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EL PAÍS CUENTA

“EL PAÍS CUENTA CON UN GRAN

EQUIPO DE PROFESIONALES HIDROSANITARIOS PARA DESARROLLAR GRANDES OBRAS”

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ENTREVISTA A PLINIO NAVARRO, GERENTE DE PLINCO S.A.

Con más de 40 años en el sector de la construcción, el Ingeniero Plinio Eduardo Navarro es hoy en el país un reconocido empresario y voz autorizada en este sector, especialmente en materia de ingeniería de instalaciones hidráulicas sanitarias y contra incendio.

Nacido en Dolores, Tolima, este Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia inició su vida empresarial muy joven. En 1974 al lado de su esposa Olga Trujillo, con quien hoy tiene 3 hijos, fundó Plinco S.A. empresa dedicada al diseño y construcción de instalaciones hidráulicas, sanitarias, de gas y contra incendio. Tres años después, en 1977, funda la hoy denominada Ingeniería Plinco S.A. que se dedica al sector de construcción de vivienda y sus ventas.

Ha hecho parte activa en el desarrollo de los sistemas hidráulicos de importantes proyectos de construcción a nivel nacional como centros comerciales, hoteles, clínicas, universidades y de vivienda. El Ingeniero Navarro habló con Conéctate y compartió sus experiencias, opiniones y lecciones aprendidas como fiel testigo de la transformación y el progreso que el sector ha tenido en el país.

Háblenos un poco sobre la forma como se ha dado la transformación del sector de la ingeniería hidrosanitaria en el país.

Ha sido en todos sus frentes. Por un lado, en materia de criterios y alternativas de diseño uno de los cambios fundamentales es que los edificios antes de 1970 se diseñaban con un sistema denominado tanque bajo que se ubica en el sótano y un tanque alto sobre la cubierta, que resultó ser una alternativa muy costosa y aunque se creía que era la más segura en reserva, no fue así, pues los equipos de bombeo fueron evolucionando tanto que han demostrado dar un mayor porcentaje de seguridad y de confort.

Por otra parte, hay que destacar aspectos como son los sistemas contra incendio y los sistemas de producción de agua caliente, que han tenido una importante evolución porque dejaron de ser empíricos para convertirse en alternativas que dependen de análisis de ingeniería. Cada vez estamos usando más normatividad, empezamos a generar diseños que son competitivos con los producidos en cualquier país.

Otra transformación importante se dio en los tipos de materiales. Antes de 1970 utilizábamos para conducciones de agua potable la tubería de hierro galvanizado, fue una herramienta importante pero lamentablemente era un material oxidable que con el tiempo sufría porosidad y gran deterioro. Aproximadamente en 1968 apareció el PVC cuya primera innovación la hizo Eternit con un material llamado Eterplast, luego llegó Pavco y posteriormente otras fábricas con el PVC que utilizamos hoy y se empezó a presentar una gran evolución con cambios en espesores de pared y resistencias para diferentes usos. También encontramos materiales como el cobre, que tuvo gran auge y uso desde 1980 a pesar de ser costoso, requerir soldadura de alta especificación y tener manejo un poco delicado. Debido a su elevado valor resultaron alternativas que hoy las vemos con igual nivel de seguridad e incluso superior, como el polipropileno que tiene uniones a base de termofusión, con accesorios importados de muy alta calidad. Importante señalar que también se produjo PVC para los sistemas de aguas residuales o aguas lluvias, que antiguamente eran en hierro fundido con uniones de plomo. Con base en esta evolución tenemos una gran gama de productos que nos permite escoger lo más adecuado para cada necesidad.

Otro avance para destacar es en equipos de bombeo. Antiguamente las bombas eran para elevar agua de un tanque bajo a uno alto, pronto aparecieron sistemas que abolieron el tanque alto y hacia 1970 surgen los llamados sistemas hidroneumáticos que eran grandes capsulas metálicas con sistemas de bombas y un compresor para darle inyección de aire a presión a los tanques. Estos equipos exigían áreas muy grandes, además de ser costosos, por lo que surgieron alternativas importantes como el hidropack y pasamos a tener una cápsula pequeña con 2, 3 o 4 motobombas.

“Cada vez estamos usando más normatividad, empezamos a generar diseños que son competitivos con los producidos en cualquier país.”

“En general, estamos muy a la par de la normatividad internacional, gracias a la globalización de las comunicaciones y el conocimiento de los materiales, equipos y criterios de diseño.”

