La Encrucijada de la Conquista

La Encrucijada de la

Conquista Línea de Tiempo

Licda Ana Beatriz Villela DOCENTE

Dulce Guerra Durán ESTUDIANTE

La Encrucijada de la

Conquista

1485 El conquistador de Guatemala nació en Badajoz, Extremadura, en 1485, en el seno de una familia de mediana posición económica.

Su padre, Gómez de Alvarado, casó en segundas nupcias con doña Leonor de Contreras, y con ella procreo seis hijos: Sara y Pedro, que fueron gemelos, Jorge, Gonzalo, Gómez y Juan.

Diego de Velázquez, Gobernador de Cuba, organizó una expedición a tierra firme, en la cual figuraban como jefe de la armada Juan de Grijalva y como capitanes Alonso Dávila, Francisco de Montejo y Pedro de Alvarado. En Champotón, en las costas de Yucatán, Alvarado tuvo su primer contacto con los pueblos mayas. Sin licencia de jefe de la expedición se internó en el río Papaloapan, que entonces los españoles comenzaron a llamar rio de Alvarado.

1518

Pedro de Alvarado salió de Tenochtitlan, el 6 de diciembre de 1523, con el propósito expreso de conquistar los pueblos diseminados en lo que posteriormente se llamó Guatemala.

Comandaba un ejército compuesto por 120 soldados de a caballo, 130 ballesteros y escopeteros, 170 infantes de rodela y espada, los cuales hacían un total de 420 españoles.

El ejército de Alvarado emprendió la marcha por el camino que desde antaño usaban los comerciantes prehispánicos.

Cruzaron el territorio de Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec, hasta alcanzar las tierras pantanosas de Soconusco.

1519 Alvarado salió de Cuba en la expedición de Hernán Cortes. En ella se engancharon también sus hermanos Jorge, Gonzalo, Gómez y Juan; a éste último Bernal lo llamaba el viejo, y dice que era bastardo. En los preparativos de la gran jornada se puso de manifiesto que Alvarado pretendía el mando de las fuerzas expedicionarias, aunque finalmente aceptó la jefatura de Cortés y asumió el mando del navío San Sebastián, en el cual viajaron unos 60 soldados, entre los cuales figuraba Bernal Díaz del Castillo.

1523

El ejército conquistador pernoctó en Quetzaltenango, donde se “montó real”, es decir, se levantó un campamento, y se “corrió la tierra”, hasta que, al cabo de seis días, otro contingente de unos 12,000 guerreros quichés presentó una nueva batalla, de la que también salieron airosos los invasores hispanos. “Aqueste día –acotó Alvaradose mató y prendió mucha gente, muchos de los cuales eran capitanes y señores y personas señaladas”.

De regreso a Iximché, el 27 de julio de 1524 (aunque en varias fuentes se indica que ello ocurrió el día 25), Alvarado hizo una declaración formal de “la fundación” de la ciudad del señor Santiago, de la cual nombro dos alcaldes ordinarios y cuatro regidores, tal como lo indica en la carta que, de allí mismo, envió a Cortés, el 28 del mes y año citados.

1524 Desde soconusco, Alvarado envió a Cortés una misiva que al parecer permanece perdida en algún anaquel desconocido, pero que se menciona en una segunda que se remitió desde Utatlán, la capital de los quichés el 11 de abril de 1524.

Una tercera carta de relación fue suscrita en la ciudad de Santiago, el 28 de julio de 1524.

1524

El día 4 Camey (7 de febrero de 1527) incendió la ciudad; a los seis meses del segundo año de la guerra lo ejecutó y se marchó de regreso”.

Los cakchiqueles se dolían de aquella cruenta guerra prolongada, pero, al mismo tiempo, se jactaban de que ningún pueblo había pagado el tributo.

1524 - 1530

Durante seis largos años, comprendidos de 1524 a 1530, los cakchiqueles se mantuvieron en pie de guerra, y en ésta usaron estratagemas peculiares para paliar la superioridad bélica de los españoles. Básicamente utilizaron una estrategia comparable a la guerra de guerrillas, es decir, basada en emboscadas y golpes sorpresivos al enemigo, pero sin dar frente a campo abierto, como lo acostumbran los ejércitos regulares; además, se empeñaban es obstaculizar el abastecimiento de tropas contrarias.

1527

Por otra parte, los anales del pueblo de cakchiquel registran, con explicable exactitud, que el 12 de enero de 1528, en Tzololá, se introdujo el tributo a favor de Tunatiuh, y que, no obstante, el Ahpozotzi y el Ahpoxahil, es decir, Cahí Imox y Belehé Qat, no se habían presentado todavía ante los españoles. Hasta en 1530 lo hicieron ante el propio Alvarado, en Almolonga (el memorial de Sololá dice Panchoy) a donde acudieron acompañados de muchos señores, de los jefes, de los hijos y los nietos de los jefes, y de mucha de su gente.

