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Óscar Pastor. Actor y gestor cultural en LANAU
La bailarina en una actuación en grupo.
general y el arte, fomentando un futuro digno para el arte y los artistas. En definitiva, espero que la gente se haya dado cuenta realmente de lo importante que es y no haya sido únicamente por entretenimiento durante la cuarentena. Ahora más que nunca es necesario que se siga apoyando la danza, el arte y la cultura y a todas las personas que hay detrás.
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Ya en el post-confinamiento, ¿has tenido que anular proyectos que te planteabas antes de la pandemia, afectando a tu carrera como profesional de la danza?
Antes del confinamiento, en septiembre yo viajé a Madrid para seguir formándome y tener una carrera profesional más completa, pero en marzo llegó el confinamiento y se canceló todo, las clases, los proyectos… Ahora en el post-confinamiento me he dado cuenta de que ya no surgen tantos proyectos de danza a los que poder presentarse, ni audiciones. Algunos que tenían previsto realizarse, días antes han tenido que ser cancelados por rebrotes en las ciudades… Por tanto, me está afectando bastante en mi carrera profesional de manera negativa.
¿La danza muchas veces requiere de un trabajo en grupo o pareja, que ahora todo deba ser de forma más individual dificulta todavía más las cosas?
La danza en muchas ocasiones requiere de un trabajo en grupo, y esto en cierta manera ahora mismo
supone una dificultad por el tema de la distancia social… También para realizar coreografías ahora mismo se busca un trabajo más individual y propio de investigación, no tanto de forma grupal. El tipo de ejercicios ha cambiado notablemente, ya que antes se realizaban en pareja, por ejemplo, de contact, que es un estilo dentro de la rama de la danza contemporánea totalmente de contacto físico, intercambio de movimientos, pesos…
A nivel preparatorio físico, ahora ya no se hacen los ejercicios previos que se hacía en pareja para calentar algunos músculos, ahora se tienen que hacer de manera individual, todo ello supone ciertas dificultades.
¿Cómo crees que las personas que forman parte del mundo de la danza se sentirían más seguros para poder salir adelante?
En mi opinión, las personas que formamos parte del mundo de la danza no nos sentimos actualmente apoyados, nos sentiríamos más seguros si hubiese, por parte del gobierno, ayudas a la cultura a nivel general, para los teatros, los cines, las salas de exposiciones, museos… Para que puedan cumplir con las normas de seguridad y fomentar que la gente pueda acudir a los lugares donde se desarrolla la cultura de forma segura. No introducir más obstáculos como el cierre de las salas donde trabajamos, porque al final nos vemos sin futuro. La cultura es necesaria en un país que pretenda ser desarrollado e innovador.
Si no se puede entrar a los teatros, cines o salas con espacios cerrados, habría que fomentar los espectáculos al aire libre, en plazas abiertas, enfocándolo de forma diferente. Sería muy triste un mundo sin danza, ni música, ni cualquier tipo de arte y cultura. π

Sandra en una de sus actuaciones en pareja.
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Óscar Pastor Gironés
Imagen cedida por Antonio Gonzalez Morzillo (Agente de actores)

Actor. Director de escena. Dramaturgo. Gestor cultural en LANAU espacio creativo. Investigador de nuevos lenguajes escénicos. Activista por la igualdad de Género y derechos LGTBI en la Cultura
La amenaza del covid-19 ha ocupado un gran espacio en nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, esto ha provocado la amenaza de cambios drásticos en muchos sectores de la industria del arte y la dramaturgia. Ha sido necesaria la evolución en estos ámbitos y una gran capacidad de adaptación.
Sabemos que el COVID-19 supuso un antes y un después en el mundo del arte ¿Cuál ha sido el principal cambio en el cine/teatro?
En estos momentos hablar del COVID en pasado es demasiado arriesgado… Y hablar de cine y teatro es hablar de arte y cultura, y aunque sean distintos formatos e industrias, es importante sumar para así alcanzar mayor visibilidad de las necesidades del sector. Estamos ante un momento difícil, muy difícil para las Artes, como lo está siendo para otros muchos sectores, pero si el mundo del arte ya lo tenía complicado está situación agrava todavía más su sostenibilidad. Es difícil identificar en estos momentos los cambios, si podemos llamarlos cambios o simplemente son indicios para la mera supervivencia. Lo que sí está claro es que empiezan a emerger nuevas formas, que posiblemente se consoliden o dejen paso a otros mecanismos que están por llegar. No podemos hablar todavía de un antes y un después en estos momentos de prueba y adaptación a una realidad todavía inestable. Esta pandemia suma irremediablemente un cambio fortuito, no voluntario, y hay que estar muy atentos para valorar y actuar ante las posibles consecuencias.
¿Qué nuevas oportunidades han surgido en el ámbito a partir del COVID?
Oportunidades han surgido pocas, lo que sí se han generado son nuevos formatos, que podríamos llamar oportunidades según su proyección. La digitalización se está utilizando como medio para expandir los trabajos de los/las artistas, pero deberíamos analizar si estos cambios son realmente productivos o simplemente una solución improvisada ante esta nueva realidad. Es posible que esta digitalización abra nuevos caminos en el arte, que sirvan para conectar con nuevos públicos y regenerar propuestas. Pero las artes vivas necesitan respuesta directa, contacto, un público para conseguir su finalidad. El teatro, la música, la danza, el circo, etc. pierden parte de su esencia con la digitalización de sus representaciones.
Está demostrado que la cultura es segura, pero la incertidumbre y el caos provoca que tanto las salas de cine como los teatros estén vacíos, habría que promover esta seguridad sobre todo por la supervivencia de sus profesionales. Pero aprovechando el esfuerzo y los resultados que en estos meses se han conseguido con su digitalización, analizar los beneficios de estos nuevos formatos y utilizarlos a favor. Esta situación nos tiene que servir para avanzar, para adaptarnos a las nuevas tecnologías, algo que estaba pendiente en el campo del Arte.
¿Cómo se gestionó el trabajo durante la cuarentena?
Durante la cuarentena todo se paralizó, no había actividad cultural, solo aquella que ya funcionaba en las plataformas digitales. Fue a raíz de esta cuarentena cuando se empezaron a replantear respuestas ante esa situación tan extrema. Con las medidas que se impusieron era prácticamente imposible representar en directo, a no ser que fuera online.
El consumo de «cultura» se trasladó a las nuevas tecnologías… No olvidemos cómo creció el consumo de cine, series, música… durante el confinamiento, pero siempre con una finalidad de entretenimiento. Pero en este país el entretenimiento siempre se ha menospreciado, ha sido algo secundario, nunca se le ha dado la importancia que tiene. Y esto se debe a las carencias de nuestro sistema educativo, las artes siempre son relegadas a asignaturas optativas. No hay educación en las artes, la cultura no interesa por no considerarse lo suficientemente productiva, uno de