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Ella, la sombra, a que sale

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Tengo que marchar

Tengo que marchar

La sombra está comprendiendo está lloviendo de sus ojos negros y lleva mirándola horas a su alma propia de sombras sin carne. Suele salir de cuerpo en cuerpo suele pasear por el jardín. Ella ha salido de mi cuerpo ha dejado el lugar donde habito yo que soy yo con mi sombra. Fui detenido en la hoja encerrado entre palabrerío sutil, fútil, inepto, inútil, conmutado por la tormenta, condenado a la brizna eterna.

¿Qué esperan de mí? ¿Qué esperan de nosotros? Hombres o mujeres de letras. No estamos para conformar a nadie. El fracaso es habitual.

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Quien somos, somos, a pesar de la derrota.

La sombra comprende entiende que ella no es yo. .

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