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La memoria histórica de Pueblo Nuevo de Coto
Luego de todas las vicisitudes, los sobrevivientes regresaron a Costa Rica. Guillermo Padilla Castro, además de él, en la lista de heridos incluye a los siguientes:
Nombre de los soldados caídos en la guerra de Coto
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1-Abarca Alvarado Daniel 25-Jiménez Jiménez Otilio 2-Alpízar Rojas Adán 26-Jiménez Portuguez Jaime 3-Arce Macario 27-Loría Vargas Ángel 4-Arias Arias Luis 28-Mejía Mejía Alberto 5-Arias Escalante Leopoldo 29-Montoya González Juan 6-Barrantes Vargas Calimo 30-Mora Mora Antonio 7-Bonilla Bonilla Ismael 31-Muñoz Rojas Luis 8-Bustillo Bustillo Magdaleno 32-Muñoz Sandí Eduardo 9-Calderón Calderón Manuel 33-Murillo Vargas Roberto 10-Calderón Pereira Ramón 34-Murillo Mora Antolín 11-Cantillano Vargas Ernesto 35-Obando Obando Ramón 12- Carmona Méndez Victorino 36-Orozco León Antonio 13- Castillo Sanabria Francisco 37-Ortega Cedeño Luis 14- Cordero Cortés Rafael 38-Quesada Quesada Raimundo 15- Chaves Zamora José 39-Rivera Rivera Ricardo 16-Delgado Delgado José 40-Rivera Rivera Luis 17-Fuentes Fuentes Samuel 41-Rodríguez Marín Miguel 18-Fuentes Garita Daniel 42-Rojas Tercero Demetrio 19-Fernández Vargas Manuel 43-Salgado Salgado José Santos 20-González Carvajal Santana 44- Sánchez Acuña Abel 21-González González Ventura 45-Umaña Umaña Rosendo 22-Gutiérrez Ulate Pedro 46-Vargas Sibaja Amadeo 23-Hernández Hernández Emiliano 47-Zúñiga Zúñiga Esteban 24-Hernández Hernández Manuel 48-Guillermo Padilla Castro
Nota: tomado de Padilla (1971, pp. 24-25).
La memoria histórica de Pueblo Nuevo de Coto
En la planicie de Coto Colorado, casi a nivel del mar, está Pueblo Nuevo; se ubica unos 10 kilómetros antes que el río desemboque en el Golfo Dulce, en 1921 el caserío estaba a la orilla del río; hoy el cauce se distanció aproximadamente 3 kilómetros. El humedal aún
marca la ruta por donde entraron los grupos en discordia. El río es navegable; lo era más antes, constituía la ruta de penetración a la llanura junto con el río Colorado hasta regiones como Las Pangas, Barajas, Coto 47, río Claro y Comte. Pueblo Nuevo era un atracadero de lanchas que permitía el trasiego de mercancías con Puntarenitas, Santo Domingo, las Península de Osa y Punta Burica.
En el pueblo, un sencillo monumento marca donde estuvieron sepultados por un tiempo los cuerpos de los caídos de Coto; otro monumento cerca del Salón Comunal recuerda sus nombres; aún está la casa de Marcelino Delgado, uno de los nacionales que fue apresado en varias ocasiones por las fuerzas armadas de Panamá. Marcan la historia el paredón donde fue el atracadero, la plaza, el barrio viejo y los caminos. La gente mantiene viva la historia, los pobladores la han pasado a generaciones, por sí solos, como si al resto del país no le importara.
Cada 21 de febrero se realiza un acto solemne en Pueblo Nuevo; al menos ese día el Monumento a los Caídos de Coto recibe ofrendas florales, se invocan los nombres de los muertos en combate, se revitaliza la historia; se refuerza la idea de la confraternidad de hoy entre ticos y panameños.
Indudablemente, este pueblo tiene una trascendencia histórica, en la defensa de la soberanía nacional y el rescate de 3000 kilómetros cuadrados de territorio, la firma posterior de un tratado de límites y la consolidación de la convivencia pacífica. Seguirán siendo testimonio de un acontecimiento que se resiste a quedar en el olvido, aunque la academia oficial, la clase política y los intereses ideológicos así lo han querido sumergir. La epopeya acaecida en este lugar, amén del triste episodio, descolló en consecuencias perdurables y convenientes.
Consecuencias de la batalla de Coto
“La reafirmación de nuestros derechos territoriales, sobre una vasta y fértil zona de Costa Rica, que habríamos perdido irremediablemente” (Padilla, 1971, pp. 24-25). “Coto fue una gran inyección de vida para que se manifestara el patriotismo de los costarricenses” (Padilla, 1971, pp. 24-25). “Coto fue la ocasión de que se confirmara la maravillosa política de reconciliación nacional, prohijada por el Presidente Acosta, después de la honda división de la familia costarricense que había producido el régimen de los Tinoco” (Padilla, 1971, pp. 24-25). “La manifestación de solidaridad centroamericana que tuvo lugar con motivo de aquellos hechos. Todas las naciones hermanas hicieron suyas nuestra causa” (Padilla, 1971, pp. 24-25). “Coto preparó también, la reconciliación entre panameños y costarricenses, que no podía basarse sino en respeto de la santidad de la sentencia arbitral. Cuando los panameños nos devolvieron las banderas que nos fueron tomadas en Coto, realizaron un gesto simbólico de amistad, que fue rápidamente correspondido por el pueblo de Costa Rica” (Padilla, 1971, pp. 24-25).
Nota: elaborado por los autores basado en Padilla (1971, pp. 24-25).
Placa conmemorativa de los caídos en la batalla de Coto, parque Morazán, San José, Costa Rica
Fuente: Queda’o en la historia (2019).