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Sobre el autor

Arquitecta y Diseñadora de interiores colombiana, Nacida en Armenia-Quindío, egresada de la Universidad Gran Colombia, con estudios en Patología de Estructuras, e interiorismo sostenible, Magíster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental de la Universidad de Barcelona, Magíster de interiorismo y decoración de interiores en la escuela de posgrados de ingeniería y arquitectura de Madrid España.

Más de 20 años de experiencia profesional en el campo de la arquitectura, diseño y construcción en ciudades como Cali, Pereira, Medellín, Armenia, Bogotá y Villavicencio

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Mi estilo arquitectónico se basa en las líneas puras y la jerarquización de los volúmenes en su entorno inmediato, el origen e inspiración en la idealización de mis proyectos arquitectónicos son los sueños y metas de los clientes.

“El diálogo entre cliente y arquitecto es tan íntimo como cualquier conversación que puede tener, porque cuando usted está hablando de la construcción de una casa, usted está hablando de sueños ”

Robert A. M. Stern

Prólogo

En el año 2018 cuando conocí la obra de la arquitecta Mónica Franco, pude ver allí varios aspectos que, luego con el tiempo, me confirmarían una impronta en la manera como desarrolla su obra edilicia. Por un lado, la disposición de los elementos que forman sus proyectos arquitectónicos, desde la visión de Marco Lucio Vitruvio “La Disposición es la colocación apropiada de los elementos y el correcto resultado de la obra según la calidad de cada uno de ellos. Tres son las clases de Disposición —en griego, ideae—: la planta, el alzado y la perspectiva ” (p. 10) Ello se nota cuando se aprecian las viviendas, que la oficina de esta arquitecta, ha proyectado. En primera instancia existe una armonía en lo que se observa en las plantas en relación con el alzado, luego cuando el observador se acerca al edificio puede notar una perspectiva con puntos de fuga muy claros, limpios, y consecuentes con las plantas y las fachadas que se observan en los planos y que luego se vierten a la realidad de la manera más eficaz, siendo consecuente con la idea de diseño. Porque si algo que hay que decir, es que lo que se diseña tanto en planimetría como en las imágenes en 3d, es lo que queda en la obra real. Esto es un logro que muestra el cuidado de Mónica Franco a la hora de tomar un proyecto bajo su batuta. Desencadenando, por otra parte, otro aspecto que el mismo Vitruvio señala en su obra “los diez libros de la arquitectura” que es la “distribución” palabra que en la acepción moderna solamente se refiere a la manera como se disponen los elementos en el espacio, pero en la obra del romano, refiere lo siguiente “La distribución consiste en la administración apropiada de materiales y de terrenos, unida a unos costes ajustados y razonables de las obras ” (p 11) entonces estamos hablando de la lógica como se administra el diseño en relación a esa parte que tiene que ver con la construcción y la racionalidad de materiales. Lo que implica una unión entre lo que se proyecta y lo que se lleva a la realidad, como se dijo en el párrafo anterior. Ahora, si vamos a la idea de distribución que conocemos, es claro que la racionalidad y el manejo de los espacios junto a sus relaciones, hacen parte de la composición total del proyecto arquitectónico, que se gesta en la mente de esta arquitecta desde el inicio, o lo que muchos llaman el germen de su diseño

La obra que se ha llevado a cabo, sobre todo en la región de los llanos orientales de Colombia, por parte de Mónica Franco, es plausible. No solo porque ha perfeccionado, como todo buen artista, sus diseños y la manera como los ejecuta, sino ha subido el estándar del diseño y la arquitectura en esta zona del país, ello unido a un estilo que ya dice de una voz propia en el ámbito de los arquitectos del Meta.

El minimalismo, es sin duda, el estilo contemporáneo por el cual se ha inclinado. No por ello se dejan de aceptar retos de otra índole, es el caso de la obra Hacienda las Marías, que recurre al asunto de la memoria cultural como instrumento para generar una arquitectura histórica, que como bien sabemos, también puede hacer parte de las arquitecturas contemporáneas porque está reconociendo el patrimonio material que ha hecho parte de nuestra historia y de la construcción de todo lo que somos. Para ello la arquitecta se ha rodeado de un equipo dinámico y de expertos en el asunto patrimonial, que le han permitido desarrollar uno de los proyectos más importantes de los llanos orientales en los últimos años.

Así que este libro, más que un reconocimiento a una obra que se ha consagrado y que está en lo mejor de su momento, es un aporte a la manera como se puede llevar a buen término un proyecto desde su idea de diseño hasta su construcción. Con lo cual estamos hablando de un asunto pedagógico. Es sin duda una publicación que servirá tanto para estudiantes de arquitectura y diseño, así como para investigadores, académicos, y por supuesto, para los amantes de las formas bellas en el paisaje urbano

Procesos y evolución de una obra arquitectónica, nos conduce por el espectro de esa parte física de un proyecto arquitectónico, pero también nos lleva a esa intimidad del espacio de la cual habla Gastón Bachelard como “un paisaje del alma” es la casa, sin duda ello Con lo cual también podemos decir: es la obra de Mónica Franco la serenidad en la arquitectura.

Lo anterior se verá reflejado en las páginas siguientes donde encontraremos capítulos dedicados a viviendas, oficinas y proyectos especiales. Imágenes y planimetría, acompañadas de bocetos icónicos que nos recuerdan el trazo artístico de los arquitectos, que desafortunadamente se ha perdido en las últimas generaciones. Así que este libro aporta información de tipo constructivo y de diseño; reconoce una plástica en la mano de Mónica Franco y la experiencia del arquitecto a la hora de enfrentar los procesos, que no son fáciles, en obra; pero además es un deleite para el ojo.

Richard Meier, Luis Barragan, Walter Gropius, entre otros, son claves en las influencias, que, como todo buen artista, son necesarias, para luego hacer una impronta propia. Así lo contará la arquitecta en una entrevista que encontraremos más adelante, con lo cual nos acercaremos al pensamiento de esta creadora antes de realizar una obra arquitectónica, cuáles son los retos, lo más difícil, e incluso las decepciones a las que se enfrenta todo creador. Porque el arquitecto es el recreador del espacio en la gran creación del mundo. El artífice de la tectónica, de lo que se mantiene y perdura a través de los años. Por ello el gran esteta inglés John Ruskin decía “no hay más que dos grandes conquistadores del olvido de los hombres: la poesía y la arquitectura”. Con seguridad, muchos años en el futuro, cuando no estemos ninguno de nosotros, la obra de esta arquitecta será recordada en el país, conquistando el olvido, conquistando la memoria y construyendo la identidad de nuestro patrimonio material.

Por Darío Sánchez-Carballo

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