuaderno 3º sea “IIII quaternus”, como se puede observar en la siguiente imagen.

Signatura del margen inferior del f. 24v, último folio del actual 3er cuaderno

La falta de algún cuaderno (o cuadernos) por el final también es segura. En primer lugar, es evidente que el folio 324v no recoge el colofón del Penitencial, y que la última frase es, a todas luces, incompleta: “Pomum autem ubi habundantius est...”; pero tenemos la sospecha de que no falta solo el final de este capítulo, sino alguno más. La razón es que en el índice de capítulos que se copia al comienzo el Penitencial (f. 309r-v) se menciona un capítulo XV titulado “De ieiunio annualis et heremitarum”, del que nada se ha conservado.

Índice del Penitencial, f. 309v

Ciertamente el texto sí contiene un capítulo XV, pero este trata sobre “De ieiunio Quarantine”, ayuno cuaresmal que, por el contrario, no aparece citado en el índice. Es evidente que hay un error, y una explicación pausible podría ser que en el índice hay un lapsus, y que tendría que haber asignado el capítulo XV al “De ieiunio Quarantine”, y al referido “De ieiunio annualis et heremitarum” haberle adjudicado el número XVI. Por lo tanto, y si así fuera, cabe pensar que falta íntegro el capítulo dedicado al ayuno anual y de los eremitas. Pero además, la relación que sigue al índice acerca de las otras vías posibles de hacer penitencia (ff. 309v-310r) debería tener su correspondiente desarrollo en el manuscrito. Una razón y otra nos llevan a considerar como bastante probable la falta de más de un cuaderno.

Por lo que se refiere a los sistemas de ordenación de los cuadernos, ya hemos dicho que los actuales cuadernos 3º al 16º (olim 4º al 17º) llevan signaturas. Estas van colocadas visiblemente hacia la parte central del margen inferior, muy próximas a la caja de escritura, por lo que no habría que pensar que las hubiera en otros fascículos y se hayan perdido a causa de refilado de 84

Texto Glosas v133.indd 84

05/10/2020 10:37:58

los bordes del pergamino antes de proceder a la encuadernación. Las signaturas se componen de su correspondiente número romano seguido de la letra “q” de quaternus o quaternio y van flanqueadas por los cuatro lados. Son de la misma mano del texto, escritas con la misma tinta y módulo idéntico, dando la impresión de haberse trazado de forma simultánea.

signatura “UI quaternus” (f. 40v)

signatura “X quaternus” (f. 72v)

El otro recurso empleado para evitar alteraciones en el orden de los cuadernos es el del reclamo, cuya utilización parece más sistemática a lo largo del códice, como se puede comprobar en el cuadro que ofrecemos más adelante. Hoy no se conservan en todos los fascículos, pero sin duda se debe a su posición, muy próxima al borde del folio, que sí pudo, favorecer su desaparición con el refilado.

reclamo “inuisibilia”, en el que apenas se aprecian los astiles (f. 32v)

Son unos reclamos muy sencillos, sin ningún tipo de enmarque o remate, escritos también por el copista del texto con una pluma de corte más fino; el módulo de la letra es más pequeño y en ocasiones recurre a trazos más propios de la cursiva. Se componen por lo general de una o dos palabras; tres en dos casos. La escritura tiene una orientación horizontal y, respecto a su colocación, se sitúan, como hemos dicho, en la parte baja de la mitad inferior del margen del pie, en una posición más o menos centrada.

reclamo “sacrilegia”, con la última a cursiva (f. 104v)

Ofrecemos a continuación un cuadro en el que se señalan los folios que corresponden a cada cuaderno así como la existencia o no de signaturas y reclamos y el texto correspondiente.

85

Texto Glosas v133.indd 85

05/10/2020 10:37:58

Cuaderno

Signatura

Reclamo

Cuaderno

Signatura Reclamo

1º ff. 2-7

—

22º ff. 169-176

—

—

2º ff. 8-16

—

↓ ser[uos] (f. 8)

23º ff. 177-184

—

—

3º ff. 17-24 4º ff. 25-32 5º ff. 33-40 6º ff. 41-48 7º ff. 49-56 8º ff. 57-64 9º ff. 65-72 10º ff. 73-80 11º ff. 81-88 12º ff. 89-95 13º ff. 96-104 14º ff. 105-112

IIII U UI UII UIII UIIII X XI XII XIII XIIII XU

q q q q q q q q q q q q

24º ff. 185-192 25º ff. 193-200 26º ff. 201-208 27º ff. 209-215 28º ff. 216-223 29º ff. 224-231 30º ff. 232-239 31º ff. 240-247 32º ff. 248-255 33º ff. 256-262 34º ff. 263-270 35º ff. 271-278

— — — — — — — — — — — —

[Dei nostri] adopus — — — mitta in istis tri[a] tergende — ut ad implere ostenditur

15º ff. 113-120

XUI

q

36º ff. 279-284

—

sicut enim

16º ff. 121-128 17º ff. 129-136 18º ff. 137-144 19º ff. 145-152 20º ff. 153-160 21º ff. 161-168

XUII — — — — —

q

37º ff. 285-292 38º ff. 293-300 39º ff. 301-308 40º ff. 309-316 41º ff. 317-324

— — — — —

ut preiret — — — —

grecum (f. 16) cordis prepu. i[nuisi]b[i]l[ia] — uite audi querite primum fide ergo apostolicis — — cognouimus sacrilegia itaque uineam demonum in comercio [oret sapi.] premimur — — — —

Para cerrar este apartado, señalamos que el manuscrito cuenta con foliación, sin errores, de época moderna. Se trata de una mano del siglo XVIII, coetánea a la del ya citado P. Gregorio Hernández. La numeración se coloca, como de costumbre, en la esquina superior derecha del recto de los folios.

La composición de la página El texto se dispone a una sola columna, y va delimitado por una caja de escritura de 213 × 135 mm, con ligeras variaciones. Para la preparación de la página emplea las consabidas técnicas de picado y pautado.

Los pinchazos maestros se realizan en los márgenes superior e inferior y tienen por finalidad trazar las dobles líneas verticales de justificación. Los de guía, para las líneas rectrices, se sitúan en el margen externo, a escasos milímetros (5 mm apróx.) del borde. En algunos cuadernos, tanto las perforaciones del pie como los del margen exterior han desaparecido con el refilado del pergamino. Los pinchazos se han hecho con un cortaplumas o instrumento similar, dando como resultado incisiones rectas (abundan las oblicuas, pero no faltan horizontales y verticales).

La única singularidad remarcable la encontramos en los folios 2-8 –que en origen, como hemos dicho, constituirían el 2º cuaderno–, donde se observa una doble hilera de pinchazos de guía, con una separación de unos 10 mm apróximadamente. La razón de estos pinchazos pareados la desconocemos, aunque puede ser, como apunta M.ª L. Agati, que en un primer 86

Texto Glosas v133.indd 86

05/10/2020 10:37:58

momento se hubieran efectuado una hilera de pinchazos (la del interior) para un tipo de texto que luego ha sido modificado, viéndose obligados a trazarlos de nuevo (más al borde)9.

Por lo que se refiere al pautado, este ha sido trazado a punta seca cargando sobre el lado del pelo y con el cuaderno plegado, dando como resultado el siguiente esquema: >>>>/>>>>.

Al menos en el Penitencial se puede apreciar que las dos primeras líneas horizontales sobrepasan las líneas de justificación, llegando prácticamente al picado.

Las dobles líneas de justificación de la izquierda se emplean únicamente para trazar en ellas las letras mayúsculas de comienzo de párrafo; no ocurre lo mismo con las de la derecha, que se suelen invadir, e incluso, sobrepasar.

Huellas del pautado en el folio 313v

El número de líneas por página varía a lo largo del manuscrito. En los folios 2-190 y en los del Penitencial, ff. 309-324, están pautadas 23 líneas; se cuentan 22 en los folios 191-306, y 21, en los folios 307-308. Como era costumbre desde el alto medievo, el texto se dispone “above top line”, por encima de la primera línea. Tomando como referencia el folio 311r, su pautado sigue esta fórmula de descripción: 12 + 7 + 128 + 7 + 38 × 29 + 213 + 40 mm.

La decoración del manuscrito10 El primer recurso decorativo que encontramos a lo largo de todo el códice es la habitual combinación de colores negro/ocre oscuro en el texto y rojo en los epígrafes.

En los cuadernos del Penitencial la utilización del rojo va más allá de las rúbricas, y, muchas veces se extiende a los años de penitencia establecidos así como a las primeras palabras del capítulo.

Utilización de la tinta roja en epígrafes y penas (f. 312r)

9. M.ª

L. AGATI, Il libro manoscritto. Introduzione alla codicologia, Roma, 2004, p. 187.

10. Obra

de obligada consulta es la tesis de la norteamericana A. BOYLAN, Manuscript Illumination at Santo Domingo de Silos (Xth to XII Centuries), University of Pittsburgh, 1990. Algunas de las iniciales del códice se reproducen en Archer M. HUNTINGTON, Initials and Miniatures of the IXth, Xth and XIth centuries from the mozarabic manuscripts of Santo Domingo de Silos in the British Museum, Nueva York, 1904. Esta obra se puede consultar en línea en https://archive.org/details/ gri_33125010474340/mode/2up

87

Texto Glosas v133.indd 87

05/10/2020 10:37:58

El uso del rojo decae en los últimos folios (a partir del 321r), utilizándose solo en el título o ni tan siquiera, como en el capítulo XII. En estos folios, parece que, como posterioridad, se buscó el mismo efecto visual rellenando o relazando letras –mayúsculas y minúsculas– con trazos en tinta roja, muy apreciables, como se puede ver, en el último folio del códice.

Utilización de la tinta en el realce o relleno de letras (f. 324v)

Los epígrafes del Penitencial son siempre letras minúsculas, del mismo módulo que las del texto. Únicamente encontramos una secuencia de letras distintivas en el encabezamiento del libro, para el que emplea formas capitales, algunas enclavadas.

Encabezamiento del Penitencial (f. 309r)

En el Homiliario, sin embargo, estas letras mayúsculas de mayor módulo son las que se utilizan de forma sistemática. Lo habitual es que vayan simplemente en rojo, aunque en algunos casos alternan rojas y negras (p. ej. f. 267v) e incluso se rellenan con otras tonalidades (p. ej. f. 167v).

Epígrafe de un capítulo del Homiliario (f. 167v)

Pero sin duda, la gran carga decorativa del manuscrito procede del empleo de iniciales ornamentadas. En este sentido y como afirma A. Boylan, nada tienen qué ver las iniciales del Homiliario con las del Penitencial11. No obstante, creemos que esta afirmación puede matizar-

11 .

A. BOYLAN, Manuscript Illumination, p. 256.

88

Texto Glosas v133.indd 88

05/10/2020 10:37:58

se, ya que, como más adelante veremos, en las formas más simples ambas partes del manuscrito sí que guardan una extraordinaria semejanza.

Las iniciales ornamentadas del Penitencial son de tipo secundario y ocupan, por lo general, tres cajas de renglón. Son iniciales huecas, trazadas en rojo –la mayoría– y en negro. Solo en el f. 315v encontramos una S rellena con tinta verde (la única nota de color en esta parte del manuscrito).

S rellena en f. 315v

Como se puede ver, el trazado es de gran simpleza. Únicamente cabría destacar el recurso a una forma geométrica, ornitológica y pisciforme en tres S.

f. 312r

f. 315r

f. 319v

Para finalizar con la decoración del Penitencial, mencionamos también el cuidado marco con el que se comienza el libro; también es muy sencillo y juega solo con rojos y negros, pero lo decoran una trenza que lo parte a la mitad y sendos recuadros a ambos lados, delimitados por las propias líneas del pautado, en este caso marcadas con tinta.

No es nuestro propósito extendernos en el estudio de la decoración del Homiliario, mucho más compleja que la de nuestro Penitencial, y bien analizada por A. Boylan12. Siguiendo a la investigadora norteamericana, la iluminación de este libro estuvo en manos dos artistas principales –A y C–, quienes contaron con la colaboración puntual de otros dos –B y D–.

El primer iluminador, el artista A, trabajaría desde el folio 2r al 112v. Las iniciales suelen estar medio pintadas, contorneadas en rojo, y, más rara vez, sombreadas con otros tonos. Señala Boylan que este artista es el menos diestro y que muchos de sus rasgos, como las pieles de los animales o las poses de los cuadrúpedos rampantes, recuerdan a los de manuscritos de San Millán, como el Emilianense de los Concilios.

Artista A. K (f. 15v), A (f. 44v), F (f. 99v) (tomadas de Huntington)

12. A.

BOYLAN, Manuscript Illumination, pp. 254-256.

89

Texto Glosas v133.indd 89

05/10/2020 10:37:58

La participación del artista B es menor, y solo lo hace en dos cuadernos –el 15º y el 16º– (y no completos), en concreto, intervendría desde el folio 114v hasta el 128v. Ninguna de sus iniciales está pintada, y tiene un estilo más próximo al artista C.

Artista B. Q (f. 118v) (tomada de Huntington)

A este artista le atribuye Boylan unas curiosas anotaciones, que califica de gracieta, de fanfarronería, que aparecen junto a siete iniciales; están escritas en visigótica redonda, con pluma de corte muy fino y a tinta roja, y son de muy pequeño módulo, con el fin de pasar inadvertidas e imaginamos que para ser borradas tras la iluminación de las letras (que finalmente no se hizo). Con ellas, su autor parece atribuirse o no la factura de la inicial a la que acompaña.

Ciertamente es difícil saber el porqué o, más bien, el para qué de las mismas; se podría pensar que estamos ante una contabilidad cara a una posible remuneración, o, tal vez, una simple señal para proseguir con la iluminación. Las anotación son las siguientes: “Ego non feci” (f. 115v), “Ego feci” (f. 118v y f. 120v), “Ego non” (f. 126v y 132r), y “Ego” (f. 163r y f. 164r). Debe tenerse además en cuenta que las tres últimas no se encontrarían en los folios en los que, en principio, interviene este artista, es más, los dos “Ego” están bastante alejados; pero no creemos que se deba entender como algo insólito o descabellado que este artista hubiera podido participar puntualmente en otros folios del manuscrito.

“Ego non” (f. 126v)

“Ego feci” (f. 118v)

Las iniciales más espectaculares son las del artista C, que comienza su tarea en el cuaderno 17º (ff. 129-136) y termina en el 37º, el antepenúltimo del Homiliario (ff. 285-292). Su repertorio es amplio y suele incluir formas zoomorfas solas o bien combinadas con entrelazados, que, según Boylan, también recuerdan de nuevo a los tipos emilianenses del siglo X.

Artista C. K (f. 237v), P (f. 187v), Q (f. 225r) (tomadas de Huntington)

Por último, el Homiliario contaría con la participación de un cuarto iluminador, el artista D, que únicamente intervendría en los dos últimos cuadernos (38º y 39º). En el primero de estos, en el f. 294v, no rellenó el hueco en blanco de una F, pero sí trazó e iluminó la A del f. 299r. En el segundo, trabajó sobre dos iniciales, pero en ambos casos, las dejó incompletas; son una D uncial en el f. 303r, de la que dibujó únicamente el bucle, y una V en el f. 306r, en 90

Texto Glosas v133.indd 90

05/10/2020 10:37:59

la que solo vemos los remates de entrelazos de sus ápices. Afirma Boylan que el estilo, paleta de colores y ejecución es muy próxima a la del antifonario de la British Library, Add. 30850 (ca. 1100), que tiene claro paralelismos con el trabajo del iluminador Pedro del Beato de Silos, por lo que propone que la intervención de este artista tuviera lugar en el scriptorium silense, a diferencia de los anteriores, que lo habrían hecho en el de San Millán.

Artista D. A (f. 299r)

Es indudable que la iluminación del Homiliario es mucho más compleja, mucho más rica, que la del Penitencial, y que se podría pensar que fueran obras concebidas de forma separada. Pero no creemos que en el fondo estén tan alejadas, ya que cuando en el Homiliario se recurre a iniciales más simples sus formas son extraordinariamente parecidas a las de nuestro Penitencial, en especial en los folios en los que actúa el artista A.

Penitencial: H (f. 319), Q (f. 321v), S (f. 310r)

Homiliario: H (f. 47v), Q (68v), S (f. 71r)

Cerrando este apartado dedicado a la iluminación, señalamos nuestro desacuerdo con las conclusiones a las que llega Boylan acerca del lugar de ejecución del manuscrito; la norteamericana opina que el Homiliario se ejecutó probablemente en el scriptorium de San Millán y que después se trajo a Silos, donde intervendría el artista D, que había trabajado en otros manuscritos del scriptorium silense, como el ya referido Add. 30850, por lo que, en consecuencia, el Homiliario tendría que haber estado en Silos a fines del XI. Creemos que la solución puede ser más simple: todo él se realizó en Silos teniendo como modelo un ejemplar de origen emilianense, aunque esta atribución la matizaremos más adelante.

A modo de conclusión, coincidimos con la opinión generalizada de que el Homiliario y el Penitencial debieron formar desde el principio una obra unitaria. Las similitudes del Penitencial con la primera parte del Homiliario son claras: el pautado del Penitencial es de 23 líneas, como en el sector A del Homiliario (ff. 2-190); la mano del Penitencial es la mano A del Homiliario (ff. 2-170); y las simples iniciales huecas del Penitencial son idénticas a las que nos encontramos en los primeros folios del Homiliario (ff. 2-112).

91

Texto Glosas v133.indd 91

05/10/2020 10:37:59

II.3. La escritura del Penitencial y las Glosas Cuando en 1993 se publicaron las glosas silenses, ya se afirmó que el manuscrito (se refería Ruiz Asencio al texto del Penitencial y las glosas) había sido copiado por una misma mano13. Y en efecto, salvo intervenciones esporádicas u ocasionales tanto en el texto, para añadir algunas palabras olvidadas por el copista, como en las glosas, caso de basallos (247), todo el trabajo de copia estuvo a cargo de un amanuense que trazó una escritura visigótica redonda que, en la mencionada edición de 1993, se fijó de forma precisa en los años finales del XI o principios del XII14. Nada más añadimos aquí sobre la cuestión cronológica porque se abordará en otro epígrafe de este estudio. Pero sí diremos que el copista del texto y las glosas emplea una escritura, sobre todo en el primero, cuidada y de trazado limpio y fino, de letras aisladas y proporcionadas, con astiles rematados en forma biselada, y en la que las terminaciones de las letras m, n y h tienden a rematar incurvándose en forma de gancho, y la abreviación de -us y -ue adopta forma de “s” escrita encima de b, m, n y q, en la parte alta de la caja del renglón.

Todo lo mencionado permite afirmar que estaríamos ante una escritura que puede colocarse en el tránsito del siglo XI al XII, el tercer periodo propuesto por Lowe de los que enunció para periodizar la escritura visigótica hispana15. En la edición de 1993 de las glosas se añadía además, para apuntalar esa cronología, el influjo carolino, que es leve pero se deja sentir en la abreviación de uel y episcopus.

Tanto en el texto como en las glosas el copista distingue gráficamente, como no podía ser de otra manera, los fonemas ti y tzi o zi, de suerte que para el sonido ti (dental) emplea la grafía ti y para el sonido tzi o zi (silbante) usa tj.

captibum

satisfactjonem

testimonio

tertje

No es la escritura del texto (y menos la de las glosas) ni excelente ni exquisita, pero se ha trazado con cuidado y esmero, por lo que en conjunto resulta una escritura limpia y bien proporcionada, en la que destacan algunas de las letras, nexos y abreviaturas que singularizan a la visigótica como una de las escrituras nacionales “europeas”, entre los que destacan los siguientes: penitencial glosas La g de tipo uncial, que el copista traza cerrando el ojo más de lo que suele ser habitual, lo mismo que hace el caído de la letra, más vertical de lo que fue en la letra modelo. Es la única g que usa tanto en el Penitencial como en las glosas, en las que esa verticalidad se acentúa aun más.

La I alta, que en el caso de que tenga valor de sonante hemos transcrito como tal, pero no así cuando carece de ese valor, tenga o no posición inicial, es otra de las letras que hallamos en el Penitencial y es característica de la visigótica. Nuestro escriba corta la letra en su parte alta en forma de bisel.

13. J. M. RUIZ ASENCIO, “Hacia una nueva visión de las Glosas Emilianenses y Silenses”, en Las glosas Emilianenses y Silenses.

Edición crítica y facsímil, Burgos, 1993, p. 113.

14. Ibidem,

p. 115.

15. E.

A. LOWE, Studia Palaeographica: a contribution to the history of early Latin minuscule and to the dating of Visigothic mss., Munich, 1910, p. 80; véase también Ch. U. CLARK, Collectanea Hispanica, París, 1920, pp. 106-107.

92

Texto Glosas v133.indd 92

05/10/2020 10:37:59

La t, que el copista hace como si fuera una t uncial con un trazo primero, al que se une el vertical que incurva en la base, en forma de semicírculo que apoya en la línea de renglón y se cierra junto al trazo horizontal de la letra, lo que es más apreciable en la t de las glosas.

Cuando la t ocupa posición final, suele el copista del Penitencial incurvar y elevar ligeramente el trazo horizontal en su parte derecha y rematarlo con un ligero engrosamiento. Incurvamiento que se acentúa en el caso del nexo final et.

Emplea también el copista la t en forma de beta invertida Diferencia a la escritura nacional hispana el nexo numeral XL, que, siendo de origen romano, siguió empleándose en la escritura visigótica. Está formado por el nexo de la X y la L, que queda reducida a una pequeña vírgula en la parte superior del brazo derecho de la X. Este nexo será muy utilizado en el Penitencial, pero no aparece en las glosas.

Sí que se emplea en ambos la abreviación de per propia de la visigótica.

E igualmente se usa la abreviación de qui, aunque, como sabemos, solo en las glosas. Y también es propia del carácter de la escritura nacional hispana.

Dijimos antes que la escritura del Penitencial era una escritura de trazado limpio. Y contribuye a ello el hecho de que muchas letras del alfabeto visigótico no unen entre sí, no dan lugar a nexos, y cuando lo hacen, salvo en el caso de la e, la r y la t, la letra no se aleja de su forma originaria. Y así lo hace el copista, que en el caso en que una o enlace la e con c, r, s, g o t, entre otras, pero también con m y n, la e no se aleja demasiado de la forma de origen; y ocurre también con la r cuando se une con la propia e o con la t, aunque cuando esta liga con la c es uno de los casos en que la forma originaria se hace un tanto irreconocible.

es

fec

er

eg

erc

en

rg

tri

et c

et c

Formas alfabéticas minúsculas penitencial

glosas

La a se escribe de dos trazos con uno primero curvo y un segundo recto que se incurvan en su parte baja. La letra se deja abierta en su parte superior. Excepcionalmente el copista emplea también una a de tipo uncial, sobre todo en el incipit y en algunos de los títulos del Penitencial. En una ocasión, para la segunda a de la palabra “animas”, utiliza una a cursiva.

93

Texto Glosas v133.indd 93

05/10/2020 10:37:59

La b remata su astil en forma de bisel y en su parte baja, junto a la línea del renglón y desde la base traza una línea hacia la derecha, la incurva hacia arriba iniciando un círculo y la suspende para que a ese punto converja el segundo trazo curvo del ojo de la letra que arranca del astil y se incurva hacia abajo hasta tocar el que quedó suspendido.

El escriba traza las dos formas de la letra d, la recta o minúscula y la de tipo uncial, con el astil inclinado a la izquierda.

Se emplean tanto en el Penitencial como en las glosas la e minúscula, similar a la nuestra, y la e uncial, que sobresale por encima de la caja del renglón. En el caso de la e minúscula desarrolla visiblemente el trazo recto intermedio. Ambos tipos pueden llevar la cauda con la que se señala el diptongo ae, aunque en el caso de la e uncial, que siempre traza en los casos en los que la e une a la letra siguiente (c, r, s, g...), lo emplea en unión con c, caso de ęcclesia.

La f se traza con un primer trazo recto que se une a un segundo trazo curvo en la parte alta de la caja del reglón, en el punto en que se escribirá la línea vertical de la letra, que por la derecha une a la letra siguiente y por la izquierda no sobrepasa el abultamiento que se forma en el punto en que se unen el trazo curvo, el caído y la línea horizontal.

El copista traza la h con astil rematado en su parte alta en forma de bisel y el trazo final suele volver hacia afuera cuando toca la línea del renglón, aunque a veces es recto. En las glosas únicamente hay una h y ese trazo no se incurva, sino que se escribe formando ángulo prácticamente recto con la línea del renglón.

Tanto en el Penitencial como en las glosas, el copista emplea los tres tipos de i: baja, media y alta, que utiliza a inicio de palabra o cuando tiene valor sonante. La i baja solamente la emplea tras t, para representar gráficamente el sonido silbante tzi o zi.

La k es una letra que se emplea sobre todo en las glosas, puesto que en el Penitencial solamente se usa en cinco ocasiones y una de ellas es un añadido; en las glosas aparece en veintiséis.

El astil de la letra es muy largo y aproximadamente en el espacio medio de la caja del renglón se traza tanto la línea curva como la horizontal (con la que une a la letra siguiente) que forman el ojo de la letra.

94

Texto Glosas v133.indd 94

05/10/2020 10:37:59

En el caso de la l, frente a lo que ocurre con la i alta, la parte baja de la letra se traza en forma de curva, mediante la que une a la letra siguiente.

La r de martillo apenas sobrepasa la línea del renglón y une a la letra siguiente a través del trazo ondulado, que, cuando la letra ocupa una posición final, se arquea más visiblemente hacia arriba que en posición media.

La s no une a la letra siguiente, su trazo vertical apenas rebasa la línea del renglón y su trazo alto es claramente curvo.

La v es siempre empleada, tanto en el Penitencial como en las glosas, con valor vocálico, y no hay nunca posibilidad de confusión con la u. Y en el Penitencial en dos ocasiones, en las palabras “aqva” y “fverit”, se escribe sobrepuesta; en las glosas, la única vez que aparece, en la palabra “mondas”, la v se escribe sobre una o, pero esta no se cancela.

En el Penitencial se utilizan dos tipos de x, una para los numerales, que suele unirse con otras vocales y consonantes utilizadas asimismo como numerales, y que, aun sobresaliendo por arriba y por abajo de la caja de escritura porque los trazos se alargan en exceso, se asemeja a nuestra equis actual; la que se usa como consonante dista mucho de la forma de nuestra equis porque se traza como una c a cuya izquierda se trazan dos trazos bastante largos, uno hacia arriba y otro hacia abajo.

En las glosas solo aparece en la palabra “uxoris”.

La y se escribe solo en el Penitencial y se traza con una astil muy largo que se inicia en la parte alta de la caja del renglón, sobre el que se apoya la horquilla, y desciende muy por debajo de la línea del renglón.

La z se escribe con un copete a manera de c, que ocupa la caja del renglón, bajo cuya línea se traza el cuerpo quebrado de la letra.

Formas alfabéticas mayúsculas Las mayúsculas en el Penintencial se usan para el incipit del mismo y como letras iniciales que abren los títulos de los diferentes capítulos del texto o siguen al punctus elevatus con el que cierra la unidad de sentido, al que, precisamente por ello, sigue una mayúscula. Utiliza tanto las de tipo un95

Texto Glosas v133.indd 95

05/10/2020 10:37:59

cial como las capitales. En el incipit llega a inscribir unas letras en otras y para ello usa incluso tipos de escritura diferentes, caso de la L capital en la que se inscribe una a uncial.

II.3.2.1. Signos de puntuación Los signos de puntuación que hallamos en el Penitencial de Silos, no en las notas que glosan el texto, fueron puestos, como se hacía ya en la antigüedad clásica, para guiar al lector y hacerle más fácil la comprensión del texto cuando leía en voz alta16. Esos signos se colocaban para señalar las pautas o distinctiones, de las que se ocuparía después, entre otros, san Isidoro en las Etimologías. De esa forma se hacía más fácil la lectura que en la scriptio continua de los principios de la escritura, más difícil de leer hasta el siglo VIII a. C., cuando empezaron a puntuarse los textos17. Tanto en el mundo griego como en el latino se usó un signo único, el punto, para representar, respectivamente, la puntuación mayor, intermedia y menor, de acuerdo a que la posición del punto fuera alta (•), media (·) o baja (•), o lo que es igual: la distinctio, media distinctio y subdistinctio18. La distinctio o distinctio finalis indicaba el término de la frase; la media distinctio, la pausa que hoy se indica mediante el punto y coma; y la subdistinctio, la pausa que en la actualidad se marca con la coma. A esas pausas de distinctio, media distinctio y subdistinctio se las llamó, respectivamente, periodos, cola y comma.

Esa tradición de la puntuación clásica se continuó en la Edad Media, si bien en esta se desarrollará tanto por necesidad y exigencia de las copias de la Sagrada Escritura, que debía ser escrita y leída correctamente y transmitida de forma precisa, como por necesidades litúrgicas, puesto que en el coro la lectura tenía que ser acompasada. Y en ese desarrollo jugarán un papel fundamental autores como san Jerónimo, san Agustín o Casiodoro19, entre otros. Pero será san Jerónimo el que aumente los signos de puntuación y añada a los signos de pausa o positurae las notas sententiarum, de las que nos ocuparemos más adelante.

“Los signos de puntuación”, escribe san Jerónimo en De posituris o Sobre los signos de puntuación, “sirven para ir delimitando el discurso hablado de cola, commata y periodos, que, siguiendo unas reglas, nos ponen de manifiesto el sentido de lo escrito. Dichos signos se llaman positurae, porque son anotados poniendo (positis) puntos, o porque allí donde están colocados, la voz «reposa» un momento como señalando una pausa”20.

Isidoro indica que para las pequeñas paradas o divisiones de las frases que son necesarias para respirar en medio de proposiciones de sentido incompletas hay que poner una comma al lado de la última letra de la frase, en la parte inferior. Y de ahí el nombre de subdistinctio.

16. J.

M. BLECUA PERDICES, “Notas sobre la puntuación española hasta el Renacimiento”, en Homenaje a Julián Marías, Madrid, 1984, pp. 119-130, en especial 121.

17. F.

SEBASTIÁN MEDIAVILLA, “Itinerario de un sistema de puntuación”: Bulletin Hispanique, Tome 114, n.º 2 (2012), pp. 937-961, en especial p. 939.

18. Ibidem,

pp. 940-941.

19. Ibidem,

pp. 942-943.

20. J. OROZ–M. A. MARCOS CASQUERO (eds.), San Isidoro de Sevilla. Etimologías. Edición bilingüe. I (Libros I-X), Madrid,

1982, 20. 1, p. 309.

96

Texto Glosas v133.indd 96

05/10/2020 10:37:59

A medida que la frase toma sentido, pero este aún no es completo, se colocará un colon a la altura media de la letra, la distinctio media; y, en fin, cuando la frase tiene pleno sentido en la pronunciación del discurso, cuando encontramos un periodo, entonces se pone junto a la parte superior de la última letra un punto conocido como distinctio, “esto es, separación, porque separa una oración completa”21. Isidoro será más claro aún en el libro II de las Etimologías, cuando en De Rethorica et Dialectica afirme que “la oración se compone de palabras y se estructura en comma, colon y periodo”, y aclare que la primera es una pequeña parte de la oración; el segundo, un miembro de esta y el periodo la frase terminada y completa22.

En la práctica, como afirma Millares, la puntuación dista bastante de ajustarse a esas proposiciones23, y distó más cuando en la segunda mitad del siglo IX aparece un nuevo sistema de símbolos, como el punctus versus, en el que se combinan o se une un punto y una vírgula curvada debajo, a modo de punto y coma, y se escriben detrás de la última palabra, bajo la línea del renglón, para indicar que se concluye una afirmación o aseveración; el punctus elevatus, un punto con una vírgula curva encima, que se pone en la parte superior de la caja del renglón, tras la palabra que cierra una unidad de sentido; el punctus flexus, una línea de doble curva, como una u muy abierta, sobre un punto, que se escribe junto a la palabra que culmina una pausa más pequeña que la de la unidad de sentido; y, en fin, el punctus interrogativus, un punto con un vírgula sinuosa ascendente a la derecha, que se usa para concluir las cláusulas que contienen una pregunta24.

El copista del Penitencial emplea tanto los signos de puntuación del nuevo sistema que aparece en la segunda mitad del IX, como el sistema del punto o signo único de la distinctio, media distinctio y subdistinctio, al que, eso sí, va a acompañar con vírgulas muy finas oblicuas a la línea del renglón en sentido ascendente o descendente de izquierda a derecha. Por tanto, al punto le añade siempre una vírgula recta o curva y colocada en posiciones diferentes de acuerdo a la extensión de la pausa y, en definitiva, de la elocución que quiera para su discurso. De ahí que emplee con muchísima frecuencia el punctus elevatus, el punto con una vírgula curva encima, que coloca en la parte superior de la caja del renglón y con la que cierra la unidad de sentido. Y es normal que a continuación, y para indicar que empieza otra unidad de sentido, emplee normalmente letra mayúscula. Como ocurre en los dos ejemplos que ponemos a continuación:

IIII De perIurio et falsario Si quis perIuraberit, UII annos peniteat.

Si nesciens perIuraberit se, III annos peniteat.

Qui ducit alium in perIurium ignorantem, UII annos peniteat. Qui autem per cupiditatem

21. Ibidem, 22. F.

20. 1-5, pp. 940-941.

SEBASTIÁN MEDIAVILLA, “Itinerario de un sistema de puntuación”, p. 945.

23. A. MILLARES CARLO, con la colaboración de J. M. RUIZ ASENCIO,

1983, p. 283.

24. F.

Tratado de Paleografía Española. I. Texto, Madrid,

SEBASTIÁN MEDIAVILLA, “Itinerario de un sistema de puntuación”, pp. 945-946.

97

Texto Glosas v133.indd 97

05/10/2020 10:37:59

peniteat peniteat

piant communionem. Femina fidelis que adulterum maritum reliquerit ne ducat alterum in uita adulteri; si duxerit, non prius accipiat

communionem. adulteri; Signo este de puntuación, el punctus elevatus, que utiliza también cuando copia las glosas, lo que se hace de más difícil significación, por tratarse por lo común de una o un reducido número de palabras, siempre separadas en el espacio del folio, lo que no exigiría en principio el uso de un signo pensado para indicar una pausa larga y separar las diferentes unidades del texto con sentido pleno.

tornet (42)

forzaret [forza]toret (77)

Como indicamos, con asiduidad utiliza el copista del texto del Penitencial un punto con una línea recta inclinada hacia abajo en medio de la caja del renglón. En nada se parece, como ya anunció Millares, a las formas de los signos de puntuación que proponen los gramáticos medievales. Si estuviera el punto solo y puesto que está en medio de la caja del renglón, entenderíamos que se trata de una distinctio media; pero el copista lo emplea frecuentemente en los casos que enuncia las partes de un conjunto, es decir, que precisarían pausas pequeñas, como las que marcan las comas. Entendemos, por ello, que el añadido de la raya en sentido oblicuo descendente de izquierda a derecha puede suponer que el copista lo emplee como si fuera una subdistinctio. Así ocurre en los casos que siguen: 98

Texto Glosas v133.indd 98

05/10/2020 10:38:00

Si quis christianus obseruaberit diuinos, incantatores, sortilegos, auguria, aruspicia uel elementa obseruari

incantatores,

auguria,

El copista emplea también el punto en medio de la caja del renglón acompañado de una raya inclinada en sentidos ascendente de izquierda a derecha. Entendemos que en este caso habría que pensar que el copista la emplea a modo de distinctio media, para frases que tienen sentido, pero aún es incompleto, como en el caso que sigue:

UII annos peniteat. Qui autem per cupiditatem uolumtarię se perIuraberit usquę ad mortem in monasterio serbiat Deo,

perIuraberit Deo, En algunas ocasiones, como vemos a continuación, el copista sí emplea el punto como signo único en posición media de la caja de escritura y con valor de distinctio media.

annos peniteat; si cum pecoribus minutis amplius, peniteat, id est, XXU annos peniteat, 99

Texto Glosas v133.indd 99

05/10/2020 10:38:00

amplius, El punto aislado, solo, se emplea también y en ocasiones para interpuntuar los numerales I, II, III que se escriben siempre en minúscula y de esa forma se evita que puedan confundirse con las letras i mayúscula en el caso del I, u y n en el del dos o m en el del tres; pero también para colocar entre puntos el numeral IIII, el U, el UI e incluso el UII.

Nepos, II Pronepos, III Abnepos, IIII Adnepus, U Trinepos, UI Trineptos, UII

Neptis, II Proneptis, III Abneptis, IIII Adneptis, U Trineptis, UI Trinep<o>tis, UII

Cerramos este epígrafe destacando que, aunque no es propiamente un signo de puntuación sino un signo ortográfico auxiliar, el signo de párrafo se emplea para marcar la separación de los diferentes capítulos del Penitencial, aunque no en todas las ocasiones. El copista lo emplea en los capítulos 1, 2, 3, 7, 8, 10, 11, 13, 14, 15; pero no lo hace el 4, 5, 6, 9 y 12. Y por último añadimos que el escriba tampoco utiliza el guion de salto de línea.

§ UIII De cupidiis et aliis similiis Si quis cupidus et abarus, superbus, ębriosus uel his similia sequitur, desinat et III annos peniteat.

E igualmente, y aunque en los textos latinos medievales no se considere en puridad un signo ortográfico, hemos de destacar la presencia del ápice que, por cuestiones sobre todo de prosodia (y tonalidad), se colocó en no pocas ocasiones para una correcta pronunciación de las palabras. Así ocurre en los siguiente casos: módica (f. 310r), súmmere (f. 311v), láica, lái100

Texto Glosas v133.indd 100

05/10/2020 10:38:01

cam, paupérrima (f. 313v), lícitum (f. 314v), séquitur, détrait (f. 315r), láicus (f. 315v), láicus, biduána, ueláminum (f. 316r), sodomíticum, láicus, demúmque (f. 316v), sodomítici, eclesiástica (f. 317r), catecúmina (f. 318v), femíneum, árcum (f. 320r), ęclesiásticum (f. 321r), áctibus (f. 321v), Moysén, Iudáycis, lícitum, animália (f. 322r), ignórans, ignórans, quadrúpedum (f. 323r) y cápite (f. 323v).

II.3.2.2. Signos abreviativos y abreviaturas Hubiera bastado con titular el epígrafe con la palabra abreviaturas, puesto que en ella caben los signos abreviativos como parte de las mismas; pero, puesto que el capítulo está dedicado a los signos, mantenemos en él los signos abreviativos, que junto con las abreviaturas por suspensión y las abreviaturas por contracción serán las abreviaturas que hallemos tanto en el Penitencial como en las glosas, aunque, como sabemos después de la edición de José Manuel Ruiz Asencio de 1993, el texto y las glosas presentan diferencias en los signos de abreviación25.

II.3.2.2.1. Signos abreviativos El signo abreviativo más empleado como signo general de abreviación, para indicar que la palabra se ha abreviado, es la línea y sobre todo la línea y el punto formando un todo. La línea puede ser recta, y en ese caso lo común es que aparezca sin el punto, como en muchos de los casos en que abrevia diebus; pero lo normal es que sea curva u ondulada y se acompañe con el punto o los puntos, puesto que en ocasiones se colocan dos sobre la línea. Otras veces la línea recta se inclina en su parte derecha hacia arriba y se hace más gruesa en esa parte final. La línea se emplea tanto para indicar las abreviaturas por suspensión y las abreviaturas por contracción como para indicar la abreviatura de las nasales m y n. Y en ocasiones se aprovecha una línea más larga con uno o dos puntos para indicar que son también dos las palabras abreviadas, es muy común en el abundante caso en que abrevia diebus peniteat.

diebus

diebus

psalmos

annos

diebus peniteat

peniteat

peniteat

ignorantem

autem

quandium

Los signos especiales de abreviación no son muy abundantes en el Penitencial y se usan para abreviar -ue, -us, -er, -um. En el caso de que, para abreviar la ue se coloca sobre la q y a su izquierda un signo semejante a una pequeña ese. El mismo signo se emplea para abreviar us después de b (la más abundante), I alta, m, n, p, t, que suele colocarse también sobre la caja del renglón, salvo en el caso de Ius, ya que entonces el signo abreviativo siempre se escribe en la propia caja.

aque

25. J.

femoribus

eIus

pauperrimus

terratenus

corpuscula

penitus

M. RUIZ ASENCIO, “Hacia una nueva visión de las Glosas Emilianenses y Silenses”, p. 114.

101

Texto Glosas v133.indd 101

05/10/2020 10:38:01

El signo abreviativo de um va a emplearse en el Penitencial únicamente en el caso de las terminaciones en orum con r redonda, caso de christianorum, eorum, tantorum o Apostolorum; pero en las glosas se usa en una ocasión para abreviar annum.

christianorum

eorum

tantorum

Apostolorum

annum

La abreviación de per se utiliza en palabras como pauper, super, superbus, perfocaberit, y siempre se hace con una línea curva que parte más abajo del ojo de la letra por la izquierda en sentido sinistrógiro y ocupa el espacio inferior de la caja del renglón en busca del trazo vertical de la letra.

pauper

super

superbus

perfocaberit

En las glosas los signos abreviativos son más ricos, y se suman dos más que no aparecen nunca en el Penitencial: la abreviación de qui, que emplea más de una docena de veces, y que hace trazando una línea ligeramente arqueada de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, cortando el trazo vetical de la q; e -is para abis (glosa 333) que usa en una única ocasión y que hace trazando una línea curva en la base de la b.

qui quisieret

abis

II.3.2.2.2. Abreviaturas por suspensión y abreviaturas por contracción Las abreviaturas por suspensión son muchísimo menos abundantes que las abreviaturas por contracción, y el copista emplea tanto las simples, caso de diebus, que es muy repetida, como de mixtas y silábicas, caso de anu: annum, annorum, annu: annum, mensibus o apostolorum.

Las abreviaturas por contracción son, por el contrario, numerosas. Y entre ellas están: aum: autem, flla: flagella y epscps: episcopus, que son típicamente visigóticas. No debe considerarse abreviatura completamente carolina la forma eps: episcopus, que también es utilizada en el Penitencial, puesto que aparece con bastante frecuencia en textos visigóticos, incluso del siglo X, antes de los influjos generalizados ultrapirenaicos de fines del XI26.

A continuación, damos una relación, en primer lugar, de las abreviaturas que aparecen en el Penitencial y, en segundo, de las se emplean en las glosas.

Las abreviaturas del Penitencial son las siguientes: anns: annos

ecle: eclesie

pptr: propter

annu: annum

eclę: eclesię

prsbr: presbiter

ans: annos

ęcla: ęclesia

prsbre: presbitere

26. Ch.

U. CLARK, Collectanea Hispanica, p. 87.

102

Texto Glosas v133.indd 102

05/10/2020 10:38:01

anu: annum

ęclam: ęclesiam

prsbtr: presbiter

apstlor: apostolorum

ęclę: ęclesię

pslmos: psalmos

argm: argenteum

eps: episcopus

ptris: patris

argos: argenteos

ęps: ępiscopus

sca: sancta

args: argenteos

ępscpm: ępiscopum

scda: secunda

aum: autem

ępscps: ępiscopus

scdam: secundam

d: diebus

epstlarum: epistolarum

scdm: secundum

db : diebus

flla: flagella

scdo: secundo

dcns: diaconus

fri: fratri

sci: sancti

dna: domina

frib : fratribus

sclo: seculo

dni: domini

fris: fratris

scm: sanctum

dnica: dominica

frrm: fratrum

scs: sanctus

dnico: dominico

Ihu: Ihesu

sldm: solidum

dnicum: dominicum

inrs: ianuarias

slds: solidos

dnm: dominum

klds: kalendas

spm: spiritum

dno: domino

klds: kalendis

sup: super

dns: dominus ds: dies

mscda: misericordia oma: omnia

xpanor: christianorum

ecla: eclesia

omi: omni

xpianos: christianos

eclam: eclesiam

oms: omnes

xpianus: christianus

ęclastica: ęclesiastica

pnt: peniteat

Xpo: Christo

Xpi: Christi

ęclasticum: ęclesiasticum

En líneas generales y de forma evidente, en la copia de las glosas el copista utiliza muchas menos abreviaturas que en el texto del Penitencial. Casi con seguridad esta diferencia también estaba en el exemplar que le sirvió de modelo.

Como dijimos anteriormente el signo de qui se usó con frecuencia por el glosador, ya como relativo: qui gerranza, qui facen, qui demandan, qui fedabisu, elos qui, qui ban ido, qui tingen lures, akelos qui, qui quisieret; ya como sílaba formando parte de una palabra: inquinaren, alquieras, quisieret.

El semícolon, como forma de “s” se utiliza con valor de -us en: nominatus, constrictus, maIus, factus uel dictus, sofocatus, stranglatus; o con valor de -ue en pos que, usque, ante que y ata que.

Una sola vez se emplea el signo de per en semper y el de -is en qua abis.

En otro lugar, por la importancia que tiene, se tratará profusamente de la abreviatura uel que el glosador emplea en la glosa separare uel laiscare (161), hecha (al modo carolino) con una l partida con una leve línea horizontal. También en una única ocasión abrevia uel (a la manera visigótica), en la glosa factus uel dictus (305).

Las palabras abreviadas de las glosas son las que siguen: a : abis aIuntare: aIuntaren alaiscat: alaiscant

fame: famne fica: fican finiutur: finiuntur

alquatre: alquantre

fore: foren

prsbr: presbiter q : que : qui qsieret: quisieret 103

Texto Glosas v133.indd 103

05/10/2020 10:38:01

al eras: alquieras anns: annos aum: autem ba: ban catatjones: cantatjones clamado: clamando cosentitu: consentitu constrict: constrictus d: de decolare: decolaren dstello: destello deuem: deuemus dict: dictus discordantju: discordantjum Dne: Domine fact: factus

fragitate: frangitate

scas: sanctas

fueret: fuerent gerraza: gerranza inqnare: inquinaren Iuctatjone: Iunctatjone Itanos: Iustanos

scos: sanctos scde: secunde semp: semper siega: siegan siegat: siegant sofocat: sofocatus

: uel maI: maIus mandam: mandamus mrre: miserere mode: monden nmnat: nominatus no: non occidut: occidunt pplo: populo predet: prendet

straglat: stranglatus tenieca: tenienca terra: terram ul: uel uolutate: uoluntate tradecado: tradecando usq: usque uolutates: uoluntates xpianos: christianus

Para concluir con el epígrafe dedicado a los signos abreviativos y abreviaturas, diremos que a las abreviaturas visigóticas hay que añadir las abreviaturas carolinas de los términos Dominicus, Sebastianus y Martinus, añadidos en el folio 309v del Penitencial en el siglo XII.

II.3.2.3. Signos de llamada Las glosas o vocablos (doblemente marginales porque estaban en los márgenes de lo hablado y lo escrito y en los librarios) a los que se refirió el Padre Berganza en las Antigüedades de España 27, precisaron de un medio que conectara o pusiera en comunicación los vocablos latinos con esos otros reducidos, en palabras de Berganza, a la cadencia y dialecto castellano para que pudieran ser entendidos, en ambas direcciones entendidos.

Y esa función de enlazar o unir determinadas palabras del texto latino del Penitencial con los términos escritos al margen o en los interlineados del mismo para traducirlos y aclararlos les correspondió a unos signos gráficos, otra representación más de comunicación escrita, que necesariamente conocería el glosador y el lector que, al fin y al cabo, era el destinatario de las aclaraciones. Y curiosamente en los manuscritos glosados prácticamente la totalidad de esos signos, de esas señales o figuras que median entre los vocablos latinos y los castellanos, proceden de otro tipo de escritura: la musical pensada para la liturgia hispana (para el rito visigótico-mozárabe), de la que tendrían clara idea o no los glosadores, como podrían o no tenerla los lectores que leyeran sus glosas, miembros por lo común de una Comunidad. Pero además de estas figuras, los glosadores van a emplear otros signos de relación entre glosas y texto, a los que Isidoro de Sevilla se refirió como figuras “puestas a modo de letras para hacer patente una determinada razón de una palabra, de unas frases o de unos versos”28.

27.

F. DE BERGANZA, Antigüedades de España, 2 vols., Madrid: F. del Hierro, 1719-1721, II, p. 106, donde leemos: ese “libro gótico del monasterio de Silos” en el que “un curioso, con deseo de que qualquiera los pudiesse entender, traduxo a la margen algunos vocablos propiamente latinos a los términos del latín vulgar que aora usamos, reducidos a la cadencia y dialecto castellano”.

28. W. M. LINDSAY (ed.), Etymologiarum sive Originum Isidori Hispalensis, Oxonii, MCMXI, Liber I. De Grammatica, 21, 1. De

notis sententiarum: “Nota est figura propria in litterae modum posita, ad demonstrandam unamquamque verbi sententiarumque ac versuum rationem”.

104

Texto Glosas v133.indd 104

05/10/2020 10:38:01

En definitiva, los glosadores al emplear estos últimos signos repetían una forma de proceder que san Isidoro incorporó al primer libro de las Etimologías, pero que se rastrea muy fácilmente, entre otros autores en san Jerónimo (c. 347-419) cuando se sirvió de figuras con intención de evidenciar las diferencias entre las versiones de los textos bíblicos que trasladó del griego y del hebreo al latín. Signos que en el paso de la Antigüedad tardía a la Alta Edad Media acabarían convirtiéndose en una herramienta auxiliar tan familiar como lo serían otros elementos correctores y aclaradores de oscuridades gramaticales y filológicas. Y en esos ámbitos no alejados de la educación se moverían los glosadores de manuscritos de bibliotecas monásticas con glosas latinas. Y manejar escrituras o registros tan distintos, como el alfabético, el musical y este de notas y signos, requiere pericia, alcanzada a base de repeticiones y copias o lograda porque se estudiaron formando parte de la educación gramatical29.

La respuesta a la pregunta de si nuestro glosador fue un simple copista (porque solo copió) o quiso ser algo más se respondió hace tiempo en favor de la primera opción. Pero en origen, el primer glosador del arquetipo del Penitencial fue un continuador que siguió, para aclarar tanto el latín como el romance (según quien fuera el lector), un sistema y método de glosar que aunaba figuras y glosas, o lo que es igual, los llamados por san Isidoro “signos gráficos que existieron en los más célebres de los autores y que los antiguos adjuntaron a poemas e historias (es decir, a verso y a prosa) para marcar los escritos”30 a las llamadas glosas en sus Etimologías. “Ethimologia”, que “es esponimiento del comienço de las palabras donde son dichas”. “El conosçimiento del qual ha muchas vezes el uso nescessario por su interpretamiento, ca mientras vieres dónde nasçe el nombre más aýna entenderás su fuerça”. Y decir fuerza es decir significado, que se alcanza mediante la interpretación que nos lleva al origen y razón que ha llevado a imponer un nombre.

La glosa, sin embargo, que “ha este nombre por griego interpretamiento de lengua”31, nos da la equivalencia, hace más comprensibles las palabras que pertenecen a diferentes niveles de lengua, o, incluso, como lo entendió Quintiliano, la explica, la define. Y a veces no puede definirse o explicarse, y no se hizo, con una sola palabra, y se incumplió el requisito de la unicidad que requería Isidoro, y que, entre otros, no exigió Varrón32. Tal vez porque de esa forma la glosa cumplía mejor la finalidad de explicar lo no habitual: “No está de más ocuparse de que, cuando el niño comience a escribir, no pierda el tiempo transcribiendo palabras usuales, que son frecuentes. Puede aprender, al mismo tiempo que escribe, el significado de ese lenguaje tan poco conocido que los griegos llaman ‘glosas’ y adquirir, en los primeros pasos del aprendizaje, un conocimiento que más tarde echará de menos”33.

Glosas marginales pensadas para hacer más fácil la comprensión de los textos, para aclarar su contenido. Metodología añeja y que vemos repetida en el Penitencial para que la lengua vulgar explicara las palabras (oscuras por latinas) del texto. No era ni otra ni diferente la pretensión de las glosas en lengua árabe que aparecen en manuscritos, pongamos toledanos, que

29 . E. STEINOVÁ, Notam superponere studui. The use of technical signs in the early Middle Ages

Utrecht, 2016, pp. 190-193.

(Tesis doctoral), Universidad de

30. J.

LUQUE MORENO, “Scribere versus: Presentación gráfica del lenguaje versificado”: EMERITA. Revista de Lingüística y Filología Clásica (EM), LXXIII 2 (2005), pp. 303-351, en especial p. 345; W. M. LINDSAY (ed.), Etymologiarum sive Originum Isidori Hispalensis, 21. 1: Praeterea quaedam scripturarum notae apud celeberrimos auctores fuerunt, quasque antiqui ad distinctionem scripturarum carminibus et historiis adposuerunt.

31. M.

ALVAR, “Didactismo e integración en la “General Estoria” (Estudio del Génesis)”, en F. CARMONA–F. J. FLORES (eds.), La lengua y la literatura en tiempos de Alfonso X. Actas del Congreso Internacional. Murcia, 5-10 marzo 1984, Murcia, 1985, pp. 25-78, en especial p. 68; W. M. LINDSAY (ed.), Etymologiarum sive Originum Isidori Hispalensis, 30. 1: Glossa Graeca interpretatione linguae sortitur nomen.

32. C.

CODOÑER MERINO, “De glosarios, vocabularios, definiciones y etimologías”, en M.ª J. MUÑOZ et al. (eds.), La compilación del saber en la Edad Media. La compilation du savoir au Moyen Âge. The compilation of Knowledge in the Middle Ages, Porto, 2013, pp. 61-84, especialmente pp. 61-63.

33. Ibidem,

p. 62.

105

Texto Glosas v133.indd 105

05/10/2020 10:38:01

precisaron los monjes que, provenientes de tierras mozárabes, necesitaban de las aclaraciones en esa lengua para comprender mejor los textos en latín de los manuscritos34.

II.3.2.3.1. Los signos en las ediciones de las glosas silenses Si la glosa proporciona equivalencias, ofrece significados de palabras pertenecientes a diferentes niveles de lenguas, hubo que buscar los signos o figuras que establecieran la relación entre unas y otras. Y el glosador del Penitencial halló no la mayor, sino prácticamente la totalidad de esos signos en la notación musical hispana. Otros manuscritos de Silos y de otros cenobios cercanos y lejanos los encontraron también en otras fuentes, como las Etimologías de Isidoro. En ambos casos los signos perdieron su significado original para convertirse en simples signos de correspondencia o relación. Signos estos (y otros) que han de ser considerados por la Paleografía, que como ciencia del lenguaje escrito ha de ocuparse no solo de la escritura sino del conjunto de los caracteres externos de los manuscritos, puesto que todos son elementos de crítica para la localización y datación de estos últimos.

Repasando las ediciones que se han hecho de las Glosas Silenses, es fácilmente observable que las páginas dedicadas a la cuestión de los signos representan una proporción muy pequeña en las mismas. Hasta que uno de nosotros publicó en 1993 su edición de las Glosas35, los anteriores editores de las mismas: Josef Priebsch en 189536, Ramón Menéndez Pidal en 192637, Francisco Romero Otazo en 192838, dejando fuera a Severino González Rivas, editor de solo el Penitencial en 194939, no puede decirse que se reparara mucho en ellas.

Ruiz Asencio, por la lectura que hace de las glosas desde posiciones paleográficas, atendió a los signos como un elemento más del objeto o monumento escrito considerado en su totalidad, no únicamente en la escritura. De ahí que afirme que para las llamadas que vinculan las palabras latinas con los vocablos en lengua castellana el glosador recurra “al uso de signos empleados en la notación musical mozárabe (clivis, torqulus, climacus, etc.) bien conocidos por los estudiosos, y también a formas alfabéticas extraídas de la llamada escritura criptográfica visigótica”, afirmando además que los utilizados por el glosador del manuscrito del monasterio de Silos son más variados que los del Emilianense 60 de la Real Academia de la Historia40. Y en su estudio reproduce los signos de llamada del Penitencial.

Tres años después de la edición de Ruiz Asencio, Miguel C. Vivancos Gómez publicó no solo las glosas del Penitencial, sin el texto, sino también y además las del homiliario y las de otros códices silenses. En las páginas de estudio, al ocuparse de la manera o el modo o método que los anotadores siguieron para glosar, afirma que lo más habitual fue que pusieran un signo de llamada encima de la palabra que precisaba explicación o iba a ser comentada, signo que se repetía en el margen y cerca o al lado de la glosa con clara intención de establecer relación entre esta y aquella. Tras lo cual destaca no solo que la mayoría de los signos proceden de la notación musical hispana, sino también que los más abundantes de ellos son los que representan las diferentes formas del podatus, aunque no falten los demás, y reproduce, entre otros, los del manuscrito Add. 30853. Además de los signos de procedencia

34. M.

SÁNCHEZ MARIANA, “Los códices del monasterio de Silos”, pp. 219-236, en especial pp. 235-236.

35. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Hacia una nueva visión de las Glosas Emilianenses y Silenses”, pp. 83-118.

36. J.

PRIEBSCH, “Altspanische Glossen”: Zeitschrift für Romanische Philologie, XIX, I (1985), pp. 1-40.

37. R.

MENÉNDEZ PIDAL, Orígenes del Español. Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo XI, Madrid, 11ª ed., 1999, pp. 10-27.

38. F. ROMERO OTAZO, El Penitencial Silense, trabajo leído en lα apertura del curso académico de 1928 a 1929, en el Seminario

Conciliar de Madrid. Madrid, 1928, pp. 59-66.

39. S.

GONZÁLEZ RIVAS, La penitencia en la primitiva iglesia española, Salamanca, 1950, pp. 173-183.

40. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Hacia una nueva visión de las Glosas Emilianenses y Silenses”, p. 115.

106

Texto Glosas v133.indd 106

05/10/2020 10:38:01

musical, continúa, hay otros signos recogidos por Isidoro en las Etimologías, entre los que cita el asteriscus, el paragraphus, el antigraphus y la positura, si bien, entiende, han perdido la función que les asignó el hispalense, convirtiéndose en los manuscritos de Silos en simples signos de llamada. Es evidente, como bien afirma Vivancos, que los signos provenientes de las Etimologías abundan poco, a excepción del limniscus o lemniscus, que se utilizó mucho, pero que, como acontecía con los signos de notación musical, pierde la función del modelo isidoriano41. Nada nuevo añade Vivancos en lo que incumbe a los signos de llamada en el trabajo que dedica al monasterio de Silos y las Glosas Silenses en la edición facsímil publicada en Burgos en el año 200142.

II.3.2.3.2. Origen y formas de los signos de relación del penitencial silense De acuerdo a lo afirmado antes, no hay que buscar el origen y la forma de los signos que relacionan el texto y las glosas del Penitencial silense en las tres fuentes que hemos citado hasta ahora, a saber: la notación musical hispana, la escritura criptográfica visigótica y las Etimologías de Isidoro de Sevilla, sino prácticamente solo en una de ellas, la notación musical. Empecemos el repaso a las fuentes por la escritura criptográfica visigótica.

II.3.2.3.2.1. Signos en la escritura criptográfica visigótica La escritura criptográfica visigótica empleó tres sistemas para escribir en clave, de los que se ocupó ya a principios del siglo pasado Jesús Muñoz y Rivero43, que remite a los trabajos de Manuel de Goicoechea y José Foradada y Castán, pertenecientes ambos al Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios. Millares en la tercera edición de su Tratado de Paleografía Española y para el período de la escritura visigótica vuelve a dar cuenta y razón de ello y afirma que, de entre los sistemas de sustitución para escribir con claves en escritura visigótica (además del de sustitución de las vocales por números romanos, solo de las cinco primeras decenas, más el signo con valor de XL, y el de sustitución de las vocales por puntos y líneas), entre los siglos X y XII algunos notarios del norte peninsular emplearon el de sustituir las letras propias de la escritura visigótica cursiva por neumas procedentes de la notación musical44, que José Forarada consideró que tuvo su origen, precisamente, en las claves de la escritura visigótica cifrada, lo que defendió en un trabajo cuyo título era toda una declaración de intenciones: Signaturas escritas con caracteres considerados hasta aquí como neumas o signos musicales45. Consideración que contradijo Brou afirmando que el uso de esa suerte de escritura críptica por los notarios fue muy posterior a la aparición de los neumas musicales propiamente dichos. Lo que hicieron los notarios a partir del siglo X fue dar un uso nuevo a los neumas de la notación musical e inventaron una escritura convencional, “une sorte de «Notes tironiennes»” particulares del Norte de España que, mejor o peor, representaban y hacían las veces de las letras del alfabeto visigótico cursivo46.

41.

M. C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del monasterio de Santo Domingo de Silos, pp. 92-94.

42. M. C. VIVANCOS GÓMEZ, “El monasterio de Silos y las Glosas Silenses”, en Las Glosas Silenses, Burgos, 2001, pp. 11-27.

43.

J. MUÑOZ Y RIVERO, Paleografía visigoda. Método teórico-práctico para aprender a leer los códices y documentos españoles de los siglos V al XII, Madrid, 1919, pp. 85-88.

44. A. MILLARES CARLO, con la colaboración de J. M. RUIZ ASENCIO, Tratado de Paleografía Española. I, pp. 290-291. Véa-

se también J. C. GALENDE DÍAZ, “Elementos y sistemas criptográficos en la escritura visigótica”, en VIII Jornadas científicas sobre documentación de la Hispania altomedieval (siglos VI-X), Madrid, 2009, pp. 173-183, en especial pp. 177-181.

45. J. FORADADA Y CASTÁN, “Signaturas escritas con caracteres considerados hasta aquí como neumas o signos musicales”:

El Arte en España, VI (1867), pp. 105-109.

46 . L.

BROU, O.S.B., “Notes de Paléographie Musicale Mozarabe”: Anuario Musical, 10 (1956), pp. 23-44, en especial p. 32.

107

Texto Glosas v133.indd 107

05/10/2020 10:38:01

Es evidente que los neumas de la notación hispánica, aun con todas las interpretaciones posibles, no fueron suficientes para sustituir todas y cada una de las letras del alfabeto de la cursiva visigótica, de ahí la necesidad de alterar el orden de ejecución de los trazos y la forma originaria de las letras del alfabeto y combinarlas con las figuras procedentes de la notación musical. Algunas letras apenas si se modificaron, caso de la k, de la q o de la z; otras se inclinaron hacia la derecha de forma ostensible, caso de la h, otras cambiaron su forma y otras fueron sustituidas por neumas, caso de la i, de la que ingenuamente dice Muñoz y Rivero que “tiene la figura de nuestro actual signo de admiración, con su punto en la base de la línea del renglón (!). A veces, sigue diciendo Muñoz y Rivero, en vez de un punto, presenta dos, o dos guiones”. En realidad, se trata del scandicus, un neuma ascendente de tres o más notas. Y otro tanto acontece en el caso de la “s”, de la que dice: “está compuesta de la forma uncial de esta letra (s), más un largo trazo oblicuo que arranca de su extremidad superior”, pero lo cierto es que se trata de un torculus resupinus, neuma de cuatro o más notas, cuya grafía, según Eugene Cardine, es bastante rara47.

El que fuera catedrático de Paleografía de la Escuela Superior de Diplomática de Madrid, más allá de esas interpretaciones perdonables, reconoció el empleo que de la escritura criptográfica visigótica hicieron los notarios para firmar sus nombres. Como lo hicieron desde finales del X y a lo largo de todo el siglo XI, hasta 1099, Sampirus, Ruderigus, Ledusne, Felis, Fulgentius, Puricellus, Baromcelo o el presbítero y clericus regis Sisnado Astrariz, por citar algunos de los que utilizaron la escritura cifrada en decenas de documentos del Archivo de la catedral de León48.

En cualquier caso, pensamos que el empleo por esos notarios de los signos que sirvieron para la representación gráfica de la notación musical hispana o visigótica con intención de que fuera escritura criptográfica, evidencia no únicamente que los notarios conocían los signos de la notación musical y fueron capaces no solo de dibujarlos, sino de proporcionarles un nuevo significado y de ajustar y acomodar la forma del signo musical a la del signo alfabético visigótico cursivo para que lo sustituyera como clave para transmitir (en mensaje secreto) el nombre o el oficio de notario, que se sabe singular y especial y único precisamente por ser capaz de utilizar un lenguaje o sistema de signos particular, inusual, más inaccesible aun de lo que pudiera ser el alfabético. Era evidente que los notarios conocían la notación musical visigótica y que eran capaces de reproducir y dibujar los neumas, incluso los más complejos y cursivos; pero habría que preguntarse, como hace Susana Zapke, si conocían también los contenidos musicales de esos signos49. Los conocieran o no, es evidente que al incluirlos y hacer que formaran parte de los elementos de validación los convierten en signos diplomáticos, en un elemento más del diploma.

Y otra pregunta más para concluir este epígrafe: ¿pasaron los signos propios de la notación musical hispana empleados por los notarios en la escritura criptográfica visigótica y desde los documentos que escribían en escritura cursiva a los folios de códices visigóticos (y entre ellos el Penitencial), o esos neumas fueron tomados directamente de los manuscritos litúrgico-musicales por los glosadores de manuscritos para utilizarlos como signos de llamada? Parece que fue así, que los neumas o signos neumáticos, como los llama Eugène Cardine, de la notación hispana pasaron de forma paralela y directa, sin encontrarse, aunque con

47. E.

CARDINE, Semiología gregoriana. 2ª edición, Abadía de Silos, 1989, pp. 53-54.

48. Véanse

J. M. RUIZ ASENCIO, Colección documental del archivo de la catedral de León (775-1230). III (986-1031), León, 1987; IDEM, Colección documental del archivo de la catedral de León (775-1230). IV (1031-1109), León, 1990.

49. S. ZAPKE, “Sistemas de notación en la Península Ibérica: de las notaciones hispanas a la notación aquitana (siglos IX-XII)”,

en S. ZAPKE (ed.), Hispania Vetus. Manuscritos litúrgico-musicales. De los orígenes visigóticos a la transición francorromana (siglos IX-XII), Bilbao, 2007, pp. 189-243, en especial p. 225.

108

Texto Glosas v133.indd 108

05/10/2020 10:38:01

distinto significado, tanto a los documentos con negocios de contenido jurídico como a los códices no musicales.

II.3.2.3.2.2. Signos en las Etimologías Dijimos antes que Miguel Vivancos apuntó que, de los signos recogidos por Isidoro en las Etimologías, se emplean (y no de manera abundante) en los manuscritos silenses como signos de llamada el asterisco, el parágrafo, el antígrafo y la positura, aunque advierte que habían perdido la función que les asignó el hispalense y se reducían a signos de llamada. Como reducido a simple signo de llamada había quedado el lemnisco, que se utilizó algo más como signo de relación en los manuscritos de Silos.

Lo que hizo san Isidoro en las Etimologías fue continuar una tradición gramatical que había ido incorporando poco a poco al texto signos gráficos para que la escritura reflejara el componente prosódico del habla, en la que son apreciables pausas, ritmos y entonaciones, pero no así en la escritura. Por y para ello se agregaron a los manuales de gramática y a otros textos tanto acentos como signos de puntuación y de anotación. Y no otra cosa hizo Isidoro en su obra más conocida, las Etimologías, en cuyo libro primero dedicó diferentes capítulos a acentos (De accentibus), puntuación (De posituris) y a los que llamó, como hemos dicho ya, “signos gráficos que existieron en los más célebres de los autores y que los antiguos adjuntaron a poemas e historias (es decir, a verso y a prosa) para marcar los escritos”50 (De notis sententiarum)51.

Veintiséis signos pensados ya por los antiguos, dice Isidoro, y que él concibió para señalar, para llamar la atención sobre el sentido (notae sententiarum) o la esencia de palabras y frases (ad demonstrandam unamquamque verbi sententiarumque). Veintiséis signos, cada uno de ellos con su nombre y su forma52.

Miguel Vivancos ha localizado en los manuscritos glosados silenses cinco de los signos de los contenidos en las Etimologías: cuatro de ellos empleados mínimamente: el asterisco, el parágrafo, el antígrafo y la positura; y un quinto, el lemnisco, con mayor presencia. ¿Y por qué esos y no otros del total de veintiséis que pudieron utilizarse en los manuscritos silenses? Tuvo su sentido y puede ser prueba de que quienes los emplearon conocían bien el significado que Isidoro dio a esas figuras. Como sabían que los no utilizados se desestimaron porque no tenían sentido (o se alejaban de él) para su objeto (simple) de vincular textos y glosas.

Isidoro, sin embargo, además de a esas figuras concebidas “para marcar los escritos”, se refirió a otros signos en el capítulo De notis sententiarum, pero no proporcionó su forma, escribió solamente que hay otras figuras o signos de llamada de menor importancia que se hacen en los márgenes de las páginas de los libros para llamar la atención del lector, para que cuando este encuentre uno de esos signos consulte las que aparecen en las primeras páginas, confronte las similares de su palabra y pueda saber lo que se indica53. Lo que hicieron entonces los glosadores fue hacer suyo este método de proceder; pero no tomaron la totalidad de los signos porque comprendieron que eran útiles para marcar los escritos, pero no todos lo eran para relacionar texto y glosa. Cuando quisieron advertir o llamar la atención sobre una palabra o una frase y su

50.

J. LUQUE MORENO, “Scribere versus: Presentación gráfica del lenguaje versificado”, p. 345; W. M. LINDSAY (ed.), Etymologiarum sive Originum Isidori Hispalensis, 21. 1: Praeterea quaedam scripturarum notae apud celeberrimos auctores fuerunt, quasque antiqui ad distinctionem scripturarum carminibus et historiis adposuerunt.

51. J.

LUQUE MORENO, “Scribere versus: Presentación gráfica del lenguaje versificado”, pp. 344-345.

52. Ibidem,

pp. 345-349; W. M. LINDSAY (ed.), Etymologiarum sive Originum Isidori Hispalensis, 21. 1-28.

53. W.

M. LINDSAY (ed.), Etymologiarum sive Originum Isidori Hispalensis, 21. 28: Fiunt et aliae notulae librorum pro agnoscendis his quae per extremitates paginarum exponuntur, ut, ubi lector in liminare huiusmodi signum invenerit, ad textum recurrens eiusdem sermonis vel versiculi sciat esse expositionem, cuius similem superiacentem notam invenerit.

109

Texto Glosas v133.indd 109

05/10/2020 10:38:01

glosa, trasladaron a los manuscritos que copiaban las figuras que mejor conocían para atar glosa y texto, pero no los signos de los que Isidoro se ocupó en su De notis sententiarum.

Por lo dicho, el glosador del Penitencial no solo no empleó para unir la glosa al texto los signos de las Etimologías que han sido localizados en otros manuscritos silenses, entre otros el obelo (–)54, la diplé (>)55, el asterisco (*)56, el parágrafo (┌)57, la positura ( )58 o el antígrafo con punto (ṿ)59. Figura esta y otras, por lo demás, semejantes a algunos de los signos neumáticos de la notación visigótica que los glosadores de los manuscritos silenses emplearon copiosamente.

Tan semejantes que pueden ser confundidos con ellos.

Sin embargo, el glosador sí va a utilizar el lemnisco, un trazo horizontal entre dos puntos (÷) que Isidoro concibió para que ser colocado en aquellos pasajes que los intérpretes de la Sagrada Escritura han transmitido con el mismo sentido, pero con palabras distintas60. La figura, que pierde, como bien apreció Vivancos en su momento, el significado que tuvo para Isidoro, va a ser empleada una única vez, en el folio 311r del Penitencial, y no como signo de relación, sino para advertir una omisión en la copia del Penitencial. La pregunta es evidente, al suponer que no arrastraría desde el arquetipo del que copió el glosador del Add. 30853 el lapsus u omisión que nos ocupa, sino que fue consecuencia de un descuido suyo, ¿echó mano de un signo que conocía por haber manejado las Etimologías? Si fuera así, permitiría amplia la lectura de la labor del copista. Copista que empleó también el signo de parágrafo, puesto que sí era apropiado para marcar, como señalaba Isidoro, la separación y en este caso además el inicio de los diferentes capítulos del Penitencial, y con esta finalidad se usó.

II.3.2.3.2.3. Signos en la notación musical hispana Decir signos tomados de la notación musical hispana para utilizarlos como signos de llamada cuando los textos lo precisaron (y el glosador los necesitó para las glosas del Penitencial) es decir signos tomados de los muchos manuscritos de las bibliotecas monásticas y catedralicias pensados para la liturgia. La música en los monasterios es algo más que combinación de melodía, ritmo y armonía, es más que la combinación del sonido con el tiempo; es parte, y parte esencial, de la liturgia61. Y en Silos así ocurrió desde que a finales del siglo IX o principios del siguiente los monjes en los orígenes del monasterio llegaron con los libros que necesitaban para el culto. Y así ocurrió que en el siglo X y en el siguiente un porcentaje importante de los manuscritos que llegaron a la biblioteca del monasterio desde procedencia muy diversa o se copiaron en su scriptorium eran libros de tipo litúrgico. Díaz y Díaz ofrece cifras claras: el 34,92 % de los libros que se inventariaron en el siglo XIII en el folio 16v de un fragmento añadido a las Etimologías de san Isidoro eran libros litúrgicos; y entre los escritos en el propio monasterio

54. Ibidem,

21. 3: Obolus, id est, virgula iacens, adponitur in verbis vel sententiis superflue iteratis, sive in his locis, ubi lectio aliqua falsitate notata est, ut quasi sagitta iugulet supervacua atque falsa confodiat. Sagitta enim Graece ὀβελός dicitur.

55 .

Ibidem, 21. 13: Hanc scriptores nostri adponunt in libris ecclesiasticorum virorum ad separanda vel ad demonstranda testimonia sanctarum Scripturarum.

56. Ibidem, 21. 2: Asteriscus adponitur in his quae omissa sunt, ut inlucescant per eam notam, quae deesse videntur. Stella enim

ἀστήρ dicitur Graeco sermone, a quo asteriscus est dirivatus.

57. Ibidem, 21. 8: Paragraphus ponitur ad separandas res a rebus, quae in conexu concurrunt, quemadmodum in Catalogo loca

a locis et regiones a regionibus, in Agone praemia a praemiis, certamina a diversis certaminibus separantur.

58.

Ibidem, 21. 9: Positura est figura paragrapho contraria et ideo sic formata, quia sicut ille principia notat, ita ista fines a principiis separat.

59. Ibidem,

21. 6: Antigraphus cum puncto adponitur, ubi in translationibus diversus sensus habetur.

60. Ibidem,

21. 5: Lemniscus, id est, virgula inter geminos punctos iacens, opponitur in his locis, quae sacrae Scripturae interpretes eodem sensu, sed diversis sermonibus transtulerunt.

61 . M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, “La biblioteca musical de Silos”: Revista de Musicología, 15 (1992), pp. 379-387.

110

Texto Glosas v133.indd 110

05/10/2020 10:38:01

en el siglo XI: misales, místicos, salterios-himnarios, cómico, breviario, ritual, homiliario, el porcentaje se eleva hasta el 50 %62. Biblioteca además rica en códices de la liturgia primitiva hispana63 o visigótica e igualmente de muy alto interés para los investigadores de la notación aquitana, de entre los que Vivancos ha destacado la importancia de los cinco manuscritos del siglo XI que aún se guardan en la biblioteca del monasterio de Silos64.

Librería pensada en este y en otros monasterios para garantizar las celebraciones litúrgicas de acuerdo a un orden y unas formas repetidos a lo largo de siglos, según lo que informan la escritura visigótica y la notación hispana, que sirvieron, aquella, para hacer permanente los textos de la liturgia; esta, para representar sonidos en tonos y melodías del rito. Dos sistemas de signos, alfabético el uno y musical el otro, que se complementaron y se convirtieron en solo uno en el imaginario o repertorio de elementos simbólicos de los manuscritos litúrgicos de las bibliotecas de las que el primer glosador del Penitencial se nutrió (en esta ocasión sí) para tomar las figuras y signos que enlazaron las glosas al texto que recogía las penitencias impuestas por los pecados cometidos. Y tal vez así ocurriera también con el copista que trasladó texto y glosas al Penitencial de Silos, porque aquel y este tuvieron que aprender en esos libros la liturgia de las horas y el canto, partes esenciales de la lectio divina65.

Susana Zapke, tras plantear la posibilidad de que los copistas de manuscritos no litúrgico-musicales desconocieran el contenido musical de los neumas, limitándose a dibujar el repertorio melódico de la notación hispana, defiende finalmente la idea de que los copistas fueran expertos en el manejo de diversos códigos escriturarios66. Y si esto fue así, el glosador del Penitencial necesariamente fue un hombre familiarizado con las fuentes litúrgicas, en contacto con ellas porque las manejaba en los ambientes y espacios que frecuentaba y en los que se repetía el usus u ordo monasticus, el esquema litúrgico, lo que le permitió conocer el alfabeto visigótico y los signos neumáticos de la notación hispana o visigótica. Códigos, alfabético y musical, cuya unidad fue paralela, como lo fueron “la estructura litúrgica y las fórmulas rezadas y cantadas de la liturgia hispana”67, que sería sustituida a finales del siglo XI por la notación romano-franca llegada desde la Aquitania francesa de manos de los cluniacenses68. El trazo firme de los signos neumáticos, sencillos y proporcionados, no lleva a pensar que fuera un simple imitador. Parece que, si así hubiera sido, habría trazado los signos de forma más torpe, con líneas vacilantes o titubeantes.

El glosador emplea como signos de llamada la práctica totalidad de los que tenía a disposición en la notación neumática de los códices litúrgicos-musicales en el momento en que se copió el texto del Penitencial y las glosas, en las décadas últimas, si no en la última, del siglo XI; aunque muestra una preferencia evidente por algunos de los neumas, que repite más frecuentemente. Signos en los que alternan los trazos quebrados, que originan ángulos agudos, con líneas verticales, curvas y en rizo, pero de trazo siempre firme69, renunciando a la cursividad que pueden mostrar cuando son empleados en la notación musical. Y podemos afirmar con rotundidad que en el Penitencial no se utilizaron signos de la notación aquitana, aunque sí

62. M.

C. DÍAZ Y DÍAZ, “El escriptorio de Silos”: Revista de Musicología, 15 (1992), pp. 389-401, en especial pp. 392-395.

63. M.

SÁNCHEZ MARIANA, “Los códices del monasterio de Silos”, p. 226.

64. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, “La biblioteca musical de Silos”, pp. 381-385.

65. R.

SÁNCHEZ DOMINGO, “El rito hispano-visigótico o mozárabe: del ordo tradicional al canon romano”, en El Patrimonio Inmaterial de la Cultura Cristiana, San Lorenzo del Escorial, 2013, pp. 215-236, en especial p. 221.

66. S. ZAPKE, “Sistemas de notación en la Península Ibérica: de las notaciones hispanas a la notación aquitana (siglos IX-XII)”, p. 224.

67. J.

MOLL, “La notación visigótico-mozárabe y el origen de las notaciones occidentales”, en I Congreso internacional de estudios mozárabes, Toledo, 1975. Ponencias y comunicaciones presentadas. Serie D, 1: Liturgia y música mozárabes, Toledo, 1979, pp. 257-272, en especial p. 265.

68. H.

GONZÁLEZ BARRIONUEVO, “Los códices ‘mozárabes’ del Archivo de Silos: aspectos paleográficos y semiológicos de su notación musical”: Revista de Musicología, 15 (1992), pp. 403-472, en especial p. 403.

69.

H. GONZÁLEZ BARRIONUEVO, “Algunos rasgos fundamentales de la notación ‘mozárabes’ del Norte”: Revista de Musicología, 20 (1997), pp. 37-49, en especial p. 44.

111

Texto Glosas v133.indd 111

05/10/2020 10:38:01

puntualmente en los márgenes del homiliario del códice, que Susana Zapke ya localizó en los folios 175v y 222v e interpreta como de cuidado trazo, acorde con el ductus general del códice.

Sabemos que esos testimonios de notación aquitana en el homiliario se añadieron con posterioridad a la redacción del texto y las glosas del códice. Lo sabemos no solo por los registros musicales, sino también por los alfabéticos, ya carolinos, que le acompañan.

Los neumas que empleó el glosador del Penitencial se han descontextualizado y han perdido el significado musical original, la función que tuvieron en los manuscritos litúrgico-musicales, y en esa transformación han perdido parte de la capacidad que pudieran tener de informar certeramente sobre cuándo y dónde pudieron escribirse. Pero el trazado de esos signos y figuras sí permiten aventurar que el glosador que los trazó (el primero que los trazó) estaba familiarizado y había asimilado los neumas de la notación hispana (como tuvo que hacer con el alfabeto de la escritura visigótica), de ahí que no se limite a repetir la simple grafía de los mismo, sino que modifique su trazado. Y esa modificación nos dice que quien pudo ser el glosador conocía las fórmulas y los signos musicales por tradición y transmisión del ordo monasticus y el canto hispánico en un monasterio en el que se utilizaron manuscritos con escritura y notación visigóticas en la liturgia70.

El glosador del Penitencial empleó prácticamente todos los signos neumáticos de la notación hispana o visigótica. El número de signos de llamada contabilizados, con las posibles omisiones, que las hubo, los errores que pudo cometer el copista al asignar al texto del Penitencial glosado una figura diferente a la de la glosa, la colocación de una figura en caja de escritura sin necesidad porque el término no se glosó, y sin considerar las figuras que por las condiciones del soporte no pueden verse, es de 393. La media de signos de llamada por folio es de 13, siendo los folios 317v y 321v los que cuentan con un mayor número de glosas, 20 cada uno de ellos; y el folio 310r el que tiene un número menor de glosas, una sola: “aut desse poncat”, puesto que el “rursus” que aparece en el margen derecho es en realidad un añadido, que cuenta, eso sí, con su signo, que remite al texto del Penitencial, que debía decir: “Si autem <rursus> conuersus”.

70 . I. FERNÁNDEZ DE LA CUESTA, “La irrupción del canto gregoriano en España. Bases para un replanteamiento”: Revista

de Musicología, 8 (1985), pp. 239-248, en especial p. 247.

112

Texto Glosas v133.indd 112

05/10/2020 10:38:02

No todos los signos se utilizaron en la misma proporción, el glosador mostró una clara preferencia por algunos de ellos. Preferencia que se hace patente al comprobar que cinco signos neumáticos o neumas empleados suponen el 52 % del total de los empleados para glosar y se utilizó cada uno en más de 30 ocasiones. Esos cinco signos paleográficos son: una de las formas o figuras de la clivis, otra del podatus, dos del porrectus y, en fin, el punctus, utilizado para escribir una nota aislada71. Veámoslo en la siguiente tabla: Signo

Neuma

Ocasiones de uso

Clivis

60

Podatus

39

Porrectus

36

Porrectus

33

Punctus

33

Siete de los signos neumáticos se utilizaron en más de diez ocasiones cada uno, lo que supone el 36 % del total de los empleados. Y son las figuras de los neumas siguientes: Signo

Neuma

Uso

Punctus

28

Podatus

26

Podatus

26

Torculus

20

Porrectus

17

Scandicus

17

Torculus

10

Otras siete figuras se emplearon en menos de diez y en más de una ocasión cada una, y representan el 11 % del total de los signos neumáticos. Son las figuras que pueden verse en la tabla que sigue: Signo

71 . E.

Neuma

Uso

Climacus

9

Clivis

8

Punctus

7

Climacus

7

Clivis

5

Porrectus

4

Torculus

3

CARDINE, Semiología gregoriana, p. 22.

113

Texto Glosas v133.indd 113

05/10/2020 10:38:02

Cinco figuras se usaron en una única ocasión, lo que supone el 1 % del total de los signos neumáticos empleados por el glosador. Son las siguientes: Signo

Neuma

Ocasiones de uso

Bipunctus

1

Trigon

1

Podatus

1

Torculus

1

Podatus

1

Los neumas (con algunas de sus diferentes formas y grafías) más usados por el glosador del Penitencial fueron el podatus y el porrectus, la clivis y el punctus, que suponen el 82,4 % del total.

II.4. El influjo Carolino. Presencia de la abreviatura

(uel)

Uno de los tres autores del presente trabajo fue el primero en llamar la atención sobre la presencia de la abreviatura insular-carolingia de uel en las Glosas Emilianenses y Silenses72. De hecho, y así lo explica en su estudio, fue la presencia de esta abreviatura el punto de arranque del que partió el análisis de la escritura de los glosadores emilianense y silense. En las Emilianenses la encontramos en la glosa 59, fol. 69v, de cuyo texto “nolite uos ocupare ad litigandum” “ocupare” es glosado al margen con “parare uel aplecare”; y en la glosa 107, fol. 73v, que dice “pauoroso uel temeroso” como sinónimos de la voz “terribilem” del texto. En las Silenses solo ocurre en la glosa 161, fol. 317r, en la que el verbo “excludi” es glosado como “separare uel laiscare”. Aunque la tinta en esta palabra está muy desvaída, gracias a las manipulaciones que

72. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Hacia una nueva visión de las glosas Emilianenses y Silenses”, pp. 99-100.

114

Texto Glosas v133.indd 114

05/10/2020 10:38:02

permite la excelente fotografía digital que nos ha servido la British Library, pudimos ver que el trazo vertical de la l va cruzado de una línea oblicua, descendente de derecha a izquierda.

Los paleógrafos españoles hemos sabido desde siempre que es abreviatura de origen ultrapirenaico, que aparece en León, Castilla y La Rioja a fines del siglo XI o principios del XII cuando se produce el cambio de rito (1081) y empiezan a entrar de forma masiva los libros litúrgicos en rito romano, proceso ayudado más tarde cuando se acuerda en León (1090) la adopción de la letra francesa para los libros litúrgicos en sustitución de la usual visigótica. De entre los paleógrafos hispanos el más explícito es A. Millares que dice al respecto: “Es probablemente de origen taquigráfico; fue usado en la escritura insular, de donde pasó al sistema abreviativo común” (entiéndase carolingio)73. En todos los manuales de paleografía españoles uel se incluye en el capítulo dedicado a las abreviaturas carolinas y no en el de las visigóticas. Pero además es doctrina compartida por todos los paleógrafos europeos, que saben de la importancia que tuvo la escritura insular en el desarrollo de abreviaturas especiales que conocieron un grandísimo éxito durante la Edad Media y la Moderna a partir de su adopción por la escritura carolina: = con, com; = enim; = esse; = est; = et; = uel; etc.74. Con estos antecedentes, no se creyó que fuese necesario insistir, con aporte de bibliografía, sobre el origen carolino y antes insular de la abreviatura uel. Era algo admitido y generalizado en los paleógrafos profesionales españoles, los que tienen que explicar la asignatura a sus alumnos. Así considerado, la presencia de la abreviatura de uel se constituía en un valioso elemento para datar a los dos glosadores, el de San Millán y el de Silos, en la parte final del siglo XI o, con margen temporal amplio, en la segunda mitad de la undécima centuria. Aunque de menor trascendencia, otro elemento es la aparición en el Homiliario del nexo st como en el “expoliastis” del f. 287r.

