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ESPECIAL Ramas deportivas 86

POLO

Tal como sucede todos los años en la edición de septiembre de revista Socios, en este número solo podemos referirnos a las actividades que la Rama de Polo tiene programadas para la Temporada Primavera. He aquí los detalles de algunas de ellas que, naturalmente, podrán realizarse con cierta normalidad siempre y cuando la pandemia se mantenga controlada y permita que sigamos en Fase 3 o 4.

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Tradicionalmente, la Temporada Primavera de polo es la más intensa y entretenida, tanto para los jugadores como para los afcionados que no se pierden partido. Especialmente, por el atractivo que tienen las copas altas que se juegan a fnes de noviembre y principios de diciembre. Este 2021, la Temporada Primavera comenzará el 5 de octubre y pretende –siempre que la evolución de la pandemia lo permita– desarrollar tanto las copas habituales internas del Club como las copas altas. Así las cosas, a partir del 5 de octubre se jugarán –en tres series a 6 chukkers y 1 serie a 4 chukkers– las copas Carlos Larraín, Jorge Lyon, Juan Braun y San Cristóbal. El 28 de noviembre se realizará el Día de la Rama y posteriormente se jugarán las copas Hándicap, Abierto del Club de Polo y Abierto de Chile. Hasta el momento hay 36 equipos inscritos, los cuales –si continuamos en Fase 4– podrán jugar con público. Algo que no se pudo realizar en 2020. Las tarimas tendrán aforos que se deberán respetar en todo momento, pero por lo menos existirá la posibilidad de ir a mirar los partidos. De seguir en Fase 4 también es posible realizar premiaciones donde los jugadores podrán compartir con el público y sus familias.

TENIS

Con un funcionamiento prácticamente normal –siempre respetando las normas sanitarias que exigen las autoridades– la Rama de Tenis tuvo un invierno lleno de vida. Los jugadores pudieron volver en gloria y majestad a disfrutar al máximo su deporte, con sus partners de siempre.

Después de un comienzo de año con ciertos períodos en el más absoluto encierro, en los meses de junio, julio y agosto hubo un notorio acercamiento a la normalidad en el Club de Polo. De Fase 2 pasamos rápidamente a Fase 3 e incluso –al cierre de esta edición– a Fase 4. Esto obviamente permitió que los socios retornaran a sus rutinas de deporte y entretención en el Club casi como antes de la pandemia. En el caso específco de la Rama de Tenis, se mantuvieron los controles sanitarios de temperatura y se exigió el uso de alcohol gel y de mascarilla antes de entrar a la cancha. Pero el funcionamiento en cuanto a los horarios, aforos y uso de canchas estuvo todos estos meses en un cien por ciento. Es más. Fue posible organizar el primer campeonato del año: la Copa Reencuentro, la que contó con la participación de cerca de 70 jugadores de todas las categorías en hombres, mujeres y niños. El entusiasmo de los tenistas fue tal que ya se está organizando para estos días la tradicional Copa Padre-Hijo, lo que sin duda traerá de vuelta a la totalidad de tenistas a las canchas.

Cabe destacar además que la Escuelita ya no da abasto con la cantidad de niños inscritos. Hay cerca de 240 niños en clases. Y lo otro que ha causado furor ha sido el pádel. Tiene una demanda altísima, ya que se ha convertido en una tremenda entretención para grandes y chicos. Esta pandemia nos ha enseñado que es imposible programar muchas cosas con anticipación, pero de continuar en Fase 4 lo más probable es que la Rama de Tenis tenga, por primera vez en mucho tiempo, un fnal de año como los que teníamos antes del estallido social y la pandemia. Con campeonatos, premiaciones y un gran reencuentro de los miembros de esta área tan importante del Club.

EQUITACIÓN

Al igual que en el resto de las áreas deportivas y sociales del Club, la Rama de Equitación ha experimentado importantes cambios en los últimos meses. Gracias a la apertura gradual en términos de horarios y aforos, los jinetes han podido volver a montar con una frecuencia casi tan alta como antes de la pandemia. Si seguimos así, podremos realizar el primer concurso en el último trimestre del año.