1528 En 1528, cuando se aprestaba a regresar a Guatemala, Alvarado conoció al Licenciado Francisco Marroquín, quien aceptó acompañarle y se convirtió, desde entonces, en uno de sus más cercanos consejeros y amigos. Marroquín, que llegó a ser el primer obispo de Guatemala e, inclusive, Gobernador interino, “había sido casado antes de abrazar la carrera eclesiástica, y tuvo un hijo que se llamó Alonso Marroquín, el cual se avecindó y dejo su sucesión en el país”.

En 1532 murió Belehé Qat, unos de los señores de los cakchiqueles, precisamente cuando estaba dedicado a lavar oro.

1532

En Riobamba, Ecuador, en agosto de 1534, Alvarado entró en negociaciones con Diego de Almagro, quien compartía los derechos de conquista en el Perú con Francisco Pizarro. El arreglo comprendió la venta de navíos, caballos, esclavos y toda clase de aderezos “por precio e quantía de cien mil pesos de buen oro de a cuatrocientos cincuenta maravedís cada peso”.

1533 En abril de 1533 Alvarado estaba ya en el Golfo de Fonseca, en el camino de su nueva aventura. De allí se traslado al puerto de la posesión, llamado después Realejo, de la provincia de Nicaragua. Aquí recibió la autorización de la Corona para seguir hacia el Sur, con el propósito de descubrir, conquistar y poblar tierras que no hubieran sido concedidas antes a otros conquistadores.

1534

Después de una permanencia de cinco meses en Honduras, en la que se organizaron fiestas, competencias, y otros holgorios, y durante la cual Alvarado llegó a un arreglo con Francisco de Montejo respecto del intercambio de partes de sus respectivas gobernaciones, el Adelantado y su comitiva arribaron a Santiago de Guatemala, el 15 de septiembre de 1539.

1537 En efecto, se suscribió un pacto secreto entre el dominico y Maldonado, por el cual se autorizaba la conquista pacífica de Tezulutlán, una región que no habían podido someter los españoles, y que por ello le llamaban Tierra de Guerra. El pacto fijaba al proyecto un plazo de cinco años y, como condición expresa, exigida por Las Casas, en dicho lapso no se permitiría la presencia, en el territorio en cuestión, de otros españoles que no fueran los frailes dominicos y tampoco el funcionamiento de tipo alguno de encomienda.

1539

El 4 de julio de 1541 murió el conquistador de Guatemala, cuando disfrutaba de muchos indios de encomienda que se adjudicó desde el principio de la conquista, así como de una fortuna y una posición social fincadas en la ambición, el abuso, las astucias y el duro carácter, que se reflejaron principalmente en el trato con los indios.

1540 Fue ahorcado Caí Imox, en cumplimiento de una orden expresa impartida por Alvarado, justo cuando éste se aprestaba a abandonar el país, hacia las Islas de la Especiería, el que fuera su postrer viaje desde Guatemala. Con la muerte de los dos reyes mencionados terminó la rebelión de los cakchiqueles, pero no así su actitud de resistencia frente al régimen colonial, aun cuando ésta fuera por medios pacíficos, o simplemente más sutiles.

1541

El ingreso en el territorio se hizo por Sacapulas, y en 1544 los misioneros habían llegado hasta Cobán, que se tenía como el corazón de la comarca.

1543 El obispado estratégico de Chiapas, y el radio de sus influencias era tan extenso que contribuyó a que se promulgaran las Leyes Nuevas y se introdujeran importantes reformas en el régimen colonial.

1544

El territorio de Tezulutlán, que en 1547 cambió su nombre a Verapaz, se había extendido de facto en todas direcciones, e incorporado a otros señoríos que también se mantenían al margen de la dominación española, tal es el caso de los lacandones, los acalaes, los mopanes, los manchés y otros.

1545 En Cobán estuvo Las Casas en 1545, después de que, por varios años, sus colegas que efectuaron aquel ensayo habían alcanzado extraordinarios éxitos.

1547

1712 La gran rebelión de los cakchiqueles Por la ayuda y acogida inicial que brindaron a los españoles, los cakchiqueles han sido señalados como colaboracionistas de la empresa conquistadora, y en algunas interpretaciones ligeras de los procesos históricos relacionados con aquella época, inclusive se les ha condenado por aquella actuación. Se suelen obviar, sin embargo, las relaciones de conflicto que existían entre ellos y los quichés y, sobre todo, no es común justipreciar la gran rebelión que emprendieron precisamente desde los propios inicios de la conquista y que sostuvieron durante más de seis años. Esta rebelión supera, sin duda, por su consistencia y duración, a todas las acciones de resistencia que registra la historia de la dominación española en Guatemala, incluyendo, entre éstas, aun la tremenda rebelión que protagonizaron los zendales de Chiapas dos siglos después, en 1712.