Algunas de las conclusiones del trabajo, y en particular la propuesta de situar las Emilianenses en la parte final del siglo XI, sentaron mal en círculos riojanos, anclados como estaban en la idea de que las Emilianenses eran de mediados del siglo X, de 960 concretamente, y constituían el testimonio más antiguo escrito de la lengua “castellana”. Y esta propuesta cronológica procedía nada menos que de D. Ramón Menéndez Pidal, el maestro indiscutido de los filólogos españoles del siglo XX. Fueron Claudio y Javier García Turza, buenos amigos de Ruiz Asencio, los encargados de dar respuesta al trabajo de este último (y conjuntamente al de C. Hernández Alonso) en una reseña-artículo aparecido en la revista Brocar75. Con respecto al uel, que es lo que ahora nos interesa, se preocuparon por reunir los testimonios que pudieron sobre su uso en tiempos anteriores, encabezando la lista una pizarra visigoda del siglo VII, con el propósito de demostrar que el conocimiento y uso de esta abreviatura era muy antiguo, anterior a la época de la introducción de la escritura carolina en los reinos hispánicos occidentales. Los testimonios aportados en este trabajo solo fueron dos y son los siguientes76: 1.- La pizarra 92, procedente de El Tiemblo (Ávila) o de Diego Álvaro (Salamanca), datada en tiempos de Chindasvinto (642-649), cuya fotografía se ha repetido, de suerte que es fácil de consultar77.

73. A.

MILLARES CARLO, con la colaboración de J. M. RUIZ ASENCIO, Tratado de Paleografía Española, p. 119.

74 . G.

BATTELLI, Lezioni di Paleografia, 3ª ed. Città del Vaticano, 1949, pp. 114, 174-176.

75. J. GARCÍA TURZA–C. GARCÍA TURZA, “La datación y procedencia de las Glosas Emilianenses y Silenses: anotaciones

críticas a los nuevos planteamientos”: Brocar. Cuadernos de Investigación Histórica, 19 (1995), pp. 49-64.

76. J. GARCÍA TURZA–C. GARCÍA TURZA, “La datación y procedencia de las Glosas Emilianenses y Silenses: anotaciones

críticas a los nuevos planteamientos”, p. 59.

77. A.

M. MUNDÓ MARCET, “Pizarra visigoda de la época de Khindasvinto (642-649)”, en Festschrift zu Bernhard Bischoff, Stuttgart, 1971, pp. 81-89; I. VELÁZQUEZ, Documentos de época visigoda escritos en pizarra (siglos VI-VIII), Turnhout, 2000, p. 102; IDEM, Las pizarras visigodas (Entre el latín y su disgregación. La lengua hablada en Hispania, siglos VI-VIII), Madrid, 2004, p. 339; IDEM, La escritura visigótica cursiva en su periodo primitivo, en J. ALTURO, M. TORRAS–A. CASTRO, A. (eds.), La escritura visigótica en la Península Ibérica: nuevas aportaciones, Barcelona, 2012, p. 19.

115

Texto Glosas v133.indd 115

05/10/2020 10:38:02

La pizarra es propiedad de la Universidad de Barcelona, y fue Maluquer de Motes quien la llevó allí y la cedió para su estudio a A. M. Mundó, que la dio a conocer en el homenaje a B. Bischoff de 1971. Ninguno de los que han seguido su transcripción78 (y Velázquez en todas las ediciones citadas) ha dejado constancia de las dudas que tuvo Mundó, que era un buen paleógrafo, de los formados a la antigua, sobre el uel en cuestión, empezando porque la transcripción de uel fue seguida de un signo de interrogación: línea 2: “[…] uicari amarani (ue)l (?)”. En las observaciones que hace Mundó a esa la línea 2 apunta, sin mucho convencimiento, que la l partida podría ser abreviación de “leuite”, pero luego “Me parece más lógico ver en este signo la abreviatura (ue)l, aunque confieso que no conozco ejemplos hispanos tan antiguos de esta abreviatura”79.

Isabel Velázquez ha tomado y reproducido la transcripción de Mundó en todas las ediciones que ha hecho de la pizarra 92, con la única e importante novedad de señalar, en contra de la opinión de Mundó, que para ella la inscripción está cortada en toda su parte derecha.

El único que ha propuesto una lectura diferente del uel ha sido J. A. Fernández Flórez en su intervención en aquel buen congreso que el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua organizó en El Burgo de Osma el año 2004, seguida de un animado debate80.

Advierte que el signo de uel no se vuelve a repetir en las pizarras publicadas por Velázquez, pero sí aparece el mismo signo del uel, en definitiva una especie de cruz, en la pizarra n.º 54 y allí ha sido leído como “In”. Otra posibilidad, aunque más débil, es que estemos ante una (cruz) validadora, pero esta segunda interpretación no es tan asumible por el lugar del documento en que se encuentra; otro caso hubiera sido de aparecer al final de la pieza entre los testigos del negocio jurídico. Últimamente Velázquez ha vuelto a reconsiderar el tema reconociendo que la propuesta de Fernández Flórez podría ser viable, ya In, ya (signum), pero con preferencia la primera.

Sin embargo, la transcripción que ofrece del signo en esta edición de 2012 sigue siendo uel81.

Pero veamos lo que nos dice una aproximación paleográfica al signo, aprovechándonos de las buenas fotografías que tenemos a nuestro alcance. La pretendida uel se forma con una línea vertical cruzada por una horizontal de cierta convexidad. El trazo vertical termina en un pequeño desconchón circular no producido por la mano del hombre (aparecen otros más) y de su parte inferior no sale ningún trazo a la derecha, corto o largo, para formar la l.

Ítem más. En el estudio que Isabel Velázquez hace de la escritura de las pizarras, todas las formas alfabéticas de la l tienen forma de L mayúscula, es decir, línea vertical, prolongada en su base con una línea horizontal a la derecha. Así aparecen en los dibujos que elabora de las formas alfabéticas para los siglos VI y VII y en el alfabeto de la pizarra de Diego

78. A.

CANELLAS LÓPEZ, Diplomática hispano-visigoda, Zaragoza, 1979, p. 198, n.º 119a.

79. A.

M. MUNDÓ MARCET, “Pizarra visigoda de la época de Khindasvinto (642-649)”, p. 83.

80. J. A. FERNÁNDEZ FLÓREZ, “Las pizarras visigodas y otros textos coetáneos: algunas cuestiones paleográfico-diplomáti-

cas”, en El primitivo romance hispánico, Salamanca, 2008, pp. 106-107.

81. I.

VELÁZQUEZ, La escritura visigótica cursiva en su periodo primitivo, pp. 17-19.

116

Texto Glosas v133.indd 116

05/10/2020 10:38:02

Álvaro82. Y no hay novedades al respecto en los alfabetos de todas las pizarras datadas que publica en sus Documentos de época visigoda83. Todos, repetimos, tienen forma de L mayúscula. En las diez pizarras que, procedentes de San Martín del Castañar y de Mogarraz (Salamanca), publicó Ruiz Asencio en 199384 (han sido reproducidas por Velázquez85), aparecen seis l, todas con línea horizontal de prolongación, y las lecturas son seguras: cartola, kalendas, Cicilius, etc. [Advertimos que en la pizarra VII aparece el nombre Emilius con una l compuesta por un solo trazo vertical]86. En la pizarra con inicios de Credo que di a conocer en 2004, se contienen cuatro l, todas ellas con trazo a la derecha en la base de la vertical87.

Otro ítem más para terminar con la pizarra 92. En la propia pizarra, en la línea 17, la penúltima, nos encontramos con otra l en la palabra “ranulf[us]” (nombre de persona). La l tiene forma de L mayúscula grande, cuyos trazos vertical y horizontal presentan ligeras ondulaciones.

Por tanto, la lectura correcta de la pizarra 92 no es uel, sino In, la propuesta por Fernández Flórez. Hay que descartar por su posición que estemos ante un (signum) validatorio.

2.- En esta reseña-artículo de la revista Brocar, los hermanos García Turza adujeron la aparición de un segundo caso de uel carolino en el manuscrito 46 de la RAH, datado con seguridad en el año 964, en el fol. 109r, en que “ortum” es glosado como “generatum uel natum”.

Pasados los años, Claudio García Turza volvió, esta vez sin la colaboración de su hermano Javier, sobre el asunto del uel en su edición de las Glosas del códice Albeldense aportando nuevos casos, expuestos todos en las páginas 27-2888. Entre ellos indica otro más procedente del códice RAH, n.º 46, que ya había sido publicado con un excelente estudio y transcripción completa, acompañada de un buen facsímil fotográfico, por Claudio y Javier García Turza en 1997. Estaba en el fol. 151r, glosa que habría que leer así: “Sychem hec Sicima, nun<c> Necapo[lis] uel ciuitatem Samaritanorum”89.

(El Paris, N.a.l., 2177, un Homiliario del siglo XI, f. 269, dice: “Sicen, ciuitas Iacob, nunc Neapolis dicta, iuxta sepulchrum Ioseph, ubi nunc est ecclesia fabricata ex latere montis Garizim”, reproducido por Millares90. Se encuentra próxima a la actual población palestina de Nablus). Pero estamos ante un lapsus del autor porque el uel de la

82. I.

VELÁZQUEZ, Las pizarras visigodas. Edición crítica y estudio, Murcia, 1989, p. 110.

83. I.

VELÁZQUEZ, Documentos de época visigoda escritos en pizarra (siglos VI-VIII), pp. 29-31.

84. J. M. RUIZ ASENCIO, “Nuevos hallazgos de documentos visigodos en pizarra”: Archivos leoneses, 93-94 (1993), pp. 9-42.

85. I.

VELÁZQUEZ, Documentos de época visigoda escritos en pizarra (siglos VI-VIII), n.os 107-114.

86. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Nuevos hallazgos de documentos visigodos en pizarra”, p. 15 (cuadro alfabético).

87.

J. M. RUIZ ASENCIO, “Pizarra visigoda con Credo”, en Escritos dedicados a José María Fernández Catón, vol. 2, León, 2004, pp. 1317-1328.

88. C.

GARCÍA TURZA, Las Glosas del códice Albeldense (Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, Ms. D. I. 2). Edición y estudio, Logroño, 2003, pp. 27-28.

89. C. GARCÍA TURZA–J. GARCÍA TURZA, Fuentes españolas altomedievales. El códice emilianense 46 de la Real Academia de

la Historia, primer diccionario enciclopédico de la Península Ibérica. Edición y estudio, Madrid-Logroño, 1997.

90.

A. MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos. Edición preparada por M. C. DÍAZ Y DÍAZ, A. M. MUNDÓ, J. M. RUIZ ASENCIO, B. CASADO QUINTANILLA y E. LECUONA RIBOT, Las Palmas de Gran Canaria, 1999, n.º 265, p. 242.

117

Texto Glosas v133.indd 117

05/10/2020 10:38:02

frase no es el carolino sino el tradicional visigótico de uel. Puede que estemos ante un caso de traspapelado de ficha y que, en realidad, se encuentre en otro asiento del gran glosario RAH, n.º 46; pero confesamos que no nos hemos sentido con humor para revisar las más de 20 000 entradas que tiene el manuscrito. Sabemos que este códice 46 de la RAH fue copiado de un manuscrito procedente de Centroeuropa, por lo que no es de extrañar la aparición de soluciones gráficas carolinas. El uel que usa de forma generalizada es el visigótico, abreviado o sin abreviar, pero también encontramos la forma más antigua conocida del uel, que es una u con signo de abreviación encima: fol.

64r: Finitimi / accole, uicini, proximi. confines uel unius tribus”; fol. 119v: pręceps / pusillus uel temerarius”, etc.

3.- Entre las 140 glosas que contiene el famoso códice Albeldense, hay una, la 70, fol. 189v, donde como sinónimo de “Iurgium” se encuentra escrito en el margen “litem uel rixa”. Esta valiosa aportación fue seguida de conclusiones de orden paleográfico que no se sostienen. García Turza considera que este hallazgo tiene un valor especial porque está escrito por la mano de uno de los autores del manuscrito (Vigila o Sarracino) o por una mano coetánea. He aquí la reproducción de la glosa 70:

Pero la conclusión de Claudio García Turza no se sustenta en un fundamento firme. La excelente fotografía que aporta de la glosa 70 –todas las del libro lo son– pone de manifiesto además, sin lugar a dudas, que el uel de la glosa es de mano distinta de la que escribe litem y rixa, por lo que no se le puede atribuir a los años 974-976, sino a fecha posterior. Basta la comparación de la l de uel con la l de litem para percatarnos de que estamos ante manos distintas: el color de la tinta es diferente, menos intenso en la l de uel; la l no se escribe en la misma línea de litem, sino algo más abajo; el ataque superior del astil de la l de litem lo hace en forma de pico, mientras que la l de uel es rematada por una sencilla y ligera línea oblicua; y la base inferior de la l de litem presenta una curva abierta mientras que en la del uel ofrece un ángulo más acusado.

Es evidente que el uel es un añadido posterior de otra mano. Sería lícito pensar que su autor debe ser otro de los varios glosadores que intervienen en el códice (nos hubiera gustado que se hubiera incluido una relación de los mismos y estudio de sus escrituras). Por ello, hemos procedido a revisar todas las glosas, revisión que ha puesto de manifiesto que, entre otras, las que llevan los n.os 96 (Iugulauit), 98 (placat) y 103 (ualde) tienen la misma l.

En la división que hace García Turza, estas glosas forman parte del grupo IV, en el que interviene una sola mano, que tiene rasgos de influjo carolino, como la presencia del nexo carolino st de potest en la glosa 97 (sin olvidar la de la g de progenie en la 88), lo cual –dice– 118

Texto Glosas v133.indd 118

05/10/2020 10:38:02

“lleva a retrasar la escritura de estas anotaciones, según lo manifestamos antes, al periodo de penetración de la letra carolina en el territorio riojano, es decir, al último tercio del siglo XI”91. Por tanto, el uel de la glosa 70 no es de 974-976, sino un añadido del último tercio del siglo XI. 4.- Añade García Turza otro caso más de uel, procedente en esta ocasión de un manuscrito de San Millán (RAH, ms. 5) que contiene unos Moralia in Iob de san Gregorio.

El códice es de fines del siglo X o comienzos del siguiente. (Está reproducido en la Biblioteca digital de la Real Academia de la Historia). La glosa se encuentra en el intercolumnio del folio 7v y dice: “Sinodale / congratio (sic) senum, cetus uel comitatus”92. La mano que escribió esta glosa es del siglo XI. Aprovecha también Claudio García Turza dos obras de M. Vivancos para entresacar tres uel carolinos de dos manuscritos silenses y de uno caradignense.

5.- Uno es el magnífico ms. n.º 1 del monasterio de Silos, un Smaragdo, In regulam sancti Benedicti, datado en el año 945 su segunda parte, mientras que la primera (ff.

1-177r) es de época anterior. En la glosa 1438 (f. 76r) la palabra “affectionem” va glosada por una mano posterior con un “uel dilectionem”. Para Vivancos la glosa hay que situarla a fines del XI93.

6.- El segundo manuscrito es el British Library, Add. 30851, un Himnario. Millares lo sitúa en el siglo XI94 y Vivancos, a mediados del siglo95. Las glosas del salterio fueron introducidas por una mano carolina de mediados del XII, aunque hay cuatro anteriores (37, 38, 40 y 92) en visigótica; las glosas 38 y 40 tienen uel tradicionales. Las del himnario están realizadas por cuatro o cinco manos, y una de las últimas utiliza con frecuencia, aunque no exclusivamente, la l partida con valor de uel. Por ejemplo, en el folio 132r, línea 6, aparece “piamina / ablutiones uel peccata”96. Estamos, pues, ante un glosador que usa el uel de forma bastante sistemática, y no, como ocurre en los otros que estamos viendo, de forma muy esporádica, una o dos veces a lo largo de su tarea en el manuscrito. Un glosador usa con frecuencia a carolina a principio de palabra y hay que datarlo a fines del XI. 7.- La tercera aparición del uel se encuentra en el ms. British Library, Add. 30055, un Codex regularum, procedente de San Pedro de Cardeña, datable en fines del X-principios del XI97 o mitad del siglo X98 (Vivancos 1995: p. 169), aunque debe ser anterior porque el escriba no distingue ti de tj. Se encuentra un uel carolino en la parte que dedica a la regla de San Benito (ff. 194-221v), en concreto en la glosa 306, f. 219v: emulationes / inuidie uel sectationes99. Todas las glosas del códice son de la segunda mitad del XI.

91. C.

GARCÍA TURZA, Las Glosas del códice Albeldense (Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, Ms. D. I. 2). Edición y estudio, p. 29.

92 . La 93.

transcribe mal Millares en A. MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, n.º 176, p. 123.

M. C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del Monasterio de Santo Domingo de Silos, p. 312.

94 . A.

MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, n.º 115, pp. 87-88.

95.

M. C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del Monasterio de Santo Domingo de Silos, p. 114.

96.

M. C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del Monasterio de Santo Domingo de Silos, p. 513; A. MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, n.º 115, p. 108, aportan fotografía del citado folio.

97. A. 98.

MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, n.º 115, p. 108.

M. C. VIVANCOS GÓMEZ, “Glosas de los manuscritos visigóticos españoles”: Archivum latinitatis Medii Aevi, LIII (1995), pp. 153-186, en especial p. 157.

99. Ibidem,

p. 169.

119

Texto Glosas v133.indd 119

05/10/2020 10:38:02

En este mismo trabajo Vivancos señaló que entre las 308 glosas aparecían cinco que consideraba romances, dignas de ser estudiadas por filólogos100. Estas glosas volvieron a ser expuestas y estudiadas unos años más tarde y son las siguientes:

Glosa 37, f. 202v Glosa 184, f. 209v Glosa 228, f. 210v Glosa 239, f. 210v Glosa 251, f. 213v

restat / supra iet adquiritur / akaptare constituitur / posita iet persuadere / cohortari, procurari, accaptare solito / usado101

El folio 210v está reproducido por Millares, Corpus, II, n.º 108, p. 101. La glosa 239 se lee completa, pero la n.º 228 solo se lee “pos” porque la fotografía se editó cortada en su parte derecha.

Las soluciones supra iet y posita iet nos llevan inevitablemente a emparejarlas con las que presentan Emilianenses y Silenses, las cuales, como hemos repetido, también presentan uel carolino. Emilianenses: f. 72r (glosa 89) “Cono aiutorio... dueno get ena honore”; f. 72v (glosa 93) “data iet”; f. 75 (glosa 117) “dulce iet”; f. 87v (glosa 138) “tu elisco ies”. Silenses: f. 32v (glosa 273) “ke iet”; f. 321r (glosa 278) “ke iet menos”; f. 322r (glosa 317) “mandatu iet”. Vivancos nos recuerda que el verbo “akaptare” aparece en BL, Add. 30851, códice silense: Glosa 1636, f. 156r, como sinónimo de “accipere”102. ¿Podemos pensar que las glosas romances a la riojana podían interesar y ser entendidas por algunos monjes de Cardeña a fines del siglo XI? Creemos que el tema puede tener una explicación más sencilla. El glosado de una Regla de san Benito de un códice antiguo, pues se remonta a la primera mitad del siglo X, se entendía como una tarea útil para que la comunidad monástica pudiera interpretar mejor la regla por la que se regía.

El camino más fácil no es glosar el libro partiendo de nada, sino hacerse con un códice que contuviera la regla de san Benito con las glosas incorporadas. La elección se hizo de un ejemplar elaborado en la Rioja (San Millán, con preferencia) que tenía unas pocas glosas en el romance de la región y que también contenía un uel abreviado a la carolina, semejante a los códices que portan las Emilianenses y las Silenses. Entraría en liza el gran monasterio de Cardeña, cuyos contactos con La Rioja recién recuperada del Islam en 923 son tan evidentes como para mantener que a ella se debe la fundación del Albelda benedictino103. Y los contactos debieron mantenerse por mucho tiempo a pesar de estar cada monasterio en un reino distinto, hasta 1076, cuando La Rioja se incorpora a la Corona de Castilla. Estos contactos justifican el intercambio de manuscritos. Uno con glosas riojanas, según la terminología de don Ramón, pudo llegar a Cardeña y fue el modelo copiado para las glosas de la Regla de san Benito. * * * Es hora de hacer recapitulación de cuanto hemos dicho hasta aquí sobre los uel. Hay que descartar el uel de la pizarra visigoda n.º 92 por tratarse de un error de transcripción de Mundó, aceptado por cuantos han vuelto a editar la pizarra.

100 . Ibidem,

pp. 158-159.

101. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, “De nuevo sobre la cronología de las glosas silenses”, en El Cid, poema e historia: actas del Congreso Internacional: (12-16 de julio, 1999), Burgos, 2000, pp. 316-319, en especial p. 314.

102. ID., 103.

Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del Monasterio de Santo Domingo de Silos, p. 314.

J. M. RUIZ ASENCIO, “Cardeña y Albelda: el pacto monástico de 921”, en J. A. BARTOL HERNÁNDEZ–J. M. RUIZ ASENCIO (eds.), El Cartulario Gótico de Cardeña. Estudios, Burgos, 2018, pp. 13-40.

120

Texto Glosas v133.indd 120

05/10/2020 10:38:02

El uel de la glosa 70 del Albeldense hay que pasarlo al último tercio del siglo XI, es decir contemporáneo en sus glosas del RAH 5 (San Gregorio, Moralia in Iob), Silos 1 (Smaragdo, In regulam sancti Benedicti), BL, Add. 30851 (Himnario) y BL, Add. 30055 (Regula sancti Benedicti). Todos ellos tienen glosas del siglo XI, la gran época del añadido de glosas a manuscritos antiguos o recientes.

El único ejemplar que se mantiene en el siglo X, en el año 964, es el RAH 46, un gran diccionario enciclopédico, como lo califican sus editores. Pero no existe la menor duda de que el exemplar que sirvió de modelo es de origen centroeuropeo y escrito en carolina, y en el que se usa para uel la forma antigua (ū), la irlandesa (ł) y la más extendida por toda Europa que fue la visigótica/beneventana de uel (ūl). No representa ninguna sorpresa que el monje copista de San Millán que trasladó el gran glosario se distrajera alguna vez y copiara el uel tal como aparecía en el exemplar, ya ū, ya ł.

Poco menos que inexplicables son las idénticas propuestas de García Turza y Velázquez Soriano de que el uel de la glosa 70 del Emilianense y el de la pizarra 92 permiten pensar que estamos ante una abreviación de origen hispánico. Claudio García Turza dice: “El nuevo testimonio del Albeldense, conocida la fecha inequívoca de su transcripción (a. 974-976) y el lugar exacto de su copia (el monasterio de San Martín de Albelda), invita particularmente a replantearse y a debatir más en profundidad la atribución de influencias foráneas carolinas a los signos abreviativos como este. Máxime si se tiene en cuenta, insisto, el papel decisorio que se ha atribuido recientemente a tal abreviatura uel en la datación más tardía (entre 1070-1074 y fines de siglos XI) tanto de las Glosas Emilianenses como de las Silenses”104. Cita a Ruiz Asencio, a Díaz y Díaz y a M. Vivancos, por ese orden.

En la edición de las pizarras del Instituto Castellano y Leónes de la Lengua, muy valiosa por cuanto en ella se aporta una traducción castellana de textos latinos casi ininteligibles, Isabel Velázquez dice por su parte: “Creo que puede defenderse la presencia de esta abreviatura [uel], que supondría una temprana documentación de la misma. Admitida también por Mundó en su edición de la pieza, creo que contribuye de forma decisiva a la necesidad de replantear que el origen de la misma sea de influencia carolina, como se ha defendido en algunas ocasiones (Ruiz Asencio, Díaz y Díaz y Vivancos). El testimonio de la pizarra, junto a otros más tardíos de manuscritos silenses y emilianenses, en varias glosas, incluida la glosa 70 del Vigilano (Esc. D.I.2), recientemente estudiada por García Turza, aboga por un origen peninsular de esta abreviatura, en absoluto carolino”105.

Para dar respuesta a estas dos coincidentes propuestas sobre el origen hispano de uel y rematar esta ya larga disquisición sobre el uel carolino debemos traer a colación la doctrina de uno de los grandes paleógrafos europeos de fines del XIX y principios del XX, gracias al cual y a su esfuerzo titánico, sabemos desde 1915 todo –o casi todo– lo que deberíamos saber sobre las tres distintas formas de uel usado en la Europa altomedieval hasta el año 850. Me estoy refiriendo al trabajo de W. M. Lindsay, Notae Latinae. An Account of Abbreviations in Latin Mss. Of the Early Minuscule Period (c. 700-850), publicada en Cambridge en 1915.

Una discípula –creemos– de Lindsay, Doris Bains, amplió el marco cronológico hasta el año 1050106. Ambas obras fueron publicadas juntas en un mismo volumen por Georg Olms Verlagsbuchhandlung en edición facsimilar (Hildesheim, 1963). De las Notae Latinae hay varias reimpresiones facsimilares.

104. C.

GARCÍA TURZA, Las Glosas del códice Albeldense (Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, Ms. D. I. 2), Edición y estudio, p. 28.

105. I. VELÁZQUEZ, Las pizarras visigodas (Entre el latín y su disgregación. La lengua hablada en Hispania, siglos VI-VIII), p. 341.

106 . D.

BAINS, A supplement to ‘Notae Latinae’: Abbreviations in Latin mss. of 850 to 1050 A. D., Cambridge, 1936.

121

Texto Glosas v133.indd 121

05/10/2020 10:38:02

La obra de Lindsay, que tiene en el título un modesto An account, se basa en la consulta y estudio de más de mil códices datados entre 700 y 850, cada uno de los cuales fue escrupulosamente leído y entresacadas todas sus abreviaturas para estudiarlas una a una con la cita de todas sus apariciones en los manuscritos. A la abreviatura del uel/uelut se le dedican las páginas 310 a 316, subdivididas en los párrafos 396 y 402.

La forma más antigua de abreviar uel es con una simple ū con una línea de abrevación encima. Hay ejemplares que usan simultáneamente la ł (uel) y la ūl (uel). Señala que un ejemplo visigótico (Berna A92, frag. 3, glosario del siglo IX) emplea la solución antigua. Acabamos de ver que también se encuentra en el RAH, n.º 46.

La segunda abreviatura es la uel, propia de la escritura insular, que se usa en las Islas Británicas inicialmente en códices y documentos desde el siglo VIII para expandirse luego por todo el imperio carolino.

La abreviación típica visigótica y también beneventana es uel, que ya ostentan ejemplares como el R.II.18 de El Escorial (siglo VIII) y el beneventano París 7530 (fines del VIII). Lindsay llega a afirmar que los códices españoles y los del Sur de Francia no utilizan uel, sino siempre uel. (El ms. París 8093 tiene un uel, pero es de un corrector que usa la carolina). En el resto de Francia hay escriptorios que solo emplean uel, como Corbie, mientras que otros solo emplean uel, o bien simultanean ambas soluciones. Igual situación que en el resto del continente ocurre en Italia del Norte.

Por su parte, Bains llega a las siguientes conclusiones para el periodo 850-1050 (pp.

45-50). 1.- El viejo ū no es usado, salvo en dos manuscritos. 2.- uel es el único que admite la escritura insular, salvo contadas excepciones. 3.- En beneventana y visigótica se usa siempre uel, salvo rarísimas excepciones. 4.- En algunos manuscritos continentales se usan uel y uel de forma simultánea y en otros solo uel.

En consecuencia uel es una abreviatura insular en su origen que se incorpora, como tantas otras abreviaturas, a los usos escritorios del Imperio carolingio. Las dos apariciones en las glosas Emilianenses y la única en las Silenses se producen en el periodo inicial del influjo de la carolina en la escritura visigótica (último cuarto del XI–principios del XII).

Por fin, un uel en un documento. El uel de Eslonza Todos los testimonios citados del uel –salvo el pretendido de la pizarra 92– se encuentran en códices que contienen glosas, ninguno hasta ahora ha sido encontrado en documentos visigóticos. Fernández Flórez y Vivancos confiesan que no se han tropezado con él en ningún momento.

En nuestra trayectoria de editores de documentos y de revisores de nuestros discípulos solo hemos hallado un uel carolino y en el fondo de San Pedro de Eslonza (León). Se trata de una donación que hace Polemia al monasterio el 17 de abril de 954 de una villa en el territorio de Sollanzo, a orillas del Esla107. Se trata de un original en visigótica documental redonda, con algunas letras, como la a, g, t en forma de beta invertida, escritas a veces con su forma cursiva y con muy pocas abreviaturas, entre las cuales se encuentra uel. El engrosamiento que presentan los astiles y el caído final de m, n, h, i con muy poco desarrollo a la derecha o cayendo verticalmente son propios del siglo X, todo lo cual excluye que estemos ante una copia. El documento ya atrajo nuestra atención porque en su dorso aparece una verdadera nota dorsal, escrita por el mismo escriba del documento –algo muy raro en el Reino de León– conteniendo el nombre de la autora y el de todos los testigos: “Polemia, Didaci, Placenti, Habce, Guimara, Abline, Arbano, Seuero, Heirete”108.

107. J. M. RUIZ ASENCIO–I. RUIZ ALBI, Colección documental del Monasterio de San Pedro de Eslonza. I (912-1300), León,

2007, doc. n.º 26, pp. 99-100.

108.

J. M. RUIZ ASENCIO, “Notas sobre el trabajo de los notarios leoneses en los siglos X-XI”, en Orígenes de las lenguas romances en el Reino de León (siglos IX-XII), León, 2004, I, p. 97.

122

Texto Glosas v133.indd 122

05/10/2020 10:38:02

El uel carolino se encuentra en la línea 12, en un párrafo en el que se contiene la salida de la heredad de la hasta entonces propietaria y su entrega al monasterio, de forma que de ella puede hacer o deshacer lo que quiera: “et quicquit de illut uoluerit facere uel sfacere... liberam... abeatis potestatem”. He aquí la imagen fotográfica del uel, haciendo notar que la línea horizontal de izquierda a derecha es sustituida por una línea oblicua descendente de arriba hacia la izquierda, pero rebasando poco el astil. Está claro que el sentido pide uel y no otra lectura. Ya lo transcribió así el P. Juan Benito Guardiola (h. 1536-1600) en la copia en papel que hizo del documento, la cual se conserva junto al original (AHN, Clero, Eslonza, carp. 957/7), y, por supuesto, Vignau (1885, n.º 207, pp. 340-341).

AHN, Clero, Eslonza, carp. 958/9 La presencia de un uel carolino en el RAH 46 puede explicarse porque el exemplar que copiaba estaba en letra carolina. No ocurre lo mismo en este caso único de Eslonza, el de un clérigo-notario que, por modestia o ignorancia, no ha querido dejarnos escrito su nombre en el pergamino. Probablemente fuese un monje del monasterio de San Pedro. Aunque la información sobre los once libros de su biblioteca es posterior, del año 1099109, gracias a una nota en el dorso de un pergamino podemos sospechar que en 950 (doc. n.º 24, pp. 94-95) poseía una buena librería como denota la posesión de unas Leges Visigothorum, una obra jurídica importante pero no tan necesaria para la comunidad monástica; hemos de suponer que si llegaron a comprarlo o mandarlo copiar es porque ya estaban atendidas sus necesidades de libros litúrgicos y espirituales.

Lo que importa es que nos ha dejado testimonio evidente de que en el año 954 él conocía una manera de abreviar distinta de la que era usual en su tiempo y que había aprendido él o su maestro de códices ultrapirenaicos que circulaban por el Reino de León en el siglo X. Otro códice con muchos uel Ch. U. Clark en su Collectanea hispanica (París 1920) nos señala la aparición de un uel carolino en el manuscrito visigótico de la Catedral de Toledo 99.30, formado por textos gramaticales de Donato, Prisciano y Servio110. La información gráfica la obtuvo de la lámina XVI del libro de P. Ewald–S. Loewe, Exempla scripturae visigoticae, Heidelberg, 1883. En realidad no se puede hablar de un uel, sino de muchos. En la lámina publicada por Ewald–Loewe hemos contado en una lectura rápida más de veinte apariciones de la abreviatura carolina, usada tanto en el texto como por el glosador latino. Existen también glosas de árabe tal vez coetáneas de las latinas, causando la impresión de que ambas están escritas con la misma pluma y tinta. Sobre la datación y origen del manuscrito hay una gran división de opiniones entre los paleógrafos, que lo llevan desde el siglo IX111, XI112 hasta final del siglo XII113. Son varias las manos que intervienen en el manuscrito. Paleográficamente la escritura que ostenta el f. 17 de ninguna manera

109. J.

M. RUIZ ASENCIO–I. RUIZ ALBI, Colección documental del Monasterio de San Pedro de Eslonza. I (912-1300), doc. n.º 71, pp. 182-187.

110. Ch. 111. A.

U. CLARK, Collectanea hispanica, pp. 99.

MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, n.º 328, p. 288.

112. M. C. DÍAZ Y DÍAZ, “La circulation des manuscrits dans la Péninsule Ibérique du VIIIe au XIe siècle (à suivre)”: Cahiers

de civilisation médiévale, vol. 12, n.º 47 (1969), pp. 219-241, en especial p. 230

113. A.

M. MUNDÓ, “La datación de los códices litúrgicos visigóticos toledanos”: Hispania Sacra, XVIII (1965), p. 15.

123

Texto Glosas v133.indd 123

05/10/2020 10:38:02

puede ser de finales del siglo XII, sino claramente de fines del IX o comienzos del X. Que el folio 17 sea palimpsesto, es un rasgo más a favor de su antigüedad, pues son muy frecuentes en el siglo IX en los ámbitos mozárabes. El escriba no hace la distinción ti/tj. La mano del glosador usa una cursiva visigótica mozárabe y las glosas en árabe, pueden considerarse como algo ya anacrónico a fines del XII. En definitiva, este códice es una pieza interesante, merecedora de una monografía.

En cuanto a la procedencia todo apunta a un scriptorium catalán, de donde pasó a una institución mozárabe (Córdoba o Toledo) donde le añadieron glosas y notas. El origen catalán justifica la aparición de a carolina usada con frecuencia y soluciones de abreviación propias de la carolina como p = per; uº = uero; pº = pro (pºferant), qº = quo; o ł = uel; etc. Esta procedencia catalana le resta todo valor para el estudio de uel en tierras castellanas y riojanas. Manifiesta este códice la situación en Cataluña del paso de la visigótica a la carolina durante el siglo IX114, una situación muy semejante a la que va a ocurrir en los Reinos occidentales peninsulares a fines del XI y comienzos del XII. En ambos momentos el cambio se inicia con la adopción de parte del sistema abreviativo ultrapirenaico, en especial, las letras sobrepuestas.

Tengo la certeza de que en un futuro inmediato aparecerán más uel carolinos en códices y documentos visigóticos, pero téngase presente que el número de los que se reúnan será insignificante frente a los miles (millones, si contamos los diplomas) de uel abreviados a la española.

II.5. La epístola Sancti Saluatoris o del precepto dominical

Ya hemos visto que para la datación del Penitencial que contiene las glosas silenses tiene un valor determinante la aparición en el Homiliario de la Epistola Sancti Saluatoris y la anotación al final de ella de que un obispo de Nîmes llamado Pedro fue quien la descubrió sobre el altar de San Baudilio cuando estaba en vela a media noche a causa de sus pecados. Ese valor ya lo reconocieron, como hemos visto, los primeros que estudiaron el códice, pero desde los trabajos de Delahaye y Leclercq parece que se impuso la idea de que fue un monje de Silos el que inventó la epístola y el nombre del descubridor y que, por tanto, carecía de valor como elemento datador. Otra parte de estudiosos, encabezada por Menéndez Pidal, siguió el camino de marginar epístola y obispo, como si no existieran. Debemos señalar que estos detractores de la historicidad del obispo Pedro [Ermengaud] no expusieron ningún argumento, por mínimo que fuera, en favor de su idea de que la epístola fue fabricada en Silos y de que el monje falsario poco menos que tuvo suerte cuando se inventó un nombre que resultó como por casualidad coincidir con un prelado que efectivamente rigió la diócesis de Nîmes entre 1080 y 1090. No entendemos bien cómo un investigador de la categoría de Leclercq pudo rechazar la historicidad de Pedro Ermengaud, olvidando el adagio latino “contra facta non valent argumenta”. Si una fuente, aunque sea una falsificación de un fraile superchero, nos habla de un obispo que realmente existió, hay que concluir que se escribió mientras vivió como obispo (1080-1090) o mejor tras su muerte. Las páginas que siguen van a tratar de la epístola del obispo, dando cumplimiento a un deseo que uno de nosotros expresó hace tiempo de la necesidad de dedicar una pequeña monografía a Pedro Ermengaud115.

114. A.

M. MUNDÓ–J. ALTURO, “La escritura de transición de la visigótica a la carolina en la Cataluña del siglo IX”, en Actas del VIII Coloquio del Comité Internacional de Paleografía Latina, Madrid, 1990, pp. 131-138.

115. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Códices pirenaicos y riojanos en la Biblioteca de Silos en el siglo XI”, en Silos. Un milenio: actas del Congreso Internacional sobre la Abadía de Santo Domingo de Silos, Vol. 2 (Historia), Burgos, 2003, p. 192.

124

Texto Glosas v133.indd 124

05/10/2020 10:38:02

En el folio 231r del Homiliario se interrumpe la copia de las Homilías Toledanas insertando un “Finit, Deo gratias, amen”. Se copian a continuación tres epístolas ajenas, que llegan hasta el folio 238v. Las dos últimas son de san Agustín (In diem Sancte Eulalie y De ascensione Domini). La primera empieza: “Comienza la epístola del Santo Salvador que fue enviada por Dios y encontrada sobre el altar de San Baudilio de la ciudad de Nîmes”. El que encuentra la maravillosa epístola es un obispo de Nîmes llamado Pedro, como se dice al final de la misma (ff. 232r-v): “Así pues juro yo, Pedro, obispo de la ciudad de Nîmes, a todos los que leyeran esta epístola, por el crucificado Señor nuestro Ihesu Christo, hijo de Dios, del Padre omnipotente, de la inseparable Trinidad y los cuatro santos evangelios, que no es esta epístola aumentada o disminuida por ningún hombre, sino por el Señor Dios enviada al sacrosanto altar de San Baudilio en la ciudad de Nîmes. Y mientras yo estuviese en vela a media noche a causa de mis malos pecados, oí esta voz y encontré esta epístola”.

La carta del precepto dominical ha tenido larga vida y conocido una difusión extraordinaria en el mundo cristiano desde el siglo VII, en textos en latín, griego, armenio, siriaco, árabe, etíope, etc. y en las principales lenguas europeas. En Rusia se ha estado publicando como impreso hasta comienzos del XX. En ciertos ámbitos se llegaba a admitir que había sido redactada por Cristo mismo en letras de oro o con su propia sangre, llevada a la tierra por el arcángel san Miguel o caída del cielo sobre la tumba de san Pedro en Roma o en Jerusalén o incluso en Belén. La bibliografía sobre el tema es muy extensa y de calidad. Para nuestro propósito bastaría el buen artículo de E. Renoir116, que hace relación de diecisiete manuscritos en latín que la contienen. El epístola sigue atrayendo a los investigadores, entre los cuales destaco el trabajo de C. A. Lees117, que menciona hasta trece manuscritos latinos, incluido el famoso perdido de la iglesia de Tarragona, que fue copiado por Pedro de Marca († 1662) y editado por Baluze en 1677118. De los ejemplares conservados, en la práctica, no hay dos iguales, aunque todos coincidan en la idea fundamental: la obligación de todo cristiano de cumplir el precepto dominical. Un manuscrito de Toulouse (Bibl. Publique, 208, siglo XIII) dice que la epístola “descendens de celo super altarem Sancti Petri in Ierusalem, scripta tabulis marmoreis et lumen de ea egrediebantur sicut fulgur”; un veneciano (Bibl. Naz. Marciana, Z, L, DVII, siglo XIV) repite que la epístola “Dominus inmisit super altarem Sancti Petri in Ierusalem”; un vienés (Nationalbibliotek, lat. 510, siglo XIII) lo simplifica diciendo “Epístola... descendens de celo”; un parisino (BNF 12270, procedente de Corbie, dice que la carta cayó en Jerusalén y luego vino a Roma). En fin, el perdido manuscrito de Tarragona, afirma que la epístola “Non fuit ab homine scripta, neque ab angelo, neque ab archangelo, nisi de uerbo meo et suauitate mea, quia uera est scripta, et a supremo throno transmissa fuit ut credatis”. De todos los conservados difiere grandemente el texto de nuestro homiliario y es el único en el que se menciona a una persona de fallecimiento reciente como autor del hallazgo.

Toda la epístola está destinada a imponer la obligación del precepto dominical, pero en un tono amenazante, enumerando los muchísimos y grandes males que han de venir a los que no respetan el domingo ni honran a las iglesias. La idea principal es que Jesús resucitó en domingo y por ello todos deben descansar ese día, desde la puesta del sol del sábado hasta el amanecer del lunes. En este tiempo está prohibido hacer ningún tipo de trabajo, ni siquiera cortarse el pelo, lavarse o negociar. Las amenazas a los incumplidores son: langostas, serpientes, perros rabiosos, cautividad de los hijos e hijas a manos de gente mala, hambres, enfermedades, granizos, incendios, truenos y tempestades, ladrones, tribulaciones, pústulas en el cuerpo. En cambio, los que lo cumplen verán sus mieses multiplicadas y sus viñas fructificarán.

116. E.

RENOIR, DACL, III/1, col. 1534-1546.

117 . C.

A. LEES, The “Sunday Letter” and “the Sunday List”: Anglo-Saxon England, 14 (1985), pp. 129-152.

118. Capitularia

regum Francorum, vol. II, Paris, 1677, col. 1396.

125

Texto Glosas v133.indd 125

05/10/2020 10:38:02

Por tratarse de un texto de no fácil consulta, incluimos la transcripción de la epístola: Incipit epistola sancti Saluatoris que directa est a Domino et inuenta est super altarem sancti Bauduli in ciuitate Nimaso.

Amen dico uobis quia misi super populum brucos et locustas, et non cognouerunt me. Et misi super uos gentes malas qui ducunt filios et filias uestras in captibitate et labores uestros in exterminatione /231v quia sanctum dominicum non coluistis et eclesias meas non honorastis. Ideo inmittam super uos serpentes pinnatas et canes rauidos, et auferam faciem meam a uobis quia non coluistis sanctum dominicum et estis increduli et non honorastis eclesias meas, et tradam uos in manibus inimicorum. Set obseruate pręcepta mea quę mando uobis et sollerter custodite ea in diem sabbati ab ora [nona] usque ad secund[a] feria, ora prima. Nullum laborem faciatis neque caput tondatis nec labetis in dię dominico neque aliquo negotio in eo dię faciatis. Si quis non obserbaberit quę pręcipio uobis, videbitis iram super iram, quem subportare non potest, nec ipsi montes et colles sustinere non ualebunt. Et anathemabo eos anathema marethenata quę est super septuaginta et duas generationes usque in seculum secul[orum]. Inmittam in domos eorum famem et egritudin[em] et mortalitatem et [in] labores eorum grandinem et ustulationem. Si quis tamen auditas causas dijudicauerit aut exactiones fecerit, /232r mittam in eos latrones et tribulationes et pustellas in corporibus eorum. Audite, ergo, gens praba et amara et increduli, non scitis quia multum patiens sum et misericors ego super ęlectos meos? Surrexi in diem dominicum et omnes requiescere debent in eo dię. In cęlis ascendi ad dexteram patris mei, requiebi ab omnibus operibus meis. Fęci celum et terram et omnia quę in eis sunt et sacrificabi sanctum dominicum. Et si quis non coluerit eum, suscitabo tonitrua et tempestates, et disperdent omnes fruges uestras et uineas uestras, et ostendat oculis uestris fruges et non colligetis eas. Et si obseruaueritis precepta mea et feceritis ea, multiplicabo messes uestras et uineas uestras fructificabunt, et auferam a uobis omnem malitjam, quia ego sum dominus deus uester et non est alius pręter me. Si quis uero acceperit hanc epistolam et non obseruauerit ea et notam eam non fecerit, uniuersis anathema sit in perpetuum.

Nam iuro ego, Petrus, episcopus de civitate Nimaso, /232v omnibus legentibus hanc ępistolam per crucifixum Dominum nostrum Ihesum Christum, filium Dei, et Patrem omnipotentem et Trinitatem inseparabilem et sancta quattor ęuangelia quia non est hac ępistola ab homine abtata nec subtracta, sed a Domino Deo directa in sacrosancto altare Sancti Bauduli in ciuitate Nimaso. Et dum essem uigilans media nocti ora pro facinora mala mea, audiui hanc uocem et inueni hanc epistolam119.

II.6. Aproximación a Pedro Ermengaud, obispo de Nîmes

Ya sabemos que no es un personaje ficticio, sino un obispo que rigió la sede de Nîmes desde el año 1080 a 1090. De la desordenada lista de obispos que nos transmite un leccionario del siglo XIII, este Pedro es el único obispo antiguo que lleva dicho nombre. Para encontrar en Nîmes otro obispo con el mismo nombre hay que esperar a un Petrus Gaucelin, que rigió la sede entre 1274 y 1280. Gams, en su Series episcoporum, que recoge la bibliografía anterior, le atribuye a su episcopado la construcción de la catedral románica de Nîmes, “Petrus Ermengaudi, 1084, reparat cathedralem”120. La consagración se produjo siendo obispo Bertrandus, su

119. Las

ediciones de la Epístola de más fácil consulta son: H. LECLERCQ, voz “Nîmes”, en Dictionnaire d’archéologie chrétienne et de liturgie, vol. XII/1 (1935), col. 1352-1354; R. GRÉGOIRE, Les homéliaires du Moyen Âge. Inventaire et analyse des manuscrits, Rome, 1966, pp. 226-227.

120. P. B. GAMS, Series episcoporum Ecclesiae Catholicae, reimp. Graz, 1957, p. 586. Más completo es E. GOIFFON, Catalogue

analytique des evêques de Nîmes, Nîmes, 1879, pp. 22-23. Es recomendable el extenso artículo de H. Leclerq sobre Nîmes en el DACL, XII/1, col. 1318-1374.

126

Texto Glosas v133.indd 126

05/10/2020 10:38:02

sucesor, como dice el leccionario antes citado: “Bertrandus episcopus, cuius tempore consacrata est ecclesia Nemausensis ab Urbano papa II”; se propone para el acto el mes de julio de 1096 coincidiendo con la celebración de un concilio de Nîmes en el que se prohibió el casamiento de niñas menores de doce años y se dictó la exención de Burgos de la metrópoli toledana. Asistieron siete cardenales, 10 arzobispos y 86 obispos; entre estos estuvo presente el de Burgos, don Gómez, con toda su comitiva, quienes pudieron conocer entonces el interés que puso don Pedro por el avance de la construcción de la catedral.

Una iniciativa que sí corresponde a don Pedro es que la catedral de Nîmes fuera regida por canónigos regulares: “Cuius tempore ecclesie Nemausensis cepit habere canonicos regulares”121. Casualmente Alfonso VI había iniciado una política en todo semejante en su reino rompiendo con lo dictado en el Concilio de Coyanza. En 1081 donó a don Jimeno (o Simeón) la iglesia que estaba construyendo en el antiguo palacio real de Burgos para que fuera cabeza del obispado de Castilla (caput Kastelle), disponiendo además que: “In hac igitur eglesia canonizi conmorentur, a quibus Deo sanctaque Uirginis Marie sollerter seruitium exibeatur”122.

Para nuestra epístola tiene un alto interés que Pedro Ermengaud, junto al cabildo de su iglesia, donase el monasterio/iglesia de San Baudilio, patrón de la ciudad de Nîmes, a dom Seguin, abad del monasterio benedictino fundado por San Roberto de Casa Dei. Intervinieron a favor de la donación Raymond de Saint-Gilles, uno de los caudillos de la primera cruzada, y la vizcondesa Ermengarde de Nîmes y el hijo de esta Bernard-Atton, que siempre fue muy generoso con el San Baudilio benedictino. Este acontecimiento se inserta en la poderosa corriente generada por la reforma gregoriana para que se devolvieran a la Iglesia los bienes eclesiásticos detentados por laicos. La primitiva iglesia de San Baudilio había gozado de prosperidad en el siglo VIII, constituida ya en monasterio, hasta su ruina provocada por una razzia musulmana.

En el año 860 fue unida a la catedral de Nîmes. La entrega a los benedictinos de Casa Dei fue favorecida por las circunstancias que se vivían en los años 1080-1090, por la presión de la nobleza y por la generosidad del obispo Pedro Ermengaud, que debió ser considerado desde entonces por los monjes benedictinos como su gran benefactor. En los primeros años, San Baudilio floreció de nuevo, creció el culto al mártir y aumentaron los peregrinos, los milagros y la comunidad, que llegó a estar compuesta por 48 religiosos. Sin embargo, las tensiones entre obispo y monasterio estallaron, llegándose incluso al recurso de la fuerza mediante gente armada por parte del obispo, que reclamaba los bienes situados dentro de los muros de Nîmes.

Aunque entonces se llegó a un acuerdo, las relaciones siguieron siendo litigiosas hasta que en 1150 obispo y Casa Dei establecieron reglas sobre reparto de iglesias y derecho de sepultura. El abad Seguin había hecho de San Baudilio el priorato más importante del Sur de Francia y fue atendido inicialmente por dieciocho monjes123.

Llegados a este punto, debemos volver sobre nuestra epístola para preguntarnos dónde se pergeñó. Es tema que casi nadie se ha planteado quizá porque la respuesta es obvia: en el monasterio de San Baudilio de Nîmes. Y el tiempo en el que se llevó a cabo la superchería tiene que ser después de la muerte del obispo Pedro Ermengaud († 1090), figura de prestigio y gran benefactor de Casa Dei. Estamos ante un hecho milagroso y en una sociedad que creía en ellos, que valoraba a los santos por el número de sus milagros y la calidad de los mismos. Marbodo, obispo de Rennes, el biógrafo de Roberto de Turlande († 1067) o Roberto de Casa Dei, que escribe su Vita Roberti antes de 1094, dedica un segundo libro a los milagros del santo después

121. L.

DUCHESNE, Fastes épiscopaux de l’ancienne Gaule. Provinces du Sud-Est, Paris, 1907, p. 311.

122 . A.

GAMBRA, Alfonso VI. Cancillería, curia e imperio, II, León, 1988, doc. n.º 74.

123. Véanse

en especial E. GOIFFON, Les bénédictins à Nîmes ou le prieuré de Sant-Baudile, Nîmes, 1875, pp. 23-28; P. R. GAUSSIN, L’abbaye de la Chaise-Dieu (1043-1518). L’abbaye en Auvergne et son rayonnement dans la chrétienté. Paris, 1962, pp. 268-270.

127

Texto Glosas v133.indd 127

05/10/2020 10:38:03

de haber muerto124; de San Lesmes (Adelelmo) de Burgos († 1097) narra el monje Rodulfo, venido de Francia ex profeso para hacer su biografía, una quincena de milagros, algunos con la mención del testigo que lo presenció125. Algo semejante hacen los biógrafos de santo Domingo de Silos, sin importarles nada atribuirle milagros que ya habían sido narrados como obra de otro santo. Nos los señala Vivancos en su biografía de santo Domingo. Tales, por ejemplo, como el de los pobres que se presentan desnudos en el monasterio pensando que el abad les daría ropa nueva en lugar de la que ellos habían escondido por la iglesia de San Pedro, y luego de darles de comer santo Domingo, que por revelación divina supo del engaño, les entrega las ropas que habían ocultado; o el de los ladrones (este transmitido solo por Gonzalo de Berceo) que de noche entraron en el huerto de la abadía para robar puerros y no pudieron llevarse ninguno pero sí dejar labrado todo el huerto. Ambos milagros habían sido atribuidos a san Gregorio Magno126.

Inmerso en este mundo milagrero, el falsario autor de la epístola buscó con ella la fama de su iglesia, el aumento de las peregrinaciones a su altar y también el incremento de las limosnas. Copias de la epístola debieron correr por el sur de Francia desde fines del siglo XII, pero solo una ha llegado hasta nosotros: la española del monasterio de Silos.

Llegada de la epístola a Castilla, ¿obispo de Burgos o San Juan de Burgos? ¿Por qué caminos pudo llegar la epístola a Castilla? Primero hay que decir que el culto al mártir san Baudilio era muy antiguo en España, pues su festividad (20 de mayo) está recogida en todos los calendarios mozárabes127, las iglesias se multiplicaron bajo su advocación (se han encontrado hasta 400 entre Francia y España) y dio nombre a muchas poblaciones, pero no tantas con la denominación Baudelio/Baudilio, sino con la forma evolucionada de San Boal.

Como joyita del perrománico tenemos la iglesita de San Baudelio de Berlanga, datada su construcción curiosamente a fines del siglo XI. Una de las vías de la llegada de la Epístola del Señor a Castilla, a Burgos, podemos encontrarla en el viaje que el obispo de Burgos con su comitiva hizo en 1096 a Nîmes para participar en el concilio convocado por Urbano II. Sin duda que también pudieron asistir a los actos de la consagración de la nueva catedral. Pero don Gómez acudió allí en defensa de los intereses de su diócesis, amenazados por el arzobispo Bernardo de Toledo, que también estuvo presente en el concilio. Clausurado el concilio, el papa conoció del litigio, ciertamente subido de tono, entre Burgos y Toledo. El primer tema litigioso era que Toledo defendía que Burgos formaba parte en los tiempos antiguos de la diócesis de Osma y, por tanto, debía ser sufragánea de Toledo; Burgos, por su parte, alegaba que en aquella época era del obispado de Oca, el cual formaba parte de la diócesis de Tarragona. Al final el papa impuso que la sede burgalesa fuese diócesis exenta, dependiente de forma directa de la Santa Sede, hasta que Toledo pudiese demostrar fehacientemente que era su sufragánea. Y en cuanto a la ocupación toledana de Hinojar del Rey, Rabanera del Pinar y monasterio de Berlanga (en Tordómar) la sentencia fue que las dos primeras segui-

124. A.

DEGL’INNOCENTI, Marbodo di Rennes: Vita beati Roberti, Firenze, 1995.

125 . E.

FLÓREZ, España Sagrada, XXVII, Madrid, 1772, pp. 841-866. Hay dos traducciones recientes: V. MÁRQUEZ PAILOS, “Vida de San Lesmes, confesor”, en R. SÁNCHEZ DOMINGO (ed.), Vita Adelelmi. Vida de San Lesmes, Burgos, 2004, pp. 155-188; y J. C. MARTÍN-IGLESIAS, “La vida de San Lesmes, patrón de Burgos († ca. 1097): Presentación y traducción del relato latino de Rodulfo de la Chaise-Dieu (BHL 71)”: Helmantica: Revista de filología clásica y hebrea, 68 (2017), pp. 27-68.

126. GREGORIO

MAGNO, Dialogorum libri quatuor, III, 14, 8 y 6-7. Vid. M. C. VIVANCOS GÓMEZ, “Domingo de Silos: historia y leyenda de un Santo”, en Silos. Un milenio: actas del Congreso Internacional sobre la Abadía de Santo Domingo de Silos, Vol. 2, Santo Domingo de Silos, 2003, pp. 223-264, en especial p. 249; J. A. FERNÁNDEZ FLÓREZ, Gonzalo de Berceo. Vida de santo Domingo de Silos, Burgos, 2000, pp. 117-118.

127. A.

AGUSTÍ–P. VOLTES–J. VIVES, Manual de Cronología española y universal, Madrid, 1953, p. 36.

128

Texto Glosas v133.indd 128

05/10/2020 10:38:03

rían siendo ocupadas por Toledo hasta que Osma tuviera obispado propio, mientras que para el monasterio de Berlanga se dictó que al cabo de tres años fuera devuelto a la sede burgalesa128.

Durante la estancia de los castellanos en Nîmes, alguien de la comitiva episcopal tuvo conocimiento de la existencia de la epístola, consiguió una copia y se la trajo consigo. Esta vía es la propugnada por Vivancos y nada tenemos que objetar a ella.

Pero creo que hay otra vía mucho más consistente: el monasterio/alberguería de San Juan de Burgos, situado en el siglo XI en las afueras de la ciudad, como solía ocurrir con todos los hospitales a fin de evitar los contagios. Este monasterio fue donado el 3 de noviembre de 1091 por el rey Alfonso VI y la reina Constanza al monje don Adelelmo (san Lesmes) del monasterio de San Roberto de Casa Dei. Además de las heredades que ya tenía el monasterio, le dona un molino, un horno, huertas entre el Arlanzón y el Vena y otros bienes regios, más ocho viñas y exenciones fiscales, es decir, bienes suficientes para que la comunidad monástica pudiera vivir sin apuros y atender al hospital. El pergamino original, en visigótica redonda, se conserva en el Archivo Municipal de Burgos y de él se dice en la Vita Adelelmi (hacia 11021104)129, “unde penes nos regalis cartula reservatur” (desde entonces se conserva la carta real en nuestro poder”)130.

Adelelmo o Lesmes, monje y abad dimisionario de Casa Dei (1077-1079), tenía fama de santidad y de haber hecho muchos milagros. Fue invitado a venir a Castilla por la reina Constanza hacia 1079. Muere de una afección pulmonar el 28 de enero de 1097, dejando establecida en el monasterio una comunidad de monjes benedictinos de Casa Dei al servicio de peregrinos y enfermos. En aquellos tiempos el priorato de San Juan de Burgos era el único que tenía en Castilla la Orden fundada por san Roberto de Turlande131. La comunidad creció rápidamente gracias a donaciones de reyes y nobles, centrándose en dos lugares principalmente: Castro Urdiales y San Adrián de Juarros. El monasterio y el hospital fueron atendidos por doce monjes, cifra que fue decreciendo con el paso de los años hasta quedar reducidos a seis. Los priores eran nombrados por el abad de Casa Dei y eran por lo general franceses. Los priores iban cada tres años a Francia al capítulo general de la Orden, y el priorato estaba gravado con seis sueldos para la sacristía de la casa madre, cien sueldos para el abad y una procuración o derecho de visita. En toda la vida de San Juan de Burgos solo se registra la visita de un abad de Casa Dei, dom Bertrand de Paulhac, a principio del siglo XIII. Estas circunstancias dieron lugar a una imperfecta integración de San Juan de Burgos en la Castilla de su tiempo. En el XV la decadencia o ruina era evidente: tenían 8000 maravedís de renta y se gastaban al año 17000. En 1436 se integró en la Congregación de San Benito de Castilla o Valladolid y la prosperidad volvió al antiguo monasterio, ahora atendido por seis

128 . El documento ha conocido varias ediciones. Citamos E. FLÓREZ, España Sagrada, XXVI, p. 464, n.º 10 (lo refiere al año

1097) y J. M. GARRIDO GARRIDO, Documentación de la catedral de Burgos (804-1183), Burgos, 1983, n.º 61. Últimos estudios los de G. MARTÍNEZ DÍEZ, “La iglesia de Burgos”, en Historia de las diócesis españolas–20. Iglesias de Burgos, Osma-Soria y Santander, Madrid, 2004, pp. 45-46; D. BERGER, Iberia Pontificia. I. Dioeceses Exemptae. Dioecesis Burgensis, Gottingen, 2004, pp. 30-33. Insiste el autor en la presencia en el concilio de los obispos de Burgos, Toledo y Tarragona.

129. E. 130 .

FLÓREZ, España Sagrada, XXVIII, p. 860.

F. J. PEÑA PÉREZ, El monasterio de San Juan de Burgos (1091-1436). Dinámica de un modelo cultural feudal, Burgos, 1983, doc. n.º 1, pp. 3-5; M. ZABALZA DUQUE–M. VICARIO SANTAMARÍA, “El Monasterio de San Juan Bautista e Iglesia de San Juan Evangelista y el Hospital del Emperador. Precisiones documentales”, en San Lesmes en su tiempo, Burgos, 1997, pp. 37-88, especialmente pp. 59-63, dedicadas a las donaciones del rey Alfonso VI a Burgos; A. GAMBRA, Alfonso VI. Cancillería, curia e imperio, II, doc. 116. Un facsímil de óptima calidad en Documentos de la Monarquía Leonesa.

De Alfonso III a Alfonso VI, León, 2006, n.º 24, pp. 227-229.

131. S.

LÓPEZ SANTIDRIÁN (ed.), San Lesmes en su tiempo, Burgos, 1997; R. SÁNCHEZ DOMINGO (ed.), Vita Adelelmi. Vida de San Lesmes. Transcripción y estudios, Burgos, 2004. La Vita Adelelmi tiene nueva edición por J. C. MARTÍN-IGLESIAS, “La Vita S. Adelelmi (BHL 71): primera edición completa del texto, transmitido en las Vitae Sanctorum de Bernardo de Brihuega”: Analecta Bollandiana, 134 (2016), pp. 353-386.

129

Texto Glosas v133.indd 129

05/10/2020 10:38:03

monjes132. El P. Flórez habla de “distracción de viajes y dispendio de las rentas, que se refundían en utilidad de la casa de Francia, empobreciendo a la de Burgos”133.

Lo que acabamos de exponer nos lleva a proponer que el camino más fácil para que la Epístola del Señor llegase desde Nîmes a Burgos era a través de la comunicación de los prioratos con la casa madre de Chaise-Dieu. Y pudo llegar a Burgos incluso en vida de San Lesmes, muerto, como hemos dicho, el 28 de enero de 1097.

Y más hipotético todavía, pero verosímil: alguien del monasterio de Silos o de otra institución monástica burgalesa (Cardeña, que tenía casa en Burgos, Catedral, ...) tiene información por los benedictinos franceses de San Juan de Burgos de la existencia de la epístola justo cuando se estaba copiando el Homilario, en Silos o por su encargo en otro lugar, y decide que las tres, desconocidas por entonces, deben incorporarse al Homiliario. Copiadas las tres epístolas nuevas, da principio la transcripción de nuevas homilías, cuyo origen convendría estudiar, desde el 1 de enero en adelante.

Este nuevo enfoque de cómo la epístola Sancti Saluatoris pudo llegar a Burgos a través del monasterio de San Juan favorece la idea de que el códice BL, Add. 30853 fue copiado en Burgos o en el monasterio de Silos y aleja la probabilidad de que la copia se hiciera en San Millán de la Cogolla, aunque el exemplar procediera de la biblioteca riojana. En efecto, se hace cuesta arriba que desde Burgos la epístola Sancti Saluatoris viajara a tierras riojanas para ser incorporada a un códice que luego sería copiado en Burgos. No hay tiempo para tanto viaje.

II.7. Estructura político-social y monetario En el folio 324r se contiene la tarifa de penas pecuniarias que se han de satisfacer por no cumplir el ayuno de un día o los cuarenta de la Cuaresma, dependiendo la cuantía del status social de las personas.

Ya vimos que estos datos fueron usados por primera vez por don Pío Beltrán Villagrasa en un artículo del año 1952 dedicado al hallazgo de un dinero de vellón de tiempos de Fernando I de León y Castilla134 (años después se demostró que era de Fernando II de León). La imprecisa y errónea remisión que hace Berganza a la fuente que contiene el Penitencial hizo creer a Beltrán que se encontraban en un Ritual de Silos escrito por el presbítero Bartolomé en 1052.

Basándose en este viejo trabajo, en la estructura social que ofrece y en el numerario citado, F. Bezler135 llega a concluir que la equivalencia del sueldo de oro con los argénteos de plata, que es de 1 a 8, está más próxima a la proporción 1 dinar/7 dirhemes que regía en la taifa de Zaragoza el año 1073 o en la de Toledo en 1080, donde el cambio era 1 dinar por 10 dirhemes.

Llega Bezler a la conclusión de que las equivalencias encajan a la perfección con lo que está ocurriendo en Castilla en los años 1060-1065. Esta cronología la ha mantenido en trabajos

132.

E. FLÓREZ, España Sagrada, XXVII, cols. 153-208; F. J. PEÑA PÉREZ, El monasterio de San Juan de Burgos (10911436). Dinámica de un modelo cultural feudal, Burgos, 1983.

133. E.

FLÓREZ, España Sagrada, XXVII, col. 160.

134. P.

BELTRÁN VILLAGRASA, “Dinero de vellón de Fernando I, el Magno, en la colección Los Arcos”, en Obra Completa, II, Numismática de la Edad Media y de los Reyes Católicos, Zaragoza, 1972, pp. 583-605.

135. F.

BEZLER, “De la date des gloses de Silos”: Revista de Filología Española, LXXI (1991), pp. 351-354.

130

Texto Glosas v133.indd 130

05/10/2020 10:38:03

posteriores136. Evidentemente se refiere al tiempo en que se hizo una modificación en el texto del Penitencial Silense y no a la fecha en que se copió el ejemplar que se nos ha conservado.

Refirámonos primero a la nomenclatura usada en lo político-social. Beltrán y Bezler relacionan el término imperator con los títulos semejantes que detentaron en sus documentos Fernando I y Alfonso VI, y no con el emperador de Sacro Imperio. Princeps se usa como sinónimo de rey, lo cual es correcto en tierras ultrapirenaicas, pero no en Castilla-León, donde el título de príncipe es usado alguna vez por los monarcas en sus intitulaciones como sinónimo de rey. Hay un cargo militar que es el de príncipe de la milicia de Toledo, pero seguro que el Penitencial no se refiere a él. Tampoco encaja en Castilla y León la denominación de equestres, que en esta tierra se llaman milites o caballeros, no se encuentra en los documentos contemporáneos la voz operator rurium para labrador, los mercaderes son conocidos en Castilla como mercateros/mercaderos y no como mercenarios. Pauper y pauperrimos existen en todas las sociedades, y extraña que hasta estos últimos estén obligados al pago de la tarifa. Creemos en definitiva que esta estructura política y social refleja la situación en tierras del Imperio hacia el año 800137, antes de entrar en la Península Ibérica.

He dejado para el final el interesante caso que representa la voz “amirate”, que en general los filólogos hacen derivar de la palabra árabe “emir” y que luego desembocaría en almirante.

Esta es, sin duda, una figura de la administración inferior a la de conde, que aparece con frecuencia junto a los alcaldes y prebostes, y que equivalía a agente ejecutivo del señor o del obispo o gobernador de los “almiradíos” (en Salazar y Navascués)138.

La voz ha sido estudiada por filólogos139, pero el mayor número de citas está recogido en M. Seco, Léxico hispánico primitivo140. Aparece en documentos de San Juan de la Peña (años 1059, 1062, 1063, 1091, 1099), Roda (año 1064), Fanlo (año 1064, 1085), Fuero de San Cernín de Pamplona (año 1130), Uncastillo (año 1130, 1141, 1155). Esta palabra demuestra con absoluta seguridad que el Penitencial pasó por Navarra-Aragón, y allí, a partir de la década de 1050-1060, se le añadió amirate como cargo inferior al conde o señor. La mayoría de las apariciones documentales ocurre en fondos aragoneses y, algo menos, en los navarros. Amirate es voz desconocida en las fuentes documentales castellanas y leonesas. Decimos bien en ningún documento, porque sí aparece usado por el autor de la Crónica Silense cuando narra el ataque de Ordoño II contra Ébora, empresa en la que cautivó a cierto jefe militar (“ammirate”) cordobés que había acudido en defensa de la ciudad141. El acontecimiento aparece con las mismas palabras en la Crónica Najerense142.

Veamos ahora los aspectos numismáticos: Hemos de reconocer el mucho tiempo que hemos gastado en la lectura de obras de numismática hispana del siglo XI con un resultado poco satisfactorio por lo inseguro. Estos temas de numismática son realmente resbaladizos y se necesita la intervención de los especialistas.

Por ello no hemos dudado en solicitar la colaboración de nuestro buen amigo José María de

136. F.

BEZLER, Paenitentialia Hispaniae, Turnhout, 1998, p. XIX.

137. C.

VOGEL, Les “libri paenitentiales”, Turnhout, 1978, p. 79.

138. Véase J. M.ª LACARRA, Historia política del Reino de Navarra, II, Pamplona, 1972, p. 203; M. J. MARTÍN DUQUE, “El

Señorío episcopal de Pamplona hasta 1276”: Príncipe de Viana, 63 (2002), pp. 791-806, concretamente p. 800.

139.

O. NORTE VALLS, “Estudio léxico latino medieval en diplomas aragoneses anteriores a 1157. (Términos referentes a la composición de la sociedad y a la vida rural)”: Archivo de Filología Aragonesa, 24-25 (1979), pp. 15-256, en concreto pp. 3940; M. BECERRA PÉREZ, “El léxico de los documentos navarro-aragoneses de la ‘Crestomatía del español medieval’. (Primera serie. Documentos y glosas anteriores a 1067)”: Anuario de Estudios Filológicos, XI (1988), pp. 25-52, en concreto 45-60.

140. M.

SECO, Léxico hispánico primitivo (siglo VIII al XII), Madrid, 2004, p. 47.

141. J.

PÉREZ DE ÚRBEL–A. GONZÁLEZ RUIZ-ZORRILLA, Historia Silense, Madrid, 1959, p. 156.

142. J.

A. ESTÉVEZ SOLA (ed.), Crónica Najerense, Turnhout, 1995, p. 117.

131

Texto Glosas v133.indd 131

05/10/2020 10:38:03

Francisco Olmos, Profesor Titular de Epigrafía y Numismática de la Complutense, que, con la competencia y amabilidad que le adornan, nos ha enviado el siguiente informe, que, con su aprobación, insertamos íntegro.

«He aquí los dos párrafos del Penitencial (folio 324r-v) que contienen la tarifa de penas pecuniarias que se han de satisfacer por no cumplir el ayuno de un día o bien los cuarenta de la Cuaresma.

Si imperator est, solidum unum exsolbat; princeps, U argenteos; comes, IIIIor; amirates, III; equestres, II; operator rurium qualiumquumque, I argenteum; mercenarius, semis argenteos; pauper obvlum quod uulgo quarta dicitur; pauperrimus, unam seliquam, id est, harrobam.

Imperator autem quadragenos solidos exolbat aut captibum redimat. Princeps XX II solidos; comes, XX solidos; a[mirates], XU solidos; equestres, X solidos; operator, U solidos; mercenarius, II solidos et IIII argenteos; pauper, I solidum et II argenteos; pauperrimus III argenteos et quarta.

Imperator Princeps Comes Amirates Equestres Operator rurium Mercenarius Pauper Pauperrimus

1 día

Cuaresma

1 sueldo 5 argénteos 4 argénteos 3 argénteos 2 argénteos 1 argénteo ½ argénteo 1 óbolo o quarta 1 seliqua o harroba

40 sueldos o redimir un cautivo 25 sueldos143 20 sueldos 15 sueldos 10 sueldos 5 sueldos 2 sueldos y 4 argénteos 1 sueldo y 2 argénteos 3 argénteos y 1 quarta

Si estudiamos los datos desde el punto de vista estrictamente numismático, vemos que parecen tener una cronología y geografía bastante concreta, aunque se aprecia también unos usos anteriores en el tiempo. En cuanto a la cronología pertenecerían a la segunda mitad del siglo XI y en lo geográfico a la zona del reino de Pamplona o aledaños. Los datos no hacen referencias a monedas cristianas, sino a las musulmanas, y en concreto a las realizadas por los reinos de Taifas, base de las parias pagadas a los estados cristianos del norte en estos años144.

Debemos recordar que a mediados del siglo XI en la Península Ibérica hay un cierto caos numismático, las buenas monedas califales se han degradado en peso y ley al ser acuñadas por los nuevos reinos taifas, del mismo modo el dinero carolingio se ha ido también devaluando a lo largo del tiempo, tanto en el sur de Francia como en la zona catalana145. Estas degradaciones monetarias complican la contabilidad monetaria y la estabilización de los cambios entre los dos sistemas monetarios que aparecen en la documentación. Por una parte el europeo, el llamado

143. En

el documento la lectura no es 25, que es la que matemáticamente debe ser, sino que tradicionalmente se ha leído 26 (XXUI) o incluso 22 (XXII), pero es claramente un error de copia.

144.

Sobre este interesante tema son clásicos los trabajos de H. GRASSOTTI, “Para la historia del botín y de las parias en León y Castilla”: Cuadernos de historia de España 39/40 (1964), pp. 43-112; A. M. BALAGUER, “Parias and myth of the Mancus”, en M. GOMES MARQUES–D. M. METCALF (eds.), Problems of Medieval Coinage in the Iberian Area, vol.

3, Santarem, 1988, pp. 499-545; A. M. BALAGUER, Del mancús a la dobla. Oro i paries d’Hispania, Barcelona, 1993.

145. Muy

interesante para el período anterior a nuestro documento es el trabajo de F. MARTIN ESCUDERO–J. MINGUEZ MARTINEZ–A. CANTO MARTINEZ, “La circulación monetaria en el reinado de Alfonso III a través de las fuentes documentales”, en Asturiensis Regni Territorium. Documentos y Estudios sobre el período tardorromano y medieval en el noroeste hispano, vol. 2, Oviedo, 2011, pp. 157-206.

132

Texto Glosas v133.indd 132

05/10/2020 10:38:03

carolingio, usado en toda la Europa continental y que en España sólo se acuña en Cataluña en estos años, ya que ni en Castilla ni en Aragón se acuña moneda hasta el último cuarto del siglo XI. Este sistema es el que está basado en el modelo monometalista de plata de Libra = 20 sueldos, Sueldo = 12 dineros, donde el dinero es la única pieza física que se fabrica, junto a su mitad, el óbolo. Libra = 20 sueldos = 240 dineros = 480 óbolos.

El otro sistema monetario que se usa en el norte peninsular es el andalusí, que hasta el primer tercio del siglo XI era el califal, y que se mantiene desde el inicio del período taifa, aunque con la degradación que hemos comentado, llegando grandes remesas de este numerario al norte en concepto de parias. Recordemos que gracias a estas aportaciones pudo Fernando I ofrecer un censo anual a Cluny de 1000 áureos, que en realidad no eran sino dinares andalusíes, o más bien su cambio en plata, que su hijo Alfonso VI duplicó casi al final del siglo146, y lo mismo podemos decir de los condes de Barcelona, que sabemos documentalmente que gracias a las parias consiguieron fortalecer su poder económico y territorial en Cataluña147.

La relación entre el dinar de oro y el dírham de plata sufriría grandes variaciones debido precisamente a estos cambios en la calidad y peso de las monedas, por lo cual encontramos referencias documentales que nos informan de los muy distintos cambios. Como ejemplo podemos citar el documento del año 1073 que preveía el pago a Sancho IV de Pamplona por parte del rey al-Muqtadir de Zaragoza de 12000 mancusos de oro, que podrían pagarse también en plata al cambio de un mancuso por “VII solidos argenti de moneta de Cesaraugusta”, es decir cada mancuso (dinar) se cambiaba por siete dírham de los acuñados en Zaragoza (con una metrología específica para que cumplieran esta equivalencia)148.

Por tanto las glosas que estudiamos tienen que haberse realizado en una época cercana al documento citado de 1073 y tomando como referencia a las monedas musulmanas de la época taifa, casi con seguridad las realizadas en Zaragoza, ya que esta ciudad pagó, en uno u otro momento, parias a la mayor parte de los monarcas cristianos que rodeaban su reino (entre los que podemos citar a Fernando I, Sancho II de Castilla, Alfonso VI, Ramiro de Aragón, García III y Sancho IV de Pamplona, Ramón Berenguer I de Barcelona, Ramón de Cerdaña, Armengol de Urgel, y además tuvo a su servicio compañías cristianas de caballeros, como la que comandaba nada menos que el Cid). En este caso el sólido sería el dinar, y los argénteos serían el dírham, palabra esta de argénteo muy utilizada en los documentos monetarios de la zona navarro-aragonesa en esta época y de presencia más escasa en zona castellano-leonesa.

Una vez identificadas las piezas, hay que hablar de la relación que aparece en nuestro documento entre el sólido (dinar) = 8 argenteos (dírham), que ya hemos visto que no nos ofrece ningún problema para los años que comentamos, dada la variabilidad de las acuñaciones y de otros documentos que conocemos cercanos a esta época. Las divisiones de los dírham no nos ofrecen problemas, no tanto por su acuñación, sino por el abundante uso de la moneda parti-

146. Ch.

J. BISHKO, “Fernando I y los orígenes de la alianza castellano-leonesa con Cluny”: CHE XLVII-XLVIII (1968), pp.

31-135, y XLIX-L (1969), pp. 50-116. Este autor piensa que este censo venía a representar el diezmo de lo que le pagaba en parias la taifa zaragozana al monarca castellanoleonés.

147. Sobre la moneda en Cataluña en estos años ver A. M. BALAGUER, Història de la moneda dels comtats catalanes, Barcelona,

1999. En cuanto al impacto de las parias en la zona hay que decir que tanto Berenguer Ramón I (1018-1035) como su hijo Ramón Berenguer I (1035-1072) y luego sus sucesores consideraban las parias como un ingreso vital para la consolidación de su poder y los defendieron con las armas frente a sus vecinos aragoneses, navarros o castellanos, por ello el conde de Barcelona firmó varios acuerdos con los condes de Urgel o de Cerdaña para, juntos, conseguir y distribuirse las parias de los taifas musulmanes. Al final de este período, el condado de Barcelona se ha consolidado como centro y cabeza de Cataluña y ha conseguido unificar bajo su dominio numerosos territorios gracias, en parte, a los ingresos de las parias pagadas por los taifas musulmanes de Lérida y Zaragoza que sirvieron, además, para comprar algunos derechos sobre el condado de Razés y la ciudad de Carcasona.

148.

Estos pactos fueron estudiados en profundidad por J. PELLICER I BRU, “Metrological considerations on a document concerning the parias paid by Ahmad al-Muktadir of Saragossa to Sancho IV Garcés of Navarre”, en M. GOMES MARQUES–D. M. METCALF (eds.), Problems of Medieval Coinage in the Iberian Area, vol. 3, Santarem, 1988, pp. 191-208.

133

Texto Glosas v133.indd 133

05/10/2020 10:38:03

da, de la que tenemos numerosos ejemplos. En al-Andalus no se acuñaban de forma habitual divisores de la plata ni moneda fraccionaria, por lo cual para pequeños pagos se “troceaban” los dírham en mitades, cuartos, y demás divisiones “al peso”, siendo esto totalmente habitual en época califal149, pero no en época taifa. La bajada de la calidad de la moneda de plata taifa la hace ser más dura (por el cobre que se le introduce) y más gruesa, por tanto no era fácil de fraccionar como la magnífica y fina plata califal; de hecho apenas se conocen fragmentos de monedas de plata de época taifa, y los que se conocen son casi siempre medios dírham. Por tanto las divisiones menores de los argénteos (dírham) son casi sin ninguna duda referencias a cambios al peso, no ya a monedas concretas. En el nuestro las referencias menores serían la siliqua o arroba (1/12 de dírham), o el óbolo o cuarta (1/4 de dírham), y de hecho debemos decir que el autor de las glosas no parece tener muy claro lo que en realidad significan estas denominaciones más pequeñas, usando unos nombres e identificaciones que nos muestran su desconocimiento de la realidad de las mismas, pero que no dan problemas si las referencias son únicamente las del peso en plata.

Más difícil es hacer la relación con las escasas monedas cristianas circulantes en la zona, que son o las catalanas o las transpirenaicas, también todas ellas con bastantes diferencias en su calidad y peso. En época califal se solía cambiar un dírham por dos buenos dineros carolingios150, pero en esta época de devaluaciones no podemos fijar de forma clara esa proporción, que podría fluctuar del antiguo 1:2 hasta el 1:4, repito dependiendo de la calidad de las emisiones de unos y otros.

Por todo ello, aunque todos estos datos, por los motivos que hemos dicho, parecen hacer referencia más que a pagos en monedas concretas, que sin ninguna duda también se hacían en la medida de lo posible, a una relación de cambios al peso de metal precioso, cuyos pagos podrían hacerse en cualquier moneda (o metal) que cumpliera los requisitos que se señalaban en el documento, ya que en la época se sabía muy bien la calidad de todas las monedas circulantes.

Esto puede apreciarse en numerosos documentos navarros que van del final del siglo X hasta el último cuarto del siglo XI, donde al hablar de monedas de plata musulmana se las diferencia con distintos “adjetivos”, como “sólidos” kazmi, kazemi, mohammadi, iafari, amirí…, que indican el nombre del maestro de ceca responsable de su acuñación, todos ellos de época califal, dato muy importante porque esas eran las buenas monedas antiguas, y no las muy depreciadas de época taifal, teniendo cada una de ellas un valor distinto por la cantidad y calidad del metal precioso que llevaban151.

En conclusión, las glosas silenses, en lo numismático, nos hablan de un abundante uso de referencias monetarias relativas a moneda andalusí, pero que no tienen por qué hacer referencia a monedas concretas, sino a la relación de plata al peso, ya que el oro está siendo cada vez más escaso en este conflictivo período. De nuevo hay que citar los documentos de parias, donde se exigen con cada vez más frecuencia pagos en oro de buena calidad (auro bono), lo que indica

149.

Un ejemplo de esta realidad puede verse en el clásico trabajo de J. M. RUIZ ASENCIO, “Tesoro de dirhemes califales hallado en Jaén”: Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, n.º 32 (1962), pp. 109-134, donde se estudia un tesoro que se escondió en el año 401 H. (1009-1010), y que apareció en una jarra que contenía 2841 gramos de plata acuñada, de los cuales 2163 gramos eran trozos de dirhemes (desde un cuarto a la partícula). El resto –678 gramos– eran dirhemes íntegros o fragmentos en los que figuran ceca y año. En total 270 dirhemes.

150. Ph.

SÉNAC, “Frontier or not Frontier ? Quelques remarques sur les relations commerciales entre la Gaule carolingienne et al-Andalus (VIIIe-IXe siècles)”, en D. BARTHÉLÉMY–J. M. MARTIN (éds.), Richesse et croissance au Moyen Âge. Orient et Occident, Paris, 2014, pp. 111-132.

151.

A. CANTO GARCÍA, “La moneda hispanoárabe y su circulación en Navarra”, en La moneda en Navarra, Pamplona, 2001, pp. 75-76. El autor cree que la mayor parte de las menciones a moneda de plata musulmana en los documentos de mediados del siglo XI harían referencia a los dírham realizados por los hammudíes (batidos por los años 1017-1035), que fueron la última serie de moneda de plata de calidad emitida en al-Andalus antes de la pronunciada decadencia de la moneda de plata de los reinos taifas. Aunque en otros documentos se citaban de forma expresa otras piezas, como hemos visto en el documento de 1073.

134

Texto Glosas v133.indd 134

05/10/2020 10:38:03

la escasez y caída de ley del que estaban haciendo los taifas, y que ya se estaban aceptando los pagos en plata, fijando de forma expresa la equivalencia entre el oro y la plata.

Por tanto debemos ver un documento mixto, que hablaría de la circulación y uso de monedas andalusíes, y en concreto de la taifa de Zaragoza gobernada por al-Muqtadir (10461081), bien conocidas por el autor del escrito, los escasos dinares y los abundantes dírham que estaban llegando en grandes cantidades a estas zonas, y al mismo tiempo sus equivalencias en plata al peso, que son muy claras en las referencias menores al dírham, como ya hemos comentado, siendo por tanto los cambios y valores los siguientes: 1 día

Cuaresma

N.º de argénteos por Cuaresma

Imperator

1 sueldo (de oro) (dinar de oro)

40 sueldos o redimir cautivo

320

Princeps

5 argénteos

25 sueldos

200

Comes

4 argénteos

20 sueldos

160

Amirate

3 argénteos

15 sueldos

120

Equestres

2 argénteos

10 sueldos

80

Operarium rurium

1 argénteo (dírham plata)

5 sueldos

40

Mercenarius

1/2 argénteo

Pauper

1 óbolo o quarta

Pauperrimus

1 seliqua o arroba

2 sueldos y 4 argénteos 1 sueldo y 2 argénteos 3 argénteos y 1 quarta

20 10 3 y 1/4

Con estos datos podemos decir que los cambios que nos ofrece el Penitencial son los siguientes: Sueldo (dinar de oro) = 8 argénteos = 32 óbolos (cuartas) = 96 siliquas 1 argénteo (dírham de plata) = 4 óbolos (o cuarta) = 12 siliquas 1 óbolo = 3 siliquas Los cambios, por tanto, podrían hacerse en las monedas concretas que estaban llegando a la zona comentada gracias a las parias zaragozanas, o bien en el metal al peso, es decir, se harían computando la plata al peso aportada por las personas que tuvieran que pagar las penas, sea en la forma que fuere, en especial en los valores más bajos.

Ejemplo de piezas de plata de la taifa de Zaragoza acuñadas por al-Muqtadir en esos años, donde se aprecia la distinta calidad, pesos y valores de la moneda de plata.

Dírham 4,08 grs 446 H (1054-1055) Prieto-265g; V-1179

Dírham 4,26 grs 449 H (1057-1058) Prieto-267c; V-1186 135

Texto Glosas v133.indd 135

05/10/2020 10:38:03

Dírham (¿?) 9,83 grs 475 H (1082-1083) Prieto-268p; V-1214 Por su peso podría ser un doble dírham o bien un dírham con muy escasa plata

Fragmento de Dírham, medio dírham».

Hasta aquí, la colaboración de José M.ª de Francisco Olmos.

La mención de las primicias y el diezmo Ha sido señalada por Vivancos como un elemento más para la datación del manuscrito152.

