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Los fieles religiosos en el fútbol PAG

DEPORTE Y CREENCIA Los fieles religiosos en el fútbol

El fútbol es uno de los escenarios más importantes a nivel mundial donde sus protagonistas hacen referencia a la religión, esto se debe a que los propios deportistas antes de disputar cada encuentro se encomiendan a su Dios.

REDACCIÓN

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Es una situación bastante compleja, porque todos aquellos que hacen parte y que viven del deporte van al templo o realizan un homenaje de alguna u otra forma para apoyar o incentivar al equipo para buscar la victoria.

La dependencia entre el fútbol y la religión hace que el juego no se limite al ámbito competitivo. La dependencia entre el fútbol y la religión hace que el juego no se limite al ámbito competitivo. En una entrevista hecha por el periódico “El Tiempo”, Monseñor Alirio López en el año 2014, afirmó que el fútbol es religión porque siempre están en actitud de orar. “Ellos son conscientes de que su profesión puede terminar en 45 o 90 minutos, por eso, cada estadio tiene que ser un templo, uno de paz, hay algo de endiosar, de convertir al fútbol en un dios, convertir a un jugador en un dios”, mencionó el Monseñor.

El exportero Ricardo Tavarelli, comentó que siempre tuvo presente a la Virgen de Caacupé, inclusive portaba una imagen que viajaba con él a todos sus encuentros deportivos, “soy muy devoto de la virgencita, durante toda mi carrera deportiva me acompañó”.

Normalmente, el utilero del Club se encarga de trasladar y ubicar un santo dentro de los vestuarios, en el caso del Club Olimpia, Gabino Ortiz cumplía esa función, “tenía una imagen grande, le compraba velas, en mi caso las buscaba desde Caacupé los días viernes”, comentó.

“Al llegar al vestuario prendemos la vela, se realizaba un rezo previo antes de cada partido, uno se encomienda, obviamente para que todo salga bien, que nadie salga lastimado, porque el otro equipo también pide para ganar, y hay que tener en cuenta eso, lo principal es que todos terminemos bien”, explicó.

Dentro de esa intimidad, el exportero detalló que en las reuniones previas, en el momento que se realizan las rondas para hacer la oración, existe un rendición única y especial por parte de todos los presentes.

“Hay mucha devoción, mucha concentración, respeto sobre todo, es un momento de mucho silencio, porque cada uno realiza su petición de manera personal, con alguna plegaria hacia la Virgen donde todos acompañan”, manifestó. El fútbol es uno de los deportes donde los detalles religiosos se observan, cuando se practica, la mayoría procede de forma religiosa, el estadio sería como un recinto sagrado al que acuden miles de personas.

Otro detalle que suelen tener la mayoría de los deportistas que son creyentes de su religión, es tener la presencia de la imagen dentro de alguna indumentaria, ya sea con la impresión en los botines, en las canilleras, en las sudaderas, o simplemente con una estampa. “Tenía mi estampita en mi guantero, el cual me acompañaba a todos lados inclusive en el arco, pero más que nada apaleaba a mi virgen viajera, era la Virgen de Caacupé que estaba presente siempre, en cada vestuario”, finalizó.

El ritual siempre aparece, ya sea con la señal de la cruz o con algún gesto que acontece en la cancha o en las gradas, en un equipo y en otro, en un estadio o en el barrio, en un festejo o en un simple pedido el fútbol sería como una religión llena de símbolos, de creencias y de dioses.

VESTUARIO DE CERRO PORTEÑO

VESTUARIO DE OLIMPIA

Nacidos en 2015:

- Con un aumento de 3 grados, podrían experimentar hasta 36 olas de calor más que una persona nacida en 1960.

- Ante una subida de 3,5 grados incluso serían hasta 44.

Nacidos entre 2015 y 2020:

- En Europa y Central Asia, 64 millones de niños tendrán que enfrentarse a 4 veces más fenómenos extremos.

- En el África Subsahariana nacieron 205 millones que sufrirán hasta 6 veces más catástrofes.

CAMBIO CLIMÁTICO Los jóvenes sufrirán los desastres naturales

Siete veces más olas de calor, el triple de sequías e inundaciones fl uviales y el doble de incendios forestales, es el dramático futuro que pronostica un grupo internacional de investigadores para las personas nacidas entre 2015 y 2020.

