ECORumbo / Mayo 2018

ECORUMBO La revista medioambiental de Juan Fernández

e d i c i ó n n º15

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© OIKONOS

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La campaña que busca proteger los recursos pesqueros: “Salvemos los océanos para alimentar al mundo”.

CONAF impulsa innovadora iniciativa de restauración ecológica en la isla Alejandro Selkirk

Estudiando la tendencia poblacional de fardela blanca en el archipiélago Juan Fernández.

Editorial

© ISLAND CONSERVATION

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En esta edición te contaremos sobre algunas actividades realizadas con grupos de voluntarios en la isla y la importancia de que la comunidad conozca sus recursos, especies, ecosistemas, y también sus sinergias y limitaciones.

Hoy, no solo científicos y políticos reconocen la evidente amenaza a la cual se enfrenta la biodiversidad del planeta, y la urgencia de tomar medidas ante esta situación. Las comunidades cada día generan mayor conciencia, creciendo exponencialmente la necesidad de ser parte del cambio y de participar activamente del desarrollo de proyectos, actividades y movimientos. Esta colaboración voluntaria permite la realización de muchas actividades, logrando en algunas oportunidades el levantamiento de importantes datos y la posibilidad de realizar tareas que, sin el apoyo de la comunidad, sería mucho más difícil llevar a cabo.

En esta edición te contaremos como los fernandezianos se hacen parte de las distintas actividades organizadas para trabajar por nuestras especies. Te con-

taremos sobre algunas de las actividades realizadas estos últimos meses; la visita de un grupo de mujeres a la Isla Santa Clara, el voluntariado en Plazoleta y en el sector de Villagra para controlar especies como la mora, el maqui y la murta, y las visitas de la comunidad a los fardelarios de Robinson donde fue posible conocer los nidos de fardelas, ver a sus polluelos y conocer las amenazas que hoy en día nos llaman a trabajar por ellas y por todo el ecosistema.

También hablaremos sobre la importancia de contar con la figura de los parques marinos y los efectos que tiene la creación del parque marino Archipiélago Juan Fernández en nuestros mares. Recuerda que los beneficios no solo son para peces y moluscos, sino también para quienes se alimentan de ellos, como es el caso del lobo fino de Juan Fernández, que como nos contará Guillermo Araya (administrador interino del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández), la población de esta especie ha ido en aumento.

Ahora te invitamos a seguir leyendo ECORUMBO y recuerda que esta revista la hacemos todos, así que no olvides que siempre puedes acercarte a nuestras oficinas y compartir con nosotros tus experiencias, ideas, fotos y proyectos !Cuidemos nuestros ecosistemas!

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Estamos muy felices de poder llegar a muchos más hogares y que la familia ECORUMBO vaya creciendo cada día más.

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La campaña que busca proteger los recursos pesqueros: “Salvemos los océanos para alimentar al mundo”

Aprovechando las celebraciones del mes del mar, Oceana organizó una exposición interactiva en el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago para que niños y adultos conozcan de qué forma pueden cuidar los recursos pesqueros para que a futuro aún exista este vital alimento. ¿Por qué debemos proteger los océanos? Es la pregunta que se hacía a los niños y niñas que visitaban la sala interactiva del Museo Nacional de Historia Natural donde Oceana montó la exposición “Salvemos los Océanos para alimentar al mundo”.

“Sabemos que la protección del océano es vital para los ecosistemas y las especies que habitan el mundo submarino; también sabemos que los océanos son fundamentales en la regulación del clima, en el ciclo del agua que bebemos y en la eliminación del dióxido de carbono” explica Tania Rheinen, Directora de Comunicaciones de Oceana, “pero hay una razón que muchas veces pasa inadvertida, y que nos involucra directamente como seres humanos, que al salvar los océanos podemos alimentar al mundo”.

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Inspirados en ese mensaje, la organización de conservación marina aprovechó el mes del mar para volver a posicionar este importante tema y ahondar en la situación actual de los recursos pesqueros, los cuales se han vuelto año a año más escasos, mientras que millones de personas siguen dependiendo de estos como alimento o fuente de trabajo.