La frase se encuentra en el folio 321r: “Si quis christianus de fructu suo primitjas uel decimas non obtulerit domui Deo fideliter, excomunicetur”. Pero esta tajante afirmación del pago de diezmo y primicias a la iglesia por parte de todo cristiano no encaja en absoluto con la legislación y los usos que se tenían sobre esta materia en León, Castilla y creo que tampoco en Navarra y Aragón porque era “una práctica piadosa raramente practicada y sin significación económica alguna”153. Hasta el Fuero Real, Libro 1, Título 5, Ley 3 (1255), no se dispuso la obligatoriedad del pago del diezmo. Hay menciones de diezmo en la documentación del último cuarto del siglo XI, pero casi siempre con un carácter de limosna. M. Vivancos en el apéndice II de su ponencia en este Congreso, distribuida con antelación a los intervinientes, ha recogido abundantes indicios sobre diezmos en la documentación en los Reinos Occidentales.

De las menciones en el Reino de León, la importante es la dotación por el obispo don Pelayo el 6 de marzo de 1091 del hospital de San Marcelo, pero no parece que sea estricto diezmo eclesiástico: del pan, vino, heredades donadas, sal, etc.154. En la donación a la sede del obispo Diego el 2 de julio de 1120155 las citas de diezmo sí parecen que sean a verdaderos diezmos.

Alfonso VI dotó a la catedral de Toledo (18 de diciembre de 1086) con el tercio de los diezmos de las iglesias que fueran construidas en la diócesis156; tal vez en esta medida haya que ver la mano del cluniacense obispo don Bernardo. En Aragón, Urraca I dona diezmos al monasterio de Montaragón157. Podemos citar también la donación de Jimena, la esposa del Cid, a la iglesia de Valencia el 21 de mayo de 1101, en la que dona el diezmo de todo lo que ganara, y lo mismo prometen hacer sus capitanes. Se indica en el documento que el Cid en otro momento ya había donado el diezmo a la catedral (“illis decimis quem predictus dominus et uir meus donauit”)158.

Habría que sopesar también en este caso en qué grado pudo intervenir el francés obispo don Jerónimo en el ánimo de ambos cónyuges para que hicieran estas donaciones.

Caso distinto es lo que ocurría en el Imperio y en Francia, donde, desde tiempos de Carlomagno (año 771), era obligatorio el pago de diezmos en compensación por la desamorti-

152. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, “De nuevo sobre la cronología de las glosas silenses”, pp. 316-319.

153. G. MARTÍNEZ DÍEZ, voz “Diezmo”, en Diccionario de Historia Eclesiástica de Espala, Tomo II, Madrid, 1972, pp. 757-758.

154 . J.

M. RUIZ ASENCIO, Colección documental de la catedral de León, IV, León, 1989, doc. n.º 1291.

155. J.

M.ª FERNÁNDEZ CATÓN, Colección documental de la catedral de León, V, León, 1990, doc. n.º 1368.

156. A. 157. I.

GAMBRA, Alfonso VI: cancillería, curia e imperio. I. Estudio, León, 1997, n.º 86.

RUIZ ALBI, La reina doña Urraca (1109-1126): cancillería y colección diplomática, León, 2003, n.º 6.

158. R.

MENÉNDEZ PIDAL, La España del Cid, Madrid, 7ª ed., 1961, pp. 872-874.

136

Texto Glosas v133.indd 136

05/10/2020 10:38:03

zación de sus bienes que había padecido la iglesia franca. En Cataluña sabemos por la denuncia hecha en el concilio de Gerona que en 1068 el diezmo no se recogía en todas las iglesias159.

Con estos condicionantes, tenemos que pensar que la frase del Penitencial, clara e inequívoca, fue incorporada al texto cuando estuvo en tierras del Imperio porque en los Reinos hispánicos occidentales no era aplicable.

II.8. La datación del Ms. British Library Add. 30853 El primer editor del Penitencial, Francisco de Berganza (1721), se limita a decir: “En un libro gótico del monasterio de Silos, en donde están los cánones penitenciales que se ponen en el apéndice”160. El resto de los estudiosos, con la excepción de Menéndez Pidal, ha oscilado entre pleno siglo XI y fines del siglo XI o principios del XII. En el grupo que ha situado el códice a fines del XI-principios del XII figura en primer lugar Sir E. Maunde Thompson161, quien tuvo en cuenta el descubrimiento de la Epistola Sancti Saluatoris por el obispo de Nîmes Pedro Ermengaud, que rigió la diócesis entre 1080 y 1095 (en realidad 1090), acontecimiento que por pura lógica llevaba la confección del manuscrito por lo menos a partir del 1080, primer año de su pontificado. Le siguieron en esta cronología dom Germain Morin, que llega hasta proponer que tal vez sea de comienzos del siglo XII: “Duodecimo igitur saeculo ineunte codicum exaratum fuisse existimo”162, y dom Marius Férotin: “belle écriture wisigotique de la fin du XIe siècle”163. Parecía que se había llegado a un consenso científico para situar la datación del Add. 30853 a fines del siglo XI. Pero unos años más tarde (1926), es R. Menéndez Pidal el que propone una nueva data, radicalmente distinta de la que hasta entonces se había considerado, retrayendo la edad del códice al siglo X, hacia 980 aproximadamente, sin dignarse a dar respuesta científica a los que lo habían situado a fines del siglo siguiente; simplemente se inclinó por olvidarlos desde el momento que no los cita164.

Para la fecha del manuscrito don Ramón se apoya en dos consultas: Don Manuel Gómez Moreno, una de las mentes más lúcidas del siglo XX en nuestros campos de trabajo, le dijo que la escritura del Penitencial se parecía mucho a la de Florencio de Berlanga [lo cual no es cierto]; que la ornamentación se acercaba a los códices de San Millán [opinión que es aceptable], al Emilianense de los concilios de 992; que no se parece nada la escritura del Penitencial a la que se produce en Silos en la segunda mitad del siglo XI [lo cual es verdad]. La segunda persona consultada, vinculada al Centro de Estudios Históricos, fue el jesuita Z. García Villada, que por aquel entonces era el paleógrafo más cualificado de España sobre todo en escritura visigótica gracias al manual de Paleografía que publicó en 1923 y al Catálogo de códices y documentos de la Catedral de León (1919) muy celebrado en su época. En el manual, en el listado de

159. E.

FLÓREZ, España Sagrada, XLIII, p. 477.

160. F.

DE BERGANZA, Antigüedades de España, II, p. 106.

161. E.

M. THOMPSON, Catalogue of Additions to the Manuscripts in the British Museum in the years 1876-1881, Londres, 1882, p. 121.

162.

G. MORIN, “Liber Comicus sive Lectionarius Missae quo Toletana Ecclesia ante annos mille et ducentos utebatur”: Anecdota Maredsolana, I (1983), p. 406.

163. M.

FÉROTIN, Le Liber Mozarabicus Sacramentorum et les manuscrits mozarabes, Paris, 1912, cols. 882-885; ID., Histoire de l’Abbaye de Silos, Paris, 1897, n.º 27, pp. 273-274.

164. R.

MENÉNDEZ PIDAL, Orígenes del Español, pp. 9-10.

137

Texto Glosas v133.indd 137

05/10/2020 10:38:03

manuscritos visigóticos que contiene, don Zacarías dató el Ms. Add. 30853 como del siglo XI165.

Pero el contacto con don Ramón hizo que cambiara de opinión, pues parece que, mediante una nota, le comunicó que había que colocar el manuscrito en el siglo X por la perfección gráfica [lo cual es una calificación errónea con relación al Penitencial]; presencia de la sílaba ti=zi con su j prolongada por bajo del renglón [esto vale para la segunda mitad de X, XI y el XII]; m y n con el último palo curvado hacia afuera [esto ocurre en el siglo XI y XII] y que no se observen influencias extrañas [carolinas, pero hay un uel]; empleo de a cursiva en forma de omega, por ejemplo, “basallos” (f. 319v, glosa 247) [muy mal traído el ejemplo porque es la única glosa añadida al manuscrito por mano distinta del escriba del Penitencial y no tiene una a en forma de omega, como por ejemplo la que se usa en el Beato de Silos al final de palabra]; y por último el trazo horizontal que remata el palo alto de k, b, d, h, i alta y l [propio del siglo XI y nada que ver con el que usa Florencio de Berlanga]. García Villada está señalando rasgos gráficos que encajan a la perfección con la visigótica del siglo XI, no con los de la centuria anterior. Al cambio de opinión que experimenta García Villada en la datación del Add. 30853 habría que aplicarle el dicho de Rodrigo Jiménez de Rada cuando Alfonso VI impuso a la fuerza en el Reino el rito romano: “Quo volunt reges, vadunt leges”, y que tradujeron la Primera Crónica General y la Crónica de Veinte Reyes: “Allí van leyes donde quieren reyes”. El rey, en este caso, era don Ramón.

Concluye Menéndez Pidal con un “Recogidas estas opiniones [cargadas de errores], podemos fijar la fecha de las Glosas Silenses en la segunda mitad del siglo X; son, por tanto, un poco posteriores a las Glosas Emilianenses”166.

En otra parte del libro, la que se dedica al nacimiento y evolución de los distintos dialectos hispánicos, vuelve a tocar el tema de las Silenses167. Su confianza ciega en que habían sido escritas en el siglo X, poco después de las Emilianenses, le hace incurrir en afirmaciones poco sostenibles, como que la zona de Silos estaba en el siglo X también bajo la influencia de San Millán, al igual que ocurrió en el siglo XI, y habla de que La Rioja en aquel entonces era tierra de emigrantes, pero estos, en vez de dirigirse a América o a Andalucía, iban a colonizar los extremos de Castilla, la tierra de Silos. Pero a ningún historiador se le ocurre pensar que La Rioja alta, ocupada en 924 por navarros y castellanos, con el frente musulmán abierto en La Rioja baja, con capital en Calahorra, tuviese medio siglo más tarde un exceso de población tan grande que le permitiese pensar en repoblar Silos y su comarca, que estaba además en otro reino.

Es evidente y reiterado por don Ramón que las Glosas Silenses no son castellanas, sino riojanas en su lenguaje. “Las Silenses no tienen nada que las acerquen más a Castilla que a Navarra”, “... semejantes en su dialecto a las Glosas Emilianenses”168.

Algo de luz ve el maestro al admitir “la suposición de que el escriba castellano copiase las glosas de un manuscrito glosado en San Millán” (p. 485), seguido de una coletilla en forma de pregunta que todavía, casi un siglo después de la aparición de Orígenes, tiene plena actualidad: ¿por qué el copista castellano, si quería usar lengua vulgar, no utiliza el dialecto castellano y sí el riojano?

La autoridad de don Ramón ha hecho que la datación que propuso haya sido admitida por la mayoría de filólogos hispanistas como dogma de fe. Incluso A. Millares ha sucumbido a la colonización y coloca el Add. 30853 en la segunda mitad del siglo X tanto en su Tratado, 3ª ed., I, p. 328, como en el Corpus de Códices Visigóticos, Las Palmas, I, n.º 117, pp. 88-89, aunque los editores de este libro estimaron necesario añadir la información de que las glosas son de fines del siglo XI.

165. Z.

GARCÍA VILLADA, Manual de Paleografía Española, Madrid, 1923, p. 104.

166. R.

MENÉNDEZ PIDAL, Orígenes del Español, p. 9.

167. Ibidem,

pp. 484-485.

168. Ibidem,

p. 484.

138

Texto Glosas v133.indd 138

05/10/2020 10:38:03

Al poco de la publicación de Orígenes van a aparecer dos trabajos, uno de H. Delehaye169 y otro de H. Leclercq170, quienes, sin aportar en qué indicios se fundamentan, consideran que la presencia de Pedro Ermengaud en la Epístola es una superchería, una invención de un clérigo de Silos. No tiene clara explicación que estos dos buenos historiadores llegaran a creer que en un rincón perdido de Castilla se elaborara un falso milagro producido en Nîmes, al Sur de Frania, y que servirá para ensalzar al monasterio de San Baudilio. Sin embargo, esta opinión ha sido seguida por algunos hasta tiempos recientes, y hacía que la presencia del obispo dejara de ser un hito válido para fechar el manuscrito.

A Díaz y Díaz, maestro indiscutido en el mundo del códice altomedieval hispano, debemos muchos trabajos sobre nuestras dos glosas con más fama. De entre ellos queremos destacar en particular su libro (en realidad un folleto de 46 páginas) sobre las primeras glosas hispánicas171, donde sitúa las Silenses “en la segunda mitad del siglo XI”, cronología que reitera para el Penitencial en sus Códices visigóticos en la Monarquía Leonesa172.

La mayoría de los estudiosos se han inclinado por un cómodo “siglo XI”. Priebsch173, Clark , que confiesa no haber visto el manuscrito, García Villada175, Millares176, Whitehill 177 , Wright178, C. Hernández Alonso179. Pero son pocos los que se han acercado a estudiar directamente el manuscrito y la mayoría se ha limitado a aceptar la datación más comúnmente seguida. El único que se separa de esta corriente es Á. Fábrega Grau, pues sitúa el manuscrito londinense a fines del siglo XI180.

174

El tema de la datación de las Silenses originó una inusual disputa entre dos profesores de la Universidad de Estrasburgo. F. Bezler puso de relieve con razón la inconsistencia de la datación propuesta por Menéndez Pidal181. Fue respondido con un desafortunado artículo por G. Straka182. La Epistola Sancti Saluatoris es considerada como una superchería y la presencia en ella de un obispo de Nîmes, descubridor de ella en el altar de San Baudilio, como un añadido de un monje de Silos para dar mayor autoridad a la carta; además el monje falsario dio al obispo el nombre de Pedro, que “casualmente” vino a coincidir con un obispo llamado así. Para la datación del códice se fundamenta en la de don Ramón. Pero esta datación chocaba con la propuesta por Díaz y Díaz en Las primeras glosas hispánicas, que sitúa la confección “hacia mediados del siglo XI”. Hay, por tanto, casi un siglo de diferencia entre las cronologías propuestas por Menéndez Pidal y por Díaz y Díaz. Por ello Straka propone que el códice puede ser de la mitad del siglo XI, pero las originarias glosas hay que situarlas (no dice por qué) a fines del siglo X o principios del XI. El trabajo se cierra con la reproducción

169. H.

DELEHAYE, “Un exemplaire de la lettre tombée du ciel”: Recherches de Science Religieuse, 18 (1928), pp. 164-169.

170 . H.

LECLERCQ, voz “Nîmes”, cols. 1318-1374.

171. M.

C. DÍAZ Y DÍAZ, Las primeras glosas hispánicas, pp. 32-33.

172. M.

C. DÍAZ Y DÍAZ, Códices visigóticos en la Monarquía Leonesa, p. 405.

173 . J.

PRIEBSCH, “Altspanische Glossen”, p. 1.

174. Ch.

U. CLARK, Collectanea Hispanica, n.º 566, p. 28.

175. Z.

GARCÍA VILLADA, Manual de Paleografía, p. 104.

176. A.

MILLARES, Tratado de Paleografía Española. Segunda edición corregida y aumentada, Madrid, 1932, p. 458.

177. W. M. WHITEHILL, “The Manuscripts of Santo Domingo de Silos. A la recherche du temps perdu”, en Homenaje a Fray

Justo Pérez de Úrbel OSB, I, Silos, 1976, p. 286.

178. R. 179.

WRIGHT, Latín tardío y romance temprano, Madrid, 2.ª ed., 1987, p. 294.

C. HERNÁNDEZ ALONSO, “Las Glosas. Interpretación y estudio lingüístico”, en Las Glosas Emilianenses y Silenses, Burgos, 1993, pp. 63-82, en especial p. 64.

180. A.

FÁBREGA GRAU, Santa Eulalia de Barcelona. Revisión de un problema histórico, Roma, 1958, p. 40.

181. F.

BEZLER, “Pour une révision de la date des gloses de Silos”: Recherches ibériques¸n.º 2 (1984), pp. 1-40.

182. G.

STRAKA, “Pour une révision de la date des gloses de Silos?”: Cahiers d’Études Hispaniques Médiévales, 7 (1988), pp.

749-761.

139

Texto Glosas v133.indd 139

05/10/2020 10:38:03

fotográfica de los folios 231r-232r del Homiliario (le falta el folio 232v) y una transcripción del texto plagada de errores, tantos que sin duda no hubiera superado las pruebas paleográficas en l’École des Chartes.

Bezler volvió a tocar el tema de la data de las Glosas Silenses, pero sin propósito de dar respuesta al trabajo de Straka, al que solo menciona una vez para calificarlo de “malheureux article”183. En este nuevo trabajo su interés se centra en las listas de conmutaciones, entre ellas las monetarias, como tarifas expiatorias de los pecados, listas que interesan a aspectos de la estructura social y al monetario que en ella se menciona. Para ello se sirvió de un viejo trabajo de Pío Beltrán Villagrasa del año 1952 a propósito de un dinero de vellón de tiempos de Fernando I de León y Castilla184. Los datos aportados por don Pío, que estudia las tarifas numerarias de conmutación, permiten concluir a Bezler que las tarifas pueden situarse en los años 1060-1065 y en la Corona de Castilla [pudiéndose admitir que el códice sea de fecha muy posterior].

Abordamos más atrás este asunto, pero debemos recordar que Bezler cometió el error frontal de considerar que estructura social y monedas se refieren a la Corona de Castilla y León.

F. Bezler ha seguido elaborando trabajos de interés sobre los penitenciales hispánicos (Albelda, Silos y Córdoba)185.

Una aportación realmente valiosa es la de Ann Boylan sobre la iluminación de los manuscritos procedentes de la biblioteca del monasterio de Silos. La información que utiliza se extiende más allá del monasterio burgalés, pues es permanente la comparación con la producción de otros centros monásticos, entre los que predominan Cardeña, Valeránica y San Millán de la Cogolla. Sobre la cronología del Add. 30853 parte del principio de que la mención del obispo Pedro Ermengaud es históricamente válida y, por tanto, hay que situar su confección a fines del XI186. El irreprochable estudio de la decoración de los manuscritos silenses origina en nosotro dudas y problemas de gran calado, como veremos más adelante al estudiar el origen geográfico del códice.

En la edición de las Glosas Emilianenses y Silenses del año 1993, patrocinada por el Ayuntamiento de Burgos, propuso Ruiz Asencio que la presencia de Pedro Ermengaud en la epístola era un dato absolutamente fiable, circunstancia que nos llevaba irremisiblemente a fines del siglo XI. Y no era solo debatir opiniones encontradas, sino atenernos a la escritura del Penitencial, que es una visigótica tardía, del siglo XI, y en ella se usaba, como en las Emilianenses, la abreviación insular-carolina del uel. M. Vivancos aceptó la propuesta (en la elaboración de su tesis había llegado a una parecida conclusión) en su estupendo libro Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del monasterio de Santo Domingo de Silos187 y en su Scriptorium silense188. El tema volvió a tratarse en el Congreso El Cid, poema e historia que se celebró en Burgos en julio de 1999. La ponencia de Vivancos, De nuevo sobre la cronología de la glosas silenses, matiza en esta ocasión la cronología propuesta en sus dos obras anteriores: “no más allá de 1080-90 y después de 1070-1080”189, basándose en los datos monetarios aducidos por Bezler, pero sobre todo en el hecho de que durante estos años se está produciendo en Silos el cambio de rito y no tendría mucho sentido copiar un caro homiliario visigótico propio de la liturgia mozárabe cuando esta ya había sido condenada a la desaparición. La misma opinión

183. F.

BEZLER, “De la date des gloses de Silos”, pp. 347-354.

184 . P.

BELTRÁN VILLAGRASA, “Dinero de vellón de Fernando I, el Magno, en la Collección “Los Arcos”, pp. 583-605.

185. Señalamos

en especial F. BEZLER, Les Pénitentiels espagnols. Contribution à l’étude de la civilisation de l’Espagne chrétienne du haut Moyen Âge, Münster, 1994; F. BEZLER, Paenitentialia Hispaniae, Turnhout, 1998.

186. A.

BOYLAN, Manuscript Illumination at Santo Domingo de Silos (Xth to XIIth Centuries), p. 257.

187. M. C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del Monasterio de Santo Domingo de Silos, p. 165.

188. M. C. VIVANCOS GÓMEZ, El Scriptorium Silense y los orígenes de la lengua castellana, Valladolid, 1995, pp. XXVIII y 4.

189. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, “De nuevo sobre la cronología de las glosas”, p. 315.

140

Texto Glosas v133.indd 140

05/10/2020 10:38:03

volvió a repetir en su facsímil de las Glosas Silenses190. Oímos decir a Vivancos en su ponencia en el Congreso de Burgos (noviembre, 2019) que había reflexionado sobre el tema y entendía que el homiliario podía seguir siendo utilizado como texto litúrgico para el rito romano y, en todo caso, podría valer en todo tiempo como lectura espiritual. Hemos de añadir que un lector educado en letra carolina, con un aprendizaje mínimo, podía leer la visigótica redonda con suma facilidad y viceversa.

En fin, en el Congreso sobre el Cid de 1999, Díaz y Díaz volvió a tocar el tema de la cronología del Add. 30853. Piensa que el glosador primitivo (el mismo que introduce las glosas en el Emilianense RAH 60) debe situarse en torno al año 1070 y la copia silense unos años después191.

II.9. ¿Dónde se copió el Add. 30853?

Ya hemos dicho que la cronología de nuestros manuscritos visigóticos presenta todavía hoy serias dificultades y se está necesitando una revisión crítica de la asignada a muchos de ellos. Algo semejante pero tirando a peor ocurre con el origen geográfico de los códices, pues es erróneo pensar que si la pieza se encuentra en una biblioteca monástica determinada, en principio hay que atribuir su confección al scriptorium del mismo centro. Es bien sabido que los códices visigóticos se han desplazado de un lugar a otro recorriendo distancias muy largas.

Tenemos sobre ello trabajos brillantes, algunos debidos al saber de Díaz y Díaz192, e incluso se celebró el año 1988 en Santiago de Compostela un Coloquio sobre circulación de códices y escritos entre Europa y la Península en los siglos VIII-XIII. Un ejemplo clásico al respecto es la propia biblioteca silense del periodo visigótico, en cuya formación intervienen manuscritos traídos de tierras pirenaicas y riojanas y de otros monasterios castellanos como Cardeña y Valeránica.

Algunos otros sabemos que fueron copiados en Silos de un exemplar procedente de otros centros193.

Esta dificultad de asignar una cuna geográfica a determinadas piezas se agranda cuando tratamos de códices burgaleses y riojanos porque las diferencias entre ellos son mínimas en escritura, técnicas codicológicas y ornamentación. Parece que debemos atribuir estas similitudes al hecho de que fueron monjes castellanos los que introdujeron el monacato benedictino en tierras riojanas (parece evidente que en el caso de Albelda procedía de Cardeña) tras la incorporación de la Rioja alta a la cristiandad en 923-924. Y junto a la regla de San Benito y el comentario de Smaragdo también aportaron la técnica y el arte en la confección de los manuscritos según lo hacían en Castilla194.

De todos los grandes centros del siglo XI el único scriptorium que está bien estudiado es el de Santo Domingo de Silos gracias a meritorios trabajos, como los de Férotin, en tiempos más antiguos, o de Miguel Vivancos, en especial sus Glosas, en el que incluso se contemplan los elementos codicológicos, y a la monografía, que hemos de calificar de excelente, y novedosa

190. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, Las Glosas Silenses, Facsímil, Burgos, 2001, p. 21.

191. M.

DÍAZ Y DÍAZ, “A vueltas con las glosas”, en El Cid, poema e historia: actas del Congreso Internacional: (12-16 de julio, 1999), Burgos, 2000, pp. 293-294.

192.

M. C. DÍAZ Y DÍAZ, “La circulation des manuscrits dans la Péninsule Ibérique du VIIIe au XIe siècle (suite et fin)”, pp. 383-392.

193. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Códices pirenaicos y riojanos en la Biblioteca de Silos en el siglo XI”, pp. 177-210.

194. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Cardeña y Albelda: el pacto monástico de 921”, pp. 13-40.

141

Texto Glosas v133.indd 141

05/10/2020 10:38:03

cuando apareció, de Ann Boylan que incide en la miniatura e iluminación de los manuscritos. De los otros centros, como Cardeña, Valeránica, Covarrubias, San Millán, Albelda y su entorno, aunque contamos con trabajos de gran valor, necesitamos estudios semejantes a los mencionados para Silos.

Por ahora tendremos que conformarnos con las láminas editadas en el Corpus de códices visigóticos de Millares Carlo195, que ha permitido un notorio avance en el estudio de los manuscritos visigóticos. Hay reproducciones excelentes, pero otras no tanto porque fueron reproducidas de microfilm cuando se acabó el presupuesto. Pero el problema mayor es que por lo general solo se edita una página de cada manuscrito, cuando en realidad lo ideal sería que se reprodujera una por cada mano que interviene. En El scriptorium Silense (p. 3), Vivancos publica una buena fotografía del folio 28r del BL, Add. 30851, a base de la cual, sin embargo, no podríamos entrever las íntimas conexiones que este libro tiene con el Homiliario–Penitencial, Add. 30853, y con el Psalterio y Cánticos del BNP, Smith-Lesouëf, 2 (IIª Parte).

En las líneas que siguen el lector va a encontrar más dudas que afirmaciones, todo un mundo de hipótesis basadas en fundamentos livianos en apariencia. En realidad parece que estamos aportando datos de diversa naturaleza para una futura gran construcción, pero late la sospecha de que no sabemos bien en qué orden han de ser puestos.

Las teorías Aunque no se detenga en ello expresamente, en Menéndez Pidal, Orígenes, pp. 9-16; 484-485, late la idea de que el códice del Penitencial fue copiado en Silos sobre un ejemplar emilianense. Boylan, por el contrario, dice abiertamente que fue hecho en San Millán y enviado luego a Silos, donde el prior Pedro añadió dos iniciales196. Díaz y Díaz siempre ha defendido que su patria fue Silos. Ruiz Asencio reivindica que con los medios a nuestro alcance era científicamente imposible asignar su confección a uno u otro scriptorium197, pero en el Congreso Cidiano se inclinó abiertamente a favor de la tesis de Díaz cuando relacionó su escritura con el hermano Add. 30851198. Vivancos, por su parte, ni en la tesis199 ni en el Scriptorium Silense200 se inclina por ninguno de ellos, resaltando que es asunto algo secundario cuando sabemos que el modelo que tuvo delante para copiar es de origen riojano.

Un nuevo planteamiento Nace el protagonismo que debemos dar a la ciudad de Burgos como receptora de la Epistola Sancti Saluatoris. Pueden ser simultáneas las dos vías que hemos propuesto: a través del obispo y comitiva que asiste en Nîmes al concilio (1096) o bien a través del circuito de comunicación de los prioratos benedictinos de Casa Dei con la casa madre. En todo caso, parece que hemos de esperar hasta la muerte de Pedro Ermengaud (1090) para que se montara en San Baudilio la superchería de la Epístola.

195. A.

MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, Las Palmas de Gran Canaria, 1999.

196. A.

BOYLAN, Manuscript Illumination at Santo Domingo de Silos (Xth to XIIth Centuries), p. 165.

197. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Hacia una nueva visión de las glosas Emilianenses y Silenses”, p. 118.

198. J.

M. RUIZ ASENCIO, “Puntualizaciones sobre las glosas”, en El Cid, poema e historia: actas del Congreso Internacional: (12-16 de julio, 1999), Burgos, 2000, pp. 309-311.

199. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del Monasterio de Santo Domingo de Silos, 1996, p. 165.

200. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, El Scriptorium Silense y los orígenes de la lengua castellana, p. 4.

142

Texto Glosas v133.indd 142

05/10/2020 10:38:03

Si aceptamos el planteamiento tradicional que sitúa la elaboración del Add. 30853 en San Millán de la Cogolla, tendríamos que admitir que alguien cogió la epístola en Burgos y la llevó a San Millán, donde se apresuraron a incorporarla a un códice con homilías que estaban copiando o que pensaban copiar de forma inmediata. Luego de terminado, lo enviaron a Silos.

Repetimos que parece que es mucho viajar para el poco tiempo disponible.

Mucho más razonable sería descartar la participación de San Millán en esta última fase y centrarnos en Silos como lugar al que enviaron la Epístola que insertaron en un Homiliario que estaban copiando. Pero esta propuesta, que sería la más lógica, está llena de dificultades y argumentos en su contra.

Sea el primero las siete anotaciones que vimos al describir el manuscrito en páginas anteriores sobre la autoría de sendas letras capitales. Las fórmulas seguidas son “ego non feci” (f. 115v), “ego feci” (ff. 118v, 120v), “ego non” (ff. 126v y 132r) y “Ego” (f. 163r, 164r). El autor de las diminutas anotaciones reconoce en cuatro ocasiones que las ilustraciones son suyas y atribuye las dos restantes a otra persona. Sin duda que estamos ante una contabilidad parcial de miniaturas sobre cuya confección se litigaba o existían dudas. En el fondo estamos ante un asunto económico, probablemente por la retribución que los dos artistas creían que tenían derecho a percibir. Esta situación es incompatible con la organización y vida del scriptorium monástico de Silos, donde no se trabaja “pro pretio” sino en remedio del alma.

Podría argüirse que el códice fue copiado en Silos y luego se encargó a otro centro la etapa final de la iluminación, pero todo parece indicar que escritura e iluminación se hicieron de forma simultánea, como dan a entender letras iniciales grandes (como la Q del folio 247r), que prolongan su trazo final en diagonal hacia abajo, lo que obliga al escriba a saltar su escritura cuando llegaba él.

En nuestro Penitencial no existe influjo carolino ni en letras ni en signos ni mediante letras sobrepuestas. Solo hay un uel, pero no es un añadido posterior sino que ya estaba en el exemplar que sirvió de modelo (como los dos que tienen las Emilianenses). Pero esta situación no encaja con lo que estaba ocurriendo en Santo Domingo de Silos en tiempo del abad sucesor de santo Domingo, dom Fortunio, que muere en 1100. Todos los manuscritos silenses de esta época, incluido una parte del Beato que se conserva en Londres, tienen influjos carolinos, incluidos naturalmente los códices en visigótica que contienen textos del nuevo rito romano.

Hoy, gracias a contar con más medios de información, es totalmente matizable la vieja afirmación del maestro Gómez-Moreno de que “todo lo escrito durante el siglo XI en Silos ya no se parece en su letra al códice de las Glosas” y que transmite Menéndez Pidal en sus Orígenes201. Porque en el fondo silense de manuscritos visigóticos hay dos ejemplares que podemos afirmar que son hermanos o primos hermanos del Penitencial, lo que inevitablemente nos lleva a la afirmación de que los tres se han escrito en un mismo escritorio: son el Add. 30851, un himnario que ya hemos citado por contener uel abreviado a la insular, y el BNP, Smith-Lesouëf/2, en particular su segunda parte. Este parentesco lo denunció Ruiz Asencio en dos ocasiones. En el Congreso del Cid de 1999 (p. 130): “Un códice en todo hermano es el Psalterio y Liber Canticorum, con glosas latinas, que hoy se conserva en la British Library, Add. 30851, datado asimismo en el siglo XI”. En el congreso sobre Santo Domingo de Silos de 2003 (p. 193): “muy próximo [el Penitencial] en cuanto a formas alfabéticas al que contiene los salmos (Add. 30851), pero mucho más aún al Smith-Lesouëf, 2, que recibe un psalterio y cánticos, hasta el extremo de poder afirmar que este manuscrito y el Penitencial están escritos por una misma mano (terminaciones en -et, astiles, formas

201. R.

MENÉNDEZ PIDAL, Orígenes del Español, p. 9.

143

Texto Glosas v133.indd 143

05/10/2020 10:38:03

alfabéticas aisladas: x, z, etc.”. Como prueba de la similitud paleográfica aportamos el siguiente cuadro contemplando solo los elementos que consideramos más significativos: BL, Add. 30853

BL, Add. 30851

BNP, S-L ms. 2-II

1 2 3 4 5

6

7

8

9

10 11

12

13

14

144

Texto Glosas v133.indd 144

05/10/2020 10:38:04

A. Boylan ha señalado, basándose en las miniaturas e iluminaciones, que Add. 30851 y Smith-Lesouëf/2, IIª Parte han sido producidos en un mismo scriptorium, pero que ninguno de los dos puede se atribuido firmemente a Silos o a otro centro monástico202.

La conexión del Homiliario-Penitencial londinense con el Add. 30851 es evidente no solo si atendemos a la escritura del texto, sino también a la de las glosas, que, en número de 1766, jalonan todo el manuscrito. El ejemplar ha sido colgado en la red por la British Library con muy alta resolución. Una somera confrontación de las glosas de ambos manuscritos pone de manifiesto el parentesco entre ellas sin necesidad de mayores explicaciones.

Un detalle codicológico viene a ratificar el parentesco de los tres códices que estamos considerando. El rayado se ha realizado de forma constante con el cuaderno plegado, cargando folios impares sobre pares en el Homiliario-Penitencial y en el Himnario; en el Smith-Lesouëf/2, II, se sigue este sistema en los cuadernos 4 y 19, mientras que en los cuadernos 5, 6 y 7 aparece usado en sus bifolios tercero y cuarto203. Esta es la forma tradicional de pautar, la cual choca abiertamente con los usos seguidos en los ejemplares silenses de tiempo del abad Fortunio, en los que se observa la implantación del sistema carolino consistente en pautar bifolio a bifolio por la parte pilosa del pergamino.

Lo expuesto en este apartado hasta aquí nos lleva a sospechar que este trío de códices se elaboró por encargo en un scriptorium ajeno a Silos y luego ingresaron en la biblioteca silense, sin que descartemos la compra o la donación. ¿Cuál pudo ser ese monasterio castellano? Covarrubias debió tener un muy buen scriptorium en el siglo XI-XII según denotan los dos únicos códices fragmentarios que nos han llegado: cuatro fragmentos de un pasionario –de hacia 1100–, que se conservan en Silos, y más un folio que emigró a Buenos Aires204, y la espléndida tardía biblia (siglo XII) en visigótica, que se conserva en la Colegiata205. Pero desconocemos más datos como centro productor de libros.

Menos aún sabemos de San Pedro de Arlanza e incluso Valeránica, que en el siglo XI era una granja agrícola y desde su destrucción en tiempos de Almanzor había dejado de producir libros por encargo, como sabemos que hacía en tiempos de Florencio.

Nos queda Burgos. La sede estaba recién estrenada, aunque alguno de sus miembros tal vez supiera el arte de escribir libros e iluminarlos, y estuviera dispuesto a trabajar por encargo.

San Juan de Burgos hay que excluirlo porque no era su misión principal la copia de códices y además, de haberlo escrito, lo hubiera hecho en escritura carolina. ¿Y por qué no pensar en Cardeña? Quede aquí el espinoso tema a la espera de unas futuras investigaciones.

202 . A.

BOYLAN, Manuscript illumination at Santo Domingo de Silos (Xth to XIIth Centuries), pp. 251-252.

203. M.

C. VIVANCOS GÓMEZ, Glosas y notas marginales de los manuscritos visigóticos del Monasterio de Santo Domingo de Silos, pp. 114, 164 y 304.

204 . A.

MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, n.º 20; M. C. VIVANCOS GÓMEZ, Catálogo del archivo del monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos, 2006, pp. 365-377 (con tres fotografías).

205. A.

MILLARES CARLO, Corpus de códices visigóticos, n.º 41.

145

Texto Glosas v133.indd 145

05/10/2020 10:38:04

II.10. La edición de las Glosas Silenses

Introducción Es evidente que el texto del Penitencial silense, hoy en la British Library (Add. 30853), ha recibido una atención pequeña frente al que han suscitado las glosas entre los estudiosos que han reparado en ellas, por ser estas uno de los primeros testimonios del romance. El interés por lo que toca a la lengua y a las circunstancias que rodean la escrituración de las glosas, despertado por el P. Berganza y continuado por Josef Priebsch, Mendéndez Pidal, Romero Otazo y, tanto en las postrimerías del siglo XX como en el primero de los años del XXI, por Miguel Vivancos, ha influido de manera decisiva en las ediciones que se han hecho de las mismas. Hemos dejado para el final en la brevísima relación la referencia a la edición del Penitencial y sus glosas que hiciera en 1993 José Manuel Ruiz Asencio porque en buena medida va a ser fundamento y punto de referencia para esta nueva edición de las Glosas Silenses. Edición esta que ha de adecuarse a una norma, no puesta por escrito como regla a seguir en las ediciones patrocinadas por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua pero aceptada por los paleógrafos que han trabajado en las ediciones de manuscritos con el ILCYL.

Una nueva edición de las glosas silenses. Normas Tal como se hizo en la edición de las glosas de 1993, en su momento se determinó que en esta del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua junto al facsímil iría no solo la transcripción de las glosas sino también la de los capítulos del Penitencial. De esa unión se deduce la determinación evidente de poner a disposición del lector el medio para que, en primer término, pueda conocer; y, en segundo término, y si ha lugar, pueda además corregir en su lectura las decisiones lingüísticas tomadas en el momento de la edición. Al ofrecer al mismo tiempo el texto del Penitencial y sus glosas, se ofrece la oportunidad de relacionar, del modo que hizo el glosador, dos lenguas: la latina y la castellana (esta en raíz y en sus orígenes). La edición, por tanto, hecha de esta manera permite que puedan advertirse en su totalidad las peculiaridades lingüísticas en un tiempo y unos espacios determinados.

La edición que proponemos tiene el propósito de facilitar al lector la búsqueda, el cotejo y la relación entre el latín y el castellano. Para ello se traslada a las páginas impresas la distribución que el texto y las glosas tiene en los folios del manuscrito: dejaremos el espacio de la caja de escritura para el texto del Penitencial y distribuiremos las glosas de la misma manera que las colocó el glosador en los márgenes internos y externos y, en menor medida, en el superior y el inferior y entre líneas; y hasta donde sea posible añadiremos imágenes de los signos de llamada utilizados por el glosador.

En nota a pie de página proporcionaremos las diferentes lecturas que de las glosas han hecho los anteriores editores de las mismas: Priebsch, Menéndez Pidal, Ruiz Asencio, César Hernandez y Vivancos (en las dos ediciones de las que es responsable).

De la manera que hemos dicho, aunque ni siquiera como lejanamente diría Menéndez Pidal, el texto se hace vivo, si no en sus variantes sí en la edición, porque repetiremos la mise en page, la disposición del texto y glosas en los folios concebida por el glosador sin alterarla y reproduciéndola junto al facsímil del manuscrito.

Creemos que puede aceptarse como edición válida. Partimos de una edición que fue muy bien pensada. Y añadimos que, hace ya seis años, en 2013, la Red Internacional Charta publicó los “Criterios de edición de documentos hispánicos (Orígenes-siglo XIX)”, donde propuso una forma triple de edición para lo que llamó (no sabemos si acertadamente) documentos archivísticos: 146

Texto Glosas v133.indd 146

05/10/2020 10:38:04

a) facsímil, b) transcripción paleográfica y c) presentación crítica, porque, entre otras ventajas, se afirmaba, permite interrogar el documentos en su integridad206. Lo que prueba el acierto de la edición de 1993 y da firmeza a la decisión que tomamos de tomarla como modelo.

En esta edición del ILCYL el facsímil del manuscrito se hará reproduciendo las imágenes digitalizadas (de los folios 309r-324v del ms. Add 30853 de la British Library) que ha adquirido el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua el año pasado, y que son de una calidad extraordinaria.

La transcripción está hecha por profesores del área de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Valladolid, en la que desde principio de la década de los años setenta se hicieron las ediciones de documentos, a partir o desde el concepto no únicamente de Paleografía, sino también de Diplomática, para servir fundamentalmente al historiador. De ahí que durante lustros se entendiera que para la transcripción de documentos había que utilizar las Normas de transcripción y edición de textos y documentos del CSIC de 1944207, las Normas de la Comisión Internacional de Diplomática de 1984208 y sobre todo las incluidas en la tercera edición del Tratado de Paleografía española de Agustín Millares, publicado un año antes, en 1983, por Espasa-Calpe, y en el que la colaboración de Ruiz Asencio ha de calificarse de generosa209.

La destacada participación, por otra parte, en la “Colección Fuentes y Estudios de Historia Leonesa”, que dirigiera José María Fernández Catón, y en la que tuvieron cabida las colecciones diplomáticas o documentales de instituciones monásticas del Reino de León o de las sedes catedralicias, como la de la propia León o Astorga, y códices de otras como la de Burgos, entre muchos, aconsejó la elaboración de unas normas propias, que se publicaron en los volúmenes I y III de la colección210.

Normas todas ellas que, en mayor o menor grado de seguimiento, han sido utilizadas por buena parte de los paleógrafos españoles. En la actualidad y pensando en un mejor servicio al historiador se están proponiendo por diferentes grupos de trabajo de investigación ediciones en nuevos lenguajes (html o Lenguaje de Marcas de Hipertexto entre otros), que sin duda ninguna multiplicarán las posibilidades de gestión de la información por medio de sistemas informáticos.

No puede perderse de vista ni ese futuro ni el interés por las ediciones pensadas para los historiadores. Pero las ediciones que hemos realizado en colaboración y para el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua han sido concebidas con pretensión de servir sobre todo a los intereses de los filólogos y en especial a los intereses de los investigadores del periodo Orígenes.

Ello ha supuesto añadir a la esencia de muchas de las normas citadas, lo que se conoce como transcripción paleográfica y que utilizara ya Ramón Menéndez Pidal en los Orígenes del español (1926) y en Crestomatía del español medieval (1965-1966), de la que nosotros tomamos solo algunos de los criterios que propuso, por entender que otros aportan muy poco.

Así, seguimos la norma de transcribir con caracteres cursivos las letras abreviadas en la palabra, bien estén estas abreviadas mediante suspensión o contracción o mediante signos especiales, caso de -us o -ue, por citar dos de ellos.

206 . Criterios

de edición de documentos hispánicos (orígenes-siglo xix) de la Red Internacional CHARTA –Versión de abril de 2013–, pp. 5-6. Consultable en: http://files.redcharta1.webnode.es/200000023-de670df5d6/Criterios%20CHARTA%20 11abr2013.pdf [última consulta: 17/11/2019]

207. Normas

de edición y transcripción de textos y documentos, Madrid: Escuela de Estudios Medievales, 1944.

208. Travaux

préliminaires de la Commision Internationale de Diplomatique et de la Commision Internationale de Sigillographie: Folia Caesaraugustana. 1. Diplomatica et sigillographica, Zaragoza, 1984, pp. 37-49.

209. A. MILLARES CARLO, con la colaboración de J. M. RUIZ ASENCIO, Tratado de Paleografía Española, Tomo II, 3.ª ed.,

Madrid, 1983, pp. IX-XXIII.

210.

E. SAEZ, “Modalidades de la edición y transcripción”, en Colección documental del archivo de la catedral de León (7751230). I (775-952), León, 1987, pp. LXX-LXXVIII; J. M. RUIZ ASENCIO, “Normas de edición y transcripción”, en Colección documental del archivo de la catedral de León (775-1230). III (986-1031), León, 1987, pp. XX-XXXIV.

147

Texto Glosas v133.indd 147

05/10/2020 10:38:04

Aun siendo conscientes de que puede ser objeto de crítica, hemos decidido unir y separar las palabras de acuerdo a la norma hoy imperante, así como puntuar y, en consecuencia utilizar, las mayúsculas y minúsculas siguiendo el mismo criterio de respetar las normas ortográficas actuales. Y mediante el uso de paréntesis ( ) aclaramos y ofrecemos información sobre errores en la copia del manuscrito o reiteraciones innecesarias, los corchetes nos sirven para indicar que el texto que contiene en su interior ha sido reconstruido por los editores o es de imposible lectura, en cuyo caso se colocan puntos suspensivos en su interior [...]; y, en fin, los corchetes angulares < > nos sirven para informar que el texto contenido en su interior se escribió al margen de la caja de escritura o aparece escrito entre las líneas de esta.

Transcribimos la I alta cuando tanto en inicio como en medio de palabra tiene valor de sonante, caso de IeIuniorum, Iudicio, Iungi, Iumento, eIus, perIuraberit, cuIusquumque, Iactare, maIus, aIat, Iermano o Iet, entre otros.

Respetamos el uso de i baja (j) tras t, empleada para distinguir gráficamente el sonido tzi o zi, que se diferenciaba de la representación gráfica de ti porque en este caso se usaba i media tras la t, caso de perceptjonem, uitjum, benedictjone, tertjus, satisfactjonem, conmemoratjo, neglegentjam, ętjam, sacerdotji, satjabiliter o nubtjas, entre otros. Distinción gráfica que ha sido uno de los elementos claves para fijar la data de los manuscritos visigóticos desde que Elias Avery Lowe estableciera unos criterios fiables en sus Studia Palaeographica, donde hizo pública la idea de que desde la segunda mitad del X y hasta el XII en los manuscritos visigóticos se distinguían gráficamente los sonidos ti/tj211.

Mención especial merece la transcripción de numerales romanos en escritura visigótica empleados abundantemente en el Penitencial: el numeral 40 visigótico ( ), que no es más que la X rematada en la parte superior derecha con una vírgula, que resulta de la cursivización y reducción de la L con valor de 50, por lo que la equis virgulada tiene el valor mencionado de 40:XL, caso de: “XL diebus”, que es la pena que se pondría al sacerdote o cualquier otro clérigo que vomitara a causa de una borrachera; o LXL (noventa) missas, cantidad equivalente a los treinta salterios que ha de cantar el lector cuando no guarde la penitencia del ayuno de pan y agua en una Cuaresma. El otro numeral es la representación gráfica de 1000 mediante una I (con valor de 1) con un trazo horizontal sobrepuesto, que multiplica por mil el valor de, en este caso, la unidad (I), a la gráficamente convierte en una T, caso de: “T CC ictus flagellorum”, que son los mil doscientos azotes que soportarían quienes no ayunaran en Cuaresma y no quisieran cumplir otra penitencia.

Al facsímil, a la edición crítica con las variantes de lectura de los anteriores editores de las glosas y a la transcripción paleográfica del texto del Penitencial y de los apuntes del glosador, se añaden unos índices alfabéticos de voces del Penitencial y de las glosas (en orden numérico y alfabético) que se han concebido para facilitar la consulta de estas últimas al margen del lugar del manuscrito en que se encuentren. Índices pensados para hacer más rápida la localización de la información, como si de un producto documental, sin que en puridad lo sea, se tratara.

211. E. A. LOWE, “Studia Palaeographica. A contribution to the History of Early Latin Minuscule and to the Dating of Visig-

othic Manuscripts”, en L. BIELER (ed.), Palaeographical Papers, vol. I, Oxford, 1972, pp. 2-65, en especial pp. 40-65.

148

Texto Glosas v133.indd 148

05/10/2020 10:38:04

Las Glosas Silenses III. Transcripción

Texto Glosas v133.indd 149

05/10/2020 10:38:04

Texto Glosas v133.indd 150

05/10/2020 10:38:04

III. TRANSCRIPCIÓN José Manuel Ruiz Asencio Irene Ruiz Albi Mauricio Herrero Jiménez Universidad de Valladolid

/f. 309r

Pater Filius, I Nepos, II Pronepos, III Abnepos, IIII Adnepus, U Trinepos, UI Trineptos, UII Filii

Mater Filia, I Neptis, II Proneptis, III Abneptis, IIII Adneptis, U Trineptis, UI Trinep<o>tis, UII

INCIPIUNT CAPITULATIONES PENITENTIARUM DE DIUERSIS CRIMINIBUS

151

Texto Glosas v133.indd 151

05/10/2020 10:38:04

/f. 309v

Iº IIº IIIº IIIIº Uº UI UII UIII UIIII X XI XII XIII XIIII XU §I II III IIII U UI UII UIII

De ebrietate uel ęuomitum.

De sacrificio et pręceptjone1 eIus. De babtismo et opere dominico.

De perIurio et falsario.

De furtu et incendio atquę uiolato De diuersis omicidiis. Dominicus beatus2.

De sacrilegii obserbatjonibus. Beatus Sebastianus3.

De cupidis et aliis similibus. Beata Maria4.

De diuersis fornicatjonibus. Sanctus Martinus5.

De incestis conIunctjonibus.

De diuersis causis penitentjum.

De ciborum uel carnium ęditjone.

De temporibus IeIuniorum generalium.

De IeIunio diei uel quadragenis.

De IeIunio annualis et heremitarum.

Prima, itaque est remissio quam babtizamur in aqva.

Secunda, karitatis adfectus.

Tertja, ęlemosinarum fructus.

Quarta, perfusio lacrimarum.

Quinta, criminum confessio.

Sexta, afflictjo cordis et corporis.

Septima, abrenuntjatjo uitjorum.

Octaba, intercessio sanctorum.

1.

pręceptjone] en el texto perceptjone.

2.

Dominicus beatus] añadido por una mano carolina del siglo XII.

3.

Beatus Sebastianus] añadido por la misma mano carolina.

4.

Beata Maria] añadido por la misma mano carolina.

5.

Sanctus Martinus] añadido por otra mano carolina contemporánea.

152

Texto Glosas v133.indd 152

05/10/2020 10:38:04

/f. 310r UIIII X XI XII

Nona, misericordia et meritum fidei.

Decima, conuersio et salus aliorum.

Undecima, indulgentja et remissio deuitorum.

Duodecima, passio martirii. § I De ebrietate uel euomitum Si quis ępiscopus aut aliquis ordinatus ebriętatis uitjum habuerit, aut desinat aut deponatur. Sacerdos aut qui-

aut desse poncat 1

libet clerus se inebriaberit XX diebus peniteat.

Si per ębrietatem euomitaberit, XL diebus peniteat.

Si cum eucaristia, LX diebus peniteat. Si autem conuer-

rursus6

sus se inebriauerit, XXX diebus peniteat. Si per ebrietatem uomitaberit, L diebus peniteat. Si cum eucaristia, LXX diebus peniteat. Si laicus fuerit per ebrietatem, X diebus peniteat. Per uomitum XX diebus peniteat. Si cum eucaristia, XL diebus peniteat.

Qui cogit hominem ut inębrietur ita ut ębrius peniteat. Qui ęuomit sacrificium et cane sumitur I annum peniteat. Si enim infirmitas causa, X diebus peniteat. Si in igne proIecerit, CL p<s>almos canat uel X diebus peniteat.

Qui cum odio manducauerit X diebus peniteat.

Si in die quando communicauerit ante solis

6.

rursus] No se trata de una glosa, simplemente completa el texto Si autem <rursus> conuersus.

153

Texto Glosas v133.indd 153

05/10/2020 10:38:04

/f. 310v intrata 2

occasum aliquis sacrificium euomerit, XL diebus peniteat. Si ante media nocte, XXX diebus; ante matutinum XX; post matutinum et ante cibi perceptjonem ęuomerit, X diebus peniteat. § IIº De sacrificio uel perceptjone eIus Sacrificium pro malis rebus nullo modo debemus offerre, ni<si> tantum pro uonis. Omnis clerus qui non bene

elaiscaret 3

sacrificium custodierit reliquens illut

por manducaret 4

deuorandum feris ad nicilumque illut deuene-

non aflaret 5

rit uno anno peniteat. Omne sacrificium nafregatu 6 obetereiscitu 7 osmatu kematu siegat 9

sordidatum uel uetustatum prodi-

aflatu fueret 8

tum igni conburatur. Et qui neglegerit duobus mensibus peniteat. Qui sacrificium terratenus usque totum effuderit sollicite colligatur et in flumine proiciatur illut et XLª diebus peniteat. Si super lintea-

poca 10 labatu siegat 11

mina fusum fuerit, id modica abluan-

aqua7 12

tur limpha et sumatur a clero, ob inde

si magis uertieret 13

III diebus peniteat. Si amplius, XU diebus peniteat. Qui autem perdiderit ęucaristię particulam uel

destello8 14

stillam oblatjonis et inbenta non

aqua7 12 destello8 14

7.

aqua] No está en P, agua MP.

8.

destello] de stello VG (2001).

154

Texto Glosas v133.indd 154

05/10/2020 10:38:04

/f. 311r § XX diebus peniteat. Si inbenta fuerit,

Fuerit CL psalmos canat. Sacerdos sine eumcaristia (sic) aut oblatjone obliuiscens offert sacrificium iteretur offerri sacrificium cum sacramento oblitor

con benedictjone 15

XXX diebus peniteat. Qui pollutus sacrificium offert nesciens XL diebus peniteat. Qui sacrificio de maturi 16

pollutus nocturno accepit XXX diebus peniteat.

Qui sacrificium sciens post cibum accipit XL diebus peniteat. Ignorans nesciens XX diebus peniteat.

qui non sapiendo 17

Infans quoque X diebus peniteat. Si mulier in mons-

intretieret9 18* sine mundo 18 intretieret9 18*

truoso tempore comunicet, XXX diebus peniteat.

Si intrat in eclesiam, XU diebus peniteat. Qui non conmunicat neque ad osculum in

a salutare 19

eclesia accedat. Uir et uxor ante sacramenti pręceptjone ab iniquitate se abstineant decem diebus et sic comunicent. Post comunionem ita usquę nudius tertjus contineant caste.

mundamientre 20

Mulier monstruosa in die sancte Pasche resur-

de la lebatjone 21

rectjonis tantum carnem benedicti agni edat. Demunque post purificatjonem

depuisca 22

triduanum IeIunium agat et sic corpus Domini percipiat. Femine religiose ab omni

9.

10 23 et sanctas m<v>net sanctas m<v>ndas das10 23

sine mundo (18) intretieret (18*)] sine mundo intretieret VG (2001), que entiende como una sola glosa.

10.

m<v>ndas] escrito mondas y soprepuesta a la o una v; mondas P, MP, CH; uiudas RA; mvndas VG,VG (2001); ARIZA .VIGUERA propone que pueda ser una confusión con monacas o monkas.

155

Texto Glosas v133.indd 155

05/10/2020 10:38:04

/f. 311v carne abstineant preter pisces dum corpus Domini percipiant. Similiter homo qui suspensus est a corpore Christi in ipso Pasca agnum benedictum sumat. labat 24

Si quis dum faciem et os suum abluit ad comunicandum sine uolumtatem aque guttam obsorberit, C psalmos canat, uerum tamen sumat sacra-

11 11 christianus christianus 2525

menta. Omnis catholicus qui est suspensus pro scelere a corpore Christi in fine mortis suę conmunicetur. Infirmis

debiles,aflitos aflitos1212 26 26 debiles,

inbalidis licet omni ora cibum summere; licet in uno altare sacerdoti duas missas canere in uno die uel in tria altaria canere tria botiba.

De babtismo et opere dominico § III Qui secundo babtizari uoluerit III annos

si non sapet 27

peniteat. Si ignorans quid babtizatus est, babtizetur. Si presbiter uel quis-

qui est nominatus pro babtizare12 28

libet laycus in hora mortis catecumini presens non fuerit, a muliere statim babtizetur. Si quis filios quos in babtismo susceperit, cabendum ne fiat siegat 29

11.

christianus] no aparece en P.

12.

debiles, aflitos] debiles aflitos RA.

13.

qui est nominatus pro babtizare] qui est nominatu pro babtizare CH.

156

Texto Glosas v133.indd 156

05/10/2020 10:38:04

/f. 312r usque ad XX <uno> gradum conIugium. Qui in die dominico operantur ab eis aliquid auferantur. Qui ambulant, UII diebus peniteat.

IIII De perIurio et falsario

falso testimonio14 30

Si quis perIuraberit, UII annos peniteat.

Si nesciens perIuraberit se, III annos peniteat.

Qui ducit alium in perIurium ignorantem, UII annos peniteat. Qui autem per cupiditatem

et ficieret mentira15 31

non sapiendo16 32

uolumtarię se perIuraberit usquę ad mortem in monasterio serbiat Deo, datis rebus suis in pauperibus. Si innocens coactus perIuratus est, XX diebus peniteat.

Si quis falsitatem commiserit, UII annos peniteat.

Qui autem consenserit IIII annos peniteat.

apretaret conpulsus uel constrictus17 33 [ ] ke se perIuret super so cosa 34

castigatore fueret consiliu dederit 35

Sin autem quale fratri inposuit tali Iudicio damnetur.

desonoratu siegat Iudicatu 36

U De furtu uel incendio aut uiolato Si quis furtum fecerit, reddat quod furatum est domino suo, demunque secundum furtum peniteat. Sin autem in duplum peniteat. Si de monasterio18 ęclesię furatum fverit et redditum

furtus ficieret19 37

non fuerit, in quadruplum peniteat.

Si reddiderit illam20 <rem> eclesie, in duplum peniteat.

14.

falso testimonio] no aparece en P.

15.

et ficieret mentira] confusión entre a y u visigóticas; et ficieret mentiru P.

16.

non sapiendo] no sapiendo CH.

17.

apretaret conpulsus uel constrictus] apretaret compulsus uel constrictus MP, CH.

18.

monasterio] debía decir ministerio.

19.

furtus ficieret] furtum ficieret CH.

20.

illam] a corregida sobre u.

157

Texto Glosas v133.indd 157

05/10/2020 10:38:04

/f. 312v Similiter obseruandum est de omnium rerum damnis. Et qui domum uel aream de lo incen titu 38 denudauerit, rapi[nauerit], 21 39 denudauerit, pre[dauerit] rapi[nauerit], pre[dauerit]21 39 reliquias 40

cuIusquumque cremaberit, secundum damnum incendii ita peniteat. Qui sepulcrum uiolaberit U annos peniteat. Si quis martiria dispoliat, I anno in pane et aqua et tres annos se abstineat a uino et carne

quales tolliot 41 tornet 42

zetare corri 43

et omia quę extraxerit restituat.

Si quis christianus catholicum in cabtibitate duxerit aut transmiserit, X annos peniteat.

Ligna et lapides ęclesię in alio opere22 non esse Iungi nisi in aliam ęclesiam tantum.

Si quis patrem aut matrem infamaberit, quanto tempore in inpietate steterit,

pos que penitieret 44

tanto post satisfactjonem peniteat.

Sin autem uno anno peniteat.

UI De diuersis homicidiis Si quis uoluntarię homicidium fecerit, exconmunicetur a communione Christi corporis per biennium, et post quadragenos dies ęclesiam ingrediatur et X annos peniteat. Qui autem ad homicidium

por fere ke faciat por fere ke faciat 232345 omiciero 45 omiciero

faciendum consenserit et factum castigaret et consilio malo dederit 46

21.

denudauerit, rapi[nauerit], pre[dauerit]] denudauerit, rapi[naret], pre[daret] CH; denudauerit rapi pre VG (2001).

22.

opere] sigue raspado opere.

23.

por fere ke faciat omiciero] por fere ke faciat omicero CH.

158

Texto Glosas v133.indd 158

05/10/2020 10:38:05

/f. 313r fuerit, UII annos peniteat. Qui non uolumtarię sed casu occiderit homine, U annos peniteat.

Qui autem uoluerit et factum non fuerit,

eno periculo contemdieret se acertaret24 47

III annos peniteat. Qui ępiscopum, abbate aut presbitere occiderit a rege Iudicandus erit.

Qui percusserit et sanguinem fuderit XL diebus peniteat. Qui aborsum fecerit uoluntarię IIII annos peniteat; sine uoluntate II annos peniteat. Qui in prelio occiderit hominem I anno peniteat. Sin autem captibum redimat. Qui prebent ducatu barbaris U annos peniteat. Si autem strages fecerint Iectatis 53

punga 48 ministrent, sierben 49 por ducere 50 a los gentiles, paganos, mozlemos 51 tjones 25 54 occisiones, matatas 52

christianorum, relictis armis, usque ad mortem peniteat. Quicumque hominem pro suspectjone

dubię cogitatjones25 54

occiderit super se uel domum suam XL diebus peniteat. Si quis per Iu<s>sione domini sui occiderit hominem sine uoluntate, XL diebus peniteat. Cum boluntatem I annum peniteat.

Si autem odio, U annos peniteat; si per poculum,

por la bebetura 55

X annos peniteat. Si quis parbulus sine babtismo mortuus est, parentes eIus IIII XLª peniteat. Si autem cum babtismo, III XLª peniteat.

Si in terra inbenitur mortuus, XLª diebus peniteat.

24.

eno periculo contemdieret se acertaret] eno periculo contendieret se acertaret P, MP, CH, VG, VG (2001).

25.

dubię cogitatjones] no aparece en P.

159

Texto Glosas v133.indd 159

05/10/2020 10:38:05

/f. 313v por pendere colatjone 56

Si quislibet se ipsum per suspendium uel

muerte 57 matare 58

qualicumque interitu interficere uoluerit

separatus26 59

et cum auxilio alieno salbatus, sequestratus a conmunione hominum uel a corpore Christi I annum peniteat. Si autem mortuus erit,

memoria27 60

nulla illi in oblatjone conmemoratjo

non siegam 61

fiat neque cum psalmis aut sale ad se-

28 corpora corpora2862 62

pulturam cadabera29 <eorum> deducantur aut

lieben adduitos leuatos 63

inici infra fidelium sepulcra. Si autem uexa-

focato fueret 64

tus a demonio uisibiliter est et in hunc inconos altros 65

teritum incurrerit, licet ut ceteris fidelibus

ke li fican 66

perficere sepultura eIus. Qui de menbro suo truncaberit III annos peniteat. Si qua laica

premieret 67

aliam laicam suo infante oppresserit, ut homicida Iudicetur. Si mulier per30

ueuetura de la Ierba 68

poculum aut per qualibet artem occi-

elos qui naiserenso 69

derit filium uel qui denati sunt, XU annos peniteat. Si mulier autem pauperrima, X annos peniteat. Si ante quam animam habeat, III annos peniteat. Si post, ut homicida Iudicetur. Mulier quoque que potjonem

bebere 70

acceperit, quantosquumque concipere uel parere debuerat tantorum homicidiorum abierat 71

26.

separatus] no aparece en P.

27.

memoria] no aparece en P.

28.

corpora] no aparece en P.

29.

cadabera] escrito sobre cadabere.

30.

per] inicialmente la llamada ∂ iba sobre per pero se repitió sobre poculum.

160

Texto Glosas v133.indd 160

05/10/2020 10:38:05

/f. 314r

sedere 72 feritore tor zeta grandi onero 73

ream se esse cognoscat. Si quis emisor grandine 74

tempestatum fuerit, post terminum omnibus diebus uitę suę lacrimabiliter triduasinon 75

na, alioquin biduana peniteat. Sin autem XU annos peniteat. Si quis hominem in uia aut in ostium pro sanitate posuerit, XL diebus peniteat. Si quis infans per neglegentjam sacerdotis mortuus fuerit sine babtismo, sacerdos ab ordine tolito siegam 76

suo deponatur. Si quis quamlibet mulierem uiolaberit, obinde illa necem31 sibi

forzaret [forza]toret32 77

leuaret 78

intulerit, uiolator X annos peniteat.

quantas 79

Quecumque mulieres que fornicantur et partus

occidunt mata33 81

suos negant, XU annos peniteat. Si qua mulier

fornicio 82

per adulteria, absente marito suo, conce-

luenge stando 83

perit idque post facinus occiderit, nec in

inpreinnaret 84

finem dandum esse conmunionem eo duplicaot 86* por ke 86

quod geminauerit scelus et XUII annos peniteat.

estos 87 35 abortare 88 estos 87 abortare35 88

Hii qui aborsum faciunt uel nactos suos

matan<t>37 89

filios 80

in tantum por eu ende34 85

36

36

extingunt post septem annorum curricula

antamios 90

communio tribuatur. Ita tamen ut omni tempore uitę suę fletibus humiliati insistant. Si domina ancillam uerberaue-

ke siegam 91

rit et mortua fuerit cum uolumtate

31. necem]

lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

32. forzaret

[forza]toret] forzaret toret P, MP, CH, VG; VG (2001).

33. occidunt 34. in

35. abortare] 36.

mata] occidunt mata[n] P.

tantum por eu ende] in tantum; por en, ende CH. no aparece en P.

] el signo de llamada no se corresponde con el que lleva la glosa.

37. matan<t>]

matan P, MP, VG, VG (2001).

161

Texto Glosas v133.indd 161

05/10/2020 10:38:05

/f. 314v de artificio38 92 matare 93

UII annos peniteat; sin autem U annos peniteat.

Si quis maleficio interficiat alterum, nec in finem accipiat communionem.

de uoluntate39 cadutu fueret 94

Qui sponte lapsi sunt X annos peniteat, per decennium arceantur a conmunione.

Si quis altario ministrat et sanguinem

40

dat et donat41 95

de lo aduersario gentile 96 cadieret 97

Christi tradit, ab omni humano sanguine ętjam hostili abstineat, quod si in hoc inciderit, II annos peniteat et ita demum

deinde42 98 deinde42 98

officio uel communio reddatur. Muliere mortua, licitum43 est uiro post menses sex alteram accepisse mulierem.

Mortuo uiro, post annum mulieri alium elo fermo 99

uirum accipere. Si quis ęgris custos

grabe mientre 100

dormierit adgrabans et mortuus fuerit eger sine peruigile, peruigil X diebus peniteat. Si neglegens, XXX diebus peniteat. Si autem inębrians, I annum peniteat. Qui pro

muertos fuerent 101

suis sceleribus puniuntur non sunt

por Iactare 102

cum psalmis et sale inici infra fidelium sepulcra. Si homicidię (sic), adulteri et fures ad eclesiam confugerint, de morte

liueratos 103

sint securi cui reus fuerit. Si quis qui gerranza fueret44 104 quale factu fueret qui gerranza fueret44 104

38.

de artificio] no aparece en P.

39.

de uoluntate] no aparece en P.

40.

] el signo de llamada, que vincula la glosa con tradit, es distinto al que se puso sobre el texto ( ), probablemente repitió por error el signo abreviativo de Christi.

41.

dat et donat] dat et danat P.

42.

deinde] no aparece en P.

43.

licitum] lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

44.

quale factu fueret qui gerranza fueret] quale factu fueret que gerranza fueret P, MP, CH.

162

Texto Glosas v133.indd 162

05/10/2020 10:38:05

/f. 315r

non quisieret dare 105

morientibus penitentjam negat, reus

culpauiles 106

erit animarum. Si quis sacerdos ad egrotum dederit penitentjam sine suo consensu uel testibus, I annum peniteat.

o sen tiestes testimonio 107

Si autem penitens uibiturus est, obseruet penitentjam.

uibire 108

§ UII De obseruatjonibus sacrilegii Si quis christianus obseruaberit diuinos, pre cantores 109

qui dat sortes 110

incantatores, sortilegos; auguria,

agüeros 111

diuinos45 112

aruspicia uel elementa obseruari auctores cantatjones [canta]tores47 114

qui demandan 117

uel inspetjones scribturarum somnia

celum et terram, aqua, aer, sol et luna, ignis46 113

sorteros 115

aut laneficia uel maleficia exercent

qui facen 116

adque exquirunt, U annos peniteat. Non liceat

non conbienet 118

kalendas lunam obseruare neque in collectjo-

enas collituras 119

nes erbarum incantatjones adtendere

scuitare 120

nisi cum simbulo et oratjone dominica omnia exercere.

manda pro fere totas cosas 121

§ UIII De cupidiis et aliis similiis Si quis cupidus et abarus, superbus, ębriosus uel his similia sequitur, desinat et III annos peniteat. odioso48 122

45. diuinos] 46. celum

Osor quanto tempore non respuit

laiscare saket 123

odium tanto peniteat; qui detrait uel

cuesta prendet 124

no aparece en P.

et terram, aqua, aer, sol et luna, ignis] colum et terram, aqua, aer, sol et luna, ignis CH; no aparece en P.

47. auctores 48. odioso]

cantatjones [canta]tores] auctores cantatjones tores MP, CH, VG, VG (2001); no aparece en P.

no aparece en P.

163

Texto Glosas v133.indd 163

05/10/2020 10:38:06

/f. 315v sientet scuita placet 125

consentit detraentem UII dies peniteat UIIII De diuersis fornicatjonibus Si quis fornicatur sicut sodomite fecerunt, si ępiscopus est, XX annos peniteat; presbiter, XU; diaconus, XII, postquam

alquantre 126 non aplekan 127

numquam accedant ad ordinem sacerdotji; conbersus XX annos peniteat; laicus X annos peniteat. Si quis ante XX annos cum animalia peccaberit, XU annos peniteat; si post XX annos, habens uxorem, XX annos peniteat; si cum pecoribus minutis

maIus 128

amplius peniteat, id est, XXU annos peniteat, XX

et post bicesimum annum communioper sibi eleiso 129

nem accipiat. Si quis presbiter per semedipsum fornicatus fuerit, I annum peniteat. Qui in femoribus fornicatur II

qui fedabisu 130

annos peniteat. Qui per turpiloquium uel aspectum49 coinquinatus est XX diebus peniteat. Si autem inpugnatjone cogi-

fuerte mientreza 131

tatjonis uiolenter coinquinatur X diebus peniteat. Qui pollutus est in somnis canat L psalmos demumque omnibus prostratvs satisfaciat. Qui concupiscit desiderio auieret50 132

49.

aspectum] lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

50.

desiderio auieret] desiderio ouiieret RA.

164

Texto Glosas v133.indd 164

05/10/2020 10:38:06

/f. 316r mente fornicari et non potuit III annos peniteat. Si quis dormiens in ęclesia semen fuderit, XU diebus peniteat. Si pollutus non sapiento 134

ignorans ęclesiam intraberit, II psalterios canat. Sin autem III diebus peniteat. Osculum

sine mundo 136

uno con altro sese inquinaren51 138 uno con altro s inquinaren51 138

inlecebrosum facientes, XX diebus peniteat;

salutatjone 135

cum inquinamento

Pueri adulescentes se inbicem coinqui-

et conplexu XL diebus peniteat>.

nantes XL diebus peniteat. Si inter femora

constrinitu brazaret 137

fornicans II annos peniteat. Si quis cum sos 140

por ad aqua si ficieret 133

campas 139

propri<i>s membris fornicatur, I annum peniteat. Clerus uel deuota in conIugio [ ]52

se duxerint, XU annos peniteat post sepa-

Iuntatjone 141 leuaren 142

ratjone. Laicus, si cum uxore aliena adulterat, UII annos peniteat; cuIus uxor est sterelis, ambo se contineant a pol-

infecunda, sine fruitu 143

53

lutjonem. Si uirgo uirgini conIuncta est sine uelaminum benedictjone, U annos peniteat. Si quis ad ancillam suam uendieret 144

intrat ut benundet, III annos peniteat. parieret 145

Si genuerit filium, liberet eam.

Si quis cum matre et filia fornicatur, usque ad finem uitę suę peniteat biduana et ęlemosinas tribuendo donando 146

51.

uno con altro sese inquinaren] uno con altro sese inquinare P.

52.

[ ]] se ha reconstruido el signo de llamada que vincula a duxerint con leuaren (142).

53.

] signo de llamada innecesario.

165

Texto Glosas v133.indd 165

05/10/2020 10:38:06

/f. 316v et lacrimas fundendo. Si quis cum muliere mortua fornicatur, usquę ad terminum uitę suę ut supra peniteat.

Iuntaret 147

Si quis uir nubserit cum uxore sua ut sodomitico more, III annos peniteat.

Si laicus sine benedictjone III uxores habuerit, dimittat ipsas et ulte-

maIus 148

rius ad conIugium non accedat et por luenga 149

prolixius peniteat. Si quis fidelis cum Iudea uel gentili fuerit mecatus, U annos54 150

XU annos peniteat et per quinquennium arceatur a communione. Qui mortuum osculatur, IIII diebus peniteat et compostea 151

municetur demumque. Si quis maripromissione ficieret 152

tus uel qua mulier uota habens uirginitatis adIungitur uxori, postea non dimittat et III

g[...]55153adIuncta56 154

annos peniteat. Uota stulta et inpor-

g[...]55 153

tabilia frangenda sunt. Qui nubunt

adIuncta56 154

in temporibus monstruosę uel parturitjonis XX diebus peniteat. Qui in festiuitate martirum nubserit XL diebus peniteat. Qui in die dominico nubserit I annum peniteat.

54. U

annos] U annis RA.

55. g[...]]

gal... MP, CH; g(ilegible) VG, VG (2001).

56. adIuncta]

adiuncta P; ad b... uota MP, RA, CH; adiunctu(?) VG, VG (2001).

166

Texto Glosas v133.indd 166

05/10/2020 10:38:06

/f. 317r

Qui in dię Pascę III annos peniteat. Qui in diebus Quadragesimis nubserit, quot

quantos 155

diebus nubit tot quadragenis diebus promissione57 156 mandare uolumtate58 157

peniteat. Mulieri non liceat uotum uobere [

]59

sine uiri sui licentja. Si qua uxor fornicatur, liceat eam uiro dimitti et

promissione57 156 mandare uolumtate58 157

aliam accipere. Mulier non licet uirum dimitteret licet <si est> fornicator, nisi propter monasterium aut sodomitici more. Parentes qui fidem fregerint sponsaliorum III annos peniteat.

desposatos 158

Si cuIus uxor fuerit abducta in cab-

leuata 159

tibitate et alteram maritus acceperit, reuertente prima,

retornando 160

secundam mulierem debet excludi

separare uel laiscare 161

et unusquisque quod suum est recipiat, et non probetur esse culpabilis qui uxoris capte in matrimonio uide-

presa 162 prima Iunctatjone 163

tur esse sortitus, aut si uir uel mulier ad priorem conIugium reddire noluerint uelut impii ęclesiastica

pri[mum]60 164

notat […]s […]s61 tornato siegan62 165

comunione prybandi63 sunt. Nullatenus sit uti aliquis uxore et concubina, ke aIat usuale lege 166

notat […]s […]s61 tornato siegan62 165

quencoba64 167

57.

promissione] no aparece en P.

58.

mandare uolumtate] no aparece en P.

59.

[

60.

pri[mum]] no aparece en P, primum MP, CH.

61.

notat […]s […]s] no aparece en P¸nota a ... os MP, notat a...os RA, notat(borroso)s(borroso)s VG, VG (2001).

62.

tornato siegan] tornato siegat RA.

63.

prybandi] y escrita sobre o.

64.

quencoba] guencoba RA.

]] hemos reconstruido el signo de llamada que glosa como mandare uolumtate.

167

Texto Glosas v133.indd 167

05/10/2020 10:38:06

/f. 317v et qui duxerit, nec communicetur. promissione65 168

Si quis uero propositum castitatis uidue uel uirgini inpedierit, a sancta communione

limnares entratas 169

et a liminibus eclesię extraneatur. Sponsa-

malatas 170

tis puellis et ab aliis corruptis ętjam

de la uergoina66 171

cum damno pudoris sponsi tradantur.

donatu siegan 172

rapinaret 173

Si quislibet67 uxores sibi rapuerit, anatheelos predatores 174

matizetur. Raptores uiduarum uel

retratu siegan 175

uirginum ab eclesię communione pellanmulieres68 176

probati69 177 alaiscant 178 separatu siegant 179

tur. Hii qui suas conIuges sine Iudicii examinatjone derelinqunt a comunionem ęclesię excludantur. Femine 70

que reliquerint71 uiros suos et alteri aIuntaren presierent 180

se conpulaberint nec in finem accipiant communionem. Femina fidelaiscaret 181

lis que adulterum maritum reliquenon prencat 182

rit ne ducat alterum in uita adulanzes 183

teri; si duxerit, non prius accipiat usque quale laiscaret72 184

communionem nisi quem reliquid de seculo exierit aut per infirmitatem.

laiscare 185

Qui dimiserit uxorem suam et duxerit aliam uel73 qui <per ke> dimissam <sint> omnes a communione fidelium abstinendos; digami, tolitus 186

uir secunde uxoris74 187

65.

promissione] no aparece en P.

66.

de la uergoina] de la vergoina CH.

67.

Si quislibet] lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

68.

mulieres] no aparece en P.

69.

probati] no aparece en P.

70.

uir secunde uxoris74 187

] signo de llamada innecesario.

71.

reliquerint] escrito reliquerunt y cancelado primer trazo de la última u.

72.

laiscaret] CH añade otra glosa laiscaret que asocia al reliquid del texto.

73.

uel] lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

74.

uir secunde uxoris] no aparece en P.

168

Texto Glosas v133.indd 168

05/10/2020 10:38:07

/f. 318r

tertje uxoris75 188

I annnum (sic); trigami, II annos peniteat. Si quis uxorem habens sepius mecatur, in finem mortis est conueniendus dari communionem, quod si se promiserit cessaturum, communio ei datur. Si quis

prometieret 189 ke se aketare 190

una uece 191

uxorem habens semel fuerit lapsus

kadutu fuere 192

in adulterio, U annos peniteat. Quicumque

quales elos qui 193

post babtismum omni tempore incontinentję uoluptatibus dediti ultimo penitentjam poscunt,

de la sine tenienca 194 a las uoluntates malas 195 rogarent si pitent 196

tribuatur post penitentjam extrema communio. Mulier que lenocinium facet 198 andat

ena cemaIacio[ne] meretrize76 197

exercuerit, id est, quę corpus suum alieno uendiderit, nec in finem accipere debet communionem. Si mulier cum Iumento

ibizone 199

fornicatur, XU annos peniteat. Quequumque femina usque ad mortem cum alienis uiris adulterat nec in finem dandum <est> ei communionem; forsitan si peniten-

alquieras cierto 200

streitu77 201

tjam legitimam habuerit, post Xm [ ]78 uoluntate79 202

annos accipiat communionem. Si cum conscientja mariti uxor fuerit mecata, nec in finem dandam est ei communionem;

75.

tertje uxoris] no aparece en P.

76.

ena cemaIacio[ne] meretrize] ena cemaiacio meretrize P, ena cemajacione meretrize MP, ena cemaiacio(borroso) meretrize VG, VG (2001).

77.

streitu] streita MP.

78.

[

79.

uoluntate] no aparece en P.

] hemos reconstruido el signo de llamada que vincula a la glosa con conscientja.

169

Texto Glosas v133.indd 169

05/10/2020 10:38:07

/f. 318v

maliciam80

laiscaret 203

si uero eam reliquierit post X annos elas quiet nominata por babtizare81 204

accipiat communionem. Catecumina si per adulterium conceperit et perfocaberit, placuit <presbiter>82 eam in finem bab83

tizare. Mulier UII menses debet absmientre preinnaret mondo sedere 205

tinere a uiro quando concepta est antequam pariat; sin autem ambo III annos peniteat. Si puer fornicatur in domo parentum uel ubiquumque prius

a la zierta 207

ante que84 206

quam ad rectum conIugium ueniat, U annos peniteat. Si mulier cum muliere fornipresbiter85 207*

catur, III annos peniteat. Clerici qui nubere in damnatjone in carcere86 208

puesto siegant 209

uolunt in exilio mancipentur usque

ata que mueran 210

in finem; <sunt> et uxores et filios eorum por uendere 211

uenundari et in peregrinis dari.

Si quis ępiscopus, presbiter, diaconus uxorem secundum legem Aaron uoluit accipere, nul-

cogitet speret 212

lam partem extimet habere cum Christo.

estos 213

Hii qui altario Dei seruiunt, si subito

statim ora87 214

88

en frangitate 215

peccans carnis fragilitatem incurrerint, post dignam et prolixam peni-

80. maliciam] 81. elas

Maritus si se ipsum in furtum aut in

so caput 217

No se trata de una glosa, simplemente completa el texto Si uero eam <maliciam>. escrito por otra mano.

] signo de llamada sin glosa.

84. ante

que] no aparece en P.

85. presbiter] 86. in

escrito por otra mano; no aparece en P, MP.

damnatjone in carcere] no aparece en P.

87. statim 88.

emendare89 216

qui et nominata por babtizare] ela(s) qui et nominata per babtizare P, elas qui et nominata per babtizare CH.

82. <presbiter>] 83.

tentjam deuent flentes recuperari.

ora] no aparece en P.

] signo de llamada sin glosa.

89. emendare]

no aparece en P.

170

Texto Glosas v133.indd 170

05/10/2020 10:38:07

/f. 319r

fornicatjonem serbum fecerit, mulier aIat 218

habeat potestatem accipere alium uirum. Qui cum matre sua fornicatur XU annos peniteatur. Ita cum sorore et preuigna90.

id est, ante nata filia sua muliere91 219

§ X De incestis conIunctjonibus

criminosis92 220

Hee sunt <porcabitare>. Uxor fratris, germana fratris, filia patris, filia noberce, noberca,

matastra 221

uxor secunda patris, consobrina,

cusina 222

tio 223

filia abunculi uel matertere, prebigna

tia 224

antenata; de his omnibus nicil pror-

autem 225

sus uenie reserbemus, nisi quum adulterium separatjone sanaberint. Incestis93 quandium in scelere

ta mientre 226

sunt, inter catecuminos habean-

siegant 227

tur, cum quibus ętjam nec cibum sumere uel christianorum oportet tantoque anno-

non conbienet 228 de damno94 229

sioris excomunicatjonis tempore et a Christi corpore et fraternitatis con-

ad un kaza

sortjo sequestrentur quanto fue-

Iermano gasaillato 230

rint in cogitatjone polluti; alioquin

ena pollutjone95 231

XU annos peniteat et a comunione annos

autem96 232

septenos arceantur post finem adulterii.

90. Qui 91. id

cum matre... et preuigna] debe ir al capítulo siguiente.

est, ante nata filia sua muliere] id est ante nata filia sua muliere porcabitare P.

92. criminosis]

no aparece en P.

93. Incestis]

entre In y c interlineada y borrada s; entre inc y estis borrada el, por confusión con in scelere, que aparece a continuación en la misma línea.

94. de

damno] no aparece en P.

95. ena

pollutjone] ena pullutione P.

96. autem]

no aparece en P.

171

Texto Glosas v133.indd 171

05/10/2020 10:38:07

/f. 319v Mulier si duobus fratribus nubserit, in mortis hora tantum comunicetur97.

Si quis in secunda, IIIª, IIIIª generatjone inbenitur, separentur, et post peniteat ut supra. Qui in quinta, por totos 233

UIª, UIIª non separentur et per singulos annos quadragenis diebus peniteat. § XI De diuersis causis penitentjum laiscaret 234

Si quis dereliquerit proprios filios

pasceret gobernaret 235

et non eos alat uel filii parenalgodre 236

tes deseruerint in occasione collitura de dio98 237

sedere 238

cultus, hoc Iustum esse Iudicantes, anathema sint. Si quis christianus

entraina 239

cum alio lite fuerit, excomunicetur

ata99 ke pacifiket 240

quousque reconciliet fratri suo, nec oblatjo eIus in ęclesia recipiatur. Qui non comu-

non aplekat 241

nicatur nec ad osculum ęclesiam accedat. Si quis in atrio ęclesię litem comi-

<et si gladium eduxerit CC flagella susci[piat]>

miscieret 242

serit C L flagella suscipiat. Si quis in

firmaret ficieret 243

terram suam baselicam fundaberit,

non siegat osatu 244

nec audeat uindicare oblatjonem nec dextros eIus, que sunt LXX II passos.

honores 245

Clerici ne sint procuratores uel milicondugteros 246

97. comunicetur] 98. collitura 99. ata]

basallos100 247

sigue tachado Si quis.

de dio] collitur de dio CH.

t corregida sobre el primer trazo de k.

100. basallos]

escrito por otra mano; basallo P.

172

Texto Glosas v133.indd 172

05/10/2020 10:38:07

/f. 320r tatores qui fecerint anatemizentur.

a las uotas 248

Non oportet christianos ad nubtjas euntes cantare101 250

copiertos 255

qui ban ido 249

sotare 251

ballare uel saltare. Si presbiter III ebdomadas ad ęclesia sua defuerit, I annum

menos si fueret 252

peniteat. De palleis uel ministeriis di-

sanctos102 253

uinis nec defunctorum corpuscula

non siegan 254

obuolbantur. Qui absque benedictjone

sine mandatjone 256

sacerdotis se a presbitero diaconus ordinauerit, presbiter uel diaconus ordinatus sibe ordinator III annos peniteat.

Qui per aliquam incantatjonem pro qualiuet re inuersum (sic) se balneaberit I annum peniteat; sine incanta-

Si pro infirmitate

tjone autem X diebus peniteat; sin autem L

ad abiesas retro103 257

sub molino balneaberit cum inc[an]tatjone I annum penitea[t]

XL diebus peniteat. Qui in saltatjone femifaciunt 260

neum abitum gestiunt et monstruose fingunt et malas et arcum et palam et hi similia exer-

ena sota 258 ela similia 259 qui tingen lures fa[ces]104 261 simulant 262 magatjas 263 faciunt105 264

cent I annum peniteat. Si quis episcopus cum canibus uel accipitribus uenatjones exercuerit, U annos peniteat. Clerus,

escieret 265

III annos peniteat. Pro necessitate die dominico potest esse labacrum fieri capitis.

101. cantare]

no aparece en P, cantar CH.

102. sanctos]

no aparece en P.

103. ad

abiesas retro] abiesas retro P.

104. qui

tingen lures fa[ces]] qui tingen lures faces P, CH, qui tingen lures fa(borroso) VG; VG (2001).

105. faciunt]

no aparece en P.

173

Texto Glosas v133.indd 173

05/10/2020 10:38:08

/f. 320v figurat106 266

Qui emulat uel consulat demonibus

interrogat 267

UIII annos peniteat. Mulier si grana arserit

ardieret 268

ubi mortuus est homo pro sanitate uibentjum, I annum peniteat. Qui cum furore fratri maledicit satisfaciat, demumque UII diebus peniteat. Si mulier semen uiri sui in os uel in cibum miscens III annos peniteat. Nullus magister discipulum fugientem ęclesiam

oset fac 269

traere uel flagellare augeat; qui autem fecerit C psalmos canat.

manifestaret uel predicaret 270

naisceset 271

Si quis Patrem et Filium et Spiritum Sanctum non confitetur, anathema sit.

Si quis Dominum Ihesu ante quam nasceretur non fuisse<t> dicit, anathema sit.

ke Iet 272

Si quis dominicum diem IeIunandum esse dicit, anathema sit. Si quis animas

ke son107 273

humanas uel angelos ex Dei <sub>stantja esse credit, anathema sit. Si quis dicit diabolum non fuisset bonum angelum a Domino factum sed ex cahos

ke cadiot109 275

aere108 274

emersise, anathema sit. Si quis credit quia tonitrua aut fulgura

106. figurat] 107. ke

108. aere] 109. ke

no aparece en P.

son] por error coloca el signo de llamada sobre <sub>stantja. no aparece en P.

cadiot] ke kadiot CH.

