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Sentido adiós a Nuccio Ordine
En la creciente incertidumbre, en medio de un mundo en emergencia, fallece el escritor Nuccio Ordine (Diamante, 64 años). Hospitalizado días atrás —en Cosenza (Calabria, Italia)— por un fuerte dolor de cabeza, este sábado 10 de junio el derrame cerebral dejó su impronta irreparable: la muerte del profesor y ensayista, del investigador y divulgador
El pasado mes de mayo Ordine recibió la distinción del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023. Amante de la verdad, la ciencia y la poesía, la ausencia Nuccio Ordine será notable. No sólo habrá que tolerar un grave silencio, sino tendremos que sustituir su esfuerzo intelectual por una nueva voz crítica.
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Auténtico defensor de los profundos baluartes de la humanidad, cifrados en sus libros: “El umbral de la sombra” (2008), “La utilidad de lo inútil” (2013), “Clásicos para la vida” (2015) o el reciente “Los hombres no son islas” (2023). A decir de la Fundación Princesa de Asturias, Ordine fue “un hombre comprometido con la educación y la defensa de las humanidades”.
Atrapado en la belleza y la defensa de la c ultura, Ordine armonizó en su pedagogía literaria —en contra de lo banal por excelencia y en franca oposición a las falsas sirenas comerciales de la salvación— la estima del legado libresco de todos los tiempos como auténtico valor de intercambio social al uso y desplegó su manifiesto, “La utilidad de lo inútil”, a través de una regia consulta histórica —realizada a pensadores, filósofos, artistas y escritores—, para desplegar una más que viable “sabiduría humanista” sin fronteras.
Vuelvo a las palabras del profesor Ordine: «Todo lo que hacemos está contaminado por la dictadura del beneficio. La cultura es la única resistencia a la lógica económica actual. (...) Hoy se sabe que con dinero se puede comprar a los políticos, a los jueces, las televisiones, etc., pero lo único que no se puede comprar es la cultura. Cojamos al hombre más rico del mundo y que nos firme un cheque en blanco y diga “quiero com- prar cultura, conocimiento, saber”. Es imposible, la cultura es un esfuerzo personal que nadie puede hacer en nuestro lugar No podemos estar orgullosos de lo que sabemos sino del esfuerzo que nos ha costado saberlo».
En la globalización presente se ha redibujado el planisferio con líneas divisorias muy tenues —vaporizadas, pero aún visibles— que nos permiten todavía observar los conflictos internos los levantamientos, las huelgas (reventadas), las declaraciones de independencia, las rebeliones, las revueltas, las revoluciones, las contrarrevoluciones, etc.—, los cuales, gracias a los hombres de “Cultura”, terminan en graves conflagraciones internacionales, como la que en este mismo instante estamos padeciendo
Si damos por hecho que la crisis de la cultura es evidente, la primera visión inmunda surgirá al observar el fracaso de las políticas de impacto social y su estrecho vínculo con la pedantería universitaria o parlamentaria, sin dejar de lado la evidente irresponsabilidad en el rubro de educación y cultura.
Por decir lo poco, negarse a la estupidez, re- chazar la ignorancia o sustraerse rismos —que el autor de “Tres coronas rey” (2022) nunca dejó de remarcar— se ocupará de la mano guía de N
En la creciente incertidumbre de en medio de un mundo que celebra lo “útil”; ante esa fuerza implacable la muerte, seguro que ya nada después de ne será igual que antes. Descanse raelart@hotmail.com y