Por: Bárbara Vicuña B. / Fotos: Pablo Salas T.

Contentos y motivados. Así se puede observar a los jinetes de la Rama de Equitación en estos días. Al cierre de esta edición, todo Santiago se encontraba en Fase 4, lo que permitió que los equitadores del Club no solo pudieran ir a entrenar sus caballos con mayor frecuencia que antes, sino que pudieron hacerlo en horarios más extensos y con aforos menos restrictivos. Al mismo tiempo, comenzaron a participar en algunos concursos realizados en otros clubes, como el Santiago Paperchase y la Universidad Católica. Esto se debe considerar como un gran paso, ya que es una suerte de “retorno a las pistas” de caballos que son verdaderos atletas y que llevaban muchos meses sin actividad. Con respecto a los avances en infraestructura, hay que mencionar que en el sector de los ponis se están realizando importantes arreglos de manera de tener un área especial y bien delimitada para ellos, con su picadero, pesebreras y potrerillos. Por estos días también estaban por comenzar trabajos en la arena de la cancha grande de manera de contar con los espacios de entrenamiento con la mejor mantención. Es importante recalcar que en la Rama de Equitación también se implementó la aplicación Easy Cancha, lo que fue un

tremendo aporte, ya que de manera automática la gente sabe cuándo puede ir a montar respetando los aforos que exigen las autoridades. Se espera que a fnes de octubre sea posible organizar un concurso en el Club, algo muy esperado por todos ya que no se realiza uno desde marzo de 2020.

HOMENAJE A VIRGINIA YARUR El sábado 28 de agosto a las 13:00 horas, la Comisión de Equitación organizó un cocktail para celebrar la participación de Virginia Yarur en los Juegos Olímpicos de Tokio. En la oportunidad, los asistentes pudieron felicitar personalmente a esta gran amazona que representó a Chile.

Columna EN EL CRUCE

Por: Matías Walker C.