174

Texto Glosas v133.indd 174

05/10/2020 10:38:08

/f. 321r

bientos malos 276

seketates 277

aut tempestates aut sicitates diabolus sua auctoritate facit, anthema sit. Si quis deesse agnos-

ke Iet menos 278

citur ab ęclesia diebus sollemnibus, excomunicetur. Si quis christianus de fractu suo primitjas uel decimas non obtulerit domui Deo fideliter,

offerieret 279

excomunicetur. Laycus, presentibus

denantellos 280

clericis, docere non audeant.

Mulier quamuis docta et sancta uiros

macare ke siegat 281 doctrinata110 282

in conbentu docere non presumat.

conceillo 283

presbiter111 284

Si quislibet clerus preter matrem aut sororem aut matertera secum retinere uoluerit, anathema sit.

nisi gestra 285

tia 286

consico kisieret tenere 287

Ministri eclesie non esse debent conductores uel procuratores; qui hec fece-

serbiciales 288

rit anathema sit. Nullus gradum ęclesiasticum percipiat qui totum psalterium uel babtisterium aut ordinem salsparsionum uel sepulturarum perfecte structus non fuerit agendi officio; clerus si

sapieret 289 preso fueret 290 dicere preso fueret 291

uexatur a demonio non oportet ab eo demoniatico fueret112 292

110. doctrinata] 111. presbiter]

no aparece en P.

no aparece en P.

112. demoniatico

fueret] demoniaticu fueret CH.

175

Texto Glosas v133.indd 175

05/10/2020 10:38:08

/f. 321v monaco taillatu abieret a so menbra113 293

sacrificium offerri <amen, amen>114. Si quilibet abscisus

uoluntate consentitu 294

est sine consensu suo et dignus115 est,

betatu lo aIat tolitu116 295 [a los] Iustanos117, bicinos [pa]rentes118 296 de parentatu 297

sacrificium ab eo offeratur; sin autem proibeatur. Clerici etjam ad proximas sanguinitatis cum testimonio

de la pressa 298

uadant. Qui susceptam peniten-

tornare119 299

tjam ad secularem relabuntur

akelos qui tornaren121 300

placuit eos a communionem120 fidelium uel a corpore Christi suspendi. Unde babtizatus nullus accipiat prę-

discordantjum odiosos122 302

mium. Oblatjones dissidentjum

non siegan presas 303

fratrum nullo modo recipiantur.

deinde123 304

precio 301

XII De ciborum uel carnium editjone Quattuor igitur capitulis in Acti-

nos mandamus125 306

bus Apostolorum precipimur abstinere

de offercione idolis 307

ab imolaticio et a fornicatjone et sanguine et suffocato.

factus uel dictus124 305

mortizino 308

Si quis hec manducauerit et non fuerit per necessitatem, III menses peniteat. Sanctus Ieronimus in libro epistolarum, in XUI capitulo De natura

forma similia126 309

anime, ita dicit quia carnem cum sanguinem nequaquam deuere penitus

non debemus127 310 con toto 311

113. abieret a so menbra] abieret a so membra VG (2001).

114. <amen, amen>] añadido posterior por una mano carolina. La tinta de estas dos palabras se calcó en el margen del folio 322r porque se cerró el

libro antes de que se secara.

115. dignus] lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

116. betatu lo aIat tolitu] betatu lo ajat tolito CH. 117. [a los] Iustanos] a los iustanos P, MP, CH, VG, VG (2001).

118. [pa]rentes] [pare]ntes P, parentes MP, CH. 119. tornare] no aparece en P. 120. a communionem] lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

121. akelos qui tornaren] akelos que torneren CH. 122. discordantjum odiosos] no aparece en P. 123. deinde] no aparece en P. 124. factus uel dictus] no aparece en P. 125. nos mandamus] no aparece en P. 126. forma similia] no aparece en P. 127. non debemus] no aparece en P.

176

Texto Glosas v133.indd 176

05/10/2020 10:38:08

/f. 322r

uistia 312

comedi qui[a] anima pecodis in sanguine est. Item in libro Colatjonum, in libro asi mandat 314

scriptura128 313

XUIIIº et titulo Uº, ita precipitur quod nequaquam deberi sanguinem comedi.

Similiter in concilio Gamgresse ita consti-

ka nicuno non deuemus 315

congregatjone129 316 mandatu Iet 317

tutum ubi ayt: “Si quis crediderit sanguinem esse manducandum, anathema sit”. Similiter ad Noe uel ad Moysen dominus sanguinem comedi proibuit. Si quis

betait 318

de cibum Iudaycis comederit uel potum biberit, III annos peniteat, arceatur a communione usque dum peniteat. Si ignorans comederi, I annum peniteat, si<ue> necessitas cogit130 aut ignorans XL diebus peniteat.

<Si quis carnem inmundam aut laceratam a besteis aut morticinium sumerit, I annum peniteat>.

Animalia que a lupis et canibus strangui-

finiuntur stranglatus fueret131 319

lantur non sunt comedenda ab hominibus nisi adhuc uiba occidantur.

uiba las decolaren 320

Si primus homo animal uibum inuenerit, licitum est comedi. Animalia coitu hominum polluta occidan-

semen132 321

altras 323

tur et canibus proIciantur. Aues et ani-

uolatilias 322

malia cetera si a retibus stranguilan-

sofocatus foren133 324

tur non sunt comenda ab hominibus

128. scriptura]

no aparece en P.

129. congregatjone] 130. cogit]

no aparece en P.

sigue espacio en blanco que ocupó una palabra raspada.

131. finiuntur 132. semen]

stranglatus fueret] finiuntur stranglatos fuere[n]t MP, finiuntur stranglatos fuerent CH.

no aparece en P.

133. sofocatus

foren] sofocatos foren MP, CH.

177

Texto Glosas v133.indd 177

05/10/2020 10:38:09

/f. 322v nec si accipiter oppresserit si mortua in-

acetore pre[seret]

134

325

ueniuntur. Pisces uero licet comedi, quia alterius naturę sunt. Lepus licet comedi et bonum est per desinteria fel eIus mixtum cum pipere per dolorem. Si apes occiderint hominem occidantur festinanter apes, tamen

tradecando 326

mel manducetur. Si porci autem lace-

elos cuerpos 327

rantes cadabera mortuorum manducaberint comedi porci proibeantur usque

ata ke se monden 328

dum mazerentur et post circulum

por lo anno pleno 329

anni sumantur. Si enim surex cecide-

labatu siegan 330

rint in bino aut in aliquo licore tollatur inde et aqua sancta expurgentur.

reglato135 330

Si autem ibidem mortuus fuerit, foras non siegat inquinata polu[ta]136 331

proIciatur ab eo homo non inquinetur. Si stercus abium in hominis cibo ceciderit. auferatur foras femus et

stiercore 332

mundetur cum aqua sacra et cibus en qua abis bebetura137 333

sumatur. Si in licore abis moritur, ab aqua sancta dedicetur et egenis tribuatur liquor . Qui quoinquinatum 138

et non purificatum cibum sumserit, mondato 334

manducaret 335

134. acetore

pre[seret]] acetore P, accetore pre MP, CH, acetore pre VG; VG (2001).

135. reglato]

no aparece en P.

136. non 137.

siegat inquinata polu[ta]] non siegat inquinata polu P, MP, CH, VG; VG (2001).

en qua abis bebetura] en (qua abis) bebetura P, en qua[l]bis bebetura MP, en qualbis bebetura CH, en guaabis bebetura RA, en quaabis bebetura VG; VG (2001).

138. liquor]

lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

178

Texto Glosas v133.indd 178

05/10/2020 10:38:09

/f. 323r sciens XL diebus peniteat. Si autem ignorans aut per necessitatem, XX diebus peniteat.

Si quis IeIunium quadragesime uel letaniarum sine aliqua necessitate por fartare 336

satjabiliter uiolauerit, pro uno dię

frangeret 337

XL diebus peniteat. Si pro potu solo, a uino se absti-

de la famne139 340

neat XXX diebus. Si autem carne ederit

manducaret 338

in his diebus ignorans aut per necessitate

non sapiendo 339

inedie, unum annum carne abstineat se. Si enim uoluntarie hoc fecerit, III ann[o]s peniteat, I annum suspendatur a corpore Christi. Si quis monacus sine coegen-

[... ...] *

tis necessitate quadrupedum ederit,

[... ...] *

UI menses peniteat. Si autem clerus pro uoto

[... ...] *

castitatis potjonem biberit, II annos

[... ...] *

peniteat. Qui enim ignoranti tribuerit

[non] sapien[do]140 341

potjonem proximo pro mecatjonis dis-

[... ...] *

crimine I annum peniteat. Qui ergo eadem biberit nesciens XL diebus peniteat. Si pro filiis nequaquam nasci biberit, XU annos peniteat.

[... ...] *

Quisquis est fidelis absque oleo et uino

[... ...] *

cum cibis aridioribus sobrie, caste, pie,

[... ...]os *

141

sollicite, Iuste usque resurrectjonem Domini

139. de

la famne] de la fame P, VG (2001).

140. [non] 141.

sapien[do]] no aparece en P, [non] sapiendo MP, (non) sapiento CH.

] (borroso)os VG, VG (2001).

179

Texto Glosas v133.indd 179

05/10/2020 10:38:10

/f. 323v

se abstinere debet. § XIII De temporibus IeIuniorum generalium Primum IeIunium est quadragenum quod

por celebrare uel catare 342

usque resurrectjonem Domini celebratur.

Secundum triduanum quod post Ascensionem Domini obserbatur. Tertjum biduanum quod

nascentja 343

post Pentecosten usque Natalem Sancti Ihoannis

fere catare 344

Babtiste peragitur. Quartum triduanum quod in septembri mensi cęlebratur quod letanias dicitur. Quintum deinde

tienet por teneret142 345

biduanum quod tenditur usque ad letanias Sancti Martini. Ipse letanias triduano obserbentur. Sextum triduanum quod

de transitu [transitu]143 346

depositjone Sancti Martini usque ad Nata-

[por tenere]144 347

lem Domini continetur. Septimum quod

gerran[tia]145 348

instituit Sancta Ęclesia propter errorem gentilitatis in kalendis ianuarias. Octabum quod a capite anni biduanum usque XLma obseruentur.

Ita etjam omnes uespere pascualium sibe

[... ...]

apostolorum uel uenerantissimorum martirum

[... ...]

per IeIuniu obseruentur. In his uenerabilibus diebus IeIuniorum quadragesimales cibi sumantur.

142. tienet 143. de

§ XIIII

por teneret] tienet por tenere CH.

transitu [transitu]] no aparece en P, de transitu, ticcion? MP, de transitu, ticcion? CH.

144. [por

tenere]] no aparece en P, partierem MP, CH, (borroso) VG, VG (2001).

145. gerran[tia]]

gerrato P, ger MP, ger(ranza) CH. Advertimos que tras la glosa siguen algunas letras de la glosa 360 del folio 324r, que se calcaron aquí cuando se cerró el libro antes de que la tinta se hubiera secado.

180

Texto Glosas v133.indd 180

05/10/2020 10:38:10

/f. 324r

De IeIunio diei uel quadragenis Quiquumque prefacta namque IeIunia

entos anteditos146 349

rite nullatenus obseruare ualet,

studiosa mientre 350

si lector est pro uno die uerbigratja L psalmos genua flectendo, et stans alios L canat. Si autem sacerdos fuerit, Domino bina botiba offerat. Qui enim uerbera ferre uoluerit, cum flagello de decenis ramos 352

uerberibus ictus XXX suscipiat. Qui uero

uenia petituras 353

metanias agere

147

consenserit terratenus

fixis manibus, uolutis genibus, capite inclinato centjes metanias certatim clamando

150

358

referendo kirieleison satisfaciat. Si

leuare 351

qui quisieret 354 con aplecatos148 355 con umiliata149 356 statim ora 357 o Domine miserere mici 359

imperator est, solidum unum exsolbat151; princeps, U argenteos; comes, IIIIor; amirates, III; equestres, II; operator rurium

de las tierras 360

qualiumquumque, I argenteum; mercenarius152,

conductores 361

semis argenteos; pauper obvlum153 quod uulgo

plebe populo154 362

quarta dicitur; pauperrimus, unam seliquam, id est, harrobam. Qui hec omnia supradicta sequi uires non habueautem155 363

[... ...] *

rit, alioquin cum gemitibus et fletibus perpetim peniteat.

§ XU

semper156 364

146. entos anteditos] en los anteditos CH. 147. agere] lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

148. con aplecatos] con aplekatos P, MP, CH, con aplegatos VG, VG (2001).

149. con umiliata] con umiliatu MP, CH. 150. clamando] no aparece en P. 151. exsolbat]

lleva signo de llamada que no vincula a ninguna glosa.

152. mercenarius] escrito sobre palabra raspada.

153. obvlum] v escrita sobre o.

154. plebe populo] no aparece en P. 155. autem] no aparece en P. 156. semper] no aparece en P.

181

Texto Glosas v133.indd 181

05/10/2020 10:38:10

/f. 324v

De IeIunio Quarantine Quislibet sacerdos quando unam Quarantinam penitere in pane et aqua debet, LXXX uotiba offerat. Lector XXX psalterios canat quos fiunt LXL missas.

leuator 365

Lator uerberum T CC ictus flagellorum;

si etiam petitor fueret157 366

satisfactor IIII T metanias satisfaciat.

Imperator autem quadragenos solidos exolbat aut captibum redimat.

Princeps XXII solidos; comes, XX solidos; a[mirates], X U solidos; equestres, X solidos; operator [rurium], U solidos; mercenarius, II solidos et IIII argenteos; pauper, I solidum et II argenteos; pauperrimus III argenteos et quarta. In anno [tres dies] fiunt ebdomadarum sine [illo et argento] C XX dies quod dicitur annus secundum [Romanos].

lege abieret158 367 [ ] [...] abieret159 367*

Abstinentja uini qui utitur [...] [ ]

pro anno coputetur qui anni [...] pro quadragenis diebus [...] computatur binis quadragesi-

lege au[...]*

[ma uerum] tamen qui sepius utitur

[ ] qui [... ...]*

[ ]

diutjus XXX diebus conputatur.

Pomum autem ubi habundantjus [est]... muitu abieret 368

157.

si etiam petitor fueret] no aparece en P, si etia petitor fueret MP, CH, si enna(?) petitor fueret VG, VG (2001).

158.

lege abieret] no aparece en P.

159.

[...] abieret] no aparece en P, CH.

182

Texto Glosas v133.indd 182

05/10/2020 10:38:11

Las Glosas Silenses IV. Penitencial Silense, primera versión en castellano

Texto Glosas v133.indd 183

05/10/2020 10:38:11

Texto Glosas v133.indd 184

05/10/2020 10:38:11

IV. PENITENCIAL SILENSE, PRIMERA VERSIÓN EN CASTELLANO Carlos Pérez González Universidad de Burgos Abreviaturas Paenit. Burgund.

Paenit. Cap. Iud. Capit. Mart.

Conc. Agath.

Conc. Ancyr.

Conc. Aruern.

Conc. Aurel.

Conc. Bracar.

Conc. Carthag.

Cone. Chalced.

Conc. Eliber.

Conc. Gangr.

Conc. Hispal.

Conc. Ilerd.

Conc. Laodic.

Cone. Nic. Cone. Tarracon.

Conc. Tolet.

Paenit. Cummean.

Excarp. Cummean.

Paenit. Hubert.

Iud. Theod. G Iud. Theod. U Paenit. Mers. a Paenit. Rem. Paenit. Vall. I Cfr. <…> Vide

= Paenitentiale Burgundense (Penitencial de Burgundia/Borgoña) = Paenitentiale Capitula Iudiciorum (Penitencial de los capítulos) = Capitula Martini (Cánones de Martín de Braga) = Concilium Agathense (Concilio de Agda, a. 506) = Concilium Ancyritanum (Concilio de Ancira, c. 314) = Concilium Arvernense (Concilio de Clermont, c. 535) = Concilium Aurelianense (Concilio de Orleans, a. 511) = Concilium Bracarense (Concilio de Braga) = Concilium Carthaginense (Concilio de Cartago) = Concilium Chalcedonense (Concilio de Calcedonia, a. 451) = Concilium Eliberritanum (Concilio de Elvira, a. ¿300-324? = Concilium Gangrense (Concilio de Gangres a. ¿325-341?) = Concilium Hispalense (Concilio de Sevilla, a. 619) = Concilium Ilerdense (Concilio de Lérida, a. 546) = Concilium Laodicenum (Concilio de Laodicea, c. 364) = Concilium Nicaenum (Concilio de Nicea, a. 325) = Concilium Tarraconense (Concilio de Tarragona, a. 516) = Concilium Toletanum (Concilio de Toledo) = Paenitentiale Cummeani (Penitencial de Conmeano) = Excarpsus Pseudo-Cummeani (Extracto de pseudo-Conmeano) = Paenitentiale Hubertense (Penitencial de Hubert) = Iudicia Theodori, Canones Gregorii = Iudicia Theodori, Discipulus Umbrensium = Paenitentiale Merseburgense a (Penitencial de Merseberg) = Paenitentiale Remense (Penitencial de Reims) = Paenitentiale Vallicellanum I (Penitencial de la Biblioteca Vallicelliana– Roma) = Compárese con… = Texto reconstruido = Véase…

Aparato de notas: En el aparato de notas se ha indicado el número de canon que corresponde a cada prescripción del penitencial silense y que se ha venido tradicionalmente usando en las más recientes ediciones críticas y estudios del texto. A continuación, se ha indicado la fuente literaria del canon y, por último, su correspondencia con los cánones de los penitenciales de San Millán (Vigilano o albeldense) y de Córdoba, ejemplares hispanos con los que está íntimamente relacionado (cfr.).

185

Texto Glosas v133.indd 185

05/10/2020 10:38:11

Texto Glosas v133.indd 186

05/10/2020 10:38:11

/f. 309r Padre1 Hijo, I Nieto, II Biznieto, III Tataranieto, IIII Nieto del biznieto/a, V Hijo del tataranieto/a, VI Hijo del sexto nieto/a, VII Hijos

Madre Hija, I Nieta, II Biznieta, III Tataranieta, IIII Nieta de la biznieto/a Hija del tataranieto/a, VI Hija del sexto nieto/a, VII

COMIENZAN LOS CAPÍTULOS DE LAS PENITENCIAS POR DIVERSOS PECADOS /f. 309v I. Acerca de la embriaguez y de los vómitos.

II. Acerca de la comunión y de su percepción.

III. Acerca del bautismo y del descanso dominical IIII. Acerca del pecado de perjurio y falsedad V. Acerca del hurto, del incendio y de la violación VI. Acerca de los distintos tipos de homicidio2.

VII. Acerca de las diversas prácticas sacrílegas3.

VIII. Acerca de la codicia y de otros pecados similares4.

VIIII. Acerca de los diversos pecados de fornicación5.

X. Acerca de las uniones incestuosas.

XI. Acerca de diversas causas objeto de penitencia.

XII. Acerca de la ingesta de alimentos o de carnes XIII. Acerca del tiempo de los ayunos generales XIIII. Acerca del ayuno diario o durante la Cuaresma XV. Acerca del ayuno anual y de los eremitas § I. Así pues, la primera remisión es la que recibimos a través de las aguas del bautismo § II. La segunda, por el sentimiento de caridad § III. La tercera, a través del fruto de la limosna § IIII. La cuarta, por el derramamiento de lágrimas § V. La quinta, a través de la confesión de los pecados § VI. La sexta, por la aflicción de corazón y de cuerpo § VII. La séptima, a través de la renuncia a todos los vicios § VIII. La octava, por la intercesión de los santos /f. 310r § IX. La novena, a través de la misericordia y del mérito de la fe § X. La décima, por la conversión y la salvación de los extraños § XI. La undécima, a través del perdón y de la remisión de las ofensas § XII. La duodécima, por la pasión del martirio6

1.

Cuadro con los distintos grados de parentesco con el fin de determinar y cuantificar el pecado de incesto.

2.

Escrito en el margen derecho por una mano posterior: Beato Domingo.

3.

Escrito en el margen derecho por una mano posterior: Beato Sebastián.

4.

Escrito en el margen derecho por una mano posterior: Beata María.

5.

Escrito en el margen derecho por una mano posterior: San Martín.

6.

Excarp. Cummean., prol.: Prima itaque est remissio, qua baptizamur in aqua secundum illud: Nisi quis renatus fuerit ex aqua et spiritu sancto, non potest videre regnum Dei. Secunda caritatis affectus ut est illud: Remittuntur ei peccata multa, quia dilexit multum. Tertia eleemosynarum fructus, secundum hoc: Sicut aqua extinguit ignem, ita eleemosyna extinguit peccatum. Quarta perfusio lacrymarum, Domino dicente… [ed. de H. J. Schmitz, Die Bussbücher und das kanonische Bussverfahren nach handschriftlichen Quellen, II, Düsseldorf, Drück und Verlag Von L. Schwann, 1898 (reimpr. anast. ,Graz, Akad. Dr.- und Verl.-Anst., 1958), pp. 599-604 ]

187

Texto Glosas v133.indd 187

05/10/2020 10:38:11

§ I. Acerca de la embriaguez y de los vómitos Si un obispo o alguien ordenado tuviera el vicio de la bebida, que renuncie o sea depuesto de su cargo7. El sacerdote o cualquier otro clérigo que se embriague haga veinte días de penitencia8. Si por causa de la borrachera vomitara, observe penitencia durante cuarenta días9. Si lo hiciera durante la celebración de la misa, que la haga durante sesenta días10. Sin embargo, si fuera un converso el que se emborrachara, que practique la penitencia durante treinta días11; si por causa de la borrachera vomitara, cumpla con la penitencia durante cincuenta días12; si esto ocurre durante la eucaristía, haga penitencia durante setenta días13. Si fuera un lego el que se emborrachara, haga penitencia durante diez días14; por vomitar, la practicará durante veinte días15; y si lo hiciera durante la misa, la practicará cuarenta días16.

Quien obligue a un hombre a emborracharse, realice la misma penitencia que el ebrio17.

Quien vomitara la sagrada hostia y ésta fuera comida por un perro, practique penitencia durante un año18. En cambio, si esto le sucediera por causa de una enfermedad, haga penitencia durante diez días19. Si fuera arrojada al fuego, entone ciento cincuenta salmos y realice diez días de penitencia20. Quien la comiera con aversión practique diez días de penitencia. Si alguien la vomitara el mismo día en que tomó la comunión, antes de la puesta del sol, /f. 310v haga penitencia durante cuarenta días; si esto sucede antes de medianoche, treinta días de penitencia; si ocurre antes de la madrugada, veinte días; y si acaece después de la madrugada y antes de tomar cualquier alimento, realice diez días de penitencia21.

§ II. Acerca de la comunión y de su percepción El sacrificio de la misa en modo alguno debemos ofrecerlo por acciones malas, sino sólo por las buenas22. Todo clérigo que no custodie de manera apropiada la hostia consagrada, per-

7.

Can. 1: Excarp. Cummean. I, 1: Si quis episcopus aut aliquis ordinatus in consuetudine vitium habuerit ebrietatis, aut desinat aut deponatur. [Schmitz, p. 604 ] Cfr. Paenitentiale vigilanum (= Paenit. Vigil.) 1; Paenitentiale cordubense (a partir de ahora Paenit. Cord.) 1, 141 [Citamos siempre siguiendo la ed. de F. Bezler, Paenitentialia Hispaniae, Corpus Christianorum, Series Latina, 156A, Turnhout, Brepols, 1998]

8.

Can. 2: Excarp. Cummean. I, 6: Sacerdos si inebrietur per ignorantiam, VII dies peniteat in pane et aqua, si per negligentiam, XII dies peniteat, si per contemptum, XL dies penit. [Schmitz, p. 605]. Cfr. Paenit. Cord. 2.

9. Can. 3: Excarp. Cummean. I, 2: Si monachus per ebrietatem vomitum facit, XXX dies penit. [Schmitz, p. 604 ]

Paenit. Vigil. 3.

Cfr. Paenit.

10.

Can. 4: Excarp. Cummean. I, 12: Si sacrificium evomerit, XL dies peniteat. [Schmitz, p. 605 ] Cfr. Paenit. Paenit. Vigil. 4; Paenit. Cord. 34.

11.

Can. 5: Excarp. Cummean. I, 3: Si presbyter aut diaconus, XL dies peniteat. [Schmitz, p. 605 ] Cfr. Paenit. Cord. 6.

12. Can. 6: Excarp. Cummean. I, 2: Si monachus per ebrietatem vomitum facit, XXX dies penit. [Schmitz, p. 604 ] Cfr. Paenit.

Cord. 142.

13.

Can. 7: Excarp. Cummean. I, 12: Si sacrificium evomerit, XL dies peniteat, [Schmitz, p. 605 ]

14.

Can. 8: Excarp. Cummean. I, 5: Si laicus fidelis per ebrietatem vomitum facit, XII dies poeniteat. [Schmitz, p. 605 ] Cfr. Paenit. Vigil. 6; Paenit. Cord. 7.

15.

Can. 9: Excarp. Cummean. I, 5: Si laicus fidelis per ebrietatem vomitum facit, XII dies poeniteat. [Schmitz, p. 605 ] Cfr. Paenit. Vigil. 7; Paenit. Cord. I, 139.

16.

Can. 10: Excarp. Cummean. I, 12: Si sacrificium evomerit, XL dies peniteat. [Schmitz, p. 605 ] Cfr. Paenit. Vigil. 8.

17.

Can. 11: Excarp. Cummean. I, 8: Qui cogit hominem, ut inebrietur humanitatis iniustae gratia, ut ebriosus peniteat…

[Schmitz, p. 605 ] Cfr. Paenit. Cord. 8.

18. Can. 12: Excarp. Cummean. XIII, 22: Qui evomuit sacrificium et a canibus sumitur. anno uno peniteat… [Schmitz, p. 639

] Cfr. Paenit. Vigil. 5; Paenit. Cord. 31.

19. Can. 13: Excarp. Cummean. XIII, 23: si infirmitatis causa, VII diez… [Schmitz, p. 640 ] Cfr. Paenit. Vigil. 10; Paenit. Cord. 36.

20.

Can. 14: Excarp. Cummean. XIII, 23: si in ignem proiecit, C psalmos cantet... [Schmitz, p. 640 ] Cfr. Paenit. Cord. 37.

21.

Can. 16: Excarp. Cummean. XIII, 22: Si in die, quando communicaverit sacrificium, evomuerit, si ante mediam noctem, III superpositiones faciat; si post media nocte, II, si post matutinas, I superpositionem faciat... [Schmitz, p. 639 ] Cfr. Paenit. Vigil. 9; Paenit. Cord. 35.

22.

Can. 17: Excarp. Cummean. XIII, 1: Pro bonis rebus offerre debemus, pro malis nequaquam. [Schmitz, p. 637] Cfr. Paenit. Cord. 11.

188

Texto Glosas v133.indd 188

05/10/2020 10:38:11

mitiendo que sea comida por animales, y se transforme en nada, practique penitencia durante todo un año23. Toda hostia que se encuentre manchada o deteriorada sea quemada24. Y quien se olvide de hacerlo haga penitencia durante dos meses. El que deje caer la sagrada hostia en el mismo suelo, que la recoja con cuidado, la arroje en el río y haga penitencia durante cuarenta días25. Si se hubiera caído encima de los corporales, que el clérigo la lave con un poco en agua y se la tome, realizando por este motivo tres días de penitencia26. Si se le cayera más veces, haga penitencia durante quince días. A quien se le caiga una pequeña porción de la hostia o una gota de la Sangre de Cristo y no la encuentre, /f. 311r que haga veinte días de penitencia27. Si la encontrase, que cante ciento cincuenta salmos. El sacerdote que oficie la misa olvidando comulgar o realizar la Oblación vuelva a oficiar de nuevo el sacramento; por el olvido, haga penitencia durante treinta días28. El que, sin darse cuenta, celebre la misa teniendo una polución haga penitencia durante cuarenta días. Quien reciba la comunión habiendo tenido la noche anterior una polución realice treinta días de penitencia29. Quien reciba la comunión conscientemente después de comer, realice penitencia durante diez días30. El que la reciba, por ignorancia sin ser consciente, haga veinte días de penitencia. Si la recibe también un niño que aún no habla, haga penitencia durante diez días. Si la mujer durante la menstruación31 comulga realice treinta días de penitencia32. Si entra en la iglesia, haga penitencia durante quince días33. Quien no comulgue, que no entre en ella sino para dar el beso de paz a sus hermanos34. El esposo y la esposa, para la percepción del sacramento, deben abstenerse durante diez días de cualquier acto impúdico y de este modo reciban la comunión. Tras la comunión, hasta tres días después, que se mantengan castos. La mujer que esté menstruando35, en el día de Pascua de Resurrección, que no coma otra cosa que carne del cordero bendecido. Y tan solo después de estar limpia, haga ayuno durante tres días y de este modo reciba el cuerpo del Señor. Las religiosas, /f. 311v que se abstengan de comer cualquier tipo de carne, excepto pescado, hasta que reciban el Cuerpo del Señor. De igual modo, el hombre al que se le haya privado del cuerpo de Cristo, en el día de Pascua coma del cordero bendecido. Si alguien, mientras se lava la cara o la boca para comulgar, bebiera sin querer una gota de agua, que cante cien salmos, pero reciba los sacramentos. Todo cristiano a quien se ha privado del cuerpo de Cristo por cometer un crimen, en el momento de su muerte que se le permita comulgar. A los enfermos se les permita recibir la comunión, aun-

23.

Can. 18: Excarp. Cummean. XIII, 6, 7 y 15: Qui sacrificia aliqua perdit, relinquens illud feris devorandum, si excusabiliter, III XLmas, sin vero, I annum peniteat… Qui non bene custodierit sacrificium… ad nihilum devenerit... [Schmitz, p. 637/638] Cfr. Paenit. Vigil. 12; Paenit. Cord. 15-16.

24.

Can. 19: Excarp. Cummean. XIV, 12: Omne sacriflcium sordida vetustate corruptum, igne comburendum est. [Schmitz, p. 641] Cfr. Paenit. Vigil. 13.

25.

Can. 20: Excarp. Cummean. XIII, 17: Si ceciderit sacrificium de manu offerentis terratenus… [Schmitz, p. 638] Cfr. Paenit. Cord. 26.

26.

Can. 21: Excarp. Cummean. XIII, 19: Si super altare stillaverit calix, sorbeat minister stillam, ternis diebus peniteat, si in linteo ad alium, VII diebus, si usque tertio, VIIII diebus, si usque ad linteamina, quae tetigerit stilla, tribus abluat viribus, calice subter posito et aquam ablutionis sumat, XII dies peniteat. [Schmitz, p. 639] Cfr. Paenit. Vigil. 15.

27.

Can. 22: Excarp. Cummean. XIII, 8: Qui autem perdiderit in ecclesia et pars ceciderit et non inventa fuerit, XX dies peniteat. [Schmitz, p. 637] Cfr. Paenit. Vigil. 14; Paenit. Cord. 17.

28. Can. 23: Excarp. Cummean. XIII, 14: Diaconus obliviscens oblationem adferre, donec auferatur linteamen, quando recitan-

tur nomina pausantium, similiter peniteat. [Schmitz, p. 638] Cfr. Paenit. Vigil. 17; Paenit. Cord. 23.

29.

Can. 25: Excarp. Cummean. XIII, 13: et qui acceperit sacrificium pollutus nocturno visu, sic peniteat. [Schmitz, p. 638] Cfr. Paenit. Vigil. 18; Paenit. Cord. 22.

30. Can. 26: Excarp. Cummean. XIV, 16: Qui acceperit sacriflcium post cibura, VII dies peniteat.

Vigil. 19; Paenit. Cord. 55.

[Schmitz, p. 642] Cfr. Paenit.

31.

Debe entenderse: in menstruoso tempore tal y como aparece en el Penitencial vigilano o albeldense, canon 86.

32.

Can. 27: Excarp. Cummean. III, 14: Mulieres menstruo tempore non intrent in ecclesiam, neque communicent, nec sanctemoniales nec laicate. Si presumant, III ebdomades peniteant. [Schmitz, p. 614] Cfr. Paenit. Vigil. 86.

33.

Can. 28: Excarp. Cummean. III, 14: vid. supra [Schmitz, p. 614] Cfr. Paenit. Vigil. 86.

34.

Can. 29: Excarp. Cummean. XIV, 17: Qui non communicat, non accedit ad altare neque ad osculum… [Schmitz, p. 642 ] Cfr. Paenit. Cord. 56.

35. Debe entenderse: menstruosa o menstruans tal y como aparece en

el mencionado canon del Penitencial vigilano o albeldense.

189

Texto Glosas v133.indd 189

05/10/2020 10:38:11

que tomen alimento a cualquier hora36; de igual modo, se le permita al sacerdote que celebre dos misas, en el mismo día, en el mismo altar o que en tres altares diferentes cante, en el mismo día, tres misas votivas37.

§ III. Acerca del bautismo y del descanso dominical El que quisiera bautizarse por segunda vez, realice penitencia durante tres años38. Si no sabe si ha sido bautizado, que se bautice de nuevo39. Si un presbítero o cualquier lego, en el trance de la muerte de un catecúmeno, no estuviera presente, en ese momento que lo bautice una mujer40. Guárdese cualquiera de contraer matrimonio con los niños a los que haya sacado de pila /f. 312r hasta el veintiún grado de parentesco41. A quienes trabajen en domingo, se les quite algo de lo que han hecho42; quienes viajen, hagan siete días de penitencia43.

§ IIII. Acerca del pecado de perjurio y falsedad Si alguien perjurara, realice siete años de penitencia44. Si por ignorancia perjurase, haga tres años de penitencia45. Quien sin apercibirse induzca a otro a cometer perjurio, haga penitencia durante siete años46. Quien perjurare voluntariamente por codicia, entregue todos sus bienes a los pobres y hasta el fin de sus días permanezca al servicio de Dios en un monasterio47.

Si inocentemente es obligado a perjurar, haga veinte días de penitencia48. Si alguien comete falsedad, haga penitencia durante siete años. El que la consintiera, realice cuatro años de penitencia49. Y si no, sea condenado por el mismo pecado que él achacó a su hermano50.

36.

Can. 36: Excarp. Cummean. 1, 29: Infirmis licet omni hora cibum et potum sumere, [Schmitz, p. 607] Cfr. Paenit. Vigil.

21; Paenit. Cord. 42.

37.

Can. 37: Excarp. Cummean. XIV, 11: A presbytero missas agere; in uno altare duas missas facere. [Schmitz, p. 641] Cfr. Paenit. Cord. 52.

38.

Can. 38: Excarp. Cummean. XII, 2: Qui autem non ignari iterum baptizati sunt… VII annos peniteant, [Schmitz, p. 635] Cfr. Paenit. Vigil. 22.

39.

Can. 39: Conc. Carthag. V, c. 6: Item placuit de infantibus, quoties non inveniuntur certissimi testes qui eos baptizatos esse sine dubitatione testentur… absque ullo scrupulo eos esse baptizandos… (ed. de G. Martínez Díez y F. Rodríguez, La Colección canónica hispana, 5 vol., Madrid, CSIC, 1966-1992, III, p. 381).

40.

Can. 40: Conc. Eliber. c. 38: posse fidelem, qui lavacrum suum integrum habet nec sit bigamus , baptizare in necessitate infirmitatis positum catechumenum… [Martínez-Rodríguez IV, p. 254] .

41.

Can. 41: Cfr. Paenit. Cord. 121-122.

42. Can. 42: Excarp. Cummean. XII, 5: Qui operantur die dominica, eos Greci prima vice arguunt et secunda tollunt aliquid ab

eis, tertia vice tertiam partem de rebus tollunt aut vapulant vel VII dies peniteant. [Schmitz, p. 636] Cfr. Paenit. Cord. 59.

43.

Can. 43: Excarp. Cummean. XII, 3: Greci et Romani navigant et equitant, panem non faciunt nec in curru ambulant, nisi ad ecclesiam tantum, nec balneant. [Schmitz, p. 635) Cfr. Paenit. Vigil. 23; Paenit. Cord. 60.

44. Can. 44: Paenit. Rem. VII, 1: Si quis perieraverit, VII annos penit.

[ed. de F. B. Asbach, Das ‘Poenitentiale Remense’ und der sogen. ‘Excarpsus Cummeani’: Überlieferung, Quellen und Entwicklung zweier kontinentaler Bussbücher aus der 1. Hälfte des 8.

Jahrhunderts, Dissertation, Regensburg University, 1975, p. 46] Cfr. Paenit. Vigil. 24; Paenit. Cord. 62.

45.

Can. 45: Cfr. Paenit. Rem. VII, 2. [Asbach, p. 46] Cfr. Paenit. Vigil. 26.

46.

Can. 46: Excarp. Cummean. V, 6: Qui ducit alium in periurio ignorantem, VII annos peniteat. [Schmitz, p. 621) Cfr. Paenit. Vigil. 25; Paenit. Cord. 67.

47.

Can. 47: Excarp. Cummean. V, 4: Si quis laicus per cupiditatem periurat, totas res suas vendat et donet in pauperibus et conversus in monasterio usque ad mortem serviat Deo. [Schmitz, p. 621) Cfr. Paenit. Vigil. 27; Paenit. Cord. 71.

48.

Can. 48: Excarp. Cummean. V, 5: Qui vero necessitate coactus sit, III XLmas peniteat. [Schmitz, p. 621) Cfr. Paenit. Vigil.

23; Paenit. Cord. 63.

49.

Can. 49: Excarp. Cummean. V, 10: Si quis falsitatem commiserit, VI annos peniteat. [Schmitz, p. 622) Cfr. Paenit. Vigil.

28; Paenit. Cord. 64.

50.

Can. 50: Excarp. Cummean. V, 10 y 11: qui autem consenserit, V annos peniteat… Falsum testimonium dicens placeat proximo suo primo, quale fratri imposuit, tali iudicio damnetur iudicio sacerdotis. [Schmitz, p. 622) Cfr. Paenit. Cord. 65.

190

Texto Glosas v133.indd 190

05/10/2020 10:38:11

§ V. Acerca del hurto, del incendio y de la violación Si alguien cometiera un hurto, que devuelva lo que ha robado a su dueño y, después, haga una penitencia acorde con el robo. Si no lo devolviera, haga una penitencia doble51. Si se robara algún objeto propio del culto52 de la Iglesia y no se devolviera, realice una penitencia cuatro veces mayor. Si devolviera lo que ha robado de la Iglesia, haga una penitencia doble. /f. 312v Del mismo modo, deben ser cumplidas las penitencias con respecto a todos los bienes53.

Y quien quemara la casa o la era de uno cualquiera haga una penitencia acorde con el daño del incendio54. Quien violase algún sepulcro realice penitencia durante cinco años55. Si alguien expolia el lugar donde yacen los restos de algún mártir, que haga penitencia durante un año a pan y agua; y durante tres años se abstenga de vino y de carne, y restituya todo lo que sacó de la sepultura56. Si un cristiano redujera a otro cristiano a cautividad o se lo cediere a otro, haga diez años de penitencia57. La madera y las piedras de una iglesia no se deben utilizar en otra construcción a no ser que sea únicamente en otra iglesia58. Si alguien deshonrase a su padre o a su madre, haga penitencia tanto tiempo como el que hubiera persistido en esta impiedad, una vez que les haya pedido perdón. Y si no lo hace, realice penitencia durante un año59.

§ VI. Acerca de los diversos casos de homicidio Si alguien cometiera un homicidio voluntariamente, que se le separe de la comunión del cuerpo de Cristo durante dos años; y hasta pasados cuarenta días no entre en la iglesia y haga diez años de penitencia60. Quien consintiere en el homicidio que después se ejecutó, /f. 313r haga penitencia durante siete años61. Quien no voluntariamente, sino por casualidad, matara a un hombre, haga cinco años de penitencia62. El que tuviera intención de hacerlo, pero no lo pudiera cumplir, haga penitencia durante tres años63. Quien matara a un obispo, abad o

51 .

Can. 51: Excarp. Cummean. IV, 4: Si laicus semel furtum fecerit, reddat, quod furavit… [Schmitz, p. 620)

52. Aunque

el original silense dice monasterio debe entenderse ministerio: Si de ministerio ęclesię furatum fuerit… Cfr. Paenit.

Vigil. 31: Si de ministerio ecclesie furaberit… (ed. de F. Bezler, Paenitentialia Hispaniae…, p. 5, lín. 64). A propósito del significado de ministerium en este contexto vide W. Wilda, Das Strafrecht der Germanen, Halle, 1842, p. 526: Si autem de ministerio ecclesiae aliquid furaverit i. e. calicem aut patenam vel pallam, aut qualemcunque rem de infra ecclesia furaverit… [Lex Baiuv. I. 1. 2; 4–6; Lex Alam. Ges. t. XXI.]

53. Can.

52: Excarp. Cummean. IV, 1 y 2: De pecunia ecclesiastica furata sive rapta reddatur quadruplum, popularia dupliciter…. Si quis aliquid de ministerio sanctae ecclesiae furaverit aut neglexerit, VII annos peniteat, III ex his in pane et aqua, et reddat integrum, quod abstulit. [Schmitz, p. 619] Cfr. Paenit. Vigil. 31.

54. Can.

53: Excarp. Cummean. IV, 13: Si quis domum vel aream cuiuscunque igne concremaverit, III annos peniteat… [Schmitz, p. 621] Cfr. Paenit. Vigil. 32.

55. Can.

54: Paenit. Rem. VI, 11: Si quis sepulcrum violaverit, V annos poeniteat… [Asbach, p. 43] Cfr. Paenit. Vigil. 33.

56. Can.

55: Paenit. Rem. VI, 28: [Asbach, p., p. 45] Cfr. Paenit. Vigil. 36.

57. Can. 56: Excarp. Cummean. IV, 9: Si quis servum aut quemcunque hominem, quolibet ingenio in captivitatem duxerit aut

transmiserit, III annos in pane et aqua peniteat. [Schmitz, p. 620] Cfr. Paenit. Vigil. 35.

58. Can. 57: Excarp. Cummean. XIV, 19: Ligna ecclesie non debent ad alium opus iungi, nisi ad ecclesiam aliam… [Schmitz, p. 642] 59. Can. 58: Excarp. Cummean. IV, 10: Si quis patri aut matri expulserit, impius vel sacrilegus iudicandus est et peniteat equali

tempore, quamdiu in impietate extiterit. [Schmitz, p. 620] Cfr. Paenit. Vigil. 34.

60. Can.

59: Excarp. Cummean. VI, 1 y 6: Qui voluntarie homicidium fecerint… XL dies abstineat se ab ecclesia et postea superscriptam penitentiam agat. [Schmitz, p. 622-623]; Conc. Ancyr. c. 22: Qui voluntarie homicidium fecerunt ad poenitentiam quidem iugiter sese committant: circa exitum autem vitae communione digni habeantur et decennium poeniteant.

[Martínez-Rodríguez III, p. 101] Cfr. Paenit. Vigil. 37; Paenit. Cord. 133-173.

61. Can. 60: Excarp. Cummean. VI, 14: Si homicidium consenserit et factum merit, VII annos peniteat. [Schmitz, p. 624] Cfr.

Paenit. Vigil. 39.

62. Can.

61: Excarp. Cummean. VI, 2: Qui non voluntate sed casu homicidium perpetravit, V annos peniteat. [Schmitz, p.

622] Cfr. Paenit. Vigil. 38; Paenit. Cord. 134.

63 .

Can. 62: Excarp. Cummean. VI, 15: Si voluerit et non potuerit, III annos peniteat. [Schmitz, p. 624] Cfr. Paenit. Vigil. 40.

191

Texto Glosas v133.indd 191

05/10/2020 10:38:11

presbítero tendrá que ser juzgado por el Rey64. Quien golpeara a alguien con derramamiento de sangre haga cuarenta días de penitencia65. El que provocare voluntariamente un aborto haga penitencia durante cuatro años66; si lo hizo involuntariamente, realice penitencia durante dos años. El que matara a un hombre en la guerra haga un año de penitencia; y si no, que redima a un cautivo67. Quienes abrieran las puertas de un ducado a los bárbaros, hagan cinco años de penitencia68. Aquellos que, por abandonar las armas en combate, causaran el desastre de los cristianos hagan penitencia hasta que mueran69. Cualquiera que mate a un hombre por tener sospechas acerca de él o de su casa realice cuarenta días de penitencia. Si alguien matara contra su voluntad por orden de su señor a un hombre, haga cuarenta días de penitencia70; si lo hiciera voluntariamente, realice penitencia durante un año. Si lo asesina por odio, haga cinco años de penitencia; si lo hace dándole algo a beber, haga penitencia durante diez años71. Si un niño muere sin recibir el bautismo, sus padres hagan cuatro años y cuarenta días de penitencia72. Si muere bautizado, realicen tres años y cuarenta días de penitencia73. Si alguien se encuentra a uno muerto en el suelo, haga cuarenta días de penitencia. /f. 313v Si alguien quisiera suicidarse ahorcándose o de cualquier otro modo, y con la ayuda de otro lograra salvarse, realice penitencia durante un año, privado de la comunión de los hombres o del cuerpo de Cristo74. Si muriera, no se le haga ninguna conmemoración en la misa, ni se lleve su cadáver a la sepultura con salmos o sal75, sino que sea arrojado fuera del lugar donde se encuentran los sepulcros de los fieles76. Si está poseído, a todas luces, por un demonio e incurriere en este tipo de muerte, permítasele tener una sepultura como al resto de los fieles77. Quien se amputara alguno de sus miembros, haga tres años de penitencia78. Si una mujer laica provocara a otra laica un aborto oprimiéndola, que se la juzgue como si fuera una homicida79. Si una mujer por medio de un brebaje o por cualquier otro medio matara a un hijo o hiciera que nacieran muertos, cumpla

64 .

Can. 63: Excarp. Cummean. VI, 4: Si quis occiderit monachum vel clericum, arma relinquat et Deo serviat vel VII annos peniteat. Qui autem episcopum vel presbiterum occiderit, regis iudicium est de eo. [Schmitz, p. 623] Cfr. Paenit. Vigil. 43.

65. Can.

64: Excarp. Cummean. VI, 18: Si quis alium perçussent et sanguinem effuderit, XL dies in pane et aqua… [Schmitz, p. 624] Cfr. Paenit. Vigil. 59.

66. Can.

65: Excarp. Cummean. VI, 21: Si mulier abortum fecerit voluntarie, III annos in pane et aqua peniteat. [Schmitz, p.

624] Cfr. Paenit. Vigil. 55.

67. Can.

67: Iud. Theod. G 113: Si in proelio cum rege occiderit hominem, XL dies peniteat. [Finsterwalder, p. 264] Cfr. Paenit. Vigil. 42 y 46.

68. Can.

68: Excarp. Cummean. VI, 28: Qui praebent ducatum barbaris, IIII annos peniteat… [Schmitz, p. 625] Cfr. Paenit.

Vigil. 44.

69 . Can. 69: Excarp. Cummean. VI, 28: si tarnen non acciderit strages Christianorum; sin vero, reiectis armis usque ad mortem

mundo mortui vivant. [Schmitz, p. 625] Cfr. Paenit. Vigil. 45.

70. Can.

71: Excarp. Cummean. VI, 7: Si quis homicidium casu fecerit non volens, V annos penit… [Schmitz, p. 623] Cfr. Paenit. Vigil. 47.

71. Can.

74: Excarp. Cummean. VI, 8: Si per poculum vel per artem aliquam malam, VII annos aut plus. [Schmitz, p. 623] Cfr. Paenit. Vigil. 48.

72 .

Can. 75: Excarp. Cummean. VI, 19: Cuius parvulus in negligentia sine baptismo mortuus fuerit, III annos peniteat…

[Schmitz, p. 624] Cfr. Paenit. Vigil. 37; Paenit. Cord. 133-173.

73. Can.

76: Cfr. Paenit. Vigil. 53.

74. Can.

78: Conc. Bracar. I, c. 16: Item placuit, ut hi qui sibi ipsis aut per ferrum aut per venenum aut per praecipitium aut suspendium vel quolibet modo violentam inferunt mortem, nulla illis in oblatione commemoratio fiat, neque cum psalmis ad sepulturam eorum cadavera deducantur [ed. de J. Vives, Concilios visigóticos e hispano-romanos, con la colaboración de Tomás Marín Martínez y Gonzalo Martínez Díez, Barcelona-Madrid, CSIC, 1963, p. 74] Cfr. Paenit. Vigil. 49.

75. Se refiere a una particularidad de la liturgia mozárabe de los funerales. Cfr. F. Bezler, Les pénitentiels espagnols: contribution à

l’étude de la civilisation de l’Espagne chrétienne du haut Moyen Âge, Münster, Aschendorff Verlag, 1994, p. 15.

76. Can.

79: Cfr. Paenit. Cord. 162.

77. Can.

80: Cfr. Iud. Theod. U II, X, 1 [Finsterwalder, p. 324].

78. Can.

81: Excarp. Cummean. VI, 25: Si quis quodlibet membrum voluntate sua truncaverit, III annos peniteat… [Schmitz, p. 625] Cfr. Paenit. Vigil. 56.

79. Can.

82: Excarp. Cummean. VI, 20: Si laici infantem suum obpresserint, annum I in pane et aqua peniteant… [Schmitz, p. 624] Cfr. Paenit. Vigil. 54.

192

Texto Glosas v133.indd 192

05/10/2020 10:38:11

quince años de penitencia80. Si ésta fuera muy pobre, haga diez años de penitencia81. Si lo matara antes de que el feto tuviera alma, haga penitencia durante tres años82. Si lo hace después, que se la juzgue como homicida83. También la mujer que tomara una poción anticonceptiva sepa que será rea de tantos homicidios cuantos hijos debiera haber concebido o parido84. /f. 314r Si alguno provocare tormentas, después de finalizadas, durante toda su vida, llorando, ayune tres días o, si no, dos. Si no lo hiciera, haga quince años de penitencia85. Si alguien abandonara a un hombre en la calle o en la puerta de su casa por motivos de salud, haga penitencia durante cuarenta días86. Si un niño muriese sin recibir el bautismo por descuido del sacerdote, que el sacerdote sea depuesto de su ministerio87. Si alguien violara a una mujer y por este motivo ella se suicidara, haga el violador diez años de penitencia. Cualquier mujer que fornique y prive de la vida al fruto de estas relaciones haga penitencia durante quince años88. Si una mujer en ausencia de su marido cometiera adulterio, concibiera y luego, tras el delito, abortara, se le debe negar la comunión de por vida, tanto más, cuanto hubo cometido un doble delito; y haga penitencia durante diecisiete años89. A los que hicieran abortar a sus mujeres o matasen a sus hijos ya nacidos, déseles la comunión después de un período de siete años, pero con tal de que todo el tiempo de su vida lo pasen llorando humildemente su crimen90. Si la señora azotara a su criada hasta provocarle conscientemente la muerte, /f. 314v haga siete años de penitencia; y si se la provocara inconscientemente, cinco años91. Si alguien matara a otro hombre mediante un maleficio, no reciba la comunión hasta el fin de su vida92. Quienes voluntariamente apostataron hagan penitencia durante diez años y sean apartados de la comunión durante diez años93.

Si alguien está al servicio del altar y ofrece la sangre de Cristo, enteramente se abstenga de derramar sangre humana, aunque sea de enemigos; pero si incurriera en ello, haga dos años de penitencia y, después, sea restituido al oficio y a la comunión94. Si la esposa muere, es lícito

80 .

Can. 83: Excarp. Cummean. VI, 8 y 9: Si per poculum vel per artem aliquam malam, VII annos aut plus… Si mater filium suum occiderit, XV annos penit. [Schmitz, p. 623] Cfr. Paenit. Vigil. 50; Paenit. Cord. 147.

81. Can.

84: Excarp. Cummean. VI, 10: Mulier pauperina VII annos penit. [Schmitz, p. 623] Cfr. Paenit. Vigil. 51.

82. Can.

85: Excarp. Cummean. VI, 11: Mulier si occiderit filium suum in utero ante XL dies, annum I penit… [Schmitz, p.

623] Cfr. Paenit. Vigil. 57.

83. Can.

86: Excarp. Cummean. VI, 11: Si vero post XL dies conceptione, ut homicida peniteat, III annos peniteat. [Schmitz, p. 623] Cfr. Paenit. Vigil. 58.

84. Can.

87: Cfr. Paenit. Vigil. 60.

85. Can.

88: Excarp. Cummean. VII, 8: Si quis emissor tempestatum fuerit, VII annos penit… [Schmitz, p. 627] Cfr. Paenit.

Vigil. 104.

86 .

Can. 89: Excarp. Cummean. VIII, 2: Quicunque hospites non recipit in domo sua… tanto tempore peniteat… [Schmitz, p. 628] Cfr. Paenit. Cord. 82.

87. Can.

90: Excarp. Cummean. VI, 30: Infans infirmus et paganus, commendatus presbitero, si moritur, presbiter deponatur, si negligentia parentum sit, I annum peniteat. [Schmitz, p. 625].

88. Can.

92: Excarp. Cummean. VI, 3: Mulieres, que fornicantur et partus suos necant… X annos poeniteant. [Schmitz, p.

622]; Conc. Ancyr. c. 21: De mulieribus, quae fornicantur et partus suos necant… usque ad exitum vitae eas ab ecclesia removit. [Martínez-Rodríguez III, p. 101].

89. Can.

93: Conc. Eliber. c. 63: Si qua per adulterium absente marito suo conceperit, idque post facinus occiderit, placuit nec in finem dandam esse communionem eo quod geminaverit scelus. [Martínez-Rodríguez IV, 262] Cfr. Paenit. Cord. 135.

90. Can.

94: Conc. Ilerd. c. 2: Hi vero qui male conceptos ex adulterio factos vel editos necare studuerint…post septem annorum curricula communio tribuatur, ita tamen ut omni tempore vitae suae fletibus et humilitate insistant, officium eis ministrandi recuperare non liceat. [Martínez-Rodríguez IV, 300].

91. Can.

95: Conc. Eliber. c. 5: Si qua foemina furore zeli accensa flagris verberaverit ancillam suam, ita ut intra tertium diem animam cum cruciatu eflundat, incertum sit voluntate an casu accident; si voluntate, post septem annos, si casu, post quinquennii tempora, accipiat communionem. [Martínez-Rodríguez IV, 243].

92. Can.

96: Conc. Eliber. c. 6: Si quis vero maleficio interficiat alterum… nec in finem impertiendam esse illi communionem [Martínez-Rodríguez IV, p. 243 y 244] Cfr. Paenit. Vigil. 37; Paenit. Cord. 133-173.

93 .

Can. 97: Conc. Nic. c. 11: De his qui sponte lapsi sunt, qualiter debeant poenitere... [Martínez-Rodríguez III, p. 72 y 73]; Conc. Eliber. c. 46: Si quis fidelis apostata per infinita tempora ad ecclesiam non accesserit, si tamen aliquando fuerit reversus nec fuerit idolator, post decem annos placuit communionem accipere. [Martínez-Rodríguez IV, p. 257].

94 .

Can. 98: Conc. Ilerd. c. 1: De his qui altario ministrant, ut a sanguine omni se abstineant… [Martínez-Rodríguez IV, p.

299-300].

193

Texto Glosas v133.indd 193

05/10/2020 10:38:11

que el viudo pueda tomar otra mujer transcurridos seis meses. A la esposa no le estará permitido hacerlo hasta haber pasado un año de la muerte del marido95. Si alguien que cuida de un enfermo se durmiera y, en este tiempo, el enfermo empeorara y muriera por falta de vigilancia, el cuidador haga penitencia durante diez días. Si esto hubiera ocurrido por negligencia, realice penitencia durante treinta días. En cambio, si estuviera ebrio, haga un año de penitencia. Quienes son castigados por sus maldades no reciban salmos ni sal, siendo arrojados fuera del recinto donde están los sepulcros de los fieles96. Si los homicidas, adúlteros y ladrones se refugiaran en la iglesia, estén a salvo de la pena de muerte de la que fueren culpables97. Si alguien /f. 315r niega la penitencia a los moribundos, sea reo de sus almas98. Si un sacerdote diera la penitencia a un enfermo sin su consentimiento o sin testigos, haga penitencia durante un año. Si el que ha recibido la penitencia viviera, que observe también penitencia99.

§ VII. Acerca de diversas prácticas sacrílegas Si un cristiano consultare a adivinos, hechiceros y falsos profetas; observara los augurios, los auspicios o los elementos (cielo, tierra, agua, y fuego); o practicara y demandara lectura de señales, interpretaciones de sueños, invocaciones a dioses paganos100 o pronunciar maleficios, haga cinco años de penitencia101. No se permita observar la luna durante el primer día de cada mes ni recitar encantamientos durante la recolección de hierbas, a no ser que todo esto se haga recitando el Credo y la Oración dominical102.

95. Can. 99: Iud. Theod. G 176: Muliere mortua licet uiro post mense alteram accipere. Mortuo uiro post annum licet mulieri

uirum tollere. [ed. de P. W. Finsterwalder, Die ‘Canones Theodori Cantuariensis’ und ihre Überlieferungsformen, Weimar, 1929, p. 269] Cfr. Paenit. Vigil. 90.

96. Can.

101: Conc. Bracar. I, c. 16: nulla illis in oblatione commemoratio fiat, neque cum psalmis ad sepulturam eorum cadavera deducantur…Similiter et de his placuit qui pro suis sceleribus puniuntur. [Vives, p. 74].

97. Can.

102: Conc. Aurel. a. 511, c. 1: De homicidis, adulteris et furibus. si ad ecclesiam confugerint, id constituimus observandum, quod ecclesiastici canones decreverunt et lex Romana constittuit… [Martínez-Rodríguez IV, 156].

98.

Can. 103: Excarp. Cummean. XIV, 2: Si quis presbiter penitentiam morientibus abnegaverit, reus erit animarum…

[Schmitz, p. 640] Cfr. Paenit. Cord. 97.

99. Can. 104: Conc. Carthag. IV, c. 76: Is qui poenitentiam in infirmitate positus petit, si casu dum ad eum sacerdos invitatus

venit, opressus infirmitate obmutuerit vel in pbrenesim versus fuerit, dent testimonium qui eum audierunt et accipiat poenitentiam… [Martínez-Rodríguez III, p. 368 y 369]; Conc. Tolet. XII, c. 2: De his qui poenitentiam non sentientes accipiunt… [Vives, p. 387 y 389].

100 . En

la alta Edad Media era aún costumbre, al sentarse a trabajar la lana (laneficium/lanificium), santiguarse e invocar a Minerva, lo cual fue reprobado por la Iglesia. Cfr. O. Giordano, Religiosidad popular en la Alta Edad Media, Madrid, Gredos, 1983, p. 126.

101. Can.

105: Conc. Ancyr. c. 24: Qui auguria, auspicia sive somnia vel divinationes quaslibet secundum morem gentilium observant, aut in domos suas huiuscemodi homines introducunt in exquirendis aliquibus arte malefica, aut ut domos suas lustrent; confessi, quinquennio poenitentiam agant… [Martínez-Rodríguez III, 102]; Conc. Agath. a. 506, c. 42: aliquanti clerici vel laici student auguriis, et sub nomine fictae religionis, quas sanctorum sortes vocant, divinationis scientiam profítentur aut quarumcumque scripturarum inspectione futura promittunt… [Martínez-Rodríguez IV, p. 139]; Capit.

Mart. c. 71, 72 y 75: Si quis paganorum consuetudinem sequens divinos et sortilogos in domum suam introduxerit, quasi ut malum foras mittant aut malefitia inveniant, vel lustrationes paganorum faciant, quinque annis penitentiam agant….

Non liceat christianis tenere traditiones gentilium, et observare vel colere elementa, aut lune aut stellarum cursus aut inanem signorum fallaciam pro domo facienda vel propter segetes vel arbores plantandas, vel coniugia socianda… Non liceat mulieres christianas aliquam vanitatem in suis laneficiis observare, sed deum invocent adiutorem qui eis sapientiam texendi donavit. [ed. de C. W. Barlow, Martini episcopi Bracarensis Opera omnia, New Haven, Yale University Press, 1950, p. 140-141] Cfr. Paenit. Vigil. 61.

102. Can. 106: Capit.

Mart. c. 72, 73 y 74: Non liceat christianis tenere traditiones gentilium, et observare vel colere elementa, aut lune aut stellarum cursus aut inanem signorum fallaciam pro domo facienda vel propter segetes vel arbores plantandas, vel coniugia socianda… Non liceat agere diem kalendarum et otiis vacare gentilibus neque lauro aut viriditate arborum cingere domos... Non liceat in herbarum collectionibus, quę medicinales sunt aliquas observationes aut incantationes attendere, nisi tantum cum simbolo divino aut oratione dominica, ut tantum deus creator omnium, et dominus honoretur.

[Barlow, p. 141] Cfr. Paenit. Vigil. 37; Paenit. Cord. 133-173.

194

Texto Glosas v133.indd 194

05/10/2020 10:38:11

§ VIII. Acerca de la codicia y de otros pecados similares Si alguien muestra codicioso y avaro, soberbio, temulento o adolece de pecados similares, que desista y haga penitencia durante tres años103. El odioso cuanto tiempo no manifieste aborrecimiento, tanto haga de penitencia104. Quien despoja /f. 315v a otro de un bien o consiente que otro lo haga realice penitencia durante siete días105. § VIIII. Acerca de los diversos pecados de fornicación Si alguien fornica como hicieron los sodomitas, si es obispo, que haga penitencia durante veinte años; si es presbítero, durante quince; y si es diácono, durante doce, después de los cuales no se les permita acceder al orden sacerdotal; el converso haga veinte años de penitencia; y si es lego, haga diez106. Si alguien pecara con animales antes de tener veinte años, haga quince de penitencia107; si superara los veinte años, y además tuviera esposa, haga penitencia durante veinte años108. Si alguien pecara con ganado menor, haga penitencia durante más tiempo, esto es, durante veinticinco años, y reciba la comunión después del vigésimo año109. Si un presbítero se masturbara a sí mismo, haga un año de penitencia110. El que fornica entre los muslos111, haga dos años de penitencia112. El que mancilló su reputación con conversaciones obscenas o miradas libidinosas, realice penitencia durante veinte días113. En cambio, el que la mancilla fogosamente con un impulso fantasioso de la imaginación, haga penitencia durante diez días114.

El que tenga una polución durante el sueño, que entone cincuenta salmos y con ello, postrado ante todos, satisfaga la penitencia115. El que tuvo deseos /f. 316r de fornicar y no pudo, que haga tres años de penitencia116. El que, durmiéndose dentro de la iglesia, tuviere una polución haga quince días de penitencia117. El que entrara en la iglesia tras haber tenido una eyaculación sin

103. Can. 107: Excarp. Cummean. VIII, 6: Si quis cupidus aut avarus aut superbus aut ebriosus aut fratrem suum odio habuit, vel

alia his similia, quae dinumerare longum est, III annos peniteat… [Schmitz, p. 628] Cfr. Paenit. Vigil. 62; Paenit. Cord. 88.

104. Can.

108: Excarp. Cummean. IX, 2: Qui odit fratrem suum, quamdiu non repellat odium, cum pane et aqua sit et ei, caritate non fleta compelletur. [Schmitz, p. 629] Cfr. Paenit. Cord. 90 y 164.

105. Can.

109: Excarp. Cummean. IX, 8: Qui causa invidiae detrahit vel libenter audit detrahentem, IIII diebus cum pane et aqua separetur... [Schmitz, p. 629] Cfr. Paenit. Cord. 95.

106. Can. 110: cfr. Paenit. Cap.

Iud. VII, 1: Si quis fornicaverit, ut sodomite fecerunt, episcopus XXV ann. paenit… [Schmitz, p. 222] Cfr. Paenit. Vigil. 93.

107 .

Can. 111: Capit. Mart. c. 81: Si quis cuiuslibet animalis commixtione peccaverit, XV annis in humilitate subiaceat ad ecclesiae ianuam… [Barlow, p. 142-143] Cfr. Paenit. Vigil. 63; Paenit. Cord. 149.

108. Can.

112: Capit. Mart. c. 81: Si quis autem post XX annos habens uxorem huic peccato inruerit, XXV annis humilitati subiaceat… [Barlow, p. 142-143].

109. Can. 110 .

113: Cfr. Iud. Theod. G 93. [Finsterwalder, p. 262].

Can. 114: cfr. Paenit. Burgund. 14 par. [ed. de R. Kottje, L. Körntgen y U. Spengler-Reffgen, Paenitentialia Franciae et Italiae saeculi VIII-XI: Paenitentalia minora Franciae et Italiae saeculi VIII-IX, Corpus Christianorum, Series Latina, 156, Turnhout, Brepols, 1994, pp. 25 y 28] Cfr. Paenit. Vigil. 66.

111. Se

refiere al sexo intercrural, también conocido como sexo femoral​o sexo interfemoral, consiste en una actividad erótica/ sexual sin penetración, en la que uno de los dos que intervienen sitúa su pene entre las piernas del otro.

112. Can.

115: Excarp. Cummean. II, 5: Viri inter femora fornicantes, primo annum peniteant, si iterans II annos. [Schmitz, p. 609] Cfr. Paenit. Vigil. 72.

113. Can. 116: Excarp. Cummean. II, 9: Qui per turpiloquium vel aspectu coinquinatus est, tamen non voluit fornicare corpo-

raliter, XX vel XL dies poeniteat… [Schmitz, p. 609] Cfr. Paenit. Vigil. 68.

114. Can.

117: Excarp. Cummean. II, 9: si autem impugnatione cogitationis violenter coinquinatus est, VII dies peniteat…

[Schmitz, p. 609] Cfr. Paenit. Vigil. 69; Paenit. Cord. 99.

115. Can.

118: Excarp. Cummean. II, 19: Qui in somnis voluntate pollutus est, surgat canatque genuflectendo VII psalmos in crastino in pane et aqua, vel XXX psalmos flectendo in fine unumquemque canat… [Schmitz, p. 610] Cfr. Paenit. Vigil.

70; Paenit. Cord. 101.

116. Can.

119: Excarp. Cummean. II, 8: Qui concupiscit mente fornicare, sed non potuit, unum annum peniteat, maxime in tribus quadragesimis… [Schmitz, p. 609] Cfr. Paenit. Vigil. 67.

117. Can. 120: Excarp. Cummean. II, 21: Qui semen dormiens in ecclesia fuderit, III dies ieiunet. [Schmitz, p. 610] Cfr. Paenit.

Vigil. 71; Paenit. Cord. 104.

195

Texto Glosas v133.indd 195

05/10/2020 10:38:11

darse cuenta, cante dos salterios; si no lo hace, realice penitencia durante tres días. Quienes se den un beso sensual, hagan veinte días de penitencia118; si lo hicieran de forma deshonesta y con unión carnal, realicen penitencia durante cuarenta días119. Si dos adolescentes pecaran mutuamente, hagan penitencia durante cuarenta días120. Si fornicaran entre los muslos121, realicen dos años de penitencia122. Si alguien se masturbara, realice penitencia durante un año123. Si un clérigo y una monja se ayuntaran en matrimonio, hagan penitencia durante quince años después de separarse124. Si un lego fornica con la esposa de otro, haga siete años de penitencia125. Si uno está casado con una esposa estéril, ambos pongan freno a su pasión126. Si una muchacha virgen se une a un hombre soltero sin haber realizado la bendición del velo127, haga cinco años de penitencia. Si uno entra en la habitación de su criada y yace con ella, haga penitencia durante tres años; y si le engendrase un hijo, que la deje libre128. Si alguien fornica con una madre y con su hija, haga penitencia hasta el fin de su vida dando limosnas /f. 316v y derramando lágrimas durante dos años129. Si uno fornica con una mujer muerta, haga, durante todo el tiempo que le quede de vida, penitencia como en el caso anterior130. Si un varón se acostara con su mujer según la costumbre de los sodomitas, realice penitencia durante tres años131. Si un lego tuviera tres mujeres sin estar casado con ninguna de ellas, déjelas, y que no se le permita contraer matrimonio más adelante y haga penitencia por un largo tiempo. Si un creyente hubiera cometido adulterio con una judía o una gentil, haga quince años de penitencia y durante cinco sea apartado de la comunión132. Quien bese a un muerto, haga penitencia durante cuatro días y, después, se le permita la comunión133. Si un varón o una mujer que han hecho voto de virginidad se unieran en matrimonio, que no lo incumplan después y hagan tres años de penitencia. Los votos sin sentido y que no se pueden cumplir deben quebrantarse134. Quienes se acuesten en el momento del menstruo o del parto, hagan veinte días de penitencia135. Quien mantuviera relaciones sexuales

118. Can.

122: Excarp. Cummean. II, 13: Osculum simpliciter facientes VII superpositionibus; illecebrosum osculum sine coinquinamentum VIII… [Schmitz, p. 609] Cfr. Paenit. Cord. 107.

119. Can.

123: Excarp. Cummean. II, 13: …cum coinquinamento sine amplexu X superpos. [Schmitz, p. 609] Cfr. Paenit.

Cord. 108.

120. Can.

124: Paenit. Cummean. (X), 6: Pueri autem XX annorum se inuicem manibus coinquinantes et confessi fuerint antequam communicant, XX vel XL diebus. [ed. de L. Bieler, The Irish penitentials, Scriptores Latini Hiberniae 5, Dublín, Dublin Institute for Advanced Studies, 1963 (reed. 1971), p. 128] Cfr. Paenit. Cord. 110.

121. Ver

nota 111.

122. Can. 125: Paenit. Cummean. (X), 8: Supra dicta aetas inter foemora fornicans, C diebus; id iterum faciens, annum. [Bieler, p. 128].

123. Can.

126: Excarp. Cummean. II, 7: Vir semetipsum coinquinans, primo C dies penit… [Schmitz, p. 609] Cfr. Paenit.

Vigil. 74.

124. Can. 127: Excarp. Cummean. III, 4 y 5: Si clericus aut monachus, postquam se Deo voverit, ad secularem habitum iterum

reversus raerit aut uxorem duxerit, X annos peniteat… Similiter et mulier, postquam se Deo voverit, si tale scelus admiserit, pari sententia subjacebit. [Schmitz, p. 613] Cfr. Paenit. Vigil. 75 y 76.

125. Can.

128: Excarp. Cummean. III, 3: Si quis concupiscit mulierem alienam et non potest peccare cum ea aut non vult eum suscipere mulier, si laicus, XL dies, si clericus aut monachus, annum peniteat… [Schmitz, p. 613] Cfr. Paenit. Cord. 168.

126 . Can.

129: Cfr. Paenit. Rem. V, 28. [Asbach, p. 34] Cfr. Paenit. Vigil. 79.

127. Hace

alusión al acto ritual de la velación, que -según la liturgia hispánica- se realizaba al final de la ceremonia religiosa del matrimonio. Cfr. F. Bezler, Les pénitentiels… p. 202.

128. Can.

131: Excarp. Cummean. III, 32: Si quis intrat ad ancillam suam, venundet eam, et annum I peniteat; si genuerit filium ex ea, liberet eam. [Schmitz, p. 616] Cfr. Paenit. Vigil. 78.

129. Can.

132: Cfr. Paenit. Vigil. 80.

130. Can.

133: Cfr. Paenit. Vigil. 81.

131. Can.

134: Excarp. Cummean. III, 11 y 12: Si quis vir nupserit cum muliere sua retro, XL dies peniteat… Aut si in terga nupserit, sie peniteat quomodo de animali. [Schmitz, p. 613 y 614] Cfr. Paenit. Vigil. 73.

132. Can. 136: Conc. Eliber. c. 78: Si quis fidelis habens uxorem cum iudaea vel gentili fuerit moechatus, a communione arcea-

tur... [Martínez-Rodríguez IV, 267] Cfr. Paenit. Vigil. 63; Paenit. Cord. 167.

133. Can.

137: Cfr. Paenit. Cord. 158.

134. Can.

138: Excarp. Cummean. III, 36 y 37: Si quis maritus vel si quae mulier votum habens virginitatis adiungitur uxori, postea non dimittat uxorem, sed peniteat III annos… Vota stulta frangenda sunt et inportabilia. [Schmitz, p. 617].

135 . Can.

139: Excarp. Cummean. III, 16: Qui nupserit et his temporibus, XX dies peniteat. [Schmitz, p. 614].

196

Texto Glosas v133.indd 196

05/10/2020 10:38:11

en la festividad de los Mártires136, haga penitencia durante cuarenta días; quien lo hiciere en domingo, durante un año137; /f. 317r tres años de penitencia para quienes copulasen el día de Pascua; y quienes lo hicieran durante la Cuaresma, hagan penitencia tantos días cuantos se unieran sexualmente138. A la mujer no le sea lícito hacer votos sin el consentimiento de su marido139. Si una mujer fornica con otro varón, permítase que su marido la abandone y tome a otra mujer140. No sea lícito a la mujer dejar a su marido, aunque éste le haya sido infiel, a no ser que ingrese en un monasterio o sea sodomita141. Los padres que rompieren su promesa de matrimonio, hagan tres años de penitencia142. Aquel cuya mujer fuera raptada y puesta en cautividad y tomara a otra mujer, si regresara la primera, debe abandonar a la segunda; y que cada uno reciba lo suyo, si no está probada la culpabilidad de la mujer capturada a la que había elegido como esposa en el primer matrimonio; o si el varón o la mujer primera no quisieren volver a unirse, como impíos sean privados de la comunión eclesiástica143. Y ningún varón tenga el más mínimo trato con otra esposa o concubina; /f. 317v y al que la tomare por esposa, se le prive de la comunión144. Si alguien impidiera a una muchacha o a una viuda cumplir un voto de castidad, se le aparte de la santa comunión y de los umbrales de la Iglesia145. Las doncellas prometidas y ultrajadas por otros aun con daño de su pudor sean entregadas al esposo146. Quien rapta a una esposa para sí sea anatematizado147. Los raptores de viudas o de doncellas sean apartados de la comunión de la Iglesia148. Los que abandonan a sus esposas sin comprobar su pecado sean separados de la comunión de la Iglesia149. Las mujeres que abandonaren a sus maridos y se uniesen a otro no reciban la comunión ni al final de su vida150. La mujer fiel que dejara a su marido adúltero no tome a otro en vida del adúltero; si lo tomase, no reciba la comunión hasta que éste

136 . Inicialmente

se celebraba durante la Pascua, pero, a partir del año 586, se fijó la fiesta de los «innumerables mártires de Zaragoza» el 16 de abril, con motivo del retorno a la ortodoxia de la Iglesia local. Por aquel entonces, debió de comenzar también la celebración de otra fiesta de los Innumerables Mártires el 4 de noviembre. Cfr. A. Fábrega Grau, Pasionario Hispánico, I, Madrid, CSIC, 1953, p. 168 y ss.; II, ib., 1955, p. 371y ss.

137. Can.

141: Excarp. Cummean. III, 17: Qui nupsit de dominica, III dies penit. [Schmitz, p. 614].

138. Can.

143: Cfr. Iud. Theod. U II, XII, 2. [Finsterwalder, p. 326].

139. Can.

144: Excarp. Cummean. III, 38: Mulieri non liceat votum vovere sine licentia viri, sed si voverit, dimitti potest et peniteat iudicio sacerdotis. [Schmitz, p. 617].

140. Can. 145: Iud. Theod. U II, XII, 5: Si cuius uxor fornicata fuit, licet dimitere eam; et aliam non accipere. [Finsterwalder, p.

141. Can.

326].

146: Iud. Theod. U II, XII, 6: Mulieri non est licitum uirum dimitere licet fornicatur… [Finsterwalder, p. 327].

142. Can.

147: Conc. Eliber. c. 54: Si qui parentes fidem fregerint sponsaliorum, triennii tempore abstineantur. [Martínez-Rodríguez IV, 259].

143. Can.

148: Innocentii epist. 36 = ad Probum: Si maritus cuius uxor in captivitatem fuerat abducta, alteram acceperit, revertente prima, secunda mulier debet excludi. [ed. de J. P. Migne, Patrologia latina, t. XX, col. 602-603]; Leonis epist. 159 = ad Nicetam, cap. 1, 2 y 4: De feminis quae occasione captivitatis virorum suorum, aliis nupserunt… [Migne, t. LIV, col.

1135-1137] Cfr. Paenit. Vigil. 84.

144. Can.

149: Conc. Tolet. I, c. 17: Si quis habens uxorem fidelis concubinam habeat, non communicet [Martínez-Rodríguez IV, 336] Cfr. Paenit. Cord. 171.

145. Can.

150: Conc. Tolet. III, c. 10: Ut viduis pro castitate violentiam nullus inferat, et ut mulier invita virum non ducat.

[Martínez-Rodríguez V, 116-117].

146. Can. 151: Excerpta Conc. Hisp.

V, 3: De desponsatis puellis et ab aliis corruptis, ut etiam cum damno pudoris restituantur sponsis… [Migne, t. LXXXIV, col. 741; Conc. Ancyr. c. 11: Desponsatas puellas et postea ab aliis raptas placuit erui, et his reddi quibus fuerant antea desponsatae, etiam si eas a raptoribus florem pudoris constare amisisse constiterit. [Martínez-Rodríguez III, 97].

147. Can.

152: Conc. Chalced. c. 27: Eos qui sibi rapiunt uxores, anathema esse. [ed. de E. Schwartz, Acta conciliorum oecumenicorum 431-879, 4 tom.-14 vol., Strasbourg-Berlín, 1914-1974, vol. II, p. 92].

148. Can.

153: Symmachi epist. 15 = ad Caesarium, cap. 4: Raptores igitur viduarum vel virginum pro immanitate tanti facinoris detestamur… quos pro tam nefandissimi criminis atrocitate a communione suspendi praecipimus. [ed. de A. Thiel, Epistolae Romanorum pontificum genuinae et quae ad eos scriptae sunt…, Braunsberg, 1868, p. 725].

149. Can. 154: Conc. Agath. a. 506, c. 25: De secularibus qui suas coniuges derelinquunt…

[Martínez-Rodríguez IV, 130-131].

150. Can.

155: Conc. Eliber. c. 8: Item foeminae, quae nulla praecedente causa reliquerint viros suos et alteris se copulaverint, nec in finem accipiant communionem. [Martínez-Rodríguez IV, p. 244].

197

Texto Glosas v133.indd 197

05/10/2020 10:38:12

muera o caiga enfermo151. Quien dejara a su mujer y se fuera con otra, o el que tomase a una mujer abandonada, todos ellos deben ser apartados de la comunión de los fieles152. Los bígamos /f. 318r hagan un año de penitencia153; dos años, los que están casados con tres mujeres154. Si uno, teniendo esposa, cometiere adulterio muchas veces, es conveniente que no se le dé la comunión hasta el momento de su muerte; pero si prometiera que se iba a enmendar, désele la comunión155. El que tiene esposa y cayere una vez en adulterio haga cinco años de penitencia156. Los que, tras ser bautizados, han estado constantemente entregados a la lujuria y en su último día piden la penitencia, una vez cumplida ésta, déseles la extrema comunión157. La mujer que ejerciere la prostitución, esto es, que vendiera su cuerpo a otro, ni al final de sus días debe recibir la comunión158. Si una mujer fornica con una bestia de carga, haga quince años de penitencia159. A la mujer que durante toda su vida cometa adulterio con varios hombres no se le debe dar la comunión ni al final de sus días; quizá si hiciera una penitencia estricta, después de diez años reciba la comunión160. Si una mujer cometiera adulterio sabiéndolo su marido, no se le debe dar la comunión ni al final de sus días; /f. 318v si la abandonare, reciba la comunión tras diez años de penitencia161. Si una catecúmena concibiera en adulterio y matara al feto, decida el presbítero si es bautizada al final de su vida162. La mujer, cuando está embarazada, debe abstenerse de tener relaciones con el marido durante siete meses antes del parto; si no lo hicieran, ambos harán tres años de penitencia163. Si un muchacho fornica en casa de sus padres o en cualquier otro lugar antes de que contraiga santo matrimonio, haga penitencia durante cinco años164. Si una mujer mantiene relaciones sexuales con otra mujer, haga penitencia durante tres años165. Los clérigos que quieran casarse, sean condenados al destierro hasta el fin de sus días; sus mujeres e hijos deberán vender sus bienes y convertirse en peregrinos166. Si un obispo, presbítero o diácono quiere tener mujer según la ley de Aarón, que no piensen en ser partícipes de

151.

Can. 156: Conc. Eliber. c. 9: Item foemina fidelis, quae adultorum maritum reliquerit fidelem et alterum ducit, prohibeatur ne ducat: si duxerit non prius accipiat communionem, nisi quem reliquit de seculo exierit, nisi forsitan necessitas infirmitatis dare compulerit. [Martínez-Rodríguez IV, 2441245].

152. Can.

157: Excarp. Cummean. III, 30: Qui dimiserit uxorem suam, alteri coniungens se, VII annos peniteat cum tribulatione vel XV levius peniteat. [Schmitz, p. 616] Cfr. Matth. 19, 9.

153. Can.

158: Excarp. Cummean. III, 19: Digamus peniteat I annum… [Schmitz, p. 614] Cfr. Paenit. Vigil. 91.

154. Can.

159: Excarp. Cummean. III, 20: Trigamus ut superius…VII annos peniteat [Schmitz, p. 614] Cfr. Paenit. Vigil. 92.

155. Can.

160: Conc. Eliber. c. 47: Si quis fidelis habens uxorem non semel sed saepe fuerit moechatus, in fine mortis est conveniendus: quod si se promiserit cessaturum, detur ei communio. [Martínez-Rodríguez IV, 257].

156. Can.

161: Conc. Eliber. c. 69: Sí quis forte habens uxorem semel fuerit lapsus, placuit eum quinquennium agere debere poenitentiam et sic reconciliari [Martínez-Rodríguez IV, 264].

157. Can. 162: Cfr. Innocentii epist. 6 = ad Exuperium, cap.

2. [ed. de H. Wurm, Decretales selectae ex antiquissimis Romanorum Pontificium epistulis decretalibus, Apollinaris XII, Roma, 1939, p. 65-67].

158. Can.

163: Conc. Eliber. c. 12: Mater vel parens vel quaelibet fidelis, si lenocinium exercuerit, eo quod alienum vendiderit corpus vel potius suum, placuit eam nec in finem accipere communionem. [Martínez-Rodríguez IV, 245-246].

159. Can.

164: Cfr. Paenit. Vigil. 63.

160. Can.

165: Conc. Eliber. c. 64: Si qua usque in finem mortis suae cum alieno viro fuerit moechata, placuit nec in finem dandam ei esse communionem: si vero eum reliquerit, post decem annos accipiat communionem acta legitima poenitentia. [Martínez-Rodríguez IV, 263].

161. Can. 166: Conc. Eliber. c. 70: Si cum conscientia mariti uxor fuerit moechata, placuit nec in finem dandam ei ese commu-

nionem; si vero eam reliquerit, post decem annos accipiat communionem, si eam cum sciret adulteram aliquo tempore in domo sua retinuit. [Martínez-Rodríguez IV, 264-269].

162.

Can. 167: Conc. Eliber. c. 68: Catecumena si per adulterium conceperit et praefocaverit, placuit eam in fine baptizari.

[Martínez-Rodríguez IV, 264].

163.

Can. 168: cfr. Iud. Theod. U II, XII, 3: Mulier tres menses debent abstenire a viro suo quando concepta est antequam pariat. [Finsterwalder, p. 326] Cfr. Paenit. Cord. 144.

164.

Can. 169: Conc. Eliber. c. 31: Adolescentes qui post fidem lavacri salutaris fuerint moechati, cum duxerint uxores, acta legitima poenitentia placuit ad communionem eos admitti. [Martínez-Rodríguez IV, 252] Cfr. Paenit. Vigil. 88.

165. Can.

170: Excarp. Cummean. III, 35: Si mulier cum muliere, III annos pen. [Schmitz, p. 616].

166. Can.

171: Conc. Tolet. III, c. 5: Ut sacerdotes et levitae caste cum uxoribus suis vivant… [Martínez-Rodríguez V, 112114]; Conc. Tolet. IV, c. 43: De venditione mulierum quae clericis coniunctae noscuntur… [Martínez-Rodríguez V, 227].

198

Texto Glosas v133.indd 198

05/10/2020 10:38:12

Cristo. Los que están al servicio del altar de Dios, si de pronto por la debilidad de la carne, incurrieran en pecado, deben enmendarse, derramando lágrimas, después de una merecida y duradera penitencia167. Si el marido se convirtiera en siervo del hurto /f. 319r y de la fornicación, permítase a su mujer unirse a otro varón168. Quien fornique con su madre, haga quince años de penitencia169, e igualmente quien lo hiciera con su hermana170 o hijastra171.

§ X. Acerca de las uniones incestuosas Éstas <uniones carnales> se producen por cohabitar: la mujer del hermano, la hermana del hermano, la hija del padre, la hija de la madrastra, la madrastra, la segunda mujer del padre, la prima carnal, la hija del tío o de la tía, la hijastra nacida con anterioridad; a todas estas uniones no les reservemos, en absoluto, ningún tipo de perdón, a no ser que el incesto se limpiare con la separación172. A los incestuosos, mientras permanezcan empecinados en este vicio, se les tenga entre los catecúmenos, con los cuales conviene que ni aún a la mesa se siente ningún173 cristiano; y tanto más tiempo se les privará de la comunión del cuerpo de Cristo y de la participación en la fraternidad, cuanto permanecieran manchados en su voluntad. En caso contrario, hagan penitencia durante quince años y permanezcan apartados de la comunión de la Iglesia siete años después del fin del pecado174. Si una mujer copulara con dos hermanos, /f. 319v se le permita la comunión solamente a la hora de la muerte175. Si uno descubre que está casado con un pariente en segundo, tercer o cuarto grado, que se separe de él; y después haga la penitencia que se indica más arriba. Quien descubre que lo está con uno en quinto, sexto o séptimo grado, que no se separe y por cada año haga cuarenta días de penitencia176.

§ XI. Acerca de diversas causas objeto de penitencia Si uno abandonara a sus propios hijos y no les diera alimento ni los educara, o si algunos hijos abandonaran a sus padres, bajo el pretexto de asistir al culto, juzgando que de este modo obraban bien, sean anatematizados177. Si un cristiano tuviere una disputa con otro, sea exco-

167. Can. 173: Conc. Ilerd. c. 5: Hi qui altario Dei deserviunt, si subito flenda carnis fragilitate corruerint et Domino respicien-

te digne poenituerint… [Martínez-Rodríguez IV, 302].