REDACCIÓN

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"Es una llamada a la acción. Necesitamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero drásticamente para asegurar el futuro de las nuevas generaciones y contamos con los medios necesarios para hacerlo", asegura Wim Thiery, quien ha liderado este estudio, presentado hace unos días en Viena.

Titulado "Desigualdades intergeneracionales en la exposición a los extremos climáticos", se trata de un trabajo conjunto de investigadores de diferentes universidades y expertos del renombrado Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), situado al sur de Viena.

UNA NUEVA RAMA DE ESTUDIO

Hasta ahora, explica Thiery a Efe, la comunidad científi ca había estudiado los efectos del cambio climático comparando dos períodos de tiempo concretos.

Este nuevo estudio cuantifi ca por primera vez la exposición a desastres naturales que tendrá una persona nacida después de 2015 a lo largo de su vida.

"Es una nueva forma de mirar datos que ya teníamos que nos permite combinar dos disciplinas, la ciencia climática y la demografía", detalla el investigador belga. catástrofes naturales para cada generación nacida entre 1960 y 2020, de cada país del mundo.

De este modo pudieron crear simulaciones para las futuras generaciones en función de su país y año de nacimiento y el aumento de temperatura global hasta fi nal de siglo y, a su vez, compararlas con la vida de los nacidos en los años 1960.

ESCENARIOS POSIBLES

"Lo que hicimos fue considerar muchos escenarios de futuro para el calentamiento global, con aumentos de entre 1 y 3,5 grados hasta fi nal de siglo", detalla Thiery. global por debajo de los 2 °C en relación a niveles preindustriales.

Hasta el momento, según los datos que los propios países facilitan a la ONU, estos niveles no se están cumpliendo, por lo que al hablar de "política climática actual" los investigadores se refi eren a un aumento de entre 2,6 y 3,1 grados.

Con un aumento de 3 grados en la temperatura global, los niños y niñas nacidos en 2015 podrían experimentar hasta 36 olas de calor más que una persona nacida en 1960, mientras que ante una subida de 3,5 grados incluso serían hasta 44. o 4 grados, según como usemos los combustibles fósiles", alerta el investigador al señalar que existen "grandes diferencias" entre lo que los países acordaron en París y lo que realmente hacen.

DIFERENCIAS REGIONALES

Las consecuencias del desastre climático serán globales, pero no afectarán a todos los países por igual.

En el caso de Oriente Medio y el Norte de África, por ejemplo, las personas que ahora tienen 25 años o menos sufrirán hasta siete veces más desastres climáticos durante su vida que los de la generación de los años 1960. Mientras, para los recién nacidos el número de fenómenos se multiplicaría incluso por nueve. "Los jóvenes y niños nacidos en países con menor nivel de ingresos sufrirán el mayor aumento de fenómenos climáticos extremos. Las zonas en desarrollo serán las grandes afectadas", advierte el investigador.

Esto supone un gran problema no sólo porque las condiciones de vida de estas personas son peores que las de los países más desarrollados, sino porque el número total de afectados es muy superior.

"En Europa y Central Asia tenemos 64 millones de niños nacidos entre 2015 y 2020, y esos tendrán que enfrentarse a 4 veces más fenómenos extremos. Pero en el mismo periodo, en el África Subsahariana nacieron 205 millones que sufrirán hasta 6 veces más catástrofes", sentencia.

MARGEN DE ACCIÓN

Pese a tratarse de cifras preocupantes, los investigadores consideran que hay cierta "esperanza" en su estudio, al evidenciar que una limitación en el calentamiento global podría reducir "drásticamente" las diferentes intergeneracionales.

Para alcanzar esta meta, Thiery destaca la importancia de los jóvenes, más preocupados por la cuestión climática pero limitados en su acción por su escasa representación y poder en la toma de decisiones políticas.

"La gente joven quiere cambios, pero no tiene poder para tomar decisiones. Por otro lado, las generaciones más mayores están en posición de aplicar un cambio, pero saben que no vivirán para experimentar las consecuencias de sus decisiones", señala.

Si se consiguen tomar las medidas adecuadas, todavía podrían evitarse las peores consecuencias para estas nuevas generaciones, aseguran los investigadores.

"Podemos reducir la exposición a olas de calor un 40 % si limitamos el calentamiento global a 1,5 grados. Mientras que, por el lado negativo, si alcanzamos los 3 o 4 grados, puede haber un aumento catastrófi co de fenómenos naturales", concluye el responsable del proyecto.

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