Paralelamente aparecieron sistemas nuevos como los equipos que se utilizaban con presión variable pero dentro de un rango que tenían como característica que su operación era con motores de velocidad constante, lo cual generaba mucho desgaste y alto consumo de energía. Resultó entonces una modificación que dio paso a equipos de presión constante con velocidad variable, de acuerdo con los consumos de agua que se presentan en la edificación. Estos equipos han sido de gran acogida y tenemos una buena gama de firmas que los están produciendo con un elevado nivel de normatividad.

En cuanto a sistemas contra incendio, se ha presentado una importante transformación, pasamos de tener un sistema antiguo que consistía en gabinetes con una manguera accionada por equipos de bombeo y en algunos casos alimentada por presión de gravedad desde un tanque alto, a tener sistemas bajo normatividad de rociadores de todas las gamas y con diferentes especificaciones.

Actualmente contamos con sistemas de alta tecnología que logran extinguir el fuego mediante nebulización que permite bajar notoriamente la temperatura, también hay modalidades con gases que hacen que se elimine el oxígeno y por consiguiente no pueda progresar el fuego. Ha sido fundamental en Colombia que la NSR10 haya acogido la norma ICONTEC con extensión a la NFPA. Desde hace mucho tiempo hemos tenido uso de gas propano, tanto en cilindros domiciliarios como en grandes tanques estacionarios. Desde 1995 contamos con gas natural domiciliario y hemos ido avanzando mucho en este sistema de abastecimiento, con alternativas de tubería flexible de plástico con aluminio, cobre y acero galvanizado de normatividad específica, que constituyen gama de diferentes características mecánicas y costos notoriamente diferentes.

También se ha registrado gran avance en los sistemas de calentamiento de agua. Primero utilizamos calentadores individuales en cada vivienda, posteriormente se pasó a un sistema de calderas productoras de vapor, especialmente en infraestructuras de gran demanda como hoteles y hospitales, que requerían áreas grandes y mantenimientos costosos. Eso se fue modificando por un sistema denominado calderines, que son equipos de tamaño notoriamente inferior y aunque de buen nivel de servicio, tienen un costo elevado. Hoy tenemos un sistema aún más sencillo llamado calentadores en cascada, con tanque de reserva o no, dependiendo de la demanda de la obra, pero es un sistema sencillo, práctico, que se ha ido imponiendo en el mercado y marca un buen progreso, especialmente en área de construcción requerida, costo inicial y costo de mantenimiento.

En general, para todo el sector de ingeniería de instalaciones hidráulicas, sanitarias, gas y sistemas contra incendio estamos muy a la par de la normatividad internacional, gracias a la globalización de las comunicaciones y el conocimiento de los materiales, equipos y criterios de diseño.

Respecto al factor humano, ¿cómo está el país en materia de recurso técnico calificado?

Una de las grandes satisfacciones y de los grandes logros para el país se dio a partir de 1970, cuando la Empresa de Acueducto de Bogotá exigió que los edificios de cierto

tamaño contaran con un diseño de planos y cálculos hidráulicos, determinando los caudales, las demandas, las presiones, los diámetros y los equipos de bombeo. Hasta ese momento todo había sido empírico a pesar de que había obras grandes diseñadas por ingenieros pioneros, pero ese año se volvió norma obligatoria, lo que llevó a que las instalaciones en los edificios fueran el producto de diseño y cálculos de ingeniería. Esto fue un paso fundamental, lo cual fue determinando que cada vez más ingenieros entraran al sector porque la demanda y la gran cantidad de obras exigía más presencia de profesionales. Así se fue logrando, muy satisfactoriamente, la calificación, la preparación, la idoneidad y la experiencia de un grupo de ingenieros con los que hoy cuenta el país con gran orgullo y que permite que todo el sector de la construcción se asesore para desarrollar grandes obras con altos índices de normatividad, eficiencia y economía.

A finales de los años 90 el sector de la construcción enfrentó una fuerte crisis que llevó incluso a la quiebra de muchas empresas. Hoy el mundo enfrenta una situación compleja debido a la pandemia del coronavirus. ¿Cómo logró Plinco superar la crisis de los 90 y qué lecciones aprendidas nos puede compartir?

A nosotros nos afectó seriamente la crisis del 97 y de ahí en adelante hasta el 2002. Fueron cinco años de mucha crisis en el sector y en el país, que empezó por la construcción, pero luego se extendió a todos los sectores y tuvimos que acudir a estrategias de supervivencia.