168. Can.

174: Iud. Theod. G 175: Maritus si seipsum in furtum aut in fornicationem servum fecerit, mulier habet potestatem alterum accipere virum. [Finsterwalder, p. 269] Cfr. Paenit. Vigil. 89.

169. Can. 175: Excarp. Cummean. III, 8: Si quis cum matre fornicaverit, XV annos peniteat et nunquam mutet, nisi dominicis

diebus. [Schmitz, p. 613] Cfr. Paenit. Vigil. 63; Paenit. Cord. 151 y 132.

170. Can.

176: Excarp. Cummean. III, 9: Qui cum sorore hoc modo, XV annos ieiunet. [Schmitz, p. 613] Cfr. Paenit. Vigil.

63; Paenit. Cord. 151 y 132.

171. Can.

177: Conc. Eliber. c. 66: Si quis privignam suam duxerit uxorem, eo quod sit incestus, placuit nec in finem dandam esse communionem. [Martínez-Rodríguez IV, 263] Cfr. Paenit. Vigil. 63; Paenit. Cord. 151 y 132.

172. Can. 178: Conc. Agath. a. 506, c. 61: Hos enim esse censemus: si quis relictam fratris, quae pene prius soror extiterat, carnali

coniuctione violaverit… [Martínez-Rodríguez IV, p. 146-147] Cfr. Paenit. Vigil. 65.

173.

El texto dice vel, posiblemente por un descuido del copista, que no ha sabido entender el ulli del texto originario, que nosotros restituimos.

174. Can. 179: Conc. Ilerd. c. 4: De incestis, ut quamdiu in scelere sunt inter catechumenos habeantur… [Martínez-Rodríguez

IV, p. 301-302]; Conc. Tolet. II, c. 5: De his qui proximis suis se copulant, ut a communione Christi separentur… [Martínez-Rodríguez IV, 352-354].

175. Can.

180: Excarp. Cummean. III, 42: Mulier si duobus fratribus nupserit, abici eam debere usque in diem mortis…

[Schmitz, p. 617].

176. Can.

181: Excarp. Cummean. III, 24: In quinta generatione coniungantur, quarta si inventa fuerit, non separentur, tertia non separentur. In tertia tamen propinquitate non licet uxorem alterius accipere post obitum eius. [Schmitz, p. 615] Cfr. Paenit. Vigil. 82 y 83.

177. Can.

182: Conc. Gangr. c. 15 y 16: Si quis dereliquerit filios proprios et non eos alit; et secundum quod pietalis est necessaria non praebuerit, sed occasione continentiae negligendos putaverit, anathema sit… Si qui filii parentes maxime fideles deseruerint in occasione cultus… anathema sit. [Martínez-Rodríguez III, p. 116].

199

Texto Glosas v133.indd 199

05/10/2020 10:38:12

mulgado hasta que se reconcilie con su hermano y no se admita la ofrenda de éste en la iglesia178. El que esté apartado de la comunión que no se acerque al templo para dar el ósculo a sus hermanos179. Si alguien en el atrio de la iglesia comenzara una disputa, reciba ciento cincuenta latigazos; y si sacara la espada, doscientos. Si uno fundare una basílica en sus tierras, no se atreva a reclamar su ofrenda ni el dextro180 de ésta, que es de setenta y dos pasos181. Los clérigos no sean administradores ni /f. 320r guerreros; quienes lo hicieran, sean anatematizados182. No conviene que los cristianos que van a las bodas bailen o dancen183. Si el presbítero faltare tres semanas de su iglesia, haga un año de penitencia. No se envuelvan los cuerpos de los difuntos con las capas de la iglesia o con los ministerios184 divinos185. Quien sin la bendición del sacerdote se ordenare diácono por un presbítero, tanto el presbítero como el diácono, es decir, el ordenado y el ordenante, hagan penitencia durante tres años186. El que, por practicar un encantamiento, por cualquiera que fuera el motivo, se bañara sumergido187, haga un año de penitencia; por el contrario, si lo hiciere sin buscar un hechizo, haga penitencia durante cuarenta días188. Si, por alguna enfermedad, se bañare debajo de un molino, siguiendo un encantamiento, haga un año de penitencia; si lo hiciera sin practicar encantamiento alguno, en cambio haga cuarenta días de penitencia189. Quienes en el baile se ponen ropa de mujer, se disfrazan monstruosamente y se comportan como magas, demonios, animales190 y otros seres similares, hagan un año de penitencia191. Si un obispo realizare cacerías con perros o halcones, haga penitencia durante cinco años. El clérigo, en cambio, haga tres años de penitencia192. En caso de necesidad es posible

178 .

Can. 183: Conc. Agath. a. 506, c. 31: De his qui per odium ad pacem non revertentur... [Martínez-Rodríguez IV, p.

133-134]; Conc. Carthag. IV, c. 93: Oblationes disidentium fratrum neque in sacrario neque in gazoplii lacio recipiantur.

[Martínez-Rodríguez III, p. 372].

179. Can.

184: Excarp. Cummean. XIV, 17: Qui non communicat, non accedit ad altare neque ad osculum, et qui prius manducat, ad hoc osculum non permittitur. [Schmitz, p. 642] Cfr. Paenit. Cord. 56.

180 . Espacio

alrededor de la iglesia que goza de derecho de asilo. Cfr. A. Blaise, Lexicon latinitatis Medii Aevi, Turnhout, Brepols, 1975, s. v. Dexter, 2.

181. Can.

186: Conc. Aurel. a. 511, c. 13: Omnes autem basilicae, quae per diversa loca constructae sunt vel quotidie construuntur, placuit secundum priorum canonum regulam, ut in eius episcopi in cuius territorio sitae sunt potestate consistant.

[Martínez-Rodríguez IV, 161].

182. Can.

187: Conc. Carthag. III, c. 15: Item placuit, episcopi, presbyteri et diaconi vel clerici non sint conductores aut procuratores privatorum, neque ullo turpi vel inhonesto negotio victum quaerant… [Martínez-Rodríguez III, 324].

183. Can.

188: Conc. Laodic. c. 53: Non oportet christianos ad nuptias euntes vel ballare vel saltare sed caste coenare vel prandere sicut competit christianis. [Martínez-Rodríguez III, 169].

184. Se

refiere a otro tipo de ropas u objetos de culto, como casullas, estandartes, pendones…

185. Can.

190: Conc. Arvern. a. 535, c. 3: Observandum de palliis ecclesiae vel ministeriis divinis, ne defunctorum corpuscula obvolvantur. [Martínez-Rodríguez IV, 204].

186 . Can. 191: Conc. Hispal. II, c. 5: Ne presbyter diaconum aut presbyterem ordinare praesumat… [Vives, p.

Vigil. 101.

187. Debe

entenderse inmersum. Este tipo de práctica era común en el mundo romano.

188. Can.

192: Cfr. Paenit. Vigil. 99.

189. Can.

193: Cfr. Paenit. Vigil. 100.

166] Cfr. Paenit.

190. El

Penitencial Albeldense o Vigilano, redactado según McNeill (Medieval Handbooks of Penance, Nueva York, 1938, reed.

Nueva York-Oxford, 1990) en el 976 a partir de otros anteriores, en el canon 84 dice: Qui in saltatione femineum habitum gestiunt et monstruose se fingunt et maias et orcum et pelam et his similia exercent… Mientras que para Schmith (Historia de la superstición, Barcelona, Crítica, 1992) maias se referiría a jóvenes vestidos de modo afectado, orcum al ogro y pelam a un joven ricamente vestido subido a espaldas de un hombre durante el baile, Caro Baroja (El Carnaval. Análisis histórico-cultural, Madrid, 1965, p. 166) interpreta estos términos respectivamente como la maya actual castellana, el demonio medieval y la máscara exterior. En todo caso, el penitencial describe, en medio del baile, toda una procesión carnavalesca con travestidos, enmascaramientos animales y demoníacos junto a jóvenes engalanados. Cfr. F. Bezler, “¿El ogro y el niño o El arco y la pala?”, en Revista de Literatura Medieval, 4 (1992), pp. 43-46: lo interpreta como “arcos y palas”; G. Boto Yarda, “El disfraz de ciervo y otros testimonios del carnaval medieval en el alero de San Miguel de Fuentidueña”, en Locus amoenus, 1 (1995), p. 86.

191. Can.

194: Cfr. Paenit. Vigil. 102.

192. Can. 195: Conc. Agath. A, 506, c. 55: Episcopis, presbyteri, diaconis ad venandum canes aut accipitres habere non liceat…

[Martínez-Rodríguez IV, 143-144]; Excarp. Cummean. I, 33: Si quis venationes aliquas quocunque exerceat, si clericus, anno I, si diaconus, annis II, si sacerdos, III annos peniteat. [Schmitz, p. 607] Cfr. Paenit. Cord. 43.

200

Texto Glosas v133.indd 200

05/10/2020 10:38:12

lavarse la cabeza en domingo193. /f. 320v El que imite o consulte a los demonios, haga ocho años de penitencia194. Si una mujer quemare granos donde hay un hombre muerto para garantizar la salud de los vivos195, cumpla un año de penitencia196. Quien con ira maldice a su hermano, que repare su ofensa y, después, haga siete días de penitencia197. Si una mujer recoge en su boca el semen del marido o lo mezcla con la comida, haga penitencia durante tres años198. Ningún maestro se atreva a llevar a rastras o a azotar a su alumno cuando se escape de la iglesia; el que lo hiciere entone cien salmos199. Si alguien no confiesa que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo <son tres personas de una única sustancia>, sea anatema200. Si uno dice que nuestro Señor Jesucristo no existía antes de nacer, sea anatema201. Si alguien dice que durante el domingo se debe guardar ayuno202, sea anatematizado203. Si alguno cree que las almas humanas o las de los ángeles son de la misma sustancia de Dios, sea anatema.204 Si uno dice que el diablo no fue primero un ángel bueno creado por Dios, sino que surgió de las tinieblas del infierno, sea anatematizado205. Si alguno cree que el diablo con su propia autoridad provoca los truenos, los relámpagos, /f. 321r las tempestades o las sequías, sea anatema206. Si uno reconoce que falta de la iglesia los días solemnes, sea excomulgado207. Si un cristiano no ofreciere, como le corresponde, a la casa de Dios los diezmos y primicias de sus frutos, sea excomulgado. El lego en presencia de los clérigos no se atreva a enseñar208. La mujer, por docta y santa que sea, no tenga la osadía de enseñar, en público, a los hombres209. Si un clérigo quisiere tener en su compañía alguna mujer que no fuere su madre, su hermana o su tía materna, sea anatematizado210. Los ministros

193. En el original latino del Penitencial silense se ha producido un cruce entre los dos sintagmas del siguiente texto: Lavacrum

capitis in die dominico potest esse, si necesse est, y et in lixiva pedes lavari; balneos non licet fieri, canon 12 del Penitencial de Conmeano (s. VII). Can. 196: Cfr. Excarp. Cummean. XII, 6: Lavacrum capitis potest esse in dominica et in lexiva pedes lavare licet. [Schmitz, p. 636] Cfr. Paenit. Cord. 61.

194 . Can. 197: Excarp. Cummean. VII, 13: Qui immolat demonibus in minimis, I annum penit., qui in magnis, X annos penit.

[Schmitz, p. 627].

195. A propósito de este rito vide: The (Medieval) Walking Dead (4): “Mulier si grana arserit...” [URL: http://mauranus.blogspot.

com/2012/07/medieval-walking-dead-4-mulier-si-grana.html. Fecha de consulta: 26/11/2019]

196.

Can. 198: Excarp. Cummean. VII, 15: Similiter qui grana arserit, ubi mortuus est homo, et pro sanitate viventium et domus, V annos peniteat. [Schmitz, p. 627].

197. Can.

199: Excarp. Cummean. IX, 3: Fratrem cum furore maledicens, cui maledixit, placeat et VII dies peniteat remotus cum pane et aqua. [Schmitz, p. 629] Cfr. Paenit. Cord. 91.

198. Can.

200: Excarp. Cummean. I, 17: Qui sanguinem aut semen biberit. III annos peniteat. [Schmitz, p. 606].

199. Can.

201: Conc. Ilerd. c. 8: Si clericus servum vel discipulum de ecclesia traxerit, ut poenitentiam agat... [Martínez-Rodríguez IV, 303-304].

200. Can.

202: Conc. Bracar. I, cap. 1: Si quis Patrem et Filium et Spiritum Sanctum non confitetur tres personas unius esse substantiae…, anathema sit. [Vives, p. 67].

201. Can.

203: Conc. Bracar. I, cap. 3: Si quis dicit Filium Dei Dominum nostrum antequam ex virgine nasceretur non fuisse… anathema sit. [Vives, p. 67].

202. El

ayuno, los domingos, era uno de los preceptos de los maniqueos y del Priscilianismo.

203. Can.

204: Conc. Bracar. I, cap. 4: Si quis Natalem Christi secundum carnem non vere honorat sed honorare se simulat ieiunans in eodem die, et in dominico… anathema sit. [Vives, p. 67 y 68].

204. Can.

205: Conc. Bracar. I, cap, 5: Si quis animas humanas vel angelos ex Dei credit substantia extitisse… anathema sit.

[Vives, p. 68].

205. Can. 206: Conc. Bracar. I, cap.

7: Si quis dicit diabolum non fuisse prius bonum angelum a Deo factum nec Dei opificium fuisse natuгаm eius, sed dicit eum ex chao et tenebris emersisse… anathema sit. [Vives, p. 68].

206. Can.

207: Conc. Bracar. I, cap, 8: Si quis credit quia… et tonitrua et fulgura et tempestates et siccitates ipse diabolus sua auctoritate faciat…, anathema sit. [Vives, p. 68].

207. Can.

208: Conc. Agath. a. 506, c. 64: Si quis… ab ecclesia sua diebus solemnibus defuerit…, convenit ut… communione suspendatur. [Martínez-Rodríguez IV, 147-148].

208. Can.

210: Conc. Carthag. IV, c. 98: Laicus praesentibus clericis, nisi ipsis probantibus, docere non audeat. [Martínez-Rodríguez III, 373].

209. Can.

211: Conc. Carthag. IV, c. 99: Mulier quamvis docta et sancta viros in conventu docere non audeat. [Martínez-Rodríguez III, 373].

210. Can. 212: Conc. Bracar. I, cap.

15: Si quis clericorum vel monachorum, praeter matrem, aut germanam, velthiam, vel proximam sibi consanguineam iunguntur, aliasque aliquas adoptivas foeminas secum retinent…, anathema sit. [Vives, p. 69].

201

Texto Glosas v133.indd 201

05/10/2020 10:38:12

de la Iglesia no deben ser arrendatarios ni procuradores; quien se ocupara de estos negocios, sea anatema211. No obtenga nadie que no estuviere perfectamente preparado para el ejercicio de recitar todo el Salterio, el ritual de bautismo, de la aspersión con sal212 o de los entierros, grado eclesiástico alguno213. Si un clérigo está poseído por un demonio, es conveniente que éste /f. 321v no ofrezca el sacrificio de la misa214. Amén. Amén. Si alguno es apartado sin su consentimiento y no tiene pecado, que ofrezca el sacrificio de la misa; y si no, que se le prohíba realizarlo215.

Los clérigos vayan a visitar a sus allegadas llevando consigo un testigo216. Quienes, admitida la penitencia, vuelven a caer en la vida mundana, se establece que estén privados de la comunión de los fieles o del cuerpo de Cristo217. Que ninguno acepte obsequios de los que se bautizan.218 En modo alguno se acepten ofrendas de los hermanos disidentes219.

§ XII. Acerca de la ingesta de alimentos o de carnes Así pues, el capítulo IV de los Hechos de los Apóstoles220 prescribe que nos abstengamos de la carne que se he inmolado en sacrificio a los dioses, de la fornicación, de la sangre y de lo ahogado. Si alguien comiere algo de esto y no fuere por necesidad, haga tres meses de penitencia. San Jerónimo en el libro de las Epístolas, en el capítulo XVI, que trata de la naturaleza del alma221, dice así: que no se debe comer carne con sangre bajo ningún concepto, /f. 322r porque el alma de los animales está en la propia sangre222. Igualmente, en el Libro de las Colaciones223, en el libro XVIII, capítulo V224, así se prescribe que de ningún modo se debe comer sangre.

Lo mismo se decreta en el Concilio de Gangres, cuando dice: “Si alguno creyere que se debe comer la sangre, sea anatema” 225. Del mismo modo, el Señor prohibió comer sangre226 a Noé y

211 .

Can. 213: Conc. Carthag. III, c. 15: Episcopi, presbyteri et diaconi vel clerici non sint conductores aut procuratores...

[Martínez-Rodríguez III, 324].

212. Elemento

propio de la liturgia mozárabe. Durante toda la Edad Media en Cataluña existió la práctica de las aspersiones de las casas con agua y sal benditas (el salpàs) por parte de los sacerdotes. Cfr. J. Baucells Reig, Vivir en la Edad Media: Barcelona y su entorno en los siglos XII y XIV (1200-1344), Barcelona, CSIC, 2005, p. 1358.

213. Can. 214: Conc. Tolet. VIII, c. 8: Ut nullus ordinetur qui non perfecto, noverit officia ecclesiastica… [Martínez-Rodríguez

V, 424].

214. Can. 215: Este canon se repite en varios penitenciales continentales. Cfr. Paenit. Mers. a 109 par.; Paenit.Vall. I 137; Paenit.

Hubert. 31, etc.

215. Can. 216: Capit.

Mart. c. 21: Si quis autem sanus, non per disciplinam religionis et abstinentiae sed per abscisionem plasmati a deo corporis existimat posse a se carnales concupiscentias amputari castraverit se, non eum admitti decernimus ad aliquod clericatus offitium. Quod si iam ante fuerat promotus ad clerum prohibitus a suo ministerio deponatur. [Barlow, p. 130].

216. Can.

217: Conc. Tarracon. c. 1: Ut etiam ad proximas sanguinis clerici cum testimonio vadant… [Martínez-Rodríguez IV, 272 y 273].

217. Can. 218: Conc. Aurel. a. 511, c. 7: De his qui suscepta poenitencia religionem suae proffessionis obliti ad seculares relabun-

tur, placuit eos et a communione suspendi et ab omnium catholicorum convivio separari... [Martínez-Rodríguez IV, p. 159].

218. Can.

219: Conc. Bracar. II, c. 7: Ut de baptizatis nullus accipiat praemium… [Vives, p. 83 y 84].

219. Can. 220: Conc. Carthag. IV, c. 93: Oblationes

dissidentium fratrum neque in sacrario neque in gazophylacio recipiantur.

[Martínez-Rodríguez IV, p. 372] Cfr. Paenit. Cord. 164.

220. Act.

15, 29: ut abstineatis vos ab immolatis simulacrorum et sanguine suffocato et fornicatione.

221. En

las cartas de San Jerónimo que tratan de la naturaleza del alma no se menciona esta idea, que sí aparece en su traducción del libro del Génesis (9, 4): Excepto quod carnem cum sanguine non comedetis. Sanguinem enim animarum vestrarum requiram…

222. Leu. 223. Se

17, 11. Cfr. Aug. Quaest. LVII in Leu.

refiere al Liber Collationum de Juan Casiano (c.360/365- c. 435), sacerdote, asceta y Padre de la Iglesia.

224. Cassian., conl. 18, 5, 2: gentilitatis

consuetudine nihil amplius expetebant nisi ut ab inmolaticiis idolorum et fornicatione et suffocatis et sanguine temperarent.

225. Conc.

Gangr. c. 2: Si quis carnes manducantem ex fide cum religione, praeter sanguinem et idolo immolatum et suffocatum, crediderit condemnandum, tamquam spem non habentem quod eas manducet, anathema sit. [Martínez-Rodríguez III, p. 113].

226 . Gen.

9, 5 y Leu. 17, 12.

202

Texto Glosas v133.indd 202

05/10/2020 10:38:12

a Moisés227. Si uno tomare comida o bebida de los judíos, haga penitencia durante tres años y permanezca apartado de la comunión hasta que haya terminado la penitencia228. Si lo comiera por ignorancia, haga un año de penitencia. Si alguien comiere carne inmunda229 o desgarrada por las fieras o de un animal muerto, haga un año de penitencia230; si le obligara la necesidad o lo hiciera sin saberlo haga penitencia durante cuarenta días231. El hombre no debe comer los animales que mueren degollados por lobos o por perros, a no ser que los hayan matado mientras aún vivían. Si el hombre fuere el primero en encontrar al animal vivo, es lícito que lo coma232. Los animales manchados por el coito de los hombres, que se maten y se arrojen a los perros233. Las aves y el resto de animales, si mueren atrapados entre redes, no los debe comer el hombre; /f. 322v ni si los cazare un halcón o los encontrare muertos234. Los peces, sin embargo, es lícito que se coman porque son de diferente naturaleza235. También está permitido comer la liebre, y es buena para la disentería236, mezclando su hiel con pimienta para el dolor237. Si las abejas mataren a un hombre, elimínese rápidamente la colmena, aunque esté permitido comerse su miel238. Si los cerdos, despedazando cadáveres humanos, los engulleren, quede prohibido comerse a estos animales hasta que se maceren239 y, trascurrido un año entero, se consuman240.

Si un ratón cayere en el vino o en cualquier otro licor, sáquesele de allí y sean purificados con agua bendita. Pero si se lo encontraren allí muerto, tíresele fuera y que no se manche el hombre por su culpa241. Si el estiércol de las aves cayere en la comida del hombre, tírese fuera el fimo, y una vez purificada con agua bendita, se tome el alimento242. Si un ave muere dentro de algún licor, conságrese con agua bendita y dónese este licor a los pobres. Quien tomare alimento im-

227.

Can. 221: Excarp. Cummean. I, 21: Aves vero et animalia cetera, si in retibus strangulantur, non sunt comedenda hominibus, nec si accipiter oppressent, si mortui inveniuntur, quia IV capitula actus apostolorum precipiunt abstinere a fornicatione et suffocato et sanguine et idolatria. [Schmitz, p. 606].

228. Can.

222: Conc. Eliber. c. 50: Si vero quis clericus vel fidelis cum iudaeis cibum sumpserit, placuit cum a communione abstineri ut debeat emendari. [Martínez-Rodríguez IV, p. 258].

229 . Carne

de los animales considerados inmundo. Cfr. Leu. 11.

230. Can.

224: Excarp. Cummean. I, 14: Qui manducat carnem immundum aut morticinam aut dilaceratam a bestiis, XL dies peniteat… [Schmitz, p. 606].

231. Can. 225: Excarp. Cummean. I, 14: si necessitas cogit, nihil est, et qui pro necessitate manducat animal, quod inmundum

videtur, vel avem vel bestiam, non nocet. [Schmitz, p. 606].

232. Can.

226: Excarp. Cummean. I, 20: Animalia, quae a lupis seu canibus lacerantur, non sunt comedenda, nisi forte ab hominibus adhuc viva oeeidantur prius, sed porcis et canibus dentur, nec cervus nec cabra, si mortui inventi fuerint.

[Schmitz, p. 606] Cfr. Paenit. Vigil. 105.

233. Can.

227: Excarp. Cummean. I, 28: Animalia coitu hominum polluta occidantur, carnesque canibus proiciantur, sed quod genuerint sit in usu et coria adsumant, ubi autem dubium, non occidantur. [Schmitz, p. 607] Cfr. Paenit.

Vigil. 109.

234. Can. 228: Excarp. Cummean. I, 21: Aves vero et animalia cetera, si in retibus strangulantur, non sunt comedenda homini-

bus, nee si aeeipiter oppressent, si mortui inveniuntur, quia IV capitula actus apostolorum preeipiunt abstinere a fornicatione et suffocato et sanguine et idolatria. [Schmitz, p. 606] Cfr. Paenit. Vigil. 106.

235. Can. 229: Excarp. Cummean. I, 22: Pisces licet comedere, quia alterius naturae sunt. [Schmitz, p. 607] Cfr. Paenit. Vigil. 107.

236. Enfermedad 237. Can.

infecciosa y específica que tiene por síntomas característicos la diarrea con pujos y alguna mezcla de sangre.

230: Excarp. Cummean. I, 24: Leporem licet comedere. [Schmitz, p. 607] Cfr. Paenit. Vigil. 108.

238. Can.

231: Excarp. Cummean. I, 25: Apes vero si occidunt hominem, ipsi quoque occidi festinanter, mel tamen manducetur. [Schmitz, p. 607] Cfr. Paenit. Vigil. 111.

239. Este

tipo de práctica parece estar haciendo alusión a un tipo de carne adobada o jamón serrano.

240. Can.

232: Excarp. Cummean. I, 27: Sed qui cadavera mortuorum lacerantes mandueaverint, carnem eorum manducare non licet, usque dum macerentur, et post anni circulum. [Schmitz, p. 607].

241. Can. 233: Excarp. Cummean. I, 19: Si ceciderit sorix in liquorem, tollatur foras, et hoc potum aspergatur aqua sanctificata

et sumatur, si vivens sit, si mortua fuerit inventa, omne liquore projiciatur foras et mundetur vas. [Schmitz, p. 606] Cfr. Paenit. Vigil. 110.

Cfr. Leu. 11, 29 y 34, donde se califica de impuros a ciertos animales, como la comadreja o el ratón, y se dice que se convierte en impuros todo alimento y toda bebida en los que hubiere caído uno cualquiera de ellos.

242. Can.

234: Excarp. Cummean. I, 18: Si aves stercorant in quocunque liquore, tollatur ab eo stercus et sanctiflcetur aqua et mundus erit cibus. [Schmitz, p. 606] Cfr. Paenit. Vigil. 112.

203

Texto Glosas v133.indd 203

05/10/2020 10:38:12

puro y éste no hubiera sido purificado, /f. 323r si lo sabe, haga cuarenta días de penitencia243. Y si lo desconocía o lo hizo por necesidad, cumpla penitencia durante veinte días244. Si alguien, hartándose de comida, quebrantara el ayuno de Cuaresma o el que se hace en los días de las Letanías sin tener necesidad, haga cuarenta días de penitencia por cada uno que lo quebrantara245. Si lo hubiere quebrantado sólo en cuanto a la bebida, absténgase de beber vino durante treinta días. Por el contrario, si comiere carne en estos días por desconocimiento o por el impulso irresistible del hambre, absténgase de comer carne durante todo un año246. En cambio, si lo hizo voluntariamente, haga penitencia durante tres años y se le prive, uno de ellos, de la comunión del cuerpo de Cristo247. Si algún monje, sin verse obligado por la necesidad, comiere carne de algún cuadrúpedo, haga seis meses de penitencia248. Si un clérigo tomare un bebedizo para no romper el voto de castidad, haga dos años de penitencia249. Por el contrario, quien diera un bebedizo a un pariente, sin advertírselo, por estar en peligro de adulterio, haga penitencia durante un año; en este caso, el que bebiere estos brebajes sin saberlo, cumpla cuarenta días de penitencia. Si alguna mujer bebiere algo para provocarse un aborto y que sus hijos nunca nacieran, haga penitencia durante quince años250. Cualquier creyente debe abstenerse de tomar aceite y vino con los alimentos más secos251 moderada, casta, devota, solícita y piadosamente, /f. 323v hasta la Resurrección del Señor.

§ XIII. Acerca del tiempo de los ayunos generales El principal ayuno es el que se realiza durante cuarenta días252 hasta la resurrección del Señor. El segundo es el que se realiza durante tres días y se guarda hasta después de la Ascensión del Señor. El tercero es el que dura dos días y se realiza tras Pentecostés hasta la festividad de san Juan Bautista. El cuarto es el que dura tres días y se guarda en el mes de septiembre; se le llama “el de las Letanías”. El quinto es el que dura dos días y llega hasta las letanías de san Martín.

En estas mismas letanías se observe ayuno durante tres días. El sexto es el que dura tres días y se extiende desde la depositio253 de san Martín hasta el Nacimiento del Señor. El séptimo es el que instituye la Santa Iglesia por los pecados de los gentiles en las calendas254 de enero255. El octavo dura dos días y se guarda desde el comienzo del año hasta la Cuaresma. Y así, también, guárdese ayuno todas las vísperas de Pascua, de las festividades de los Apóstoles o de los veneradísimos Mártires. Durante estos venerables días de ayunos tómense los alimentos propios de la Cuaresma.

243. Can. 236: Excarp. Cummean. I, 16: Qui sanguine vel quocunque inmundo polluitur…si autem scit, peniteat iuxta modum

pollutionis. [Schmitz, p. 606].

244. Can.

237: Excarp. Cummean. I, 16: Qui sanguine vel quocunque inmundo polluitur, si nescit, qui manducat, nihil est...

[Schmitz, p. 606] Cfr. Paenit. Vigil. 37; Paenit. Cord. 133-173.

245. Can.

238: Cfr. Paenit. Vigil. 94.

246. Can.

240: Cfr. Paenit. Vigil. 95.

247. Can.

241: Cfr. Paenit. Vigil. 95.

248. Can.

242: A propósito del ayuno de los monjes vide Fructuosi Brac. Regul. cap. 17 [ed. de J. Campos e I. Roca, Reglas monásticas de la Hispania visigótica, Madrid, BAC, 1971, p. 156-157] Cfr. Paenit. Vigil. 96.

249. Can.

243: Cfr. Paenit. Vigil. 97.

250. Can.

246: Cfr. Paenit. Vigil. 98.

251. Can.

247: Conc. Laodic. c. 50: Non liceat quinta feria novissimae septimanae ieiunium solvere et omnem exhonorare quadragesimam, sed sincere abstinentes totam quadragesimam perexire aridioribus cibis utentes. [Martínez Rodríguez III, 169]

252. Esto

es, el ayuno de Cuaresma.

253. Nos

referimos al enterramiento/ inhumación del cuerpo, de las reliquias o de los restos de un santo.

254 . El

día 1 de enero.

255. Conc. Tolet.

IV, c. 11: in temporibus quoque reliquorum calendis ianuaniis, quae propter errorem gentilium aguntur… [Martínez-Rodríguez V, 213].

204

Texto Glosas v133.indd 204

05/10/2020 10:38:12

§ XIIII. /f. 324r Acerca del ayuno diario o durante 40 días Todo el que no pueda guardar debidamente los mencionados ayunos, si es lector, por cada día que no lo haga, por ejemplo, que cante cincuenta salmos postrado de hinojos, y otros cincuenta, de pie. En cambio, si fuere sacerdote, ofrezca dos misas votivas al Señor. El que quisiere recibir azotes, reciba treinta golpes con un látigo provisto de diez correas. El que decidiere hacer metanias256, las realice cien veces, con las manos puestas en el suelo, las rodillas dobladas y la cabeza inclinada, entonando con vehemencia el Kirieleisón. Si es el emperador, pague un sueldo257; el príncipe, cinco argénteos258; el conde, cuatro; el amirate, tres; el caballero, dos; el trabajador de cualquier tipo de tierras, uno; el jornalero, medio argénteo; el pobre, un óbolo259 que vulgarmente se llama cuarta260; el paupérrimo, una silicua, es decir, una arroba. Quienes no tuvieren recursos suficientes para pagar las mencionadas penitencias, en su lugar, que la cumplan con llantos y lamentos durante toda su vida.

§ XV. /f. 324v Acerca del ayuno cuaresmal Cualquier sacerdote, cuando debe guardar como penitencia ayuno de pan y de agua durante solo una Cuaresma, ofrezca ochenta misas votivas. El lector cante treinta salterios, que equivalen a noventa misas. El que desee soportar los azotes, reciba mil doscientos latigazos; el que pidiere metanias, las realice cuatro mil veces. En cambio, el emperador pague cuarenta sueldos o redima un cautivo; el príncipe, veintiséis sueldos, el conde, veinte; el amirate, quince; el caballero, diez; el trabajador, cinco; el jornalero, dos y cuatro argénteos; el pobre, un sueldo y dos argénteos; y el paupérrimo, tres argénteos y una cuarta. Al año, tres días a la semana sin aquello y plata equivalen a ciento veinte días, lo que se denomina año según los romanos. Abstinencia de vino quien usa […] por un año se compute quien de un año […] por cuarenta días […] se computa dos Cuaresmas […]sin embargo, quien con más frecuencia hace uso, más de treinta días se computen. En cambio, cuando el fruto es más abundante…

256. Oraciones

o preces con genuflexión. También se llama así a un gesto reverente que se acostumbra hacer en la veneración.

Hay dos metanias-genuflexiones distintas: una es un simple movimiento de la cabeza hacia abajo y otra grande reverencial, arrodillándose.

257. En

la Edad Media se pagaba el trabajo diario de un obrero con una única moneda. Un trabajador, al acabar su jornada, recibía una única pieza de metal cuyo valor no era muy elevado. El nombre de esa moneda era “sueldo”. En la época en la que se compone el Penitencial silense con el nombre de “sueldo” se designa a esa moneda de cuenta, principalmente, de plata, pero también podía ser de oro. Cfr. “Moneda medieval en el Reino de León. Análisis de términos monetarios en la documentación del archivo de la Catedral de León (711-1252), Ab Initio, núm. ext. 1 (2011), p. 18 y ss; M. Pérez González (cur.), Lexicon latinitatis medii aevi Regni Legionis (s. VIII-1230) imperfectum, Turnhout, Brepols, 2010, p. 719, s. v. solidus, -i.

258. Se

refiere a los denarios argénteos, una moneda de plata, que, en definitiva, eran los dírhemes de plata islámicos. Cfr. F. Mateu y Llopis, Glosario hispánico de numismática, Barcelona, 1946.

259. Moneda

de plata ligada y de vellón, valía medio dinero

260. Cuarta,

o cuarta parte de la onza aragonesa. Ésta a su vez se dividía en arienzos Cfr. F. Mateu y Llopis, Glosario hispánico de numismática, Barcelona, 1946, p. 11.

205

Texto Glosas v133.indd 205

05/10/2020 10:38:12

Texto Glosas v133.indd 206

05/10/2020 10:38:12

Las Glosas Silenses V. La lengua de las Glosas

Texto Glosas v133.indd 207

05/10/2020 10:38:12

Texto Glosas v133.indd 208

05/10/2020 10:38:12

ASPECTOS GRÁFICO-FONÉTICOS EN LAS GLOSAS SILENESES José R. Morala Rodríguez Universidad de León

1. Introducción Poco se puede añadir a lo ya dicho sobre las glosas, un corpus textual relativamente pequeño, pero ampliamente estudiado desde R. Menéndez Pidal en Orígenes hasta aportaciones más modernas que han puesto en cuestión algunas de las ideas más asentadas sobre las glosas, tanto emilianenses como silenses1. En este sentido, cabe reseñar el estudio paleográfico de J. M. Ruiz Asencio (1993: 83-118), quien lleva su datación —uno de los caballos de batalla— a finales del siglo xi o principios del xii (ibid.: 113, 115), además de mostrar que tanto el texto glosado, el Penitencial, como las propias glosas que han llegado hasta nosotros son obra de una misma mano que, a su vez, copia un texto anterior y perdido.

Lo que nos proponemos al tratar los aspectos gráfico-fonéticos es, además de hacer una relación de las grafías usadas y las lecturas que se les suponen, llevar a cabo un cotejo con los abundantes corpus documentales de los que, en los últimos años, disponemos de ediciones contrastadas. Es el caso de los burgaleses de Valpuesta, Oña o Cardeña; pero también de recopilaciones y estudios de la documentación de Navarra o La Rioja. El objetivo es comparar con estas fuentes documentales las glosas de Silos y, por esta vía, aportar datos que ayuden a responder a algunas de las preguntas que siguen planteando las silenses: fecha de la copia que conocemos, lengua del glosador y si tiene alguna consecuencia el hecho de que el texto haya pasado, al menos, por dos manos: su autor original y el copista posterior.

2. Vocalismo Analizaremos separadamente lo relativo al subsistema vocálico para pasar luego al consonántico. De antemano ha de señalarse que, en líneas generales, los rasgos romances del vocalismo, al contrario de lo que ocurre en el consonantismo, presentan unas soluciones ya bien asentadas y con escasa variabilidad gráfica.

1.

Simplemente recordaré aquí algunos de los muchos trabajos que, de forma específica o formando parte de estudios más generales, han aportado su interpretación sobre la naturaleza misma de las glosas, sobre su escritura, sobre la lengua en los aspectos que aquí me interesan o, en fin, referidos a la fecha que se les adjudica. Cualquier planteamiento actual es necesariamente deudor de estudios como los de M. Díaz y Díaz (1978, 1996), R. Wright (1982, 1198, 2016), F. González Ollé (1970), M. Alvar (1989), F. Bezler (1991), M. Torreblanca (1991), C. Hernández (1993), C. García Turza y F. J. García Turza (1995), H. J. Wolf (1996), J. J. Bustos (2004), J. A. Pascual y M. Campos (2014) en los que se analiza, bien la fecha del manuscrito, bien el tipo de romance que reflejan las glosas o la interpretación de las grafías, así como la elección que de estas hace el amanuense que las copió.

209

Texto Glosas v133.indd 209

05/10/2020 10:38:12

2.1. Vocalismo tónico En el apartado del vocalismo, el dato más sobresaliente del texto viene dado por la seguridad con la que se presenta la solución diptongada correspondiente a las antiguas vocales del latín vulgar /e, o/ abiertas y tónicas. Frente a las glosas en las que aparecen formas latinas (corpora 62, populo 362, pos 44, semper 364, etc.), cuando estas están en romance, la solución única es /ie, ue/ que vemos en muerte (57), muertos (101), cuesta (124), fuerte (131), por luenga (149), puesto (209), elos cuerpos (327), de las tierras (360), copiertos ‘cubiertos’ (255), tiestes2 (107), eras cierto (200), a la zierta (207), abiesas < avĕrsas (257), bientos (276), stiercore ‘estiércol’ (332), mientre ‘mientras’ (205, 226)3. Con la misma forma que este último, pero procedentes ahora de mĕnte, tenemos los adverbios mundamientre (20), grabe mientre (100), fuerte mientre (131) studiosa mientre (350), en los que regularmente se escribe mientre siguiendo al adjetivo para formar el correspondiente adverbio. A todos ellos hay que añadir las abundantes formas verbales que presentan también diptongación: ficieret (31, 37), kisieret (287), quisieret (105, 354), lieben (63), conbienet (118, 228), vertieret (13), uendieret (144), ardieret (268), sientet (125), etc.

A la vista de estos datos, en los que los diptongos aparecen en contextos no condicionados, puede decirse que la diptongación presenta en las glosas silenses una clara regularidad, sin que los elementos que lo componen impliquen variación de timbre como la que, por ejemplo, figura para hŏmine (uemne, uamne) en las emilianenses, diptongación asociada al aragonés (Wolf 1996: 78).

Junto a estos diptongos no condicionados, las silenses presentan igualmente diptongo en otros contextos específicos. En primer lugar, cuando el diptongo aparece en posición inicial absoluta, la grafía indica un grado de consonantización que solo es posible si, como hemos dicho arriba, los elementos que conforman el diptongo están ya claramente fijados. Así puede verse en los resultados de hĕrba —“ueuetura de la Ierba” (68)— o en los de ĕrrare, en los que, a partir de los casos en los que la sílaba inicial es la tónica, se rehacen analógicamente formas en /ie-/ o /ye-/: gerr[... ...] (348), que glosa el latín errore; o en “qui gerranza fueret” (104). De un modo similar se resuelve la forma verbal ĕst, que en castellano no diptonga; pero que aquí —al igual que ocurre en otros romances centrales donde sí lo hace4— se ha resuelto en el diptongo / ie/: “ke Iet” (272), “ke Iet menos” (278), “mandatu Iet” (317), escritos con la misma grafía que veremos luego en voces como maIus o aIat, en las que parece claro que esa “I” representaría un sonido no vocálico, sino consonántico de tipo palatal.

Continuando con el verbo ser, es igualmente reseñable la solución que presenta la forma de subjuntivo procedente de sĕdere con la que se reconstruye el paradigma original de esse. A partir de sĕdeat, sĕdeant, encontramos las soluciones siegat o siegan, que se repiten en múltiples ocasiones, pues se usan mayoritariamente para glosar verbos que en el texto latino están en pasiva:

2.

Del latín tĕstis, el resultado patrimonial sería la forma de las glosas tiestes, aunque también se encuentra en textos antiguos testes (DECH, s.v. testigo).

3.

En este caso estamos ante una etimología más dudosa, pues procedería de la secuencia dum ĭntĕrim, con posteriores cambios por su relación con otros adverbios (DECH, s.v. mientras); pero el ejemplo nos sirve para mostrar la consolidación del resultado /ie/. Tampoco puede considerarse en este apartado el diptongo de omiciero ‘homiciero’ (45) glosando a homicidium (DECH, s.v. hombre) ni formas como sapiendo (17, 32) o fueret (8, 35, 64), que contaban con el diptongo ya en latín. En el lado contrario, hay formas que evitan el diptongo latino, quizá por ultracorrección: “sofocatus foren” (324).

4.

Estas formas diptongadas nos ofrecen una posibilidad de diferenciar el posible influjo navarro del aragonés: mientras que en Navarra (Pérez-Salazar 1993: 140) no diptonga la forma ĕst, y en La Rioja lo hace solo en las glosas, en aragonés lo hace de forma regular (Alvar 1976: 64). A diferencia, por ejemplo, del leonés —donde también tenemos yera, yeras en el imperfecto— en las silenses esta forma, en el único caso en que se utiliza, no diptonga: “eras cierto” (200).

210

Texto Glosas v133.indd 210

05/10/2020 10:38:12

kematu siegat (9), labatu siegat (11), siegat (29), desonoratu siegat (36), non siegam (61), tolito siegam (76), tornato siegat (165), donatu siegan (172), retratu siegan (175), separatu siegant (179), puesto siegant (209), siegant (227), non siegat osatu (244), non siegan (254), ke siegat (281), non siegan presas (303), labatu siegan (330), non siegat inquinata (331).

La singularidad en este caso viene dada porque, como puede verse, el término presenta sistemáticamente la diptongación de /ĕ/ pese a estar en contacto con la yod generada por el grupo /dj/ de sĕdeat. El diptongo se localiza también en la documentación aragonesa (Enguita 2004: 575), aunque no aparece nunca en los cartularios de Valpuesta o Cardeña, en los que, bien se usa la forma latina sedeat, bien la romace sea o sía, pero siempre sin diptongar: non sedeat per ibi intrare in illo monte (Cardeña-363, 964) que ibi siant confirmatas (Valpuesta-40, 968) siat nostra exparanza (Valpuesta-137, 1121) Sedeat ipsa terra uel ipsa uinea confirmata (Valpuesta-66, 1065) in tuo iure sedeant confirmatas (Valpuesta-120, 1109) Esto sea sabudo a los que son e a los que serán (Valpuesta-187, s. xiii in.)

Respecto al tratamiento de /ŏ/ en contacto con yod, tenemos el caso de luenge (83) ‘lueñe, lejos’, forma común a los textos medievales (DECH, s.v. luengo) o la voz sin diptongar uergoina (171), que ha de leerse vergoña, variante que alterna en los textos históricos con vergüenza. Hay, no obstante, un ejemplo que creo que puede considerarse especialmente significativo. Me refiero a agüero (111) que aparece glosando a auguria. Estamos ante un falso diptongo en /ue/ procedente de una secuencia [oi] en la que se combinan la /o/ cerrada procedente de/ ŭ/ más la yod que ha pasado a la sílaba tónica a partir de augŭriu.

Como señala E. Alarcos (1974: 224-225), este diptongo /oi/, que presenta en castellano una escasa frecuencia, se ve atraído analógicamente por las realizaciones variables en las que se resuelve la diptongación de la antigua /ŏ/ tónica, una secuencia mucho más habitual. Se trata, sin embargo, de un proceso que tarda en fijarse5, por lo que resulta sorprendente que aquí aparezca ya en su etapa evolutiva final. Más aún si lo comparamos con lo que ocurre para voces similares en los cartularios de Valpuesta o Cardeña, en los que no aparece el resultado de augŭriu, pero sí lo hace otra voz con similares características fónicas. Me refiero a mŭria > muera, con el sentido de ‘salmuera’, que en los dos cartularios citados se registra con el sentido de ‘pozo, explotación salina’. Pues bien, en Valpuesta figura únicamente en dos versiones de un mismo documento y lo hace ya con la forma romance muera: “in illo pozo de muera” (166B), “in illo puteo de muera” (166C); pero con la particularidad de que se trata de un documento relativamente tardío, pues está fechado en el año 1132. Lo mismo ocurre en la documentación de Oña, donde en un documento (n.º 53) figura varias veces muera: “de la muera... tam in cabanna quam in muera... cabannam cum sua muera”, pero fechado ya en 1175.

Más interesantes son los casos registrados en el cartulario de Cardeña. El término se reitera aquí en más de una veintena de ocasiones, ya que los pozos de sal son uno de los bienes más citados en este corpus documental y lo hace sistemáticamente con la forma original del diptongo. Mayoritariamente figura con la grafía moyra, mientras que con la variante moira aparece solo en un documento en el que se repite las tres únicas veces que así aparece en Cardeña: “pozo de moyra” (Cardeña-295, 978), “reddat illa moyra” (Cardeña-299, 962), “ratjone de moyra in illo pozo” (Cardeña-301, 967), “ipsas IIIIor ratjones de illa moira” (Cardeña-294, 978), etc. Aunque el cartulario de Cardeña es una copia posterior (1060), como puede verse, los ejemplos —en los que aún no se ha cumplido el trasvase de /oi/ a /ue/— se sitúan en la segun-

5.

A título de ejemplo, los primeros casos de agüero que se detectan en CDH comienzan a aparecer a partir del siglo xiii.

211

Texto Glosas v133.indd 211

05/10/2020 10:38:12

da mitad del siglo x. En conclusión, si comparamos con los textos notariales, el agüero de las Glosas parece estar mucho más en consonancia con el muera del siglo xii de Valpuesta o de Oña que con los moira del siglo x de Cardeña o la posterior copia.

2.2. Diptongos decrecientes Respecto al tratamiento de los diptongos decrecientes, y dejando a un lado aquellos que pueden interpretarse en clave gráfica (entraina, streitu, uergoina, etc.), las silenses presentan un estadio en el que puede considerarse que la forma monoptongada está ya consolidada. Al margen de algunas voces escritas propiamente en latín (deinde, aut, autem, auctores, altro)6, las glosas en romance presentan varios casos en los que la monoptongación en /o < ou < au/ y en /e < ei < ai/ se presenta ya como un proceso cerrado7.

Así, encontramos algunos casos del sufijo -ariu > -ero en omiciero (45), sorteros (115) o condugteros (246), frente a textos como los del cartulario de Cardeña en el que las formas monoptongadas conviven con otras que, aunque minoritarias, representan aún las fases intermedias del proceso: facendeira (en documento de 947), Palomeiro8 (972), Nabeiros (1082). Más habitual es incluso el diptongo velar, que en las silenses figura con monoptongación en varios ejemplos, como ocurre con las variantes formales del paradigma de osar, del latín vulgar ausare (DECH, s.v. osar): osatu (244), oset (269); el adjetivo poca < pauca (10); el sustantivo cosa (34), cosas (121) < causa; o la conjunción o < aut9 “o sen tiestes testimonio” (107). A estos ejemplos han de añadirse los casos de la desinencia verbal del perfecto en -auit, que en el texto aparecen varias veces con el resultado en -ot: tolliot (41), duplicaot (86), cadiot (275), etc.

Finalmente, también representan la solución monoptongada algunos casos en los que el étimo contiene la secuencia /alt/ en la que, previa vocalización de la lateral en /u/, partiríamos igualmente del diptongo /au/, resuelto en las glosas como /o/. Es lo que ocurre en el verbo sotare10 (251) que glosa el latín saltare o en el sustantivo “ena sota” (258) que lo hace para saltatjone.

A título comparativo, téngase en cuenta que una voz similar como es soto < saltu aparece en el cartulario de Cardeña mayoritariamente como sauto y solo en un caso, ya del siglo xi, lo hace como soto: molinos, sautos, pratos (Cardeña-39, 963) Sauto de Auellanos (Cardeña-228, 1073) cum omni uestro sauto... in ipso sauto (Cardeña-229, 969) de una pars, Nuno de Sauto (Cardeña-327, 962) illa uinea in Soto de Iuso (Cardeña-219, 1070)

6.

En este caso, usado en glosas que, pese a la forma latina de altro, han de considerarse romances: “conos altros” (65), “uno con altro” (138).

7.

Como excepción, puede señalarse betait (318), que glosa al latín proibuit y debería, por tanto, interpretarse como resultado de la forma de vetare, vetauit, una forma reconstruida a partir de la forma en /-ó/ (Pascual y Campos 2014: 346).

8.

Así en el título del documento (n.º 329), si bien en el cuerpo del mismo figura como Palomero. En otro documento del mismo año también figura Palomeiro: “de ista parte de rigo, quem dicunt Palomeiro” (Cardeña-371, 972)

9.

Para esta voz aparece también la forma latina en la primera glosa: “aut desse poncat” (1). En el caso de “o Domine miserere mici” (359), además de ser una frase hecha en latín, o ha de interpretarse como la interjeción oh (Pascual y Campos 2014: 345).

10.

El resultado sotar ‘bailar’ representa la solución popular para saltare, mientras que saltar “muestra influjo del habla de las clases superiores” en el tratamiento de /alt/ (DECH, s.v. saltar). La forma popular quizá esté también en el origen de jota ‘baile’ (DECH, s.v. jota I)

212

Texto Glosas v133.indd 212

05/10/2020 10:38:12

2.3. Vocalismo átono La seguridad que parece emplear el amanuense a la hora de grafiar los diptongos /ie, ue/ o las formas monoptongadas procedentes de los diptongos decrecientes /ei, ou/ se torna en un mayor grado de vacilación a la hora de representar el resto del vocalismo.

En el caso del cambio de timbre de /ĭ > e/ encontramos un buen número de formas evolucionadas. Así lo vemos en las formas derivadas de ĭlle para el artículo (elos cuerpos 327, elos qui 69, elas qui 204) o para el pronombre personal (denantellos 280); en las del demostrativo ĭste (estos 87, 213)11, las preposiciones sen < sĭne (sen tiestes 107)12 o en < ĭn, presente tanto de forma aislada (en frangitate 215) como asimilada al artículo (ena sota 258, enas collituras 119, eno periculo 46-47); o en el adverbio menos < mĭnus (menos si fueret 252). El proceso se observa igualmente en algunos sustantivos como uece < vĭce (una uece 191), el derivado de bĭbere bebetura (55, 333), ueuetura (68) ‘bebida’ o en el participio de ĭntrare entratas (169), si bien para este tenemos también intrata (2).

En otros casos, pese a tratarse de glosas con elementos romances, el timbre de la vocal no ha cambiado, como vemos en mortizino (308) < mortĭcīnus, en inpreinnaret (84) o en constrinitu (137) < constrĭngĕre. Otros casos han de ser tratados aparte: bicinos (296) < vīcīnos mantiene la solución esperable previa a la disimilación en vecinos, uistia (312) del latín bēstĭa podría representar una forma inflexionada por la yod de la sílaba final13 y consico (consico kisieret tenere 287) podría estar representando el cambio de se (cŭmsēcum) por sí como forma tónica para el reflexivo que luego se impone en el castellano consigo.

La evolución en el área velar /ŭ > o/ presenta una solución similar. Es general el paso de cŭm a con en su forma simple o asimilada (uno con altro 138, con toto 311, conos altros 65) y, salvo en una ocasión (mundamientre 20), los resultados de mŭndo y mŭndare ‘limpio’ y ‘limpiar’ se resuelven con la solución romance14 en /o/: mondo sedere (205), mondato (334), ata ke se monden (328). Más problemática es la explicación de la /u/ en cusina (222), donde esperaríamos /o/, pues, aunque el castellano —como el portugués— parte de sobrīnu, el resto de los romances lo hacen de la forma abreviada cosinu < consobrinu (DECH, s.v. sobrino).

La vocal intertónica figura elidida en voces como altro < alteru (conos altros 65, uno con altro 138), andar < *amlare < ambulare (andat 198), limnares < līmĭnaris ‘umbral’ (limnares entratas 169) o famne < famĭne (de la famne 340) y lo hace incluso en una forma stranglatu < strangŭlare (stranglatus fueret 319) que, pese a esta documentación, probablemente nunca fue vocablo de uso popular (DECH, s.v. estrangular). Se mantiene la intertónica, sin embargo, en otras voces como azor < acceptōre, que figura como acetore (acetore pre[seret] 325) o en la forma de aspecto latino periculo, pese a que se cita en un contexto romance: eno periculo (46-47).

En lo que concierne al vocalismo final, llama la atención, de un lado, el mantenimiento de /-e/ en contextos fonéticos en los que se pierde en época relativamente temprana (uece 191,

11.

En ambos casos glosan el demostrativo latino hii, por lo que muestran claramente el cambio de paradigma a los usos del romance.

12. La forma del castellano sin es un resultado anómalo en el conjunto de las lenguas romances, incluidos el leonés y el aragonés,

donde es frecuente sen en los textos medievales (DECH, s.v. sin). De todos modos, la forma mayoritaria en las glosas es la latina, aunque figure junto a formas romances: sine mundo 136, sine fruitu 143, sine mandatjone 256.

13.

Se trata, en todo caso, de una forma de interpretación dudosa en lo que se refiere al cierre de /e/ en /i/ (Pascual y Campos 2014: 338),

14.

Hay incluso una glosa (et sanctas m<v>ndas 23) en la que el amanuense parece dudar entre una y otra vocal, pues, según se indica en la transcripción, figura escrito mondas y sobrepuesta a la “o” una “v”.

213

Texto Glosas v133.indd 213

05/10/2020 10:38:13

carcere 208, uendere 211, tenere 287, tornare 298, acetore 325, stiercore 332). De otro, la abundancia de casos en los que alternan /-o/ y /-u/ en la sílaba final, que no siempre es posible explicar por la preferencia en el uso del latín o del romance en la glosa y que pueden incluso darse en una misma palabra (consiliu 35, consilio 46). Formas con /-o/ encontramos en participios en singular como focato (64), tornato (165), gasaillato (230), reglato (330), mondato (334). Mucho más representada está la solución en /-u/: monaco taillatu (292-293), betatu lo aIat tolitu (295), nafregatu (6), constrinitu (137), parentatu (297), streitu (201), de lo incentitu (38). Esta misma preferencia por /-u/ se observa con las construcciones romances en las que se glosa un verbo en pasiva. Frente a un caso en /-o/ (tolito siegam 76) hay una larga lista de formas en /-u/: mandatu Iet (317), aflatu fueret (8), kematu siegat (9), labatu siegat (11), donatu siegan (172), retratu siegan (175), non siegat osatu (244), separatu siegant (179), etc.

Incluso en las formas de plural, mayoritariamente resueltas en /-os/, encontramos ejemplos de casos en /-us/. Del primer tipo tenemos liueratos (103), desposatos (158), aplecatos (355), aflitos (26), adduitos (63), anteditos (349), etc.; pero también hay espacio para algunos ejemplos en -us que han de ser interpretados como plurales en /-os/: tolitus (186), sofocatus foren (324), stranglatus (319).

En la vertiente palatal, para esta posición vocálica, solo pueden señalarse casos aislados15 de cierre como grandi por grande (73) o un caso de li por le en el referente átono de tercera persona (ke li fican 66) con una solución, por otra parte, característica de textos riojanos (Alvar 1976: 61).

3. Consonantismo En el campo del consonantismo, hay algunos rasgos cuyo interés se circunscribe únicamente al ámbito de la grafía, por más que algunas opciones representen también una innovación en este campo. Sirva de ejemplo la frecuencia con la que se usa la grafía “k” para la oclusiva velar sorda: frente a los usos de la grafía “c” (poca 10, focato 64, collitura 237) o “q” (reliquias 40, quales 41, usque quale 184, quencoba 167, aqua 12, 113), tenemos un buen número de voces en las que se prefiere “k” (kematu 9, saket 123, aketare 190, pacifiket 240, seketates 277, ka 315, akelos 300). Algunas incluso presentan alternancia para la misma voz: kadutu 192 / cadiot 275; kisieret 287 / quisieret 105, 354; aplekan 127, aplekat 241 / aplecatos 355. Alternancia que es más visible en la partícula o relativo ke, así escrito en múltiples ocasiones (34, 45, 66, 86, 91, 166, 190, 240, 272, 273, 275, etc.), junto a algunos casos de que (ante que 206, ata que 210, pos que 44), además del relativo qui (69, 117, 300), siempre bajo esta forma.

En otros casos, como en el uso de “b” y “v”, aunque posteriormente el castellano alfonsí especializará las grafías con un valor distinto, oclusivo en el caso de /b/ y fricativo en el de /v/, las glosas, como ocurre con otros textos prealfonsíes norteños, usan indistintamente las grafías de ambos fonemas (Alarcos, 1982: 17). Puede comprobarse este dato con términos que alternan sus grafías a lo largo de las glosas16: debemus (310) / deuemus (315); auieret (132) / abieret (368); ueuetura (68) / bebetura (333); lebatjone (21) / leuator (366) o incluso en la misma glosa, como se ve en lieben... leuatos (63).

15.

R. Menéndez Pidal (1976: 186) considera que corri (zetare corri, 43) ha de interpretarse como corre, con cierre de la vocal final. M. Carrera de la Red (1995: 525), además de señalar que el verbo tendría un difícil encaje en la glosa, considera que más bien se trata de una abreviatura, posibilidad que también apunta para el mencionado grandi por grandine.

16.

Bien es verdad que el propio texto latino no es mucho más sistemático y, para las voces señaladas, se pueden localizar las mismas alternancias: biberit / uibiturus; debet / deuent, etc.

214

Texto Glosas v133.indd 214

05/10/2020 10:38:13

La lista se amplía sensiblemente si nos fijamos en ejemplos aislados: grabe (100); conbienet (118, 228); bientos (276); bicinos (296); uiba (320), uibire (108); serbiciales (288); betatu (295); labatu (11, 330); labat 24; abiesas (257), para alguno de los cuales existe correlato con grafía anómala también en el texto latino17. Como puede verse, son mayoritarios los casos en los que esperaríamos la grafía de la /v/ y encontramos “b”, aunque también puede localizarse algún caso en sentido contrario (culpauiles 106, uistia ‘bestia’ 312). En cualquier caso, lo que resulta evidente es que, en textos como este, no hay un reparto entre la grafía “b” y las correspondientes a /v/ motivado fonéticamente, sino que se usan de modo arbitrario.

3.1. Tratamiento de las sordas intervocálicas A la vista de lo dicho respecto al vocalismo, con un sistema claramente romance y bien definido gráficamente, uno de los rasgos que más sorprende desde una primera lectura de las silenses es el tratamiento que se da a las oclusivas sordas. De forma casi generalizada18, y pese a los rasgos evolucionados que presenta la lengua del texto, estos fonemas aparecen en las glosas sin la sonorización en la que se resuelven en romance, dando al texto un aspecto mucho más conservador que cuando se analizan otros aspectos en los que se muestra la evolución del latín al romance, como hemos visto para el vocalismo y como veremos para otro aspecto crucial, como es el de las palatalizaciones del romance. Es verdad que, en algunos casos, todo indica que estamos ante una glosa escrita en latín (populo 362, caput 217, “id est, ante nata filia sua muliere” 219, “celum et terram, aqua, aer, sol et luna, ignis” 113); pero en otros muchos, pese al contexto romance en el que aparece el comentario, ocurre exactamente lo mismo: ka nicuno non deuemus (315), consico kisieret tenere (287), uiba las decolaren (320), ueuetura de la Ierba (68), a las uoluntates malas (195), desonoratu siegat Iudicatu (36), betatu lo aIat tolitu (295), si non sapet (27), totas cosas (121), con toto (311), a las uotas (248), macare ke siegat (281), non aplekat (241), copiertos (255), a salutare (19), elos predatores (174), con aplecatos (355), etc.

La falta de sonorización se extiende a terminaciones como -tate > -dad (frangitate 215, seketates 277, uolumtate 157, 202, 294), -tura > -dura (petituras 353, collitura 237, collituras 119, bebetura 55, 333) y es más que evidente en la desinencia de los participios que aparecen usados al trasladar del latín al romance las formas verbales de pasiva: kematu siegat (9), labatu siegat (11), labatu siegan (330), donatu siegan (172), retratu siegan (175), separatu siegant (179), non siegat osatu (244), mandatu Iet (317), aflatu fueret (8), kadutu fuere (192), tornato siegat (165).

Lo mismo ocurre en aquellos otros casos en los que el participio se usa como adjetivo: focato (64), leuatos (63), leuata (159), liueratos (103), desposatos (158), gasaillato (230), mondato (334), matatas (52), entratas (169), doctrinata (282), nafregatu (6), taillatu (292-293), consentitu (294), constrinitu (137), etc.

No obstante, para evaluar si esta opción de mantenimiento de la sorda intervocálica es real o responde más bien a una opción más gráfica que fonética, son muy ilustrativos los casos de grafías que pueden considerarse ultracorrecciones, algunas de ellas ya señaladas por Menén-

17.

Entre otros, con ejemplos como estos: uibum, uiba, etc.

18.

Aunque hay algún ejemplo esporádico en el que la glosa se escribe con la oclusiva sonora del romance, como en uergoina (171) < verecundia, lo habitual es que se mantengan las grafías de las sordas latinas.

215

Texto Glosas v133.indd 215

05/10/2020 10:38:13

dez Pidal (1976: 298)19. Se refiere, entre otras, a las glosas “de lo incentitu” (38) y “non sapiento” (134), esta última usada en varias ocasiones más con la grafía esperable “non sapiendo” (17, 32, 339). C. Hernández (1993: 272 y 281) añade otras como poncat (1) ‘ponga’ y prencat (182) ‘prengat’. A ellas creo que debe sumarse el campas20 ‘piernas’ que figura en la glosa 139 para el latín femora.

Ni incentitu < ĭncĕndĕre21 ni sapiento, lat. sapiendum, tienen /t/ en el étimo, ni campa < camba tiene /p/, por lo que, como no cabe pensar en ensordecimiento en estos casos —todos ellos con la oclusiva formando parte de un grupo consonántico—, habrá que entender que estamos ante una ultracorrección gráfica que nos podría ayudar a demostrar que la abundancia de oclusivas sordas del texto, más que a una falta de sonorización de las intervocálicas, responde a un recurso gráfico del amanuense22, que trata de evitar las sonoras romances sustituyéndolas por las originales latinas, quizá por considerar que aquellas son una solución poco apropiada para un texto escrito, quizá porque sencillamente responde a una convención gráfica usual en la época (Torreblanca 1991: 478-479).

Lo que resulta más extraño en las silenses es que, frente a otros textos donde abunda la mezcla de grafías sordas y sonoras, aquí, salvo en las ultracorrecciones señaladas, el mantenimiento de las sordas sin sonorizar es prácticamente regular.

3.2. Tratamiento de la /f-/ La /f/ aparece escrita sistemáticamente en los textos de las glosas. Lo hace siempre en las formas del paradigma de facĕre (ficieret, facet, faciat, factu, faciunt), pero también en otras voces menos comunes y en contextos romances: furtus (37), focato (64), fermo (99), fornicio (82), fa[ces] (261), “sofocatus foren” (324), “por fartare” (336), “de la famne” (340), fedabisu (130)23, etc. Nada extraño si tenemos en cuenta las fechas en las que nos movemos, si bien es posible localizar algunos casos aislados en los que se ha señalado la pérdida o aspiración de /f-/ en otras glosas del mismo monasterio24. A la vista de estas referencias, cabría decir que la /f/ se mantiene o, al menos, que no tenemos datos para deducir que no sea así25.

19.

R. Menéndez Pidal (1976: 298) indica expresamente que “choca encontrar muchos [casos] de ensordecimiento por falsa corrección en las Glosas Silenses”, identificando los casos de alquantre (126) ‘alguandre’, antamios (90) ‘andamios’, incentitu ‘encendido’ y sapiento ‘sabiendo’. R. Wright (1982: 305), por su parte, se refiere a los casos de incentitu y sapiento.

20. C. Hernández (1993: 280) explica este campas ‘gambas, piernas’ como un helenismo; pero, a la vista de que cambas ‘piernas’

es voz usual en textos medievales navarros, según muestra el CDH, habrá que concluir que se trata del mismo fenómeno gráfico que vemos en el resto de los casos de ensordecimiento ultracorrecto. Por otra parte, teniendo en cuenta que camas ‘piernas’ aparece en el Cid, el término sirve también para constatar —al contrario de lo que ocurre en castellano— el mantenimiento de /-mb-/ propio del área de Navarra o La Rioja, con abundantes ejemplos en los textos medievales (Alvar 1976: 52).

21. El participio de ĭncĕndĕre es en latín incensu, por lo que esta forma es una creación analógica en la que se sustituye el par-

ticipio fuerte del latín clásico por un participio débil incenditu > encendido. La forma latina se conserva patrimonialmente en el leonés enceso (Le Men 2005: s.v. enceso).

22.

Recurso que, por otra parte, resulta habitual en los textos preliterarios y de forma singular en la documentación notarial escrita en visigótica. Lo vemos también en el área leonesa (Morala 2004: 599-607) o en La Rioja (Alvar 1976: 51-52; García Andreva 2011: 243-244).

23. Para la interpretación de esta glosa considerada oscura, puede verse la hipótesis de C. Hernández (1993: 279), que propone

que fedabisu se reinterprete como foeda visu ‘rostro o imagen torpe u obscena’, mientras que M. Carrera de la Red (1995: 532) traduce esta misma secuencia como ‘cosas vergonzosas de verse’.

24.

En glosas del Liber Comicus del mismo monasterio de Silos figura por dos veces el verbo ahorçar (ahorços ‘se esforzó’ y ahorzado), derivado verbal de fŏrtia con prefijo consonántico (Hernández 1997: 132-133).

25.

E. Alarcos (1982: 16), por ejemplo, plantea la duda de si, en las emilianenses, es aceptable pensar que voces como facanos, fazas o fezot han de leerse con /f/ o, más bien, con una realización aspirada.

216

Texto Glosas v133.indd 216

05/10/2020 10:38:13

Ahora bien, el tratamiento que se da a la preposición hasta en el propio texto, podría ayudarnos a analizar estos resultados de /f-/, cuya aspiración y posterior pérdida es uno de los rasgos más definitorios del castellano en el campo de la evolución consonántica. Los ejemplos que se espigan en las glosas silenses —a los que habría que unir el ata quando de las emilianenses—, remiten sin excepción a la forma ata: ata ke pacifiket (240) ata ke se monden (328) ata que mueran (210) ta mientre (226)26

Partiendo del árabe hatta, el castellano generaliza la solución fata, luego fasta, seguramente pronunciado con aspiración (DECH, s.v. hasta). Lo interesante es que la solución ata, en la que gráficamente no hay referencia a la aspiración que tenía el étimo árabe, es la que se generaliza en la documentación leonesa y navarrro-aragonesa, donde, al carecer de las dos realizaciones de /f/, no se identifica la aspiración del árabe como alófono de la interdental. En castellano, donde la aspiración del árabe se equipara a la procedente de la /f-/ latina, sí es posible identificar ambos sonidos y, por tanto, escribir fata. La forma ata es efectivamente una grafía común en la documentación en leonés (Morala, 2015: 39) o en el área navarra (Pérez-Salazar 1993: 165), pero se escribe solo muy ocasionalmente en textos propiamente castellanos. No aparece en Valpuesta en ninguna de sus formas; en Oña no aparece ata y solo lo hacen fata y fasta en documentos ya más tardíos, mientras que, en Cardeña, tan solo se documenta un caso de adta, con una adaptación gráfica que figura también para otros ejemplos27.

En definitiva, la presencia en el texto de ata, sin rastro de aspiración, podría interpretarse como una muestra de que la /f/ que aparece en el resto de los ejemplos no alternaría con realizaciones aspiradas, tal como se espera para el castellano, sino que se leería efectivamente como /f/.

3.3. Palatalizaciones Para cualquier texto de esta época, en la que la lengua romance ha creado ya toda una serie de fonemas palatales, los amanuenses se encuentran con la dificultad de reflejarlos por escrito con unos caracteres gráficos —los del latín— que desconocían este tipo de fonemas.

En consecuencia, nos encontramos con grafías reutilizadas con otro sentido y dígrafos o combinaciones de letras con los que se trata de representar a los nuevos fonemas en la escritura.

Inevitablemente, para solucionar estos desajustes entre grafías y fonemas, nos encontramos con soluciones diferentes en las distintas áreas romances que se plasman en los textos preliterarios y constituyen una marca diatópica relevante.

Para la pareja de predorsodentales sorda /ŝ/ y sonora /ẑ/ se usan básicamente las grafías “c” y “z”, sin que entre ellas haya una distribución diferenciada para cada uno de los dos fonemas, como queda patente en cierto (200) / zierta (207)28. La grafía “z” se usa, por ejemplo, en forzaret (77), derivado de fŏrtĭa, que luego presentará en castellano regularmente “ç” (fuerça);

26. Aunque en la glosa figura solamente ta mientre, C. Hernández (1993: 283) supone que falta la /a-/ y que ha de reconstruirse

como ata mientre.

27.

Lo vemos en “uia que discurrit tras Buetrone adta lacuna de Uita Gan” (Cardeña-270, 945). La peculiar grafía para una lectura /ata/ se repite en el mismo cartulario para el topónimo Atapuerca (“summa serra de Adtaporca”, Cardeña-15, 963) que, en otras ocasiones, es Atapuerca o Atapuerka.

28.

La misma falta de distinción entre sorda y sonora puede verse en las apicoalveolares: presa (162) / pessa (298) cuando, por el étimo, le correspondería la grafía simple propia de la sonora.

217

Texto Glosas v133.indd 217

05/10/2020 10:38:13

brazaret (137), al que también le corresponderá en castellano medieval “ç” como derivado de braço < bracchiu; o en el cultismo meretrize (197), del latín meretrīce. Frente a estos casos, en los que les correspondería la grafía “c, ç”, tenemos mortizino (308), del latín mortĭcīnu; babtizare (28, 204), que presenta las mismas formas en el texto latino; o la forma de origen árabe mozlemos (“paganos, mozlemos” 51), además de otros como “qui gerranza fueret” (104), “fuerte mientreza” (131), anzes (183) o ibizone (199).

Por lo que se refiere al uso de la grafía “c” con valor no velar, la encontramos en abundantes glosas romances como carcere (208), conceillo (283), acetore (325), celebrare (342), incentitu (38), formas patrimoniales a las que, por su étimo, les corresponde la sorda /ŝ/. Lo mismo ocurre —ahora con formas cultas o latinismos a los que les delata la presencia de la yod— con otras como fornicio (82), artificio (92), serbiciales (288), precio (301). Pero la grafía “c” se usa también en contextos en los que esperaríamos una realización sonora /ẑ/ resultado de /-ke,i-/ en posición intervocálica, como ocurre en las diversas formas del paradigma de facĕre: facet (198), facen (116) o el frecuente ficieret (31, 37, 133, 152, 243). Del mismo tipo son otras voces que aparecen en glosas romances como “una uece” (191), “dicere preso fueret” (291), bicinos (296), “ata ke pacifiket” (240), omiciero (45)29.

El grupo “sc” con valor de /ŝ/, dejando al margen la grafía compleja “isc” que veremos luego, lo encontramos solo muy ocasionalmente, como en pasceret (235) o en nascentja (343), que puede considerarse una forma latina glosando natale. En esta voz vemos también la combinación gráfica “tj” —muy común en el texto latino— y que, en las glosas marginales, se usa únicamente para voces cultas o latinismos propiamente dichos: colatjone (56), mandatjone (256), congregatjone (316), lebatjone (21), salutatjone (135), pollutjone (231), benedictjone (15), Iunctatjone (163), damnatjone (208), cogitatjones (54), cantatjones (114), discordantjum (302), en la mayoría de los casos, como puede verse, formas terminadas en -ción.

Para el resultado de /lj/ y grupos afines, que en castellano darían la palatal sonora /ž/, encontramos diversas opciones gráficas en las silenses. De un lado, hay varias formas que presentan la forma latina30 o latinizada, pese a que en algunos casos se usan en contextos romances, como cuando van precedidas de artículo. Son casos31 como mulieres (176), uolatilias32 (322), ela similia (259), forma similia (309), con umiliata (356), consilio (46), filios (80). Por otra parte, en las glosas se usa la grafía “ll” en sentido propio en voces con resultado moderno /l/, del tipo de destello (14), basallos (247) o denantellos (280) y lo mismo podría decirse de tolliot33(41).

Más interesantes son los casos en los que, para indicar lo que posteriormente sería la palatal /ž/ en castellano, el amanuense de las silenses se sirve de la grafía “ill”. Esta correlación gráfico-fonética es clara en conceillo (283) < concĭlĭu glosando conbentu; taillatu34 (292-293) < taleatu glosando a abscisus; o en gasaillato (230), que glosa a consortjo y que, según J. Coromi-

29.

Esta última, en la glosa “por fere ke faciat omiciero”, referida al texto latino “ad homicidium faciendum”. El resto de los ejemplos de la serie corresponden al latín vĭce, dīcĕre, vīcīnu, pacĭfĭcare. Para este último, además del cultismo pacificar, existe la forma popular apaciguar.

30. Son formas que coinciden con frecuencia con las utilizadas en el propio texto glosado: filia, filio, similia, animalia, mulier, alieno.

31. No creo que deba analizarse en el mismo sentido

lieben (63), donde el diptongo es el resultado de la /e/ y no hay aún trazas de la palatalización de la /l-/ que posteriormente dará lugar a lleven, formas (llevo, lleva, etc.) sobre las que se rehará todo el paradigma. De hecho, en las propias glosas silenses figuran leuare (351), leuaren (142) o leuata (159), en las que la /ĕ/, al no ser tónica, no diptonga. Más aún, la glosa 63 combina ambos resultados lieben... leuatos (63).

32.

Esta forma, que figura glosando a ave, no es propiamente latina y puede haberse creado siguiendo el modelo de animalia, que aparece por dos veces en el texto latino.

33. Del verbo tollĕre, tendríamos una forma de perfecto tolliot de carácter analógico que sustituiría al clásico sustulit. En

este caso, la grafía “ll” le correspondería por el étimo latino.

34.

En la documentación navarra se registra como tayllar, tayllaron (Pérez-Salazar 1993: 153).

218

Texto Glosas v133.indd 218

05/10/2020 10:38:13

nas y J. A. Pascual, procedería del antiguo gasajo ‘placer en compañía, placer social’, procedente del gót. *gasali ‘compañía’, derivado de *gasalja ‘compañero’ (DECH, s.v. agasajar) y que, por tanto, contiene una secuencia /lj/ que se resuelve en castellano /ž/, actual /x/. Con alguna duda, podrían incluirse también en este grupo collituras (119) y collitura (237)35.

Lo significativo de las grafías en “ill”, con el sentido que aquí se usan, es que no son habituales en los textos castellanos. En el cartulario de Cardeña no aparece nunca esa secuencia gráfica precedida de otra vocal y, en el de Valpuesta, lo hace únicamente36 en el nombre propio Tello, con esta u otras formas (Telli, Telliz, Tello, Tellus, Tellu, Telluz, etc.) en decenas de ocasiones y para un buen número de personas distintas, pero que alguna vez se grafía como Teillo37.

Se trata, por tanto, de una grafía extraña a la tradición gráfica del castellano38 que, sin embargo, es bastante corriente en documentos más orientales, de procedencia navarro-aragonesa y más específicamente navarra, que es la zona en la que la grafía “ill” o “yll” aparece usada de modo más general para grafiar el fonema /l/39. En consecuencia, a la vista de los datos del texto, seguramente ese es el fonema que se está representando aquí también, lo que nos lleva no solo a una grafía oriental, sino también a una solución en /l/ —coincidente con lo que se deduce de la lectura de las emilianenses (Alarcos 1982: 35)—, que esos territorios más orientales presentan para /lj/ y grupos afines (Alvar 1976: 54-56).

Para grafiar la palatal nasal, el amanuense de las glosas silenses echa mano también de varias opciones. En primer lugar, hay una grafía triple “inn” que encontramos en inpreinnaret (84) y preinnaret (205), resultados del latín praegnare. Con reducción de “inn” a “in”, vemos la grafía en uergoina (171) y entraina (239), que deberían leerse como vergoña y entraña. Probablemente también haya una representación de este fonema en constrinitu (137) y rapinaret (173), es decir, constreñido y rapiñar, aunque aquí al tener la grafía “i” uso pleno como vocal cabrían otras interpretaciones40. A estas grafías41, en las que el rasgo de palatalidad de la nasal lo aporta la grafía “i”, se añaden otras en las que ese rasgo viene marcado gráficamente por una “g”, dando lugar al dígrafo “ng” que vemos en tingen ‘tiñen’ o en luenge ‘lueñe’, ambas en contextos claramente romances: “qui tingen lures fa[ces]” (261), “luenge stando” (83). Probablemente haya que sumar aquí dos resultados de frangere > frañer que aparecen en glosas aisladas (frangeret 33742, en frangitate 215), aunque estos podrían leerse también en latín. Todas estas grafías inn, in, ng aparecen regularmente en la documentación medieval riojana (Alvar 1976: 37-38), pero son raras en la burgalesa, donde se usa mayoritariamente “nn”: por ejemplo,

35.

En este caso, partiendo de que pueda interpretarse como cogedura ‘recolección’ (la glosa n.º 119 se hace sobre collectjones erbarum) y, por tanto, como un derivado de collĭgĕre, la “ll” podría corresponder con la etimología; pero los resultados romances parten mayoritariamente de colliere, con pérdida de /-g-/ y, en consecuencia, formando un grupo /llj/ que evolucionaría a /ž/ en castellano, como en el resto de los casos analizados.

36.

En el documento n.º 169, ya tardío (s. xii), figura también un topónimo con las formas Maillo / Maello, pero, de acuerdo con el regesto, ha de interpretarse como Maíllo, con una /í/ tónica que nada tiene que ver con la secuencia que analizamos aquí.

37.

Como Teillus figura en el documento falso 3B; como Teillu lo hace en 38C —con dos versiones en el Becerro Gótico, en una es Tellu y, en otra, Teillu— y 51C —con rasgos orientales—; y como Teillo en 33B, así en el Gótico, pero en el Becerro Galicano se sustituye por Tello. En documento de Oña (32, 1127), también se documenta un caso de Teillo frente a los más frecuentes Tello.

38.

Tampoco aparecen grafías del tipo de “g” o “gg” como ocurre, por ejemplo en la documentación altomedieval riojana en Vallego o Valleggo, Tegera o Teggera (García Andreva 2011: 239-240).

39. De este tipo son las grafías navarras como

tayllar, eyllos, castieyllo, castieillo, quereylla, meillor, meillorar, aillí o mailluelo (Pérez-Salazar 1993); o, con distinta grafía pero similar solución, las aragonesas fillo, mulleres, uiello, tallar, uermello (Enguita 2004: 575).

40.

La forma navarra medieval para constreñir es constreynner, constreynnir, constreynnidos (Pérez-Salazar 1993: 148).

41.

La alternancia entre grafías de este tipo está atestiguada en el área de La Rioja (Anniana, Angana, Aniana para el topónimo Añana, en Álava) en documentación altomedieval de San Millán (García Andreva 2011: 240-242).

42.

Aquí con el sentido de ‘romper el ayuno’ (Ariza 1979: 14)

219

Texto Glosas v133.indd 219

05/10/2020 10:38:13

en Valpuesta43 encontramos formas como cannares, duenno, escannos, penna o penniella y, en algunos nombres propios, “nni” (Onnia, Anniana, Munnio).

Aunque no aparece en muchas palabras, la forma de escribir la dorsopalatal sorda /š/ en las glosas es también muy significativa. Aparece en varios términos, pero el más repetido es el correspondiente a los resultados de laxare, lexar en castellano antiguo, luego sustituido por dexar (DECH s.v. dejar). En los varios casos en los que se usan, presentan regularmente la secuencia “-isc-“: laiscare (123, 161, 185), laiscaret (181, 184, 203, 234), alaiscant (178), elaiscaret (3), voces que habría que leer como laxar, laxaret, etc. Lo interesante de esta grafía es que resulta extraña en la documentación de Valpuesta, donde encontramos con este valor fónico la grafía “x” (dixit, exito, exitos ‘ejido’). Lo mismo que ocurre en la de Cardeña (dixi, diximus, exitus, frexino ‘fresno’) y en el penitencial latino de las glosas: duxerit, conplexu, uexatus, uxores, prolixam, fixis. Por el contrario, en las silenses, salvo algunas glosas escritas en latín44, nunca se usa esta grafía “x”. En los cartularios citados, sí que puede aparecer “sc” como grafía para /š/, pero no incrementada con la vocal “i” como ocurre en las glosas: así se ve ocasionalmente en nombres propios como Frasceno, Frescinos por Fraxino o en el muy abundante Scemeno, Scemena por Xemeno, Xemena.

En la misma línea han de ser analizados algunos otros casos similares. Me refiero, al menos45, a naisceset (271) ‘naciese’, el caso no bien resuelto46 de naiserenso (69), escieret (265) ‘saliese’ y, probablemente también, miscieret ‘cometiere’ (242)47, donde nos encontramos con el resultado del grupo /ske,i/ que, como es sabido, se resuelve en castellano en /ŝ/, moderno /θ/, mientras que en otras lenguas romances como el navarro-aragonés y parcialmente en La Rioja lo hace en /š/ (Alvar, 1976: 54). Formas como naisceset o escieret, además de reflejar las dudas a la hora de escribir este fonema palatal, nos darían la clave para la lectura de “-isc-” o “-sci-” como /š/, ajena al castellano, mientras que otras formas —generalmente escritas con “sc”— de los textos de Valpuesta o Cardeña (pascendi, pascere, pascebat, descendit, pauescimus, Crescentjus, recognoscimus) han de leerse con /ŝ/.

Para los resultados de los grupos /kt/ y /ŭlt/, que darán lugar a la actual africada palatal /ĉ/ del castellano, en las glosas silenses en romance48, se usa con apreciable regularidad el dígrafo “-it-”, que figura en voces49 como adduitos ‘aduchos, llevados’ (63), scuitare ‘escuchar’ (120), scuita ‘escucha’ (125), fruitu ‘frucho, fruto’ (143), streitu ‘estrecho’ (201), anteditos ‘antedichos’ (349), muitu ‘mucho’ (368). Ninguna de estas formas aparece en los cartularios de Oña, Valpuesta o Cardeña, por lo que las grafías silenses parecen más bien encuadrarse, de nuevo, en los romances en los que, a diferencia del castellano, no se llega a la palatalización de la /t/ en

43.

Como excepción, puede señalarse el documento n.º 51 (año 1039) del Becerro Gótico, en el que aparece hasta cinco veces uinga, para lo que, de forma general es en el resto del cartulario uinea. No es la única grafía con esta característica, pues aparece también malgelo < malleŏlu en el mismo documento. Ambas grafías se corrigen en otra copia del propio Gótico por uinea y malioelo. Como dato significativo, el documento cita como referencia “Garseani principis in Panpilonia et in Castella”, referencia que desaparece en las otras dos copias del texto.

44.

Por ejemplo uxor en “uir secunde uxoris” (187), “tertje uxoris” (188).

45.

Hay otras dos glosas más oscuras que también insertan la misma grafía: obetereiscitu (7) y depuisca (22).

46.

Aunque parece claro que en la glosa “elos qui naiserenso” (69) naiseren corresponde a una forma de nascere, el elemento -so no es fácilmente interpretable (Hernández 1993: 275; Carrera de la Red 1995: 529)

47.

La traducción ‘cometiere’ la tomo de C. Hernández (1993: 284), quien indica que la secuencia sci ha de leerse como prepalatal sorda. En el cartulario de Valpuesta figura también misceatis. Por lo que se refiere a escieret, C. Hernández (1993: 285) la interpreta como exieret, de exire.

48.

En las glosas latinas lo usual es la grafía esperable en “ct”: “factus uel dictus” (305), “quale factu fueret” (104), iactare (102), “apretaret conpulsus uel constrictus” (33).

49. Se podría añadir aflitos (26), pero la inexistencia de una forma patrimonial *aflicho < afflictu, del que solo consta el cultis-

mo aflicto, hace más que dudosa una posible lectura aflicho (DECH, s.v. afligir), con el añadido de que, en casos como este, al ir precedida de /ī/ (fīctu > hito), no se produce necesariamente la palatalización.

220

Texto Glosas v133.indd 220

05/10/2020 10:38:13

/ĉ/ por efecto de la yod que la acompaña50. Un caso especial lo presentan las glosas en las que se utilizan formas del paradigma verbal de iactare para las que unas veces se opta por la grafía cercana al latín (Iectatis 53, Iactare 102) y, otras, por una escritura más cercana al romance (zetare 43, zeta 73), aunque en ninguno de estos dos casos aparece la “i” que caracteriza a los ejemplos anteriores.

Hay aún otra grafía interesante para este fonema: la que nos proporciona la voz condugteros (246), para la que todo indica que estamos ante un derivado51 de los antiguos conducho o conduito ‘víveres, provisiones’ < condūctu (DECH, s.v. aducir), voz de la que carecemos de pruebas de su existencia por otras vías. Más raro resulta aún que el amanuense se decida aquí por usar un dígrafo “gt”, no menos extraño52. Habida cuenta que la “g” se usa a veces como marca de palatalidad53, podría estar representando bien una lectura /it/, como en los ejemplos anteriores —según la opinión de R. Menéndez Pidal (1976: 281)—, bien una palatal /ĉ/, que el escribano diferenciaría formalmente de los casos del tipo de scuitar.

Para grafiar la palatal /y/ o formas afines, se opta en las silenses por varias posibilidades.