La situación de la pesca en el mundo es crítica y Chile no es la excepción. De acuerdo al último estudio publicado por la Universidad de Chile, Informe País: Estado del Medio Ambiente en Chile 1999 – 2015, la situación de las pesquerías nacionales es crítica y los peces pelágicos, es decir aquellos que viven en aguas medias o cerca de la superficie como la sardina, el jurel o la reineta han disminuido en más de

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A esto se suman artes de pesca nocivas para el medio ambiente como el arrastre de fondo que, con grandes y pesadas redes, arrasan el fondo marino atrapando especies que no son el objetivo de la pesca, muriendo muchos de ellos y desperdiciándose cientos de kilos de potencial alimento.

“De no tomar medidas concretas en el corto plazo, muchas pesquerías van a desaparecer”, advierte Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana Chile y experta en economía pesquera, “es muy importante que se impulsen medidas de protección de los ecosistemas como pueden ser los parques marinos y las áreas marinas protegidas”, agrega.

Buscando soluciones Con la ciencia como principal respaldo diversas organizaciones medioambientales se han abocado a la tarea de aportar la información necesaria para que las autoridades pesqueras puedan elaborar planes de manejo y de recuperación para las pesquerías en peligro, es así como se ha llegado a la conclusión

que una herramienta efectiva es la protección de ciertas áreas marinas.

Un parque marino, por ejemplo, es la figura más estricta en protección y prohíbe cualquier actividad extractiva en la zona, solo permitiendo la observación e investigación científica que no implique daños o alteraciones al ecosistema. “Al tener estas zonas donde no se pueden extraer recursos, se permite la reproducción y conservación de especies que luego migran hacia otras áreas del océano, generando lo que se conoce como el efecto rebalse”, explica van der Meer.

En Chile existen 10 parques marinos, siendo el Archipiélago Juan Fernández el segundo más grande del país. La creación de este parque marino no sólo permite cuidar uno de los ecosistemas marinos más ricos del mundo, sino que también genera un “efecto rebalse” del jurel, el cual se reproduce dentro de un área en la que no puede ser capturado y sólo al migrar puede ser extraído.

“De esta forma, no hay una amenaza constante de las flotas pesqueras industriales sobre este recurso” dice van der Meer.

La lucha para salvar los océanos y sus recursos aún no está perdida. El buen manejo de ellos puede volver a incrementar la vida en los mares y, por lo tanto, ayudar a que vuelva la abundancia de alimento para millones de seres humanos.

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70%, mientras que los peces demersales, que son los que viven cerca del fondo marino, como la merluza común y el congrio dorado, se redujeron en un 82% en promedio.

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CONAF impulsa innovadora iniciativa de restauración ecológica en la isla Alejandro Selkirk Autor: Ricardo Quilaqueo, CONAF V Región.

Bajo el paraguas de la iniciativa “Programa de restauración ecológica en Isla Alejandro Selkirk” se está trabajando en un convenio tripartito, donde la comunidad masafuerina, la Municipalidad y la CONAF trabajan con miras hacia un desarrollo sostenible donde humanos y naturaleza puedan convivir.

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Desde el año 2017, CONAF lidera la planificación de un innovador programa de restauración ecológica en la Isla Alejandro Selkirk (IAS). Para iniciar y desarrollar este proceso, CONAF conformó dos mesas de trabajo: una técnica continental y una local insular, ambas cuentan con el apoyo de la Ilustre Municipalidad de Juan Fernández, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Comité de Adelanto de la Isla Alejandro Selkirk (CAAS). Al mismo tiempo, la ONG Island Conservation junto a técnicos y científicos expertos en restauración de ecosistemas insulares, actúan como asesores permanentes en esta iniciativa.

A partir del proceso de diseño del Programa de Restauración ecológica de la IAS y el enfoque global para abordar los diversos ámbitos que implica el trabajo en un territorio insular protegido por CONAF, y a solicitud de la mesa técnica local, se reimpulsa la idea de trabajar en un acuerdo tripartito con el CAAS y la Ilustre Municipalidad de Juan Fernández.

Este esfuerzo viene a fortalecer el concepto de desarrollo sostenible de la isla a través de la formulación de una estrategia que permita la convivencia entre la comunidad humana y naturaleza en el contexto natural en el cual estamos emplazados.

¿Qué es el programa de restauración ecológica y cuáles son sus las principales actividades?

Bajo este marco de acción, el convenio busca comprometer a las partes en el mejoramiento de la habitabilidad de la isla, el cuidado y protección de los recursos naturales, la normativa y el buen uso de los espacios. También busca fortalecer el desarrollo del programa de actividades de mitigación que permitan minimizar los eventuales impactos que puedan generar eventos como incendios, caída de rocas desde las laderas aledañas, eventos de avalanchas generados por el régimen pluvial del estero y eventuales tsunamis.