En primer lugar, utilizamos los mecanismos que tenía establecido el Estado como procesos legales para acogerse a planes de reestructuración económica. Esto fue importante, pero sin duda el criterio fundamental para manejar este tipo de crisis que generalmente se presenta por alto endeudamiento y escasez de efectivo, es que a los acreedores se les tiene que demostrar que por encima de todo prima la buena fe y el sagrado deseo de restituirles los dineros que se les adeuda, lógicamente bajo condiciones negociadas de plazo, de flexibilización de costo financiero, entre otras, incluso de llegar, si es el caso, a rebajar un poco los montos para lograr su pago. En esa época bajo esos criterios y el buen entendimiento con los acreedores logramos sacar la empresa adelante.

Hablando de lecciones aprendidas que hoy pueden ser importantes, porque podríamos estar cerca de una crisis, es que es muy importante que las empresas, por pequeñas que sean, tengan una estructuración financiera. Nosotros como ingenieros creemos mucho en la estructuración técnica y logramos avanzar muy bien en ese campo y en lo operativo, pero despreciamos en cierta forma el aspecto financiero y eso es muy delicado, por eso una recomendación es que las empresas tengan en lo financiero, por lo menos un flujo de caja muy bien estructurado con proyección a un periodo razonable.

Otra lección aprendida es que hay que evitar endeudarse. Cuando se nos abren las puertas para acceder a créditos, sean financieros con bancos o con las mismas firmas proveedoras, creemos que es importante aprovechar esa oportunidad y eso es delicado porque son cosas que van incrementando su volumen, que puede llegar a salirse de las manos, entonces no es conveniente endeudarse, menos con la banca. Es muy importante para una empresa pagar de contado obteniendo los mejores descuentos, llevar fondos separados para cada obra, no una sola caja, controlar todos los costos fijos porque para poder hacer las obras tenemos que incurrir necesariamente en compromisos de costos fijos que son muy manejables en las bonanzas, pero difíciles de atender en épocas de crisis.

Les recomiendo a los empresarios que tengan un asesor tributario, que ojalá sea un ingeniero especializado en esta materia, ya que esto se volvió una especialidad de la ingeniería y hemos visto profesionales muy bien dedicados, exitosos y de mucha claridad mental para orientar a sus clientes.

Otro aspecto importante para enfrentar crisis es que dentro de la propia especialidad se amplíe la gama de servicios a los diversos sectores de la economía: industrial, farmacéutico, educativo y muchos otros, es decir, no solo quedarse con el sector constructor de vivienda, sino ampliarse, pero dentro de la misma especialidad.

“Considero que nuestro sector debe ser el generador de toda la normatividad y del plan de desarrollo del manejo hidráulico del sector del agua potable y de todo el saneamiento nacional.”

¿Cuáles cree que son los desafíos que tiene el sector?

Creo que el primer desafío para nuestro sector es el logro de la calidad, manejamos un sector de la construcción donde la parte fundamental es la calidad y el producto más que tuberías es calidad.

El peor perjuicio de una obra y sus usuarios es un sistema de tuberías defectuoso, esto arruina completamente la obra y crea malestar en sus usuarios. Tenemos que tener muy claro eso, buscar un alto nivel de calidad para lograr un alto nivel de competitividad, cumpliendo estrictamente la normatividad y realizando procedimientos cuidadosos en la ejecución de las obras. Esto requiere un cambio de mentalidad, pues debemos descartar la búsqueda de la utilidad económica, fácil y rápida y entender la utilidad como un resultado de los méritos.

Considero que nuestro sector debe ser el generador de toda la normatividad y del plan de desarrollo del manejo hidráulico del sector del agua potable y de todo el saneamiento nacional.

Tenemos la posibilidad y deberíamos tener la tarea de ser líder y eso no lo estamos haciendo, es una de las grandes fallas, de las grandes omisiones en que estamos incurriendo, porque nos estamos conformando con pensar en pequeño, creemos que somos unos servidores del sector de la construcción, pero no estamos dando cabida a pensar que no solamente somos unos servidores, sino que tenemos que ser unos generadores de esa política nacional. Hemos estado ausentes en este propósito y frente a eso si quiero llamar la atención de mis colegas, invitarlos a pensar en grande. Esa es una tarea que está en nuestras manos, que día a día podremos ir llenando ese vacío precisamente con ese grupo tan destacado de profesionales estructurados de nuestra ingeniería, pero de pronto con poca claridad en el objetivo que debemos cumplir dentro del país.

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