En algún caso se escribe “di”, como vemos en dos formas del paradigma de cadĕre: cadieret (97), cadiot (275), si las analizamos como cayere y cayó54. Otra opción es el uso de “g” con valor de fricativa palatal, que se usa casi una veintena de veces en las formas del subjuntivo sĕdeam (siegam, siegat, siegan, ‘seya, sea’, etc.) ya citadas arriba55. La misma grafía se utiliza en gerranza (104) y la glosa incompleta gerr[...] (348). Ambos ejemplos remiten a ĕrrare o derivados, con diptongación analógica de la vocal átona inicial, algo bastante claro en el segundo de los ejemplos citados, que glosa el latín errorem. Quizá podría incluirse en este grupo gestra (285) < extra56. En estos ejemplos, el origen estaría en la consonantización de la /j/ que aparece en el diptongo /ie/ en inicial absoluta. Téngase en cuenta que esta grafía “g” no se usa en la silenses, por tanto, en voces cuyo étimo contenga la secuencia /lj/, por lo que parece reservarse para /y/ y no para /ž/, como sí ocurre en otros textos riojanos o castellanos57.

Con este mismo origen /ie-/ tenemos los abundantes casos de ĕst > ye que figuran en las glosas como Iet: “ke Iet” (272), “ke Iet menos” (278), “mandatu Iet” (317), igualmente citados arriba. En idéntica circunstancia se encuenta Ierba (68) < hĕrba. La misma grafía, una especie

50.

Por ejemplo, fruito aparece regularmente en documentos de Irache, en los Fueros de Aragón o en el Vidal Mayor; estreito aparece también en estos dos últimos y estreita lo hace de nuevo en el Vidal Mayor (CORDE). Formas del navarro medieval son conduito, destruita, muito, fruito, feita, desfeitas, dreito, treyto, peytar (Pérez-Salazar 1993). En cuanto a La Rioja, M. Alvar (1976: 57), diferencia entre los resultados de la Rioja Alta, similares al castellano, y los de la Rioja Baja, más influidos por aragonés y navarro y que mantienen /t/ sin palatalizar.

51.

A partir de conducho se localizan casos del verbo conduchar ‘alimentar’ al menos en el Fuero de Navarra: “el seynor del cepo los ha de sanar & conduchar & dar ceuada ata que sean sanos” (CORDE).

52.

La secuencia “gt” no se usa ni en Valpuesta, ni en Oña, ni en Cardeña y, en el CORDE la localizo únicamente en un caso en las Fazañas de Palenzuela, también con rasgos orientales: “e non pagtaron nada”, con el sentido de pechar, que aparece en otras secuencias similares del texto.

53. Desde el momento en que encontramos alternando “g” (gerranza, siegat) e “i” (ierba, aiat), nada de extraño tendría que en con-

dugteros fuera una alternativa gráfica a conduiteros. Por otra parte, las glosas recogen también la forma culta conductores (361).

54.

El CORDE devuelve una decena de casos de cadió, todos ellos en Berceo.

55.

A título de ejemplo, en Valpuesta se usa en una única ocasión sagone para lo que en otros casos es saione o saIone. Curiosamente, la única vez en que lo hace con la grafía “g” lo hace en un documento (n.º 53) con rasgos claramente navarros (vinga ‘viña’, malguelo ‘majuelo’) ya citados al hablar de las grafías de la nasal palatal.

56. C. Hernández (1993: 286) considera que nisi gestra (285), que glosa al latín preter, ha de interpretarse como ‘excepto’ y sería

un resultado patrimonial del latín extra.

57. En Cardeña —aunque hay algún caso como Truggillas (Cardeña-330, 1052) en que la grafía gg remite a la africada palatal—

son habituales grafías como magguelos (Cardeña-338, 1070); magguelo (Cardeña-150, 1044), (Cardeña-279, 1065); Kanalegga (Cardeña-360, 950); ligna taggare (Cardeña-363, 960); Balleggos (Cardeña-8, 1042), balleggo (Cardeña-262, 968), ualleggo (Cardeña-270, 945); Otero de Aggos ‘Tardajos’ (Cardeña-202, 1041) o mortagga (Cardeña-286, 937), mientras que M. Alvar (1976: 39) señala para La Rioja ejemplos como valleggo, concego, Teggares o maguelo.

221

Texto Glosas v133.indd 221

05/10/2020 10:38:13

de “i” alta58, se usa en otros casos, pero ahora con origen en una yod latina o una secuencia / bj/, en maIus < maius (128, 148), aIat < habeat (“ke aIat usuale lege” 166, “betatu lo aIat” 295) y diversos derivados iŭnctus: Iuntatjone (141), Iuntaret (147), “prima Iunctatjone” (163), “aIuntaren presierent” (180).

Los resultados de iactare y germanu > Iermano (229-230) plantean una situación diferente, pues ambos (echar, hermano) pierden la consonante inicial en castellano, por lo que han sido considerados de influencia aragonesa (Alvar, 1976: 48). Representan, sin embargo, casos distintos. La variante Iermano (229-230) de las glosas es también de uso frecuente en otros textos como el cartulario de Valpuesta, donde figura con variantes como Iermana, Iermanis, Iermano, iermano, iermanos, además de las formas de germano. En el caso de los resultados de iactare se presentan en las glosas con dos opciones gráficas: una “i” alta (Iectatis 53, “por Iactare” 102) y una “z” (zetare 43, zeta 73)59 que, con este valor fónico, solo aparece para esta palabra. Se escriba de una u otra forma, por la palatal a la que remiten las grafías parece que, en este último caso, sí estamos ante una variante de procedencia foránea.

3.4. Otros grupos consonánticos Para las secuencias /pl-, kl-, fl-/, las glosas silenses conservan sistemáticamente el grupo consonántico como tal. Y lo hace en glosas de evidente cariz romance en las que se utilizan los resultados de los verbos afflare, (a)plĭcare y clamare, así como del adjetivo plēnu: “non aflaret” (5), “aflatu fueret” (8), “non aplekan” (127), “non aplekat” (241), “con aplecatos” (355), “por lo anno pleno” (329), clamando (358). De nuevo aquí un resultado claramente marcado como oriental (Enguita 2019: 541).

Para ciertos grupos consonánticos que se solucionan en romance con la asimilación de dos consonantes latinas, las glosas silenses registran varios ejemplos en los que se muestra ya cumplido el proceso. Así ocurre con el grupo latino /pt/ resuelto en /t/ que vemos en catare (342, 344) < captare o en la forma antigua a acetore (325) ‘azor’ < acceptōre, y este, a su vez, del latín clásico accipiter (DECH, s.v. azor I), forma que justamente es la que aparece en el texto latino para esta glosa. Del grupo /rs > s/ hay al menos un ejemplo en abiesas < avĕrsas60, (“ad abiesas retro” 257) glosando a inuersum, mientras que del grupo /ns > s/ aparece un caso en desposatos (158) < desponsatos y varios más de preso < prensu: “de la pressa” (298)61, “non siegan presas” (303), presa (162), “preso fueret” (290, 291).

Aunque el resultado tendría una mayor cabida en el campo de la morfología, cabe señalar también aquí la asimilación que se produce entre la /-n/ final de las preposiciones en y con y la /l-/ inicial del artículo siguiente, dando lugar a formas contractas del tipo de conos, eno, ena: conos altros (65); eno periculo (46-47); enas collituras (119); ena cemaIacio[ne] (197); ena pollutjone (231); ena sota (258).

58. Esta misma grafía se usa de modo habitual en el texto latino: Iumento, IeIunio, Iustum, Iudicantes, cuIus, IeIunio, conIugium,

perIurium, Iudicio, eIus, etc.

59.

El zeta de la glosa 73 (“feritore tor zeta grandi onero”) es una de esas glosas de difícil interpretación. M. Carrera de la Red (1995: 526-527) ha propuesto analizarla restituyendo posibles abreviaturas que llevarían al sentido de ‘el que golpea y el que arroja tormentas de granizo’.

60.

Curiosamente, para esta palabra encontramos también la forma culta, dentro de una glosa romance: “de lo aduersario gentile” (96).

61.

Nótese la falta de regularidad: mientras que en otros casos es preso, como aparecerá luego en el castellano alfonsí, en esta ocasión encontramos pressa, forma que no corresponde al resultado sonoro esperable para el grupo /-ns-/.

222

Texto Glosas v133.indd 222

05/10/2020 10:38:13

Se trata de una asimilación muy corriente tanto al occidente, en textos leoneses, como al oriente en textos riojanos62, pero prácticamente desconocida en castellano. Por ejemplo, no aparecen estas formas contractas en el cartulario de Cardeña y en los de Valpuesta y Oña tienen solo una presencia ocasional63, que probablemente haya que achacar más a los usos lingüísticos del amanuense que al romance local.

3.5. Consonantes finales Para el consonantismo en posición final, el fenómeno más significativo es la conservación regular de la /-t/ en la tercera persona del singular de los paradigmas verbales, que aparece de forma generalizada en las glosas64. La desinencia latina se conserva en las formas de perfecto (tolliot 41, duplicaot 86, cadiot 275), en las de presente de indicativo (Iet 272, 278, labat 24, donat 95, aplekat 241, figurat 266, sapet 27, conbienet 228, etc.) y, en el subjuntivo, en las del presente (siegat 9, 11; aIat 166, 218; poncat 1, faciat 45, saket 123, oset 269, etc.), en las del imperfecto (elaiscaret 3, manducaret 4, 335, aflaret 5, etc.) o en las del futuro (fueret 8, offerieret 279, kisieret 287, sapieret 289, etc.).

En cuanto al plural, aunque hay casos65 de /-nt/, lo más extendido es la perdida de la consonante final /t/ y la escritura con reducción a /-n/: “non aplekan” (127), “ata que mueran” (210), “ke son” (273), “qui tingen lures fa[ces]” (261), “sofocatus foren” (324), “ata ke se monden” (328).

Hay también, sin embargo, casos de dobletes gráficos para una misma forma verbal: “ke siegam” (91), “retratu siegan” (175) / “puesto siegant” (209), “separatu siegant” (179), que llegan a alternar, incluso, en una misma glosa: “ministrent, sierben” (49), “aIuntaren presierent” (180).

4. Conclusiones Como hemos podido comprobar para el vocalismo, salvo en las posiciones átonas, puede decirse que las glosas silenses presentan un sistema vocálico de aspecto claramente romance, con el añadido de que faltan los habituales casos de vacilación formal que suelen presentar los diptongos —crecientes o decrecientes— en la época de Orígenes, lo que implica un grado de fijación propio de fechas algo más tardías de las inicialmente asignadas a las glosas, algo que puede deducirse igualmente de los ejemplos de agüero, sotar que hemos visto. Al mismo tiempo, este apartado presenta unos resultados que, dentro de los romances centrales —con la característica diptongación de /e, o/ breves y tónicas—, se sitúan fuera de la variante propiamente castellana, coincidiendo con soluciones más orientales, caso de la diptongación de ĕst en iet o en siega < sĕdeat, pese a la presencia de la yod.

62.

Las formas asimiladas, con distintas variantes gráficas, son usuales en la documentación altomedieval de San Millán y en otras área de La Rioja, alcanzando hasta el siglo xiii (García Andreva 2011: 244-248). En este caso, la documentación riojana se diferencia de la navarra, donde no se producen estas asimilaciones entre preposición y artículo (Pérez-Salazar 1993: 134).

63.

En el cartulario de Valpuesta figura un caso de ena (“ena tierra”) y otro de cona (“conna diuisa”). El primero de ellos figura en el último documento del cartulario (n.º 187), fechado a comienzos del siglo xiii, en el que se lee también algún rasgo foráneo como molín por molino, por lo que podría ser leonés. El documento es muy breve y no ofrece muchas más posibilidades de comparación. En cuanto a conna, figura así en un documento de 1184 (n.º 185B) en el Becerro Gótico, mientras que en el Galicano se corrige por la forma latina “cum diuisa”, sin artículo. Referido a un documento geográficamente más alejado —en Mave, Palencia— figura en el cartulario de Oña un ena ‘en la’, si bien en un texto ya más tardío: “ena fin” (Oña-108, 1208).

64.

La desinencia latina /-t/ se pierde, como ocurre en castellano, en los textos de procedencia navarra (Pérez-Salazar 1993: 136), pero es habitual para esta época en La Rioja (Alvar 1976: 63).

65.

Por ejemplo, “muertos fuerent” (101) , “rogarent si pitent” (196), alaiscant (178), simulant (262).

223

Texto Glosas v133.indd 223

05/10/2020 10:38:13

En cuanto al sistema consonántico, llama especialmente la atención la reiterada falta de sonorización en las oclusivas sordas intervocálicas. Bien es verdad que, a la vista de ultracorrecciones como campas, sapiento, incentitu, etc., todo apunta a que estamos ante un rasgo de conservadurismo gráfico más que ante una efectiva falta de sonorización.

Por el contrario, la representación de los diversos resultados palatales —siempre complicada en la medida en que se trata de fonemas nuevos, inexistente en latín y para los que, lógicamente, no había grafía específica— presentan soluciones mucho más innovadoras. Las grafías que hemos analizado para algunos de estos nuevos fonemas palatales muestran soluciones que, con frecuencia, coinciden, de nuevo, con la tradición gráfica de los territorios situados al oriente de Castilla más que con los cartularios burgaleses. Más aún, la variación gráfica que alguno de estos fonemas presenta podría analizarse en términos de la falta de una tradición romance asentada; pero también es posible que estemos ante una miscelánea gráfica explicable por la presencia de varias manos. Sabemos66 que, al menos, hay dos manos: la del copista del texto que ha llegado hasta nosotros y, otra, la del autor del texto original, probablemente hermano del de San Millán (Ruiz Asencio 1993: 116). Nada nos impide pensar, además, que las glosas originales incluyeran más de una mano, lo que redundaría en el uso de grafías diversas si sus autores procedían de tradiciones gráficas distintas. Así, por ejemplo, se explicaría que, en casos en los que encontramos soluciones diferentes, las silenses coincidan unas veces con las grafías propias de La Rioja y otras con las de Navarra.

66. R. Wright (1982: 309) habla de “uno o dos copistas del este de Castilla o en La Rioja”. J. M. Ruiz Asencio (1993: 113-114)

—tras recalcar que tanto el cuerpo del texto como las glosas que han llegado hasta nosotros están copiados por la misma mano— señala que presenta claras diferencias en el sistema de abreviación entre el cuerpo del texto y las glosas, “lo cual no deja de ser chocante, si tenemos en cuenta que todo está escrito por la misma mano; en buena lógica, el copista tendría que haber uniformado el sistema de abreviación. Y si no lo hizo, debemos pensar como mejor explicación, que fue debido a una postura respetuosa —o servil— hacia el ejemplar que le servía de modelo” (ibid.: 114) . Esto mismo pudo ocurrir con el modo de copiar las glosas, que no tienen por qué representar una única tradición gráfica en el original que desconocemos y con las que el copista del texto que conocemos quizá también fue respetuoso.

224

Texto Glosas v133.indd 224

05/10/2020 10:38:13

BIBLIOGRAFÍA ALARCOS LLORACH, Emilio (1974): Fonología española, Madrid, Gredos.

ALARCOS LLORACH, Emilio (1992): El español, lengua milenaria, Valladolid, Ámbito.

ALVAR, Manuel (1976): El dialecto riojano, Madrid, Gredos.

ALVAR, Manuel (1989): “De las glosas emilianenses a Gonzalo de Berceo”, Revista de Filología Española, LXIX, 5-38.

ARIZA VIGUERA, Manuel (1979): “Notas sobre la lengua de las glosas y de su contexto latino”, Anuario de Estudios Filológicos, 2, 7-18.

BEZLER, Francis (1991): “De la date des gloses de Silos”, Revista de Filología Española, LXXI, 347-354.

BUSTOS TOVAR, José Jesús de (2004): “Las Glosas Emilianenses y Silenses”, en Rafael Cano-Aguilar (coord.), Historia de la lengua española, Barcelona, Ariel, 291-308.

Cardeña = FERNÁNDEZ FLÓREZ, José Antonio y Sonia SERNA SERNA (2017): El Becerro gótico de Cardeña. El primer gran cartulario Hispánico (1086), Burgos, Real Academia Española e Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.

CARRERA DE LA RED, Micaela (1995): “Las glosas silenses: algunas precisiones”, en Juan Salvador Paredes Núñez (coord.), Medioevo y literatura: actas del V Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, Granada, Universidad de Granada, 523-537.

CDH = Real Academia Española [en línea], Corpus del Nuevo diccionario histórico <http://www. frl.es> [última consulta: 30/02/2020].

CORDE = Real Academia Española [en línea], Corpus diacrónico del español, <http://www.rae. es> [última consulta: 30/02/2020].

DCECH = Joan Corominas y José Antonio Pascual (2012 [1980-1991]): Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid, Gredos, cd-rom.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C. (1978): Las primitivas glosas hispánicas, Barcelona, Bellaterra.

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C. (1996): “Las glosas protohispánicas”, en A. Alonso González, L. Castro RAMOS, B. Gutiérrez Rodilla y J. A. Pascual Rodríguez (eds.), Actas del III Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, Madrid, Arco-Libros, 653-666.

ENGUITA UTRILLA, José María (2004): “Evolución lingüística en la baja Edad Media: Aragón.

Navarra”, en Rafael Cano (coord.), Historia de la lengua española, Barcelona, Ariel, 571-592.

ENGUITA UTRILLA, José María (2019): “El aragonés”, en Emilio Ridruejo (ed.), Manual de lingüística española, Berlín, De Gruyter, 532-557.

GARCÍA ANDREVA, Fernando (2011): “Aportaciones filológicas a la documentación emilianense altomedieval”, Archivo de Filología Aragonesa, 67, 237-263.

GARCÍA TURZA, Claudio y Francisco Javier García Turza (1995): “La datación y procedencia de las Glosas Emilianenses y Silenses: anotaciones críticas a los nuevos planteamientos”, Brocar: Cuadernos de investigación histórica, 19, 49-64.

GONZÁLEZ OLLÉ, Fernando (1970): “El romance navarro”, Revista de Filología Española, LIII, 45-93.

HERNÁNDEZ ALONSO, César (1993): “Las glosas. Interpretación y estudio lingüístico”, y “Notas a las Glosas Emilianenses y Silenses”, en César Hernández Alonso et al., Las glosas emilianenses y silenses. Edición crítica y facsímil, 63-82 y 255-290.

225

Texto Glosas v133.indd 225

05/10/2020 10:38:13

HERNÁNDEZ ALONSO, César (1997): “Nuevas glosas romances en un manuscrito silense”, Revista de Filología Española, LXXVII, 129-138.

HERNÁNDEZ ALONSO, César et al. (1993): Las Glosas Emilianenses y Silenses. Edición crítica y facsímil, Burgos, Excmo. Ayuntamiento de Burgos.

LE MEN LOYER, Janick (2005): Léxico del leonés actual, T. 5 (D-F), León, Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro”.

MENÉNDEZ PIDAL, Ramón ([1926] 1976): Orígenes del español. Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo xi, Espasa-Calpe, Madrid, (8ª ed.).

MORALA RODRÍGUEZ, José Ramón (2004): “Grafías reales, lecturas imposibles”, en Orígenes de las lenguas romances en el Reino de León. Siglos IX-XII, Tomo I, León, Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro”, 579-636.

MORALA RODRÍGUEZ, José Ramón (2015): “Norma y variación en el romance de la documentación leonesa del siglo xiii”, en Ramón Mariño Paz y Xavier Varela Barreiro (eds.), Lingüística histórica e edición de textos galegos medievais, Verba, Anexo nº. 73, Santiago de Compostela, Universidade de Santiago de Compostela, 29-53.

Oña = (2019): San Salvador de Oña I, en Corpus Histórico del Español Norteño (CORHEN), http://corhen.es/ [consulta enero de 2020].

PASCUAL, José Antonio y Mar CAMPOS SOUTO (2014): “Las glosas silenses en el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de Joan Corominas”, en María Bargalló Escrivá, M.ª Pilar Garcés Gómez y Cecilio Garriga Escribano (eds.), “Llaneza” Estudios dedicados al profesor Juan Gutiérrez Cuadrado, La Coruña, Anexos Revista de Lexicografía 23, 335-353.

PÉREZ-SALAZAR RESANO, Carmela (1993): “Rasgos morfosintácticos y léxicos del romance navarro (primer tercio del siglo xiii)”, Príncipe de Viana, 198, 111-184.

RUIZ ASENCIO, José Manuel (1993): “Hacia una nueva visión de las Glosas Emilianenses y Silenses”, en César Hernández Alonso et al., Las glosas emilianenses y silenses. Edición crítica y facsímil, 83-118.

TORREBLANCA, Máximo (1991): “En torno a las glosas Emilianenses y las Silenses”, en Elisabeth Luna Traill (coord.), Scripta philologica : in honorem Juan M. Lope Blanch, vol. 1, 469-479.

Valpuesta = RUIZ ASENCIO, José Manuel; Irene RUIZ ALBI y Mauricio HERRERO JIMÉNEZ (2010): Los becerros gótico y galicano de Valpuesta, Burgos, Real Academia Española e Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.

WOLF, Heinz Jürgen (1996): Las glosas emilianenses, Versión española de Stefan Ruhstaller, Sevilla, Universidad de Sevilla.

WRIGHT, Roger (1982): Latín tardío y romance temprano, Madrid, Gredos, 293-309.

WRIGHT, Roger (1998): “Las glosas protohispánicas: problemas que suscitan las glosas emilianenses y silenses”, en Claudio García Turza, Fabián González Bachiller y José Javier Mangado Martínez (coords.), Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, La Rioja, 965-973.

WRIGHT, Roger (2016): “Las glosas silenses y los orígenes del romance”, en Araceli López Serena, Antonio Narbona, Santiago del Rey Quesada (coords.), El español a través del tiempo: estudios ofrecidos a Rafael Cano Aguilar, Sevilla, Editorial Universidad de Sevilla, 341-353.

226

Texto Glosas v133.indd 226

05/10/2020 10:38:13

ARTÍCULO, DEMOSTRATIVOS, PRONOMBRES Y CONJUNCIONES EN LAS GLOSAS SILENSES José Antonio Bartol Hernández Universidad de Salamanca

1. Artículo Las formas del artículo definido presentes en las Glosas Silenses nos son bien conocidas, al igual que las usadas en las emilianenses, desde que D. Ramón Ménendez Pidal las estudió en su obra Orígenes del español.

En masculino singular encontramos las formas derivadas del acusativo latino illu(m), con dos variantes condicionadas por la presencia o ausencia de preposición: con preposición lo (de lo adversario gentile, 96); sin preposición elo (elo fermo, 99), con mantenimiento de la -e inicial.

El femenino, procedente del acusativo illa(m), presenta la misma variación: la tras preposición (por la bebetura, 55); ela sin preposición anterior (ela similia, 259) En plural masculino y femenino mantienen la misma distribución: los – elos / las – elas.

Este sistema simétrico, regular, se completa con las formas contractas de las preposiciones en y con más artículo: ena, enas, eno y conos.

Singular Masculino Femenino contractas

lo la

Plural elo ela

eno - ena

los las

elos elas enas - conos

Ejemplos:

21. de la lebatione

55. por la bebetura

51. a los gentiles

99. elo fermo

174. elos predatores

259. ela similia

119. enas collituras

258. ena sota

47. eno periculo

65. conos altros 227

Texto Glosas v133.indd 227

05/10/2020 10:38:13

Lo que ha llamado la atención de los investigadores es la presencia de los derivados romances del acusativo illu para el masculino singular, en lugar de los derivados de ille que acabarán triunfando en castellano. El prof. Menéndez Pidal relacionó estos casos de lo-elo con el dialecto riojano Ambas Glosas del siglo X, representantes del dialecto riojano o del castellano influido por el de la Rioja, muestran como única forma illu, en un grado de evolución muy fijo y regularizado (Orígenes, 332).

En los documentos de Castilla el uso del artículo lo fue escaso. Menéndez Pidal (1980: 337) aporta el caso de Oña del año 1072 de lu lombu, con cierre vocálico final. A este ejemplo habría que añadir un lo documentado en Valpuesta en documento de 1050: lo foIo (Espinosa Elorza y Sánchez Lancis, 2014:252). Del documento se conservan tres copias, dos en el Becerro gótico (B y C) y una en el Becerro galicano. B, la copia más antigua es, según los editores, de hacia 1060, y en ella se lee lo. Por su parte en el texto C (de época muy cercana al anterior, del segundo tercio del XI) lo corrige por illo. El Becerro galicano del siglo XIII repone lo, de lo que podemos deducir que esa forma no le era extraña.

Aceptada la nueva datación para las Glosas, estaríamos hablando de la misma época, finales del XI, en los tres casos, Glosas, Oña y Valpuesta.

En leonés, en cambio, lo mismo que en gallego, es frecuente la presencia del artículo masculino singular derivado de illu (Menéndez Pidal, 1980: 332). Así lo vemos en la Nodizia de kesos (980): ilo, 3 casos, todos con preposición; llo, 1 caso sin preposición; ila, 3 casos, uno sin preposición y dos con ella. Se refleja una fase más antigua que la de las glosas, con presencia en 6 de los 7 casos de la vocal inicial, incluso con preposición anterior; y la presencia de la doble ll en el único caso con pérdida de vocal inicial: llo rege.

El escaso uso de lo en documentos castellanos como artículo masculino contrasta con la abundancia de la forma más antigua illo, que Menéndez Pidal (1980: 337) considera latinismo, en la documentación notarial. En el Cartulario de Valpuesta aparece en 82 ocasiones1 por una única de ille, que además mantiene el valor demostrativo latino, al ir pospuesto al sustantivo: propter dies ille en B, propter diem illam en C (doc. 50, 1036, copia segundo tercio del XI).

En el Becerro de Cardeña (copiado a finales del XI) la situación es muy parecida, abundante presencia de illo (103 ) y escasa de ille (11, incluidos su uso como pronombre y como demostrativo).

Parece que hay que deducir de estos datos, tal y como hizo el prof. Lapesa (2000: 358359) la existencia en la época de Orígenes de dos casos; por un lado, el nominativo ille > ele, el; y, por otro, el caso oblicuo procedente tanto del acusativo illum como del ablativo illo > elo, lo. Los dos se unificarían en el a mediados del XII2.

2. Demostrativos En las Glosas Silenses encontramos dos demostrativos romances: estos y akelos. La forma -iso del compuesto eleiso (129) mantiene el valor latino de identidad ‘el mismo’.

1.

Solo se computan los casos de singular, pero se tienen en cuenta tanto el becerro gótico como el galicano.

2.

Pérez González (1985:161) señala que es frecuente el uso del artículo romance el en la cancillería castellana de Alfonso VIII.

228

Texto Glosas v133.indd 228

05/10/2020 10:38:14

Estos aparece glosando al demostrativo latino hii, que como sabemos no dejó descendencia en romance, y que fue reemplazado por el de segunda persona iste, del que reriva el romance este.

87. Hii > Estos

Akelos (< *accu ille), por su parte, sirve para glosar el demostrativo anafórico latino eos, que también desapareció en su evolución al romance. Realmente, lo que hace es señalar el referente del eos; algo así como: este eos se refiere a aquellos que tornaren, verbo ya utilizado en la glosa anterior para explicar el sentido de relabuntur (de relabor). La construcción romance no traduce (lo mismo sucede en otras glosas) la latina en la que eos es el sujeto del infinitivo pasivo suspendi, completiva dependiente de placuit.

300. eos > akelos qui tornaren

3. Pronombres 3.1. Sujeto En las Glosas Silenses encontramos dos casos de pronombres sujetos. El primero es ele, presente en el compuesto ya mencionado eleiso [elešo] ( < ille + ipsum,) de la glosa mixta (latino-romance) 129, que explica el significado de per se medipsum (‘por sí mismo’). La forma romance traduce la forma latina medipsum.

129. per semedipsum > per sibi eleiso

Con el significado ‘él mismo’ esta forma, que también encontramos en las Emilianenses (glosa 138), no tuvo continuidad en romance. Sí la tuvo la forma medipsum que dio como resultado mediso, medipso… (Léxico hispánico primitivo, s.v. mediso), que, a su vez, fue sustituida por mismo, ya presente en el Cantar de Mío Cid y en la Fazienda de Ultramar.

El otro ejemplo, ellos (< ILLOS) lo encontramos en la glosa 280, en los que la forma latina presentibus en construcción absoluta con clericis es explicada por la glosa denantellos; es decir ‘estando presentes los clérigos’ > ‘delante de ellos (los clérigos)’

280. presentibus clericis > denantellos

3.2. Complemento Encontramos en las glosas tres ejemplos de clíticos de tercera persona (li, lo, las)

66. perficere sepultura eius > ke li fican 295. proibeatur > betatu lo aiat tolitu 320. uiba occidantur > las decolaren

En el primer caso es un complemento indirecto, en los otros dos se trata de complementos directos. El uso de li ( < illi), con terminación típicamente riojana, sirve para recoger el sentido del pronombre anafórico en genitivo eius.

El uso de los dos clíticos CD, por su parte, está motivado por el cambio de la construcción pasiva sintética latina a una construción activa: proibeatur y occidantur.

El pronombre se aparece en cinco glosas (1, 34, 47, 190 y 328). En tres de ellas sirve para glosar formas verbales en pasiva sintética; ejemplo de uno de los procedimientos que 229

Texto Glosas v133.indd 229

05/10/2020 10:38:14

usarán las lenguas romances para expresar la pasiva en sustitución de la pasiva sintética latina, que desapareció3.

1. aut deponatur > aut desse poncat

34. periuratus est > se periuret 328. mazerentur > se monden

En otra glosa (190) la forma verbal glosada es un futuro de subjuntivo cessaturum > se aketare; y el pronombre se recoge el sentido del se del texto latino.

190: si se promiserit cessaturum > ke se aketare

En la glosa 47, que es una glosa triple, encontramos se acertaret. El sustantivo casu latino es glosado, en primer lugar, por eno periculo y después se añaden dos formas verbales con las que el glosador pone dos ejemplos de muerte casual, una de ellas con pronombre se.

47: Qui non uoluntarię sed casu > eno periculo contemdieret se acertaret

En la glosa 306 con apariencia latina encontramos el pronombre complemento nos. La glosa sirve para explicar la forma verbal pasiva precipimur (‘somos recomendados, obligados’).

306. precipimur > nos mandamus

Para finalizar con los pronombres, en la glosa 287 encontramos el pronombre de tercera persona con preposición consico, que traduce el secum del texto latino. La forma romance se formó, como sabemos, sobre *CUM SECUM. La pérdida de conciencia de que el elemento -CUM era una preposición latina propició la adición de la preposición antepuesta4.

287: secum retinere uoluerit > consico kisieret tenere

4. Conjunciones El análisis de las conjunciones es uno de los apartados que presenta mayor interés tanto por su abundancia en estas glosas como por el hecho de que muchas se documentan por primera vez en nuestro texto. En este apartado las Glosas Silenses nos aportan mucha más información sobre el castellano de Orígenes que las Emilianenses. En estas solo encontramos un tal …que consecutivo; un ata quando (glosa 110) que traduce al donec latino temporal; y dos quemos (los dos en 115)

4.1. Completivas Se documentan en las glosas siete casos de que completivo. En la glosa 66 el ke recoge el sentido de ut completivo que aparece en el texto latino.

66: licet ut … perficere > ke li fican

En cinco casos la oración introducida por ke/que sustituye a una completiva de infinitivo en latín (190, 272, 273, 275 y 278).

3.

El otro es el uso de la perífrasis con el verbo ser, que también encontramos en las glosas (cfr.Espinosa, en este volumen)

4.

Para la expliucación fonética, véase J.R Morala en este mismo volumen.

230

Texto Glosas v133.indd 230

05/10/2020 10:38:14

190. si se promiserit cessaturum > ke se acetare 272. esse dicit > ke Iet 273. ex ei <sub>stantja esse > ke son 275. sed ex cahos emersise > ke cadiot 278. Si quis de esse agnoscitur > ke Iet menos

Finalmente, en la glosa 45 el gerundio faciendum es glosado por per fere que faciat.

45. ad homicidium faciendum consenserit > por fere ke faciat omiciero

Como sabemos, la partícula latina ut no dejó descendientes en las lenguas romances y según Hermann(1963) en el latín postclásico fue reemplazada por quod, que además extendió sus usos en el cambio de las completivas de infinitivo latinas por completivas con verbo finito en las lenguas romances5. Los usos de quod los hereda en la mayoría de las lenguas romances una partículo de pronunciación /ke/, cuyo origen fonético puede ser quid.

Caso más destacable, por extraordinario, es el uso de ca completivo en sustitución de quod tal y como vemos en la glosa 315:

315. ita precipitur quod nequaquam deberi sanguinem comedi 6> ka nicuno non deuemus

El valor completivo de la conjunción no admite dudas (además en el texto dos líneas antes hay un quia causal que no necesita ser glosado), y así ha sido analizado por los especialistas como Hermann (1963), quien destacó la singularidad del mismo, ya que en castellano7 se prefiere para este valor la conjunción que. No es este el único caso de este uso. También lo vemos en la Fazienda de Ultramar

Quant cato, vio la mugier a Samuel e dio grant voz e dixo: porque negueste ca tu eres Saul

obra en la que en ocasiones es difícil decantarse por el valor causal o completivo de ca:

E acordos Absalon con los omnes de la tierra ca los acogía bien, e levantaronlo rey en Ebron

lo que pone de manifiesto la cercanía entre los dos valores. No debemos olvidar que quod en latín posclásico se usó con los dos valores y también quia, fruto de la extensión de uso de estas dos conjunciones latinas en ese periodo.

4.2. Consecutivas En la glosa 91 aparece otro caso de que sustituyendo también a la conjunción latina ut.

En este caso se trata de un ut consecutivo en correlación con ita. Realmente lo que parece intentar explicar la glosa es la forma verbal latina insistant y se hace mediante la forma siegam, pero precedida de ese que para recoger el sentido de la frase.

91: Ita tamen ut … insistant > ke siegam

5.

Pérez González (1985:176) señala que «la conjunción subordinada sustantiva por excelencia en nuestra documentación [cancillería de Alfonso VIII] es quod”.

6.

‘así se prescribe que de ningún modo se debe comer sangre’

7.

En portugués en cambio el uso de ca coompletivo es frecuente.

231

Texto Glosas v133.indd 231

05/10/2020 10:38:14

El sentido de la construcción latina ita … ut es en este caso el de condicional compromisivo: ‘con tal de que’, ‘a condición de que’ (cfr. Bassols, 1983:319)

4.3. Temporales Son también varios los ejemplos de partículas temporales que aparecen en las Glosas Silenses.

- ata ke (que): La partícula (ata que), con preposición de origen árabe, aparece en tres glosas (210, 240 y 328), en las que se explica el usque latino ‘hasta’ o el qousque ‘hasta cuando’. El adverbio usque en la época imperial se empezó a utilizar como preposición y luego conjunción, bien en solitario o unido a quo o a dum, que también expresaba el punto final. Es de destacar la ausencia de aspiración en la preposición (cfr. Espinosa Elorza y Morala Rodríguez en este mismo volumen)

210. usque in finem > ata que mueran 240. quousque reconciliet fratri suo ata ke pacifiket 328. usque dum mezerentur > ata ke se monden

- ante ke: En la glosa 206 encontramos la conjunción temporal ante ke, formada, al igual que la anterior, por el esquema adverbio (o preposición) + que, tan productivo en la formación de locuciones conjuntivas y conjunciones, tanto en latín como en las lenguas romances. En este caso traduce al latín prius quam, formado sobre el mismo esquema, pero sin descencientes en romance, ya que fue sustituido en el periodo posclásico por antequam; antecedente de ante que.

206. prius quam > ante que8

- pos que: Fruto de idéntico esquema de formación es la conjunción pos que (leemos pues?), que en la glosa 44 traduce al latino post, que según Hermann (1963) se había convertido en una auténtica conjunción en el latín postclásico, sustituyendo a postquam. El elemento -quam fue finalmente sustituido por quod/quid dando como resultado en romance castellano pues que, que se mantuvo con este valor temporal durante toda la Edad Media

44. post satisfactionem peniteat > pos que penitieret9

- mientre y ta mientre aparecen en las glosas 205 y 226, con el valor de simultaneidad que les es propio. En la primera traduce a quando; en la segunda a quamdium (‘todo el tiempo que’, ‘mientras’). En cuanto al origen de mientre, tradicionalmente se le hacía derivar de dum interim, pero Rosa Espinosa en este mismo volumen propone: interim > entre + m(i)ente > entremiente > entremientre > (entre) mientre.

Problemática es la interpretación de ta de la glosa 226. Menéndez Pidal la pone en relación con tam interim. Hernández Alonso (1993: 283) cree que es un errror por ata. Pascual y Soto (2014), en cambio, prefieren pensar que se trata de una alteración de entremientre. Rosa Espinosa (en este volumen) parece inclinarse por la explicación pidaliana, aunque añade la relación con tamdiu, el correlativo de quamdiu

205. quando concepta est > mientre preinnaret mondo sedere 226. quandium in scelere sunt > ta mientre

8.

En la glosa 183 prius es glosado por anzes

9.

En la glosa 22 demunque post (y no solo demunque) es explicado por depuisca. En ell Léxico hispánico primitivo se propone la etimología de + postea. Para otra etimología vésase Espinosa Elorza en este nmismo volumen.

232

Texto Glosas v133.indd 232

05/10/2020 10:38:14

4.4. Causales - por ke es otro caso de conjunción formada sobre el esquema preposición + que. El glosador usa esta conjunción para glosar quod causal latino, que va precedido en el texto latino por el demostrativo eo (‘por esto’) que es glosado (85), a su vez, por una doble glosa, la primera en latín in tantum ‘de tal modo’ ‘a tal punto’; y la glosa romance por eu ende. Menéndez Pidal interpretó que el glosador iba a escribir por ende pero se equivocó en la escritura de la n, al escribir en su lugar, u; y en vez de cancelarlo añadió a continuación el elegido ende. Estaríamos, pues, ante el cambio eo por por ende (‘por ello’). Hernández Alonso (1993: 276) leyó en en lugar de eu10.

85. nec in finem dandum esse conmunionem eo > in tantum por eu ende 86. quod > por ke

Se trata, sin duda, de una glosa compleja de explicar, pues además de lo señalado, hay que decir que eo quod ya se usaba como una conjunción causal desde la época clásica. Por lo que lo esperable hubiera sido que el autor de la glosa hubiera simplemente explicado eo quod como porque

4.5. Concesivas En la glosa 281 la conjunción maguer que (< makarie) traduce a la conjunción concesiva latina quamvis, que no deja descendiente en romance. Se trata de la primera de una conjunción concesiva que se documenta en castellano; y es la más frecuente hasta finales del XIII.

281. Mulier quamuis docta > macare ke siegat doctrinata

4.6. Condicionales Encontramos en varias glosas la conjunción condicional si, pero en la mayoría de los casos se trata de glosas latinas (27, 75, 133, 196). Solo la 252 parece romance: menos si fueret, que explica el significado de defuerit. El orden de las palabras de la glosa puede despistar, ya que se trata de fueret menos ‘faltar’ (Léxico hispánico primitivo, s.v. menos). Se trata de un esquema condicional que será muy frecuente en la Edad Media: Si tuviere, heredero de las condicionales latinas con prótasis en pretérito perfecto de subjuntivo.

Me interesa, para terminar, especialmente la glosa latina 75. En este caso se trata de glosar el adverbio latino alioquin ‘de otra manera’, y lo hacen con un sinon condicional. Un ejemplo claro de valor procondicional que tienen estas locuciones adverbiales de manera, y que heredan sus descendientes romances: otramente, de otra manera, de otra guisa, autrement, altramenti...

75. alioquin > sinon

5. Conclusiones Las Glosas Silenses, junto a las Emilianenses, constituyen la principal fuente para el conocimiento de la morfología y la sintaxis del romance del siglo XI. Y las primeras son im-

10.

Otra interpretación puede verse en el artículo de Espinosa Elorza en este mismo volumen

233

Texto Glosas v133.indd 233

05/10/2020 10:38:14

prescindibles para conocer el sistema de conjunciones de subordinación romance y los cambios producidos en su evolución. En ellas encontramos conjunciones romances como que y ca (completivas), que (consecutiva), ante que, ata que, pos que, mentre (temporales), porque (causal), macare que (concesiva) y si (condicional). Ningún texto anterior al Cantar del Mío Cid nos da tanta información.

Así mismo constatamos la desaparición de construcciones y/o palabras latinas y su cambio por las romances: pasiva sintética, completivas de infinitivo, sustituidas por pasiva con se y con completivas con que, respectivamente; la desaparición de los demostrativos hic e is; la de las conjunciones latinas ut, quamvis, quod y la de preposición usque. Así mismo, comprobamos la plenitud en el funcionamiento del esquema preposición + conjunción (que) en al formación de los nexos conjuntivos romances.

234

Texto Glosas v133.indd 234

05/10/2020 10:38:14

BIBLIOGRAFÍA BASSOLS DE CLIMENT, M. (1980 7ª) Sintaxis latina I y II, Madrid, CSIC. Corde = Real academia Española [en línea]: Corpus diacrónico del español, <http://www.rae.es> [última consulta: 3/2/2020].

ESPINOSA ELORZA, R.. Mª. y C. Sánchez Lancis, (2014), “Determinantes, personales e inderinidos en los Cartularios de Valpuesta, en Los Cartularios de Valpuesta, Eds. J. A. Bartol Hernández, A. Álvarez TEJEDOR y J. R. MORALA, Salamanca, Luso-Española de Ediciones, Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y Universidad de Salamanca, pp. 245-282.

FERNÁNDEZ FLÓREZ, José Antonio y Sonia Serna Serna (2017), El becerro gótico de Cardeña. El primer gran cartulario hispánico (1086), Burgos, Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y Real Academia Española.

HERNÁNDEZ ALONSO, César (1993): “Las glosas. Interpretación y estudio lingüístico”, y “Notas a las Glosas Emilianenses y Silenses”, en Hernández Alonso, César et al.: Las glosas emilianenses y silenses.

Edición crítica y facsímil, pp. 63-82 y 255-290.

HERNÁNDEZ ALONSO, César et al. (1993): Las Glosas Emilianenses y Silenses. Edición crítica y facsímil. Burgos: Excmo. Ayuntamiento de Burgos.

La Fazienda de Ultramar, ed. de MOSHÉ LAZAR, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1965.

La Nodizia de kesos, ed. de José Ramón MORALA RODRÍGUEZ, en I. Velazquez Soriano, José R. Morala y J.M. Ruiz Asencio, Los origenes del español (documentos), Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, 2005, 17-24.

LAPESA, R., “Del demostrativo al artículo”, en Estudios de morfosintaxis histórica del español, Eds. R. CANO y M. T. ECHENIQUE, Madrid, Gredos, 2000, pp. 360-387.

Léxico hispánico primitivo (siglos VIII al XII), ed. por Manuel Seco. Madrid: Espasa (2003).

MENÉNDEZ PIDAL, Ramón ([1926] 1980): Orígenes del español. Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo XI. Madrid: Espasa-Calpe (9ª ed.).

PASCUAL, José Antonio y Mar CAMPOS SOUTO (2014): “Las glosas silenses en el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de Joan Corominas”, en María Bargalló Escrivá, Mª Pilar Garcés Gómez y Cecilio Garriga Escribano (eds.): “Llaneza” Estudios dedicados al profesor Juan Gutiérrez Cuadrado. Coruña: Anexos Revista de Lexicografía 23, pp. 335-353.

PÉREZ GONZÁLEZ, Maurilio (1985), El latín de la cancillería castellana (1158-1214), Salamanca, Universidad de Salamanca.

Real Academia Española (2013-): Nuevo Diccionario Histórico del Español (Ndhe) [en línea] <http:// web.frl.es/DH> RUIZ ASENCIO, José Manuel (1993): “Hacia una nueva visión de las Glosas Emilianenses y Silenses”, en Hernández Alonso, César et al.: Las glosas emilianenses y silenses. Edición crítica y facsímil, pp. 83-118. galicano de Valpuesta RUIZ ASENCIO, José Manuel, Irene RUIZ ALBI y Mauricio HERRERO JIMÉNEZ (2010), Los becerros gótico y galicano de Valpuesta, Burgos, Instituto Castellano y leonés de la Lengua y Real Academia española SECO, Manuel (ed.) (2003), Léxico hispánico primitivo (siglos VIII al XII), Madrid: Espasa

235

Texto Glosas v133.indd 235

05/10/2020 10:38:14

Texto Glosas v133.indd 236

05/10/2020 10:38:14

MORFOLOGÍA Y SINTAXIS EN LAS GLOSAS SILENSES: INDEFINIDOS, RELATIVOS, VERBOS, ADVERBIOS Y PREPOSICIONES Rosa María Espinosa Elorza Universidad de Valladolid

El objetivo de este capítulo es revisar las formas correspondientes a cinco categorías gramaticales (indefinidos, relativos, verbos, adverbios y preposiciones) para de señalar las características de los elementos que se integran en cada una de ellas y tratar de descubrir el origen de algunos términos que todavía plantean problemas a los filólogos, sobre todo en el sistema adverbial, más concretamente en glosas que utilizan elementos fundidos con mientre (tamientre, fuerte mientreza) o misteriosas expresiones como alquantre o algodre, entre otras.

1. Indefinidos En Espinosa y Sánchez Lancis (2006 y 2014) dividimos los cuantificadores en universales o fuertes (por un lado, los que indican totalidad: OMNIS, TOTUS, UNIUERSUS, CUNCTUS…; y, por otro, los generalizadores compuestos: QUICUMQUE, QUISQUIS, QUISQUAM, QUISPIAM, QUISQUE, QUIDAM, QUILIBET, QUIUIS…) y no universales o débiles, que incluyen los de existencia: QUIS, QUI, ALIQUIS, ALIUS, ALTER, y los de inexistencia: NEMO, NULLUS... En estas glosas se utilizan formas distintivas de estos dos grandes grupos.

1.1. Entre los universales o fuertes hallamos el de totalidad toto/a(s), originado en TOTUS, -A, -UM ‘todo entero’, en correspondencia con los distributivos OMNIA ‘todas las cosas y cada una’ (1a) y SINGULI, -AE, -A ‘uno por uno’ (1b), y con el adverbio PENITUS ‘totalmente’ (1c), y el generalizador compuesto guaabis (2), por qualvis, formado por qual y la segunda persona del presente del verbo UELLE, con el significado de ‘cualquiera (que sea)’. En este caso, la formación clásica QUALISLIBET, QUALELIBET ha sustituido el elemento verbal por UIS –Menéndez Pidal (1926/1980: §69.3) remite QUALISVIS al bajo latín–, reemplazado, a su vez, por QUAERIT, con el resultado qualquier(e).

(1) a. omnia exercere 121[manda pro fere totas cosas] b. per singulos 233[por totos] annos c. quia carnem cum sanguinem nequaquam deuere penitus 311[con toto] comedi (2) in licore 333[en guaabis bebetura] ‘en cualquier bebida’

1.2. Entre los no universales o débiles, se documenta uno de existencia con significado de alteridad: altro/a(s). Frente a ALIUS ‘otro entre varios’, ALTER significaba ‘otro entre dos’.

237

Texto Glosas v133.indd 237

05/10/2020 10:38:14

La forma del segundo triunfa con los significados de ambos. En los dos primeros ejemplos altros/-as glosan CETERI, -AE, -A ‘los otros’, ‘todos los demás’, ‘el resto’ (3a). En el último caso, el adverbio INVICEM (inbicem en la glosa nº 138) ‘recíprocamente’, ‘mutuamente’ se corresponde con la expresión uno con altro (3b).

(3) a. ceteris 65[conos altros] et animalia cetera 323[altras] b. Pueri aduleʃcentes se inbicem coinquinantes 138[uno con altro sese inquinaren] Los pronombres de existencia QUIS o ALIQUIS ‘alguno’ coexistieron con el compuesto ALICUNUS, cuyo correlato negativo de inexistencia fue NECUNUS (lat. clás. NEMO), cuyo resultado se observa en estas glosas: nicuno (4).

(4) quod nequaquam deberi 315[kanicuno non deuemus] sanguinem comedi

1.3. Un caso especial es el del interrogativo QUANTUS, que “adquirió por debilitación una acepción análoga a la de un indefinido de cantidad” (Elvira 1986: 108). Quanto/a(s) se emplea dos veces en los textos que analizamos: en la primera de ellas glosa QUAECUMQUE ‘cualquiera que’, que no indicaba cantidad (7a), y en la segunda hace referencia a QUOT (7b), en la correlación TOT… QUOT ‘tantos… cuantos’.

(5) a. Quecumque 79[quantas] mulieres b. quot 155[quantos] diebus nubit tot quadragenis diebus peniteat Aunque es no muy variado el panorama que ofrecen los indefinidos, se observan representantes de todos los apartados de la clasificación propuesta.

2. Relativos 2.1. Qui Como afirma Menéndez Pidal (1926/1980: §69.1), “en las Glosas el sujeto es qui, lo mismo para singular que para plural” (6a), mayoritariamente sin la presencia del lat. QUI en el texto latino. Suele aparecer sin antecedente explícito, salvo en dos ocasiones: elos y akelos (6b).

(6) a. Ignorans 17[qui non sapiendo] catecumini 28[qui est nominatus pro babtizare] sortilegos 110[qui dat sortes] exercent 116[qui facen] exquirunt 117[qui demandan] euntes 249[qui ban ido] et monstruose 261[qui tingen lures faces] Qui… consenserit 354[qui quisieret] b. qui denati sunt 69[elos qui naiʃeren] Eos 300[akelos qui tornaren] El nominativo QUI evolucionó a qui y a que. La primera variante permaneció hasta el siglo XIV en la zona norte de Castilla y La Rioja, como observan Ridruejo (1977) en su estudio sobre Berceo y Elvira (1989) en un análisis más amplio. La presencia de la variante qui es, por lo tanto, lo esperado en la zona de Silos.

238

Texto Glosas v133.indd 238

05/10/2020 10:38:14

2.2. Qual Qual nace a partir de QUALE, con decoloración completa de su significado cualitativo originario, proceso que explica Elvira (1985) hasta que llega a funcionar como relativo explicativo).

Hasta el siglo XIII no se encuentran casos con artículo (Menéndez Pidal 1926/1980: §69.2, Lapesa 2000: 391), hecho que se evidencia en estas glosas (7).

(7) et omnia que extraxerit 41[quales tolliot] cui reus fuerit 104[quale factu fueret / que gerranza fueret] nisi quem reliquid 184[usque quale laiscaret] Quicumque 193[quales elos qui] Nótese la equivalencia de quales y elos qui en el último ejemplo (glosa nº 193). Frente a elos qui, donde elos presenta función nuclear (es un pronombre) e independencia de los elementos, quales es “un solo instrumento sintáctico donde el carece de todo valor autónomo” (necesita un antecedente expreso y sus dos elementos nunca han permitido interpolaciones). Con el tiempo, ambas formaciones han tendido a parecerse, pudiendo utilizarse el qui/que con antecedente expreso y sin posibilidad de separarse (Lapesa 2000: 391). Posiblemente, la presencia del artículo se deba a influjo del francés lequel, laquelle (Harris 1978: 208, 211-213). Remitimos a Herrero (2005: 153) y a Girón (2002 y 2004: 645) para su historia posterior.

3. Verbos 3.1. Formas no personales 3.1.1. El infinitivo “conserva siempre su –e” (Menéndez Pidal 1926/1980: §72.1). Debemos resaltar el hecho de que los clásicos ESSE o FERRE se glosan con SEDERE y LEUARE, respectivamente, formas que dieron lugar a los términos correspondientes en romance.

La mayoría de los infinitivos activos se corresponden con infinitivos activos en el texto latino (8a), pero hay algunos infinitivos pasivos que lo hacen con activos (8b).

(8) a. interficere 58[matare] esse 72[sedere] esse 238[sedere] adtendere 120[scuitare] ballare 250[cantare] saltare 251[sotare] ferre 351[leuare] b. debet excludi 161[separare uel laiscare] deuent flentes recuperari 216[emendare] Hay infinitivos glosados con formas personales (9a) –“claro es que el infinitivo ESSE no es comprendido por los que sólo hablan vulgar, y exige una glosa” (Menéndez Pidal 1926/1980: § 72.1), con la diptongación de la vocal de ĔST, habitual en esta zona: ĔST > *ĔT > Iet [jé] (Menéndez Pidal 1926/1980: § 73.3)– y formas personales glosadas con infinitivos (9b).

239

Texto Glosas v133.indd 239

05/10/2020 10:38:14

(9) a. esse 272[ke Iet] deesse 278[ke Iet menos] esse 273[ke son] carnem cum sanguinem nequaquam deuere 310[non debemus] penitus comedi b. peragitur 344[fere catare] Parece que en (10) el sustantivo aborsum por abortum (lat. clás. ABORTUS, participio de ABORIRI) en la oración HII QUI ABORSUM FACIUNT, lit. ‘estos que hacen aborto’, se glosa con el infinitivo no clásico ABORTARE para conseguir el sentido más preciso de ‘hacen abortar’.

(10) qui aborsum 88[abortare] faciunt 3.1.2. Los gerundios o gerundivos suelen ir glosados con gerundios (11a) o con la expresión por + infinitivo (11b); en el caso de manducaret hay un error: la –t no etimológica.

Lo más extraño es que aparezca un participio tolitus (11c), del latín vulgar *TOLLITOS ‘levantados’, ‘quitados’, en latín clásico SUBLATOS, con referencia al gerundio ABSTINENDOS. (11) a. tribuendo 146[donando] referendo 358[clamando] b. deuorandum 4[por manducaret] ad homicidium faciendum 45[por fere ke faciat omiciero] c. abstinendos 186[tolitus] 3.1.3. Los participios de presente se evitan en las glosas. Ya lo observó Menéndez Pidal (1926/1980: §72.4): “el gerundio sustituye al participio de presente” (12a), pero también se emplean formas verbales personales (12b).

(12) a. Ignorans 17[qui non sapiendo] ignorans 134[non sapiento] ignorans 339[non sapiendo] ignorante 32[non sapiendo] ignoranti 341[[non] sapie[ndo]] absente 83[luenge stando] reuertente 160[retornando] lacerantes 326[tradecando] b. reliquens 3[elaiscaret] Si ignorans 27[si non sapet] uota habens 152[promissione ficieret] euntes 249[qui ban / ido] 3.1.4. Los participios de pasado del texto latino se corresponden normalmente con participios de pasado en las glosas (13a), pero en una ocasión se utiliza la expresión por + infinitivo (13b).

(13) a. relictis 53[Iectatis] armis sequestratus 59[separatus] capte 162[presa] b. ducatu 50[por ducere] 240

Texto Glosas v133.indd 240

05/10/2020 10:38:14

3.2. Formas personales de la voz activa 3.2.1. En indicativo únicamente se utilizan presentes, glosados con presentes (14a), y pasados simples, glosados con pasados simples (14b). Sin embargo, hay dos casos en los que otras formas verbales (extraxerit o geminauerit, terceras personas del futuro perfecto de indicativo o del perfecto de subjuntivo) se hacen corresponder con pasados simples (14c).

No se documentan formas del futuro simple de indicativo, tiempo presente en las Glosas Emilianenses.

(14) a. abluit 24[labat] Qui prebent 49[ministrent sierben] Debería ser ministrant et partus [filioʃ] negant 81[occidunt mata] tradit 95[dat et donat] Non liceat 118[non conbienet] non respuit 123[laiscare faket] Qui detrait 124[cuesta prendet] uel conʃentit 125[sientet ʃcuita placet] derelinqunt 178[alaiscant] nec… oportet 228[non conbienet] gestiunt 260[faciunt] fingunt 262[simulant] exercent 264[faciunt] emulat 266[figurat] consulat 267[interrogat] ita precipitur 314[asi mandat] b. emersise 275[ke cadiot] projbuit 318[betait] c. et omnia que extraxerit 41[quales tolliot] restituat geminauerit scelus 86[duplicaot] 3.2.2. El subjuntivo está más representado en las Glosas Silenses, tanto en presente (15a) como en futuro, en correspondencia tanto con las formas latinas que dan lugar a este tiempo: futuro perfecto de indicativo, pretérito imperfecto de subjuntivo y pretérito perfecto de subjuntivo (Andres-Suárez 1994: 116) (15b), como con otras formas verbales (15c). Según Menéndez Pidal (1926/1980: §76), “Priebsch (1895: 20) advirtió en las Glosas Silenses cierta predilección por el Futuro Subjuntivo, ya que lo usan para traducir un indicativo natural: «qui denati sunt: elos qui naiserenso» 69. También lo usan en vez de un presente de indicativo: «comunicat: intretieret»18, o en vez de presente de subjuntivo: «pos que penitieret» 44 ‘desde que haga penitencia’»”.

(15) a. ne fiat 29[siegat]. habeantur 227[siegant] nec audeat 244[non siegat osatu] Siega(n)t (< SEDEA(N)T), con Ĕ que diptonga ante yod (cast. sea(n)). restituat 42[tornet] deducantur 63[lieben adduitos leuatos] nunquam accedant 127[non aplekan]. Debería ser apleken. accedat 241[non aplekat] Debería ser apleke. “El indicativo en vez del subjuntivo […] Creo es rasgo dialectal del Oriente de la Península” (Menéndez Pidal 1926/1980: §76). ne ducat 182[non prencat] 241

Texto Glosas v133.indd 241

05/10/2020 10:38:14

“Muy frecuentemente en las Glosas aparece la g ensordecida por ultracorrección”; “muy usual en textos aragoneses posteriores” (Menéndez Pidal 1926/1980: §73.2). extimet 212[cogitet speret] habeat 218[aIat] quousque reconciliet 240[ata ke pacifiket] augeat 269[oset fac] AUGEAT ‘aumente’, ‘acreciente’, quizá entendido como AUDEAT ‘ose’; FAC, imperativo de FACERE. b.

deuenerit 5[non aflaret] Qui autem consenserit 35[castigatore fueret conʃiliu dederit] furatum fuerit 37[furtus ficieret] Qui sepulcrum uiolaberit 39[denudauerit rapi pre]

“Priebsch lee rapi[naret], pre[aret]; pero entre rapi y pre no hay espacio alguno para letras borradas, y después de pre tampoco se ve señal de escritura borrosa” (Menéndez Pidal 1926/1980: 13, n. 2). duxerit aut transmiserit 43[zetare corri] consenserit 46[caʃtigaret et consilio malo dederit] oppreʃʃerit 67[premieret] uiolaberit 77[forzaret toret] intulerit 78[leuaret] conceperit 84[inpreinnaret] negat 105[non quisieret dare] concupiserit 132[desiderio auieret] Si quis dormiens in eclesia semen fuderit 133[por ad aqua si ficieret] se duxerint 142[leuaren] si genuerit 145[parieret] nubserit 147[Iuntaret] uota habens 152[promissione ficieret] rapuerit 173[rapinaret] se copulaberint 180[ajuntaren presierent] reliquerit 181[laiscaret] Qui dimiserit 185[laiscare] primiserit 189[prometieret] reliquierit 203[laiscaret] dereliquerit 234[laiscaret] comiserit 242[miscieret] fundaberit 243[firmaret ficieret] Si… defuerit 252 [menos si fueret] exercuerit 265[escieret] arserit 268[ardieret] obtulerit 279[offerieret] sumserit 335[manducaret] uiolauerit 337[frangeret] ederit 338[manducaret] Qui… consenserit 354[qui quisieret] c. Qui ducit alium in periurium 31[et ficieret mentira] Si innocens coactus 33[apretaret complulsus uel constrictus] 242

Texto Glosas v133.indd 242

05/10/2020 10:38:14

Pueri adulescentes se inbicem coinquinanteʃ 138[uno con altro sese inquinaren] ut benundet 144[uendieret] poscunt 196[rogarent si pitent] alat 235[pasceret gobernaret] non confitetur 270[manifestaret uel predicaret] Únicamente se ha utilizado en el texto latino una perífrasis activa de participio de futuro VIVITURUS -en vez del clásico VICTURUS (Du Cange 1883-1887: s. v. viviturus)- + ESSE, que no se glosa con una perífrasis del tipo ir a + infinitivo o haber a/de + infinitivo, sino con futuro de subjuntivo (16). Para Bassols (1976: I, §367), esta perífrasis podía expresar varios significados: ‘intención’ (modalidad dinámica), ‘obligación’ (modalidad deóntica), ‘posibilidad’ o ‘probabilidad’ (modalidad epistémica), ‘inminencia’ (aspectualidad) y, a partir de este, adquirió “en latín arcaico y decadente” el de futuro simple”, como también afirman Grandgent (1970: §106) y Palmer (1984: 171) para el latín tardío vulgar. En esta glosa presenta el valor de futuro, pero el de subjuntivo: ‘si el que ha recibido la penitencia viviere, observe penitencia’ (16) si autem penitens uibiturus est 108[uibire] obseruet penitentiam

3.3. Formas personales de la voz pasiva Lo más habitual es encontrar la perífrasis con ser en presente de indicativo (17a), en presente de subjuntivo (17b) y en futuro de subjuntivo (17c).

(17) a. ita constitutum 317[mandatu Iet] b. comburatur 9[kematu siegat] abluantur 11[labatu siegat] tali Iudicio damnetur 36[desonoratu siegat Iudicatu] deponatur 76[tolito siegan] prybandi ʃunt 165[tornato siegat] pellantur 175[retratu siegan] excludantur 179[separatu siegant] mancipentur 209[puesto ʃiegan] recipiantur 303[non siegan preʃas] expurgentur 330[labatu siegan reglato] non inquinetur 331[non siegat jnquinata polu] c. produtum 8[aflatu fueret] uexatus 64[focato fueret] puniuntur 101[muertos fuerent] non fuerit agendi 291[dicere preso fueret] stranguilantur 319[finiuntur strangulatos fuerent] strangulantur 324[sofocatos foren] Qui sponte lapsi sunt 94[de uoluntate cadutu fueret] fuerit lapsus 192[kadutu fuere] in adulterio Los dos últimos ejemplos presentan participios en –utu. Una forma latina como *TENUTU dio también resultado en italiano (tenutu), rumano (ţinut), francés (tenu), occitano (tenut > tengut) y catalán (tenut > tengut > tingut) (Pérez Saldanya 1998: 249-250). Malkiel (1992: 13 y 15) relaciona su vitalidad en el norte de la península ibérica con el “contacto –ora marítimo, ora terrestre- con el galorrománico” y su pérdida con el éxito del “uso caricaturesco” de algunos adjetivos, como barbudo, barrigudo, bigotudo, bocudo, velludo, cabezudo, cornudo, 243

Texto Glosas v133.indd 243

05/10/2020 10:38:14

cejudo, dentudo…”. En consonancia con la idea de Malkiel están Feliú y Pato (2005: 456), para quienes la homofonía entre los participios y los adjetivos en –udo se deshizo a favor de los adjetivos. Tanto Lloyd (1989: 499) como Sánchez González de Herrero (2002: 160) creen que, al perderse la influencia cultural ultrapirenaica, se fue olvidando este participio a favor del habitual en –ido, lo que no impidió el incremento en la lengua coloquial de los adjetivos en –udo, tesis con la que estamos de acuerdo.

A veces solo se glosa el participio (18) y en otras ocasiones encontramos una construcción pasiva en el texto latino y otra no pasiva en la glosa (19).

(18) fuerit abducta 159[leuata] (19) uexatur a demonio 292[demoniatico fueret] proibeatur 295[betatu lo aIat tolitu] uiba occidantur 320[uiba las decolaren] precipimur 306[nos mandamus] quod usque resurrectionem Domini celebratur 342[por celebrare uel catare] peragitur 344[fere catare] tenditur 345[tienet por teneret] continetur 347[partierem] También se documenta la pasiva con se, pero únicamente en cuatro ocasiones (20).

(20) aut deponatur 1[aut desse poncat] periuratus est 34[ke se periuret super so cosa] cessaturum 190[ke se aketare] dum mazerentur 328[ata ke se monden] Como era esperable, los verbos deponentes aparecen glosados con formas activas (21).

(21) nasceretur 271[naisceset]

3.4. Perífrasis verbales Solamente se utilizan dos perífrasis con verbos modales. En la primera de ellas, deóntica, se observa el uso de HABERE por DEBERE (22a), cambio posible, ya que en latín también se empleaba la perífrasis HABERE + infinitivo con significado de ‘obligación’ (Yllera 1980: 92). En la segunda, dinámica, se glosa la forma conjugada del verbo UELLE con el futuro de subjuntivo de querer, procedente de QUAERERE (22b).

(22) a. uel parere debuerat 71[abierat] b. secum retinere uoluerit 287[consico kisieret tenere] 4. Adverbios La mayor parte de los adverbios no ofrecen problemas respecto a su etimología, pero respecto a algunos todavía no se han puesto de acuerdo a los investigadores, razón por la cual nos detendremos más en ellos.

4.1. De lugar En una de las glosas se observa la evolución de LONGE ‘lejos’ a luenge (23a) (cast. lueñe).

En otra se documenta la presencia del adverbio EO ‘por esto’ en un sintagma prepositivo: por 244

Texto Glosas v133.indd 244

05/10/2020 10:38:14

eu (23b), representando el concepto de la causa como trayecto. El sentido causal se muestra también en ende, procedente de INDE ‘de allí’, expresión que lleva al concepto de la causa como origen.

(23) a. absente 83[luenge stando] b. Eo 85[in tantum / por eu ende] 4.2. De cantidad y tamaño (relacionados con el espacio) Tanto MAGIS (24a) como MAIUS (24b) son comparativos de MAGNUS ‘grande’. En el texto latino AMPLIUS es comparativo de AMPLE ‘ampliamente’ y ULTERIUS de ULTRA ‘del otro lado’, ‘del lado de allá’.

(24) a. si amplius 13[si magis uertieret] b. amplius 128[maIus] peniteat c. et ulterius 148[maIus] ad conIugium non accedat 4.3. Contraargumentativos Los contraargumentativos utilizados también están relacionados con el espacio. AUTEM ‘por otra parte’, por su parte’ glosa PRORSUS ‘adelante’ (25a) y ALIOQUIN ‘por otra parte, ‘a otro respecto’ (25b); RURSUS ‘a la inversa’, ‘por el contrario’ (25c) tiene que ver con AUTEM en el texto latino, aunque Menéndez Pidal (1926/1980: 11, n. 1) lo toma como “nota marginal […], que por estar de letra diferente de la de las glosas, y por completar el sentido del texto latino, no la considero como glosa”.

(25) a. prorsus 225[autem] b. alioquin 232[autem] alioquin 363[autem] c. Si autem conuersus se inebriauerit 5[rursus] 4.4. De tiempo El adverbio mientre (26), que en la expresión conjuntiva mientre que se reanalizó como conjunción, lo que implicó la elisión de que, no procede, como se asegura tradicionalmente, de DUM INTERIM, sino que es resultado de la reacción ante un conflicto de homónimos: INTERIM > entre / INTER > entre. El primer entre se hipercaracterizó como adverbio mediante el sufijo –m(i)ente: entrem(i)ente. La vibrante del primer elemento se contagió al segundo: entremientre y, finalmente, se produjo un falso corte: (entre)mientre (Mora 2011: 137). El propio Menéndez Pidal en Orígenes (1926/1980: §77.3, n. 2) aporta pruebas al señalar el antiguo portugués entrementes, con –s adverbial analógica. y Mora (2011) lo encuentra en francés antiguo: Et entrementre qu’il emplissoit l’autre, à tant es vos le sanglier! (Anónimo, Roman des sept sages, traducido hacia 1210 por Herbert), y en textos gallegos del siglo XIII: e estén y entremente y quisieren estar (Anónimo, Compostellanum, 1289. También existe en judeo-español: Agora dešemoz esto entrementres el padre, rrey ke es, di loz mancebos ambizó ke lus fižu ssuyus si kazaron.

(26) quando concepta est 205[mientre preinnaret mondo xedere] Las Glosas Silenses muestran la variante tamientre (27), que Menéndez Pidal (1926/1980: §77.3) ubica entre “curiosos ejemplares de formas raras o desconocidas” y explica como derivada de TAM INTERIM, con fusión de la nasal final de tan con la inicial de mientre.

(27) quandium 226[tamientre] 245

Texto Glosas v133.indd 245

05/10/2020 10:38:14

Se pensó en la preposición ata, idea que rechaza Menéndez Pidal en el párrafo mencionado, y cita un ejemplo de tan mientre de los Fueros de Medinaceli (28a) y otro de en tan amientre en el Libro de Apolonio, “forma muy repetida en el Toledano abreviado (Bibl. Nac. Ms. 10046)” (28b). El gramático Correas todavía menciona tan mientras y tan en mientras en el siglo XVII (29).

(28) a. Qui ouiere rencura de so portellado, tomel sobre levador, tal que sea sobre levadora tan mientre que con él soviere (Anónimo, Fueros de Medinaceli, h. 1125, CORDE) b. et entanamyentre morio el rey (29) Adverbios de tienpo. Oi, aier, anteaier, ó antier, trasantier, manaña, pasado mañana ó esotrodia, tarde, tenprano, aora ó agora, antes, despues, dende, desde, hasta, entonzes, entanto, entretanto, mientras, en mientras, tan mientras, tan en mientras… (Gonzalo Correas, Arte de la lengua española castellana, 1625, CORDE) Aunque en la glosa tamientre se refiere a quandium en el texto latino, la forma tan lo relaciona directamente con el otro término de la correlación TAMDIU ‘todo el tiempo que’, ‘mientras que’ (Espinosa en prensa).

(QUAMDIU) … TAMDIU ↓ tan mientre (s. XII) tan demientre (s. XIII) tan demientra (s. XIII) tan amientra (s. XIII) tan demientras (s. XVI) tan en mientras (s. XVII) El adverbio comparativo PRIUS ‘antes’, también presente en la expresión subordinante PRIUSQUAM, aparece como anzes (30a) y ante (30b). Ante se originó en ANTE ‘delante’, ‘antes’ y ante que en ANTEQUAM, con la sustitución habitual de QUAM por QUID. (30) a. prius 183[anzes] b. priusquam 206[ante que] El adverbio latino DEMUM ‘entonces por fin’, ‘al final’ aparece glosado con de puisca (31a), evolución de POSTQUAM para Menéndez Pidal (1926/1980: §77.5), en fr. depuis.

QUAM pudo evolucionar a ca, como en (31a), o ser sustituido por QUID, de donde posque (30d). También se glosa DEMUM con postea (31b), lat. POSTEA ‘después de esto’, ‘después’; y con deinde (31c), siendo INDE ‘desde allí’, ‘desde entonces’.

(31) a. b. c. d.

De munque 22[de puisca] demunque 151[postea] Et ita demum 98[deinde] officio post satisfactionem 44[posque penitieret]

SEMEL ‘por una vez’, ‘una vez’ se explica con el sintagma romance una uece (32).

(32) semel 191[una uece] El adverbio originariamente temporal IGITUR ‘entonces’, ‘luego’ se empleó en latín clásico como consecutivo, de ahí la glosa deinde (33).

(33) igitur 304[deinde] 246

Texto Glosas v133.indd 246

05/10/2020 10:38:14

No hay límites precisos entre el modo y el tiempo. El adverbio de modo PERPETIM ‘continuamente’, ‘sin interrupción’ se glosa con el temporal SEMPER ‘siempre’ (34a). Asimismo, SUBITO ‘de súbito’, ‘de repente’ se relaciona con STATIM ‘al instante’ (34b), como CERTATIM ‘con empeño’, ‘a profía’ (34c).

(34) a. perpetim 364[semper] b. subito 214[statim ora] c. certatim 357[statim ora] 4.5. De modo ITA fue sustituido por SIC, origen de así (35a). PROLIXIUS ‘más generosamente’ y el adverbio no clásico SATIABILITER ‘saciablemente’ se glosan con sintagmas prepositivos: por luenga (35b) –por luengas en el Libro de Acedrex (Menéndez Pidal 1926/1980: §77.3)- y por fartare (35c), respectivamente.

(35) a. ita precipitur 314[asi mandat] b. prolixius 149[por luenga] satiabiliter 336[por fartare] Los adverbios llamados “largos”, con el semisufijo –mientre, están representados en las Glosas Silenses (36a). En una ocasión aparece una supuesta variante –mientreza (36b), que le produce dudas a Menéndez Pidal (1926/1980: §77.4): “hay aquí una terminación –za que nos es inexplicable”; “más probable es que […] se trate de una errata”. En nuestra opinión, puede que haya una grafía z por c, como en términos presentes en otras glosas: 207[a la zierta], frente a 200 [eras cierto], y tengamos que considerar la estructura comparativa (TAM)… QUAM: (tan) fuerte mientre ca.

(36) a. caste 20[munda mientre] adgrabans 100[grabe mientre] rite 350[studiosamientre] b. uiolenter 131[fuerte mientreza] Respecto a otros adverbios o expresiones adverbiales, según García Turza (2004: 19), “ni siquiera se ha esbozado la función léxico-semántica o gramatical de glosas diacrónicamente raras ya que no han gozado de continuidad literaria o documental. Esta circunstancia nos priva de una definición precisa de su perfil lingüístico”. Cita, entre otras, alquieras y algodre, pero también es compleja la explicación de alquantre, alguandre. Sobre todas estas nos detendremos a continuación.

FORSITAN, lit. ‘acaso sea la suerte’, ‘quizá’, dependiendo de la interpretación que se le haya dado, aparece glosado como alqui eras cierto (37) en esta edición o como alquieraʃ cierto en la de Menéndez Pidal (1926/1980: §77.3), quien, considerando cierto como adverbio, de CERTO ‘sin duda’, piensa en *ALID QUAERAS CERTO ‘algo preguntes/preguntarás sin duda’. Sin embargo, existe el adverbio ALIQUI ‘de algún modo’, como en (38), por lo que proponemos la hipótesis ALIQUI QUAERAS CERTO ‘de algún modo preguntarás sin duda’. En nuestra opinión, en la glosa nº 200 se han fundido la segunda sílaba de ALIQUI, alqui y la primera de quieras. Por lo tanto, antes de producirse la haplología, tendríamos alqui quieras cierto.

(37) forsitan 200[alqui eras cierto] / [alquieraʃ cierto] (Menéndez Pidal) 247

Texto Glosas v133.indd 247

05/10/2020 10:38:14

(38) quamquam ego tibi videor stultus, gaudere me aliqui volo (Plauto, Truculentus, 5, 30) ‘aunque te parezca que soy tonto, quiero alegrarme de algún modo’.

Alquantre (39) parece glosar NUNQUAM ‘nunca’, pero la etimología ALIQUANDO ‘alguna vez’ que proponen Menéndez Pidal (1926/1980: §77.3) y la Real Academia Española (1933: s. v. alguandre) no se relaciona con este significado. Además, plantea problemas fonéticos, ya que ALIQUANDO daría como resultado *alguando.

(39) postquam nunquam 126[alquantre] accedant ad ordinem ʃacerdotii

Proponemos como origen el adverbio clásico ALIQUAM ‘por alguna parte’, ‘de alguna manera’, hipercaracterizado con el sufijo adverbial –TER, ALIQUANTER, en latín de época tardía, forma que recoge Du Cange (1883-1887: s. v. aliquanter) con la misma significación que ALIQUANTALITER y que ALIQUALITER: “Ex parte, quodammodo” ‘en cierto modo’, como en Vita S. Guillelmi Politiensis, tomo 2, Aprilis, pág. 469 (40).

(40) illi autem canditati parvuli aliquanter ibi gloriati, ad superas auras evaserunt ‘sin embargo, aquellos pequeños vestidos de blanco, glorificados allí de alguna manera/ en cierto modo, subieron al cielo’ Por lo tanto, alquantre no glosa NUNQUAM, sino que es un comentario añadido: ‘después nunca [de alguna manera] accedan al orden sacerdotal’.

Nuestra hipótesis se confirma porque este adverbio está presente en otros textos de varias épocas y lugares con el mismo contenido semántico (41).

(41) ut redam vicem meam aliquanter (apud Salvador y Conde 1977: 521) ‘que me devuelva mi puesto de alguna manera’ in quo [ostio matricis] sunt certae pelliculae, ipsum aliquanter claudentes (apud Martín Ferreira 2010: 176) ‘en el cual hay ciertas pieles muy finas, que en cierto modo lo cierran’ Nolumus autem quod tu, seu aliquis alius Vicecomes, aut aliquis alterius conditionis quam superius specificatur, aliquanter sit electus (apud Parry 1839: XXIII) ‘Sin embargo, ignoramos que tú, o algún otro vizconde, o alguien de otra condición que se especifica arriba, de alguna manera sea elegido’ Finita missa, ad lectum deportatus est, et corporis Christi et sanguinis participatione munitus, sic aliquanter diebus corpore toto permansit invalido (apud Hart 1863/2012: 17). ‘acabada la misa, fue llevado a su lecho y, fortalecido por haber participado del cuerpo y de la sangre de Cristo, así de alguna manera permaneció unos días con todo su cuerpo sin fuerzas’ Non tamen intendimus nec volumus ipsos sacerdotes a jurisdictione seu correctione suorum superiorum per permissa aliquanter eximi seu excludi (apud Quix 1825/1976: 163) ‘Sin embargo, no intentamos ni queremos que esos sacerdotes sean de alguna manera eximidos o excluidos de la jurisdicción o de la corrección de sus superiores a través de permisos’ No podemos dejar de mencionar “el concepto renacentista del «inclinat aliquanter», sostenido, por ejemplo, por Juan de Jandum, de la escuela averroísta de Padua” (Busquets 2014: 117, n. 66).

Con sonorización de la velar y de la dental sordas y con metátesis de la vibrante, en romance disponemos de ejemplos de alguandre desde el siglo XII en el Auto de los Reyes Magos (42a) y en el Poema de Mio Cid (42b).

(42) a. Melchior. -¿Val, Criador, atal facinda / fue nunquas alguandre falada / o en escriptura trubada? (Anónimo, Auto de los Reyes Magos, s. XII, CORDE) 248

Texto Glosas v133.indd 248

05/10/2020 10:38:15

b. Longinos era ciego, que nuncuas vio alguandre (Anónimo, Poema de Mio Cid, v. 352, c. 1140, CORDE) una deslealtança, ca non la fizo alguandre (Anónimo, Poema de Mio Ciid, v. 1081, c. 1140, CORDE) Montaner (1993: 124 y 165) en su edición del Cantar especifica en sendas notas que en el primero de estos dos versos el significado es ‘que nunca jamás había visto’ y en el segundo ‘pues una deslealtad jamás la hizo’. En principio, podríamos pensar que, al ir a veces próximo a nunquas/nuncuas, pudo hacerse sinónimo de este adverbio. Sin embargo, no siempre ocurre, como en el segundo caso de (42b) y en (43), fragmentos en los que significa ‘de alguna manera’.

(43) E si algún de nostros fillos o outri del nostro lignage o de alleno esta heredat alguandre al monesterio contrariar o corromper quinquier que for, sea por ende maldito e excomungado, e pecte al monesterio de Belmonte outro tanto heredamento en tal logar o en mellor doblado (Anónimo, Carta de donación, 1253, CORDE) Por lo tanto, confirmamos que no se trata de una glosa relativa a algún término del texto latino, sino de un comentario adicional, y que su étimo remite a la época del latín tardío, en la que también se habría utilizado la expresión que dio lugar a algodre (44).

(44) in occasione 236[algodre] cultus ‘con ocasión de asistir al culto’, ‘con el pretexto de asistir al culto’ El adverbio clásico ALIQUO ‘hacia alguna parte’, ‘hacia algún fin’ (45) también se pudo hipercaracterizar mediante el sufijo adverbial –TER: *ALIQUOTER, que evolucionaría a [alegódre] y, tras la síncopa, a [algódre] algodre.

(45) omnis itaque labor aliquo referatur (Séneca, De tranquilitate animi, XI) ‘así pues, todo esfuerzo debe tender a un fin’ En la glosa que nos ocupa algodre significa ‘con el fin de’. Lamentablemente, para la formación *ALIQUOTER, que sería paralela a ALIQUANTER, no hemos encontrado ninguna referencia en diccionarios o en gramáticas. Tampoco se documenta en corpus electrónicos.

Las etimologías propuestas hasta el momento no encajan ni desde el punto de vista formal ni desde el punto de vista del significado: a) No puede proceder de ALIUNDE ‘de otro lugar’, ‘de otra parte’, como señalan Menéndez Pidal (1926/1980: §77.3), quien sostiene el étimo ALIUND[R]E > ALIUNDE, también para el provenzal alhondre, alhondres ‘en otra parte’, y Corominas y Pascual (1980: s. v. ajeno), quienes citan “el arcaico alóndre íd., que puede deducirse de las Glosas de Silos”.

Desde ALIUNDE se obtendría en castellano *ajonde, *aionde [ažónde], con una vibrante analógica se llegaría a *ajondre, *aiondre. b) Tampoco de ALICUBI, como sostienen Priebsch (1895: 30) y Hanssen (1913: §676), puesto que daría *alegove > *algove. c) Corominas y Pascual (1980: s. v. ajeno) relacionan las formas del “cast. ant. ajubre, leon. ant. allubre, nav. ant. allobre ‘en otra parte’” con ALIŬBI, adverbio que evolucionaría a aliove > allove o aiove, ajove; quizá, con una vibrante analógica, allobre o aiobre, ajobre. Nunca resultaría algodre.

Por lo tanto, para algodre, por razones fonéticas y semánticas, defendemos como étimo tardío *ALIQUOTER. 249

Texto Glosas v133.indd 249

05/10/2020 10:38:15

5. Preposiciones 5.1. A(d) < AD Predominan los casos de a (46a) frente a los de ad (46b), que puede tomarse como grafía latinizante o como variante que Juan de Valdés “consideraba aragonesa” (Zamora Vicente 1974: 277, n. 41), ya que “perdura en aragonés hasta el siglo XVI” (Menéndez Pidal 1926/1980: §78.1). Ad abiesas (46b) procede de AD ADVERSA. (46) a. uoluptatibus 195[a las uoluntates malas] ad rectum 207[a la zierta] ad nubtias 248[a las uotas] ad proximas 296[[a los] Iustanos, bicinos [pa]rentes] b. et a Christi corpore et fraternitati confortio 230[adun kaza Iermano gasaillato] inuersum 257[ad abiesas retro] 5.2. Ata < ár. hatta.

El resultado romance presenta ausencia de aspiración en posición inicial y simplificación de la consonante dental geminada (47). Es la única forma que glosa, en combinación con que/ ke, USQUE ‘hasta’ y QUOUSQUE ‘hasta cuando’ (47) usque in finem 210[ata que mueran] usque dum mazerentur 328[ata ke se monden] quousque reconciliet 240[ata ke pacifiket] 5.3. Con < CUM Los sintagmas con esta preposición se corresponden tanto con complementos con CUM en el texto latino (48a) como con aquellos, también en ablativo, que aparecen sin el elemento prepositivo (48b).

(48) a. cum sacramento 15[con benedictione] b. manibus uolutis 355[con aplekatos] capite inclinato 356[con umiliatu] 5.4. De < DE Las glosas que incluyen complementos con de reflejan la sustitución típica de los genitivos latinos (49a) y de distintos tipos de ablativos (49b). Resultan más complejos los casos de (49c-e) por ausencia en el texto latino de un genitivo dependiente de POCULUM ‘bebida’, ‘brebaje’ o de CULTUS ‘culto’ (49c) o por no referirse claramente a ningún elemento del texto, como en de maturi, de damno o de la pressa (49d).

(49) a. resurrectionis 21[de la lebatione] incendii 38[de lo incentitu] pudoris 171[de la uergoina] incontinentie 194[de la sine tenienca] tantoque annosioris 229[de damno] sanguinitatis 297[de parentatu] aut per necessitate inedie 340[de la famne] rurium 360[de las tierras] 250

Texto Glosas v133.indd 250

05/10/2020 10:38:15

b. ab imolaticio 307[de offercione idolis] pro depositjone 346[de transitu] c. per poculum 68[ueuetura de la Ierba] cultus 237[collitura de dio] d. Qui sacrificio pollutus nocturno 16[de maturi] accepit XXX diebus peniteat tantoque annosioris 229[de damno] excomunicatjonis tempore et a Christi corpore et fraternitatis consortjo sequestrentur Qui susceptam 298[de la pressa] penitentjam ad secularem relabuntur placuit eos a communionem fidelium uel a corpore Christi suspendi 5.5. Denante El adverbio ANTE se refleja en romance como ante. Utilizado en el sintagma prepositivo en ante dio como resultado el adverbio enante. De nuevo, empleado en otro sintagma prepositivo: de enante, también fundió los elementos y acabó siendo el adverbio denante. Este, como otros adverbios, pueden necesitar una extensión, esto es, un complemento con de: denante de…

Si se elimina la pausa entre los sintagmas y se interpreta el adverbio como el primer elemento del sintagma prepositivo, sufre reanálisis y se considera preposición. Una vez dado ese paso, se puede eliminar de: denante de ellos > denante ellos, como en (50).

(50) presentibus 280[denantellos]

5.6. En < IN Algunas glosas que utilizan esta preposición presentan correspondencia con expresiones con IN + ablativo en el texto latino (51a), pero otras se relacionan con elementos como POLLUTI ‘manchados’ (51b), LENOCINIUM (51c) o FRAGILITATEM (51d).

(51) a. in saltatione 258[ena sota] in licore 333[en guaabis bebetura] b. quando fuerint in in cogitatjone polluti 231[ena pollutjone] ‘cuando permanecieran manchados en su voluntad’ c. Mulier que lenocinium 197[ena cemaIacio[ne] meretrize] exercuerit ‘la mujer que ejerciere la prostitución’ d. si subito peccans carnis fragilitatem 215[en frangitate] incurrerint ‘si de pronto, por la debilidad de la carne, incurrieran en pecado’ 5.7. Gestra < EXTRA Menéndez Pidal (1926/1980: §78.2) señala que la forma gestra [jéstra] (52) procede de ĔXTRA ‘fuera de’, ‘excepto’, y añade: “Desconozco otros ejemplos romances de esta preposición”. Su significado encaja con el de PRETER del texto latino: ’más allá de’, ‘fuera de’, ‘excepto’ y con el de NISI ‘si no’, ‘excepto’, forma que aparece en la misma glosa.

(52) preter 285[nisi gestra]

5.8. Por < PER o PRO En dos glosas se observa claramente la correspondencia de la preposición romance con la de sendos sintagmas con PER + acusativo (53a). En otra, sin presencia de prepo251

Texto Glosas v133.indd 251

05/10/2020 10:38:15

sición en el texto latino, es obvio el significado de sustitución típico de PRO (53b): por Iactare parece corregir INICI, infinitivo pasivo de INICERE ‘echar’, empleado en lugar del activo, como se constata en otra glosa que muestra esta preposición latina (53c), siendo UENUNDARI el infinitivo pasivo de UENUNDARE ‘poner en venta’, ‘vender’; esto es, rectifica el uso de un infinitivo pasivo en lugar del activo correspondiente, ya que el sentido es ‘vender sus bienes’.