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Una reflexión no menor para entender el frágil momento que vivimos es asumir que la isla está herida.

400 años de ocupación han agrietado sus laderas y desnudado su superficie, otrora cubierta y protegida por una vegetación única e indómita, resultante de millones de años de evolución. Como dice el poeta de más afuera; “ya es hora de devolverle a la isla un fragmento de los que ya hemos gozado y utilizado”. ¡Aún estamos a tiempo!

Erradicación de mamíferos introducidos: un respiro para las plantas endémicas de la isla Santa Clara.

La erradicación de especies introducidas es clave para la restauración ecológica insular, y la isla Santa Clara lo está demostrando.

En la isla Santa Clara, el crecimiento de especies vegetales se vio obstaculizado por la introducción de la cabra, el conejo y oveja. Ambas especies compactaron y erosionaron el suelo ejerciendo una fuerte presión sobre las plantas nativas y endémicas como el Chenopodium sanctae-clarae, Dendroseris litoralis, Wahlembergia berteroi, Apium fernandezianum, entre otras.

En el año 2003, luego de trabajar por una isla libre de mamíferos invasores, Santa Clara obtuvo un respiro y la oportunidad de recuperar el equilibrio de sus ecosistemas. Este es un proceso lento, sin embargo, ya es posible ver un aumento en la masa vegetacional.

El crecimiento de las raíces favorece los cambios en la estructura del suelo, mejora la captación del agua y aumenta las probabilidades de germinación en los bancos de semillas.

Durante la semana ambiental, 34 mujeres de Robinson Crusoe conocieron la isla Santa Clara, aprendieron de bioseguridad y de plantas nativas.

“Desde pequeña mi papá me traía a la isla y me siento afortunada de poder disfrutar y ver con mis propios ojos -después de más de cuarenta años- los resultados positivos de remover especies invasoras de la isla, ver las semillas y las plantas florecidas” comenta América González y agrega que “Sería una gran oportunidad poder imitar el ejemplo de una isla libre de mamíferos introducidos”.

Además, durante su visita conocieron el hábitat de anidación de las aves marinas endémicas; Fardela Blanca (Ardenna creatopus) y Fardela Blanca de Más a tierra (Pterodroma defilippiana). Según monitoreos liderados por Oikonos, luego de la remoción de mamíferos invasores, la ocupación de cuevas por crías de Fardela Blanca ha aumentado en un 20%. ¡Esperamos sigan aumentando!

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Sabemos que las semillas nacen de una planta madre y que pueden ser dispersadas por diversos agentes como el viento, las aves o simplemente caer por gravedad. Una vez en el suelo, esta semilla puede “dormir” hasta que las condiciones ambientales permitan el crecimiento de una nueva generación de plantas y una posterior descendencia de semillas que hasta que no germinen, seguirán formando parte del banco de semillas de su ecosistema.

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Estudiando la tendencia poblacional de fardela blanca en el archipiélago Juan Fernández La fardela blanca (Ardenna creatopus) es un ave marina que sólo se reproduce en verano en el Archipiélago Juan Fernández y en Isla Mocha, migrando el resto del año por la costa del océano Pacífico hasta Canadá. Se encuentra clasificada como “en peligro” a nivel nacional y como “vulnerable” a nivel internacional.

En el caso de especies amenazadas es de gran importancia entender sus tendencias poblacionales, es decir, si la cantidad de aves disminuye, aumenta o se mantiene estable con los años. Con este dato se pueden llevar a cabo planes de conservación y medidas de control de las amenazas que enfrentan.

A principios de este año, Oikonos tomó los primeros datos para un estudio sobre la tendencia poblacional de la fardela blanca en sus sitios de nidificación en el archipiélago, los cuales se encuentran en los sectores de Piedra Agujereada, Vaquería, Puerto Francés, Tierras Blancas, Reserva Comunal y en la isla Santa Clara. Para determinar si las poblaciones están cambiando con el tiempo, se establecieron una serie de puntos de estudio en sus colonias de nidificación. Cada punto consiste en un círculo de 10 metros de radio, en el cual se contaron todas las madrigueras existentes en su interior. También, mediante una cámara infrarroja, se revisó el interior de tres cuevas por punto para verificar la presencia o ausencia de aves. Además, se recopiló información sobre las características del hábitat, la presencia de conejo europeo (especie exótica invasora) y la cantidad de fardelas muertas por gatos, perros y coatís.