Voy por la calle y de pronto no sé qué camino tomar y me paralizo y me pongo serio y me acuerdo de esta frase: “El camino del hombre, como hombre y no como animal salvaje ni como animal doméstico, es el camino de la redención y de la emancipación, es decir, es el camino hacia la libertad”. Pero, me pregunto, ¿de qué se libera uno cuando hablamos de libertad? ¿Qué es lo que, en verdad, supuestamente nos tiene atrapados o condicionados, determinados, restringidos, limitados, reducidos, coartados, engañados, defnidos, uniformados, manipulados, conminados, sugestionados, regulados o alienados? Y entonces pienso que la libertad es, antes que todo, la resistencia a la tiranía de los instintos primitivos: básicos, precarios, rudimentarios, superfciales, regresivos y determinantes, los cuales, en general, tienen (o tuvieron) que ver con la supervivencia de la especie y de los individuos, es decir, tienen que ver con el mecanismo que la naturaleza, y la vida en general, establece y aplica, con una energía absoluta y dominante, para poder existir. Y que de este mecanismo nacen, por ejemplo, las pulsiones del sexo o del gusto por la comida, o del amor por los hijos, pero también las del mínimo esfuerzo, de la manipulación, del miedo, de la sugestionabilidad, del gregarismo, de la ambición, de la frustración, etc. Y estos instintos, que no son ni buenos ni malos, tenemos que aprender a domarlos o a moderarlos, si no, efectivamente, pueden llegar a controlar nuestra voluntad, como tiranos inconscientes –o más bien de la inconsciencia–, que nos impiden actuar en forma autónoma, propia, auténtica, consciente, libre, en defnitiva, y nos conminan de vuelta hacia la masa primitiva –que fuimos y somos en parte todavía–, hacia la horda salvaje, primordial e inhumana. Porque, así como se puede aprender a ser propiamente humanos, adiestrando y moderando los instintos y pulsiones, esto es: ¡la libertad!; también podemos retrotraernos a estadios inferiores y atávicos, por una especie de libertinaje sin sentido y sin límites, por ejemplo, o por algo así como un “borreguismo” infantilizado, y, de vuelta, disolvernos y amalgamarnos en la masa informe que liquida y reduce al individuo original y lo atrapa. Ser uno mismo, aunque parezca una tontera decirlo –¿cómo uno no va a ser uno mismo? ¿Cómo uno no va a ser lo que es? ¿O cómo uno podría dejar de ser lo que es?–, no es fácil, requiere esfuerzo: y es que uno no llega a ser propiamente lo que es si antes no ha conseguido cierto grado de libertad, es decir, si no ha superado a la masa, y eso supone un sacrifcio, una voluntad, una fuerza y un trabajo inmensos. La masa es como un hoyo negro: atrae todo lo desconocido e insólito, todo lo nuevo y particular, todo lo singular y extraño, todo lo signifcativo y particular, todo, en defnitiva, lo individual y propio, hacia su centro oscuro, homogéneo y degradante. Y los adultos y los padres somos los responsables de educar y de transmitir la habilidad de adiestrar y manejar estos instintos rudimentarios, embrionarios, sin embargo… Por otro lado, la historia se mueve y la civilización crece, es decir, avanza en muchos sentidos; no obstante, hay otros, hay algunos, en ciertos planos, en los que retrocede y decae. Y he aquí que el Estado “representativo” es el último recurso, el mal menor, que la civilización ha inventado para controlar a la bestia que hay en este embutido que somos de superhombre y de bestia. Sin embargo, adultos y padres negligentes y pusilánimes han hecho crecer el Estado (¿o el Estado los hace negligentes y pusilánimes?), tanto que ha adquirido vida propia, como una anomalía que se alimenta de la falta de voluntad de seudo hombres y sigue creciendo. Y pasa que las restricciones y la concesión de derechos que el Estado provee nos impiden o nos hacen aún más difícil salirnos de la masa. Se parece a aquellas malas madres o malos padres, demasiado restrictivos o excesivamente sobreprotectores, que no son capaces de inculcar la autonomía ni la habilidad de conocer y dominar los instintos originarios; al revés, inconscientemente los fomentan. Y caemos en la trampa de prestarle demasiada atención al Estado, como si en algún momento, por fn, bien operado, fuera a “solucionar todos nuestros problemas” (clásico eslogan) y crece todavía más al tiempo que nos hundimos en la decadencia de nuestras capacidades y habilidades propiamente humanas. Más o menos nos pasa como a los zorros, o como a cualquier animal salvaje, cuando les dan comida o cuando los encierran mucho tiempo: se envician, se hacen adictos, y se olvidan de cazar y mueren. Y la libertad que adquirimos, mágica, misteriosa o naturalmente, cuando dejamos de ser simios y nos transformamos en humanos, la estamos perdiendo no solo a medida que crece el Estado, sino también a medida que la civilización —o más bien el inconsciente colectivo— promueve, muchas veces sin darse cuenta, el vicio y las adicciones a los instintos precarios y rudimentarios como el mínimo esfuerzo, el miedo, la sugestionabilidad, etc. En fn, espero no ofender con esto a mis amigos, feles creyentes en las políticas públicas y estadistas convencidos. En una de esas lo dicho aquí no sea más que un desvarío, un delirio, sugestionado por ideas extravagantes y sin sentido de la realidad, recopiladas quizás dónde y cuándo, e ilusionado con una libertad que en verdad no existe. Y sigo caminando, pero ya no sé dónde iba.

FUTBOLITO

Si bien comenzó más tarde que en un año normal –recién en julio se jugaron los primeros partidos– el Futbolito ha tenido una tremenda y positiva acogida. Se ha desarrollado todos los domingos con una gran cantidad de equipos, de todas las edades y categorías.

Por: Bárbara Vicuña B. / Fotos: Pablo Salas T.