Es problemática la interpretación de por en otra glosa (53d), ya que podemos entender que por lo anno pleno es una traducción libre de POST CIRCULUM ANNI o, como en los casos mencionados en el párrafo anterior, la preposición romance indica la sustitución de la expresión en latín por otra más cercana a la lengua del momento.

(53) a. per poculum 55[por la bebetura] per suspendium 56[por pendere colatione] b. inici 102[por Iactare] infra fidelium sepulcra c. uenundari 211[pro uendere] d. et post circulum anni 329[por lo anno pleno] sumantur Más complejo es el análisis de por en la glosa nº 133 (54), ya que cabrían dos interpretaciones: a) por con el significado de ‘sustitución’ heredado de PRO, como en ejemplos anteriores: SI FUDERIT -debería ser FUNDERIT, de FUNDERE ‘verter’, ‘derramar’- por si ficieret ad aqua, con la complicación añadida del sintagma AD AQUA, o b) el uso romance de pro ad > pora > para; es decir, el sentido de la glosa sería ‘para “si hiciere agua”’.

(54)

Si quis dormiens in eclesia semen fuderit 133[por ad aqua si ficieret], XU diebus peniteat

‘El que, durmiéndose dentro de la iglesia, tuviere una polución, haga quince días de penitencia’

5.9. Sin < SINE En las glosas latinas (55a) aparece SINE, en un caso en vez de la preposición ABSQUE (55b) en el Penitencial Silense. En la única redactada en romance se emplea sen (55c).

(55) a. Si mulier in monstruoso tempore comunicat 18[sine mundo intretieret] inlecebrosum 136[sine mundo] sterilis 143[jnfecunda sine fruitu] b. absque benedictione 256[sine mandatione] c. sine suo consensu uel testibus 107[o sen tiestes testimonio] En palabras de Corominas y Pascual (1980: s. v. sin), “como resultado del lat. SĬNE esperaríamos sen en castellano, tal como hay sem en port., sens en cat (sense modernamente)”; “el castellano sin está completamente aislado en romance”; “la forma sen no es rara en la lengua medieval, especialmente en textos leoneses y aragoneses”, pero abundan otras variantes: sian, sien, sin.

Sen es la evolución etimológica esperada, con apócope de -e. Las otras variantes se explicarían de la siguiente manera: SĬNE > sene > seen (pérdida de nasal intervocálica y –n analógica con la de la preposición con), que evoluciona a un hiato: síen, de donde sin (como en auíe > auí, míe > mi), y sían (como en auía, mía), en alternancia con las consiguientes formas diptongadas: sien y sian (Gallego 2012: 808 y ss.).

252

Texto Glosas v133.indd 252

05/10/2020 10:38:15

6. Conclusiones Las categorías analizadas muestran que los términos de las glosas coinciden mayoritariamente con el estado de lengua de su época y de una zona particular en la que se utilizan variantes como el participio en –utu, relacionado con el francés, el occitano y el catalán, el relativo qui, presente en la zona norte de Castilla y La Rioja hasta el siglo XIV, o las preposiciones ad o sen, utilizadas en textos aragoneses. Como afirma Wright (2016: 352): “en aquellos siglos X y XI lo que pasaba era que no tenían los escribas que aprender otra lengua ajena a la suya. Lo que tenían que aprender era cómo leer, y en su caso escribir, la modalidad escrita normal de su propia lengua”.

La mayor contribución de este estudio tiene que ver con los adverbios, especialmente con aquellos que producían dudas a Menéndez Pidal y a otros reconocidos especialistas. Creemos haber explicado la presencia de tan y za (por ca) en tamientre (glosa nº 226) y en fuerte mientreza (glosa nº 131), respectivamente, fruto de la estructura comparativa TAM… QUAM. Asimismo, hemos tratado de confirmar el origen de elementos adverbiales de las glosas nº 200 (ALIQUI ‘de algún modo’, presente en alquieras < al(qui) quieras), nº 39 (ALIQUANTER ‘en cierto modo’ > alquanter = alguandre) –en realidad, no es una glosa, sino un comentario añadido– y nº 44 (*ALIQUOTER –lat. clás. ALIQUO ‘hacia alguna parte’, ‘hacia algún fin’– > algodre). Obsérvese que los tres adverbios más complicados de rastrear pertenecen a un subgrupo concreto: el de los indefinidos.

253

Texto Glosas v133.indd 253

05/10/2020 10:38:15

BIBLIOGRAFÍA ANDRES-SUÁREZ, Irene (1994): El verbo español. Sistemas medievales y sistema clásico, Madrid, Gredos.

BASSOLS DE CLIMENT, Mariano (1976): Sintaxis latina, I, Madrid, CSIC. BUSQUETS, Loreto (2014): “Lucrecia y Tarquino, o el conflicto entre el fin y los medios”, en Loreto BUSQUETS, Pensamiento social y político en la literatura española. Desde el Renacimiento hasta el siglo XX, Madrid, Verbum, 2014, 101-124.

COROMINAS, Joan y José Antonio Pascual (1980-1991): Diccionario crítico-etimológico castellano e hispánico, Madrid, Gredos.

DU CANGE et al. (1883-1887): Glossarium mediae et infimae latinitatis, Niort, L. Favre.

Elvira, Javier (1985): “Qual con antecedente en español antiguo”, Revista de Filología española, LXV, 305-316.

(1986): “Quanto en español antiguo”, Anuario de Estudios Filológicos, IX, 101-117.

(1989): “Qui y quien con antecedente en español antiguo”, Nueva Revista de Filología Hispánica, 37, 1-18.

ESPINOSA ELORZA, Rosa María (en prensa): “Orígenes del español: un acicate para la investigación en diacronía: el caso de tan mientre”, en 90 años de Orígenes del español (19262016), Madrid, Fundación Menéndez Pidal.

ESPINOSA ELORZA, Rosa María y Carlos Sánchez Lancis (2006): “Cuantificadores indefinidos en la General Estoria (Tercera parte)”, Revista Española de Lingüística, 36, 127-156.

(2014): “Determinantes, personales e inderinidos en los Cartularios de Valpuesta”, en José Antonio BARTOL HERNÁNDEZ, Antonio ÁLVAREZ TEJEDOR y José RAMÓN MORALA (eds.), Los Cartularios de Valpuesta, Salamanca, Luso-Española de Ediciones, Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y Universidad de Salamanca, 245-282.

FELIÚ ARQUIOLA, Elena y Enrique Pato (2005): “Alternancias de formas, nivelación e inferencia semántica: el caso de los participios en –udo en español medieval”, Revue de Linguistique Romane, 275-276, 31-56.

GALLEGO DE LA PUENTE, Isabel (2012): “El Camino de Santiago en la evolución del castellano del siglo XIII: los resultados de la preposición SĬNE”, en Emilio Montero Cartelle y Carmen Manzano Rovira (coords.), Actas del VIII Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, Santiago de Compostela, Meubook y Asociación de Historia de la Lengua Española, 807-818.

GARCÍA TURZA, Claudio: “Las glosas protohispánicas: el problema de su identificación”, Biblioteca Virtual FAHUSAC, https://bvhumanidades.usac.edu. gt/items/ show/3845, 2004.

GIRÓN ALCONCHEL, José Luis (2002): “Procesos de gramaticalización del español clásico al moderno”, en María Teresa Echenique y Juan Sánchez Méndez (coords.), Actas del V Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, I, Madrid, Gredos, 103-121.

(2004): “Gramaticalización y gramaticografía: sobre la historia del relativo compuesto”, en Cristóbal José CORRALES ZUMBADO, Josefa DORTA LUIS, Antonia NEISI TORRES GONZÁLEZ, Dolores CORBELLA DÍAS y Francisca del Mar PLAZA PICÓN (coords.), 254

Texto Glosas v133.indd 254

05/10/2020 10:38:15

Nuevas aportaciones a la historiografía lingüística. Actas del IV Congreso Internacional de la SEHL, Madrid, Arco/Libros, 643-651.

GRANDGENT, Charles Hall (1970): Introducción al latín vulgar, Madrid: CSIC. HANSSEN, Federico (1913): Gramática histórica de la lengua castellana, Halle, Max Niemeyer.

HARRIS, Martin (1978): The Evolution of French Syntax. A Comparative Approach, London/New York, Longman.

HART, William Henry (ed.) (1863/2012): Historia et cartularium monasterii Sancti Petri Gloucestriae, I, Cambridge, Cambridge University Press.

HERRERO RUIZ DE LOIZAGA, Francisco Javier (2005): Sintaxis histórica de la oración compuesta en español, Madrid, Gredos.

LAPESA, Rafael (2000): “Del demostrativo al artículo”, en Rafael Cano y María Teresa Echenique (eds.), Estudios de morfosintaxis histórica del español, Madrid, Gredos, 360-387.

LEWIS, Charlton T. y Charles Short (1879/1980): A Latin dictionary founded on Andrews edition of Freund’s Latin dictionary. Revised, enlarged, and in great part rewritten by Ch. T. Lewis Ph.D., Oxford, Clarendon Press.

LLOYD, Paul M. (1989): Del latín al español. I. Fonología y morfología históricas de la lengua española, Madrid, Gredos.

MALKIEL, Yakov (1992): “La pérdida del participio en –udo”, Nueva Revista de Filología Hispánica, 40.1, 11-28.

MARTÍN FERREIRA, Ana Isabel (ed.) (2010): Medicina y filología: estudios de léxico médico latino en la Edad Media, Tumhout, Brepols Publishers.

MENÉNDEZ PIDAL, Ramón (1926/1980): Orígenes del español, Madrid, Espasa-Calpe.

Mora García, Javier (2011): “Nueva hipótesis sobre el origen del adverbio medieval m(i) entre”, Anuario de Filología Hispánica, 27, 127-144.

PALMER, Leonard R. (1984): Introducción al latín, Barcelona, Ariel.

PARRY, Charles Henry (1839): The Parliament and Councils of England, Chronologically arranged, from the reighn of William I to the revolution in 1688, London, John Murray.

PÉREZ SALDANYA, Manuel (1998): Del llatí al catalá: morfosintaxi verbal histórica, Valencia, Universidad de Valencia.

PRIEBSCH, Josef (1895): “Altspanische Glossen”, Zeitschrift für romanische Philologie, XIX, 1-40.

QUIX, Christian (1825/1976): Historische Beschreibung der Münsterkirche und der Heiligthums-Fahrt in Aachen, Aachen, Mayer.

Real Academia Española (1933): Diccionario histórico de la lengua española, I, Madrid, Real Academia Española.

RIDRUEJO, Emilio (1977): “El pronombre qui en los poemas de Berceo”, Berceo, 92, 3-33.

SALVADOR Y CONDE, José (1977): “Historia de Santo Domingo de Pamplona. Códice inédito del P. Fausto Andía, O. P.”, Príncipe de Viana, 148-149, 513-570.

255

Texto Glosas v133.indd 255

05/10/2020 10:38:15

SÁNCHEZ GONZÁLEZ DE HERRERO, María Nieves (2002): “Rasgos fonéticos y morfológicos de los documentos alfonsíes”, Revista de Filología Española, LXXXII, 139-177.

WRIGHT, Roger (1998): “Las glosas protohispánicas: problemas que suscitan las glosas emilianenses y silenses”, en Claudio García Turza, Fabián González Bachiller y José Javier Mangado Martínez (coords.), Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, II, Logroño, Universidad de La Rioja, 965-973.

(2016): “Las glosas silenses y los orígenes del romance”, en Araceli López Serena, Antonio Narbona y Santiago del Rey Quesada (eds.), El español a través del tiempo. Estudios ofrecidos a Rafael Cano Aguilar, I, Sevilla, Universidad de Sevilla, 341-353.

YLLERA, Alicia (1980): Sintaxis histórica del verbo español: las perífrasis medievales, Zaragoza, Universidad de Zaragoza.

ZAMORA VICENTE, Alonso (1974): Dialectología española, Madrid, Gredos.

256

Texto Glosas v133.indd 256

05/10/2020 10:38:15

EL LÉXICO DE LAS GLOSAS SILENSES. ELEMENTOS NOMINALES1 Mª Nieves Sánchez González de Herrero Universidad de Salamanca-IEMYRhd

1. Introducción Resulta difícil añadir alguna explicación u observación novedosas a los muchos estudios con los que contamos sobre el léxico de las glosas silenses, aunque su interpretación no pueda darse aún por cerrada ni definitiva. En una revisión que no se pretende exhaustiva, recordemos que, al margen de Orígenes y de la posterior rectificación de la posible fecha de composición, contamos con una edición rigurosa (Ruiz Asencio 1993) y que, tanto en el trabajo de Hernández Alonso (1993) como en el Léxico hispánico primitivo (siglos VIII al XII), se hallan interpretaciones para la práctica totalidad del léxico de las glosas; esto en cuanto a revisiones del léxico en su conjunto, a las que habría que sumar visiones más parciales o centradas en otros aspectos (Ariza 1979; Carrera de la Red 1995; García Turza 2004; García Turza y García Turza 1995 y 1998, entre otros). Finalmente, contamos con el trabajo, más reciente, de Pascual y Campos (2014), en el que, partiendo del uso que de estas glosas hizo Joan Corominas en el DCECH, se separan voces latinas y romances, o se considera, con relación a estas últimas, lo dialectal frente a lo no marcado.

Por supuesto, entendemos que cualquier trabajo filológico de una cierta amplitud, extensión o profundidad, admite revisiones, e incluso rectificaciones, pero un planteamiento semejante en el tema que nos ocupa exigiría mucho tiempo, además de la colaboración de especialistas en distintos campos, y quizá en la actualidad ni siquiera valga la pena el esfuerzo para los resultados que podrían obtenerse.

En esta ocasión nos hemos centrado en recordar, con unos pocos ejemplos, que aún existen interpretaciones dudosas u oscuras, que en los dos trabajos con los que contamos sobre la totalidad del léxico hay, en ocasiones, definiciones, comentarios o matices diferentes y, finalmente, que algunas palabras presentes en las silenses tuvieron continuidad en la lengua escrita sin llegar a nuestros días.

2. Sobre glosas con interpretaciones dudosas Ya en los primeros trabajos sobre las silenses se señalaron dificultades de interpretación, que en ciertos casos llegan hasta hoy, aunque en diferente grado.

1.

En la elaboración de este trabajo he contado con la ayuda de la profesora Carmen Codoñer Merino, latinista, a quien se deben alguna de las interpretaciones que en él se recogen, sin que sea en absoluto responsable de ninguno de los posibles errores.

257

Texto Glosas v133.indd 257

05/10/2020 10:38:15

Cuando Menéndez Pidal trata en Orígenes §35.2 el resultado de la terminación -ŭm del singular de sustantivos y adjetivos, señala que “en las Glosas Silenses abunda casi tanto la -u (26 casos) como la -o (36 casos)”; más adelante subraya que de los 26 casos de -u solo hay dos no participiales: “fruitu 143) y el oscuro fedabisu (130)”. Esta glosa, considerada oscura por Pidal se encuentra recogida en el LHP, s.v. fedabiso, donde se explica a partir del latín foedus + advisus, ‘aviso, consejo’, se aclara que es análogo al compuesto latino que glosa, turpiloquium, y se define como ‘conversación fea, deshonesta’.

Tanto en trabajos anteriores2 como en alguno posterior, las interpretaciones, si no coincidentes, no difieren demasiado. García Turza (2004: 18) interpreta ‘rostro o imagen torpe u obscena’, y comenta que en este caso, como en otros, se capta sin dificultad el significado de la glosa, pero “no se alcanza a distinguir su aplicación designativa; es decir, no es posible asignarles a determinadas glosas una acepción inequívoca”.

Es posible así mismo observar diferencias de interpretación en casos como el también discutido antamios de la glosa 90: «post septem annorum curricula [antamios]» para la que el LHP ofrece una definición 2, ‘curso o transcurso de tiempo’, con esta única atestiguación, mientras que Hernández Alonso (1993: 276) anota ‘recurridos’ y, tras comentar que le parece dudosa la interpretación de la t como ultracorrección por parte de Menéndez Pidal (Orígenes §1102), añade que no debe descartarse un posible error del copista que nos permitiera leer antannos, como ya apuntó Priebsch; esta opción no suele ser tenida en cuenta en otros estudios.

El DCECH, s.v. andamio, tras relacionar esta voz con andar, añade en nota que “Seguramente el glosador de Silos pensaría en la ac. de ‘hipódromo, lugar donde se corre’ al traducir curricula por antamios, aunque el sentido general del texto corresponde más bien a ‘transcurso’”. Pascual y Campos (2014: 340 y nota 7) la consideran forma romance y creen innecesaria la cautela de Corominas con respecto al significado de la glosa, “pues los textos del siglo XIII recogen el significado de ‘movimiento’, de donde puede surgir el de ‘transcurso de tiempo’”.

Más problemas han planteado y siguen planteando las siguientes, especialmente la primera: «Si quis emisor [feritore tor zeta grandi onero]»3 (73) «tempestatum [grandine] fuerit»4 (74). En el LHP s.v. se considera feritore derivado de ferire y se define con interrogación como ‘¿Hechicero espantanublados?’; se plantea que el glosador pudo confundir emissor con emissarius, que aparece en los glosarios con el sentido de ‘percussor, excussor, sicarius’.

2.

Carrera de la Red (1995: 532) considera que el texto latino debe leerse per turpiloquium, uel [turpem] aspectum, ‘con conversaciones deshonestas’ o ‘por miradas deshonestas’ y que [turpem] aspectum sí admite de forma natural la glosa fedabisu (= foeda visu), ‘cosas vergonzosas de verse’, que no es sino adjetivo+supino pasivo. Por su parte, Hernández Alonso (1993: 279) interpreta ‘quien por una conversación obscena’ y comenta “No creemos que deba interpretarse como participio, según hace Menéndez Pidal, sino como un sintagma foeda uisu ‘rostro o imagen torpe u obscena’. En verdad, parece una glosa cuyo contenido se refiere conjuntamente a per turpiloquium y a aspectu que le sigue”.

3.

Entre las observaciones de Hernández Alonso (1993: 276) encontramos la interpretación de zeta (< jectare) ‘provocador’; la de grandionero como probable derivado de grandiri, ‘agrandar, engrandecer’, aunque también indica que quizá pueda leerse, como hace Menéndez Pidal, grandi onero ‘gran carga’ y señala que no se ve claro el contenido de la glosa. Carrera de la Red (1995: 526) explica que el emisor tempestatum del texto latino, ‘el que manda tormentas’ presenta una glosa compleja que se cierra con grandi onero, que ofrece una sufijación plenamente romance (-ero) en su 2º elemento y cuyo posible étimo, grandine onerariu, podría ser interpretado como ‘el que transporta nubes de granizo’. Para feritor. tor. zeta, en su opinión, la parte más oscura de la glosa, propone feritor, zetator, con –tor incorporado a la raíz verbal zeta, la misma de la glosa 43 (del lat. jactare, *jectare), o sea ‘echar’, es decir, ‘lanzador, echador, el que arroja o echa’; hipótesis: ‘el que golpea y el que arroja tormentas de granizo’. Finalmente García Turza (2004: 18) afirma que esta es una glosa de muy difícil interpretación en la que puede verse, como en otras “Una especie de dinamismo sólo explicable desde la asunción compartida de abreviaturas muy estudiadas y, en consecuencia, desde la aceptación de la existencia de un alto nivel en el dominio de las técnicas lexicográficas”.

4. LHP, s.v. grandine (Del lat. grando ) f. ‘Granizo’, con esta glosa como ejemplo. (Nota Priebsch, ZRPh, 19, p. 20, que grando solo

vive en el it. grandine y en rumano grindină; en esp. y port. fue sustituido por *granitium > granizo. Las glosas de Reichenau, 244, en cambio, interpretan “grando: pluuia mixta cum petris”. Hernández Alonso (1993: 276) interpreta ‘granizo’, ‘tormenta’

258

Texto Glosas v133.indd 258

05/10/2020 10:38:15

Tampoco se encuentra una interpretación satisfactoria para ena cemaIacione, «Mulier que lenocinium [ena cemaIacio[ne] meretrize] exercuerit» (197), que queda entre interrogantes en el LHP5; la segunda parte del compuesto podría corresponder a un derivado, no latino, de iacere, iacio,-onis.

3. Voces con significado diferente según los estudios previos No es difícil encontrar alguna diferencia de significado entre los comentarios de Hernández Alonso (1993), en adelante HA, y la definición del Léxico hispánico primitivo, LHP, en la entrada correspondiente. Así, mientras que destello, «stillam [destello] oblatjonis» (14), aparece en HA (1993: 272) como ‘brizna’, se define como ‘gota’ en el LHP s.v., con esta glosa como ejemplo6. Esta última fuente proporciona en el mismo sentido un testimonio posterior de la General Estoria: «como lluuia sobre yerua et como destellos dagua sobre yeruas». El NDHE muestra, además, varios usos similares de la segunda mitad del XIII contenidos en el Moamín.

Libro de los animales que cazan de Abraham de Toledo7 y todavía se comprueba su empleo en dos tratados médicos del siglo XV8 (DETEMA, s.v. destello, sust., definido como ‘instilación’).

Conviene, sin embargo, dejar claro de entrada que las diferencias ofrecen distintos grados.

A veces son mínimas, por lo que ni siquiera vamos a mencionarlas; nos referimos a casos como punga «Qui in prelio [punga] occiderit hominem» (48), ‘lucha’ en el LHP y ‘batalla’ en HA (1993: 274), o el de «osor [odioso]» (122), ‘que odia’ (LHP, s.v.), ‘aborrecedor, el lleno de odio’ (HA 1993: 279); en este caso odioso, ‘el que odia’ (Du Cange, s.v. odiosus), no el ‘digno de odio’.

En otras ocasiones, se observa una diferencia más notable: Tenienca o tenenza se recogen en el LHP, s.v., con la definición de ‘poder’ y esta glosa como cita, junto con otro ejemplo, frente a la equivalencia de HA (1993: 282), ‘de incontinencia’: «Post babtismum omni tempore incontinentje [de la sine tenienca]» (194); sine tenienca parece una explicación de in-continentia.

Para entraña, que glosa lite, «Si quis christianus cum alio lite [entraina] fuerit» (239), el LHP, s.v. entraina, ofrece la definición ‘pendencia, reyerta’, de nuevo con esta glosa como ejemplo9. HA (1993: 284) se inclina por ‘enfrentamiento’, ‘enemistad’.

Es más significativa la diferencia en el caso de honores, «uindicare oblatjonem nec dextros [honores]» (245); el LHP, s.v. onor, incluye esta glosa, junto con otros testimonios, en la definición 6, ‘dextro, espacio situado alrededor de una iglesia y que disfrutaba del derecho de asilo o inmunidad’. HA (1993: 284), en cambio, interpreta ‘derechos u honores’. Parece ser

5.

García Turza (2004: 18) señala que la glosa no presenta un contenido claro. Hernández Alonso (1993: 282), por su parte, interpreta lenocinium, [ena cemajacione, meretrize] ‘en la prostitución’.

6.

Destillatio sería el término latino correspondiente.

7.

«tomen del olio de las bayas tres destellos», «destéllenles en los ojos uino annejo, cada día tres destellos».

8.

El hecho de que aparezca únicamente en dos de los tratados del corpus, frente al uso mayoritario de gota, parece indicar un uso más restringido. Los contextos recogidos son los siguientes: «Para el grant dolor de la gota echar vn destello e asi poco a poco de la fiel del buey encima del dolor gota a gota se deue echar», Menor daño de medicina, de Alfonso de Chirino. «para desfazer la gran manzilla o la gran nube del ojo toma las rayzes de la celidonja […] destiempralas con agua rosada e ponlas en vn saquiello e cuélgalas […] e guarda aquello que destelara e pon vn destello en el ojo», El libro de recetas de Gilberto; al menos en este último se recoge también la palabra gota.

9.

Recuerda la actual expresión lucha intestina y añade que Priebsch (ZRPh 19, p. 30) supone que “la palabra entraña no es glosa explicativa de lite, sino adjetivo de esta que, siendo de uso corriente, no necesitaba aclaración. Sin embargo, la glosa está justificada, pues lid tenía como sentido más ordinario el de ‘batalla campal’ o ‘lid judicial’”.

259

Texto Glosas v133.indd 259

05/10/2020 10:38:15

una aclaración al hecho de que en ambos casos se trata de honores, y tanto la oblatio y como los dextros constituyen un premio que no debe ser reivindicado o reclamado.

También sucede que la interpretación o la definición es más específica o ajustada a contexto en una de las dos fuentes. En «cui reus fuerit [quale factu fueret que gerranza fueret]» (104) HA (193: 277) interpreta ‘quien cometiere error’ y comenta que se trata de una glosa doble, latina la primera y romance la segunda; lo único romance aquí es gerranza. El LHP, s.v. gerranza, señala ‘Yerro, culpa’, definición que añade la idea de ‘culpa’ para especificar o precisar la de yerro o error.

Para enas collituras, «in collectjones [enas collituras] erbarum incantatjones» (119), ‘en las recogidas’ de HA (1993: 278), el LHP, s.v. collitura, ofrece la equivalencia ‘recolección, cosecha’ y recuerda el antiguo collecha.

En cuanto a streitu, «si penitentjam legitimam [streitu] habuerit» (201), el LHP, s.v. streito, dice ‘estrecho, rigoroso, rígido, austero’, con esta glosa como ejemplo, y HA (1993: 282) interpreta ‘estricta’.

En el caso de a las voluntates malas, «uoluptatibus [a las uoluntates malas]» (195), el LHP en las entradas correspondientes, uoluntade y malo, proporciona las equivalencias ‘voluntad’ y ‘malo’; por su parte HA (1993: 282) interpreta ‘deseos pecaminosos’ y comenta que “el glosista, con un juego de parónimos, traduce uoluptas ‘deseo’ como uoluntas mala”.

En sentido contrario a alguno de los ejemplos citados, para «sortilegos [qui dat sortes]» (110), el LHP, s.v. sorte, aporta de manera muy genérica ‘suerte’, con esta glosa, que es perfectamente latina, como único testimonio, mientras que HA (1993: 278) interpreta ‘adivinos’ y precisa que la glosa “trata de explicar la formación de la palabra que dice ‘profecías u oráculos’”.

El LHP s.v. define omiciero (< lat. homicidiarius) como ‘homicida, matador’; en cambio HA (1993: 274) interpreta la glosa en su conjunto «Qui autem ad homicidium faciendum [por fere ke faciat omiciero]» (45), ‘hacer que cometa homicidio’; volveremos sobre esta voz.

Para la glosa 92 «Si quis maleficio [de artificio] interficiat [matare] alterum», el LHP ofrece la entrada artificio, que se define ‘engaño, astucia’, mientras que HA (1993: 277) interpreta el sentido de la glosa de artificio, ‘con alevosía’, ‘depravadamente’. Artificium equivale a ‘malas artes’ En cuanto a vez en «Si quis uxorem habens semel [una uece] fuerit lapsus in adulterio» (191), el LHP, s.v. uez, recoge ‘vez’, con esta glosa entre otros ejemplos, cuando HA (1993: 282) interpreta ‘a la vez’, ‘el mismo tiempo’.

Del adjetivo criminoso, «De incestis [criminosis] conIunctjonibus» (220) nos dice el LHP, s.v. que equivale a ‘criminal, pecaminoso, impuro’, con esta glosa como ejemplo; HA (1993: 283), atendiendo al texto latino, interpreta ‘incestuosas’, ‘criminales’. Criminosis recoge el sentido de incestis que parece haberse utilizado como adjetivo en una construcción que puede equivaler a ‘relaciones sexuales delictivas’.

Muy semejantes son los casos de scriptura «in libro XUIIIº et titulo [scriptura] Uº» (313)] ‘escrito, cosa escrita’, en el LHP, ‘título o epígrafe’ en HA (1993: 287); recordemos que scriptura tiene en latín una acepción en sentido jurídico.

Ramos, «cum flagello de decenis uerberibus [ramos]» (352), ‘vara, ramo, fusta’, en el LHP, ‘cuerdas de cilicio’ para HA (1993: 289); es el ‘látigo de varias (diez) colas o puntas’.

O venia petituras, «Qui uero metanias [uenia petituras] agere consenserit» (353) que el LHP, s.v. venia, define como ‘inclinación o genuflexión que se hacía como penitencia’, y s.v. petitura ‘genuflexión que como penitencia hacía el petitor [o penitente]’, y que HA (1993: 289) 260

Texto Glosas v133.indd 260

05/10/2020 10:38:15

comenta con ‘pedir perdón’, ‘pedir dispensa’. Metanoea en latín tardocristiano significa ‘arrepentimiento’ (Jerónimo, Ausonio); se comprende bien uenia petituras, ‘pedir perdón’ desde el arrepentimiento, petición de perdón y hacer penitencia.

En general la diferencia radica en la distinta perspectiva, pues mientras el LHP es un glosario con entradas independientes para cada palabra, cuyas definiciones se ajustan a una serie de principios y reglas propios de la lexicografía, el trabajo de Hernández Alonso está enfocado a proporcionar una serie de notas y comentarios que faciliten la interpretación de la glosa en su conjunto.

Teniendo en cuenta el distinto carácter de las glosas, en ocasiones resultan muy útiles las aclaraciones y comentarios sobre su carácter y sentido. Por ejemplo, reliquia(s), «Si quis martiria [reliquias] dispoliat» (40) se define como tal en el LHP s.v. con esta glosa como ejemplo y obviamente es así, aunque no se corresponda exactamente con el texto latino sino que interpreta lo que hay en dichos lugares: “Si alguien profana los lugares donde hay mártires”.

En desposatos «Parentes qui fidem fregerint sponsaliorum [desposatos]10» (158) tenemos el empleo de un concreto por un abstracto, puesto que el texto latino habla de romper el respeto debido a los esponsales, mientras que la glosa nombra a los esposos.

Prima Iunctatjone11, «et non probetur esse culpabilis qui uxoris capte in matrimonio [prima Iunctatjone]» (163), es una aclaración a lo que antes se ha dicho de la primera mujer leuata / presa a la que estaba unido12.

En «incelebrosum [sine mundo]»13 (136), ‘deshonesto, sin pureza’, tenemos una glosa que se adapta al contexto.

4. Voces que no tuvieron continuidad, o fue limitada, en romance Pascual y Campos (2014: 339-347) consideran que algunas de las palabras, ya romances, que aparecen en las glosas son “voces antiguas que luego terminaron por desaparecer”; sería el caso de bebetura (55), por ‘bebida’, recogido en la lexicografía académica por primera vez en 1780 ya como anticuado14.

Sin ningún testimonio hasta el momento, más allá de su presencia en las glosas silenses, tenemos quencoba15 (167), justano16 (296), ‘allegado, cercano, próximo’ (LHP, s.v. iustano), o

10.

LHP, s.v. desposato (Del lat. desponsatus), p.p. ‘Desposado’, con esta glosa como ejemplo.

11.

LHP, s.v. juntatione, junctatione (Del lat. *junctatio), f. 2. ‘Juntamiento carnal’, con la glosa 141 como ejemplo. A la 164, en la misma entrada, se le da la definición de ‘Unión conyugal’.

12.

Díaz y Díaz (1978: 34) señala que las glosas silenses van todas adosadas al Penitencial y comenta que “el rasgo más característico de esta anotación, en lo que difiere radicalmente de las Glosas Emilianenses, consiste en que el texto ha sido apostillado íntegramente, y que a veces en lugar de glosas se encuentran frases enteras como si se intentara dar una versión completa del Penitencial”.

13.

LHP, s.v. sine mundo (Del lat. sine + mundus), adj. ‘Inmundo, impuro’, V. mondo; s.v. mondo, mundo (Del lat. mundus), adj. ‘Casto, puro, limpio’. Recoge como ejemplos las glosas 18 y 136.

14. El Diccionario Histórico (1933-36) recoge bebedura, ‘acción de beber’, con la marca raro. Recordamos además el testimonio

ueuetura de la Ierba (§68) como glosa de poculum. El LHP, s.v. ierba, ofrece la definición 2’Veneno hecho con hierbas’, con esta glosa como ejemplo, mientras que Hernández Alonso (1993: 275): interpreta ‘bebedizos’, ‘drogas’.

15.

DCECH, s.v. cubil, recoge entre los derivados concubina y explica en nota 2: “El arcaico cuéncoba de igual significado [que concubina], documentado en las Glosas de Silos, 167, procede del lat. tardío CŎNCŬBA (San Isidoro, Etym. X, 229; en el Papa Inocencio, 401-417; y en un escolio de la misma época: ALLG XII, 461), que quizá no sea más que una alteración del arcaico CONCŬBANS (como sierpe de SERPENS, cat. prenys de PRAEGNANS).

16.

DCECH, s.v. justar, recuerda que iusta se halla como preposición en castellano arcaico [Oelschl.], y el derivado iustano ‘cercano’ en las glosas de Silos.

261

Texto Glosas v133.indd 261

05/10/2020 10:38:15

tieste17(107), ‘testigo’ (LHP, s.v.). Algo semejante sucede con veterecer (< lat. veterescere), que Pascual y Campos (2014: 339) consideran “propio del aragonés”, a propósito del participio betereiscitu (7), ‘envejecido’ (LHP, s.v. betereiscito), o con gasaliato18, ‘compañía’, cuya grafía gasaillato para representar la palatal consideran característica del navarro-aragonés (ibid. 339).

Otras voces tuvieron también continuidad en la lengua escrita de los siglos posteriores, una continuidad variable según los casos, pero sin llegar hasta nuestros días19. Entre estas podemos mencionar omiciero (45), ‘homicida, matador’ (LHP, s.v.), con algunas variantes gráfico-fonéticas, del tipo homicidiero, omizero, omiziero, homiziero, se atestigua en los siglos XI y XII en algunos textos legislativos, especialmente en fueros (LHP, s.v. omiciero); posteriormente, también con diferentes grafías y formas con diptongo y sin él, homyziero, homiziero, homiciero, omiziero, omizero, se recoge en distintas obras históricas, literarias y fueros de los siglos XIII y principios del XIV sobre todo y más escasamente en el XV20; muestra de ello son: «si por uentura el homiziero fore del sennor rey. o albarrano. & si el homeziero & el muerto foren homes del sennor rey o albarranos maguer quel homezidio sea feito en villa o castiello del infançon o en sos términos. en tal caso deue ser rendido el homeziero al bayle del sennor rey. & deue auer el rey entegra ment dodo el homezidio», 1247, Fueros de Aragón; «Los homizieros ni los mal feytores ni los manifiestos ladrones ni los pozonadores ni los qui falsso testimonio an dicho non deuen seer recebidos en testimoniaça», 1250, Fuero General de Navarra (NDHE, s.v. homiciero, homeziero).

Erranza, en las glosas gerranza (104), ‘yerro, culpa’ (LHP, s.v. gerranza), ofrece cuatro testimonios medievales en el NDHE, s.v., de los siglos XIII-XV21. Dos de ellos son: «Daqui adelant fablo de tierra de Judea e de Israel & de los fallimientos que fizieron al Nuestro Sennor e de las eranças», c.1200 [siglo XIII] Almerich, La fazienda de Ultra Mar; «Poderoso Amor loado, de ti aya perdonança, pues veo que fiz erranza et te fuy desmesurado», c.1400-a.1429 [siglo XV] Alfonso Enríquez, Cancionero de Palacio.

Malata(s) (170), ‘moza, muchacha’, de origen árabe, (LHP s.v. mallado), que glosa a sponsatis puellis, muestra continuidad en el siglo XIII, en Berceo y en el Libro de Apolonio (LHP, s.v.): «Abel, el buen mallado», 1236-1246, Berceo, El Sacrificio de la Misa; «Dime qual es la casa, pregunto la mallada»22, c1240, Libro de Apolonio.

Para frangitate, ‘fragilidad, debilidad’ (LHP, s.v.) en frangitate (215), glosando fragilitatem, contamos con testimonios no del sustantivo sino de formas verbales de la misma raíz en castellano antiguo, frañir o frañer (latín frangĕre), ‘romper, quebrantar’, documentados en

17.

Para tieste, los 17 testimonios del NDHE (de 1284 a 1639) se reparten entre formas del verbo testar o del nombre propio.

Son innumerables las ocasiones en las que las listas de testigos de documentos notariales van precedidas de la palabra testes, sin que hayamos podido encontrar ninguna aparición de tieste(s).

18.

DCECH, s.v. agasajar, recoge “el sustantivo neutro abstracto *GASALI ‘compañía’, derivado de *GASALJA, al latinizarse se hizo *GASALIUM en Castilla y Portugal, y *GASALIA, según *COMPANIA > companha, en el Sur de Francia y en Cataluña […] En Castilla y Portugal se formó además un colectivo que ya hallamos en las Glosas de Silos: gasaillato traduciendo a consortium ‘compañía’ (n.° 230); el cast. gasajado todavía aparece en la misma ac. en Berceo, S. Mill., 43, y S. Or., 150, y al parecer en el Apol.”. En el LHP, s.v. gasaillato, (Del germ. *gasalja) se define como m., ‘agasajo, regalo’, con esta glosa como ejemplo.

19.

No consideramos en este apartado palabras como honores, que glosa dextros (§245), recogida con este mismo sentido en documentos de los siglos XI y XII (LHP, s.v. onor, def. 6), porque dichos documentos están redactados en latín.

20. El corpus del NDHE muestra 187 ocurrencias de las que 186 pertenecen a la Edad Media; queda al margen un solo ejemplo

de 1745 de Fray Martín Sarmiento. De los testimonios medievales, con usos adjetivos y sustantivos, 98 son del siglo XIII y 80 de 1300 El listado de atestiguaciones se cierra con el testimonio señalado de fray Martín Sarmiento de 1745, totalmente aislado desde el punto de vista cronológico.

21.

Hay un último ejemplo, aislado, fechado en 1968 en una obra de Augusto Arias, de Ecuador.

22.

La cita está tomada del LHP, que añade la siguiente aclaración: “Se refiere a Tarsiana, a quien llama en otra ocasión (489) Tarsiana la infante”. En el NDHE, «Dime quál es la cosa, preguntó la mallada»

262

Texto Glosas v133.indd 262

05/10/2020 10:38:15

obras de Alfonso X o Gómez Manrique (NDHE, s.v. frañer) y en E. de Villena, entre otros (DCECH, s.v. fracción y NDHE, s.v. frañer): «Francia […] Este nombre le fue dado de frangere. Que dizen en el latin por franner o crebantar», 1270-1284, Estoria de España; «planto, más dolorido que las troyanas fizieron la triste noche que vieron su gran pueblo destruydo; e con sus manos ronpían sus caras que reluzían e mesauan sus cabeças sobre las quales en pieças sus ricas tarjas frañían», 1458, Cancionero de Gómez Manrique.

El antiguo adverbio aviesas, a aviesas, ‘al revés’, ‘en sentido contrario’, del lat. AVĔRSUS ‘apartado’, ‘opuesto’, ‘trasero’, participio de AVĔRTĔRE ‘apartar’ (DCECH, s.v. avieso), presente en «Qui per aliquam incantatjonem pro qualibet re inuersum [ad abiesas, retro] se balneaberit» (257), se mantiene en distintos escritos medievales con el mismo valor adverbial. El NDHE, s.v. aviesas, muestra ejemplos del siglo XIII en el anónimo Libro de los buenos proverbios que dijeron los filósofos y sabios antiguos, 1250, «Quando va el regno a derechas, sirven las cobdiçias a los sesos. Et quando va el regno a aviessas sirven los sesos a las cobdicias»; en el Picatrix, 1256, «un omne que sube abiessas»; a aviessas, de nuevo en la General Estoria, 1275; y varios ejemplos del Amadís de Rodríguez de Montalvo, 1482-1492 [1508], «cabalgad aviessas llevando la cola en la mano por freno»23.

Otros dos adverbios presentes en las glosas silenses tuvieron una breve continuidad en castellano; se trata de alguandre, ‘jamás’, y algodre, ‘en otra parte’.

El primero de ellos muestra la grafía alquantre24, «postquam nunquam [alquantre] accedant» (126). Su presencia en la lengua escrita es relativamente escasa, pero se halla en el Poema de Mio Cid, 1140 [siglo XIV], «Longinos era ciego, que nuncuas vio alguandre», «lo que non ferié el caboso por cuanto en el mundo ha, una deslealtança, ca non la fizo alguandre»; y en el Auto de los Reyes Magos, 1180 [siglo XII-principios del XIII], «¡Val Criador! Atal facinda fu nunquas alguandre falada o en escriptura trubada»25. Estos testimonios proceden del NDHE; pueden verse otros en el capítulo de morfología y sintaxis de esta misma publicación.

En cuanto a algodre, «uel filii parentes deseruerint in occasione [algodre]» (236) se ha relacionado con el leonés antiguo allubre y el navarro antiguo allobre (DCECH, s.v. ajeno).

Para el castellano (o riojano) tenemos un ajubre en los Loores de Nuestra Señora G. de Berceo, 1236-1246 «furtáronnos el cuerpo, ajubre lo pusieron»26; otro en la General Estoria, 1275, «Ércules […] non esperaua ya que gelo mandasen, mas él se yua a toda cosa fuerte que oye decir que auie ajubre»27; una nueva propuesta sobre su etimología se recoge también en el capítulo de morfología y sintaxis de esta misma publicación.

Para campa(s) (139), ‘muslo, pierna’ (LHP s.v.), que glosa femora, Hernández Alonso (1993: 280) afirma que se trata de un helenismo28, pero el DCECH, s.v. gamba, considera que

23.

En realidad, el NDHE recoge 79 ocurrencias de aviesas en 59 documentos, pero la mayoría son usos adjetivos. En los 16 ejemplos medievales alternan adjetivos y adverbios, pero del siglo XVI en adelante todos son adjetivos que califican, además, a un número muy restringido de sustantivos, sobre todo a intenciones, menos frecuentemente a pasiones o tendencias y de manera muy esporádica a manos, caricias o miradas, entre otros.

24.

Menéndez Pidal (1926 §552) plantea para alquantre un “ensordecimiento por falsa corrección” y en §773 explica la r epentética por analogía con intro o int(e)rim. Por su parte el DCECH, s.v. alguno, considera que lo más probable es que “la -e se deba a influjo de aྊondre ‘en otra parte’ (escrito algodre en las Glosas de Silos)”; en ambos casos – continúa – “la r puede explicarse por repercusión de la l, aunque pudo ayudar el paralelismo con otros adverbios como los en –mientre”.

25.

Los testimonios proceden del NDHE. El Diccionario Histórico (1960-1996), s.v. alguandre, añade a la definición ‘jamás’, el comentario “Generalmente usado como refuerzo de una negación expresada con anterioridad” y aporta como testimonios de su uso la glosa de Silos, el Poema de Mio Cid, en edición diferente a la del NDHE, y el Auto de los Reyes Magos.

26.

El testimonio procede de CORDE. El Diccionario Histórico (1960-1996), s.v. ajubre, además del testimonio de Berceo,

27.

El testimonio procede del Diccionario Histórico (1960-1996), s.v. ajubre, donde, además de los dos ejemplos mencionados, se recogen otros como a iubre en el Fuero Juzgo, aiubre en el Fuero de Béjar, o alluri en Ordenanzas de Oviedo, a 1300,

28. Puede verse en este mismo volumen lo señalado por Morala en el apartado sobre el “tratamiento de las sordas intervocálicas”.

263

Texto Glosas v133.indd 263

05/10/2020 10:38:15

estamos ante una ultracorrección de cambas, y que precisamente esta glosa “es prueba de que en fecha muy antigua el vocablo fué de uso popular por lo menos en la zona oriental de Castilla, […] y como la forma no castellana camba se halla no sólo en el manuscrito leonés del Alex. (O136d), sino aun en el aragonés (P644), cabe sospechar un provenzalismo caballeresco, siquiera por lo menos un influjo occitano en la conservación de un arcaísmo dialectal ya medio olvidado gracias a la homonimia con cama ‘lecho’; lo que desde luego podemos afirmar es que pierna es el vocablo usual desde mediados del S. XII por lo menos”29. Son testimonios de su uso «Por defender las canbas, calço las brafoneras, fízolas enlaçar con firmes trabugueras», 1240-1250 [principios del siglo XV], Libro de Alexandre; «descenda to sagne et corra por todos piedes et cambas a iuso», 1250-1300 [principios del siglo XIV], Fuero General de Navarra (NDHE, s.v. camba).

Un caso aparte es vergoña, de la uergoina (171), como glosa de pudoris30, que recoge aún el DLE, s.v. con la marca “desusado” y como sinónimo de ‘vergüenza’. Su primera aparición en la lexicografía académica la ofrece el diccionario de 1739 que la marca ya como voz anticuada, aunque añade que «oy se usa en Galicia». Según el DCECH, s.v. vergüenza, en la Edad Media el idioma vacilaba entre vergüença y vergüeña, siendo frecuente esta última en los textos del siglo XIII y primera mitad del XIV, pero ya apenas aparece en autores literarios después del Marqués de Santillana. Señala que persiste vergoña en el asturiano de Colunga, en mirandés y en Galicia; sin vacilación paralela, el catalán solo conoce vergoyna. En el NDHE, los 21 testimonios de uergonia corresponden a obras de Fernández de Heredia en su totalidad.

Son palabras de uso actual muslím y muslime, ‘musulmán’, del ár. múslim ‘íd’., ambas recogidas en el DLE, con remisión de la segunda a la primera; parece, eso sí, que se trata de formas de fecha relativamente moderna, pertenecientes a un uso o registro culto (DCECH, s.v. musulmán). Hubo variantes de esta misma voz en fechas más antiguas y con carácter popular, entre ellas el mozlemos que, junto con gentiles y paganos, glosa barbaris (51). El mismo DCECH, s.v. da cuenta de múçlim (con variantes múçilam y múçilem) en las Leyes de Moros de los siglos XIV y XV, del plural muçlamín, junto con el derivado colectivo muzlemía ‘la gente mora’ en Berceo, o moslemía, en el Poema de Alfonso XI. El NDHE recoge 263 casos de muslime(s), generalmente en plural, en 48 documentos, con un reparto aparentemente extraño, pues arranca con una única aparición en 1300, en un anónimo Poema en alabanza de Mahoma, la siguiente nos lleva ya a 1488, en Las capitulaciones para la entrega de Granada, siguen treinta ocurrencias más de finales del XV y XVI y el testimonio número 32 se sitúa ya en el siglo XIX hasta el número 137 en donde empiezan los del siglo XX; es decir, de los 263 testimonios, la inmensa mayoría (231) pertenece a los siglos XIX y XX, en obras de carácter culto, muchas de ellas históricas. Este corte cronológico parece apoyar la distinta vía de uso del arabismo. De hecho, muslime aparece en la lexicografía académica tarde, en 1884, con uso adjetivo y sustantivo, como sinónimo de musulmán, sin ninguna marca; a partir de la edición de 1984 la entrada es muslim o muslime, que sigue hasta hoy, como hemos visto.

Quizá se podría considerar cabeza, a partir de «si se ipsum [so caput]»31 (217), con reflejo, por ejemplo, en júnior de cabeza Recordemos que un júnior de cabeza aparece, entre otras posibles citas, en el romanceamiento del Fuero de Sanabria, concedido por Alfonso IX de León

29.

De los 149 testimonios de camba(s) en el NDHE, que llegan hasta el siglo XX, únicamente entre los 20 primeros y alcanzando hasta finales del siglo XIV, se encuentran casos de ‘muslo, pierna’.

30.

Díaz y Díaz (1978: 40-41) observa que en glosas distintas procedentes de zonas diferentes “se dan de manera sistemática para unas determinadas palabras de base las mismas equivalencias” y cita, entre otros ejemplos, pudor, explicado con una glosa latina, uerecundia, en Emilianense §17, mientras que en Silos se aclara mediante de la uergoina.

31.

LHP, s.v. cabo, capo, capot, capud, caput, cavo, kabo, kapo (Del lat. caput) m., ‘Cabeza’; 2. Usado con valor de pron. pers., con esta glosa como ejemplo. Hernández Alonso (1993: 283) interpreta ‘a su cabeza’ y comenta que la versión de la glosa es metonímica.

264

Texto Glosas v133.indd 264

05/10/2020 10:38:15

en 1220 y confirmado y traducido al romance, con la puesta al día de algunas cuestiones jurídicas, por Alfonso X el 19 de mayo de 1263 en Sevilla: «Si algún júnior de cabeza o siervo que non sea conoçido viniere a poblar en Senabria, non sea sacado de la villa; pero si fuer provado por omnes bonos e verdaderos que es siervo, sea dado a su señor» (DEDA, s.v.).

Los iuniores de tierras de León y Galicia eran colonos que debían sus prestaciones al hecho de habitar en tierra tributaria, pero sabemos que a principios del siglo XIII los había que estaban sujetos a ella por su persona o cabeza. Los primeros eran los llamados júniores por heredad, que poseían tierras o heredades ajenas en tenencia y por ello estaban obligados a tributos y servicios, si bien podían abandonar su heredad bajo ciertas condiciones. Los segundos fueron los júniores de cabeza, unidos al señor por un vínculo personal, por su cabeza, obligados a satisfacerle prestaciones y servicios y ligados a él por vínculos que les impedían abandonarlo (García de Valdeavellano, 1993: 349-350).

En el DEDA, s.v. cabeza se recoge la unidad pluriverbal por cabeza de uno, por su cabeza, definida ‘en razón de su persona’, en documentos dirigidos a León y a Andalucía: «quito a todos los moros forros vezinos de Sevilla e a todos los moros albarranes que y uinieren el pepion que dauan por su cabeça cada dia en la mia alffondega que lo non den daqui adelant» En cuanto a cambios de sentido, está precio, que glosa a premium32 (301), con el sentido originario de ‘premio’, que ya reflejó Corominas, sentido que solo llegó hasta el Siglo de Oro, como afirman Pascual y Campos (2014: 348).

Destello (14), como ya hemos visto, en el sentido de ‘gota’ se atestigua en el siglo XIII y más escasamente en el XV. A propósito de mulier(es) como glosa de coniuges, «Hii qui suas conIuges [mulieres]»33 (176), recordemos que en latín mulier significa ‘mujer’ sin más, o por oposición a uirgo, (es decir, a ‘virgen’, sexualmente), pero no ‘cónyuge’. Y recordemos también que es una palabra en la que se mantuvo la grafía etimológica de -LY- de manera frecuente en contextos plenamente romances al menos en el siglo XIII. No pretendemos, ni mucho menos, trazar la historia de la evolución del latín offertio, -ōnis, presente en offercione idolis (307), ‘ofrenda, sacrificio a los ídolos’ (LHP, s.v. ofercione e jdolo), y origen de la enforción o infurción, uno de los tributos tradicionales de León y Castilla que, en dinero o en especie, se pagaba al señor de un lugar por el disfrute de la tierra, o en algún caso por habitar en terreno ajeno; nos limitaremos a recordar que precisamente el origen de la palabra explica que los testimonios más antiguos en la documentación presenten regularmente o- inicial, en tanto que las formas con e-, resultado de una metátesis recíproca, corresponden sobre todo a los siglos XII y XIII, sin que desaparezca del todo o-34. Pero además de un cambio fonético, se produjo también un cambio de significado, puesto que en los testimonios de los siglos X y XI, hasta casi finales, la ofertione u ofercione, usada en los diplomas que acreditan una

32.

Díaz y Díaz (1978: 34) afirma que en las glosas silenses, “como en sus casi contemporáneas las Emilianenses, se descubre, a poco que se analicen, que tras las formas romances hubo glosas latinas. Claro que aquí como allá el número de las que admiten testimonio previo latino no es muy elevado en relación con el total; pero tales bajas proporciones no excluyen la verosimilitud de nuestro supuesto”. Entre los ejemplos, que considera indicativos cita premio: pretio; pudor: verecundia; aruspices: aut diuinos; o sortilegus: qui dat sortem.

33. LHP, s.v. mugier, muler, mulie, mulier, muliere, muller, mullier (Del lat. mulier), f. ‘Mujer, esposa’, con esta glosa entre otros ejemplos.

34.

El latín offertionem se halla ampliamente atestiguado en Du Cange, s.v. offertio, como nombre de tributo en documentos de los siglos VIII al XII. Las formas con e- se explican como resultado de una metátesis ofercione > eforcione, a la que hay que añadir en algunas variantes la presencia de n adventicia, favorecida por el influjo del prefijo en- (Pascual y Blecua 2006: 1374; también sería posible la explicación de las variantes con en-, in-, por cambio o confusión de prefijo (DCECH, s.v. infurción).

265

Texto Glosas v133.indd 265

05/10/2020 10:38:16

donación en la fórmula in offertione, es decir como ofrenda, hacía referencia al regalo o presente ofrecido por el donatario. En cambio, desde finales del siglo XI, en copias de documentos de esa fecha, y muy claramente en el XII, aparece para referirse al tributo, y este sentido se mantendrá en la documentación leonesa y castellana de los siglos XIII y XIV. El NDHE ofrece todavía a finales del siglo XIII y en 1300 dos ejemplos del tributo con o- inicial: el primero de ellos corresponde a una confirmación de sentencia de 1293, depositada en el archivo de la catedral de León, «fazían las otras sex sernas con sos corpos e que pagauan cadanno VII VII sueldos de la bona moneda por oferción en día de san Martino al que tenía aquel lugar por la iglesia de León»; el segundo está tomado del Fuero de Baeza, año 1300, «quito·l fago (sic) de toda pecha de rey & de senor & de todo tributo & offrecion & de toda fazendera»35. Los trabajos, tanto de historiadores como de filólogos, son abundantes y los testimonios muy numerosos, de modo que no es necesario extenderse más.

5. Conclusiones Es difícil sacar conclusiones tras una revisión como la que hemos hecho. Nos han precedido suficientes trabajos en los que ya se ha puesto de relieve el valor de estos testimonios. A la espera de que puedan aclararse en el futuro las glosas que aún nos resultan de difícil interpretación, quizá podría hacerse una clasificación pormenorizada de las latinas frente a las romances, tarea que se ha abordado en muchos de los trabajos previos, pero no de manera sistemática y exhaustiva.

Para terminar, suscribimos plenamente las siguientes palabras de Blake (1998: 931): “Las Glosas son una fuente muy tentadora a veces, muy frustrante otras veces, como para observar con certidumbre la trayectoria histórica de la lengua española, como lo son también los documentos notariales”.

35.

Frente a estos dos ejemplos con o-, la misma fuente ofrece más de mil testimonios medievales de enfurción e infurción.

266

Texto Glosas v133.indd 266

05/10/2020 10:38:16

BIBLIOGRAFÍA ARIZA VIGUERA, Manuel (1979): “Notas sobre la lengua de las glosas y de su contenido latino”, Anuario de Estudios Filológicos, II, 7-18.

BLAKE, Robert J. (1998): “Las glosas de San Millán y de Silos en su contexto sociolingüístico”, en Claudio García Turza, Fabián González Bachiller y Javier Mangado Martínez (eds.) , Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, La Rioja, Universidad de la Rioja, II, 925-932.

CARRERA DE LA RED, Micaela (1995): “Las glosas silenses: algunas precisiones”, en Juan Salvador Paredes Núñez (coord.), Medioevo y literatura: Actas del V Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, Granada, Universidad de Granada, I, 523-539.

Corde = Real academia Española [en línea]: Corpus diacrónico del español, <http://www.rae.es> [última consulta: 22/11/2019].

Dcech = Joan Corominas y José Antonio Pascual (2012 [1980-1991]): Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid, Gredos, cd-rom.

Deda =Diccionario español de documentos alfonsíes (2000). M. Nieves Sánchez González de Herrero (dir.), Madrid, Arco Libros. detema,

cfr. Herrera, Mª. Teresa

DÍAZ Y DÍAZ, Manuel C. (1978): Las primeras glosas hispánicas, Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona.

Dle = Real Academia Española (2014): Diccionario de la Lengua Española. <http://dle.rae.es/?w=diccionario> [última consulta 23/10/2019].

Diccionario Histórico de la lengua española (1933-1936): Academia Española, Madrid, Imp. de Libr. y Casa Editorial de Hernando, I, A-; II, B-Cevilla.

Diccionario Histórico de la lengua española (1960-1996): Real Academia Española, Madrid, Imp. Aguirre, T. I, A-alá. 1960-1972 (fasc. 1-19) - T. II: Álaba-antígrafo. 1974-1992 (fasc. 11-20) - T. III: Antigramatical-apasanca. 1993-1996 (2 fasc.) - T. IV: B-bajoca. 1996 (1 fasc.)

DU CANGE, Charles (1954 [1678]): Glossarium Mediae et Infimae Latinitatis, Graz-Austria, Akademische Druck-U. Verlagsanstalt, 10 vols.

GAFFIOT, Félix (1934): Dictionnaire illustré latin-français, París, Hachette.

GARCÍA TURZA, Claudio (2004): “Las glosas protohispánicas: el problema de su identificación”.

Centro virtual Cervantes [en línea] [Última consulta 12/11/2019] <https://cvc.cervantes.es/ensenanza/ biblioteca_ele/aepe/pdf/coloquio_2004/coloquio_2004_04.pdf> GARCÍA TURZA, Claudio y Javier GARCÍA TURZA (1995): “La datación y procedencia de las Glosas Emilianenses y Silenses: anotaciones críticas a los nuevos planteamientos”, Brocar, 19, 49-64.

GARCÍA TURZA, Claudio y Javier GARCÍA TURZA (1998): “Los glosarios hispánicos: el manuscrito 46 de la Real Academia de la Historia”, en Claudio García Turza, Fabián González Bachiller y Javier Mangado Martínez (eds.), Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, La Rioja, Universidad de la Rioja, II, 939-960.

GARCÍA DE VALDEAVELLANO, Luis (1993): Curso de historia de las instituciones españolas, Madrid, Alianza Universidad Textos.

267

Texto Glosas v133.indd 267

05/10/2020 10:38:16

HERNÁNDEZ ALONSO, César (1993): “Las glosas. Interpretación y estudio lingüístico”, y “Notas a las Glosas Emilianenses y Silenses”, en César Hernández Alonso et al.: Las glosas emilianenses y silenses.

Edición crítica y facsímil, 63-82 y 255-290.

HERNÁNDEZ ALONSO, César et al. (1993): Las Glosas Emilianenses y Silenses. Edición crítica y facsímil, Burgos, Excmo. Ayuntamiento de Burgos.

HERRERA HERNÁNDEZ, Mª Teresa (dir.) (1996): Diccionario español de textos médicos antiguos, Madrid, Arco Libros, 2 vols.

Léxico hispánico primitivo (siglos VIII al XII) (2003) ed. por Manuel Seco, Madrid, Espasa.

MENÉNDEZ PIDAL, Ramón ([1926] 1980): Orígenes del español. Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo XI, Madrid, Espasa-Calpe (9ª ed.).

PASCUAL, José Antonio y José Manuel BLECUA (2006): “De los munchos casos de n adventicia del español”, en César Hernández Alonso (ed.), Filología y lingüística. Estudios ofrecidos a Antonio Quilis, Madrid, CSIC, UNED y Universidad de Valladolid, II, 1361-1383.

PASCUAL, José Antonio y Mar CAMPOS SOUTO (2014): “Las glosas silenses en el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de Joan Corominas”, en María Bargalló Escrivá, Mª Pilar Garcés Gómez y Cecilio Garriga Escribano (eds.), “Llaneza” Estudios dedicados al profesor Juan Gutiérrez Cuadrado, Coruña, Anexos de la Revista de Lexicografía 23, 335-353.

Ndhe, cf. Real Academia Española.

Real Academia Española (2013-): Nuevo Diccionario Histórico del Español (Ndhe) [en línea] <http:// web.frl.es/DH> [última consulta 14/10/2019].

RUIZ ASENCIO, José Manuel (1993): “Hacia una nueva visión de las Glosas Emilianenses y Silenses”, en César Hernández Alonso et al.: Las glosas emilianenses y silenses. Edición crítica y facsímil, 83-118.

268

Texto Glosas v133.indd 268

05/10/2020 10:38:16

Las Glosas Silenses VI. Índices

Texto Glosas v133.indd 269

05/10/2020 10:38:16

Texto Glosas v133.indd 270

05/10/2020 10:38:16

VI. ÍNDICES José Manuel Ruiz Asencio Irene Ruiz Albi Mauricio Herrero Jiménez Universidad de Valladolid

VI.1. INDEX VERBORUM DEL PENITENCIAL1 a: 310v-20, 311v-3, 311v-21, 312v-7, 312v-19, 313r-5, 313v-4, 313v-10, 314v-5, 316r-15, 316v12, 317v-3, 317v-4, 317v-11, 317v-22, 318v-6, 319r-19, 319r-22, 320r-8, 320v-21, 321r-23, 321v-8, 321v-9, 321v-16, 322r-11, 322r-12, 322r-15, 322r-22, 323r-11, 323r-6, 323v-17.

Aaron: 318v-17. ab: 311r-15, 311r-23, 312r-2, 314r-8, 314v-7, 317v-5, 317v-9, 321r-4, 321r-23, 321v-3, 321v16, 322r-16, 322r-23, 322v-16, 322v-21. abarus: 315r-19. abbate: 313r-4. abducta: 317r-12. abis: 322v-20. abitum: 320r-16. abium: 322v-17. abluantur: 310v-19. abluit: 311v-5.

Abnepos: 309r-5a.

Abneptis: 309r-5b. aborsum: 313r-7, 314r-18. abrenuntjatjo: 309v-22. abscisus: 321v-1. absente: 314r-14. absque: 320r-7, 323r-21. abstineant: 311r-16, 311v-1, 312v-7, 323r-6. abstineat: 314v-8. abstinendos: 317v-23.

Abstinentja: 324v-17. abstinere: 318v-5, 321v-15, 323v-1. abunculi: 319r-10. accedant: 315v-6. accedat: 311r-14, 316v-8, 319v-17. acceperit: 313v-22.

1.

acceperit: 317r-14. accepisse: 314v-12. accepit: 311r-7. accipere: 314v-14, 317r-7, 318r-14, 318v-17, 319r-2. accipiant: 317v-14. accipiat: 314v-3, 315v-14, 317v-18, 318r-21, 318v-2, 321v-10. accipit: 311r-8. accipiter: 322v-1. accipitribus: 320r-20.

Actibus: 321v-14. ad: 310v-11, 311r-13, 311v-5, 312r-1, 312r9, 312v-22, 313r-13, 313v-7, 314v-22, 315r-2, 315v-6, 316r-18, 316r-22, 316v-3, 316v-8, 317r20, 318r-17, 318v-10, 319v-17, 320r-2, 320r-4, 321v-4, 321v-7, 322r-82, 323v-11, 323v-14. adfectus: 309v-17. adgrabans: 314v-15. adhuc: 322r-17. adIungitur: 316v-16.

Adneptis: 309r-6b.

Adnepus: 309r-6a. adque: 315r-13. adtendere: 315r-15. adulescentes: 316r-7. adulterat: 316r-14, 318r-18. adulteri: 314v-21, 317v-17. adulteria: 314r-14. adulterii: 319r-23. adulterio: 318r-7. adulterium: 318v-3, 319r-13. adulterum: 317v-16. afflictjo: 309v-21.

Las referencias de las diferentes voces remiten al folio y línea del texto del Penitencial.

271

Texto Glosas v133.indd 271

05/10/2020 10:38:16

agat: 311r-22. agendi: 321r-22. agere: 324r-10. agnoscitur: 321r-3. agnum: 311v-4. alat: 319v-10. aliam: 312v-12, 313v-14, 317r-7, 317v-22. aliena: 316r-13. alienis: 318r-17. alieno: 313v-3, 318r-13. aliis: 309v-8, 315r-18, 317v-5. alio: 312v-11, 319v-14. alioquin: 314r-4, 319r-21, 324r-22. aliorum: 310r-2. alios: 324r-5. aliqua: 323r-4. aliquam: 320r-11. aliquid: 312r-2. aliquis: 310r-6, 310v-1, 317r-23. aliquo: 322v-13. alium: 312r-7, 314v-13, 319r-2. altare: 311v-13. altaria: 311v-15. altario: 314v-6, 318v-19. alteram: 314v-12, 317r-13. alteri: 317v-13. alterius: 322v-3. alterum: 314v-2, 317v-17. ambo: 316r-15, 318v-7. ambulant: 312r-3. amen: 321v-12. amirates: 324r-16. a[mirates]: 324v-10. amplius: 310v-21, 315v-12. anathema: 319v-13. anatemizentur: 320r-1. anathema: 320v-13, 320v-15, 320v-17, 320v-19, 320v-22, 321r-14, 321r-17, 322r-7. anathematizetur: 317v-7. ancillam: 314r-22, 316r-18. angelos: 320v-18. angelum: 320v-21. anima: 322r-1. animal: 322r-18.

Animalia: 322r-15, 322r-19, 322r-21. animam: 313v-19. animarum: 315r-2. animas: 320v-17. anime: 321v-22. anni: 322v-12, 323v-18, 324v-18. annnum (sic): 318r-1. anno: 310v-12, 312v-6, 312v-16, 313r-10, 324v14, 324v-18. annorum: 314r-19. annos: 311v-17, 312r-5, 312r-6, 312r-8, 312r13, 312r-14, 312v-5, 312v-7, 312v-10, 312v-

22, 313r-1, 313r-2, 313r-12, 313r-19, 313r-20, 313r-4, 313r-8, 313r-9, 313v-13, 313v-17, 313v19, 313v-20, 314r-4, 314r-11, 314r-13, 314r17, 314v-12, 314v-4, 314v-9, 315r-13, 315r-21, 315v-4, 315v-7, 315v-82, 315v-9, 315v-10, 315v11, 315v-12, 315v-17, 316r-2, 316r-9, 316r-12, 316r-14, 316r-18, 316r-19, 316v-5, 316v-11, 316v-18, 317r-1, 317r-11, 318r-1, 318r-7, 318r16, 318r-21, 318v-1, 318v-8, 318v-11, 318v-12, 319r-4, 319r-222, 319v-7, 320r-10, 320r-21, 320r-22, 320v-2, 320v-8, 322r-11, 323r-15, 323r-20. ann[o]s: 323r-11. annosioris: 319r-17. annualis: 309v-15. annum: 310r-19, 313v-5, 314v-13, 314v-18, 315r-4, 315v-13, 315v-15, 316r-10, 316v-23, 320r-4, 320r-13, 320r-14, 320r-19, 320v-4, 322r-13, 322r-14, 323r-9, 323r-11, 323r-18. annus: 324v-16. ante: 310r-23, 310v-2, 310v-3, 310v-4, 311r-14, 313v-19, 315v-8, 320v-14. antenata: 319r-11. antequam: 318v-7. anthema: 321r-3. apes: 322v-6, 322v-7.

Apostolorum: 321v-15. apostolorum: 323v-20. aqua: 312v-6, 322v-14, 322v-19, 322v-21, 324v-3. aque: 311v-7. aqva: 309v-16. arceantur: 314v-5, 319r-23. arceatur: 316v-12, 322r-11. arcum: 320r-17. aream: 312v-2. argenteos: 324r-15, 324r-18, 324v-12, 324v-13, 324v-14. argenteum: 324r-17. argento]: 324v-15. aridioribus: 323r-22. armis: 313r-13. arserit: 320v-2. artem: 313v-16. aruspicia: 315r-10.

Ascensionem: 323v-5. aspectum: 315v-18. atquę: 309v-5. atrio: 319v-18. auctoritate: 321r-2. audeant: 321r-9. audeat: 319v-21.

Aues: 322r-21. auferantur: 312r-2. auferatur: 322v-18. augeat: 320v-10. auguria: 315r-9.

272

Texto Glosas v133.indd 272

05/10/2020 10:38:16

aut: 310r-6, 310r-7, 310r-82, 311r-2, 312r-17, 312v-10, 312v-13, 313r-4, 313v-16, 313v-7, 313v-8, 314r-5, 315r-12, 317r-9, 317r-19, 317v20, 318v-23, 320v-23, 321r-12, 321r-132, 321r20, 322r-12, 322r-13, 322r-14, 322v-13, 323r-2, 323r-8, 324v-9. autem: 310r-11, 310v-21, 312r-8, 312r-14, 312r15, 312r-20, 312v-16, 312v-22, 313r-10, 313r12, 313r-19, 313r-22, 313r-3, 313v-5, 313v-9, 313v-18, 314r-4, 314v-1, 314v-18, 315r-5, 315v19, 316r-5, 318v-7, 320r-142, 320v-11, 321v-3, 322v-8, 322v-15, 323r-1, 323r-7, 323r-14, 324r6, 324v-8, 324v-23. auxilio: 313v-3. ayt: 322r-6. babtismo: 309v-3, 311v-16, 311v-22, 313r-20, 313r-22, 314r-8. babtismum: 318r-8.

Babtiste: 323v-8. babtisterium: 321r-19. babtizamur: 309v-16. babtizare: 318v-4. babtizari: 311v-17. babtizatus: 311v-18, 321v-10. babtizetur: 311v-19, 311v-22. ballare: 320r-3. balneaberit: 320r-12, 320r-13. barbaris: 313r-11. baselicam: 319v-20.

Beata: 309v-8. beatus: 309v-6.

Beatus: 309v-7. bene: 310v-9. benedicti: 311r-20. benedictjone: 316r-17, 316v-6, 320r-7. benedictum: 311v-4. benundet: 316r-19. besteis: 322r-12. biberit: 322r-11, 323r-15, 323r-19, 323r-20. bicesimum: 315v-13. biduana: 314r-4, 316r-23. biduanum: 323v-6, 323v-11, 323v-18 biennium: 312v-20. bina: 324r-7. binis: 324v-20. bino: 322v-13. boluntatem: 313r-18. bonum: 320v-20, 322v-4. botiba: 311v-15, 324r-7. cabendum: 311v-23. cabtibitate: 312v-9, 317r-12. cadabera: 313v-8, 322v-9. cahos: 320v-21. canat: 310r-21, 311r-1, 311v-8, 315v-22, 316r-5,

320v-11, 324r-6, 324v-5. cane: 310r-19. canere: 311v-14, 311v-15. canibus: 320r-20, 322r-15, 322r-21. capite: 323v-17, 324r-11. capitis: 320r-23.

CAPITULATIONES: 309r-incipit. capitulis: 321v-14. capitulo: 321v-21. capte: 317r-18. captibum: 313r-10, 324v-9. carne: 311v-1, 312v-7, 323r-7, 323r-9. carnem: 311r-20, 321v-22, 322r-12. carnis: 318v-20. carnium: 309v-12, 321v-13.. caste: 311r-18, 323r-22. castitatis: 317v-2, 323r-15. casu: 313r-2.

Catecumina: 318v-2. catecumini: 311v-20. catecuminos: 319r-15. catholicum: 312v-9. catholicus: 311v-9. causa: 310r-20. causis: 309v-11, 319v-8. ceciderint: 322v-12. ceciderit: 322v-18. celebratur: 323v-4, 323v-9. centjes: 324r-12. certatim: 324r-12. cessaturum: 318r-4. cetera: 322r-22. ceteris: 313v-11.

Christi: 311v-3, 312v-20, 313v-4, 314v-7, 319r19, 321v-9, 323r-12. christianorum: 313r-13, 319r-17. christianos: 320r-2. christianus: 312v-9, 315r-8, 319v-13, 321r-5.

Christo: 318v-18. cibi: 310v-4, 323v-23. cibis: 323r-22. cibo: 322v-17. ciborum: 309v-12, 321v-13. cibum: 311r-8, 311v-12, 319r-16, 320v-7, 322r10, 322v-23. cibus: 322v-19. circulum: 322v-11.

Clerici: 318v-12, 319v-23, 321v-4. clericis: 321r-9. clero: 310v-20.

Clerus: 316r-11, 320r-21. clerus: 310r-9, 310v-9, 321r-12, 321r-22, 323r-14. coactus: 312r-12. coegentis: 323r-12. cogit: 310r-17, 322r-14. cogitatjone: 319r-21.

273

Texto Glosas v133.indd 273

05/10/2020 10:38:16

cogitatjonis: 315v-19. cognoscat: 314r-1. coinquinantes: 316r-7. coinquinatur: 315v-20. coinquinatus: 315v-18. coitu: 322r-20.

Colatjonum: 322r-2. collectjones: 315r-14. colligatur: 310v-17. comedenda: 322r-16. comederi: 322r-13. comederit: 322r-10. comedi: 322r-1, 322r-4, 322r-9, 322r-19, 322v2, 322v-4, 322v-10. comenda: 322r-23. comes: 324r-15, 324v-10. comiserit: 319v-18. commiserit: 312r-13. communicauerit: 310r-23. communicetur: 316v-13, 317v-1. communio: 314r-20, 314v-10, 318r-5, 318r-12. communione: 312v-19, 316v-12, 317v-3, 317v9, 317v-22, 322r-11. communionem: 314v-3, 315v-13, 317v-15, 317v-19, 318r-3, 318r-15, 318r-19, 318r-21, 318r-23, 318v-2, 321v-8. comunicandum: 311v-6. comunicatur: 319v-16. comunicent: 311r-16. comunicet: 311r-11. comunicetur: 319v-2. comunione: 313v-4, 317r-22, 319r-22. comunionem: 311r-17, 317v-11. conbentu: 321r-11. conbersus: 315v-7. conburatur: 310v-14. conceperit: 314r-14, 318v-3. concepta: 318v-6. concilio: 322r-5. concipere: 313v-22. concubina: 317r-23. concupiscit: 315v-23. conductores: 321r-15. confessio: 309v-20. confitetur: 320v-13. confugerint: 314v-22. conIuges: 317v-10. conIugio: 316r-11. conIugium: 312r-1, 316v-8, 317r-20, 318v-10. conIuncta: 316r-16. conIunctjonibus: 309v-10, 319r-6. conmemoratjo: 313v-6. conmunicat: 311r-13. conmunicetur: 311v-11. conmunione: 313v-4, 314v-5. conmunionem: 314r-16.

conplexu: 316r-6. conpulaberint: 317v-14. computatur: 324v-20. conputatur: 324v-22. conscientja: 318r-22. consenserit: 312r-14, 312v-23, 324r-10. consensu: 315r-4, 321v-2. consentit: 315v-1. consobrina: 319r-9. consortjo: 319r-19. constitutum: 322r-5. consulat: 320v-1. contineant: 311r-18, 316r-15. continetur: 323v-15. conueniendus: 318r-3. conuersio: 310r-2. conuersus: 310r-11. coputetur: 324v-18. cordis: 309v-21. corpore: 311v-3, 313v-4, 319r-19, 321v-9, 323r-11. corporis: 309v-21, 312v-20. corpus: 311r-22, 311v-1, 318r-13. corpuscula: 320r-6. corruptis: 317v-5. crediderit: 322r-6. credit: 320v-19, 320v-23. cremauerit: 312v-3.

CRIMINIBUS: 309r-incipit. criminum: 309v-20. cui: 314v-23. cuIus: 316r-14, 317r-12. cuIusquumque: 312v-3. culpabilis: 317r-17. cultus: 319v-12.

Cum: 313r-18. cum: 310r-11, 310r-13, 310r-16, 310r-22, 311r4, 313r-22, 313v-3, 313v-7, 314r-23, 314v-20, 315r-16, 315v-11, 315v-8, 316r-13, 316r-6, 316r-9, 316r-21, 316v-1, 316v-4, 316v-9, 317v6, 318r-15, 318r-17, 318r-21, 318v-11, 318v18, 319r-3, 319r-4, 319r-16, 319v-14, 320r14, 320r-20, 320v-4, 321v-5, 321v-22, 322v-5, 322v-19, 323r-22, 324r-8, 324r-22. cupidiis: 315r-18. cupidis: 309v-8. cupiditatem: 312r-8. cupidus: 315r-19. curricula: 314r-19. custodierit: 310v-10. custos: 314v-14. damnetur: 312r-16. damnis: 312v-2. damno: 317v-6. damnum: 312v-3. dandam: 318r-23.

274

Texto Glosas v133.indd 274

05/10/2020 10:38:16

dandum: 314r-16, 318r-18. dari: 318r-3, 318v-15. datis: 312r-11. datur: 318r-5.

DE: 309r-incipit.

De: 309v-1, 309v-2, 309v-3, 309v-4, 309v-5, 309v-6, 309v-7, 309v-8, 309v-9, 309v-10, 309v11, 309v-12, 309v-13, 309v-14, 309v-15, 310r5, 310v-6, 311v-16, 312r-4, 312r-17, 312v-17, 315r-7, 315r-18, 315v-2, 319r-6, 319v-8, 320r-5, 321v-13, 323v-2, 324r-1, 324r-8, 324v-1. de: 312r-20, 312v-1, 313v-12, 314v-22, 317v-19, 319r-11, 321r-5, 321v-21, 322r-10. debemus: 310v-8. debent: 321r-15. deberi: 322r-4. debet: 317r-15, 318r-14, 318v-5, 323v-1, 324v-3. debuerat: 313v-23. decem: 311r-16. decenis: 324r-8. decennium: 314v-5.

Decima: 310r-2. decimas: 321r-6. dederit: 315r-3. dedicetur: 322v-21. dediti: 318r-9. deducantur: 313v-8. deesse: 321r-3. defuerit: 320r-4. defunctorum: 320r-6.

Dei: 318v-19, 320v-18. deinde: 323v-10. demonibus: 320v-1. demonio: 313v-10, 321r-23. demum: 314v-9. demumque: 315v-22, 316v-14, 320v-6.

Demunque: 311r-21. demunque: 312r-19. denati: 313v-17.

Deo: 312r-10, 321r-7. deponatur: 310r-8, 314r-9. depositjone: 323v-14. derelinqunt: 317v-11. dereliquerit: 319v-9. deseruerint: 319v-11. desinat: 310r-7, 315r-21. desinteria: 322v-4. detraentem: 315v-1. detrait: 315r-23. deuenerit: 310v-11. deuent: 318v-22. deuere: 321v-23. deuitorum: 310r-3. deuorandum: 310v-11. deuota: 316r-11. dextros: 319v-22.

diabolum: 320v-20. diabolus: 321r-2. diaconus: 315v-5, 318v-16, 320r-8, 320r-9. dicit: 320v-15, 320v-17, 320v-20, 321v-22. dicitur: 323v-10, 324r-19, 324v-16. die: 310r-23, 311r-19, 311v-14, 312r-2, 316v23, 320r-22, 324r-4. dię: 317r-1, 323r-5. diebus: 310r-9, 310r-10, 310r-11, 310r-12, 310r-13, 310r-14, 310r-15, 310r-162, 310r-20, 310r-21, 310r-22, 310v-5, 310v-18, 310v-22, 310v-212, 311r-1, 311r-5, 311r-6, 311r-7, 311r92, 311r-10, 311r-11, 311r-12, 311r-16, 312r-3, 312r-12, 313r-7, 313r-16, 313r-18, 313r-23r, 314r-3, 314r-6, 314v-172, 315v-18, 315v-21, 316r-3, 316r-5, 316r-62, 316r-8, 316v-13, 316v21, 316v-22, 317r-1, 317r-3, 317r-3, 319v-7, 320r-14, 320r-15, 320v-6, 323r-1, 321r-4, 322r14, 323r-19, 323r-2, 323r-6, 323r-7, 323r-8, 323v-22, 324v-19, 324v-22. diei: 309v-14, 324r-1. diem: 320v-16. dies: 312v-21, 315v-1, 324v-16. dies]: 324v-14. digami: 317v-23. dignam: 318v-21. dignus: 321v-2. dimiserit: 317v-21. dimissam: 317v-22. dimittat: 316v-17, 316v-7. dimitteret: 317r-8. dimitti: 317r-6. discipulum: 320v-9. discrimine: 323r-17. dispoliat: 312v-6. dissidentjum: 321v-11.

DIUERSIS: 309r-incipit. diuersis: 309v-6, 309v-11, 309v-9, 312v-17, 315v-2, 319v-8. diuinis: 320r-5. diuinos: 315r-8. [diu]tjus: 324v-22. docere: 321r-9, 321r-11. docta: 321r-10. dolorem: 322v-5. domina: 314r-22.

Domini: 311r-23, 311v-2, 323r-23, 323v-4, 323v-6, 323v-15. domini: 313r-16. dominica: 315r-16. dominico: 309v-3, 311v-16, 312r-2, 316v-23, 320r-22. dominicum: 320v-16.

Dominicus: 309v-6.

Domino: 320v-21, 324r-6. domino: 312r-19.

275

Texto Glosas v133.indd 275

05/10/2020 10:38:16

Dominum: 320v-14. dominus: 322r-9. domo: 318v-9. domui: 321r-7. domum: 312v-2, 313r-15. dormiens: 316r-2. dormierit: 314v-15. duas: 311v-13. ducat: 317v-17. ducatu: 313r-11. ducit: 312r-7. dum: 311v-1, 311v-5, 322r-12, 322v-11. duobus: 310v-15, 319v-1.

Duodecima: 310r-4. duplum: 312r-20, 312r-23. duxerint: 316r-12. duxerit: 312v-10, 317v-1, 317v-18, 317v-21. eadem: 323r-18. eam: 316r-20, 317r-6, 318v-1, 318v-4. ebdomadarum: 324v-15. ebdomadas: 320r-3. ebrietate: 309v-1, 310r-5. ebrietatem: 310r-12, 310r-15. ębrietatem: 310r-10. ębriosus: 315r-20. ębrius: 310r-18. eclesia: 311r-14. ęclesia: 316r-2, 319v-16, 320r-4, 321r-4, 323v-16. eclesiam: 311r-12. ęclesiam: 312v-12, 312v-21, 314v-22, 316r-4, 319v-17, 320v-9. ęclesiastica: 317r-21. ęclesiasticum: 321r-18. eclesie: 312r-23, 321r-15. eclesię: 317v-4, 317v-9. ęclesię: 312r-21, 312v-11, 317v-12, 319v-18. ederit: 323r-7, 323r-13. ęditjone: 309v-12, 321v-13. effuderit: 310v-16. egenis: 322v-21. eger: 314v-16. ęgris: 314v-14. egrotum: 315r-3. ei: 318r-5, 318r-19, 318r-23. eis: 312r-2. eIus: 309v-2, 310v-6, 313r-21, 313v-12, 319v16, 319v-22, 322v-5. elementa: 315r-10. ęlemosinarum: 309v-18. ęlemosinas: 316r-23. emersise: 320v-22. emisor: 314r-1. emulat: 320v-1. enim: 310r-19, 322v-12, 323r-10, 323r-16, 324r-7. eo: 314r-16, 321r-23, 321v-3, 322v-16.

eorum: 313v-8, 318v-14. eos: 319v-10, 321v-8. ępiscopum: 313r-4. episcopus: 320r-19. ępiscopus: 310r-6, 315v-4, 318v-16. epistolarum: 321v-20. equestres: 324r-16, 324v-11. erbarum: 315r-15. ergo: 323r-18. erit: 313r-5, 313v-5, 315r-2. errorem: 323v-16. esse: 312v-12, 314r-1, 314r-16, 317r-17, 317r19, 319v-12, 320r-23, 320v-16, 320v-19, 321r15, 322r-7. est: 309v-16 est: 311v-19, 311v-3, 311v-9, 312r-12, 312r19, 312v-1, 313r-21, 313v-10, 314v-11, 315r-5, 315v-4, 315v-12, 315v-18, 315v-21, 316r-15, 316r-17, 317r-8, 317r-16, 318r-3, 318r-13, 318r18, 318r-23, 318v-6, 320v-3, 321v-22, 322r-2, 322r-19, 322v-4, 323r-21, 323v-3, 324r-4, 324r14, 324r-20. [est]: 324v-23.

Et: 310v-14, 312v-2. et: 309v-2, 309v-3, 309v-4, 309v-5, 309v-8, 309v-15, 309v-21, 310r-1, 310r-2, 310r-3, 310r-19, 310v-4, 310v-17, 310v-18, 310v-20, 310v-23, 311r-14, 311r-16, 311r-22, 311v-5, 311v-16, 312r-4, 312r-21, 312v-6, 312v-72, 312v-8, 312v-11, 312v-20, 312v-22, 312v-23, 313r-3, 313r-6, 313v-3, 313v-10, 314r-12, 314r-17, 314r-23, 314v-6, 314v-9, 314v-15, 314v-20, 314v-21, 315r-16, 315r-18, 315r-19, 315r-21, 315v-13, 316r-1, 316r-6, 316r-21, 316r-23, 316v-1, 316v-7, 316v-8, 316v-11, 316v-13, 316v-17, 316v-18, 317r-6, 317r-13, 317r-16, 317r-17, 317r-23, 317v-1, 317v-4, 317v-5, 317v-13, 317v-21, 318v-3, 318v-142, 318v-15, 318v-21, 319r-5, 319r-192, 319r22, 319v-4, 319v-6, 319v-10, 320r-16, 320r172, 320r-182, 320v-122, 321r-10, 321v-16, 321v-172, 321v-18, 321v-2, 322r-3, 322r-15, 322r-212, 322v-4, 322v-11, 322v-14, 322v-18, 322v-19, 322v-21, 322v-23, 324r-5, 323r-21, 324r-22, 324v-3, 324v-12, 324v-13, 324v-14, 324v-15. etjam: 321v-4, 323v-19. ętjam: 314v-8, 317v-5, 319r-16. eucaristia: 310r-11, 310r-14, 310r-16. ęucaristię: 310v-22. eumcaristia (sic): 311r-2. euntes: 320r-2. euomerit: 310v-1. ęuomerit: 310v-4. ęuomit: 310r-18. euomitaberit: 310r-10.