Este estudio se realizará cada tres años para poder comparar si las colonias se están expandiendo o reduciendo.

Lo que se espera obtener con este estudio es una comparación de la cantidad de madrigueras y la

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© OIKONOS presencia o ausencia de fardelas en ellas. Además, se pretende documentar la existencia de conejos en las colonias y la depredación por parte de especies invasoras (gato, perro y coatí). De manera preliminar, podemos decir que la colonia existente en Vaquería es la que está sufriendo mayor daño por mamíferos invasores.

Cabe destacar que este estudio se realiza con el apoyo de miembros de la comunidad del archipiélago, los cuales han sido debidamente capacitados.

Agradecemos al personal de CONAF por el apoyo brindado durante este estudio.

Participación comunitaria, pieza clave en la conservación de los ecosistemas Oikonos busca destacar la importancia de la educación ambiental y la participación local en sus programas de conservación.

¿Qué entendemos por participación comunitaria?

La participación comunitaria no es simplemente visitar un lugar y aprender sobre biodiversidad y acciones de conservación, sino también, que las personas se involucren y tomen acciones en beneficio del medio en el cual están insertos.

Actualmente Oikonos trabaja para sembrar las raíces de la conservación en las comunidades locales, empoderando a niños, adultos y ancianos en la protección de especies tan sensibles y amenazadas como el picaflor de Juan Fernández (Sephanoides fernandensis), la fardela blanca (Ardenna creatopus) y el rayadito de Masafuera (Aphrastura masafuerae). La transversalidad generacional busca involucrar a toda la familia en temas tan significativos como la protección del agua o

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de los bosques, que son importantes para el bienestar humano y de otras especies.

Involucrar a las personas es una tarea difícil que presenta grandes desafíos, pero que motiva a buscar formas de difundir la conservación de una manera entretenida y cercana a las personas. Programas como el de especies incipientes, busca que las personas observen su alrededor y distingan nuevas especies que no son propias del ecosistema de Juan Fernández. O bien, crear capacidades de observación de aves marinas para que los pescadores u operadores turísticos puedan identificar las distintas aves cuando salen al mar.

El objetivo es que la comunidad experimente la conservación en carne propia. Que conozcan las acciones que se realizan y que puedan aportar a través de la experiencia, observación y comunicación con su medio ambiente.

Una de las actividades que hemos realizado con niños y adultos mayores de Robinson Crusoe, es visitar el fardelario de la Reserva Comunal, donde se explica la importancia de la fardela blanca y las principales amenazas para su conservación. Las personas que lo han visitado, han vivido la experiencia de ver a las aves mediante una cámara infrarroja especialmente diseñada para la observación en las cuevas de nidificación. La actividad siempre da paso a la reflexión sobre cómo podemos ayudar a mantener desde nuestro alcance y como vecino, este importante sitio de nidificación de nuestras aves marinas. Todos podemos contribuir a conservar nuestro hogar con mayor participación y empatía hacia las demás especies.

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En los programas de conservación uno de los objetivos es involucrar a las comunidades locales para que estos tengan continuidad en el tiempo.

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Econota

entrevista a Guillermo Araya Administrador (interino) del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández.

CONAF entregó los resultados del último censo realizado al lobo fino de Juan Fernández y los resultados asombraron: el número de ejemplares aumentó en más de 50 mil en los últimos 8 años. La noticia ha sido ampliamente celebrada, considerando que esta especie estuvo a punto de desaparecer. Para conocer más al respecto, conversamos con Guillermo Araya, Administrador (interino) del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández.

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¿Cuál es la importancia de proteger especies como el lobo fino de Juan Fernández?

Es el único mamífero marino endémico del Archipiélago Juan Fernández, protegido por ley y catalogado como vulnerable; tiene características únicas en cuanto a su pelaje y también en la forma en que alimenta a sus crías.

Además, cumple un rol importante en el ecosistema insular. En Chile sólo existen dos especies endémicas de mamíferos marinos: el lobo fino de Juan Fernández y una especie de delfín.

¿Qué otras especies son importantes proteger actualmente en el Archipiélago Juan Fernández?