No deben haber sido pocos los que pensaron que tal vez en 2021 iba a suceder lo mismo que en 2020: no se iba a poder hacer el Futbolito. Y es natural, ya que recordemos que en abril nuevamente estuvimos en cuarentena, por lo que uno podía deducir que el encierro iba a ser igual de largo que el año pasado. Lo bueno es que no fue así. Con el rápido paso a Fase 2, 3 y luego 4 el Futbolito se ha podido desarrollar tal como antes de la pandemia, pese a que comenzó bastante más tarde que lo habitual. Grandes y chicos han llegado fascinados todos los domingos a jugar con sus equipos después de casi 2 años sin pisar el pasto. Se trata de decenas de socios que distribuidos en las ocho categorías le dan una vida única al Club en pleno invierno. Al cierre de esta edición aún no contábamos con la información sobre los equipos fnalistas y goleadores del torneo. Esos resultados los entregaremos en la siguiente edición.

GYM

Máquinas de última generación; espacios amplios, arquitectura moderna y un equipo de administración experto en gimnasios, son solo algunas de las características del nuevo gimnasio del Club que tanto éxito ha tenido estas semanas en que ha podido abrir y ofrecer todos sus servicios.

Fotos: Pablo Salas T.

Gracias a la eliminación de una serie de restricciones de parte de las autoridades ha sido posible que el gimnasio funcione a una capacidad casi normal. Debido a que cuenta con más de 700 metros cuadrados construidos los socios han podido hacer uso de sus instalaciones tranquilamente respetando la distancia social y uso de alcohol gel y mascarilla. Al cierre de esta edición el gimnasio contaba con numerosas clases y talleres para ofrecer a los socios: Entrenamiento funcional, Indoor Cycling, Combat, Yoga, Pilates, Senior, Ketlebell y Zumba, entre muchas otras cosas. Quienes quieran comenzar a ir deben descargar la aplicación DMOOV y recordar que hay que reservar 24 horas antes.

GOLF

Con un gran entusiasmo y nivel de organización, la Rama de Golf no solo ha vuelto a la cancha en masa, sino que se las ha arreglado para organizar diversos campeonatos. Estos han contado con una altísima participación, considerando siempre los aforos que exigen las autoridades.

Por: Bárbara Vicuña B. / Fotos: Pablo Salas T.

Se podría decir que en la cancha de golf de Lo Recabarren se respira energía. Desde que comenzaron las etapas de mayor apertura, producto de la mejoría en los niveles de contagio de COVID en Chile, inmediatamente comenzó a llenarse de golfstas que estaban ávidos de volver a jugar. Esto es doblemente positivo, ya que, además, demuestra que el golf es un deporte que sigue más vivo que nunca. Especialmente en el Club de Polo, donde entrena ni más ni menos que Joaquín Niemann, que es por lejos el mejor golfsta que ha tenido Chile en su historia. A él, de hecho, le dedicamos la portada de esta revista y un reportaje especial donde contamos todos los detalles de su participación en los Juegos Olímpicos, entre otras competencias del más alto nivel. Sin duda Joaquín Niemann ha ayudado en gran medida a darle un auge al golf tanto en Chile como en el Club, de hecho, la Escuelita cuenta con decenas de alumnos de todas las edades, quienes entrenan todos los martes, jueves y sábados entre las 16:30 y las 18:00 horas. Esto permitirá que la pasión por el golf traspase todas las generaciones. Por otra parte, cabe destacar la gran labor comunicacional de la Comisión de Golf, que semana a semana envía información detallada sobre los horarios de juego, el restaurant del club house y recomendaciones para el cuidado de la cancha. También gracias a la organización de la comisión se han podido llevar a cabo con gran éxito las siguientes competencias: Copa Apertura, Copa Ranking, Copa Comisión y Copa Vitacura. Casi todas ellas solo en el mes de agosto, lo que hace vislumbrar claramente el ritmo y entusiasmo de estos deportistas.

Restaurante Club House Lo Recabarren PUNTO DE encuentro

Una carta basada en una cocina tradicional casera es la que han disfrutado durante décadas los socios del Club en Lo Recabarren. Platos y sándwiches para todos los gustos en un lugar con un ambiente cálido y una vista insuperable a la cancha de golf. Hoy, después de muchos meses de pandemia en que debía cerrar y luego abrir con muchas restricciones, está a pleno funcionamiento, respetando todas las normas que exigen las autoridades. Al fn vuelve a ser el punto de encuentro.

