20 de julio de 2018
EL VESPERTINO
20 de julio de 2018 Ejemplar N° 209 Distribución Gratuita GBA, Zona Sur
“Coco el musical”: la obra que emociona a grandes y chicos
Los niños de Tailandia están bien pero… ¿y los de Varela? La saga de los 12 jóvenes del equipo de fútbol tailandés atrapados junto a su entrenador en el interior del complejo de cuevas de Tham Luang cautivó al mundo; su exitoso rescate fue motivo de celebración mundial. Comparemos esta demostración de compasión y solidaridad con la catástrofe que enfrentan millones de niños en Yemen y la debacle actual generada en Estados Unidos por el presidente Donald Trump con la separación forzada de niños y niñas migrantes de sus padres y madres: esta comparación no deja muy bien parado a Estados Unidos… Pero bueno, sí, podrán decir que es muy “exagerado”. Sentirán que no es noticiable pues la lejanía geográfica impide que algún sentimiento real lleve a la práctica. Entonces, pensemos en quienes están a metros nuestro: los niños varelenses. En Florencio Varela, siempre existieron lugares donde los niños podían recibir un alimento. Su función fue mutando a lo largo del tiempo. Hasta hace unos años, estos espacios supieron ser de contención emocional, refuerzo escolar o simplemente esparcimiento. Sin embargo, en los últimos años, la cifra de asistentes a los mismos ha aumentado alarmantemente. La familia Benapres (sí, sí, de los mismos que uno de sus miembros se hiciera nacionalmente famosa por ser aportante “trucha” de la campaña de Cambiemos en las últimas elecciones) lleva adelante una copa de leche en Villa del Plata desde hace años y calcula que se ha incre-
mentado el número de asistentes en un tercio. Con ellos coinciden quienes mantienen el merendero La Esperanza de la Carolina comparando con dos años atrás, sería un 30% por arriba. En algunos casos, son esos niños quienes se acercan hasta las instituciones quienes prefieren resignar en bolsitas, servilletas o bolsillos, algo de lo entregado para compartir con sus padres y abuelos en sus hogares. El arranque de la segunda quincena de julio golpeó fuerte los corazones de los vecinos varelenses a darse la noticia de que el merendero Santa Ana de Bosques y La Esperanza de la Carolina, debían cerrar sus puertas al no tener nada que darles para calmar el hambre a los niños. Rápidamente -y dejando banderas político partidarias de ladolos vecinos se autoconvocaron por medio de las redes sociales y consiguieron donaciones para dar continuidad a ambos espacios. Fueron los administradores de dos de los espacios con mayor interacción en la red de Mark Zuckerberg (Daniel De Gioia de “Reclamos Varelenses” y Ezequiel Taboada de “Varela por Varelenses”) quienes decidieron dejar la comodidad de la virtualidad para poner el cuerpo a la situación y recolectar alimento y llevarlo a los comedores. Como ellos, reconociéndose como parte activa y fundamental de la localidad, dos comercios también fueron fundamentales en esta cruzada y merecen ser enunciados: Zona Barbera (Alberdi y Mitre) y Librería Jabe (Belgrano 224).