En general todas las especies endémicas de flora y fauna. Por mencionar sólo algunas, están el picaflor de Juan Fernández y el Rayadito de Isla Alejandro Selkirk, además del 60% de la flora vascular del archipiélago. ¿De qué forma la comunidad de Juan Fernández puede apoyarlos en la protección de especies en peligro y en el cuidado del medio ambiente del archipiélago?

Es muy importante que se respetan las normativas del Parque. Acá contemplamos la tenencia responsable de mascotas, el control de especies invasoras de su entorno, respetar los protocolos de bioseguridad, participando en charlas educativas que se den a la comunidad, estableciendo un sistema de gobernanza de las áreas marinas protegidas y trabajando en conjunto con el colegio en los temas de educación ambiental referentes al archipiélago, son los pilares para que en conjunto se pueda trabajar por la protección de las especies endémicas.

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En los nuevos registros hubo un explosivo aumento de la población del lobo fino de Juan Fernández ¿a qué se debe esto?

Creemos que uno de los factores ha sido la disminución que en los últimos años ha tenido la pesca de arrastre en la zona donde se alimenta el lobo fino de Juan Fernández, por lo que dispone de mayor oferta de alimento. Con ello, ha disminuido también el número de ejemplares adultos que eran atrapados en las redes, lo que tenía como como consecuencia que las madres no pudieran alimentar sus a sus crías.

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ECOFICHA Coral Negro Antipathes fernandezii

Familia: Antipathidae Distribución: endémico del Archipiélago Juan Fernández Tamaño: desconocido

Estado de conservación su estado de conservación es desconocido por lo que

El coral negro es endémico del Archipiélago Juan Fernández y se denomina así por el color oscuro de su esqueleto. Es muy longevo, de crecimiento lento y puede vivir cientos de años en pequeñas colonias o formar extensas ramificaciones. El coral negro suele habitar aguas templadas y profundas, incluso sobre los 50 metros de profundidad, normalmente sobre sustrato duro, en sitios de fuertes corrientes y baja exposición a la luz.

Su principal alimento es el zooplancton, el cual captura utilizando nematocistos (pequeños órganos venenosos), y un mucus pegajoso que secreta en su estructura. Entre las ramificaciones del coral negro vive una gran cantidad de organismos como pequeños cangrejos, gusanos, caracoles, esponjas, muchos de los cuales están adaptados para habitar sólo en estos corales.

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aún no ha sido clasificado.

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Ecorumbea

Sumérgete en la revista y completa las actividades ¡Envía tus 6 fichas completas de ecorumbeando al contacto ecorumbo.jf@gmail.com, a fin de año para recibir un regalo! | Ficha 2/6

Dato: Existe una clasificación internacional para saber cuál es el estado de conservación de las especies ¿Las conoces todas?

EXTINTO (EX) No queda ninguna duda razonable de que el último individuo existente ha muerto.

EXTINTO EN ESTADO SILVESTRE (EW) Sólo sobrevive en cultivo.

EN PELIGRO CRITICO (CR) Riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.

EN PELIGRO (EN) Riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.

VULNERABLE (VU) Riesgo alto de extinción en estado silvestre.

CASI AMENAZADO (NT) Próximo a cumplir los criterios para estar En Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable.

PREOCUPACION MENOR (LC) Abundantes y de amplia distribución.

DATOS INSUFICIENTES (DD) Cuando no hay información adecuada para hacer una evaluación, directa o indirecta, de su riesgo de extinción basándose en la distribución y/o condición de la población.

NO EVALUADO (NE) Cuando todavía no ha sido clasificado.

Une con una flecha cada especie con su estado de conservación

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CR

Lobos de pelo fino de Juan Fernández

VU

Picaflor de Juan Fernández

LC

Fardela blanca

DD

Coral negro

¿De qué manera afecta la presencia de mamíferos introducidos al crecimiento de las plantas en Santa Clara?

¿Cuántos lobos de pelo fino se estima que hay ahora en Juan Fernández?

¿Cuál es el nombre científico del picaflor de Juan Fernández?

S P A

O D S F R

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2.

Encuentra en esta sopa de letras los dos mamíferos marinos endémicos de Chile que se citan en estas páginas

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Cuidar de los recursos marinos es importante tanto para el medio ambiente, como para nosotros.

Nombra dos acciones que hacen los pescadores de Juan Fernández para cuidar la langosta y que este recurso no se agote?

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Para la impresión de ECORUMBO se utilizó papel reciclado CyclusPrint Ahorramos 1.374 litros de agua

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