Visitar el restaurante del Club House de Lo Recabarren es un imperdible para los socios. Su rico menú de platos y sándwiches; su ambiente relajado, agradable terraza, y vista insuperable a la cancha de golf hacen de este lugar un rincón perfecto para sentarse a disfrutar en familia y con amigos. Al igual que todos los restaurantes, estuvo cerrado durante muchos meses debido a la pandemia. Pero ahora, en Fase 3, ha vuelto a ofrecer –siempre respetando todas las normas que exigen las autoridades– ese espacio de encuentro y entretención que tanto se echaba de menos. “Estos últimos años han sido muy difíciles. El restaurante ya venía afectado por el resembrado de las canchas que se demoró dos años y que provocó que se cancelaran los eventos de empresas. Luego vino el estallido social, y después la pandemia, que durante el año pasado nos mantuvo cerrados desde marzo hasta agosto. Me ha tocado duro, pero tengo la esperanza de que vamos a salir adelante. Hoy la cancha está maravillosa, todos los socios la halagan y el restaurante está funcionando súper bien. Estamos atendiendo de martes a domingo, y la hora de almuerzo es nuestro fuerte”, cuenta el administrador Germán Miranda, quien lleva más de 30 años a cargo de este lugar. –¿Cómo fue que llegó a administrar este restaurante? –Me trajo la señora Rosario Lea Plaza, que es socia del Club de Polo, por intermedio del Kike Morandé, en el año 1989. Llegué cuando el restaurante era un kiosquito donde a los jugadores se les vendía huevo duro, quesillo, sándwich y hot dog. Era un kiosquito que quedaba a la pasada y le decían la callampa. Un día se me ocurrió diseñar un menú y desde entonces ofrecemos uno diario. Más adelante el Club construyó el restaurante y hace siete años hicimos una gran remodelación. Aquí llevo 31 años trabajando y me siento muy querido por los socios. Este es un

lugar maravilloso donde, curiosamente, vienen más poleros que golfstas a almorzar. No tenemos comida gourmet, pero sí hacemos cocina rica. –¿En qué consiste el menú? –Aquí ofrecemos lo mejor de la comida casera: omelette de jamón queso, tomate y ají verde, cazuela, caldillo de pescado, pavo al horno con ensalada rusa, pastas, seco de res, ají de gallina, causa limeña y legumbres, entre otros. El maestro de cocina es peruano y tiene una sazón para cocinar espectacular. Nuestros postres típicos son acaramelado de manzana, celestino, fan casero y las tortas de mazapán nuez, y frambuesa mazapán, que son muy ricas y las hace la señora Loreto Matte. –¿Me imagino que después de tantos años aquí en el golf, debe tener algunos recuerdos inolvidables? –Claro, siempre recuerdo una anécdota muy simpática con don Hernán Prieto. Un día de verano don Hernán andaba por acá y me dice: “Germán, ¿tienes un juguito que me convides?” y le dije “¡claro que sí!”, y le pasé una jarra de jugo con un vaso. Él venía muerto de calor. Después de tomarse la mitad, él –que no tomaba trago–, me dijo: “¿Qué me diste huevón?”, y yo le dije: “Jugo de piña”; y cuando lo pruebo me doy cuenta de que era pisco sour. Fue terrible, don Hernán tuvo que ir a caminar a las canchas para pasar el mareo. Otro momento que recuerdo con mucho cariño, fue el día que celebré con una festa mis 25 años trabajando aquí. Hicimos un campeonato y organicé una parrilla con chanchito al horno, cordero, open bar y un disc-jockey. Cuando cumpla 35 años en el Club, me encantaría hacer otro evento de ese estilo. Y es que historias entretenidas sobran en este lugar, ubicado a pocos pasos del Hoyo 18 de la cancha y parada obligada después de jugar. Sin duda el rincón ideal para juntarse con la familia y los amigos, con una vista maravillosa y muchas cosas ricas para comer.

Restorán Golf Consultas al 227156041

En la terraza se puede disfrutar de la mejor cocina casera.

German Miranda junto al chef Juan Carlos y el maestro Mauricio.