276

Texto Glosas v133.indd 276

05/10/2020 10:38:16

euomitum: 310r-5. ęuomitum: 309v-1. ex: 320v-18, 320v-21. examinatjone: 317v-11. excludantur: 317v-12. excludi: 317r-15. excomunicatjonis: 319r-18. excomunicetur: 319v-14, 321r-4, 321r-8. exconmunicetur: 312v-19. exercent: 315r-12, 320r-18. exercere: 315r-17. exercuerit: 318r-13, 320r-21. exierit: 317v-20. exilio: 318v-13. exolbat: 324v-8. expurgentur: 322v-14. exquirunt: 315r-13. exsolbat: 324r-14. extimet: 318v-18. extingunt: 314r-19. extraneatur: 317v-4. extraxerit: 312v-8. extrema: 318r-11. faciem: 311v-5. faciendum: 312v-23. facientes: 316r-6. facinus: 314r-15. facit: 321r-2. faciunt: 314r-18. factum: 312v-23, 313r-3, 320v-21. falsario: 309v-4. falsario: 312r-4. falsitatem: 312r-13. fecerint: 313r-12, 320r-1. fecerit: 312r-18, 312v-18, 313r-7, 319r-1, 320v11, 321r-16, 323r-10. fecerunt: 315v-4. fel: 322v-5.

Femina: 317v-15. femina: 318r-17.

Femine: 311r-23, 317v-12. femineum: 320r-15. femora: 316r-8. femoribus: 315v-16. femus: 322v-18. feris: 310v-11. ferre: 324r-8. festinanter: 322v-7. festiuitate: 316v-21. fiat: 311v-23, 313v-7. fidei: 310r-1. fidelibus: 313v-11. fidelis: 316v-9, 317v-15, 323r-21. fideliter: 321r-7. fidelium: 313v-9, 314v-20, 317v-23, 321v-8.

fidem: 317r-10. fieri: 320r-23.

Filia: 309r-2b. filia: 316r-21, 319r-10, 319r-82.

Filii: 309r-9a. filii: 319v-10. filiis: 323r-19. filios: 311v-22, 318v-14, 319v-9. filium: 313v-17, 316r-20.

Filium: 320v-12.

Filius: 309r-2a. finem: 314r-16, 314v-3, 316r-22, 317v-14, 318r2, 318r-14, 318r-18, 318r-23, 318v-4, 318v-14, 319r-23. fingunt: 320r-17. fiunt: 324v-5, 324v-15. fixis: 324r-11. flagella: 319v-19. flagellare: 320v-10. flagello: 324r-8. flagellorum: 324v-6. flectendo: 324r-5. flentes: 318v-22. fletibus: 314r-21, 324r-22. flumine: 310v-17. foras: 322v-15, 322v-18. fornicans: 316r-9. fornicantur: 314r-12. fornicari: 316r-1. fornicatjone: 321v-16. fornicatjonem: 319r-1. fornicatjonibus: 309v-9, 315v-2. fornicator: 317r-8.

Fornicatur: fornicatur: 315v-3, 315v-16, 316r-10, 316r-21, 316v-2, 317r-5, 318v-8, 318v-11, 318r-16, 319r-3. fornicatus: 315v-15. forsitan: 318r-19. fractu: 321r-6. fragilitatem: 318v-20. frangenda: 316v-19. fraternitatis: 319r-19. fratri: 312r-15, 319v-15, 320v-5. fratribus: 319v-1. fratris: 319r-72. fratrum: 321v-12. fregerint: 317r-11. fructus: 309v-18. fuderit: 313r-6, 316r-3. fuerint: 319r-20. fuerit: 310r-14, 310v-19, 311r-12, 311v-21, 312r-22, 313r-1, 313r-3, 314r-2, 314r-8, 314r23, 314v-16, 314v-23, 315v-15, 316v-10, 317r12, 318r-6, 318r-22, 319v-14, 321r-22, 321v-19, 322v-15, 324r-6. fugientem: 320v-9.

277

Texto Glosas v133.indd 277

05/10/2020 10:38:16

fuisset: 320v-20. fuisse<t>: 320v-15. fulgura: 320v-23. fundaberit: 319v-20. fundendo: 316v-1. furatum: 312r-18, 312r-21. fures: 314v-22. furore: 320v-5. furtu: 309v-5. furtum: 312r-18, 312r-19, 318v-23. fusum: 310v-19. fverit: 312r-21.

Gamgresse: 322r-5. geminauerit: 314r-17. gemitibus: 324r-22. generalium: 309v-13, 323v-2. generatjone: 319v-3. genibus: 324r-11. gentili: 316v-10. gentilitatis: 323v-16. genua: 324r-5. genuerit: 316r-20. germana: 319r-7. gestiunt: 320r-16. gradum: 312r-1, 321r-17. grana: 320v-2. guttam: 311v-7. habeantur: 319r-15. habeat: 313v-19, 319r-2. habens: 315v-10, 316v-15, 318r-2, 318r-6, 318v-18. habuerit: 310r-7, 316v-7, 318r-20, 324r-21. habundantjus: 324v-23. harrobam: 324r-20. hec: 321r-16, 321v-18, 324r-20.

Hee: 319r-7. heremitarum: 309v-15. hi: 320r-18.

Hii: 314r-18, 317v-10, 318v-19. his: 315r-20, 319r-11, 323r-8, 323v-21. hoc: 314v-8, 319v-12, 323r-10. homicida: 313v-15, 313v-20. homicidię (sic): 314v-21. homicidiis: 312v-17. homicidiorum: 313v-23. homicidium: 312v-18. 312v-22homine: 313r-2hominem: 310r-17, 313r-9, 313r-14, 313r-17, 314r-5, 322v-6. hominibus: 322r-16, 322r-23. hominis: 322v-17. hominum: 313v-4, 322r-20. homo: 311v-2, 320v-3, 322r-18, 322v-16. hora: 311v-20, 319v-2. hostili: 314v-8.

humanas: 320v-18. humano: 314v-7. humiliati: 314r-21. hunc: 313v-10. ianuarias: 323v-17. ibidem: 322v-15. ictus: 324r-9, 324v-6. id: 310v-19, 315v-12, 318r-13, 324r-20. idque: 314r-15.

IeIunandum: 320v-16.

IeIunia: 324r-2.

IeIunio: 309v-14, 309v-15, 324r-1, 324v-1.

IeIuniorum: 309v-13, 323v-2, 323v-22.

IeIuniu: 323v-21.

IeIunium: 311r-22, 323r-3, 323v-3, Ieronimus: 321v-20, igitur: 321v-14, igne: 310r-20, igni: 310v-14, Ignorans: 311r-9, 311v-18, 316r-4, 322r-12, 322r-14, 323r-1, 323r-8. ignorantem: 312r-7. ignoranti: 323r-16.

Ihesu: 320v-14.

Ihoannis: 323v-7. illa: 314r-10. illam: 312r-23. illi: 313v-6. [illo: 324v-15. illut: 310v-10, 310v-11, 310v-18. imolaticio: 321v-16. imperator: 324r-14, 324v-8. impii: 317r-21.

In: 323v-21, 324v-14. in: 309v-16, 310r-20, 310r-23, 310v-17, 311r10, 311r-12, 311r-13, 311r-19, 311v-13, 311v142, 311v-20, 311v-22, 311v-3, 312r-1, 312r-7, 312r-10, 312r-11, 312r-20, 312r-22, 312r-23, 312v-6, 312v-9, 312v-11, 312v-12, 312v-14, 313r-9, 313r-23r, 313v-6, 313v-10, 314r-52, 314r-15, 314v-3, 314v-8, 315r-14, 315v-16, 315v-21, 316r-2, 316r-11, 316v-20, 316v-21, 316v-22, 317r-12, 317r-12, 317r-18, 317v-14, 317v-17, 318r-2, 318r-14, 318r-18, 318r-7, 318r23, 318v-4, 318v-8, 318v-13, 318v-14, 318v-15, 318v-23, 318v-23, 319r-14, 319r-21, 319v-1, 319v-3, 319v-5, 319v-11, 319v-16, 319v-18, 319v-19, 320r-15, 320v-72, 321r-11, 321v-14, 321v-20, 321v-21, 322r-1, 322r-2, 322r-2, 322r5, 322v-132, 322v-17, 322v-20, 323r-8, 323v-17, 323v-9, 324v-3. inbalidis: 311v-12. inbenitur: 313r-23r, 319v-4. inbenta: 310v-23, 311r-1. inbicem: 316r-7.

278

Texto Glosas v133.indd 278

05/10/2020 10:38:16

inc[an]tatjone: 320r-14. incantatjone: 320r-13. incantatjonem: 320r-11. incantatjones: 315r-15. incantatores: 315r-9. incendii: 312v-4. incendio: 309v-5, 312r-17.

Incestis: 319r-14. incestis: 309v-10, 319r-6. inciderit: 314v-9.

INCIPIUNT: 309r-incipit. inclinato: 324r-11. incontinentję: 318r-9. incurrerint: 318v-20. incurrerit: 313v-11. inde: 310v-20, 322v-14. indulgentja: 310r-3. inebriaberit: 310r-9. inębrians: 314v-18. inebriauerit: 310r-12. inębrietur: 310r-17. inedie: 323r-9. infamaberit: 312v-13.

Infans: 311r-10. infans: 314r-7. infante: 313v-14.

Infirmis: 311v-11. infirmitas: 310r-20. infirmitate: 320r-13. infirmitatem: 317v-20. infra: 313v-9, 314v-20. ingrediatur: 312v-21. inici: 313v-9, 314v-20. iniquitate: 311r-15. inlecebrosum: 316r-6. inmundam: 322r-12. innocens: 312r-11. inpedierit: 317v-3. inpietate: 312v-14. inportabilia: 316v-18. inposuit: 312r-15. inpugnatjone: 315v-19. inquinamento: 316r-6. inquinetur: 322v-16. insistant: 314r-22. inspetjones: 315r-11. instituit: 323v-16. inter: 316r-8, 319r-15. intercessio: 309v-23. interficere: 313v-2. interficiat: 314v-2. interitu: 313v-2. interitum: 313v-10. intraberit: 316r-4. intrat: 311r-12, 316r-19. intulerit: 314r-11.

inuenerit: 322r-18. inueniuntur: 322v-1. inuersum (sic): 320r-12. ipsas: 316v-7.

Ipse: 323v-12. ipso: 311v-3. ipsum: 313v-1, 318v-23.

Ita: 314r-20, 319r-4, 323v-19. ita: 310r-172, 312v-4, 314v-9, 321v-22, 322r-3, 322r-5. itaque: 309v-16.

Item: 322r-2. iteretur: 311r-3.

Iudaycis: 322r-10.

Iudea: 316v-10.

Iudicandus: 313r-5.

Iudicantes: 319v-12.

Iudicetur: 313v-15, 313v-21.

Iudicii: 317v-10.

Iudicio: 312r-15.

Iumento: 318r-15.

Iungi: 312v-12.

Iussione: 313r-16.

Iuste: 323r-23.

Iustum: 319v-12. kalendas: 315r-14. kalendis: 323v-17. karitatis: 309v-17. ke: 317v-22. kirieleison: 324r-13. labacrum: 320r-23. lacerantes: 322v-8. laceratam: 322r-12. lacrimabiliter: 314r-3. lacrimarum: 309v-19. lacrimas: 316v-1. laica: 313v-13. laicam: 313v-14.

Laicus: 316r-13. laicus: 310r-14, 315v-7, 316v-6. laneficia: 315r-12. lapides: 312v-11. lapsi: 314v-4. lapsus: 318r-6.

Lator: 324v-6.

Laycus: 321r-8. laycus: 311v-20.

Lector: 324v-4. lector: 324r-4. legem: 318v-17. legitimam: 318r-20. lenocinium: 318r-12.

Lepus: 322v-3. letaniarum: 323r-3. letanias: 323v-10, 323v-11, 323v-12.

279

Texto Glosas v133.indd 279

05/10/2020 10:38:16

liberet: 316r-20. libro: 321v-20, 322r-22. liceat: 315r-13, 317r-4, 317r-6. licentja: 317r-5. licet: 311v-12, 311v-13, 313v-11, 317r-7, 317r8, 322v-2, 322v-4. licitum: 314v-11, 322r-19. licore: 322v-13, 322v-20.

Ligna: 312v-11. liminibus: 317v-4. limpha: 310v-20. linteamina: 310v-18. liquor: 322v-22. lite: 319v-14. litem: 319v-18. lunam: 315r-14. lupis: 322r-15. magister: 320v-8. malas: 320r-17. maledicit: 320v-5. maleficia: 315r-12. maleficio: 314v-2. malis: 310v-7. mancipentur: 318v-13. manducaberint: 322v-9. manducandum: 322r-7. manducauerit: 310r-22, 321v-18. manducetur: 322v-8. manibus: 324r-11. mariti: 318r-22. marito: 314r-14. maritum: 317v-16.

Maritus: 318v-23. maritus: 316v-14, 317r-13.

Martini: 323v-12, 323v-14. martiria: 312v-5. martirii: 310r-4. martirum: 316v-22. martirum: 323v-20.

Mater: 309r-1b. matertera: 321r-13. matertere: 319r-10. matre: 316r-21, 319r-3. matrem: 312v-13, 321r-12. matrimonio: 317r-18. matutinum: 310v-32. mazerentur: 322v-11. mecata: 318r-22. mecatjonis: 323r-17. mecatur: 318r-2. mecatus: 316v-10. media: 310v-2. mel: 322v-8. membris: 316r-10. menbro: 313v-12.

menses: 314v-11, 318v-5, 321v-19, 323r-14. mensi: 323v-9. mensibus: 310v-15. mente: 316r-1. mercenarius: 324r-17, 324v-12. meritum: 310r-1. metanias: 324r-10, 324r-12, 324v-7. militatores: 319v-23. ministeriis: 320r-5. ministrat: 314v-6.

Ministri: 321r-15. minutis: 315v-11. miscens: 320v-7. misericordia: 310r-1. missas: 311v-14, 324v-5. mixtum: 322v-5. modica: 310v-19. modo: 310v-7, 321v-12. molino: 320r-13. monacus: 323r-12. monasterio: 312r-10, 312r-20. monasterium: 317r-9. monstruosa: 311r-19. monstruosę: 316v-20. monstruose: 320r-16. monstruoso: 311r-10. more: 316v-5, 317r-10. morientibus: 315r-1. moritur: 322v-20. morte: 314v-22. mortem: 312r-10, 313r-13, 318r-17. morticinium: 322r-13. mortis: 311v-11, 311v-20, 318r-3, 319v-1.

Mortua: 314v-11. mortua: 314r-23, 316v-2, 322v-1.

Mortuo: 314v-13. mortuorum: 322v-9. mortuum: 316v-12. mortuus: 313r-21, 313r-23r, 313v-5, 314r-7, 314v-15, 320v-3, 322v-15.

Moysen: 322r-8.

Mulier: 311r-19, 313v-21, 317r-7, 318r-12, 318v-5, 319v-1, 320v-2, 321r-10. mulier: 311r-10, 313v-15, 313v-18, 314r-13, 316v-15, 317r-20, 318r-15, 318v-11, 319r-1, 320v-6.

Muliere: 314v-10. muliere: 311v-21, 316v-2, 318v-11. mulierem: 314r-9, 314v-12, 317r-15. mulieres: 314r-12.

Mulieri: 317r-4. mulieri: 314v-13. mundetur: 322v-19. nactos: 314r-18. namque: 324r-2. nasceretur: 320v-14.

280

Texto Glosas v133.indd 280

05/10/2020 10:38:16

nasci: 323r-20.

Natalem: 323v-7, 323v-14. natura: 321v-21. naturę: 322v-3. ne: 311v-23, 317v-17, 319v-23. nec: 314r-15, 314v-3, 317v-1, 317v-14, 318r-14, 318r-18, 318r-23, 319r-16, 319v-15, 319v-17, 319v-21, 319v-22, 320r-6, 322v-1. necem: 314r-10. necessitas: 322r-13. necessitate: 320r-22, 323r-4, 323r-8, 323r-13. necessitatem: 321v-19, 323r-2. negant: 314r-13. negat: 315r-1. neglegens: 314v-17. neglegentjam: 314r-7. neglegerit: 310v-14.

Nepos: 309r-3a.

Neptis: 309r-3b. nequaquam: 321v-23, 322r-4, 323r-20. neque: 311r-13, 313v-7, 315r-14. nesciens: 311r-6, 311r-9, 312r-6, 323r-19. nicil: 319r-11. nicilumque: 310v-11. nisi: 310v-8, 312v-12, 315r-16, 317r-9, 317v-19, 319r-12, 322r-17. noberca: 319r-8. noberce: 319r-8. nocte: 310v-2. nocturno: 311r-7.

Noe: 322r-8. noluerint: 317r-21. uolumtarię: 313r-1.

Non: 315r-13. non: 310v-23, 310v-9, 311r-13, 311v-21, 312r22, 312v-12, 313r-1, 313r-3, 314v-19, 315r-22, 316r-1, 316v-8, 316v-17, 317r-4, 317r-7, 317r17, 317v-18, 319v-6, 319v-10, 319v-16, 320v13, 320v-15, 320v-20, 321r-7, 321r-9, 321r-11, 321r-15, 321r-22, 321r-23, 321v-18, 322r-16, 322r-23, 322v-16, 322v-23, 324r-21.

Nona: 310r-1, 320r-2. nubere: 318v-12. nubit: 317r-3. nubserit: 316v-22, 316v-4, 316v-23, 317r-2, 319v-1. nubtjas: 320r-2. nubunt: 316v-19. nudius: 311r-18. nulla: 313v-6. nullam: 318v-17.

Nullatenus: 317r-22. nullatenus: 324r-3. nullo: 310v-7, 321v-12.

Nullus: 320v-8, 321r-17. nullus: 321v-10. numquam: 315v-6.

ob: 310v-20. obinde: 314r-10. oblatjo: 319v-15. oblatjone: 311r-2, 313v-6. oblatjonem: 319v-21.

Oblatjones: 321v-11. oblatjonis: 310v-23. oblitor: 311r-4. obliuiscens: 311r-2. obserbatur: 323v-6. obserbentur: 323v-13. obseruaberit: 315r-8. obseruandum: 312v-1. obseruare: 315r-14, 324r-3. obseruari: 315r-10. obserbatjonibus: 309v-7. obseruatjonibus: 315r-7. obseruentur: 323v-18, 323v-21. obseruet: 315r-5. obsorberit: 311v-7. obtulerit: 321r-7. obuolbantur: 320r-7. obvlum: 324r-18. occasione: 319v-11. occasum: 310v-1. occidantur: 322r-17, 322r-20, 322v-7. occiderint: 322v-6. occiderit: 313r-2, 313r-5, 313r-9, 313r-15, 313v-16, 313r-17, 314r-15.

Octaba: 309v-23.

Octabum: 323v-17. odio: 310r-22, 313r-19. odium: 315r-23. offerat: 324r-7, 324v-4. offeratur: 321v-3. offerre: 310v-8. offerri: 311r-3, 321v-1. offert: 311r-3, 311r-6. officio: 314v-10, 321r-22. oleo: 323r-21. omia: 312v-8. omicidiis: 309v-6.

Omne: 310v-12. omnes: 317v-22, 323v-19. omni: 311r-23, 311v-12, 314r-21, 314v-7, 318r-8. omnia: 315r-17, 324r-21. omnibus: 314r-3, 315v-22, 319r-11.

Omnis: 310v-92. omnium: 312v-1. operantur: 312r-2. operator: 324r-16, 324v-11. opere: 309v-3, 311v-16, 312v-11. oportet: 319r-17, 320r-2, 321r-23. oppreserit: 322v-1. oppresserit: 313v-14. ora: 311v-12.

281

Texto Glosas v133.indd 281

05/10/2020 10:38:16

oratjone: 315r-16. ordinator: 320r-10. ordinatus: 310r-6, 320r-9. ordinauerit: 320r-9. ordine: 314r-8. ordinem: 315v-6, 321r-20. os: 311v-5, 320v-7. osculatur: 316v-13.

Osculum: 316r-5. osculum: 311r-13, 319v-17.

Osor: 315r-22. ostium: 314r-5. palam: 320r-18. palleis: 320r-5. pane: 312v-6, 324v-3. parbulus: 313r-20. parentes: 313r-21, 317r-10, 319v-10. parentum: 318v-9. parere: 313v-23. pariat: 318v-7. partem: 318v-18. particulam: 310v-22. parturitjonis: 316v-20. partus: 314r-12.

Pasca: 311v-4.

Pascę: 317r-1.

Pasche: 311r-19. pascualium: 323v-19. passio: 310r-4. passos: 319v-22.

Pater: 309r-1a.

Patrem: 320v-12. patrem: 312v-13. patris: 319r-8, 319r-9. pauper: 324r-18, 324v-13. pauperibus: 312r-11. pauperrima: 313v-18. pauperrimus: 324r-19, 324v-13. peccaberit: 315v-9. peccans: 318v-20. pecodis: 322r-1. pecoribus: 315v-11. pellantur: 317v-9. penitea[t]: 320r-14. peniteat: 310r-10, 310r-9, 310r-11, 310r-12, 310r-13, 310r-14, 310r-15, 310r-16, 310r-16, 310r-18, 310r-19, 310r-20, 310r-21, 310r-22, 310v-2, 310v-5, 310v-12, 310v-15, 310v-18, 310v-21, 310v-21, 311r-1, 311r-5, 311r-6, 311r7, 311r-92, 311r-10, 311r-11, 311r-12, 311v-18, 312r-3, 312r-5, 312r-6, 312r-8, 312r-12, 312r13, 312r-14, 312r-20, 312r-20, 312r-22, 312r23, 312v-4, 312v-5, 312v-10, 312v-15, 312v-16, 312v-22, 313r-1, 313r-2, 313r-4, 313r-7, 313r8, 313r-9, 313r-10, 313r-12, 313r-14, 313r-16,

313r-18, 313r-18, 313r-19, 313r-20, 313r-222, 313r-23r, 313v-5, 313v-13, 313v-18, 313v-19, 313v-20, 314r-4, 314r-5, 314r-6, 314r-11, 314r13, 314r-17, 314v-12, 314v-4, 314v-9, 314v-17, 314v-17, 314v-18, 315r-4, 315r-13, 315r-21, 315r-23, 315v-1, 315v-4, 315v-7, 315v-8, 315v9, 315v-11, 315v-12, 315v-12, 315v-16, 315v17, 315v-19, 315v-21, 316r-2, 316r-3, 316r-5, 316r-6, 316r-6, 316r-8, 316r-9, 316r-11, 316r12, 316r-14, 316r-18, 316r-19, 316r-22, 316v3, 316v-5, 316v-9, 316v-11, 316v-13, 316v-18, 316v-21, 316v-22, 316v-23, 317r-1, 317r-4, 317r-11, 318r-1, 318r-7, 318r-16, 318v-8, 318v11, 318v-12, 319r-22, 319v-5, 319v-7, 320r-5, 320r-10, 320r-13, 320r-14, 320r-15, 320r-19, 320r-21, 320r-22, 320v-2, 320v-4, 320v-6, 320v8, 321v-20, 322r-11, 322r-12, 322r-13, 322r-142, 323r-1, 323r-2, 323r-6, 323r-11, 323r-14, 323r16, 323r-18, 323r-19, 323r-20, 324r-23. peniteatur: 319r-4. penitens: 315r-5.

PENITENTIARUM: 309r-incipit. penitentjam: 315r-1, 315r-3, 315r-6, 318r-10, 318r-11, 318r-19, 318v-21, 321v-6. penitentjum: 309v-11, 319v-8. penitere: 324v-3. penitus: 321v-23.

Pentecosten: 323v-7.

Per: 310r-15. per: 310r-10, 310r-12, 310r-15, 312r-8, 312v20, 313r-16, 313r-19, 313v-1, 313v-15, 313v16, 314r-7, 314r-14, 314v-5, 315v-14, 315v-17, 316v-11, 317v-20, 317v-22, 318v-3, 319v-6, 320r-11, 321v-19, 322v-4, 322v-5, 323r-2, 323r8, 323v-21. peragitur: 323v-8. perceptjone: 310v-6. perceptjonem: 310v-4. percipiant: 311v-2. percipiat: 311r-23, 321r-18. percusserit: 313r-6. perdiderit: 310v-22. peregrinis: 318v-15. perfecte: 321r-21. perficere: 313v-12. perfocaberit: 318v-4. perfusio: 309v-19. perIuraberit: 312r-5, 312r-6, 312r-9. perIuratus: 312r-12. perIurio: 309v-4, 312r-4. perIurium: 312r-7. perpetim: 324r-23. peruigil: 314v-16. peruigile: 314v-16. pie: 323r-22. pipere: 322v-5.

282

Texto Glosas v133.indd 282

05/10/2020 10:38:16

Pisces: 322v-2. pisces: 311v-1. placuit: 318v-4, 321v-8. poculum: 313r-19, 313v-16. polluta: 322r-20. polluti: 319r-21. pollutjonem: 316r-15. pollutus: 311r-5, 311r-7, 315v-21, 316r-3.

Pomum: 324v-23. porcabitare: 319r-7. porci: 322v-8, 322v-10. poscunt: 318r-10.

Post: 311r-17 post: 310v-3, 311r-8, 311r-21, 312v-15, 312v20, 313v-20, 314r-2, 314r-15, 314r-19, 314v-11, 314v-13, 315v-10, 315v-13, 316r-12, 318r-8, 318r-11, 318r-20, 318v-1, 318v-21, 319r-23, 319v-4, 322v-11, 323v-5, 323v-7. postea: 316v-17. postquam: 315v-5. posuerit: 314r-6. potest: 320r-23. potestatem: 319r-2. potjonem: 313v-21, 323r-15, 323r-17. potu: 323r-6. potuit: 316r-1. potum: 322r-10. prebent: 313r-11. prebigna: 319r-10. pręceptjone: 309v-2, 311r-15. precipimur: 321v-15. precipitur: 322r-3. prefacta: 324r-2. prelio: 313r-9. pręmium: 321v-10. presbiter: 311v-19, 315v-5, 315v-14, 318v-4, 318v-16, 320r-3, 320r-9 presbitere: 313r-5. presbitero: 320r-8. presens: 311v-21. presentibus: 321r-8. presumat: 321r-11. preter: 311v-1, 321r-12. preuigna: 319r-5.

Prima: 309v-16. prima: 317r-14. primitjas: 321r-6.

Primum: 323v-3. primus: 322r-18.

Princeps: 324v-10. princeps: 324r-15. priorem: 317r-20. prius: 317v-18, 318v-9.

Pro: 320r-22. pro: 310v-7, 310v-8, 313r-14, 314r-6, 314v-18, 320r-12, 320r-13, 320v-3, 323r-5, 323r-6, 323r-

14, 323r-17, 323r-19, 324r-4, 324v-18, 324v-19. probetur: 317r-17. procuratores: 319v-23, 321r-16. proditum: 310v-13. proibeantur: 322v-10. proibeatur: 321v-4. proibuit: 322r-9. proIciantur: 322r-21. proiciatur: 310v-17. proIciatur: 322v-16. proIecerit: 310r-20. prolixam: 318v-21. prolixius: 316v-9. promiserit: 318r-4.

Pronepos: 309-4a.

Proneptis: 309r-4b. propositum: 317v-2. propriis: 316r-10. proprios: 319v-9. propter: 317r-9, 323v-16. prorsus: 319r-11. prostratvs: 315v-23. proximas: 321v-4. proximo: 323r-17. prybandi: 317r-22. psalmis: 313v-7, 314v-20. p<s>almos: 310r-21. psalmos: 311r-1, 311v-7, 315v-22, 320v-11, 324r-5. psalterios: 316r-4, 324v-4. psalterium: 321r-19. pudoris: 317v-6. puellis: 317v-5. puer: 318v-8.

Pueri: 316r-7. puniuntur: 314v-19. purificatjonem: 311r-21. purificatum: 322v-23. qua: 313v-13, 314r-13, 316v-15, 317r-5 quadragenis: 309v-14, 317r-3, 319v-7, 324r-1, 324v-19. quadragenos: 312v-21, 324v-8. quadragenum: 323v-3.

Quadragesi[ma: 324v-20. quadragesimales: 323v-22. quadragesime: 323r-3.

Quadragesimis: 317r-2. quadrupedum: 323r-13. quadruplum: 312r-22. quale: 312r-15. qualibet: 313v-16, 320r-12. qualicumque: 313v-2. qualiuet: 313v-16. qualiumquumque: 324r-17. quam: 309v-16, 313v-19, 318v-10, 320v-14.

283

Texto Glosas v133.indd 283

05/10/2020 10:38:16

quamlibet: 314r-9. quamuis: 321r-10. quandium: 319r-14. quando: 310r-23, 318v-6, 324v-2. quanto: 312v-14, 315r-22, 319r-20. quantosquumque: 313v-22.

Quarantinam: 324v-2.

Quarantine: 324v-1.

Quarta: 309v-19. quarta: 324r-19, 324v-14.

Quartum: 323v-8.

Quattuor: 321v-14. quę: 312v-8, 318r-13. que: 313v-21, 314r-12, 317v-13, 317v-16, 318r12, 319v-22, 322r-15.

Quecumque: 314r-12. quem: 317v-19.

Quequumque: 318r-16.

Qui: 310r-17, 310r-18, 310r-22, 310v-9, 310v-15, 310v-21, 311r-5, 311r-6, 311r-8, 311r-12, 311v17, 312r-1, 312r-3, 312r-7, 312r-8, 312r-14, 312v-4, 312v-22, 313r-1, 313r-3, 313r-4, 313r6, 313r-7, 313r-9, 313r-11, 313v-12, 314v-4, 314v-18, 315v-16, 315v-17, 315v-21, 315v-23, 316v-12, 316v-19, 316v-21, 316v-22, 317r-12, 317v-21, 319r-3, 319v-5, 319v-16, 320r-7, 320r11, 320r-15, 320v-1, 320v-4, 321v-6, 322v-22, 323r-16, 323r-18, 324r-7, 324r-9, 324r-20. qui: 310v-14, 311v-3, 311v-9, 312v-2, 313v-17, 314r-18, 315r-23, 317r-10, 317r-18, 317v-1, 317v-10, 317v-22, 318v-12, 318v-19, 320r-1, 320v-11, 321r-16, 321r-18, 324v-17, 324v-18, 324v-21. qui[a]: 322r-1. quia: 320v-23, 321v-22, 322v-3. quibus: 319r-16.

Quicumque: 313r-14.

Quicumque: 318r-7. quid: 311v-18. quilibet: 310r-8, 321v-1. quinquennium: 316v-11.

Quinta: 309v-20. quinta: 319v-5.

Quintum: 323v-10.

Quiquumque: 324r-2. quis: 310r-6, 311v-5, 311v-22, 312r-5, 312r-13, 312r-18, 312v-5, 312v-9, 312v-13, 312v-18, 313r-16, 313r-20, 314r-1, 314r-5, 314r-6, 314r9, 314v-2, 314v-6, 314v-14, 314v-23, 315r-2, 315r-8, 315r-19, 315v-3, 315v-8, 315v-14, 316r2, 316r-9, 316r-18, 316r-21, 316v-1, 316v-4, 316v-9, 316v-14, 317v-2, 318r-1, 318r-5, 318v16, 319v-3, 319v-9, 319v-13, 319v-18, 319v-19, 320r-19, 320v-12, 320v-14, 320v-16, 320v-17, 320v-19, 320v-22, 321r-3, 321r-5, 321v-18, 322r-6, 322r-9, 322r-12, 323r-3, 323r-12.

Quislibet: 324v-2. quislibet: 311v-19, 313v-1, 317v-7, 321r-12.

Quisquis: 323r-21. quod: 312r-18, 314r-17, 314v-8, 317r-16, 318r4, 322r-3, 323v-3, 323v-5, 323v-6, 323v-9, 323v10, 323v-11, 323v-13, 323v-15, 323v-17, 324r18, 324v-16. quoinquinatum: 322v-22. quoque: 311r-10, 313v-21. quos: 311v-22, 324v-5. quot: 317r-2. quousque: 319v-15. quum: 319r-12.

Raptores: 317v-8. rapuerit: 317v-7. re: 320r-12. ream: 314r-1. rebus: 310v-7, 312r-11. recipiantur: 321v-12. recipiat: 317r-16. recipiatur: 319v-16. reconciliet: 319v-15. rectum: 318v-10. recuperari: 318v-22. reddat: 312r-18. reddatur: 314v-10. reddiderit: 312r-23. reddire: 317r-20. redditum: 312r-21. redimat: 313r-11, 324v-9. referendo: 324r-13. rege: 313r-5. relabuntur: 321v-7. relictis: 313r-13. religiose: 311r-23. reliquens: 310v-10. reliquerint: 317v-13. reliquerit: 317v-16. reliquid: 317v-19. reliquierit: 318v-1. rem: 312r-23. remissio: 309v-16, 310r-3. rerum: 312v-2. reserbemus: 319r-12. respuit: 315r-22. restituat: 312v-8. resurrectjonem: 323r-23, 323v-4. resurrectjonis: 311r-19. retibus: 322r-22. retinere: 321r-14. reuertente: 317r-14. reus: 314v-23, 315r-1. rite: 324r-3.

[Romanos]: 324v-16. rurium: 324r-16, 324v-11.

284

Texto Glosas v133.indd 284

05/10/2020 10:38:16

Sacerdos: 310r-8, 311r-1. sacerdos: 314r-8, 315r-2, 324r-6, 324v-2. sacerdoti: 311v-13. sacerdotis: 314r-7, 320r-8. sacerdotji: 315v-6. sacra: 322v-19. sacramenta: 311v-8. sacramenti: 311r-14. sacramento: 311r-4. sacrificio: 309v-2, 310v-6, 311r-6. sacrificium: 310r-18, 310v-1, 310v-7, 310v-10, 310v-12, 310v-15, 311r-3, 311r-4, 311r-5, 311r-8, 321v-1, 321v-3. sacrilegii: 309v-7, 315r-7. salbatus: 313v-3. sale: 313v-7, 314v-20. salsparsionum: 321r-20. saltare: 320r-3. saltatjone: 320r-15. salus: 310r-2. sanaberint: 319r-13.

Sancta: 323v-16. sancta: 317v-3, 321r-10, 322v-14, 322v-21. sancte: 311r-19.

Sancti: 323v-12, 323v-7, 323v-14. sanctorum: 309v-23.

Sanctum: 320v-13.

Sanctus: 321v-20. sanguine: 314v-7, 321v-17, 322r-1. sanguinem: 313r-6, 314v-6, 321v-23, 322r-4, 322r-6, 322r-9. sanguinitatis: 321v-5. sanitate: 314r-6, 320v-3. satisfaciat: 315v-23, 320v-5, 324r-13, 324v-7. satisfactjonem: 312v-15. satisfactor: 324v-7. satjabiliter: 323r-5. scelere: 319r-14. sceleribus: 314v-19. scelus: 314r-17. sciens: 311r-8, 323r-1. scribturarum: 315r-11. se: 310r-9, 310r-12, 311r-16, 312r-6, 312r-9, 312v-7, 313r-15, 313v-1, 314r-1, 316r-7, 316r12, 316r-15, 317v-14, 318r-4, 318v-23, 320r-8, 320r-12, 323r-6, 323r-10, 323v-1. secularem: 321v-7. seculo: 317v-20. secum: 321r-13.

Secunda: 309v-17. secunda: 319r-9, 319v-3. secundam: 317r-15. secundo: 311v-17.

Secundum: 323v-5. secundum: 312r-19, 312v-3, 318v-17, 324v-16. securi: 314v-23.

sed: 313r-2, 320v-21. seliquam: 324r-20. semedipsum: 315v-14. semel: 318r-6. semen: 316r-3, 320v-6. semis: 324r-18. separatjone: 316r-12, 319r-13. separentur: 319v-4, 319v-6. sepius: 318r-2, 324v-21. septem: 314r-19. septembri: 323v-9. septenos: 319r-23.

Septima: 309v-22.

Septimum: 323v-15. sepulcra: 313v-9, 314v-21. sepulcrum: 312v-4. sepultura: 313v-12. sepulturam: 313v-7. sepulturarum: 321r-21. sequestratus: 313v-3. sequestrentur: 319r-20. sequi: 324r-21. sequitur: 315r-20. serbiat: 312r-10. serbum: 319r-1. seruiunt: 318v-19. sex: 314v-12.

Sexta: 309v-21.

Sextum: 323v-13.

Si: 310r-10, 310r-6, 310r-112, 310r-12, 310r13, 310r-14, 310r-16, 310r-19, 310r-20, 310r23, 310v-2, 310v-18, 310v-21, 311r-1, 311r-10, 311r-12, 311v-5, 311v-18, 311v-19, 311v-22, 312r-5, 312r-6, 312r-11, 312r-13, 312r-18, 312r-20, 312r-23, 312v-13, 312v-5, 312v-9, 312v-18, 313r-12, 313r-16, 313r-19, 313r-19, 313r-20, 313r-22, 313r-23r, 313v-1, 313v-5, 313v-9, 313v-13, 313v-15, 313v-18, 313v-19, 313v-20, 314r-1, 314r-5, 314r-6, 314r-9, 314r13, 314r-22, 314v-2, 314v-8, 314v-14, 314v-17, 314v-17, 314v-21, 314v-23, 314v-6, 315r-2, 315r-5, 315r-8, 315r-19, 315v-3, 315v-8, 315v14, 315v-19, 316r-2, 316r-16, 316r-18, 316r-20, 316r-3, 316r-8, 316r-9, 316r-21, 316v-1, 316v4, 316v-6, 316v-9, 316v-14, 317r-5, 317r-12, 317v-2, 317v-7, 318r-1, 318r-5, 318r-15, 318r21, 318v-8, 318v-11, 318v-16, 319v-3, 319v-9, 319v-13, 319v-18, 319v-19, 320r-3, 320r-13, 320r-19, 320v-6, 320v-12, 320v-14, 320v-16, 320v-17, 320v-19, 320v-22, 321r-3, 321r-5, 321r-12, 321v-1, 321v-18, 322r-6, 322r-9, 322r122, 322r-18, 322v-6, 322v-8, 322v-12, 322v-15, 322v-17, 322v-20, 323r-1, 323r-3, 323r-6, 323r7, 323r-10, 323r-12, 323r-14, 323r-19, 324r-6, 324r-13.

285

Texto Glosas v133.indd 285

05/10/2020 10:38:16

si: 315v-10, 315v-11, 315v-4, 316r-13, 317r8, 317r-19, 317v-18, 318r-4, 318r-19, 318v1, 318v-3, 318v-19, 318v-23, 319v-1, 320v-2, 321r-22, 322r-22, 322v-12, 324r-4. sibe: 320r-10, 323v-19. sibi: 314r-10, 317v-7. sic: 311r-16, 311r-22. sicitates: 321r-1. sicut: 315v-3. simbulo: 315r-16. similia: 315r-20, 320r-18. similibus: 309v-8. similiis: 315r-18.

Similiter: 311v-2, 312v-1, 322r-5, 322r-8.

Sin: 312r-15, 312r-20, 312v-16, 313r-10, 314r-4, 316r-5. sin: 314v-1, 318v-7, 320r-14, 321v-3. sine: 311r-1, 311v-6, 313r-17, 313r-20, 313r-8, 314r-8, 314v-16, 315r-3, 316r-17, 316v-6, 317r5, 317v-10, 320r-13, 321v-2, 323r-4, 323r-12, 324v-15. singulos: 319v-7. sint: 314v-23, 317v-22, 319v-13, 319v-23. sit: 317r-23, 320v-13, 320v-15, 320v-17, 320v19, 320v-22, 321r-3, 321r-14, 321r-17, 322r-8. siue: 322r-13. sobrie: 323r-22. sodomite: 315v-3. sodomitici: 317r-9. sodomitico: 316v-5. solidos: 324v-102, 324v-112, 324v-122, 324v-8. solidum: 324r-14, 324v-13. solis: 310r-23. sollemnibus: 321r-4. sollicite: 310v-17, 323r-23. solo: 323r-6. somnia: 315r-11. somnis: 315v-21. sordidatum: 310v-13. sorore: 319r-4. sororem: 321r-13. sortilegos: 315r-9. sortitus: 317r-19.

Spiritum: 320v-12. sponsaliorum: 317r-11.

Sponsatis: 317v-4. sponsi: 317v-6. sponte: 314v-4. stans: 324r-5. statim: 311v-21. stercus: 322v-17. sterelis: 316r-15. steterit: 312v-14. stillam: 310v-23. strages: 313r-12. stranguilantur: 322r-15, 322r-22.

structus: 321r-21. stulta: 316v-18. sua: 316v-4, 319r-3, 320r-4, 321r-2. suam: 313r-15, 316r-18, 317v-21, 319v-20. suas: 317v-10. sub: 320r-13. subito: 318v-19. substantja: 320v-18. suę: 311v-11, 314r-3, 314r-21, 316r-22, 316v-3. suffocato: 321v-17. sui: 313r-16, 317r-5, 320v-7. suis: 312r-11, 314v-19. sumantur: 322v-12, 323v-23. sumat: 311v-4, 311v-8. sumatur: 310v-20, 322v-20. sumere: 319r-16. sumerit: 322r-14. sumitur: 310r-19. summere: 311v-12. sumserit: 322v-23. sunt: 313v-17, 314v-4, 314v-19, 316v-19, 317r22, 318v-14, 319r-15, 319r-7, 319v-22, 322r-16, 322r-23, 322v-3. suo: 312r-19, 313v-12, 313v-14, 314r-14, 314r9, 315r-3, 319v-15, 321r-6, 321v-2. suos: 314r-13, 314r-18, 317v-13. super: 310v-18, 313r-15. superbus: 315r-19. supra: 316v-3, 319v-5. supradicta: 324r-21. surex: 322v-12. susceperit: 311v-23. susceptam: 321v-6. suscipiat: 319v-19, 324r-9. suspectjone: 313r-14. suspendatur: 323r-11. suspendi: 321v-9. suspendium: 313v-1. suspensus: 311v-3, 311v-9. suum: 311v-5, 317r-16, 318r-13. tali: 312r-15. tamen: 311v-8, 314r-20, 322v-7, 324v-21. tanto: 312v-15, 315r-23. tantoque: 319r-17. tantorum: 313v-23. tantum: 310v-8, 311r-20, 312v-12, 319v-2. tempestates: 321r-1. tempestatum: 314r-2. tempore: 311r-11, 312v-14, 314r-21, 315r-22, 318r-8, 319r-18. temporibus: 309v-13, 316v-20, 323v-2. tenditur: 323v-11. terminum: 314r-2, 316v-3. terra: 313r-23r. terram: 319v-20.

286

Texto Glosas v133.indd 286

05/10/2020 10:38:16

terratenus: 310v-16, 324r-10.

Tertja: 309v-18.

Tertjum: 323v-6. tertjus: 311r-18. testibus: 315r-4. testimonio: 321v-5. titulo: 322r-3. tollatur: 322v-13. tonitrua: 320v-23. tot: 317r-3. totum: 310v-16, 321r-18. tradantur: 317v-6. tradit: 314v-7. traere: 320v-10. transmiserit: 312v-10. tres: 312v-7. [tres: 324v-14. tria: 311v-14, 311v-15. tribuatur: 314r-20, 318r-11, 322v-21. tribuendo: 316r-23. tribuerit: 323r-16. triduana: 314r-3. triduano: 323v-12. triduanum: 311r-22, 323v-5, 323v-8, 323v-13. trigami: 318r-1.

Trinep<o>tis: 309r-8b.

Trinepos: 309r-7a.

Trineptis: 309r-7b.

Trineptos: 309r-8a. truncaberit: 313v-13. turpiloquium: 315v-17. uadant: 321v-6. ualet: 324r-3. ubi: 320v-3, 322r-6, 324v-23. ubiquumque: 318v-9. uel: 309v-1, 309v-12, 309v-14, 310r-5, 310r21, 310v-6, 310v-13, 310v-22, 311v-14, 311v19, 312r-17, 312v-2, 313r-15, 313v-1, 313v-4, 313v-17, 313v-23, 314r-18, 314v-10, 315r-4, 315r-10, 315r-11, 315r-12, 315r-20, 315r-23, 315v-18, 316r-11, 316v-10, 316v-15, 316v-20, 317r-19, 317v-3, 317v-8, 318v-9, 317v-22, 319r10, 319r-17, 319v-10, 319v-23, 320r-3, 320r-5, 320r-9, 320r-20, 320v-1, 320v-7, 320v-10, 320v18, 321r-6, 321r-16, 321r-19, 321r-20, 321v-9, 321v-13, 322r-8, 322r-10, 323r-3, 323v-20, 324r-1. uelaminum: 316r-17. uelut: 317r-21. uenatjones: 320r-20. uendiderit: 318r-14. uenerabilibus: 323v-21. uenerantissimorum: 323v-20. ueniat: 318v-10. uenie: 319r-12.

uenundari: 318v-15. uerbera: 324r-7. uerberauerit: 314r-22. uerberibus: 324r-9. uerberum: 324v-6. uerbigratja: 324r-4. uero: 317v-2, 322v-2, 324r-9. uerum: 311v-8. uerum]: 324-22. uespere: 323v-19. uetustatum: 310v-13. uexatur: 321r-23. uexatus: 313v-9. uia: 314r-5. uiba: 322r-17. uibentjum: 320v-4. uibiturus: 315r-5. uibum: 322r-18. uidetur: 317r-18. uiduarum: 317v-8. uidue: 317v-2. uindicare: 319v-21. uini: 324v-17. uino: 312v-7, 323r-21, 323r-6. uiolaberit: 312v-4, 314r-10. uiolato: 309v-5, 312r-17. uiolator: 314r-11. uiolauerit: 323r-5. uiolenter: 315v-20.

Uir: 311r-14. uir: 316v-4, 317r-19. uires: 324r-21. uirgini: 316r-16, 317v-3. uirginitatis: 316v-16. uirginum: 317v-9. uirgo: 316r-16. uiri: 317r-5, 320v-7. uiris: 318r-18. uiro: 314v-11, 314v-13, 317r-6, 318v-6. uiros: 317v-13, 321r-10. uirum: 314v-14, 317r-8, 319r-3. uisibiliter: 313v-10. uita: 317v-17. uitę: 314r-21, 314r-3, 316r-22, 316v-3. uitjorum: 309v-22. uitjum: 310r-7. ulterius: 316v-7. ultimo: 318r-10. unam: 324r-19, 324v-2.

Unde: 321v-9.

Undecima: 310r-3. uno: 310v-12, 311v-13, 311v-14, 312r-1, 323r-5, 324r-4. unum: 323r-9, 324r-14. unusquisque: 317r-16. uobere: 317r-4.

287

Texto Glosas v133.indd 287

05/10/2020 10:38:17

uoluerit: 311v-17, 313r-3, 313v-2, 321r-14, 324r-8. uoluit: 318v-17. uolumtarię: 312r-9. uolumtate: 314r-23. uolumtatem: 311v-6. uolunt: 318v-13. uoluntarię: 312v-18, 313r-7. uoluntarie: 323r-10, 313r-17. uoluntate: 313r-8. uoluptatibus: 318r-9. uolutis: 324r-11. uomitaberit: 310r-13. uomitum: 310r-15. uonis: 310v-9. uota: 316v-15.

Uota: 316v-18. uotiba: 324v-4. uoto: 323r-14. uotum: 317r-4. usque: 310v-16, 312r-1, 313r-13, 316r-22, 318r17, 318v-13, 322r-12, 322v-10, 323r-23, 323v11, 323v-14, 323v-18, 323v-4, 323v-7. usquę: 311r-17, 312r-9, 316v-2. ut: 310r-172, 313v-11, 313v-15, 313v-20, 314r20, 316r-19, 316v-3, 316v-4, 319v-5. uti: 317r-23. utitur: 324v-17, 324v-21. uulgo: 324r-18.

Uxor: 319r-7. uxor: 311r-14, 316r-14, 317r-12, 317r-5, 318r22, 319r-9. uxore: 316r-13, 316v-4, 317r-23. uxorem: 315v-10, 317v-21, 318r-2, 318r-6, 318v-16. uxores: 316v-6, 317v-7, 318v-14. uxori: 316v-16. uxoris: 317r-18. [... m]: 324v-21. [... us]: 324v-22. [...]: 324v-17. [...]: 324v-18. [...]: 324v-19.

288

Texto Glosas v133.indd 288

05/10/2020 10:38:17

VI.2. INDEX VERBORUM DE GLOSAS1 a: 19, 51, 195, 207, 248, 293, 296. bierat: 71. abieret: 293, 367, 367*, 368. abiesas: 257. abis: 333. abortare: 88. acertaret: 47. acetore: 325. ad: 133, 230, 257. adduitos: 63. adIuncta: 154. aduersario: 96. aer: 113. aere: 274. aflaret: 5. aflatu: 8. aflitos: 26. agüeros: 111. aIat: 166, 218, 295. aIuntaren: 180. akelos: 300. aketare: 190. alaiscant: 178. algodre: 236. alquantre: 126. alquieras: 200. altras: 323. altro: 138. altros: 65. andat: 198. annos: 150. anno: 329. antamios: 90. ante: 206, 219. anteditos: 349. anzes: 183. aplecatos: 355. aplekan: 127. aplekat: 241. apretaret: 33. aqua: 12, 113, 133. ardieret: 268. artificio: 92. asi: 314. ata: 210, 240, 328. auctores: 114. auieret: 132. aut: 1. autem: 225, 232, 363. au[...]: *

1.

babtizare: 28, 204. ban: 249. basallos: 247. bebere: 70. bebetura: 55, 333. benedictjone: 15. betait: 318. betatu: 295. bicinos: 296. bientos: 276. brazaret: 137. cadieret: 97. cadiot: 275. cadutu: 94. campas: 139. cantare: 250. cantatjones: 114. cantores: 109. [canta]tores: 114. caput: 217. carcere: 208. castigaret: 46. castigatore: 35. catare: 342, 344. celebrare: 342. celum: 113. cemaIacio[ne]: 197. christianus: 25. cierto: 200. clamando: 358. cogitatjones: 54. cogitet: 212. colatjone: 56. collitura: 237. collituras: 119. con: 15, 138, 311, 355, 356. conbienet: 118, 228. conceillo: 283. conductores: 361. condugteros: 246. congregatjone: 316. conos: 65. conpulsus: 33. consentitu: 294. consico: 287. consilio: 46. consiliu: 35. constrictus: 33. constrinitu: 137.

Las referencias de las diferentes voces remiten al número de la glosa.

289

Texto Glosas v133.indd 289

05/10/2020 10:38:17

contemdieret: 47. copiertos: 255. corpora: 62. corri: 43. cosa: 34. cosas: 121. criminosis: 220. cuerpos: 327. cuesta: 124. culpauiles: 106. cusina: 222. damnatjone: 208. damno: 229. dare: 105. dat: 110. dat: 95. [dauerit]: 39. de: 16, 94, 237, 307, 340. de: 21, 38, 68, 92, 96, 171, 194, 229, 297, 298, 346, 360. debemus: 310. debiles: 26. decolaren: 320. dederit: 35, 46. deinde: 98, 304. demandan: 117. demoniatico: 292. denantellos: 280. denudauerit: 39. depuisca: 22. desiderio: 132. desonoratu: 36. desposatos: 158. desse: 1. destello: 14. deuemus: 315. dicere: 291. dictus: 305. dio: 237. discordantjum: 302. diuinos: 112. doctrinata: 282.

Domine: 359. donando: 146. donat: 95. donatu: 172. dubię: 54. ducere: 50. duplicaot: 86*. ela: 259. elaiscaret: 3. elas: 204. eleiso: 129. elo: 99.

elos: 69, 174, 193, 327. emendare: 216. en: 215, 333. ena: 197, 231, 258. enas: 119. ende: 85. eno: 47. entos: 349. entraina: 239. entratas: 169. escieret: 265. est: 28, 219. estos: 87, 213. et: 23, 31, 46, 95, 1132. etiam: 366. eu: 85. fa[ces]: 261. fac: 269. facen: 116. facet: 198. faciat: 45. faciunt: 260, 264. factu: 104. factus: 305. falso: 30. famne: 340. fartare: 336. fedabisu: 130. fere: 45, 121, 344. feritore: 73. fermo: 99. fican: 66. ficieret: 31, 37, 133, 152, 243. figurat: 266. filia: 219. filios: 80. finiuntur: 319. firmaret: 243. focato: 64. foren: 324. forma: 309. fornicio: 82. forzaret: 77. [forza]toret: 77. frangeret: 337. frangitate: 215. fruitu: 143. fuere: 192. fuerent: 101. fueret: 8, 35, 64, 94, 1042, 252, 290, 291, 292, 319, 366. fuerte: 131. furtus: 37.

290

Texto Glosas v133.indd 290

05/10/2020 10:38:17

g[...]: 153. gasaillato: 230. gentile: 96. gentiles: 51. gerran[tia]: 348. gerranza: 104. gestra: 285. gobernaret: 235. grabemientre: 100. grandi: 73. grandine: 74. honores: 245.

Iactare: 102. ibizone: 199. id: 219. ido: 249. idolis: 307.

Iectatis: 53.

Ierba: 68.

Iermano: 230.

Iet: 272, 278, 317. ignis: 113. in: 2082, 85. incentitu: 38. infecunda: 143. inpreinnaret: 84. inquinaren: 138. inquinata: 331. interrogat: 267. intrata: 2. intretieret: 18*.

Iudicatu: 36.

Iunctatjone: 163.

Iuntaret: 147.

Iuntatjone: 141.

Iustanos: 296. ka: 315. kadutu: 192. kaza: 230. ke: 34, 45, 66, 86, 91, 166, 190, 240, 272, 273, 275, 278, 281, 328. kematu: 9. kisieret: 287. la: 21, 55, 68, 171, 194, 207, 298, 340. labat: 24. labatu: 11. labatu: 330. laiscare: 123, 161, 185. laiscaret: 181, 184, 203, 234. las: 195, 248, 320, 360. lebatjone: 21. lege: 166, 367, *.

leuare: 351. leuaren: 142. leuaret: 78. leuata: 159. leuator: 365. leuatos: 63. li: 66. lieben: 63. limnares: 169. liueratos: 103. lo: 38, 96, 295, 329. los: 51. los]: 296. luenga: 149. luenge: 83. luna: 113. lures: 261. m<v>nda: 23. macare: 281. magatjas: 263. magis: 13. maIus: 128, 148. malas: 195. malatas: 170. malo: 46. malos: 276. manda: 121. mandamus: 306. mandare: 157. mandat: 314. mandatjone: 256. mandatu: 317. manducaret: 4, 335, 338. manifestaret: 270. mata: 81. matan<t>: 89. matare: 58, 93. matastra: 221. matatas: 52. maturi: 16. memoria: 60. menbra: 293. menos: 252. menos: 278. mentira: 31. meretrize: 197. mici: 359. mientre: 205, 226. mientreza: 131. ministrent: 49. miscieret: 242. miserere: 359. monaco: 293. mondato: 334. monden: 328.

291

Texto Glosas v133.indd 291

05/10/2020 10:38:17

mondo: 205. mortizino: 308. mozlemos: 51. mueran: 210. muerte: 57. muertos: 101. muitu: 368. muliere: 219. mulieres: 176. mundamientre: 20. mundo: 18, 136. nafregatu: 6. naisceset: 271 naiserenso: 69 nascentja: 343 nata: 219 nicuno: 315 nisi: 285 nominata: 204 nominatus: 28. non : 17, 315, 105, 182. non: 5, 27, 32, 61, 118, 127, 134, 228, 241, 244, 254, 303, 310, 331, 339. [non]: 341 nos: 306 notat: 165 o: 107, 359. obetereiscitu: 7. occidunt: 81. occisiones: 52. odioso: 122. odiosos: 302. offercione : 307. offerieret: 279. omiciero: 45. onero: 73. ora: 214, 357. osatu: 244. oset: 269. osmatu: 7. pacifiket: 240. paganos: 51. parentatu: 297. [pa]rentes: 296. parieret: 145. pasceret: 235. pendere: 56. penitieret: 44. per: 129. periculo: 47. perIuret: 34. petitor: 366. petituras: 353.

pitent: 196. placet: 125. plebe: 362. pleno: 329. poca: 10. pollutjone: 231. polu[ta]: 331. poncat: 1. populo: 362. por: 4, 45, 50, 55, 56, 85, 86, 102, 133, 149, 204, 211, 233, 329, 336, 342, 345, 347. pos: 44. postea: 151. pre: 39, 109. pre[seret]: 325. precio: 301. predatores: 174. predicaret: 270. preinnaret: 205. premieret: 67. prencat: 182. prendet: 124. presa: 162. presas: 303. presbiter: 207*, 284. presierent: 180. preso: 290, 291. pressa: 298. prima: 163. pri[mum]: 164. pro: 28, 121. probati: 177. prometieret: 189. promissione: 152, 156, 168. puesto: 209. punga: 48. qua: 333. quale: 104, 184. quales: 41, 193. quantas: 79. quantos: 155. que: 44, 206, 210. quencoba: 167. qui: 104, 116, 117, 130, 193, 249, 261, 300, 354, *. qui: 17, 28, 69, 110. quiet: 204. quisieret: 105, 354. ramos: 352 rapi[nauerit]: 39 rapinaret: 173 reglato: 330 reliquias: 40 retornando: 160

292

Texto Glosas v133.indd 292

05/10/2020 10:38:17

retratu: 175 retro: 257 rogarent: 196 rursus: *. saket: 123. salutare: 19. salutatjone: 135. sanctas: 23. sanctos: 253. sapet: 27. sapie[ndo]: 340. sapiendo: 17, 32, 339. sapiento: 134. sapieret: 289. scriptura: 313. scuita: 125. scuitare: 120. se: 34, 47, 190, 328. secunde: 187. sedere: 72, 205, 238. seketates: 277. semen: 321. semper: 364. sen: 107. separare: 161. separatu: 179. separatus: 59. serbiciales: 288. sese: 138. si: 13, 27, 133, 196, 252, 366. sibi: 129. siegam: 61, 76, 91. siegan: 172, 303. siegan: 175, 254, 330. siegant: 179, 209, 227. siegat: 9, 11, 29, 36, 165, 244, 281, 331. sientet: 125. sierben: 49. similia: 259, 309. simulant: 262. sine: 18, 136, 143, 194. sinon: 75. so: 34, 217, 293. sofocatus: 324. sol: 113. son: 273. sorteros: 115. sortes: 110. sos: 140. sota: 258. sotare: 251. speret: 212. stando: 83. statim: 214, 357. stiercore: 332.

stranglatus: 319. streitu: 201. studiosa mientre: 350. sua: 219. super: 34. ta: 226. taillatu: 293. tantum: 85. tenere: 287, 347. teneret: 345. tenienca: 194. terram: 113. tertje: 188. testimonio: 30, 107. tia: 224, 286. tienet: 345. tierras: 360. tiestes: 107. tingen: 261. tio: 223. tolito: 76. tolitu: 295. tolitus: 186. tolliot: 41. tor: 73. tornare: 299. tornaren: 300. tornato: 165. tornet: 42. totas : 121. toto: 311. totos: 233. tradecando: 326. transitu: 3462. uece: 191. uel: 161. uel: 305. uel: 33, 270, 342. uendere: 211. uendieret: 144. uenia: 353. uergoina: 171. uertieret: 13. ueuetura: 68. uiba: 320. uibire: 108. uir: 187. uistia: 312. umiliata: 356. un: 230. una: 191. uno: 138, 312. uolatilias: 322. uolumtate: 157.

293

Texto Glosas v133.indd 293

05/10/2020 10:38:17

uoluntate: 94, 202, 294. uoluntates: 195. uotas: 248. usque: 184. usuale: 166. uxoris: 187, 188. zeta: 73. zetare: 43. zierta: 207. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [... ...]: *. [...]: 367*. […]os: *. […]s: 165. […]s: 165.

294

Texto Glosas v133.indd 294

05/10/2020 10:38:17

VI.3. ÍNDICE NUMÉRICO DE GLOSAS TEXTO DE LA GLOSA f. 310r 1 aut desse poncat * rursus f. 310v 2 intrata 3 elaiscaret 4 por manducaret 5 non aflaret 6 nafregatu 7 obetereiscitu osmatu 8 aflatu fueret 9 kematu siegat 10 poca 11 labatu siegat 12 aqua 13 si magis uertieret 14 destello f. 311r 15 con benedictjone 16 de maturi 17 qui non sapiendo 18 sine mundo 18* intretieret 19 a salutare 20 mundamientre 21 de la lebatjone 22 depuisca 23 et sanctas m<v>nda f. 311v 24 labat 25 christianus 26 debiles aflitos 27 si non sapet 28 qui est nominatus pro babtizare 29 siegat f. 312r 30 falso testimonio 31 et ficieret mentira 32 non sapiendo 33 apretaret conpulsus uel constrictus 34 ke se perIuret super so cosa

TEXTO DEL PENITENCIAL

aut deponatur complementa al texto, no le glosa occasum reliquens deuorandum deuenerit sordidatum uetustatum proditum conburatur modica abluantur limpha si amplius stillam cum sacramento nocturno ignorans in monstruoso tempore intrat ad osculum caste resurrectjonis demunque religiose abluit catholicus inbalidis si ignorans catecumini fiat falsario in perIurium ignorantem coactus perIuratus

295

Texto Glosas v133.indd 295

05/10/2020 10:38:17

35 castigatore fueret consiliu dederit 36 desonoratu siegat Iudicatu 37 furtus ficieret f. 312v 38 de lo incentitu 39 denudauerit, rapi[nauerit], pre[dauerit] 40 reliquias 41 quales tolliot 42 tornet 43 zetare corri 44 pos que penitieret 45 por fere ke faciat omiciero 46 castigaret et consilio malo dederit f. 313r 47 eno periculo contemdieret se acertaret 48 punga 49 ministrent, sierben 50 por ducere 51 a los gentiles, paganos, mozlemos 52 occisiones, matatas 53 Iectatis 54 dubię cogitatjones 55 por la bebetura f. 313v 56 por pendere colatjone 57 muerte 58 matare 59 separatus 60 memoria 61 non siegam 62 corpora 63 lieben adduitos leuatos 64 focato fueret 65 conos altros 66 ke li fican 67 premieret 68 ueuetura de la Ierba 69 elos qui naiserenso 70 bebere 71 abierat f. 314r 72 sedere 73 feritore tor zeta grandi onero 74 grandine 75 sinon 76 tolito siegam

consenserit damnetur furatum f<v>erit incendii uiolaberit martiria quę extraxerit restituat transmiserit post satisfactjonem faciendum consenserit sed casu in prelio prebent ducatu barbaris strages relictis pro suspectjone per poculum suspendium interitu interficere sequestratus conmemoratjo neque cadabera deducantur uexatus ceteris perficere oppreserit per poculum qui denati sunt potjonem debuerat esse emisor tempestatum alioquin deponatur

296

Texto Glosas v133.indd 296

05/10/2020 10:38:17

77 forzaret [forza]toret 78 leuaret 79 quantas 80 filios 81 occidunt mata 82 fornicio 83 luenge stando 84 inpreinnaret 85 in tantum por eu ende 86* duplicaot 86 por ke 87 estos 88 abortare 89 matan<t> 90 antamios 91 ke siegam f. 314v 92 de artificio 93 matare 94 de uoluntate cadutu fueret 95 dat et donat 96 de lo aduersario gentile 97 cadieret 98 deinde 99 elo fermo 100 grabemientre 101 muertos fuerent 102 por Iactare 103 liueratos 104 quale factu fueret qui gerranza fueret f. 315r 105 non quisieret dare 106 culpauiles 107 o sen tiestes testimonio 108 uibire 109 pre cantores 110 qui dat sortes 111 agüeros 112 diuinos 113 celum et terram, aqua, aer, sol et luna, ignis 114 auctores cantatjones [canta]tores 115 sorteros 116 qui facen 117 qui demandan 118 non conbienet 119 enas collituras

uiolaberit intulerit quecumque partus negant adulteria absente conceperit eo geminauerit quod hii aborsum extingunt curricula insistant maleficio interficiat sponte lapsi sunt tradit hostili inciderit demum ęgris adgrabans puniuntur inici securi cui reus fuerit negat reus testibus uibiturus incantatores sortilegos auguria aruspicia elementa inspetjones laneficia exercent exquirunt non liceat in collectjones 297

Texto Glosas v133.indd 297

05/10/2020 10:38:17

120 scuitare 121 manda pro fere totas cosas 122 odioso 123 laiscare saket 124 cuesta prendet f. 315v 125 sientet scuita placet 126 alquantre 127 non aplekan 128 maIus 129 per sibi eleiso 130 qui fedabisu 131 fuerte mientreza 132 desiderio auieret f. 316r 133 por ad aqua si ficieret 134 non sapiento 135 salutatjone 136 sine mundo 137 constrinitu brazaret 138 uno con altro sese inquinaren 139 campas 140 sos 141 Iuntatjone 142 leuaren 143 infecunda, sine fruitu 144 uendieret 145 parieret 146 donando f. 316v 147 Iuntaret 148 maIus 149 por luenga 150 U annos 151 postea 152 promissione ficieret 153 g[...]

154 adIuncta f. 317r 155 quantos 156 promissione 157 mandare uolumtate 158 desposatos 159 leuata 160 retornando 161 separare uel laiscare

adtendere exercere osor respuit detrait consentit numquam accedant amplius semedipsum turpiloquium uiolenter concupiscit fuderit ignorans osculum inlecebrosum conplexu inbicem coinquinantes femora propri<i>s conIugio duxerint sterelis benundet genuerit tribuendo nubserit ulterius prolixius quinquennium demumque uota inportabilia nubunt quot uobere licentja sponsaliorum abducta reuertente excludi

298

Texto Glosas v133.indd 298

05/10/2020 10:38:17

162 presa 163 prima Iunctatjone 164 pri[mum] 165 notat […]s […]s tornato siegat 166 ke aIat usuale lege 167 quencoba f. 317v 168 promissione 169 limnares entratas 170 malatas 171 de la uergoina 172 donatu siegan 173 rapinaret 174 elos predatores 175 retratu siegan 176 mulieres 177 probati 178 alaiscant 179 separatu siegant 180 aIuntaren presierent 181 laiscaret 182 non prencat 183 anzes 184 usque quale laiscaret 185 laiscare 186 tolitus 187 uir secunde uxoris f. 318r 188 tertje uxoris 189 prometieret 190 ke se aketare 191 una uece 192 kadutu fuere 193 quales elos qui 194 de la sine tenienca 195 a las uoluntates malas 196 rogarent si pitent 197 ena cemaIacio[ne] meretrize 198 facet andat 199 ibizone 200 alquieras cierto 201 streitu 202 uoluntate f. 318v 203 laiscaret 204 elas quiet nominata por babtizare

capte matrimonio priorem prybandi sunt uti concubina propositum liminibus puellis pudoris tradantur rapuerit raptores pellantur conIuges examinatjone derelinqunt excludantur conpulaberint reliquerit ne ducat prius nisi quem reliquid dimiserit abstinendos digami trigami promiserit cessaturum semel lapsus quicumque incontinentję uoluptatibus poscunt lenocinium exercuerit cum Iumento forsitan legitimam conscientja reliquierit catecumina 299

Texto Glosas v133.indd 299

05/10/2020 10:38:17

205 mientre preinnaret mondo sedere 206 ante que 207 a la zierta 207* presbiter 208 in damnatjone in carcere 209 puesto siegant 210 ata que mueran 211 por uendere 212 cogitet speret 213 estos 214 statim ora 215 en frangitate 216 emendare 217 so caput f. 319r 218 aIat 219 id est, ante nata filia sua muliere 220 criminosis 221 matastra 222 cusina 223 tio 224 tia 225 autem 226 ta mientre 227 siegant 228 non conbienet 229 de damno 230 ad un kaza Iermano gasaillato 231 ena pollutjone 232 autem f. 319v 233 por totos 234 laiscaret 235 pasceret gobernaret 236 algodre 237 collitura de dio 238 sedere 239 entraina 240 ata ke pacifiket 241 non aplekat 242 miscieret 243 firmaret ficieret 244 non siegat osatu 245 honores 246 condugteros

quando concepta est prius quam ad rectum clerici in exilio mancipentur usque in finem uenundari extimet hii subito fragilitatem recuperari si se ipsum habeat preuigna incestis noberce, noberca consobrina abunculi matertere prorsus quandium habeantur oportet annosioris fraternitatis consortjo in cogitatjone alioquin per singulos dereliquerit alat in occasione cultus esse lite quousque reconciliet accedat comiserit fundaberit nec audeat dextros procuratores

300

Texto Glosas v133.indd 300

05/10/2020 10:38:17

247 basallos f. 320r 248 a las uotas 249 qui ban ido 250 cantare 251 sotare 252 menos si fueret 253 sanctos 254 non siegan 255 copiertos 256 sine mandatjone 257 ad abiesas retro 258 ena sota 259 ela similia 260 faciunt 261 qui tingen lures fa[ces] 262 simulant 263 magatjas 264 faciunt 265 escieret f. 320v 266 figurat 267 interrogat 268 ardieret 269 oset fac 270 manifestaret uel predicaret 271 naisceset 272 ke Iet 273 ke son 274 aere 275 ke cadiot f. 321r 276 bientos malos 277 seketates 278 ke Iet menos 279 offerieret 280 denantellos 281 macare ke siegat 282 doctrinata 283 conceillo 284 presbiter 285 nisi gestra 286 tia 287 consico kisieret tenere 288 serbiciales 289 sapieret

militatores ad nubtjas euntes ballare saltare defuerit diuinis nec obuolbantur absque benedictjone inuersum in saltatjone abitum gestiunt monstruose fingunt malas exercent exercuerit emulat consulat arserit augeat confitetur nasceretur esse esse cahos emersise tempestates sicitates deesse obtulerit presentibus quamuis docta conbentu clerus preter matertera secum retinere uoluerit procuratores structus 301

Texto Glosas v133.indd 301

05/10/2020 10:38:18

290 preso fueret 291 dicere preso fueret 292 demoniatico fueret f. 321v 293 monaco taillatu abieret a so menbra 294 uoluntate consentitu 295 betatu lo aIat tolitu 296 [a los] Iustanos, bicinos [pa]rentes 297 de parentatu 298 de la pressa 299 tornare 300 akelos qui tornaren 301 precio 302 discordantjum odiosos 303 non siegan presas 304 deinde 305 factus uel dictus 306 nos mandamus 307 de offercione idolis 308 mortizino 309 forma similia 310 non debemus 311 con toto f. 322r 312 uistia 313 scriptura 314 asi mandat 315 ka nicuno non deuemus 316 congregatjone 317 mandatu Iet 318 betait 319 finiuntur stranglatus fueret 320 uiba las decolaren 321 semen 322 uolatilias 323 altras 324 sofocatus foren f. 322v 325 acetore pre[seret] 326 tradecando 327 elos cuerpos 328 ata ke se monden 329 por lo anno pleno 330 reglato 330 labatu siegan 331 non siegat inquinata polu[ta]

fuerit agendi uexatur quilibet abscisus est consensu proibeatur proximas sanguinitatis susceptam relabuntur eos pręmium dissidentjum nullo modo recipiantur igitur actibus precipimur imolaticio suffocato natura nequaquam deuere penitus pecodis titulo precipitur quod nequaquam deberi concilio constitutum proibuit stranguilantur uiba occidantur coitu aues cetera stranguilantur accipiter oppresserit lacerantes cadabera mazerentur post circulum anni licore expurgentur non inquinetur

302

Texto Glosas v133.indd 302

05/10/2020 10:38:18

332 stiercore 333 en qua abis bebetura 334 mondato 335 manducaret f. 323r 336 por fartare 337 frangeret 338 manducaret 339 non sapiendo 340 de la famne * [... ...] * [... ...]

341[non] sapie[ndo] * [... ...] * [... ...] * [... ...] * [... ...] * [... ...] f. 323v 342 por celebrare uel catare 343 nascentja 344 fere catare 345 tienet por teneret 346 de transitu [transitu] 347 [por tenere] 348 gerran[tia] * [... ...] * [... ...] f. 324r 349 entos anteditos 350 studiosa mientre 351 leuare 352 ramos 353 uenia petituras 354 qui quisieret 355 con aplecatos 356 con umiliata 357 statim ora 358 clamando 359 o Domine miserere mici 360 de las tierras 361 conductores 362 plebe populo * [... ...]

363 autem

femus in licore purificatum sumserit satjabiliter uiolauerit ederit ignorans inedie [... ...] [... ...] ignoranti [... ...] [... ...] [... ...] [... ...] [... ...] celebratur natalem peragitur tenditur depositjone continetur errorem [... ...] [... ...] prefacta rite ferre uerberibus metanias consenserit uolutis inclinato certatim referendo kirieleison rurium mercenarius uulgo [... ...] alioquin 303

Texto Glosas v133.indd 303

05/10/2020 10:38:18

364 semper f. 324v 365 leuator 366 si etiam petitor fueret 367 lege abieret 367* [...] abieret * [lege au[...]

368 muitu abieret * qui [... ...]

perpetim lator satisfactor utitur [coputetur] [utitur] habundantjus [diuti]us

304

Texto Glosas v133.indd 304

05/10/2020 10:38:18

VI.4. ÍNDICE ALFABÉTICO DE LAS GLOSAS a la zierta: 207. a las uoluntates malas: 195. a las uotas: 248. [a los] Iustanos, bicinos [pa]rentes: 296. a los gentiles, paganos, mozlemos: 51. a salutare: 19. abierat: 71. abortare: 88. acetore pre[seret]: 325. ad abiesas retro: 257. adIuncta: 154. ad un kaza Iermano gasaillato: 230. aere: 274. aflatu fueret: 8. agüeros: 111. aIat: 218. aIuntaren presierent: 180. akelos qui tornaren: 300. alaiscant: 178. algodre: 236. alquantre: 126. alquieras cierto: 200. altras: 323. antamios: 90. ante que: 206. anzes: 183. apretaret conpulsus uel constrictus: 33. aqua: 12. ardieret: 268. asi mandat: 314. ata ke pacifiket: 240. ata ke se monden: 328. ata que mueran: 210. auctores cantatjones [canta]tores: 114. aut desse poncat: 1. autem: 225, 232, 363. basallos: 247. bebere: 70. betait: 318. betatu lo aIat tolitu: 295. bientos malos: 276. cadieret: 97. campas: 139. cantare: 250. castigaret et consilio malo dederit: 46. castigatore fueret consiliu dederit: 35. celum et terram, aqua, aer, sol et luna, ignis: 113. christianus: 25. clamando: 358. cogitet speret: 212. collitura de dio: 237. con aplecatos: 355. con benedictjone: 15. con toto: 311.

con umiliata: 356. conceillo: 283. conductores: 361. condugteros: 246. congregatjone: 316. conos altros: 65. consico kisieret tenere: 287. constrinitu brazaret: 137. copiertos: 255. corpora: 62. criminosis: 220. cuesta prendet: 124. culpauiles: 106. cusina: 222. dat et donat: 95. de artificio: 92. de damno: 229. de la famne: 340. de la lebatjone: 21. de la pressa: 298. de la sine tenienca: 194. de la uergoina: 171. de las tierras: 360. de lo aduersario gentile: 96. de lo incentitu: 38. de maturi: 16. de offercione idolis: 307. de parentatu: 297. de transitu [transitu]: 346. de uoluntate cadutu fueret: 94. debiles aflitos: 26. deinde: 98, 304. demoniatico fueret: 292. denantellos: 280. denudauerit, rapi[nauerit], pre[dauerit]: 39. depuisca: 22. desiderio auieret: 132. desonoratu siegat Iudicatu: 36. desposatos: 158. destello: 14. dicere preso fueret: 291. discordantjum odiosos: 302. diuinos: 112. doctrinata: 282. donando: 146. donatu siegan: 172. dubię cogitatjones: 54. duplicaot: 86*. ela similia: 259. elaiscaret: 3. elas quiet nominata por babtizare: 204. elo fermo: 99. elos cuerpos: 327. elos predatores: 174.

305

Texto Glosas v133.indd 305

05/10/2020 10:38:18

elos qui naiserenso: 69. emendare: 216. en frangitate: 215. en qua abis bebetura: 333. ena cemaIacio[ne] meretrize: 197. ena pollutjone: 231. ena sota: 258. enas collituras: 119. eno periculo contemdieret se acertaret: 47. entos anteditos: 349. entraina: 239. escieret: 265. estos: 87, 213. et ficieret mentira: 31. et sanctas m<v>nda: 23. facet andat: 198. faciunt: 260, 264. factus uel dictus: 305. falso testimonio: 30. fere catare: 344. feritore tor zeta grandi onero: 73. figurat: 266. filios: 80. finiuntur stranglatus fueret: 319. firmaret ficieret: 243. focato fueret: 64. forma similia: 309. fornicio: 82. forzaret [forza]toret: 77. frangeret: 337. fuerte mientreza: 131. furtus ficieret: 37. g[...]: 153. gerran[tia]: 348. grabemientre: 100. grandine: 74. honores: 245. ibizone: 199. id est, ante nata filia sua muliere: 219.

Iectatis: 53. in damnatjone in carcere: 208. in tantum por eu ende: 85. infecunda, sine fruitu: 143. inpreinnaret: 84. interrogat: 267. intrata: 2. intretieret: 18*.

Iuntaret: 147.

Iuntatjone: 141. ka nicuno non deuemus: 315. kadutu fuere: 192. ke aIat usuale lege: 166. ke cadiot: 275. ke Iet: 272. ke Iet menos: 278.

ke li fican: 66. ke se aketare: 190. ke se perIuret super so cosa: 34. ke siegam: 91. ke son: 273. kematu siegat: 9. labat: 24. labatu siegan: 330. labatu siegat: 11. laiscare saket: 123. laiscare: 185. laiscaret: 181, 203, 234. lege abieret: 367. lege au[...] : 367* leuare: 351. leuaren: 142. leuaret: 78. leuata: 159. leuator: 365. lieben adduitos leuatos: 63. limnares entratas: 169. liueratos: 103. luenge stando: 83. macare ke siegat: 281. magatjas: 263. maIus: 128, 148. malatas: 170. manda pro fere totas cosas: 121. mandare uolumtate: 157. mandatu Iet: 317. manducaret: 335, 338. manifestaret uel predicaret: 270. matan<t>: 89. matare: 58, 93. matastra: 221. memoria: 60. menos si fueret: 252. mientre preinnaret mondo sedere: 205. ministrent, sierben: 49. miscieret: 242. monaco taillatu abieret a so menbra: 293. mondato: 334. mortizino: 308. muerte: 57. muertos fuerent: 101. muitu abieret: 368. mulieres: 176. mundamientre: 20. nafregatu: 6. naisceset: 271. nascentja: 343. nisi gestra: 285. non aflaret: 5. non aplekan: 127. non aplekat: 241. non conbienet: 118, 228.

306

Texto Glosas v133.indd 306

05/10/2020 10:38:18

non debemus: 310. non prencat: 182. non quisieret dare: 105. [non] sapie[ndo]: 341. non sapiendo: 32, 134, 339. non siegam: 61. non siegan: 254. non siegan presas: 303. non siegat inquinata polu[ta]: 331. non siegat osatu: 244. nos mandamus: 306. notat […]s […]s tornato siegat: 165. o Domine miserere mici: 359. o sen tiestes testimonio: 107. obetereiscitu osmatu: 7. occidunt mata: 81. occisiones, matatas: 52. odioso: 122. offerieret: 279. oset fac: 269. parieret: 145. [por tenere]: 347. pasceret gobernaret: 235. per sibi eleiso: 129. plebe populo: 362. poca: 10. por ad aqua si ficieret: 133. por celebrare uel catare: 342. por ducere: 50. por fartare: 336. por fere ke faciat omiciero: 45. por Iactare: 102. por ke: 86. por la bebetura: 55. por lo anno pleno: 329. por luenga: 149. por manducaret: 4. por pendere colatjone: 56. por totos: 233. por uendere: 211. pos que penitieret: 44. postea: 151. pre cantores: 109 precio: 301 premieret : 67. presa: 162. presbiter: 207*, 284. preso fueret: 290. prima Iunctatjone: 163. pri[mum]: 164. probati: 177. prometieret: 189. promissione: 156, 168. promissione ficieret: 152. puesto siegant: 209. punga: 48.

quale factu fueret qui gerranza fueret: 104. quales elos qui: 193. quales tolliot: 41. quantas: 79. quantos: 155. quencoba: 167. qui ban ido: 249. qui dat sortes: 110. qui demandan: 117. qui est nominatus pro babtizare: 28. qui facen: 116. qui fedabisu: 130. qui non sapiendo: 17. qui quisieret: 354. qui tingen lures fa[ces]: 261. qui [... ...]: * ramos: 352. rapinaret: 173. reglato: 330. reliquias: 40. retornando: 160. retratu siegan: 175. rogarent si pitent: 196. rursus: *. salutatjone: 135. sanctos: 253. sapieret: 289. scriptura: 313. scuitare: 120. sedere: 72, 238. seketates: 277. semen: 321. semper: 364. separare uel laiscare: 161. separatus: 59. separatu siegant: 179. serbiciales: 288. si etiam petitor fueret: 366. si magis uertieret: 13. si non sapet: 27. siegant: 227. siegat: 29. sientet scuita placet: 125. simulant: 262. sine mandatjone: 256. sine mundo: 18, 136. sinon: 75. so caput: 217. sofocatus foren: 324. sorteros: 115. sos: 140. sotare: 251. statim ora: 214, 357. stiercore: 332. streitu: 201. studiosa mientre: 350.

307

Texto Glosas v133.indd 307

05/10/2020 10:38:18

ta mientre: 226. tertje uxoris: 188. tia: 224, 286. tienet por teneret: 345. tio: 223. tolito siegam: 76. tolitus: 186. tornare: 299. tornet: 42. tradecando: 326.

U annos: 150. uendieret: 144. uenia petituras: 353. ueuetura de la Ierba: 68. uiba las decolaren: 320. uibire: 108. uir secunde uxoris: 187. uistia: 312. una uece: 191. uno con altro sese inquinaren: 138. uolatilias: 322. uoluntate: 202. uoluntate consentitu: 294. usque quale laiscaret: 184. zetare corri: 43. [...] abieret: 367*. [...]os: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: * [... ...]: *

308

Texto Glosas v133.indd 308

05/10/2020 10:38:18

Las Glosas Silenses VII. Glosas Silenses, facsímil

309

Texto Glosas v133.indd 309

05/10/2020 10:38:18

Texto Glosas v133.indd 310

05/10/2020 10:38:18

/f. 309r

311

Texto Glosas v133.indd 311

05/10/2020 10:38:19

/f. 309v

312

Texto Glosas v133.indd 312

05/10/2020 10:38:19

/f. 310r

313

Texto Glosas v133.indd 313

05/10/2020 10:38:20

/f. 310v

314

Texto Glosas v133.indd 314

05/10/2020 10:38:20

/f. 311r

315

Texto Glosas v133.indd 315

05/10/2020 10:38:20

/f. 311v

316

Texto Glosas v133.indd 316

05/10/2020 10:38:21

/f. 312r

317

Texto Glosas v133.indd 317

05/10/2020 10:38:21

/f. 312v

318

Texto Glosas v133.indd 318

05/10/2020 10:38:22

/f. 313r

319

Texto Glosas v133.indd 319

05/10/2020 10:38:23

/f. 313v

320

Texto Glosas v133.indd 320

05/10/2020 10:38:23

/f. 314r

321

Texto Glosas v133.indd 321

05/10/2020 10:38:23

/f. 314v

322

Texto Glosas v133.indd 322

05/10/2020 10:38:24

/f. 315r

323

Texto Glosas v133.indd 323

05/10/2020 10:38:24

/f. 315v

324

Texto Glosas v133.indd 324

05/10/2020 10:38:25

/f. 316r

325

Texto Glosas v133.indd 325

05/10/2020 10:38:25

/f. 316v

326

Texto Glosas v133.indd 326

05/10/2020 10:38:26

/f. 317r

327

Texto Glosas v133.indd 327

05/10/2020 10:38:26

/f. 317v

328

Texto Glosas v133.indd 328

05/10/2020 10:38:27

/f. 318r

329

Texto Glosas v133.indd 329

05/10/2020 10:38:27

/f. 318v

330

Texto Glosas v133.indd 330

05/10/2020 10:38:28

/f. 319r

331

Texto Glosas v133.indd 331

05/10/2020 10:38:28

/f. 319v

332

Texto Glosas v133.indd 332

05/10/2020 10:38:29

/f. 320r

333

Texto Glosas v133.indd 333

05/10/2020 10:38:29

/f. 320v

334

Texto Glosas v133.indd 334

05/10/2020 10:38:29

/f. 321r

335

Texto Glosas v133.indd 335

05/10/2020 10:38:30

/f. 321v

336

Texto Glosas v133.indd 336

05/10/2020 10:38:30

/f. 322r

337

Texto Glosas v133.indd 337

05/10/2020 10:38:31

/f. 322v

338

Texto Glosas v133.indd 338

05/10/2020 10:38:31

/f. 323r

339

Texto Glosas v133.indd 339

05/10/2020 10:38:32

/f. 323v

340

Texto Glosas v133.indd 340

05/10/2020 10:38:32

/f. 324r

341

Texto Glosas v133.indd 341

05/10/2020 10:38:33

/f. 324v

342

Texto Glosas v133.indd 342

05/10/2020 10:38:33

Texto Glosas v133.indd 343

05/10/2020 10:38:33

José Manuel Ruiz Asencio Mauricio Herrero Jiménez, Irene Ruiz Albi

C

B

35 Las Glosas Silenses. Estudio crítico y edición facsímil. Versión castellana del Penitencial

Tradicionalmente fechadas las Glosas en el siglo XI, datación en la que coincidieron desde Priebsch o Férotin hasta García Villada, Menéndez Pidal las consideró de finales del siglo X, al parecer influenciado por Gómez Moreno, aunque ya Díaz y Díaz y otros especialistas volverían a la cronología inicial, también ratificada por Sir Edward Maunde-Thompson (1882) y atrasada al XII por Dom Germain Morin. En esta edición, que aporta novedades de importancia, Ruiz Asencio, Ruiz Albi y Herrero Jiménez las sitúan definitivamente h. 1110.

Las Glosas Silenses Estudio crítico y edición facsímil Versión castellana del Penitencial

Prólogo de Santiago Muñoz Machado Gonzalo Santonja Gómez-Agero, José A. Pascual Rodríguez, Ramón Santiago Lacuesta, Miguel C. Vivancos Gómez, Carlos Pérez González, José R. Morala Rodríguez, José Antonio Bartol Hernández, Rosa María Espinosa Elorza, Mª Nieves Sánchez González de Herrero

Colección Beltenebros

Cubierta Penitencial Glosas v15 - Ancho de 24 mm -.indd Todas las páginas

06/10/2020 16:14:45