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el festival de brujas

A Bruno le encantaba trepar a los árboles. ¡Sí! ¡Rumbo a la casa en el árbol de Esmeralda!

La bruja Esmeralda se alegró mucho de verles. Y Óscar, su gran gato blanco y negro, se alegró mucho de ver a Bruno.

A Esmeralda y a Óscar les entusiasmaba tener visita. —Tenéis que quedaros a dormir —dijo Esmeralda—. Es maravilloso dormir en una casa en un árbol.

Tenía razón. La brisa mecía ligeramente las camas y Brunilda y Bruno se quedaron dormidos en trece segundos.

Después de Anastasia, Brunilda decidió visitar a Fátima, Fabiola y Josefa.

Su castillo junto al mar era espectacular.

—Es muy divertido visitar a las amigas —aseguró Brunilda mientras saltaba sobre una ola.

—Prr, prr, prr —ronroneó Bruno, que había estado pescando.