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Convertirse en Católico
El obispo James V. Johnston, Jr.es el séptimo obispo de la Diócesis de Kansas City-St. Joseph
Estoy fascinado por las historias de aquellos que buscan entrar en la Iglesia Católica. Las historias sontan únicas como los mismos individuos. Algunas historias comparten rasgos comunes, otras están fuerade lo ordinario, y cada una en su propia manera, es bastante notable. Y mientras vemos los reportes yescuchamos las historias de aquellos que han dejado de vivir su fe Católica, o aun que la han abandonadocompletamente, es importante hacer notar las muchas personas que cada año son atraídas por la IglesiaCatólica. Puede que no estén conscientes, pero tienen mucho que enseñarnos con su testimonio.
Como obispo, me gustaría de alguna manera incluir en nuestra reunión a alguien que se está convirtiendo al Catolicismo y preguntarle, “¿Qué lo llevó a entrar en la Iglesia Católica?”. Muy a menudo, hay alguien más involucrado que lo ayudó. A menudo es una esposa o una prometida. La belleza del amor matrimonial a menudo abre el camino para otra relación, la relación con Dios. Algunas veces, como es el caso de los estudiantes universitarios, es un compañero de habitación o un grupo de buenos amigos quienes hacen lo mismo. El año pasado, conocí familias que se convirtieron en Católicas porque se enamoraron a través de la experiencia de los niños en una escuela Católica. Y muy a menudo, es un “amigo” que da testimonio a través de cualquier otra forma, como por ejemplo un libro,que hace eco en el corazón del lector. Por ejemplo, recuerdo haber conocido varias personas en el transcurso de los años que han sido impactadas por la autobiografía espiritual de Thomas Merton, La Montaña de los Siete Círculos. Muchos otros como Merton continúan acompañando a otras personas, aunque se hayan ido a la casa de Dios hace mucho tiempo. En la misma línea, la vida de los santos continúa inspirando a otras personas.
Sin embargo, junto con esas amistades claves, los nuevos Católicos a menudo hablan de razones específicas que emergen de su viaje. ¿Por qué se hizo usted Católico? “Para salvarme e ir al cielo, “Para vivir una nueva vida unida con y en Cristo”, “Para que mis pecados sean perdonados”, “Porque es verdad”, “Para recibir a Cristo en la Eucaristía”. He escuchado algunas razones profundas y continúo escuchando a aquellos que han transitado el importante camino espiritual hacia la Iglesia Católica.
Personas que han sido Católicas por tanto tiempo como pueden recordar, pueden algunas veces dar por sentado o pasar por alto la belleza de nuestra fe y cuan bendecidos somos por ella. Entonces ahí interviene el efecto del escándalo. Los pecados y las debilidades de miembros de la Iglesia pueden obscurecer la Iglesia y a veces nos descorazonan. El testimonio de aquellos que se acercan a la plenitud de la Fe puede inspirarnos a ver las cosas a través de nuevos ojos. En cierto modo, ¡los nuevos Católicos se transforman en los que nos acompañan!
A través de nuestra diócesis y alrededor del mundo, la Cuaresma marca un tiempo para la preparación final para muchos que se están preparando para recibir los sacramentos por primera vez. Aquellos que no están bautizados se conocen como catecúmenos, esperan recibir la nuevavida de la gracia con el bautizo y luego con la plenitud de la iniciación Cristiana en la confirmación con la efusión total del Espíritu Santo, y el Cuerpo y la Sangre del Señor en la Sagrada Eucaristía. Los catecúmenos típicamente se inician como Cristianos y entran a la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual. Otros Cristianos que ya se han bautizado, conocidos como candidatos, a menudo también entran a la comunión completa con la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual o durante la temporada Pascual, aunque a menudo les conviene hacerlo en otras ocasiones durante el año litúrgico. Los candidatos reciben los sacramentos de la confirmación y la Santa Eucaristía después de una profesión formal de fe y la recepción en la plena comunión de la Iglesia.
A medida que estos nuevos Católicos se unen a nosotros, debemos agradecer a Dios por ellos y por Su bondad hacia ellos. Continuemos rezando por ellos, démosles la bienvenida, e inspirémonos en sus testimonios de Cristo, que es el Señor.